UN GRANDE DE LAS LETRAS URUGAYAS
"Nos estamos quedando sin
mundo. Los violentos lo patean, como si fuera una pelota. Juegan con él los
señores de la guerra, como si fuera una granada de mano; y los voraces lo
exprimen, como si fuera un limón. A este paso, me temo, más temprano que tarde
el mundo podría no ser más que una piedra muerta girando en el espacio, sin
tierra, sin agua, sin aire y sin alma"
Eduardo Galeano- de "Carta al Sr. Futuro"
Eduardo Germán Hughes Galeano, nació en Montevideo el 3 de septiembre de 1940.
Es periodista, ensayista, narrador, siendo ante todo un cronista de su tiempo, certero y valiente, que ha retratado con agudeza la sociedad contemporánea, penetrando en sus lacras y en sus fantasmas cotidianos. Lo periodístico vertebra su obra de manera prioritaria. De tal modo que no es posible escindir su labor literaria de su faceta como periodista comprometido.
Galeano nació en el seno de una familia de clase alta y católica de ascendencia italiana, española, galesa y alemana, su padre fue Eduardo Hughes Roosen y su madre Licia Esther Galeano Muñoz de quien tomó el apellido para su nombre artístico.
A los 14 años entró en el mundo del periodismo, publicando dibujos que firmaba "Gius", por la dificultosa pronunciación castellana de su primer apellido. Algún tiempo después empezó a publicar artículos. Se firmó Galeano y así se le conoce. Ha hecho de todo: fue mensajero y dibujante, peón en una fábrica de insecticidas, cobrador, taquígrafo, cajero de banco, diagramador, editor y peregrino por los caminos de América.
Luego del divorcio Galeano
se casa Graciela Berro Rovira, con quien tuvo dos hijos: Florencia (1963) y Claudio
Hughes Berro (1966). Este matrimonio también culmina en divorcio.
En sus inicios fue redactor jefe de la prestigiosa revista Marcha (1960-64), publicación que durante décadas dio cobijo a las voces más interesantes de las letras uruguayas y que terminó siendo silenciada en 1974 por la dictadura.
En el año 1964 Galeano es director del diario Época.
En el Golpe de Estado del 27 de junio de 1973, Galeano fue encarcelado y obligado a dejar Uruguay.
En 1959, se casó con su
primera esposa, Silvia Brando con quien tuvo una hija, Verónica Hughes Brando. Este matrimonio termina en divorcio.
En sus inicios fue redactor jefe de la prestigiosa revista Marcha (1960-64), publicación que durante décadas dio cobijo a las voces más interesantes de las letras uruguayas y que terminó siendo silenciada en 1974 por la dictadura.
En el año 1964 Galeano es director del diario Época.
En el Golpe de Estado del 27 de junio de 1973, Galeano fue encarcelado y obligado a dejar Uruguay.
La revista “Crisis”, la mítica publicación dirigida por el escritor uruguayo Eduardo Galeano que contó con redactores de la talla de Juan Gelman, Manuel Rojas, Ernesto Sábato y Mario Benedetti entre otros, volverá a la calle luego de 34 años.
En 1973 Galeano tuvo que exiliarse a Argentina en donde funda y dirige una revista literaria titulada "Crisis", en la que también destaca la labor del poeta Juan Gelman.
En 1975 se instala en España, encontrando un país que estaba a punto de dar un salto histórico cualitativo, con el octogenario dictador como sombra de sí mismo. Reside en Calella, al norte de Barcelona. Publica en revistas españolas y colabora con una radio alemana y un canal de televisión mexicano.
En 1975 se instala en España, encontrando un país que estaba a punto de dar un salto histórico cualitativo, con el octogenario dictador como sombra de sí mismo. Reside en Calella, al norte de Barcelona. Publica en revistas españolas y colabora con una radio alemana y un canal de televisión mexicano.
Durante sus estudios, con una beca en París, supo que Juan Domingo Perón había dicho que “si ese muchacho anda por acá, me gustaría verlo”. Galeano aprovechó un viaje para llamar al teléfono que le habían dado, aún cuando no terminaba de creer que fuese cierto. Lo era, y fue recibido muy bien. Tuvo una larga charla con el ex presidente argentino en el exilio, donde le preguntó por qué no emitía señales más seguido.
