Blog de Arinda

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viernes, 13 de septiembre de 2024

13 DE SETIEMBRE DE NACÍA CLARA JOSEPHINE WIECK

 
LA COMPOSITORA Y PIANISTA DESTACADA EN EL SIGLO XIX


Clara Josephine Wieck nació en Leipzig - Almania,el 13 de septiembre de 1819.
Fue una compositora  y pianista destacada del siglo XIX. Desde los ocho años: sus dotes de interpretación alcanzaron el virtuosismo . El público europeo la consideraba en el nivel de Franz Liszt (1811-1886) o Sigismund Thalberg (1812-1871), famosos pianistas virtuosos de aquella época.

Clara Wieck a la edad de 8 años. Color en miniatura sobre Marfil por un artista desconocido alrededor de 1827

Clara fue la hija menor de Friedrich Wieck y Marianne Tromlitz. Su padre era un reconocido maestro de piano y tenía un negocio de venta de partituras y de pianos. Su madre era una renombrada cantante y pianista. 

Toda la familia (la madre incluida) vivía inmersa en el maravilloso mundo de la música, ya sea como intérpretes o como vendedores de partituras y pianos. 
Fue bastante obvio que Clara acabara conociendo y amando la música desde su más tierna infancia, pero lo que nadie podía imaginarse era que aquella bella y angelical niña fuera a convertirse en una de las pianistas más famosas del siglo XIX. 

 Friedrich Wieck

Su padre planeó para Clara una vida de concertista. Se preocupó por darle una formación completa, desde muy niña, con los mejores maestros disponibles: además de piano estudió canto, violín, instrumentación, contrapunto y composición. Friedrich le inculcó a su hija una férrea disciplina y actuó como su agente promotor para conseguirle presentaciones en Europa. 

A partir de los cinco años estudió, al igual que su hermana Maria, piano y composición con su padre, Friedrich Wieck, un reconocido pedagogo  y pianista. 

A los nueve años, el 20 de octubre de 1828, hizo su debut como virtuosa del piano, tocando variaciones sobre un tema de Rossini.
A los once años en 1830 la pequeña Clara, escribió su primer lied.

En 1931 se fue de gira a París, con bastante éxito. Ese mismo año, se publicó en Alemania una obra de Clara titulada Cuatro polonesas para piano. 

 En 1833, comenzó la composición de un concierto para piano, que terminó en 1835 y fue publicado en 1837.

Una vez iniciados su actividad musical, Clara nunca abandonó los teatros y conciertos en toda su vida, a excepción de momentos puntuales en los que tuvo que atender las necesidades de su familia (incluyendo el cuidado de sus ocho hijos y de su esposo, el malogrado Robert Schumann, que falleció muy joven, internado en un centro psiquiátrico en el que pasó dos años después de intentar suicidarse).


Clara Wieck a la edad de 15 años. Litografía de Julius Giere.  Fue en su exitoso concierto    el  09 de noviembre de 1835, en la Gewandhaus de Leipzig.  donde se imprimió esta litografía. 
 Cuando Clara tenía 11 años, llegó un músico 9 años mayor que ella a estudiar con Friedrich Wieck. 
Se trataba de Robert Schumann, quien era entonces un personaje desconocido con inclinaciones literarias, se iniciaba en la composición y que quería seguir la carrera de concertista. 
Robert se quedó a vivir en casa de su maestro, cosa frecuente en la época. 

Para entonces, Clara ya era bastante madura, probablemente por las experiencias que había tenido en su vida de concertista profesional; así que entre Robert y Clara se forjó una cálida amistad a pesar de la diferencia de edades. 
 Pronto la amistad se transformó en amor y en 1837 pidieron permiso al padre de Clara para casarse, pues ella era menor de edad y tenía que esperar hasta cumplir 21 años o contar con el consentimiento de los padres.
Friedrich Wieck. se opuso a esta relación de Clara y Robert consideraba que no le convenía a su hija seguramente por los hábitos de Robert: de carácter marcadamente depresivo, sin medios para mantener una familia y por sus fracasos en las relaciones con otras mujeres.
 Friedrich envió a Clara a Dresde y le prohibió cualquier tipo de comunicación con Schumann. 

Aunque los enamorados encontraron la manera de cartearse.
Esta relación amorosa  no resultó nada fácil. 
Las largas ausencias de Clara Schumann, que pasaba épocas lejos de casa ofreciendo recitales de piano por toda Europa, y la férrea oposición del padre de la pianista dificultó el romance entre ambos artistas.

Clara y Robert

En 1840 Clara Wieck y Robert Schumann se casaron un día antes de cumplir ella los 21 años de edad, lo que causó una batalla legal que no hubiese sucedido de haber esperado ambos un día más. Wieck nunca dudó del genio de R. Schumann (como lo testifica la correspondencia de Clara) pero no deseaba ver a su hija (quien había sido su más cara inversión) con un compositor sin reputación ni reconocimiento, sin un ingreso estable. Wieck creía que Robert no podría darle una vida digna a Clara. 

