el
genio arTIstico de la escuela veneciana
Tiziano Vecellio (o Vecelli) di
Gregorio, a veces escrito Ticiano, nació en Pieve di Cadore, Belluno, en la
región de Véneto, Italia, entre los años 1488/1490.
Fue un pintor italiano del Renacimiento, considerado ya en vida el mejor de los artistas de la escuela veneciana.
Durante su larga carrera, Tiziano trabajó para duques, reyes y pontífices; y produjo una gran cantidad de pinturas, en su mayoría sobre temas religiosos o mitológicos, así como retratos.
La obra del artista es reconocida por la
emoción de sus figuras, por su rico colorido y por el ambiente general de sus
composiciones.
Tiziano procedía de una
familia con elevado estatus en Cadore.
Era el cuarto hijo de Gregorio
Vecelli, un distinguido concejal y militar, y de su esposa Lucia.
No existían antecedentes
familiares en el campo del arte. Sin embargo, a la edad de 10 años, Tiziano y
su hermano mayor, Francesco, acudieron a Venecia para ingresar como aprendices
en el taller de Sebastiano Zuccato, un famoso mosaiquista.
Debido a su incipiente
talento, en el transcurso de tres o cuatro años, entró en el estudio del
venerable pintor Giovanni Bellini, que en ese momento era el artista más
reconocido de la ciudad.
Allí se encontró con un grupo
de jóvenes que conformarían la primera generación de pintores de la Escuela
veneciana: Giovanni Palma da Serinalta, Lorenzo Lotto, Sebastiano Luciani, y
Giorgio da Castelfranco, conocido como Giorgione. Su hermano Francesco también
gozó de cierta relevancia en Venecia como pintor.
La influencia entre Tiziano y
Giorgione fue grande y recíproca, incluso trabajaron juntos, particularmente
alrededor de 1504, en la fachada del Palacio Fondaco dei Tedeschi.
Cuando Giorgione murió a los
30 y algo de años, Tiziano terminó algunas de sus pinturas inacabadas. Un
ejemplo es la Venus dormida que ahora se encuentra en la Galería de Pinturas de
los Maestros Antiguos en Dresde.
También hay algunas obras cuya
autoría, de Tiziano o de Giorgione, continúan siendo motivo de desacuerdo entre
los historiadores del arte, en particular, el Concierto campestre, hoy día en
el Museo del Louvre, París.
Las obras que han sido
identificadas como hechas completamente de la mano de Tiziano en la etapa
temprana de su carrera incluyen el retablo de San Marcos entronizado rodeado de
santos, hoy día en la Galería de la Academia en Venecia; y la Virgen gitana,
hoy día en el Museo de Historia del Arte de Viena.
Tiziano se estableció por derecho propio como artista destacado con obras tales como el ciclo de frescos creados alrededor de 1511 para la Escuela del Santo en Padua y con la pintura el Bautismo de Jesús, hoy día en los Museos Capitolinos de Roma.
El primer encargo público importante fue el retablo de 1518 La Asunción de la Virgen para el ábside principal de la iglesia de los frailes, en Venecia.
En esta pintura, la mirada del espectador es guiada hacia arriba, de la oscuridad a la luz, a través de la acción y del movimiento.
El historiador del arte J. T. Paoletti lo describió de esta manera: «Visto desde tan lejos como la entrada de la iglesia, la composición audaz de Tiziano, los gestos elocuentes y su luz palpitante dominan el elaborado interior de la iglesia»
A este gran éxito le siguió la pintura del Entierro de Cristo (c. 1520), hoy día en el Louvre.
Entierro de Cristo de
Tiziano, pintada en 1559, representa un momento crucial del relato evangélico
sobre la muerte de Jesús, específicamente el pasaje en el que José de Arimatea
pide el cuerpo de Cristo y lo entierra en un sepulcro. Este tema es abordado en
los cuatro Evangelios (Mateo 27, 57-61; Marcos 15, 44-47; Lucas 23, 50-54; Juan
19, 38-42), aunque con algunas variaciones en los personajes presentes.
Características de la obra
Composición y Estilo: La pintura
muestra una escena dramática y conmovedora, donde el cuerpo de Cristo es
sostenido por varios personajes, entre ellos Nicodemo y María Magdalena.
Tiziano utiliza un uso magistral del color y la luz, creando un efecto de
profundidad y emoción que caracteriza su "manera tardía" .
