LA COMPOSITORA Y PIANISTA DESTACADA EN EL SIGLO XIX
Clara Josephine Wieck nació en Leipzig - Almania,el 13 de septiembre de 1819.
Fue
una compositora y pianista destacada del siglo XIX. Desde los ocho
años: sus dotes de interpretación alcanzaron el virtuosismo . El público
europeo la consideraba en el nivel de Franz Liszt (1811-1886) o
Sigismund Thalberg (1812-1871), famosos pianistas virtuosos de aquella
época.
Clara Wieck a la edad de 8 años. Color en miniatura sobre Marfil por un artista desconocido alrededor de 1827
Clara fue la hija menor de Friedrich Wieck y Marianne Tromlitz. Su padre era un reconocido maestro de piano y tenía un negocio de venta de partituras y de pianos. Su madre era una renombrada cantante y pianista.
Toda la familia (la madre incluida) vivía inmersa en el maravilloso mundo de la música, ya sea como intérpretes o como vendedores de partituras y pianos.
Fue bastante obvio que Clara acabara conociendo y amando la música desde su más tierna infancia, pero lo que nadie podía imaginarse era que aquella bella y angelical niña fuera a convertirse en una de las pianistas más famosas del siglo XIX.
Friedrich Wieck
Su padre planeó para Clara una vida de concertista. Se preocupó por darle una formación completa, desde muy niña, con los mejores maestros disponibles: además de piano estudió canto, violín, instrumentación, contrapunto y composición. Friedrich le inculcó a su hija una férrea disciplina y actuó como su agente promotor para conseguirle presentaciones en Europa.
Lugar de nacimiento de Clara
A partir de los cinco años estudió, al igual que su hermana Maria, piano y composición con su padre, Friedrich Wieck, un reconocido pedagogo y pianista.
A los nueve años, el 20 de octubre de 1828, hizo su debut como virtuosa del piano, tocando variaciones sobre un tema de Rossini.
A los once años en 1830 la pequeña Clara, escribió su primer lied.
En 1931 se fue de gira a París, con bastante éxito. Ese mismo año, se publicó en Alemania una obra de Clara titulada Cuatro polonesas para piano.
En 1833, comenzó la composición de un concierto para piano, que terminó en 1835 y fue publicado en 1837.
Una vez iniciados su actividad musical, Clara nunca abandonó los teatros y conciertos en toda su vida, a excepción de momentos puntuales en los que tuvo que atender las necesidades de su familia (incluyendo el cuidado de sus ocho hijos y de su esposo, el malogrado Robert Schumann, que falleció muy joven, internado en un centro psiquiátrico en el que pasó dos años después de intentar suicidarse).
Clara Wieck a la edad de 15 años. Litografía de Julius Giere. Fue en su exitoso concierto el 09 de noviembre de 1835, en la Gewandhaus de Leipzig. donde se imprimió esta litografía. 
Cuando Clara tenía 11 años, llegó un músico 9 años mayor que ella a estudiar con Friedrich Wieck.
Se trataba de Robert Schumann, quien era entonces un personaje desconocido con inclinaciones literarias, se iniciaba en la composición y que quería seguir la carrera de concertista.
Robert se quedó a vivir en casa de su maestro, cosa frecuente en la época.
Para entonces, Clara ya era bastante madura, probablemente por las experiencias que había tenido en su vida de concertista profesional; así que entre Robert y Clara se forjó una cálida amistad a pesar de la diferencia de edades.
Pronto la amistad se transformó en amor y en 1837 pidieron permiso al padre de Clara para casarse, pues ella era menor de edad y tenía que esperar hasta cumplir 21 años o contar con el consentimiento de los padres.
Friedrich Wieck. se opuso a esta relación de Clara y Robert consideraba que no le convenía a su hija seguramente por los hábitos de Robert: de carácter marcadamente depresivo, sin medios para mantener una familia y por sus fracasos en las relaciones con otras mujeres.
Friedrich envió a Clara a Dresde y le prohibió cualquier tipo de comunicación con Schumann.
Aunque los enamorados encontraron la manera de cartearse.
Esta relación amorosa no resultó nada fácil.
Las largas ausencias de Clara Schumann, que pasaba épocas lejos de casa ofreciendo recitales de piano por toda Europa, y la férrea oposición del padre de la pianista dificultó el romance entre ambos artistas.
Clara y Robert
En 1840 Clara Wieck y Robert Schumann se casaron un día antes de cumplir ella los 21 años de edad, lo que causó una batalla legal que no hubiese sucedido de haber esperado ambos un día más. Wieck nunca dudó del genio de R. Schumann (como lo testifica la correspondencia de Clara) pero no deseaba ver a su hija (quien había sido su más cara inversión) con un compositor sin reputación ni reconocimiento, sin un ingreso estable. Wieck creía que Robert no podría darle una vida digna a Clara.
