UNO DE LOS MEJORES ESCRITORES
LATINOAMERICANOS DEL SIGLO XX
Juan Carlos Onetti - 1950
Juan Carlos Onetti nace el 1º de julio de 1909 en Montevideo, en una casa de la calle San Salvador, en el Barrio Sur. Su padre, Carlos Onetti, era funcionario de aduana; su madre, Honoria Borges, provenía de una familia brasileña. Tuvo dos hermanos, uno mayor que él, Raúl, otra menor, Raquel.
Onetti considera haber tenido "una infancia feliz".
De joven, Onetti fue un buen atleta: hizo remo, basketball, atletismo. Trabajó en un censo, cuyos datos recogió recorriendo el pueblo a caballo.
Entre 1922 y 1929 abandonó los estudios de Derecho. Según algunos autores, realiza diversos trabajos, portero; funcionario de la Empresa Guerin, mozo; vendedor de entradas en el Estadio Centenario; vigilante de la tolva en el Servicio Oficial de Semillas.
De joven, Onetti fue un buen atleta: hizo remo, basketball, atletismo. Trabajó en un censo, cuyos datos recogió recorriendo el pueblo a caballo.
Entre 1922 y 1929 abandonó los estudios de Derecho. Según algunos autores, realiza diversos trabajos, portero; funcionario de la Empresa Guerin, mozo; vendedor de entradas en el Estadio Centenario; vigilante de la tolva en el Servicio Oficial de Semillas.
En el verano de 1927 emprende junto a dos amigos su primera experiencia periodística: “La tijera de Colón”, una revista que duraría siete números y dos años. La revista cierra en 1929. Ese mismo año intentó viajar a la Unión Soviética, con el propósito de conocer un país "donde se estaba construyendo el socialismo", pero su desconocimiento del ruso lo desalentó.
En el año 1934 se casa con su prima, María Amalia Onetti, y en marzo viaja con ella a Buenos Aires donde pasa a residir.
Se gana la vida vendiendo máquinas de sumar. Publica algunas notas sobre cine en Crítica.
Desde muy joven le atraían las letras y frecuentó las redacciones de periódicos y revistas de ambas márgenes del Río de la Plata, viviendo alternativamente en Montevideo y Buenos Aires
En el año 1934 se casa con su prima, María Amalia Onetti, y en marzo viaja con ella a Buenos Aires donde pasa a residir.
Se gana la vida vendiendo máquinas de sumar. Publica algunas notas sobre cine en Crítica.
Desde muy joven le atraían las letras y frecuentó las redacciones de periódicos y revistas de ambas márgenes del Río de la Plata, viviendo alternativamente en Montevideo y Buenos Aires
El 16 de junio de 1931 nace su primer hijo: Jorge Onetti Onetti Borges, quien desde 1958 empezó a publicar narraciones.
En el año 1932 se cree que escribió la primera versión de la novela El pozo, que fue extraviada.
El 1° de enero de 1933 publica en La Prensa su cuento "Avenida de Mayo-Diagonal-Avenida de Mayo", recopilado en volumen en 1974.
Onetti se separa de su mujer.y un año más tarde, 1934, de regreso en Montevideo, vuelve a contraer matrimonio, ahora con la hermana de María Julia Onetti.
Viaja a Buenos Aires con mucha frecuencia. Algunos datos relativos a este período de su vida se reflejan en su novela La vida breve.
En el año 1932 se cree que escribió la primera versión de la novela El pozo, que fue extraviada.
El 1° de enero de 1933 publica en La Prensa su cuento "Avenida de Mayo-Diagonal-Avenida de Mayo", recopilado en volumen en 1974.
Onetti se separa de su mujer.y un año más tarde, 1934, de regreso en Montevideo, vuelve a contraer matrimonio, ahora con la hermana de María Julia Onetti.
Viaja a Buenos Aires con mucha frecuencia. Algunos datos relativos a este período de su vida se reflejan en su novela La vida breve.
