La Victoria
que Forjó la Independencia de Uruguay
Carabina a la espalda y sable en mano
La batalla de Sarandí fue un
enfrentamiento militar producido el 12 de octubre de 1825 dentro del contexto
de la llamada Cruzada Libertadora entre las milicias independentistas
orientales y las tropas del Imperio del Brasil, con victoria de las primeras.
Antecedentes
Ocupada la Banda Oriental por
los luso-brasileños en 1820 e imponiéndole el nombre de Provincia Cisplatina,
la ocupación militar se mantuvo luego de disolverse la unidad con Portugal.
Ante esto, los patriotas
argentinos orientales reanudaron sus esfuerzos para sacudirse del yugo
brasileño.
Así, luego del desembarco de
los Treinta y Tres en la playa de la Agraciada, el 19 de abril de 1825,
reforzado con milicias Juan Antonio Lavalleja y sus hombres obtuvieron varios
éxitos.
Fructuoso Rivera, luego de
haber sido uno de los caudillos que secundaron a Artigas en su lucha por la
independencia, se había pasado al bando portugués en 1820 y, luego de la
independencia de Brasil en 1822, se encontraba al servicio del nuevo imperio.
El Gral. Rivera – Brigadier y
Comandante General de Campaña al servicio del Brasil – había salido de
Montevideo con su Ayudante don Leonardo Olivera y don Augusto Possolo y una
escolta de 25 hijos del país que reunió a las órdenes del Capitán Varela, y
marchó a la Colonia a principios de Abril.
Estando allí recibió órdenes
del General en Jefe Brasileño Barón de la Laguna, desde Montevideo, avisándole
que Lavalleja con algunos hombres habían salido de Buenos Aires con destino a
la costa del Uruguay con intenciones hostiles, y le ordenaba perseguirlo y prenderlo.
Luego que Rivera supo del
desembarco de Lavalleja, salió de la Colonia aumentando su escolta à 70 u 80
hombres y se dirigió al Perdido (rincón de Soriano, entre los arroyos Perdido y
Grande) esperando la incorporación del Mayor Calderón con sus Dragones.
y al efecto había desaparecido el segundo
chasque que fue tomado….Impuesto Lavalleja por el chasque de la situación de
Rivera, marchó esa noche, y al amanecer del día 29 cercó la estancia de
Olivera, y tomó en ella al baqueano principal de Rivera que había pernoctado
allí.
Este baqueano, llamado Páez,
oriental, había sido soldado de Lavalleja en la guerra anterior, circunstancia
que le favorecía para que se fiasen de él.
Informó a Lavalleja de la situación de Rivera y se ofreció servirlo (a
Lavalleja) con lealtad, conduciéndolos hasta el punto donde había pernoctado
esa noche, distante una legua.
Al efecto marchó Lavalleja,
adelantándose Páez a encontrarse con la guardia avanzada (de Rivera) de 8
hombres, mandada por el Ayudante don Leonardo Olivera, a quien le dijo que la
fuerza que se aproximaba era la del Mayor Calderón con quien había estado, que
lo comunicase a Rivera para su conocimiento.
Olivera le mandó el aviso a su
General y de su cuenta se dirigió a galope a verse con Calderón: dentro de la columna reconoció su engaño y se
entregó a discreción….Rivera con el aviso de que llegaba Calderón, tomó su
anteojo y vista la fuerza monto a caballo y con su negro Yuca se dirigió a
encontrarlo. Se había dispuesto (por
parte de Lavalleja) que se adelantasen don Manuel Oribe, don Manuel Lavalleja,
Atanasio Sierra y otro individuo para perseguirlo si intentaba evadirse.
Pasó Rivera a galope cerca de
ellos y los saludó con la cabeza, dieron vuelta y lo siguieron hasta que
penetrado entre la fuerza reconoció su engaño.
Se le acercó Lavalleja
mirándolo como su prisionero. Lo
desarmaron y se le puso en la guardia de prevención, mandando enseguida al Ayudante
don Leonardo Olivera que por orden de Rivera desensillasen los caballos y que
los oficiales viniesen a donde él estaba.
Así se ejecutó la orden, se
presentaron los oficiales que fueron bien recibidos pero intimándoles su
prisión. La tropa marchó a pie a la
costa del arroyo (Monzón) distante 3 o 4 cuadras para donde se dirigió
Lavalleja y les intimó rendición.
Proclamados, tomaron partido los hijos del país y campó allí la fuerza
que ya ascendía a 150 hombres…Rivera prisionero pidió hablar con Lavalleja y al
efecto se dirigieron a la población inmediata con escolta y el ayudante Gadea,
(estuvieron solos como 2 horas sin que nadie se impusiese de lo que se trataba,
finalmente salieron de un rancho los dos Generales como amigos, se mandó a
formar tropa y dado a reconocer Rivera a la par de Lavalleja asociado a la
empresa, puesto en libertad los prisioneros…”( D. Luís de la Torre)
El 24 de abril liberaron la
población de Soriano, el 2 de mayo la villa de Guadalupe (actual ciudad de
Canelones.