Entonces empezó una ardua batalla legal que fracturó la "perfecta" relación entre padre e hija. F. Wieck no pudo contener su orgullo, impugnó la decisión del tribunal pero imperó la decisión de los novios. (Robert logró comprobar su solvencia moral y económica) además de que su talento era innegable.
En los años siguientes Robert
se dedicó a la composición sinfónica. Clara, a pesar de su talento
musical, decidió dedicarse a Robert y a sus hijos (tuvieron hasta ocho).
Clara Schumann con su primogénita hija Marie. Reproducción de un daguerrotipo, probablemente de 1844/45. Es el primer registro fotográfico, que ha sido realizado de Clara Schumann, y que la muestra con su hija Marie (nacida el 01 de septiembre de 1841), fue creado tras el regreso de los viajes de Rusia realizados junto con su marido en la que Clara Schumann había sido aclamada en sus actuaciones como pianista. El daguerrotipo permaneció en posesión de Marie Schumann hasta su muerte y en 1926 llegó a la casa de Robert Schumann en Zwickau.
La vida en común de Robert y Clara sólo puede definirse como apasionada y romántica.
Se amaban como personas. Y se admiraban mutuamente como músicos.
La única tacha a esta relación la constituiría el estado de salud de Robert (cuyos problemas mentales se acrecentarían con los años hasta su prematura muerte) y las obligaciones domésticas que sin duda recaían exclusivamente sobre Clara.
Dresden a finales del siglo dieciocho (Cuadro de Bernadetto Bettolo)
Pero a pesar de los éxitos de Robert y la dedicación de Clara, los jóvenes esposos tenían graves problemas financieros y en 1844 aceptaron hacer una gira en Rusia, esperando resolver así su difícil situación. Tuvieron mucho éxito pero pocos ingresos.
La salud de Robert, siempre delicada, comenzó a deteriorarse, sufrió varias crisis depresivas y el médico les recomendó que cambiasen de aire y la familia se trasladó a Dresde.
Robert Shurmann
Allí, Robert compuso varias obras y posteriormente Clara intentó promocionar la obra de Robert en una gira por Viena, sin conseguir éxito. Las composicíones de Schumann ya no despertaban excesivo entusiasmo y el compositor comenzó a decaer alarmantemente: sufría alucinaciones y desvaríos. Clara sufría profundamente viendo padecer a su esposo y sintiendose impotente para ayudarle.
En 1854 Robert, desesperado y con la mente confusa, se arrojó al Rhin, donde fue salvado por unos pescadores.
Clara que se encontraba en el sexto mes de un nuevo embarazo tuvo que internarlo en un sanatorio para enfermos mentales y continuó de gira ofreciendo conciertos por toda Europa en teatros y asociaciones para mantener a su marido y sus hijos.
Cuando
su marido tuvo que
alejarse de los escenarios por una lesión, Clara se convirtió en la
principal intérprete de las obras de Robert. Por suerte para este
“tándem” artístico, Robert demostró que además de buen pianista, era un
magnífico compositor, mientras que Clara sobresalió en la escena
internacional como uno de los mejores pianistas de su tiempo.
Pianistas
tan afamados y virtuosos como Chopin, Mendelssohn, Liszt
o Brahms alabaron su habilidad y buen gusto al interpretar las piezas
más complicadas del repertorio pianístico.
Es cierto que Clara Schumann
asumía su inferioridad frente a Liszt, pero ello no respondía a ningún
sentimiento de inferioridad femenina o inseguridad (muy acentuadas, por
extraño que parezca, en el caso de Clara), sino simplemente a la
imbatibilidad del músico húngaro: nadie pudo hacer sombra a Liszt.
Clara
tuvo una gran fortaleza espiritual que le permitió soportar una vida
dura como artista y llena de tragedias en el ámbito personal, como la
separación de sus padres, la muerte prematura de cuatro de sus hijos y
las crisis nerviosas, el intento de suicidio y la posterior muerte de su
esposo.
Clara , a través de sus conciertos, ayudó a promover la
música de Robert y de diversos músicos, como la de su amigo Johanes
Brahms. Su amistad con Brahms, iniciada durante el período de su
matrimonio con Schumann, duró cuarenta años y la confortó mucho en sus
tribulaciones. Johannes Brahms siempre se sintió fascinado por la
personalidad de Clara (afectuosa y fiel), y estaba completamente
convencido de su genialidad.