Elementos Iconográficos: En el
fondo, el sarcófago presenta varias escenas bíblicas alusivas a la muerte de
Cristo, lo que acentúa la imagen clásica del entierro romano. La figura de
Cristo es central, y su representación es tanto serena como poderosa,
capturando la atención del espectador .
Evolución de la Obra: Tiziano
realizó varias versiones de este tema a lo largo de su carrera. La versión de
1559 es notablemente más grande y elaborada que una anterior, y se considera
una de sus obras más importantes. Esta versión fue enviada a Felipe II y se
encuentra actualmente en el Museo del Prado .
Contexto Histórico
El Entierro de Cristo de Tiziano
no solo es una representación artística, sino que también refleja la influencia
del contexto religioso y cultural de su tiempo. La obra fue creada en un
periodo en el que el arte estaba profundamente ligado a la devoción religiosa,
y Tiziano, como muchos de sus contemporáneos, buscaba transmitir la profundidad
emocional de los eventos bíblicos a través de su arte .
En resumen, el Entierro de Cristo
de Tiziano es una obra maestra que combina técnica, emoción y un profundo
sentido de la narrativa religiosa, consolidando su lugar en la historia del
arte renacentista.
Tiziano era ahora reconocido como el mejor artista de la floreciente escuela veneciana y dirigía en Venecia su propio taller, que era grande y exitoso.
También produjo obras para Ancona, Brescia, Verona y Treviso.
En Venecia Tiziano volvió a producir otro retablo para la iglesia de los Frailes, la Pala Pesaro, que terminó aproximadamente en 1526. Esta pieza fue innovativa e influyente ya que el artista la hizo de forma que fuese una composición diagonal enmarcada con elementos arquitecturales que evocaban aquellos que ya se encontraban en la iglesia.
La Pala Pesaro, creada por
Tiziano entre 1519 y 1526, es un retablo monumental que se encuentra en la
Basílica de Santa María dei Frari en Venecia. Esta obra es un ejemplo destacado
del estilo manierista y representa una Conversación Sagrada en la que el
donante, Jacopo Pesaro, es presentado ante la Virgen María y el Niño Jesús.
Descripción de la obra
Composición: La pintura muestra a
Jacopo Pesaro en la esquina inferior izquierda, arrodillado y acompañado por un
prisionero turco y un soldado, lo que alude a su victoria en la batalla de
Santa Maura. La Virgen María, sentada en un trono, sostiene al Niño Jesús,
quien parece dirigir su mirada hacia el espectador, creando una conexión
emocional.
Estructura y Espacio: La obra
está enmarcada por columnas que dan una sensación de profundidad y
verticalidad. Tiziano rompe con la tradición de centrar las figuras
devocionales, desplazando a la Virgen hacia la derecha y creando un dinamismo
en la composición. Este uso del espacio y la disposición de las figuras
anticipan técnicas compositivas más complejas que se verán en el arte barroco.
Uso del color y la luz: Tiziano
emplea un uso magistral del color y el claroscuro, diferenciando los planos con
colores oscuros en el primer plano y más claros en el fondo, lo que añade
realismo y profundidad a la escena. La brillantez de las telas y los detalles
en los adornos refuerzan la sensación de movimiento y la riqueza de la obra.
Significado y Contexto
La Pala Pesaro no solo es un
retablo religioso, sino también un testimonio del estatus social y político de
la familia Pesaro en la Venecia del siglo XVI. La obra refleja la evolución del
arte de Tiziano, quien logra combinar la tradición renacentista con un enfoque
más dinámico y emocional, estableciendo un precedente para el arte posterior.
En resumen, la Pala Pesaro es una
obra maestra que encapsula la habilidad de Tiziano para fusionar la devoción
religiosa con una narrativa visual rica y compleja, convirtiéndola en una de
las piezas más importantes del Renacimiento veneciano.
Tiziano sentía una gran pasión por la mitología y por el conocimiento del arte de la Antigüedad se nota en sus pinturas Baco y Ariadna actualmente en National Gallery, de Londres.
La pintura del Baco es una celebración de imaginería exótica. Tiene al dios del vino saltando desde su carro tirado por guepardos.