“Perón me contestó: El prestigio de Dios está en que se hace ver muy poco”.
“Perón me contestó: El prestigio de Dios está en que se hace ver muy poco”.
En 1975 obtuvo el premio Casa de las Américas con su novela "La canción de nosotros".
En 1976 se casó con su tercera esposa, Helena Villagra.
Helena Villagra fue su musa y partícipe
directa de sus obras. Con ella, el escritor uruguayo encontró lo que una soñadora. "Helena me
humilla cada mañana, a la hora del desayuno, contándome sus sueños
prodigiosos", relató el autor en el prólogo de su libro Los sueños de
Helena.
En 1978 obtuvo por segunda vez, el premio Casa de las Américas con su novela "Días y noches de amor y de guerra".
Eduardo Galeano
reside desde 1985, -tras finalizar la dictadura uruguaya-, en su
Montevideo natal donde siguió haciendo su literatura y su periodismo de
marcado tinte político.
Ya en Uruguay fundó y dirigió
su propia editorial (El Chanchito), publicando a la vez una columna semanal en
el diario mexicano La Jornada.
En 1999 recibe en
Estados Unidos el Premio para la Libertad Cultural, de la Fundación Lanna.
En el año 2005 Galeano sostuvo un encuentro con el Presidente de
Venezuela, Hugo Chávez Frias, en la embajada de Venezuela en Montevideo
(Uruguay), cuando Chávez asistió a la Cumbre de Presidentes del Mercosur.
Foto:EFE
En febrero de 2007 fue operado
y comienza el tratamiento para combatir el cáncer de pulmón.
Galeano con José Mujica
(en
ese
entonces el candidato presidencial del Frente Amplio), en la entrega de la “Orden
de Mayo” otorgada por la nación argentina en el año 2009. Foto:EFE
El 10 de julio de 2009 Galeano
recibió la condecoración de Argentina “Orden de Mayo” en el grado de Comendador como "homenaje a la vida compartida" y a la " solidaridad" entre los dos países.
Este galardón se otorga a
ciudadanos civiles y militares extranjeros, que se hayan distinguido por sus
servicios y obras personales y merezcan la gratitud de la nación argentina.
El acto se realizó en la embajada
de ese país en Uruguay .
Galeano siempre manifestó que "Los mapas del alma no tiene fronteras"
El 13 de abril de 2015 Eduardo Galeano se despide de este mundo para ingresar a la historia de las letras uruguayas.-Foto EFE
El escritor uruguayo Eduardo Galeano murió el lunes 13 de abril de 2015, a los 74 años de edad en Montevideo. El viernes 10 de abril ingresó al CASMU como consecuencia de un cáncer de pulmón que provocó su fallecimiento .
Ernesto Sabato y Eduardo Galeano. Foto Juan Carlos Piovano
SU OBRA
Sus primeros escritos son reportajes de corte político en los que la realidad aparece continuamente golpeada por las circunstancias. Tanto el reportaje titulado "China" (1964) como "Crónica de un desafío", del mismo año, o "Guatemala, un país ocupado" (1967) reflejan una escritura de urgencia, de denuncia, que retrata la cotidianeidad de unos tiempos difíciles con una escritura situada siempre en primera línea de los hechos que vertebran el presente.
Con "Las venas abiertas de América latina" (1971), explicativo título, logró su obra más popular y citada, condenando la opresión de un continente a través de páginas brutalmente esclarecedoras que se sumergen en la amargura creciente y endémica de América Latina. Esta obra ha sido traducida a dieciocho idiomas y mereció encendidos elogios desde diversos sectores. El escritor alemán Heinrich Böll, Premio Nobel de Literatura en 1972 y autor de "Opiniones de un payaso", obra clave de la literatura contemporánea, llegó a decir a propósito de la obra de Galeano que pocas obras en los últimos tiempos le habían conmovido tanto.
La canción de nosotros,
aborda el complejo tema de la lucha armada y la relación entre las fuentes
culturales populares y la militancia de izquierdas de la pequeña burguesía.
Junto al Galeano periodista empieza a aparecer el Galeano narrador que prolonga en sus obras su visión de América Latina.
