Eduardo
Amézaga nació en Montevideo el 17 de septiembre de 1911.
Fue un destacado pintor
uruguayo que hizo importantes contribuciones al mundo del arte a través de su
estilo único y su enfoque innovador del arte.
Conocido por su estilo
distintivo, que combinaba elementos de abstracción, surrealismo y
expresionismo. Sus obras a menudo presentaban colores vibrantes, pinceladas
atrevidas y una sensación de movimiento y energía. También fue conocido por sus
retratos y pinturas que representan la historia de Uruguay.
Amézaga era hijo de padres desconocidos.
Recién nacido lo dejaron en el torno del Asilo Dámaso Antonio Larrañaga, con una medalla de oro que tenía su nombre y fecha de nacimiento.
En el Asilo vivió hasta los 18 años, alternando con estadías en hogares
transitorios.
Uno de ellos quedaba en el campo, en una chacra en el
Departamento de Lavalleja.
De ahí surgió su amor por el campo, que se vio
reflejado en muchos de sus cuadros.
Con seis o siete años, tenía que trabajar
mucho a pesar de su corta edad, arreando los bueyes para luego unirlos para el
trabajo.
Se levantaba a las tres de la mañana.
Empezó haciendo garabatos como todos los chicos de su edad, pero cuando otros niños dejaron los lápices y comenzaron a hacer diferentes cosas, él siguió dibujando y pintando.
Dibujando con fiebre ardorosa cuanto cartón y papel llegaba a sus manos.
No sabía por qué, ni para qué dibujaba, pero su oculta y poderosa vocación permanecía en él.
Él lo expresa diciendo:
“El fuego devora a los recién nacidos, pero los empuja a los elegidos, a propagar sus chispas creadoras”.
Tenía un vecino molinero del que
se había hecho amigo.
Le contaba sus sueños y aspiraciones, mostrándole sus
dibujos hechos en cualquier papel.
Un día en la famosa revista "Mundo
Uruguayo" apareció un anuncio, llamando a Concurso de Dibujo y Pintura.
Su
amigo el molinero lo convenció para que se escapara. Se preparó un atadito,
llegó a Montevideo y sacó el primer premio a los 8 años de edad, el primero de
aproximadamente 40 premios.
Posteriormente
vuelve a Montevideo, residiendo en el barrio Sur.
En un comienzo desempeñó distintos trabajos ya que no podía vivir de su pintura.
A los
veinte años aproximadamente, ingresó al Círculo de Bellas Artes, bajo la dirección
de Domingo Bazurro, un docente que propugnaba la economía de recursos pictóricos
dentro del apego a la fisonomía naturalista y la austeridad en
el uso planista
del color.
Estuvo allí
únicamente tres años, eso le bastó para saber que tenía una gran necesidad “la de
estar solo”, lo decía sin eufemismos.
Como un obrero
de la pintura, había aprendido lo necesario.
Más adelante
se vinculó a Prevosti que le dio consejos y lo orientó en su carrera.
Continúa
como autodidacta admirando a Carlos Federico Sáez y siguiendo de cerca la
obra de Pedro Figari y Alfredo
de Simone.
En la época en la que Eduardo Amézaga era estudiante del Círculo de Bellas Artes, él mantenía su postura de no seguir ninguna corriente artística. Se basaba en el proceso del pintor y su madurez. Pensaba que si vivía pendiente de corrientes, éstas podían frustrar la carrera de un pintor.
Amézaga expresaba en el arte su mundo interior. “Es el sentir de lo que yo quiero comunicar lo que guía mi mano y mi pincel”.
Amézaga no negaba la posible influencia de otros pintores en su obra.
Teniendo todo conocido y experimentado, dominando el medio expresivo, sus manos trabajaban por sí solas. Quedando así libre de modas y tendencias. Al no pertenecer a ninguna corriente, mantenía el arte siempre fresco.
“Estoy solo y algo limitado físicamente”, nos dice una voz del otro lado del teléfono. “He vendido mucho, ahora tengo poca obra.
Dentro de la naturaleza, la figura y el paisaje son los temas que me siguen conmoviendo.
Desde el sentido más profundo de la pintura… mi meta única es expresarme en la libertad más absoluta.
No, nunca pinto para preparar una exposición.