En carta a un amigo, Brahms escribe: "He
enseñado a Clara mi sinfonía: me ha sugerido algunos cambios que pienso
respetar. Mi estima por ella es infinita"
Clara Schumann, 1853, después de una foto de la pintura al óleo del pintor que Carl Ferdinand Sohn. Clara Schumann quiso sorprender a su marido en Nochebuena 1853 con este retrato. La obra fue destruida en la segunda guerra mundial. La sorpresa fue de una manera bastante diferente de lo deseado por Clara. Porque si bien le gustaba muy mucho el retrato.
Robert muere en el año 1856 cuando Clara tenía 37 años y como mujer
excepcional que era quedó
a cargo de una economía doméstica resentida y al cuidado de sus ocho
hijos.
Clara
retomó sus giras y tuvo que trabajar muy duro como pianista para poder
sanear las cuentas del hogar. Fueron unos años muy duros, en los que se
juntaron las clases de piano, los conciertos por toda Europa, la edición
de las obras de su marido, más la pena añadida por la pérdida de éste.
Por
40 años no dejó el mundo profesional de la música (a un nivel muy
alto), el cuidado de sus hijos y el respeto por la memoria del marido
difunto.
En este aspecto, resulta interesante destacar la relación de
amistad y admiración que mantuvo con Brahms, aunque sobre ello escribiré
otro día.
En 1872, para poder estar más
cerca de su familia, aceptó un puesto como profesora en el Conservatorio
de Frankfurt donde dio clases hasta 1892. Durante estos años se dedicó a
la publicación de las obras pianísticas y el epistolario de su Robert.
Clara falleció en Frankfurt del Main, en el año 1896.
Obra
Antes de su matrimonio, Clara
había escrito varias obras: cuatro polonesas para piano, caprichos en
forma de vals y varias romanzas, otras obras para piano, además de
lieder, preludios, fugas variaciones del concierto para piano sobre una
cavatina del pirata de Bellini , un precioso trío para viólín,
violonchelo y piano (op.17), y una obra impresionante: un concierto para
piano y orquesta en la menor(op7) , ( la comenzó a componer con 14 años
y la finalizó en 1835 ¡tenía sólo 16 años!) .
Sin embargo, no hay
ninguna composición de los años de su matrimonio. Clara sacrificó su
genio como compositora durante los años que vivieron juntos: se limító a
inspirar y enriquecer con hermosas sugerencias los trabajos de su
esposo.
La grandeza de Clara como mujer, intérprete y compositora
permanece. Es evidente que su obra musical no está inspirada en la del
marido, más bien es la música de Robert la que está en deuda con la de
Clara.
Clara mostró sus inseguridades y que se
plasman en buena parte de su correspondencia. . No se consideraba
bella (algo difícil de creer viendo los cuadros , daguerrotipos y
fotografías) y llegó incluso a escribir en su diario: “Alguna vez creí
que tenía talento creativo, pero he renunciado a esta idea; una mujer no
debe desear componer. Ninguna ha sido capaz de hacerlo, así que ¿por
qué podría esperarlo yo?“.
Clara fue una magnífica compositora, y pudo serlo aún más si no hubiera
tenido que pelear contra las exigencias familiares y las propias de un
mundo de músicos profesionales que no veían bien que las mujeres
compusieran. Éstas podían ser intérpretes (de hecho se consideraba de
buen gusto que una joven tocara un instrumento), pero componer era una
actividad intelectual, algo raramente predicable de un género femenino
mayoritariamente analfabeto y cuyas capacidades para negociar estaban
mermadas tanto bajo la autoridad paterna como la marital.
Clara tuvo que
sostener económicamente a su familia en muchos momentos, y para ello
desarrolló una amplia carrera concertística, bien remunerada (al mismo
nivel que otros músicos virtuosos), pero cuyos efectos adversos
(cansancio, estrés, viajes, preparación) hicieron que su actividad como
compositora se resintiera notablemente.
Además, una vez asumido el papel
de intérprete de las obras de su marido, resultaba complicado
presentarse al público como compositora (no quisiera imaginar cómo
podría haberse resentido el “ego masculino” de Robert).
Orquestales y de cámara
Concierto para piano y orquesta (1836)
Trío con piano (1847)
Tres romanzas para violín y piano (1856)
Para piano
Cuatro piezas características (1836)
Soirées musicales (1836)
Tres romanzas (1839)
Tres preludios y fugas (1846)
Variaciones sobre un tema de Robert Schumann (1854)
Canciones
Tres canciones (sobre textos de Rückert; 1840)
Seis lieder (1844)
Seis lieder (1853)
HOMENAJES
Clara Josephine Wieck, conocida
como Clara Schumann, ha recibido diversos homenajes post mortem que destacan y
mantienen vivo su legado como una de las grandes pianistas, compositoras y
maestras del siglo XIX. Entre estos homenajes destacan:
En Alemania se celebran de forma
regular conciertos, exposiciones y numerosos eventos culturales en torno a su
figura y obra, como sucedió en 2019 con motivo del bicentenario de su
nacimiento, donde ciudades como Leipzig, Bonn, Fráncfort del Meno y Zwickau
albergaron múltiples actividades para honrarla, incluyendo la publicación de
nuevas biografías y diarios íntimos suyos.