Baco está rodeado de su séquito habitual de ninfas y sátiros juguetones que parecen haber justo acabado la cacería y matado un ciervo. Estas figuras revoltosas forman un triángulo isósceles que apunta a la izquierda de la pintura. Ahí, el sol del atardecer lleno de nubes ilumina a Ariadna por detrás. Después de haber sido abandonada por Teseo, ella está a punto de ser rescatada, y la estrellas que aparecen en la esquina superior izquierda nos recuerdan que ella será conmemorada con una constelación nombrada en su honor, Corona Boreal. En tiempos modernos esta pintura ha sido «limpiada» brutalmente y este tratamiento le ha quitado algo de la delicadeza del colorido, aunque los resultados sean quizás más bien dirigidos a complacer los gustos modernos que aquellos del siglo XVI.
La bacanal de los andrios ubicado en el Museo Prado de Madrid).
La obra La Bacanal de los
Andrios de Tiziano, pintada entre 1523 y 1526, es un óleo sobre lienzo que
representa una celebración festiva en honor a Baco, el dios del vino, en la
isla de Andros. Esta pintura fue encargada por Alfonso I d'Este, duque de
Ferrara, como parte de una serie de obras mitológicas para decorar su Camerino
d'Alabastro.
Temática y Composición
Escena Festiva: La obra captura
un momento de alegría y desenfreno, donde hombres, mujeres y niños participan
en una bacanal, disfrutando del vino y la música. Los personajes se muestran en
diversas posturas: algunos bailan, otros beben, y hay interacciones animadas
entre ellos. Esta representación refleja el placer y la sensualidad asociados
con el consumo del vino.
Elementos Iconográficos: Tiziano
se inspira en la obra Imágenes de Filóstrato el Viejo, que describe cómo la
isla de Andros es bendecida con un río de vino. En la pintura, se puede
observar a sátiros y bacantes sirviendo vino, así como un personaje femenino
desnudo que podría representar a Ariadna, quien está asociada con Baco. La
partitura en primer plano con la frase "Quien bebe y no vuelve a beber, no
sabe lo que es beber" refuerza el tema de la celebración.
Estilo y Técnica: La obra destaca
por su dinamismo y el uso del color, características del estilo manierista de
Tiziano. La composición se organiza en diagonales que guían la mirada del
espectador a través de la escena, creando un sentido de movimiento y vitalidad.
Significado
La Bacanal de los Andrios no solo
es un festín visual, sino que también refleja la cultura del Renacimiento,
donde la mitología y la celebración de los placeres terrenales eran temas
comunes. Tiziano logra combinar la tradición clásica con una interpretación más
libre y contemporánea, lo que convierte a esta obra en un hito en la historia
del arte.
En resumen, La Bacanal de los
Andrios es una celebración de la vida, el vino y la alegría, encapsulando la
esencia del espíritu festivo en la obra de Tiziano y su habilidad para capturar
la emoción humana a través de la pintura.
Otra de sus obras fue la Ofrenda a Venus actualmente en el Museo del Prado.
La obra Ofrenda a Venus de
Tiziano, pintada entre 1518 y 1520, es un óleo sobre lienzo que actualmente se
encuentra en el Museo del Prado en Madrid. Esta pintura es un ejemplo destacado
del Renacimiento y representa un rito mitológico en honor a Venus, la diosa del
amor y la belleza.
Temática y Composición
Rito de Culto a Venus: La obra
ilustra un antiguo rito romano que se celebraba el primer día de abril, donde
las mujeres ofrecían ofrendas a Venus para purificarse. En la escena, dos
ninfas, una joven y otra de apariencia más madura, se encuentran ante un templo
que alberga una estatua de Venus. La matrona sostiene un espejo, lo que puede
simbolizar la búsqueda de la belleza y la reflexión.
Cupidos y Dinamismo: En el primer
plano, una multitud de cupidos (niños alados) interactúan entre sí, aportando
un sentido de movimiento y alegría a la composición. Estos personajes, en
diversas posturas, enfatizan la celebración y el placer asociado al amor y la
fertilidad.
Estilo y Color: Tiziano utiliza
un rico colorido y un tratamiento detallado de las texturas, características de
su estilo. La composición está organizada de manera que guía la mirada del
espectador a través de la escena, destacando la figura de Venus y los elementos
que la rodean.
