"Es hora de abolir la explotación humana de una vez por todas, y de reconocer la dignidad igual e incondicional de todos y cada uno de los individuos. Recordemos hoy a las víctimas y a los defensores de la libertad del pasado para que inspiren a las generaciones futuras a construir sociedades justas." Audrey Azoulay
Directora General de la UNESCO
La Ruta del Esclavo
La Ruta del Esclavo, es un
proyecto intercultural que elaboró la UNESCO, con el propósito de celebrar esta
fecha.
Se trata de efectuar un examen
colectivo de las causas históricas que dieron origen a este tipo de explotación
racial, estudiando tanto sus métodos como las consecuencias de la tragedia.
También el proyecto busca conocer
la forma en la que se originó la interacción entre África y Europa, a la que
luego se sumaría América y el Caribe.
El ideal que persigue la Ruta de Esclavos es el de no olvidar a los héroes anónimos por la libertad de toda una raza que se opusieron a los prejuicios raciales y a la explotación humana.
NUEVAS FORMAS DE ESCLAVITUD EN EL MUNDO
La mayoría de la esclavitud
moderna ocurre en Asia.
Podría parecer que la esclavitud
es cosa del pasado, donde algunas personas servían a otras bajo unas
condiciones denigrantes y que atentaban contra la libertad individual. Nada más
lejos de la realidad...
En el siglo XXI existe la
llamada esclavitud moderna, que si bien varía en la forma, sigue suponiendo una
vulneración de los Derechos Humanos para quien la sufre.
Esta situación en la
actualidad ya suma 50 millones de personas.
Los trabajadores domésticos constituyen una parte importante de la mano de obra
mundial en el empleo informal y se encuentran entre los grupos de trabajadores
más vulnerables.
Los trabajadores domésticos
constituyen una parte importante de la mano de obra mundial en el empleo
informal y se encuentran entre los grupos de trabajadores más vulnerables.
En 2021 había diez millones
más de personas en situación de esclavitud moderna en comparación con las estimaciones
mundiales de 2016. Las mujeres y los niños siguen siendo desproporcionadamente
vulnerables.
La esclavitud no es una
reliquia del pasado que creíamos abolida. Su versión moderna cuenta actualmente
con unos cincuenta millones de personas, de acuerdo con las últimas
Estimaciones mundiales que publicó este lunes la Organización Internacional del
Trabajo sobre este tipo de servidumbre.
La mayoría de ellas, 28
millones, son víctimas de trabajos forzados y el resto, 22 millones, viven
atrapadas en matrimonios forzados.
El informe del organismo especializado destaca que el fenómeno de la esclavitud moderna aparece en casi todos los países del mundo, y que trasciende líneas étnicas, culturales y religiosas.
Más de la mitad (52%) de todos los trabajos forzados y una cuarta parte de todos los matrimonios forzados se produce en países de renta media-alta o alta.
El trabajo forzoso se da mayoritariamente en el sector privado
La mayoría de los casos de trabajo forzoso -86%- se localizaron dentro de la economía privada y el restante 14% se dio en el ámbito estatal.
Un 63% de los afectados por esta forma de explotación
trabaja en diversos sectores y un 23% se desempeña en la explotación sexual
comercial forzosa, un área en la que casi cuatro de cada cinco personas son
mujeres o niñas.
Eti,
(a la izquierda), no sabe exactamente si tiene 10 o 11 años. Es una trabajadora
doméstica, vive lejos de su familia y a menudo recibe castigos físicos por
parte de su jefe. El trabajo doméstico represente una de las formas más habituales
de explotación infantil en Bangladesh. La mayoría de los niños y niñas proceden
del ámbito rural y no reciben ningún sueldo a cambio de su trabajo.
El número total de mujeres y niñas en situación de trabajo forzoso suma 11,8 millones, mientras que el número de niños que lo padecen y tampoco acuden a la escuela son más de 3,3 millones.
Los migrantes están particularmente afectados por el trabajo forzoso
OIT/J. Aliling Edward, de 22 años, lleva tres años trabajando como criado en un barrio elegante de Filipinas, y agradece tener un empleo.
Los trabajadores migrantes presentan más del triple de probabilidades de estar en situación de trabajo forzoso que sus contrapartes no migrantes.
Aunque la migración por causas laborales tiene un efecto ampliamente positivo en las personas, los hogares, las comunidades y las sociedades, este hallazgo demuestra cómo los migrantes son particularmente vulnerables al trabajo forzoso y a la trata de personas, ya sea causada por la migración irregular, o por las prácticas de contratación injustas y poco éticas.