El 6 de octubre de 1935 la Nación de Buenos Aires publica los cuentos "El obstáculo" y el 20 de setiembre de 1936 publica "El posible Baldi",
También en 1935 escribe su relato "Los Niños en el Bosque" y la novela Tiempo de abrazar, las dos publicadas en 1974.
Cuando estalla la Guerra civil española, en 1936, trata de enrolarse en las Brigadas Internacionales que apoyan a la República.
En el año 1939 Onetti es designado secretario de redacción del semanario Marcha. Vive en una pieza al fondo del local que ocupa el periódico. Onetti desempeña ese cargo hasta 1941. Durante ese breve período, publicará semanalmente una columna literaria, La piedra en el charco. Con los seudónimos Periquito el Aguador, Groucho Marx y Pierre Regy firma artículos de "alacraneo literario" y cuentos policiales.
En diciembre aparece su primera novela El pozo, en ese libro se aloja una transformación narrativa profunda.
Fue frecuente habitué del Café Metro de la Plaza Cagancha. En el año 1940, con el seudónimo H.C. Ramos se presenta su relato "Convalescencia", en un concurso de cuentos de Marcha y obtiene el primer premio.
En 1941 empieza a trabajar en la Agencia Reuter. Conservando este empleo, a mediados de año se traslada a Buenos Aires, donde permanece hasta 1955.
Trabaja como secretario de redacción de las revistas Vea y Lea e Impetu. En junio aparece la novela Tierra de nadie, premiada ese mismo año con el segundo puesto en el concurso "Ricardo Güiraldes". El 6 de junio La Nación publica su primer cuento importante, "Un sueño realizado".
En 1943 escribe la novela Para esta noche. Había querido titularla "El perro tendrá su día", pero el editor se negó. En 1976 publicará un cuento con ese título prohibido.
En noviembre del año 1944 escribe dos cuentos: "Bienvenido Bob" publicados en La Nación y "La larga historia" en Alfar (Montevideo). Este relato se transformará en la novela "La cara de la desgracia".
El 12 de abril de 1945 contrae enlace con una compañera de trabajo en la agencia Reuter, Elizabeth María Pekelharing.
En el semanario Marcha aparece su cuento "Nueve de julio".
El 28 de abril de 1946 La Nación publica dos cuentos: "Regreso al sur" y el 17 de noviembre "Ejsberg, en la costa"
El 3 de abril de 1949 aparece en La Nación "La casa en la arena", donde se inaugura la "saga" de Santa María, la ciudad mítica onettiana que se delimitará con mayor precisión en La vida breve. El 26 de julio de 1949 nace su hija Isabel María (Litti).
En el año 1950 la editorial Sudamericana publica La vida breve, la novela fundacional de Santa María, donde de allí en más transcurrirá la acción de la gran mayoría de sus nuevas novelas y cuentos. considerada por Onetti como su "mejor novela".
En el año 1951 publica Un sueño realizado y otros cuentos, con un prólogo de Mario Benedetti
Corría el año 1953 y la revista Sur de Buenos Aires publica el relato "El album" .
El mismo año, y en la editorial de la revista, aparece la novela corta Los adioses, dedicada a Idea Vilariño.
Durante el año 1954 traduce la novela This Very Earth (La verdadera tierra) de Erskine Caldwell
A fines del año 1955 regresa a Montevideo. Entabla amistad con el presidente de la República Luis Batlle Berres (a quien dedicará El Astillero) e ingresa a trabajar en su diario, Acción, donde escribe algunos artículos. Hacia fines de año contrae enlace, por cuarta vez, con la joven Dorothea Muhr (Dolly), argentina, de origen alemán. Ella fue la mujer que lo acompañó hasta el final.
Onetti y la violinista Dorotea Muhr.