Contexto Histórico
La Ofrenda a Venus fue parte de
un conjunto de obras encargadas por el duque Alfonso I d'Este para decorar el
Camerino d'Alabastro en su castillo en Ferrara. Este encargo se produjo tras la
muerte del pintor Fra Bartolommeo, quien había sido inicialmente elegido para
realizar la obra. Tiziano tomó la responsabilidad de completar el encargo, lo
que marcó un importante momento en su carrera, consolidando su reputación como
uno de los principales pintores de su tiempo.
En resumen, Ofrenda a Venus es
una obra que combina mitología, celebración y maestría técnica, reflejando la
habilidad de Tiziano para capturar la esencia del amor y la belleza a través de
su arte.
Estas pinturas fueron un encargo de Alfonso I de Este (1476-1534) para su palacio en Ferrara, sede de su ducado.
Las obras mitológicas de Tiziano contienen un sentido profundo, como lo resume la historiadora del arte K. Wren Christian.
Están dirigidas a satisfacer a una nueva clase de espectador quien, después de una observación exhaustiva, decodifica múltiples referencias antiguas y contemporáneas al arte y a la literatura, para entender la verdadera magnitud de la originalidad del artista al combinar estas fuentes.
Este es el tipo de trabajo que Tiziano más tarde llamaría poesie, una obra visual que rivaliza con la poesía en su densidad de alusión y visibilidad de invención.
Tiziano fue un pintor de técnicas innovativas. Una de sus técnicas favoritas era el uso del colore (o colorito), que significa el uso de la yuxtaposición de colores para definir una composición en vez de hacer líneas de contorno.
Colore era lo opuesto de la técnica de disegno, que ponía énfasis sobre la importancia de definir la forma usando líneas y, gracias a artistas como Tiziano, se le ha asociado particularmente con el arte veneciano.
Otra de las marcas distintivas de Tiziano era la forma en que trataba el efecto de la luz sobre los colores.
Las pinturas del artista solían llevar una capa de base de un color tierra sólido sobre la cual Tiziano añadía capas sucesivas de colores semitransparentes más claros (veladuras), algunas veces hasta combinaba las capas y mezclaba con más sutileza los colores adyacentes usando los dedos en vez de un pincel.
La capa final del color de definición era puesta entonces en puntos precisos usando pinceladas sueltas. La combinación de estas técnicas es lo que da a las pinturas de Tiziano su colorido vibrante y la ilusión de profundidad.
Finalmente, esta habilidad técnica se unía a la preocupación del artista de darles a sus figuras emociones tangibles que ayudaban a crear un cierto ambiente en el conjunto de la composición.
La reputación de Tiziano era para aquel entonces internacional, y en 1533 se le encargó pintar el retrato de Carlos V, emperador del Sacro Imperio Romano (que reinó de 1519 a 1556).
La obra, que muestra al emperador parado junto a su perro, debió ser bien recibida porque Tiziano fue nombrado pintor oficial de la corte española de Carlos I; el veneciano continuó en esa posición también durante el reinado de su hijo, Felipe II de España.
Aún más, Carlos V recompensó a este talento importado haciéndolo caballero de la prestigiosa Orden de la Espuela de Oro.
Todos los que pertenecían a la crema y nata de la sociedad querían ser retratados por el maestro de Venecia.
Un ejemplo célebre es el retrato del duque de Urbino, Francesco della Rovere, una obra que hoy día está en la Galería Uffizi de Florencia.
La obra Retrato de Francesco
Maria della Rovere de Tiziano, realizada entre 1536 y 1538, es un óleo
sobre lienzo que se encuentra en la Galería Uffizi de Florencia. Este retrato representa
al duque de Urbino, Francesco Maria della Rovere, y es notable por su
representación del poder y la virilidad del retratado.
Temática y Composición
Representación del Duque:
Francesco Maria della Rovere es retratado en posición de tres cuartos, vistiendo
una armadura y sosteniendo un bastón de mando, lo que resalta su estatus
militar y nobleza. La postura y la mirada del duque transmiten una sensación de
autoridad y fuerza.
Detalles Simbólicos: A su
izquierda se observa su cimera, mientras que a la derecha hay tres bastones que
representan su linaje y su conexión con la República de Venecia. El bastón de
roble hace alusión a su apellido, "della Rovere", que significa
"del roble" en italiano. La divisa "SE SIBI" (por sí mismo)
también se incluye, enfatizando su independencia y fortaleza.
