Un Acuerdo que inició la
transformación
de la Política Uruguaya
Aparicio Saravia | Autor: desconocido | Licencia: dominio público,
Juan Lindolfo Cuestas | Autor: desconocido | Licencia: dominio público
ANTECEDENTES
La década de 1890 en Uruguay
estuvo marcada por una profunda crisis política y económica que culminó en el
levantamiento de Aparicio Saravia y la Revolución de 1897. Este periodo se
caracterizó por una serie de factores interrelacionados que contribuyeron a la
inestabilidad del país.
Crisis Económica
Crisis Financiera de 1890:
La crisis económica comenzó a
gestarse a finales de la década de 1880, con una caída en los precios
internacionales de productos clave como el cuero y la lana, que eran
fundamentales para la economía uruguaya.
La competencia de productos
sustitutos y políticas proteccionistas en Brasil afectaron severamente las
exportaciones uruguayas.
Balanza Comercial
Desfavorable:
Durante el gobierno de Máximo
Tajes, Uruguay experimentó una balanza comercial negativa, exacerbada por la
importación de bienes de lujo. Esto generó un descontento generalizado entre
los sectores productivos.
Impacto Regional:
La crisis afectó más intensamente
a Montevideo que a los departamentos del interior, lo que llevó a un cambio en
la localización de la actividad económica y un mayor dinamismo en otras
regiones.
Situación Política
Inestabilidad Política:
La crisis económica se tradujo en
una creciente inestabilidad política. El gobierno de Juan Idiarte Borda, que
asumió tras Tajes, enfrentó un contexto complicado, marcado por el descontento
social y las demandas de mayor representación política por parte del Partido
Nacional.
Fraudes Electorales:
En este clima tenso, se
produjeron denuncias de fraudes electorales, lo que minó aún más la confianza
en el gobierno y alimentó el descontento entre los opositores.
LEVANTAMIENTO DE APARICIO SARAVIA - 1896
Finales de 1895: Aparicio
Saravia regresa a Uruguay desde Brasil, donde había estado exiliado. Se
convierte en un referente político del Partido Nacional en Cerro Largo.
Noviembre de 1896: Saravia inicia un movimiento revolucionario.
Este levantamiento surge como respuesta a
la política exclusivista del gobierno del presidente Juan Idiarte Borda,
caracterizada por el fraude electoral y la reducción de la participación del
Partido Nacional.
Diciembre de 1896: Las fuerzas revolucionarias, lideradas por Saravia, comienzan a organizarse y movilizarse.
Sin embargo, el gobierno reacciona movilizando sus fuerzas armadas
para sofocar la insurrección.
Finales de diciembre de 1896: La revuelta enfrenta una dura represión por parte del ejército gubernamental.
A
pesar de algunos avances iniciales, las fuerzas revolucionarias se ven
obligadas a dispersarse ante la superioridad militar del gobierno.
Enero de 1897: La situación se torna crítica para los revolucionarios, quienes enfrentan dificultades logísticas y falta de apoyo popular.
Saravia y sus hombres optan
por retirarse a sus bases.
Marzo de 1897: A pesar de
la derrota inicial, Saravia continúa organizando su movimiento y busca el apoyo
del Directorio del Partido Nacional para lanzar una nueva ofensiva.
25 de agosto de 1897: El asesinato del presidente Juan Idiarte Borda provoca un cambio en el panorama político.
Su sucesor, Juan Lindolfo Cuestas, comienza negociaciones para poner
fin al conflicto.
10 de septiembre de 1897:
Se firma el Pacto de la Cruz, que pone fin al levantamiento revolucionario
iniciado por Saravia.
FIRMANTES Y PROCESO DEL PACTO DE LA CRUZ
Los negociadores principales del pacto fueron Pedro Etchegaray y José Pedro Ramírez por parte del gobierno, mientras que Aparicio Saravia representó al movimiento revolucionario.
El
acuerdo fue ratificado por la Asamblea General al día siguiente de su firma, lo
que reflejó un amplio apoyo a la paz entre las facciones políticas enfrentadas.
¿Cuáles fueron las principales cláusulas del "Pacto de la Cruz"
El Pacto de la Cruz, firmado el 18 de septiembre de 1897, incluyó varias cláusulas significativas que buscaban poner fin a la Revolución de 1897 en Uruguay y establecer un marco de paz entre los partidos políticos en conflicto, principalmente el Partido Colorado y el Partido Nacional.