De la novela corta "Los días siguientes" (1963) a los relatos contenidos en "Vagamundo" (1973) pasan diez años pero se mantiene una misma percepción de las cosas, continuada en "La canción de nosotros" que merecío el premio Casa de las Américas de 1975.
En Galeano el contexto político y social no puede eludirse y es el marco central en el que transitan sus historias. "Días y noches de amor y de guerra" (1978) se enmarca en los difíciles días de la dictadura en Argentina y Uruguay.
Con la "Memoria del fuego" hay una recuperación del pasado indigenista.
Esta obra narra la odisea de las dos Américas, centrándose en los hechos más cotidianos, componiendo una trilogía febril e incisiva, apoyada en la rigurosidad de las fuentes y en la que se entrecruzan crónicas históricas con pinceladas del presente, siempre en busca de un futuro más justo.
De aquella trilogía histórica formaban parte "Los nacimientos" (1982), "Las caras y las máscaras" (1984) y "El siglo del viento" (1986).
En los tres libros hay un mismo objetivo y como dice el periodista italiano Gianni Miná, una voz incisiva y militante que trata de impedir que se olvide la tragedia que asola a quienes viven en el más completo subdesarrollo.
"La memoria del fuego" está estructurada en torno a pequeñas vivencias cotidianas que es en donde encuentra Galeano la verdadera grandeza del ser humano. La intrahistoria es el universo en el que caminan las obras del escritor uruguayo, al margen de grandes gestas y de sucesos grandilocuentes, que se apartan del hombre de a pie y del verdadero devenir de los acontecimientos históricos. Son, en palabras de Galeano, historias pequeñas, pero no minimalistas.
Joan Manuel Serrat toma prestado un fragmento de una de estas historias de la "Memoria del fuego" para ilustrar a modo de presentación en sus recitales el tema "Che Pykasumi", que el cantautor interpreta en lengua guaraní.
Un año antes de la publicación de "El siglo del viento" y una vez terminada la dictadura uruguaya regresa a Montevideo. Tres años después firma "El libro de los abrazos", de contenido más sutil y poético. El propio Galeano definiría de este modo la raíz de esta obra: "Creo que un autor al escribir abraza a los demás. Y éste es un libro sobre los vínculos con los demás, los nexos que la memoria ha conservado, vínculos de amor, solidaridad. Historias verdaderas vividas por mí y por mis amigos, y como mi memoria está llena de tantas personas, es al mismo tiempo un libro de "muchos"... Es un equívoco que ha fragmentado los lazos de solidaridad, que ha condenado a este mundo de finales de siglo a tener hambre de abrazos, a padecer de soledad, el peor tipo de soledad: la soledad en compañía. Es el mismo proceso que se manifiesta con la pobreza".
Precisamente en "El libro de los abrazos", uno de los libros más exitosos y logrados de Galeano, está contenido un pequeño relato titulado "La noche". Este relato dividido en cuatro partes sirvió de inspiración a Serrat para su canción "Secreta mujer" que formó parte del álbum "Sombras de la China" (1998):
LA NOCHE / 1
No consigo dormir. Tengo una mujer atravesada entre los párpados. Si pudiera, le diría que se vaya; pero tengo una mujer atravesada en la garganta.
LA NOCHE / 2
Arránqueme, Señora, las ropas y las dudas. Desnúdeme, desdúdeme.
LA NOCHE / 3
Yo me duermo a la orilla de una mujer: yo me duermo a la orilla de un abismo.
LA NOCHE / 4
Me desprendo del abrazo, salgo a la calle.
En el cielo, ya clareando, se dibuja, finita, la luna.
La luna tiene dos noches de edad. Yo, una.
"La memoria del fuego" está estructurada en torno a pequeñas vivencias cotidianas que es en donde encuentra Galeano la verdadera grandeza del ser humano. La intrahistoria es el universo en el que caminan las obras del escritor uruguayo, al margen de grandes gestas y de sucesos grandilocuentes, que se apartan del hombre de a pie y del verdadero devenir de los acontecimientos históricos. Son, en palabras de Galeano, historias pequeñas, pero no minimalistas.
