EL POETA DEL SENTIMIENTO
Mario Arregui rememoraba así la imagen del poeta : “Ese
hombre – delgado, de estatura mediana, con cierto aire no de enfermo pero sí
de convaleciente, vestido con un traje azul o marrón que puede ser bastante
nuevo pero que parece viejo - , camina a pasos lentos e invigilados . Lleva la
cabeza –cuyo pelo es de un rubio desganado – un poco inclinada hacia adelante,
lleva como semidormidos los ojos celestes que no miran nada, o que miran, apenas,
sólo lo imprescindible. Durante el día generalmente anda solo; en los
anocheceres y en las noches, suele ir con amigos, y entonces va un poco más en
la tierra y más despierto, aunque con frecuencia también se ensimisma y se
pierde”
Líber Falco nació el 4 de
octubre de 1906 en Montevideo, en el barrio Villa Muñóz, en la calle Blandengues y Constitución.Jacinto Vera..
El poeta decía: "Quizá la propia uniformidad de este paisaje donde amaneció mi mirada de niño me obligara a pensar y entonces me pareció la vida una cosa un poco monótona pero también bastante misteriosa".
El poeta decía: "Quizá la propia uniformidad de este paisaje donde amaneció mi mirada de niño me obligara a pensar y entonces me pareció la vida una cosa un poco monótona pero también bastante misteriosa".
Criado en un hogar muy
humilde, su padre trabajaba como peón de panadería con un sueldo con el que
apenas lograba cubrir las necesidades básicas de los suyos.
Liber cursó hasta segundo o
tercer año de secundaria. Sus primeros versos los escribió a los dieciséis
años. Por
la falta de lecturas que pudieran ayudar a su intelecto poético su poesía es,
por lo tanto, intuitiva ayudada por sus vivencias cotidianas como el trajinar
por el barrio.
Fue durante su juventud,
durante una prolongada estadía de sus padres en Piriápolis, que vivió en casa
de una tía, en el barrio Jacinto Vera
Sus intereses literarios
fueros variados, destacándose algunos escritores rusos como Dostoyevski y
Tolstói, franceses como Romain Rolland y gran parte de la poesía
latinoamericana, en particular la del último César Vallejo.
Debido a las penurias
económicas, su padre introdujo al joven Liber en el negocio de la panificadora,
en el que, durante mucho tiempo, trabajó como vendedor. Previamente, había sido
aprendiz en una peluquería; y, más adelante, tras haber adquirido experiencia
comercial con la venta de pan, se dedicó a ejercer el oficio de corredor consiguiendo
negocios para diferentes empresas.
En esta última actividad, tras
haber conseguido muchos trabajos para una imprenta, Líber Falco empezó a
establecer vínculos de amistad con diversas personas relacionadas con el mundo
de las Letras. Por medio de ellas consiguió un empleo de corrector de pruebas
en dicha imprenta, oficio que le apasionaba, pues le permitía dedicarse de
lleno, durante toda la jornada laboral, a la lectura.
Liber Falco y Dilia Fernández en Piriápolis
En el año 1935 contrajo
matrimonio, con 29 años, con Dilia Fernández (Chela), la que sería su compañera
de toda la vida. No tuvieron hijos.
Del cargo de corrector en la
imprenta pasó a ejercer dicho oficio en diferentes diarios y revistas, así como
a revisar los originales que daban a la imprenta algunas de las principales
editoriales de Montevideo. Lo que ganaba trabajando era muy poco, por lo que
tenía que conformarse con residir en una humilde vivienda sita en la
montevideana calle de Herrero y Espinosa, donde pasó gran parte de su vida
acompañado por su esposa.
A su vez este trabajo, le
permitía concentrarse en su meticuloso proceso de creación poética, al que
dedicaba muchas horas al día en el altillo de su modestísima vivienda, al que a
duras penas se lograba acceder por medio de una alta, estrecha y desvencijada
escalera exterior.
Allí, Líber Falco había
dispuesto una sobria estantería, una mesa austera y un par de sillas tan
sencillas como incómodas, donde pasaba largas horas entregado a la tarea de
escribir, pulir y depurar concienzudamente sus poemas, en una infatigable labor
de orfebrería literaria.