Estilo y Técnica: Tiziano utiliza
su característico uso del color y el brillo para realzar los detalles de la
armadura y el fondo, creando un efecto visual impactante que refleja la
maestría del artista en la representación de texturas y luces.
Contexto Histórico
Este retrato fue encargado por
Francesco Maria della Rovere, quien deseaba consolidar su imagen como un líder
fuerte y respetado. Tiziano, en su papel como pintor de la corte, logró
capturar no solo la apariencia física del duque, sino también su carácter y la
esencia de su posición como gobernante.
El perro que aparece en la obra
tiene un significado simbólico importante.
Significado del perro
Fidelidad y Lealtad:
Tradicionalmente, los perros han sido símbolos de fidelidad y lealtad. En el
contexto del retrato, el perro puede representar la lealtad del duque hacia su
familia y su deber como líder. Esta representación también puede sugerir la
idea de que un buen gobernante debe ser leal y protector hacia su pueblo.
Clase Social: Durante el
Renacimiento, tener un perro, especialmente uno de caza, era un signo de
estatus y nobleza. La inclusión del perro en el retrato de Francesco Maria
della Rovere refuerza su posición como un noble y un líder respetado,
destacando su estatus social.
Compañerismo: El perro también
puede simbolizar el compañerismo y la conexión emocional entre el duque y su
mascota, lo que humaniza al retratado y sugiere que, a pesar de su estatus,
mantiene un vínculo cercano con los seres que lo rodean.
En resumen, el Retrato de Francesco Maria della Rovere es una obra que combina maestría técnica con simbolismo, reflejando la importancia del retrato en la representación del poder y la identidad en el Renacimiento.
La obra La presentación de la
Virgen de Tiziano, pintada entre 1534 y 1539, es un retablo que representa
el momento en que la Virgen María es presentada en el Templo de Jerusalén por
sus padres, San Joaquín y Santa Ana. Este evento es un tema recurrente en el
arte cristiano, simbolizando la dedicación de María a Dios desde su infancia.
Temática y Composición
Escena Central: La pintura
muestra a María, aún niña, siendo llevada al Templo, donde se encuentra con un
sacerdote. La escena se desarrolla en un amplio espacio arquitectónico que
realza la solemnidad del momento.
Personajes y Detalles: San
Joaquín y Santa Ana son representados en el lado izquierdo, observando la
entrega de su hija. A la derecha, varios personajes, incluidos otros fieles,
contemplan la escena. La obra está llena de detalles que reflejan la devoción y
la importancia del evento.
Perspectiva y Color: Tiziano
utiliza una perspectiva efectiva que da profundidad a la composición, además de
su característico uso del color vibrante para dar vida a las figuras y al
entorno. La luz y la sombra se emplean para crear un ambiente dramático y
reverente.
Contexto Histórico
La obra fue encargada por la
Scuola Grande di Santa Maria della Carità en Venecia y está destinada a la sala
de asambleas de la institución. Es un ejemplo del arte veneciano del
Renacimiento, donde Tiziano combina la tradición religiosa con una
representación visual impactante, mostrando su maestría en la pintura de
grandes formatos.
En resumen, La presentación de la
Virgen es una obra que no solo narra un evento significativo en la vida de María,
sino que también ejemplifica el estilo y la habilidad de Tiziano para capturar
la luz, el color y la emoción en el arte renacentista
Otra de las obras es La Venus de Urbino, inspirada en la Venus dormida de Giorgione, que a diferencia de esta, la de Tiziano está recostada, no en la naturaleza, sino en un elegante interior.
Desde 1963, se mantiene la hipótesis de que podría ser un retrato de la duquesa Eleonora Gonzaga. (Galería Uffizi).
La obra Venus de Urbino de
Tiziano, pintada en 1538, es un óleo sobre lienzo que representa a una figura
femenina desnuda, simbolizando a Venus, la diosa del amor y la belleza. Esta
pintura es considerada una de las obras maestras del Renacimiento y se
encuentra actualmente en la Galería Uffizi en Florencia.
Temática y Composición
Representación de Venus: La
figura central es una mujer desnuda reclinada sobre un lecho, mirando
directamente al espectador con una expresión seductora. Su postura y el hecho
de que una de sus manos cubra su sexo la identifican como una "Venus
púdica", una representación que mezcla sensualidad y modestia.