Montevideo
El 8 de mayo establecieron el
sitio a la ciudad de Montevideo dirigido por Manuel Oribe y el 18 de agosto
sitiaron Colonia del Sacramento.
Garino,
Esteban, "Acción del Rincón"
La Batalla del Rincón,
victoria obtenida por Rivera el 24 de septiembre contra las fuerzas brasileñas
comandadas por Mena Barreto, significó un importante revés para las fuerzas
brasileñas que ocupaban Montevideo, bajo el gobierno del barón Carlos Federico
Lecor.
Las pérdidas fueron muy
importantes en bajas de soldados, armamento y, sobre todo, por los cerca de
8.000 caballos que Rivera capturó en ese combate.
Coronel
Bento Manuel Ribeiro
General
Bento Gonçalves
En consecuencia,
inmediatamente que la noticia fuera conocida, se organizó en Montevideo la
salida de un cuerpo de tropa de alrededor de mil soldados brasileños, al mando
del coronel Bento Manuel Ribeiro, con el plan de unirse al ejército brasileño
que estaba en la campaña, comandado por el general Bento Gonçalves y que tenía
una fuerza similar.
Juan
Antonio Lavalleja
Enterado Lavalleja, que se
encontraba en Durazno, de la salida de tropas brasileñas desde Montevideo,
trató de impedir que éstas se unieran a las que bajo el mando de Gonçalves se
desplazaban hacia el sur, desde las costas del Río Negro. El hostigamiento que
Lavalleja intentó sobre la fuerza de Gonçalves no tuvo éxito, de modo que
finalmente ambos ejércitos brasileños lograron reunirse.
"Batalla
de Sarandí" pintado por Juan Manual Blanes.
En un gran esfuerzo, Lavalleja
pudo reunir un contingente de número similar al brasileño, y enfrentó al
ejército brasileño en las puntas del Arroyo Sarandí, terrenos actualmente en
jurisdicción del Departamento de Florida, el 12 de octubre de 1825.
Batalla
de Sarandí
La victoria del bando oriental
dirigido por Lavalleja en Sarandí significó para el Imperio del Brasil el
comienzo del fin de la Provincia Cisplatina.
En la madrugada del día 12, al
llegar Lavalleja a las proximidades del Arroyo Sarandí, recibió parte de las
descubiertas, las cuales le informaban que el enemigo se encontraba a una legua
de distancia. El jefe oriental dispuso su línea de batalla con frente sur,
ocupando las alturas que dominaban el camino al Paso de Polanco del Yí.
Fructuoso
Rivera
Rivera se colocó a la
izquierda de Lavalleja, apoyando su flanco descubierto en el Arroyo Sarandí,
Pablo Zufriategui al centro, y sobre la derecha Manuel Oribe. Como reservas a
la retaguardia y al centro, las Milicias de Maldonado, las de San José de Mayo
y los Tiradores de la Patria.
Mientras tanto, los imperiales
brasileños llegaron a Sarandí y creyendo encontrar a Rivera en la margen
derecha, se sorprendieron al verlo del otro lado del Arroyo Sarandí. Luego de
cruzar este arroyo y alcanzar las primeras alturas, los brasileños se dieron
cuenta de lo inevitable, observaron todo el dispositivo tendido, y notaron que
no solo estaban las fuerzas de Rivera a su frente, sino también todas las
fuerzas orientales tendidas en línea de batalla.
Bento Manuel Ribeiro apreció
la situación ventajosa de los orientales y no condujo el ataque, disponiendo la
línea de batalla.
Manuel
Oribe
Coronel
Pablo Zufiategui
El movimiento realizado por el
ejército del Imperio del Brasil puso a Lavalleja en una mala situación,
obligándolo a cambiar su frente desde el sur hacia el oeste, pero ante el
apremio y la rapidez con que se efectuó la maniobra se perdió el control de la
formación, quedando Zufriategui al centro y Manuel Oribe a la derecha.
A las 8 de la mañana se inició
la acción. La artillería oriental inició el fuego y alcanzaron tres disparos a
la izquierda del ejército brasileño. Bento Manuel Ribeiro dio la orden de
atacar, y al toque de degüello el ejército brasileño se lanzó sobre el ejército
oriental.
Rivera se adelantó y cargó
sobre Bento Gonçalves, mientras Oribe en el centro fue cargado sorpresivamente
por las fuerzas imperiales, no pudiendo evitar que los disciplinados
escuadrones del ejército imperial se infiltrasen en el dispositivo y llegaran
hasta las reservas orientales, maniobra que pudo haber sido fatal para los
intereses de las armas del ejército oriental.
Comprendiendo esta situación,
Lavalleja tomó a su cargo las reservas y las impulsó entre los brasileños,
metiéndose en sus filas y arrollándolos hasta el centro de sus formaciones,
dividiendo su dispositivo en dos.