Dorothea Muhr (Dolly)
En el año 1956 viaja a Bolivia invitado por el gobierno de aquel país. Ese mismo año traduce The Comancheros, novela de Paul Wellman y publica el cuento "Historia del Caballero de la Rosa y la Virgen encinta que vino de Liliput" en Entregas de la Licorne, la revista de la escritora Susana Soca (1907-1959), a cuya memoria dedicará la novela Juntacadáveres.
La revista Ficción de Buenos Aires publica el cuento "El infierno tan temido".
El 2 de abril de 1957, es designado Director de Bibliotecas en la División de Artes y Letras de la Intendencia Municipal de Montevideo, hasta su renuncia el 4 de marzo de 1975.
En el año 1959 publica la novela Una tumba sin nombre,. En la segunda edición -en 1967-, le agregará la preposición "Para".
En el año 1961 Onetti obtiene un segundo puesto en el concurso de cuentos organizado por la revista Life con "Jacob y el otro". Publica la novela El Astillero, seleccionada en un concurso organizado por esta editorial. La revista Les Lettres Nouvelles publica, en su Nº16, la traducción por Claude Couffon, la primera de uno de sus relatos en lengua extranjera: "¡Salut Bob!" ("Bienvenido Bob").
En el año 1962 le otorgan el Premio Nacional de Literatura (bienio 1959/1960). El mismo año publica su segundo libro de narraciones cortas (todas éditas): El infierno tan temido y otros cuentos.
En el año 1963 se traduce al inglés "Jacob y el otro" ("Jacob and the Other"), en una antología editada por Doubleday.
En el año 1964 publica el cuento "Justo el treintaiuno" y la novela Juntacadáveres.
En 1966 Onetti concurre al Congreso del Pen Club en New York.
Onetti obtiene- en 1967-un segundo premio, el Rómulo Gallegos de Venezuela. El triunfador, Mario Vargas Llosa, reclama para Onetti "el reconocimiento que se merece".
El cuento "La novia robada" aparece en la revista venezolana Papeles en el año 1968. La biliografía crítica sobre Onetti empieza a crecer.
En el año 1969 Onetti asiste en Chile al Encuentro Latinoamericano de Escritores (junto con Angel Rama).
De izquierda a derecha: José María Valverde (traductor de Ulises), Dolly Muhr, Juan Martini y Juan Carlos Onetti. Barcelona, 1979.
Durante el año 1970 y 1971 siguen sus publicaciones:
La editorial Aguilar publica en México sus Obras completas con una introducción de Emir Rodríguez Monegal.
La revista Macedonio publica en Buenos Aires el cuento "Matías el telegrafista".
Se multiplican las traducciones de sus relatos a diversas lenguas, al taliano y francés principalmente.
Prologa la edición italiana de Los siete locos (I sette pazzi) de Roberto Arlt.
En el año 1972 Onetti es elegido como el mejor narrador uruguayo de los últimos cincuenta años en una encuesta realizada por el semanario Marcha, en la que participaron 35 narradores y poetas de distintas generaciones.
Nicolás Guillén, Mario Benedetti y Juan Carlos Onetti
Vargas Llosa, Carlos Fuentes, Juan Carlos Onetti y Pablo Neruda.
A principios de año 1973 compra una casa en la calle Bonpland al 598 de Montevideo.
Viaja a España en el mes de octubre a un congreso sobre el barroco.
En el año 1973 integra el jurado del concurso de cuentos del semanario Marcha junto a Mercedes Rein y Jorge Ruffinelli.
Publica la novela La muerte y la niña en Buenos Aires: Corregidor. La revista Crisis publica el relato "Las mellizas", supuesto capítulo de una novela que no prosperó.
En enero de 1974 falla el jurado de Marcha dando el primer premio al cuento "El guardaespaldas", de Nelson Marra. De inmediato Onetti y miembros del semanario son apresados por el régimen militar. Permanece en prisión entre el 9 de enero y el 14 de mayo. En octubre Onetti viaja a Roma para recibir un premio bienal a la mejor novela de autor latinoamericano traducida y publicada en Italia, en este caso El astillero. El Instituto de Cultura Hispánica de Madrid edita ,en su homenaje, un número especial de la revista "Cuadernos Hispanoamericanos".