El director general de la Organización, Guy Ryder, calificó de “escandaloso” el hecho de que no se produzcan mejoras en la situación de esclavitud, ya que “nada puede justificar” la perpetuación de “este abuso fundamental de los derechos humanos".
"Sabemos lo que hay que hacer, y sabemos que se puede hacer. Es fundamental contar con políticas y regulaciones nacionales eficaces. Pero los gobiernos no pueden hacerlo solos. Las normas internacionales proporcionan una base sólida, y es necesario un enfoque que incluya a todas las partes. Los sindicatos, las organizaciones empresariales, la sociedad civil y los ciudadanos de a pie tienen un papel fundamental que desempeñar".
Por su parte, el director general de la Organización Internacional para las Migraciones destacó que el informe "subraya la urgencia de garantizar” que cualquier forma de migración “sea segura, ordenada y regular”.
António Vitorino afirmó que “la reducción de la vulnerabilidad de los migrantes al trabajo forzoso y a la trata de personas depende, en primer lugar, de marcos políticos y jurídicos nacionales que respeten, protejan y hagan realidad los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos los migrantes -y de los migrantes potenciales- en todas las etapas del proceso migratorio, independientemente de su situación migratoria”.
“Toda la sociedad debe colaborar para revertir estas impactantes tendencias, incluyendo la aplicación del Pacto Mundial sobre Migración", añadió.
Matrimonio forzado
UNICEF/Harandane Dicko Una mujer lidera un grupo de discusión en Malí, donde sensibiliza a niñas y mujeres contra todas las formas de violencia, incluido el matrimonio infantil y la mutilación genital femenina, con el fin de lograr un cambio de comportamiento.
Durante el último lustro el
número de matrimonios forzados creció en 6,6 millones alcanzado un total de 22
millones. Sin embargo, el organismo matiza que el número de casos,
especialmente los que afectan a niños menores de 16, es probablemente mucho
mayor de lo que reflejan las estimaciones actuales, ya que se basan en una
definición restringida y tampoco incluyen todos los matrimonios infantiles.
“El matrimonio forzado está estrechamente vinculado a actitudes y prácticas patriarcales muy arraigadas y depende en gran medida del contexto”, alerta el estudio que también destaca que la abrumadora mayoría de los matrimonios forzados (más del 85%) fue impulsada por la presión familiar.
Pese a que dos tercios (65%) de los matrimonios forzados se dan en Asia y el Pacífico, contando el tamaño de la población regional, la mayor prevalencia de uniones forzosas se produce en los Estados árabes, con 4,8 personas por cada 1000.
La esclavitud infantil
Muchos
niños son forzados por criminales a trabajos forzados.
El trabajo infantil: en el mundo existen 168 millones de niños y niñas trabajando, pese a ser niños... Dentro de la categoría de esclavitud moderna por trabajo infantil están todos esos niños y niñas que por su situación se ven obligados a trabajar bajo explotación tanto para beneficio de terceras personas como para su propia supervivencia.
Es
el caso de los niños de la calle, a los que hemos apoyado durante muchos años
en Ayuda en Acción en Chillogallo (Ecuador) a través de un hogar de acogida y
un centro de formación para que además de trabajar puedan seguir estudiando.
Prostitución
Shandra y otras tres víctimas fueron forzadas a posar para esta imagen cerca de un bordel en Connecticut
La Organización Internacional
del Trabajo (OIT) calcula que hay unas 4,5 millones de víctimas de explotación
sexual forzada.
Shandra Woworuntu, activista
contra el tráfico humano, fue forzada a la esclavitud sexual en Estados Unidos
en 2001.
La mujer salió de Indonesia,
donde se le prometió trabajar en la industria hotelera en ese país, pero los
intermediaros que la recibieron en el aeropuerto la entregaron a traficantes
armados que la forzaron a llevar a cabo trabajos sexuales.
"Me dijeron que yo les
debía US$30.000 y que pagaría la deuda con US$100 cada vez que sirviera a un
hombre", explica.
Eventualmente logró escapar y
con ayuda del FBI localizó un burdel donde había otras víctimas de tráfico.
https://www.diainternacionalde.com/ficha/dia-internacional-recuerdo-comercio-esclavos-abolicion
https://www.savethechildren.es/
Esclavitud y afrodescendientes en Uruguay - Una mirada desde la antropología
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