Entonces empezó una ardua batalla legal que fracturó la "perfecta" relación entre padre e hija. F. Wieck no pudo contener su orgullo, impugnó la decisión del tribunal pero imperó la decisión de los novios. (Robert logró comprobar su solvencia moral y económica) además de que su talento era innegable.
En los años siguientes Robert se dedicó a la composición sinfónica. Clara, a pesar de su talento musical, decidió dedicarse a Robert y a sus hijos (tuvieron hasta ocho).



Clara Schumann con su primogénita hija Marie. Reproducción de un daguerrotipo, probablemente de 1844/45. Es el primer registro fotográfico, que ha sido realizado de Clara Schumann, y que la muestra con su hija Marie (nacida el 01 de septiembre de 1841), fue creado tras el regreso de los viajes de Rusia realizados junto con su marido en la que Clara Schumann había sido aclamada en sus actuaciones como pianista. El daguerrotipo permaneció en posesión de Marie Schumann hasta su muerte  y en 1926 llegó a  la casa de Robert Schumann en Zwickau.




La vida en común de Robert y Clara sólo puede definirse como apasionada y romántica. 
Se amaban como personas. Y se admiraban mutuamente como músicos. 
La única tacha a esta relación la constituiría el estado de salud de Robert (cuyos problemas mentales se acrecentarían con los años hasta su prematura muerte) y las obligaciones domésticas que sin duda recaían exclusivamente sobre Clara.

Dresden a finales del siglo dieciocho (Cuadro de Bernadetto Bettolo)

Pero a pesar de los éxitos de Robert y la dedicación de Clara, los jóvenes esposos tenían graves problemas financieros y en 1844 aceptaron hacer una gira en Rusia, esperando resolver así su difícil situación. 
Tuvieron mucho éxito pero pocos ingresos. 
La salud de Robert, siempre delicada, comenzó a deteriorarse, sufrió varias crisis depresivas y el médico les recomendó que cambiasen de aire y la familia se trasladó a Dresde.

Robert Shurmann


 Allí, Robert compuso varias obras y posteriormente Clara intentó promocionar la obra de Robert en una gira por Viena, sin conseguir éxito. 
Las composicíones de Schumann ya no despertaban excesivo entusiasmo y el compositor comenzó a decaer alarmantemente: sufría alucinaciones y desvaríos. Clara sufría profundamente viendo padecer a su esposo y sintiendose impotente para ayudarle.

En 1854 Robert, desesperado y con la mente confusa, se arrojó al Rhin, donde fue salvado por unos pescadores. 
Clara que se encontraba en el sexto mes de un nuevo embarazo tuvo que internarlo en un sanatorio para enfermos mentales y  continuó de gira ofreciendo conciertos por toda Europa en teatros y asociaciones para mantener a su marido y sus hijos. 


Cuando su marido tuvo que alejarse de los escenarios por una lesión, Clara se convirtió en la principal intérprete de las obras de Robert. Por suerte para este “tándem” artístico, Robert demostró que además de buen pianista, era un magnífico compositor, mientras que Clara sobresalió en la escena internacional como uno de los mejores pianistas de su tiempo.  

Pianistas tan afamados y virtuosos como Chopin, Mendelssohn, Liszt o Brahms alabaron su habilidad y buen gusto al interpretar las piezas más complicadas del repertorio pianístico. 
Es cierto que Clara Schumann asumía su inferioridad frente a Liszt, pero ello no respondía a ningún sentimiento de inferioridad femenina o inseguridad (muy acentuadas, por extraño que parezca, en el caso de Clara), sino simplemente a la imbatibilidad del músico húngaro: nadie pudo hacer sombra a Liszt.
Clara tuvo una gran fortaleza espiritual que le permitió soportar una vida dura como artista y llena de tragedias en el ámbito personal, como la separación de sus padres, la muerte prematura de cuatro de sus hijos y las crisis nerviosas, el intento de suicidio y la posterior muerte de su esposo.

Clara , a través de sus conciertos, ayudó a promover la música de  Robert y de diversos músicos, como la de su amigo Johanes Brahms.  Su amistad con Brahms, iniciada durante el período de su matrimonio con Schumann, duró cuarenta años y la confortó mucho en sus tribulaciones. Johannes Brahms siempre se sintió fascinado por la personalidad de Clara (afectuosa y fiel), y estaba completamente convencido de su genialidad. 