Simbolismo del perro: A sus pies,
un pequeño perro dormido simboliza la fidelidad conyugal, sugiriendo que la
mujer representada es más humana que divina, lo que refuerza la idea de que se
trata de una mujer real, posiblemente Giulia Varano, la esposa del duque de
Urbino, para quien fue encargada la obra.
Detalles del entorno: En el
fondo, se pueden ver dos criadas que parecen estar organizando un baúl nupcial,
lo que sugiere un contexto matrimonial. La escena se desarrolla en un ambiente
lujoso, con ricos textiles y un paisaje visible a través de una ventana, que
añade un sentido de profundidad y realismo.
Significado y Contexto
La Venus de Urbino fue encargada
por Guidobaldo II della Rovere para celebrar su matrimonio con Giulia Varano.
La obra no solo es un retrato de la belleza femenina, sino que también actúa
como una alegoría del matrimonio, donde la fidelidad, el deseo y la maternidad
son temas centrales. Tiziano logra capturar la sensualidad y la intimidad de la
figura femenina, estableciendo un modelo que influiría en generaciones de
artistas posteriores.
En resumen, Venus de Urbino es
una obra que combina la mitología con la realidad, reflejando la complejidad de
las relaciones humanas y el ideal de belleza de su tiempo, consolidando su
lugar como una de las piezas más emblemáticas del arte renacentista.
El enorme cuadro a escala natural está hoy día en el Prado de Madrid, y muestra al emperador vestido con la misma armadura que llevaba durante la batalla de Mühlberg; actualmente ésta forma parte de la colección de la Real Armería de Madrid. La dramática representación de un soberano como si fuese un santo, como san Jorge, influyó sobre muchos de los retratos reales realizados posteriormente.
Estas pinturas incluyen Diana y Calixto y Diana y Acteón, hoy día ambas pertenecen conjuntamente a la National Gallery en Londres y a la Galería Nacional de Escocia en Edimburgo.
En este período, Tiziano se volvía cada vez más audaz en la representación sensual de sus desnudos y sus connotaciones eróticas; en especial, los desnudos femeninos se hacían más explícitos.
De hecho, algunas obras eran consideradas tan probables de ofender las sensibilidades de los visitantes en la corte de Felipe que tuvieron que ser puestas detrás de cortinas.
Otro encargo, en claro contraste con la ensoñación mitológica, fue hecho para la capilla del rey español en su palacio de El Escorial, el Martirio de san Lorenzo.
Retrato de Pablo III
Un célebre retrato de este período es el del papa Paulo III o Pablo III (pontífice entre 1534 y 1549) junto con miembros de su familia que hoy día está en la Galería Capodimonte en Nápoles.
La obra Retrato de Pablo III
fue realizado por Tiziano durante una reunión con Paulo III en Ferrara,1 en
abril de 1543, en un ambiente de tensión e incertidumbre política debido al
hecho de que el papa estaba moviendo los primeros intentos fallidos de
reconciliación, que más tarde lo llevarían a convocar el Concilio de Trento.
La pintura representa, con
detalles de realismo absoluto, a un anciano, cansado y desconfiado Paulo III,
pero de mirada inteligente y despierta.
Se trata de una reinterpretación
del retrato oficial del papa Julio II, formulado años antes por Rafael, y al que
Tiziano dota de una mayor expresividad, que se refleja en el rostro y las
manos, pero sobre todo en la técnica pictórica utilizada en el tratamiento del
color de la vestimenta.
Una de las características del
estilo tardío de Tiziano, que consiste en una pincelada cada vez más suelta y
una ausencia de definición en las formas del dibujo.
Paulo III y sus nietos Alejandro y Octavio Farnesio
Paulo III y sus nietos Alejandro y Octavio Farnesio (italiano: Paolo III e i nipoti Alessandro e Ottavio Farnese) es una pintura que data de 1546. Se exhibe en el Museo de Capodimonte, en Nápoles, Italia.
En el lienzo se puede ver a un ya
envejecido papa Paulo III sentado, con su nieto Octavio Farnesio, duque de
Parma, hincándose a su izquierda y, detrás de él a su derecha, su otro nieto Alejandro,
con su vestimenta de cardenal.
El retrato es digno de notarse
por la posición que tienen sus personajes: el papa, viejo y cansado, mira a
Octavio con expresión acusativa, y, en contraparte, el hecho de que el nieto
esté en proceso de hincarse frente a él da la impresión de ser un acto
puramente formal y deferente. Alejandro, por otro lado, tiene un aire
distraído. El fondo, los colores melosos y las gruesas pinceladas contribuyen a
comunicar una atmósfera llena de ansiedad.