Onetti en la casa de la Calle Bompland Nº598 de Montevideo- 1975
En 1975 es invitado por el Instituto de Cultura Hispánica de Madrid, viaja a esa ciudad y fija allí su residencia. En diciembre de ese año, Arca da a conocer Requiem para Faulkner y otros artículos, que recoge artículos publicados en Marcha y en el diario Acción. El volumen incluye un prólogo de Jorge Ruffinelli y un "Autorretrato", originalmente publicado en la revista Crisis de Buenos Aires en el año 1973.
En el año 1976 aparece su primer poema "Balada del ausente".
En setiembre del mismo año viaja a México para integrar un jurado internacional en un concurso de novelas. En Xalapa participa en un congreso de escritores dedicado a examinar su obra.
Onetti y Borges 1978
Entre los años 1977 y 1978 la revista Cuadernos Hispanoamericanos publica el cuento "Presencia", en el que se alude a la situación política imperante en el Uruguay; los militares han impuesto una tiranía salvaje en Santa María.
Participa en un seminario en la Universidad de Pau, sur de Francia, y es homenajeado por la Universidad Paris-Sorbonne.
Empieza a colaborar asiduamente con artículos en El País de Madrid.
Preside el Primer Congreso Internacional de Escritores de Lengua Española, que se llevó a cabo del 3 al 8 de junio de 1970, en Las Palmas de Gran Canaria, cuya clausura se realizó en Madrid. En octubre del mismo año, la editorial Bruguera/Alfaguara publica la novela Dejemos hablar al viento, donde Onetti incendia Santa María.
Participa en un seminario en la Universidad de Pau, sur de Francia, y es homenajeado por la Universidad Paris-Sorbonne.
Empieza a colaborar asiduamente con artículos en El País de Madrid.
Preside el Primer Congreso Internacional de Escritores de Lengua Española, que se llevó a cabo del 3 al 8 de junio de 1970, en Las Palmas de Gran Canaria, cuya clausura se realizó en Madrid. En octubre del mismo año, la editorial Bruguera/Alfaguara publica la novela Dejemos hablar al viento, donde Onetti incendia Santa María.
Foto de 1980 tomada en Palermo (Italia) cedida por el Centro de Arte Moderno del escritor Juan Carlos Onetti (c) junto a Juan Gelman (2i), y el resto de los galardonados con el Premio Mondello, y que forma parte del libro "Juan Carlos Onetti. Un ensayo iconográfico". (EFE / Dolly Onetti)
En el año 1980 publica el cuento "Los amigos" (un homenaje al pintor Alfredo de Simone).
En enero de ese mismo año , el Pen Club Latinoamericano en España propone al Comité Nobel de la Academia de Suecia la candidatura de Onetti para el Premio Nobel de Literatura de ese año, en París, la editorial Gallimard adquiere los derechos para la publicación de sus obras y el 16 de diciembre el rey Juan Carlos de España le entrega el Premio Cervantes de Literatura, dotado de unos 117.000 dólares.
Juan Carlos Onetti recibe el Premio Cervantes 1980
Publica el cuento "Jabón". (1981)
Onetti concurre a Veracruz en México, a un homenaje a su obra que organiza la Universidad de dicha ciudad.
Onetti concurre a Veracruz en México, a un homenaje a su obra que organiza la Universidad de dicha ciudad.
Entre 1982 y 1984 el semanario Jaque de Montevideo publica sus artículos. La revista de Bellas Artes, de México publica dos cuentos cortos: El Mercado y Cerdito.
En 1983 Nueva Estafeta publica otro cuento breve, Luna llena.
En 1983 Nueva Estafeta publica otro cuento breve, Luna llena.