Sus comienzos literarios
pueden ubicarse hacia 1937 cuando asume la dirección de la revista Banderín de
la cual se editaron solo cinco números. Años después participa también en
varias publicaciones literarias, como la revista Asir.
A pesar de que la edición de
sus textos se realiza en la década de 1940, es considerado integrante de la
denominada "Generación del centenario" (término referido al
centenario de la independencia uruguaya, es decir a la generación de artistas
que florecieron en 1930). A esta generación pertenecen Emilio Oribe, Sabat
Ercasty y Paco Espínola entre otros.
En el año 1940 publica Cometas sobre los muros, con
veintiún poemas.
Este libro es un canto al
trabajador portuario, al barrio, a los niños con sus cometas alzadas, y la
soledad como tema humano de todos los tiempos.
En 1942 publica Equis andacalles, con diecisiete poemas.
Liber Falco decía de este libro que se trasladaba a pie desde su casa al
trabajo, por eso lo de “anda calles”. Aquí son los amigos el tema y también la
soledad cuando quedaba solo frente al cielo estrellado de la noche
montevideana.
En el año 1946 publica Días y
noches, con todos los poemas de "Equis Andacalles", dos de
"Cometas sobre los muros" y doce nuevas composiciones. En
este libro
abunda el tema de la amistad y el tema de la muerte aparece por primera vez, el
poeta se sentía enfermo y cansado.
Líber Falco, Mario Arregui y José Larriera 1952
Falleció en Montevideo, a los
cuarenta y nueve años, el 10 de noviembre de 1955.
En el año 1956, los
integrantes de la revista "Asir" publican póstumamente "Tiempo y
Tiempo" , el libro que había comenzado bajo y que había quedado inconcluso
debido a su fallecimiento.
Sus poemas ejercieron una gran
influencia en generaciones posteriores de artistas uruguayos. Asimismo, los
mismos han sido fuente de numerosas canciones interpretadas por artistas de la
talla de Eduardo Larbanois y Mario Carrero, Abel García, Eduardo Darnauchans,
Jorge Lazaroff, Jorge Bonaldi y Daniel Viglietti entre muchos otros.
LÍBER
FALCO.- POEMAS
Este poeta, de escasa
formación intelectual, supo encontrar, quizás en forma intuitiva, un camino de
comunicación con el lector que se siente identificado con las imágenes y los
sentimientos que aparecen en sus versos.
De muchos de sus poemas surgen
imágenes que son propias del ambiente cultural montevideano, lo que permite que
en el reconocimiento de lo que nos es común, pueda existir un lazo de unión
inmediata.
Dice Alberto Paganini en un
artículo de la revista CEIPA: "La poesía de Falco es una poesía de
intuición directa. Las palabras no son barreras para el lector, sino el camino
más rápido y seguro".
Los grandes temas que se
desprenden de su producción son: la muerte, la angustia, la soledad, el amor
hacia la gente y las cosas, el tiempo. Muchas veces emplea formas simbólicas
reiteradas, casi obsesivas, otras empleara formas explícitas, directas. En el
prólogo del libro "Tiempo y Tiempo" dice Heber Raviolo: "Hay un
aspecto que es imposible pasar por alto en la poesía de Falco: en unaprimera
instancia, pocos poetas podemos encontrar en el panorama de nuestra literatura,
más atormentados, más angustiados por el soplo helado de aquellos grandes
personajes, viejos como el hombre y la poesía: el tiempo, la soledad, la
muerte. Pero no obstante ello, su obra rebosa de vitalidad, y aun en sus
momentos más desolados parece trascender una salud espiritual que transforma lo
que pudo ser un desesperante callejón sin salida en un verdadero cántico de
amor, de amor en la alegría y en el dolor, en la soledad y en la amistad, en la
muerte y en la vida".
BIOGRAFÍA
Yo
nací en Jacinto Vera.¡
Qué
barrio Jacinto Vera!
Ranchos
de lata por fuera
y por
dentro de madera.