Mientras que estuvo en Roma, Tiziano conoció a su colega, el artista Miguel Ángel (1475-1564), quien pensó que la obra de Tiziano era notable por su «manera vivaz» pero creyó que le faltaba habilidad para dibujar, lo que confirma la diferencia y competición entre los estilos adoptados en ese tiempo por los artistas venecianos (colore) y florentinos (disegno).
Gracias a su éxito, el artista pudo vivir en una gran villa, la Casa ai Biri, y allí hizo su galería privada donde mostraba con orgullo sus obras a los invitados.
Venus y Adonis
Una de sus obras maestras más celebradas, Venus y Adonis, es una pintura creada alrededor de 1554.
La obra Venus y Adonis,
pintada por Tiziano en 1554, se encuentra actualmente en el Museo del Prado de
Madrid. Ilustra uno de los episodios recogidos por Ovidio en sus famosas
Metamorfosis, específicamente la historia del amor entre Venus, diosa del amor,
y el joven Adonis.
Descripción de la obra
Composición: Tiziano eligió
representar el momento en que Adonis, a punto de partir de caza, es retenido
por Venus, quien conoce su fatal destino. La diosa aparece parcialmente de
espaldas, abrazando a Adonis con desesperación mientras él se desase para
marcharse.
Estilo y técnica: Tiziano emplea
su característico uso del color y la luz para crear una atmósfera de
sensualidad y drama. Las pinceladas sueltas y la aplicación de veladuras dan a
la obra un efecto vibrante y una ilusión de profundidad.
Significado: La obra es una
alegoría del amor y la muerte. Venus, en su intento por retener a Adonis,
simboliza el deseo humano de aferrarse a la vida y la imposibilidad de evitar
el destino. La flor de anémona, creada por Venus a partir de la sangre de
Adonis, representa la belleza efímera de la existencia.
Contexto y recepción
Venus y Adonis forma parte de una
serie de pinturas mitológicas encargadas a Tiziano por Felipe II entre 1553 y
1562, conocidas como las "poesie". Estas obras, que incluyen también
Dánae y Perseo y Andrómeda, muestran la habilidad de Tiziano para combinar la
narrativa clásica con una representación visual impactante y emotiva.
La obra fue muy apreciada en su
época por su sensualidad y calidad técnica. Vasari la describió como "la
más bella y la más amorosa que jamás se haya visto". Sin embargo, también
generó cierta controversia por su erotismo, siendo considerada por algunos
"demasiado lasciva".
En resumen, Venus y Adonis es una obra maestra de Tiziano que ejemplifica su maestría en la pintura mitológica y su capacidad para crear composiciones cargadas de emoción y significado simbólico
Tiziano se interesó mucho en el uso de la luz en su trabajo, y a través de su carrera hizo un número de pinturas con ambiente nocturno; entre ellas se destaca otro Martirio de san Lorenzo, esta vez para la capilla Massolo en la iglesia santa María dei Crociferi en Venecia. Esta obra fue producida entre 1548 y 1557.
La escena está compuesta de manera inusual; hace que el espectador dirija su mirada hacia el centro donde se concentra la luz proveniente de dos antorchas y del sol que se filtra entre las nubes desde la parte superior por un pequeño espacio vacío.
Alrededor de 1562, Tiziano pintó su famoso Autorretrato que hoy está en el Museo del Prado, Madrid.
Aquí se muestra al artista austero, vestido de negro, con un gorro a juego y sosteniendo un pincel.
La obra Autorretrato de Tiziano,
realizada alrededor de 1562, es un óleo sobre lienzo que se encuentra en el
Museo del Prado en Madrid. Este autorretrato es notable no solo por su calidad
técnica, sino también por su significado y contexto en la vida del artista.
Temática y Composición
Representación Personal: Tiziano
se retrata en perfil, una elección inusual para su época, que requería el uso
de varios espejos para lograr la precisión en la representación. Esta decisión
parece ser deliberada, buscando asociar su imagen con la tradición de la
numismática romana, donde los retratos en perfil eran comunes.