Clara Schumann es recordada como
una figura clave en la difusión de la música de su esposo Robert Schumann y de
Johannes Brahms, interpretando muchas de sus obras en público y contribuyendo a
la consolidación del repertorio serio del piano en recitales, más allá del
virtuosismo técnico.
Ha sido reconocida como "La
Reina del piano" en Europa, y sus composiciones, que por mucho tiempo
fueron marginadas, ahora encuentran su lugar en conciertos y estudios
musicales.
Se han realizado homenajes en
conservatorios y festivales musicales, en donde su carrera no solo como
intérprete sino también como docente y directora ha sido destacada, resaltando
que fue una de las primeras mujeres en dirigir orquestas.
Su tumba y memoriales en Frankfurt
y Leipzig son visitados por admiradores y expertos en música, y su legado se
estudia en academias y conservatorios del mundo.
Existen sellos postales dedicados
a Clara Schumann, como el emitido por Deutsche Bundespost en 1986 con un valor
de 80 Pfennig, que forma parte de una serie dedicada a mujeres importantes de
la historia alemana.
Placa en su casa natal
Clara Schumann - placa
conmemorativa. BADEN-BADEN, ALEMANIA
Placa en el primer hogar del matrimonio
La casa en la que habitó el matrimonio Schumann por primera
vez, está situada en la primera planta de un edificio de estilo clásico
construido por Friedrich August Scheidel en 1838.
El edificio quedó bastante destruido
durante la 2ª Guerra Mundial. Aunque se ha restaurado intentando ser fiel al
estilo original de la época de Schumann, la casa, como museo, es bastante
pobre: sólo hay dos habitaciones con objetos personales de Robert y Clara
separadas por una estancia utilizada como sala para conciertos.
Existen placas y memoriales
en lugares vinculados a su vida, como en Frankfurt y Leipzig, que permiten a
visitantes y estudiosos rendirle homenaje y conocer su legado.
Billetes con la imagen de Clara
Schumann; el «billete de 100 marcos alemanes», emitido en 1996, la mostraba en
su anverso. Este billete es una pieza coleccionable, que fue parte de la serie
de la República Federal de Alemania y se inspiró en un retrato de la pianista y
compositora realizado por Andreas Staub. ".
Estos homenajes forman parte de
un esfuerzo continuado por mantener vivo su recuerdo y resaltar su enorme
contribución a la música clásica y a la historia cultural alemana e
internacional.
LEGADO
El legado musical de Clara
Schumann que perdura hasta hoy es muy significativo y multifacético.
Fue una
pianista virtuosa y una influyente intérprete que revolucionó la forma del
recital de piano, cambiando el enfoque de exhibiciones de técnica virtuosa a
programas con obras de gran valor artístico y emocional.
Fue pionera en tocar
de memoria, lo que se convirtió en un estándar para los conciertos de piano.
Además, promovió incansablemente las obras de su esposo Robert Schumann y de
Johannes Brahms, ayudando a consolidar su presencia en el repertorio clásico.
Como compositora, Clara Schumann
dejó obras notables para piano solo, música de cámara y coro, aunque su
producción fue limitada y selectiva, componiendo solo cuando sentía que tenía
algo que expresar.
También fue una destacada profesora de piano, transmitiendo una
enseñanza que privilegiaba la expresión musical y un tono cantable por encima
de la mera técnica, influenciando generaciones de pianistas a través de sus
alumnos.
Su carrera de más de 60 años, su
rol como directora, compositora, promotora y maestra, junto con su ejemplo como
mujer que mantuvo a su familia mientras desarrollaba su carrera profesional en
una época con fuertes restricciones sociales hacia las mujeres, consolidan su
legado como una figura central en la música clásica y un modelo inspirador hasta
hoy.
Clara Schumann dejó
un legado perdurable en la interpretación pianística, en la enseñanza del
piano, la promoción del repertorio romántico y en la representación de la mujer
en la música clásica, elementos que siguen vigentes y valorados en la música
hasta nuestros días.
FUENTES:
http://es.wikipedia.org/
http://latribunadelloboestepario.wordpress.com
http://kammermusikkammer.blogspot.com/
http://www.elcivico.com
http://www.biografiasyvidas.com/
you tube
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