Juan Carlos Onetti y su hermana Raquel Onetti
En el año 1985 se realizan elecciones nacionales en Uruguay, que marcan el regreso a la Democracia. El presidente electo, Julio María Sanguinetti, invita al escritor a asistir a las ceremonias de instalación del nuevo gobierno. Onetti agradece la invitación pero decide permanecer en Madrid. Recibe el Gran Premio Nacional de Literatura. El semanario Brecha publica en Montevideo el cuento breve El gato.
Publica en Madrid, un volumen con ocho textos breves: Presencia y otros cuentos, que apenas se distribuyó en España.(año 1986)
Mondadori edita la novela corta Cuando entonces.(1987)
En el año 1989 el realizador argentino Pedro Stocky lleva al cine su novela La cara de la desgracia.
El 15 de noviembre de 1990 recibe el Premio de la Unión Latina de Literatura "por su espíritu universal".
Onetti con su nieta en Madrid
Onetti y Dolly
En el año 1993 publica la que será su última novela, Cuando ya no importe, que hará las veces de testamento literario.
El 30 de mayo de 1994, cerca de las tres de la tarde, Onetti muere en una clínica de Madrid, ciudad en la que pasó los últimos 19 años de su vida, enclaustrado los diez finales, sin salir prácticamente de su cama. Según su última voluntad, sus restos fueron incinerados y sus cenizas no serán trasladadas al Uruguay.
II. No intenten deslumbrar al burgués. Ya no resulta. Éste sólo se asusta cuando le amenazan el bolsillo.
III. No traten de complicar al lector, ni buscar ni reclamar su ayuda.
IV. No escriban jamás pensando en la crítica, en los amigos o parientes, en la dulce novia o esposa. Ni siquiera en el lector hipotético.
V. No sacrifiquen la sinceridad literaria a nada. Ni a la política ni al triunfo. Escriban siempre para ese otro, silencioso e implacable, que llevamos dentro y no es posible engañar.
VI. No sigan modas, abjuren del maestro sagrado antes del tercer canto del gallo.
VII. No se limiten a leer los libros ya consagrados. Proust y Joyce fueron despreciados cuando asomaron la nariz, hoy son genios.
VIII. No olviden la frase, justamente famosa: 2 más dos son cuatro; pero ¿y si fueran 5?
IX. No desdeñen temas con extraña narrativa, cualquiera sea su origen. Roben si es necesario.
X. Mientan siempre.
XI. No olviden que Hemingway escribió: "Incluso di lecturas de los trozos ya listos de mi novela, que viene a ser lo más bajo en que un escritor puede caer.""
YA NO SERÁ
El padre Larsen bajó de la mula cuando esta se negó a trepar por la calle empinada del villorrio. Vestía una sotana que había sido negra y ahora se inclinaba decidida a un verde botella, hijo de los años y de la indiferencia. Continuó a pie, deteniéndose cada media cuadra para respirar con la boca entreabierta y diciéndose que debía dejar de fumar. Con la pequeña maleta negra que contenía lo necesario para salvar las almas que estaban a punto de apartarse del cuerpo y huir del sufrimiento y la inmediata podredumbre.
Decálogo más uno para escritores principiantes, de JUAN CARLOS ONETTI
II. No intenten deslumbrar al burgués. Ya no resulta. Éste sólo se asusta cuando le amenazan el bolsillo.
III. No traten de complicar al lector, ni buscar ni reclamar su ayuda.
IV. No escriban jamás pensando en la crítica, en los amigos o parientes, en la dulce novia o esposa. Ni siquiera en el lector hipotético.
V. No sacrifiquen la sinceridad literaria a nada. Ni a la política ni al triunfo. Escriban siempre para ese otro, silencioso e implacable, que llevamos dentro y no es posible engañar.
VI. No sigan modas, abjuren del maestro sagrado antes del tercer canto del gallo.
VII. No se limiten a leer los libros ya consagrados. Proust y Joyce fueron despreciados cuando asomaron la nariz, hoy son genios.