Detalles Significativos: En la
pintura, Tiziano se muestra con una larga barba y una gorra, lo que lo asemeja
a las representaciones contemporáneas de intelectuales, evocando una imagen de
sabiduría y experiencia. Sostiene un pincel en la mano, simbolizando su
identidad como pintor y su maestría en el arte.
Nobleza y Distinción: La cadena
de oro que lleva, que indica su estatus como caballero de la Orden de la
Espuela de Oro, y su vestimenta negra, contrastan con el blanco del cuello,
resaltando su nobleza y posición social.
Contexto Histórico
Este autorretrato fue creado en
un momento en que Tiziano, ya en su vejez, buscaba consolidar su imagen para la
posteridad. La obra fue vista por Giorgio Vasari en 1566, quien destacó la
habilidad del pintor a pesar de su avanzada edad. Tiziano, consciente de su
legado, eligió representarse de una manera que reflejara su estatus y su
contribución al arte.
En resumen, el Autorretrato de
Tiziano no solo es una representación de su apariencia física, sino también una
declaración de su identidad como artista y su lugar en la historia del arte,
capturando la esencia de su vida y su carrera en un momento crucial.
En otro Autorretrato viste sus cadenas de oro de la Orden de la Espuela de Oro.
Trabajó hasta el fin de sus días, pero Tiziano dejó una Piedad inacabada que posiblemente estaba destinada para su tumba en la iglesia dei Frari.
La Piedad fue terminada por su colega veneciano, el artista Palma el Joven (1544-1628) y hoy día se encuentra en la Galería de la Academia de Venecia.
Tiziano rondaba los noventa
años cuando la peste negra asoló Venecia.
Murió a consecuencia de la
epidemia (curiosamente por el mismo motivo que su compañero Giorgione), el 27
de agosto de 1576.
El Senado veneciano derogó una
severa medida que enviaba a la fosa común todos los cadáveres de las víctimas
que morían de esta enfermedad y permitió que sus restos recibieran un rápido
entierro en la iglesia de los Frari (a pesar de las rencillas por la Piedad).
El Senado pagó sus funerales
que allí y en la Basílica de San Marcos se celebraron en su memoria.
La Basílica de Santa María Gloriosa dei Frari, monumento a Tiziano. Tiziano había deseado ser enterrado en la Basílica de Frari.
Fue enterrado en el monumento que se le dedicó el 27 de agosto de 1576. El monumento está realizado en mármol de Carrara, se debe a la obra de los hermanos Luigi y Pietro Zandomeneghi, discípulos de Canova.
El mausoleo está situado al pie de la cruz para la que Tiziano realizó su última obra, la Piedad, actualmente expuesta en la Academia.
En el centro del monumento: la estatua coronada de laureles de Tiziano está acompañada por las alegorías de la naturaleza universal, el espíritu del conocimiento, además de pintura, escultura, artes gráficas y arquitectura.
En la base, la estatua de Carlos V y Fernando I de Austria, los dos emperadores para los que había trabajado. En la parte inferior, cinco relieves recuerdan las obras religiosas más importantes del artista: la Asunción en el centro, Pedro de Verona a la izquierda, el martirio de San Lorenzo a la derecha; El entablamento encima de la Visitación a la derecha y el Descendimiento de la Cruz a la izquierda.
En lo
alto del monumento se encuentra el León de San Marcos con el escudo de armas de
los Habsburgo. El monumento fue restaurado en 1996.
La promoción que hizo Tiziano y el éxito que tuvo el uso de la técnica del colore fue incorporado por otros artistas, lo que ayudó a distinguir el arte veneciano de otros centros del Renacimiento como Florencia.
Los efectos de la luz que Tiziano utilizó fueron igualmente asimilados por sus colegas en su ciudad de adopción. Jóvenes artistas fueron influenciados por Tiziano, entre ellos, su antiguo aprendiz Tintoretto (1518-1594) y Veronese (1528-1588), su sucesor como el pintor italiano más famoso del siglo XVI.
Además del placer de Tiziano al combinar en
sus obras referencias obvias o sutiles, tanto del arte como de la literatura,
antiguas y contemporáneas, estas contribuyeron significativamente a la creación
de un lenguaje intelectual entre aquellos educados en esta manera, lo que ha
perdurado por siglos desde entonces.
FUENTES
https://www.virtualuffizi.com/
https://www.buscabiografias.com/
https://www.biografiasyvidas.com/
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