Blog de Arinda

OBJETIVO :En este Blog vas a encontrar mis producciones en pintura y escultura. Además, material recopilado a través de mi trabajo como maestra, directora e inspectora, que puede ser de interés para docentes y estudiantes magisteriales .

domingo, 25 de agosto de 2024

25 DE AGOSTO DE 1825 DECLARACIÓN DE LA INDEPENDENCIA- ANÁLISIS DE LA OBRA ASAMBLEA DE FLORIDA

HISTORIA DE LA OBRA DE EDUARDO

 AMEZAGA - ASAMBLEA DE LA FLORIDA


Asamblea de Florida
   Eduardo Amézaga
   Óleo sobre lienzo, 1943 - 1947.

En 1941, durante la presidencia de Alfredo Baldomir, a través del Ministerio de Instrucción Pública y Bienestar Social, se convocó un concurso entre artistas exclusivamente nacionales, para realizar un óleo que representara a la "Cámara de Diputados de la Provincia Oriental en la sesión celebrada en Villa de la Florida, el 25 de agosto de 1825".

El jurado integrado por personalidades de la talla de Juan Pivel Devoto, José Luis Zorrilla de San Martín, Pedro Argul entre otros, declaró desierto el día 1. otorgar Por tanto, la obra será encomendada a Eduardo Amézaga, quien obtuvo el 2º premio, bajo el seudónimo de "Homero Díaz".

El cuadro obedecía a la necesidad de ilustrar los principales acontecimientos de la historia de la formación del país, hechos sobre los cuales existía un considerable depósito documental manuscrito e impreso, pero ningún registro gráfico.

El 25 de agosto de 1825, los representantes de los pueblos orientales en rebelión contra la administración brasileña de la llamada "Provincia Cisplatina", reunidos en Florida, declararon "irritados, nulos y disueltos para siempre todos los actos de incorporación, aclamaciones y juramentos tomados de los pueblos de la Provincia Oriental" por los cuales había sido incorporado al Imperio de Brasil.

A esta declaración de independencia siguió el deseo de unir la Provincia Oriental con el resto de América del Sur, reunido en Congreso en Buenos Aires.

Estas dos son las "leyes fundamentales" de la Provincia. A ellos se sumó la ley de banderas, que establecía el uso de una bandera “azul, blanca y punteada” hasta la aprobación de la bandera estatal definitiva que determine el Congreso de las provincias del Río de la Plata.

La creación de la obra de gran formato a partir del boceto presentado al concurso, requeriría un tiempo superior al estipulado en las bases, de 1943 a 1947, con el objetivo de que el artista lograra "madurar la idea".

En la foto de Amézaga se pueden ver los diferentes delegados y el presidente de la Asamblea de Florida. El pintor reconstruyó los rostros de los delegados a partir de los retratos existentes en el Museo Histórico Nacional, tomados del natural por Amadeo Gras, Cayetano Gallino y Eduardo Carbajal.

Los personajes que aparecen en el óleo son:

Juan Francisco de Larrobla, Presidente, Diputado por el Departamento de Guadalupe.

Luis Eduardo Pérez, Vicepresidente, Diputado por el Departamento de San José.

Juan José Vázquez, Diputado por el Departamento de San Salvador.

Joaquín Suárez, Diputado por el Departamento de Florida.

Manuel Calleros, Diputado por el Departamento de Nuestra Señora de los Remedios.

Juan de León, Diputado por el Departamento de San Pedro.

Carlos Anaya, Diputado por el Departamento de Maldonado.

Simón del Pino, Diputado por el Departamento de San Juan Bautista.

Santiago Sierra, Diputado por el Departamento de Piedras.

Atanasio Lapido, Diputado por el Departamento de Rosario.

Juan Tomás Nuñez, Diputado por el Departamento de Vacas.

Gabriel Antonio Pereira, Diputado por el Departamento de Pando.

Mateo Lázaro Cortés, Diputado por el Departamento de Minas.

Ignacio Barrios, Diputado por el Departamento de Serpientes.

Felipe Álvarez Bengochea, Secretario


El Presbítero Juan Francisco de Larrobla, Presidente de la Asamblea está en la parte central de la obra
Su figura, de pie en forma piramidal,   ocupa una parte importante del espacio central, destacándose del resto y realzada por la iluminación de un farol colgado del techo.

El centro del cuadro es la parte más iluminada y deja el resto del espacio en profunda sombra. En la obstante el rostro de los diputados recibe la iluminación del centro
Junto a él, los diputados sentados hacen que   el Presidente de la Asamblea   reafirme aún más su preponderancia dentro del lienzo.
 

EDUARDO  AMÉZAGA
                  

Eduardo Amézaga

Eduardo Amézaga nació en Montevideo el 17 de septiembre de 1911. Hijo de padres desconocidos.

Cuando nació, fue entregado a las monjas con una medalla de oro, que tenía inscrito su nombre Eduardo Amézaga.

Primero residió en el asilo “Buen Pastor”.