En carta a un amigo, Brahms escribe: "He enseñado a Clara mi sinfonía: me ha sugerido algunos cambios que pienso respetar. Mi estima por ella es infinita"

Clara Schumann, 1853, después de una foto de la pintura al óleo del pintor que Carl Ferdinand Sohn. Clara Schumann quiso sorprender a su marido en Nochebuena 1853 con este retrato. La obra fue destruida en la segunda guerra mundial. La sorpresa fue de una manera bastante diferente de lo deseado por Clara. Porque si bien le gustaba muy mucho el retrato.

Robert muere en el año 1856 cuando Clara tenía 37 años y como  mujer excepcional que era quedó a cargo de una economía doméstica resentida y al cuidado de sus ocho hijos.
Clara retomó sus giras y tuvo que trabajar muy duro como pianista para poder sanear las cuentas del hogar. 
Fueron unos años muy duros, en los que se juntaron las clases de piano, los conciertos por toda Europa, la edición de las obras de su marido, más la pena añadida por la pérdida de éste. 

Por 40 años no dejó el mundo profesional de la música (a un nivel muy alto), el cuidado de sus hijos y el respeto por la memoria del marido difunto. 
En este aspecto, resulta interesante destacar la relación de amistad y admiración que mantuvo con Brahms, aunque sobre ello escribiré otro día.


En 1872, para poder estar más cerca de su familia, aceptó un puesto como profesora en el Conservatorio de Frankfurt donde dio clases hasta 1892. Durante estos años se dedicó a la publicación de las obras pianísticas y el epistolario de su Robert.
Clara falleció en  Frankfurt del Main, en el año 1896.

Obra


Antes de su matrimonio, Clara había escrito varias obras: cuatro polonesas para piano, caprichos en forma de vals y varias romanzas, otras obras para piano, además de lieder, preludios, fugas variaciones del concierto para piano sobre una cavatina del pirata de Bellini , un precioso trío para viólín, violonchelo y piano (op.17), y una obra impresionante: un concierto para piano y orquesta en la menor(op7) , ( la comenzó a componer con 14 años y la finalizó en 1835  ¡tenía sólo 16 años!) . 

Sin embargo, no hay ninguna composición de los años de su matrimonio. Clara sacrificó su genio como compositora durante los años que vivieron juntos: se limító a inspirar y enriquecer con hermosas sugerencias los trabajos de su esposo.

La grandeza de Clara como mujer, intérprete y compositora permanece. Es evidente que su obra musical no está inspirada en la del marido, más bien es la música de Robert la que está en deuda con la de Clara.

Clara mostró sus  inseguridades y que se plasman en buena parte de su correspondencia. . No se consideraba bella (algo difícil de creer viendo los cuadros , daguerrotipos y fotografías) y llegó incluso a escribir en su diario: “Alguna vez creí que tenía talento creativo, pero he renunciado a esta idea; una mujer no debe desear componer. Ninguna ha sido capaz de hacerlo, así que ¿por qué podría esperarlo yo?“. 

Clara fue una magnífica compositora, y pudo serlo aún más si no hubiera tenido que pelear contra las exigencias familiares y las propias de un mundo de músicos profesionales que no veían bien que las mujeres compusieran. Éstas podían ser intérpretes (de hecho se consideraba de buen gusto que una joven tocara un instrumento), pero componer era una actividad intelectual, algo raramente predicable de un género femenino mayoritariamente analfabeto y cuyas capacidades para negociar estaban mermadas tanto bajo la autoridad paterna como la marital. 

Clara tuvo que sostener económicamente a su familia en muchos momentos, y para ello desarrolló una amplia carrera concertística, bien remunerada (al mismo nivel que otros músicos virtuosos), pero cuyos efectos adversos (cansancio, estrés, viajes, preparación) hicieron que su actividad como compositora se resintiera notablemente. 
Además, una vez asumido el papel de intérprete de las obras de su marido, resultaba complicado presentarse al público como compositora (no quisiera imaginar cómo podría haberse resentido el “ego masculino” de Robert).

Orquestales y de cámara

    Concierto para piano y orquesta (1836)
    Trío con piano (1847)
    Tres romanzas para violín y piano (1856)

Para piano

    Cuatro piezas características (1836)
    Soirées musicales (1836)
    Tres romanzas (1839)
    Tres preludios y fugas (1846)
    Variaciones sobre un tema de Robert Schumann (1854)

Canciones

    Tres canciones (sobre textos de Rückert; 1840)
    Seis lieder (1844)
    Seis lieder (1853) 


Clara Schumann Piano Music, Seung Kim


R. Schumann: Piano Sonata No. 1 (1st movement) · Klára Würtz 


FUENTES:
http://es.wikipedia.org/
http://latribunadelloboestepario.wordpress.com 
http://kammermusikkammer.blogspot.com/ 
http://www.elcivico.com
http://www.biografiasyvidas.com/
you tube

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