Renuncia a la lucha armada: El Partido Nacional se comprometió a renunciar a la lucha armada, lo que implicaba que su ejército revolucionario se pondría a las órdenes del presidente del Senado, quien era el encargado de licenciar a las fuerzas levantadas.
Reforma electoral: Se estableció un compromiso del Poder Ejecutivo para impulsar una reforma electoral que asegurara la representación de las minorías, lo cual fue considerado fundamental para la negociación.
Jefaturas políticas: El pacto incluía un compromiso verbal reservado en el que se acordó que el Poder Ejecutivo confiaría seis jefaturas políticas a ciudadanos del Partido Nacional en los departamentos de Cerro Largo, Treinta y Tres, Rivera, Maldonado, Flores y San José.
Esto representaba un cambio significativo en la política de coparticipación.
Amnistía: Se ofreció una amnistía general para los combatientes involucrados en la revolución.
Distribución de recursos: Se acordó la distribución de 200.000 pesos entre el ejército revolucionario como parte del acuerdo.
Garantías de igualdad: El presidente del Senado ratificó su compromiso de garantizar la igualdad en el ejercicio de los derechos cívicos para todos los ciudadanos orientales, sin excepción.
El pacto fue ratificado por la Asamblea General al día siguiente, el 19 de septiembre, y aunque logró poner fin a las hostilidades inmediatas, también dejó cuestiones sin resolver que eventualmente contribuirían a nuevas tensiones políticas en el país
¿Qué impacto tuvo el "Pacto de la Cruz" en la política uruguaya de la época
El Pacto de la Cruz, firmado el 18 de septiembre de 1897, tuvo un impacto significativo en la política uruguaya, marcando un punto de inflexión en la relación entre los dos principales partidos políticos del país: el Partido Colorado y el Partido Nacional.
Establecimiento de la Paz y Fin
de la Revolución
El pacto puso fin a la Revolución de 1897, que había generado un clima de inestabilidad y violencia en el país.
La firma del acuerdo fue recibida con júbilo por amplios sectores de la
población, lo que reflejó un deseo generalizado de paz y estabilidad política.
Reformas Electorales
Una de las cláusulas más importantes del pacto fue el compromiso del gobierno de impulsar una reforma electoral que garantizara la representación de las minorías.
Esta reforma se
concretó en las leyes de Registro Cívico y Ley de Elecciones de 1898, que
establecieron principios fundamentales para asegurar la participación política
equitativa.
Coparticipación Política
El Pacto de la Cruz introdujo una forma primitiva de "coparticipación" política, donde se acordó que algunas jefaturas políticas serían ocupadas por ciudadanos del Partido Nacional.
Esto permitió una mayor inclusión del partido opositor en el
gobierno, aunque también sentó las bases para futuros conflictos, ya que no
resolvía las tensiones subyacentes entre ambos partidos.
Regionalización Política
El pacto condujo a una regionalización política, otorgando gran autonomía a los departamentos gobernados por el Partido Nacional.
Esto significó que las decisiones políticas
podían ser tomadas a nivel local, lo cual alteró la dinámica del poder central
en Montevideo.
Soberanía Nacional
Desde una perspectiva más amplia, el pacto simbolizó una afirmación de la soberanía nacional, al demostrar que Uruguay podía resolver sus problemas internos sin intervención extranjera.
Esto
fue destacado por historiadores como un avance en la consolidación del estado
uruguayo como entidad autónoma.
Consecuencias a Largo Plazo
A pesar de sus logros inmediatos, el Pacto de la Cruz no resolvió completamente las tensiones políticas entre los partidos.
De hecho, dejó abierta la posibilidad de futuros conflictos, como se evidenció en la Revolución de 1904.
La falta de una solución definitiva a los
problemas estructurales del país contribuyó a una nueva ola de violencia y
agitación política en los años siguientes.
En resumen, el Pacto de la Cruz
tuvo un impacto duradero en la política uruguaya al establecer un marco para la
paz y la reforma electoral, aunque también introdujo nuevas dinámicas que
eventualmente llevarían a más conflictos.
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