A los ocho años lo mandaron a vivir a una finca en Solís de Mataojo. Allí lo hacían levantarse a las tres de la mañana para hacer trabajo de campo.

Su vocación decía que nació con él. Empezó haciendo garabatos como todos los niños de su edad, pero cuando otros niños dejaron sus lápices y comenzaron a hacer cosas diferentes, siguió dibujando y pintando.

Dibujaba con fiebre ardiente todo el cartón y el papel que le caían las manos. No sabía por qué, ni para qué dibujaba, pero su vocación escondida y poderosa permaneció en él. Lo expresa diciendo: "El fuego devora a los recién nacidos, pero empuja a los elegidos, a propagar sus chispas creadoras".

Fue así, entre el trabajo de campo y los garabatos, que conoció a un molinero vecino. A él le gustaba mucho charlar con el molinero, y fue él quien le habló del concurso de niños que convocaba la revista Mundo Uruguayo. Con tan solo ocho años, Amézaga se presentó y ganó el primer premio del concurso y de su carrera.

Posteriormente regresa a Montevideo, residiendo en el barrio Sur.

 

Hacia los veinte años ingresa en el Círculo de Bellas Artes, bajo la dirección de Domingo Bazurro, un maestro que propugnaba la economía de recursos pictóricos dentro del apego a la fisonomía naturalista y la austeridad en la planificación del uso del color.

Estuvo allí sólo tres años, eso le bastó para saber que tenía una gran necesidad de “estar solo”, lo dijo sin eufemismos. Como pintor, había aprendido lo que era necesario.

Posteriormente se involucró con Prevosti quien lo aconsejó y orientó en su carrera.

Siguió siendo autodidacta, admirando a Carlos Federico Sáez y siguiendo de cerca la obra de Pedro Figari y Alfredo de Simone.

Al principio trabajó en diferentes oficios ya que no podía vivir de su pintura.

El 23 de diciembre de 1937 se casó con Renée Acuña.

Ella vino de París después de haber vivido allí durante muchos años. Venía de una familia muy rica. Cuando conoció a Eduardo Amézaga y su pintura, decidió apoyarlo. Ella lo obligó a dejar de trabajar y dedicarse a la pintura, ella era quien pagaba los gastos de la casa.

Entonces Amézaga empezó a dar clases de dibujo en el hogar de mujeres n.º 1 (calle Yaguarón).

Usó principalmente    tierra    y    goma    arábiga    como materiales.

También enseñó en la Colonia Berro, en el Consejo del Niño, en el liceo N° 13 de Maroñas, que fundó con su esposa.

 

Al mismo tiempo, continuó pintando en su estudio ubicado en su propia casa en Calle Mar Ártico 1230.

Le gustaba mucho el óleo y solía pintar: retratos, casas, figuras de niños y niñas, siendo la maternidad uno de sus temas principales.

En   la   época   en que Eduardo Amézaga era alumno del Círculo de   Bellas Artes, mantuvo su postura de no seguir ninguna corriente artística   . Se basó en el proceso del pintor y su madurez. Pensó que si vivía a merced de las corrientes, éstas podrían frustrar la carrera de un pintor.  

Amézaga expresó su mundo interior en el arte. “Es el sentimiento de lo que quiero comunicar lo que guía mi mano y mi pincel”.

Amézaga no negó la posible influencia de otros pintores en su obra.

Habiendo conocido y experimentado todo, dominando el medio expresivo, sus manos trabajaron solas. Manteniéndose así libre de modas y tendencias. Al no pertenecer a ninguna corriente, mantuvo el arte siempre fresco.

"Estoy solo y algo limitado físicamente", dice una voz al otro lado del teléfono. “He vendido mucho, ahora tengo poco trabajo. Dentro de la naturaleza, la figura y el paisaje son los temas que me siguen emocionando. Desde el sentido más profundo de la pintura... mi único objetivo es expresarme en la más absoluta libertad. No, nunca pinto para preparar una exposición. Nunca lo hice porque tendría que juntar de quince a veinte buenos cuadros para ello; de gran calidad Que me conformen a mí, y no a los demás. Esto es difícil. Por eso no hago exposiciones individuales. ¿Qué, qué, sustento teórico?

No soy esclavo de ninguna tendencia. Ni arte moderno ni arte antiguo.

"Pinto como siento y deseo". Amézaga no habla de sus triunfos. De esos que quizás los jóvenes no conocen.

 Sus cuadros históricos ganaron en concurso: "La Declaratoria de la Independencia" y el cuadro a José Pedro Varela...

Sus grandes y primeros premios en el Salón Nacional, y sus bellas obras, en las que la figura tuvo en él, quizás en un momento determinado, al más representativo de los pintores nacionales.

Eduardo Amézaga murió el 27 de abril de 1977, a causa de una enfermedad que lo aquejaba desde hacía muchos años.

En su honor, la Intendencia de Montevideo dio su nombre a una calle del Cerrito de la Victoria.


2 comentarios:

kunne :3 dijo...

Holaaa,gracias por toda la informacion....besossss

Carlita dijo...

Gracias.