La derecha oriental atacó y
desorganizó la izquierda de los brasileños, que trataban de buscar apoyo en su
centro. De ese modo las fuerzas al encastre fueron flanqueadas por las tropas
de Rivera y las milicias de San José de la reserva oriental, que iban en
persecución de los dispersos de Bento Gonçalves; así, Oribe se pudo reponer y
contraatacar.
La confusión del enemigo fue
enorme y su dispersión completa. Los brasileños, que esperaban el fuego de las
armas orientales, se hallaron de pronto cargados por la caballería que los
obligó a huir y los persiguió sin descanso.2
Consecuencias
Como consecuencia de ello los
orientales, ya constituidos en el Congreso de la Florida y habiendo solicitado
previamente la reunificación con las Provincias Unidas del Río de la Plata,
lograron despertar el interés de las Provincias Unidas.
El Congreso General
Constituyente reunido en la ciudad de Buenos Aires aprobó el 24 de octubre una
Ley de Reincorporación de la Banda Oriental a las Provincias Unidas del Río de
la Plata, volviendo a denominarla con el nombre que le había dado José Gervasio
Artigas: Provincia Oriental.
Fortaleza de Santa Teresa
De todos modos, el ejército brasileño retenía el dominio del nordeste, lo que le permitía mantenerse en contacto con su territorio metropolitano.
Por tal motivo, se llevaron a cabo acciones para tratar de dominar esa zona, lo que permitió que el 31 de diciembre de 1825 los hombres al mando del coronel Leonardo Olivera lograran ocupar la Fortaleza de Santa Teresa, situada en el departamento de Rocha, cerca de la actual frontera con el Brasil, desalojando de ella a la fuerza ocupante.
A partir de ello, las fuerzas brasileñas solamente ocupaban las ciudades sitiadas de Colonia y Montevideo.
Comisionado del Gobierno Oriental en Buenos Aires
Parte mandado por el General D. Juan Antonio Lavalleja al Comisionado del Gobierno Oriental en Buenos Aires:
"Ya no es posible que el déspota del Brasil espere de la esclavitud de esta provincia en engrandecimiento de su imperio.
Los Orientales acaban de dar al mundo un testimonio indudable del aprecio en que estiman su libertad. Dos mil soldados escogidos de caballería brasilera, comandados por el Coronel Ventos Manuel, han sido completamente derrotados el día de ayer en la Costa del Sarandí, por igual fuerza de estos valientes patriotas, que tuve el honor de mandar.
Aquella división tan orgullosa como su jefe, tuvo la audacia de presentarse en campo descubierto, ignorando sin duda la bravura del Ejército que insultaban. Vernos, y encontrarnos fue obra del momento.
En una y otra línea no precedió otra maniobra que la carga; y ella fue ciertamente la más formidable que puede imaginarse.
Los enemigos dieron la suya a vivo fuego, el cual despreciaron los míos y a sable en mano y carabina en la espalda, según mis órdenes encontraron, arrollaron y sablearon, persiguiéndolos más de dos leguas, hasta ponerlos en la fuga y dispersión más completa; siendo el resultado quedar en el campo de batalla de la fuerza enemiga más de cuatrocientos muertos, cuatrocientos setenta prisioneros de tropas, y cincuenta y dos oficiales, sin contar con los heridos que aún se están recogiendo, y dispersos que ya se han encontrado y tomado en diferentes aportes; más de dos mil armas de todas clases, diez cajones de municiones, y todas las caballadas.
Nuestra pérdida ha consistido en un oficial muerto, trece de la misma clase heridos, treinta soldados muertos, setenta heridos.
Los señores jefes, Oficiales y tropas son muy dignos del renombre de valientes. El bravo y benemérito Brigadier Inspector, después de haberse desempeñado con la mayor bizarría en el todo de la acción corre sobre una fuerza pequeña que ha escapado del filo de nuestras espadas.
En primera ocasión, detallaré circunstanciadamente esta memorable acción pues ahora mis muchas atenciones no me lo permiten.
El sargento Mayor encargado de detalle de este Ejército y conductor de éste, informará a Ud. de los otros pormenores que apetezca instruirse.
Dios guarde á V. muchos años.
Cuartel General en el Durazno, Octubre 13 de 1825.
JUAN ANTONIO LAVALLEJA
Al Sr. Comisionado del Gobierno Oriental."
HOMENAJES
Monumento a la Batalla de
Sarandí de José Luis Zorrilla de San Martín- Sarandí Grande Florida
El Obelisco de la Batalla de
Sarandí es un monumento conmemorativo ubicado en el lugar donde se desarrolló
la batalla del mismo nombre, el 12 de octubre de 1825.
. Este monumento se encuentra
en la ciudad de Sarandí Grande, en el departamento de Florida, Uruguay.
. El obelisco fue construido
para honrar a los soldados que lucharon en la batalla y para recordar la
victoria del Ejército Oriental liderado por Juan Antonio Lavalleja.
. Cada año, se realizan actos
conmemorativos en el Obelisco para recordar la Batalla de Sarandí.
Sello Postal
FUENTES
https://www.infopractica.com.uy/
No hay comentarios:
Publicar un comentario