De
noche blanca corría,blanca corría la luna
y yo
corría tras ella.
De
repente la perdía
de
repente aparecía,
entre
los ranchos de lata
Y por
adentro madera.
!Ay,
luna, mi luna blanca.
Luna
de Jacinto Vera!
Probablemente sea la uniformidad
de los ranchos de Jacinto Vera que lo obliga a elevarse hacia la luna, símbolo
abstracto de una poesía inalcanzable, pura y perfecta, en el poema
"Biografía".
INVITACIÓN
Tengo
un atajo en el cielo
por
donde solo yo paso.
Pero
hoy tú vendrás conmigo,
conmigo
vendrás del brazo.
Tú,
muchacha y mis amigos
todos
iremos del brazo.
Tengo
un atajo en el cielo.
Vendrás
tú, yo, iremos todos
Todos
iremos del brazo.
LA
LUNA
an
perfecta y blanca.
Tan
alta!
Tan
lejana y blanca.
Lejos
de la muerte,
y de
la vida lejos.
Lejos
de los llantos.
De las
risas, lejos.
Tanto!
No
sabe esta luna
cómo
todo es triste.
Cómo
es bello el mundo
y la
misma muerte acaso,
acaso,
es volver sin irse.
Sola
arriba, sola.
Tan
perfecta y blanca.
Tan
alta!
Tan
tejos de todo!
Nada
arriba, nada.
Ella
sola y nada.
POEMA
EN LA TARDE
Muchachas,
muchachos,
a la
rueda rueda
que en
mi pecho tengo
toda
la música de la tarde
y una
alegría azul, que tiñe mis pupilas.
Muchachas,
muchachos,
a la
rueda rueda.
Que
vuestra sea la calle
y toda
la vereda.
Niña
mía, si estás triste
te
bajaré una estrella
y a la
rueda rueda
tú
jugarás con ella.
Muchachas,
muchachos,
a la
rueda rueda.
Que
vuestra sea la calle
y toda
la vereda.
DESPEDIDA
La
vida es como un trompo, compañeros.
La
vida gira como todo gira,
y
tiene colores como los del cielo.
La
vida es un juguete, compañeros.
A
trabajar jugamos muchos años,
a
estar tristes o alegres , mucho tiempo.
La
vida es lo poco y lo mucho que tenemos;
la
moneda del pobre, compañeros.
A
gastarla jugamos muchos años
entre
risas, trabajos y canciones.
Así
vivimos días y compartimos noches.
Mas,
se acerca el invierno que espero tantos años.
Cuando
el Sol se levanta despertando la vida
y
penetra humedades y delirios nocturnos,
cómo
quisiera, de nuevo, estar junto a vosotros
con mi
antigua moneda brillando entre las manos!
Mas se
acerca el invierno que esperó tantos años.
Adiós,
adiós, adiós, os saluda un hermano
que
gastó su moneda de un tiempo ya pasado.
Adiós,
ya se acerca el invierno que esperó tantos años.
FUERA LOCURA
Fuera
locura pero hoy lo haría:
Atar
un moño azul en cada árbol.
Ir con
mi corazón de calle en calle.
Decirle
a todos que les quiero mucho.
Subir
a los pretiles,
gritarles
que les quiero.
Fuera
locura,
pero
hoy lo haría.
SOBRE
LOS MUROS
Hoy
subo veinte cometas.
¡Sobre
los muros
veinte
cometas!
…………………..
Debajo
de un muro triste
estaba
mi corazón.
Como
un avaro oculto contando su dinero,
estaba
mi corazón.
¿Cómo
un avaro o como un prisionero?
Ah…
¡Júbilo
marinero!
no más
muro carcelero
ni
corazón prisionero.
Ya
sobre los viejos muros,
está
mi corazón.
Y
sobre el muro que el hombre
puso
al hombre
está
mi corazón.
Sube
mi corazón, cometa mía.
Roja
lágrima mía, encendida en el día
y en
día latiendo amaneceres.
¡Sube!
Mi corazón…!
FUENTES
http://www.mcnbiografias.com
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