Joan Manuel Serrat toma prestado un fragmento de una de estas historias de la "Memoria del fuego" para ilustrar a modo de presentación en sus recitales el tema "Che Pykasumi", que el cantautor interpreta en lengua guaraní.
Un año antes de la publicación de "El siglo del viento" y una vez terminada la dictadura uruguaya regresa a Montevideo. Tres años después firma "El libro de los abrazos", de contenido más sutil y poético. El propio Galeano definiría de este modo la raíz de esta obra: "Creo que un autor al escribir abraza a los demás. Y éste es un libro sobre los vínculos con los demás, los nexos que la memoria ha conservado, vínculos de amor, solidaridad. Historias verdaderas vividas por mí y por mis amigos, y como mi memoria está llena de tantas personas, es al mismo tiempo un libro de "muchos"... Es un equívoco que ha fragmentado los lazos de solidaridad, que ha condenado a este mundo de finales de siglo a tener hambre de abrazos, a padecer de soledad, el peor tipo de soledad: la soledad en compañía. Es el mismo proceso que se manifiesta con la pobreza".
Precisamente en "El libro de los abrazos", uno de los libros más exitosos y logrados de Galeano, está contenido un pequeño relato titulado "La noche". Este relato dividido en cuatro partes sirvió de inspiración a Serrat para su canción "Secreta mujer" que formó parte del álbum "Sombras de la China" (1998):
LA NOCHE / 1
No consigo dormir. Tengo una mujer atravesada entre los párpados. Si pudiera, le diría que se vaya; pero tengo una mujer atravesada en la garganta.
LA NOCHE / 2
Arránqueme, Señora, las ropas y las dudas. Desnúdeme, desdúdeme.
LA NOCHE / 3
Yo me duermo a la orilla de una mujer: yo me duermo a la orilla de un abismo.
LA NOCHE / 4
Me desprendo del abrazo, salgo a la calle.
En el cielo, ya clareando, se dibuja, finita, la luna.
La luna tiene dos noches de edad. Yo, una.
El mismo año de "El libro de los abrazos" aparece "Nosotros decimos no".
En 1992 publica "Ser como ellos y otros artículos" y un año después "Las palabras andantes", recopilación de cuentos y reflexiones ilustrados por el artista brasileño José Francisco Borges.
El propósito de Galeano en los 90 sigue siendo el mismo que le había impulsado en las otras décadas. Palpar la realidad y luego derramarla en un libro. Como respiro, muestra su pasión por el fútbol y lo reivindica desde la literatura, al modo que también hará Javier Marías, en un libro titulado "El fútbol a sol y sombra".
En 1998 Galeano ofrece en "Patas arriba. La escuela del mundo al revés", otro de esos libros de denuncia que no edulcoran el presente ni rehuyen de sus sombras. Es por tanto Galeano un ejemplo de coherencia en una obra que sirve siempre de guía a la hora de definir un continente como el de América Latina que debe seguir cerrando heridas. La voz de Galeano suena clara en el marasmo de intereses e injusticias cotidianas. Más allá de una obra literariamente sólida, está la figura del cronista que persigue injusticias, que conjura temores, que rescata del abismo personajes e historias postergadas.
La obra de Eduardo Galeano nos convoca a mirar qué pasado hemos levantado y qué futuro estamos dejando para nuestros descendientes. Establece un frente común contra la pobreza, la miseria moral y material, la hipocresía de un mundo que sigue abriendo cada vez más distancias entre los que tienen y los que no tienen. Lo demagógico puede ser un riesgo inevitable en este tipo de propuestas, pero Galeano la salva con un estilo conciso, brillante y, sobre todas las cosas, necesario. En Eduardo Galeano hay un compromiso constante con el ser humano y sobre todo una fidelidad a unas ideas que condenan el neoliberalismo y que siguen apostando por un socialismo real, no de andar por casa, y que de alguna forma recupere el pulso perdido, lejos del presente en el que el hombre es visto como una mercancía y en el que parece que no hay lugar para las utopías.
El mundo - Eduardo Galeano
“Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.
A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.
A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.
—El mundo es eso —reveló—. Un montón de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.
No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.”
No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.”
FUENTES:
http://www.jmserrat.com/
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