Nunca la realicé porque debería para ello reunir de quince a veinte cuadros buenos; de gran calidad.
Que me conformaran a mí, y no a los demás.
Esto es difícil. Por dicho motivo es que no hago exposiciones individuales. ¿Qué, qué, teoría sustento?
No soy esclavo de ninguna tendencia. Ni arte moderno ni arte antiguo.
“Yo pinto como siento y deseo”.
El primer premio fue con
"El Patio del Asilo" que sacó cuando sólo tenía 23 años.
El
23 de diciembre de 1937 se casó con Renée Acuña.
Ella venía de París después
de haber estado muchos años viviendo allá.
Provenía de una familia muy adinerada.
Cuando conoció a Eduardo Amézaga y a su pintura, decidió
apoyarlo. Se conocieron pintando en el Parque Rodó. Tuvieron dos hijos: Beatriz y Eduardo, tres nietos, Alejandro, Natalia y Bruno. Dos biznietos: Micaela y Juan Manuel.
Lo obligó
a dejar de trabajar y dedicarse a la pintura, la que solventaba los gastos del hogar era ella.
Luego Amézaga
comenzó a dar clases de dibujo en el hogar femenino
N.º 1 (calle Yaguarón).
Utilizaba principalmente tierra
y
goma arábiga como materiales.
También dio clases en la Colonia
Berro, en el Consejo
del Niño, en el liceo N.º 13 de Maroñas
del cual fue fundador
junto a su esposa.
Paralelamente
continuaba pintando en su estudio ubicado en su propia casa de la calle Mar Ártico 1230.
Niña
A
él le
gustaba usar mucho el óleo y solía pintar:
retratos, casonas, figuras de niños y niñas, siendo la maternidad uno de sus principales temas.
En el año 1948 le fue otorgado el Gran Premio Medalla de Oro le fue otorgado a los 37 años con su
autorretrato.
Eduardo Amézaga en su estudio / at his studio, Montevideo, 1976 © Panta Astiazarán
PREMIOS Y RECONOCIMIENTOS
En los salones nacionales fue destacado:
Mención, Medalla de Bronce por su óleo “Autorretrato”
(1938);
Premio Cámara de Senadores, por su óleo “Paisaje” (1939);
Premio Fernando García por su óleo “Paisaje”
(1940);
Premio Caja Nacional de Ahorro Postal por su óleo “Aserradero” (1941);
2º Premio por su óleo “Paisaje” (1942);
2º Premio Medalla de Plata por su óleo “Fondos de una casa” (1943);
1º Premio Medalla de Oro por su óleo “Campos labrados” (1944);
Gran Premio Medalla de Oro por su óleo “Autorretrato” (Pintura y Escultura 1947);
Premio Cámara de Senadores, Medalla de Bronce por su óleo “Paisaje” (1950);
Premio Tabacalera Uruguaya S. A., Medalla de Bronce por su óleo “La abuela” (Pintura y Escultura,1951);
Premio al Retrato, Medalla de Bronce por su óleo“Retrato” (1958);
2º Premio Medalla de Plata por su óleo “Día lluvioso” (1966).
En los salones municipales fue distinguido con los Premios
Adquisición:
Por su óleo “Asilo” (1940);
Por su óleo “Retrato” (1942),
Por su óleo
“Vacuna” (1944);
Por su óleo “Paisaje” (1956);
por su óleo “Maternidad” (1957);
por su óleo “Paisaje serrano” (1958);
por su óleo sobre tela “Retrato”
(1961).
Concurrió también a algunos
certámenes sobre temas
históricos, logrando primeros premios en los
de “La Asamblea de la Florida”
(1942);
”La R e f o r m a E s c o l a r ” ( 1 9 4 5 ) ;
“ L o s P r i m e r o s
Pobladores de Montevideo” (1958
Amézaga a pesar de sufrir
tanto en la vida (Le amputaron las dos piernas en tres etapas) adoraba la vida
y le daba ánimo a los demás.
El 27 de Abril de 1977, día en que falleció,
inauguraba una exposición en el Club de Golf, donde se hizo un minuto de
silencio en su honor.
HOMENAJES
En su honor la Intendencia de Montevideo le dio su nombre a una calle del Cerrito de la Victoria.
FUENTES
http://www.onsc.gub.uy
http://www.latinamericanart.com
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