VIII. No olviden la frase, justamente famosa: 2 más dos son cuatro; pero ¿y si fueran 5?
IX. No desdeñen temas con extraña narrativa, cualquiera sea su origen. Roben si es necesario.
X. Mientan siempre.
XI. No olviden que Hemingway escribió: "Incluso di lecturas de los trozos ya listos de mi novela, que viene a ser lo más bajo en que un escritor puede caer.""
HOMENAJES
Los ‘Poemas de Amor’ de la legendaria poetisa uruguaya Idea Vilariños, tienen nombre y apellido: Juan Carlos Onetti. La historia de ese libro, la pasión que lo gestó, se remonta a Montevideo a comienzo de los años cincuenta.
Ella hierática. El, maldito. La pareja perfecta. El encuentro debió ser en un café del centro de Montevideo.
Posteriormente ella contó ese momento
"(...) Estaba seduciéndome a fondo con lo mejor de sí mismo y tanto que yo me quedé convencida de que aquello era la séptima maravilla. Esa misma noche me enamoré de él. Me enamoré, me enamoré, me enamoré. (...)
(...) Es el último hombre de quien debí enamorarme porque éramos lo más imposible de ligar que había. Nunca entendió el ABC de mi vida, nunca me entendió como ser humano, como persona. Y así teníamos nuestros grandes desencuentros. Si yo hablaba de algo sumamente delicado él me salía con una barbaridad. Decía cosas que me hacían echarlo, imposibles de soportar. Todavía me pregunto por qué aguanté tanto, por qué volví tantas veces. Nos peleábamos y volvíamos a juntarnos, lo echaba, regresaba. Una noche me llamó desesperado para que fuera a verlo. Yo estaba con alguien que me amaba y lo dejé por ir a pasar una noche con él. Y recuerdo que lo único que hicimos fue ponernos de espalda, leyendo un libro él, y yo otro. A la mañana siguiente le agarré la cara y le dije: sos un burro Onetti, sos un perro, sos una bestia. Y me fui”.(...)
Posteriormente ella contó ese momento
"(...) Estaba seduciéndome a fondo con lo mejor de sí mismo y tanto que yo me quedé convencida de que aquello era la séptima maravilla. Esa misma noche me enamoré de él. Me enamoré, me enamoré, me enamoré. (...)
(...) Es el último hombre de quien debí enamorarme porque éramos lo más imposible de ligar que había. Nunca entendió el ABC de mi vida, nunca me entendió como ser humano, como persona. Y así teníamos nuestros grandes desencuentros. Si yo hablaba de algo sumamente delicado él me salía con una barbaridad. Decía cosas que me hacían echarlo, imposibles de soportar. Todavía me pregunto por qué aguanté tanto, por qué volví tantas veces. Nos peleábamos y volvíamos a juntarnos, lo echaba, regresaba. Una noche me llamó desesperado para que fuera a verlo. Yo estaba con alguien que me amaba y lo dejé por ir a pasar una noche con él. Y recuerdo que lo único que hicimos fue ponernos de espalda, leyendo un libro él, y yo otro. A la mañana siguiente le agarré la cara y le dije: sos un burro Onetti, sos un perro, sos una bestia. Y me fui”.(...)
Idea Vilariño
Ya no será
ya no
no viviremos juntos
no criaré a tu hijo
no coseré tu ropa
no te tendré de noche
no te besaré al irme
nunca sabrás quién fui
por qué me amaron otros.
No llegaré a saber
por qué ni cómo nunca
ni si era verdad
lo que dijiste que era
ni quién fuiste
ni qué fui para ti
ni cómo hubiera sido
vivir juntos
querernos
esperarnos
estar.
Ya no soy más que yo
para siempre y tú
ya
no serás para mí
más que tú. Ya no estás
en un día futuro
no sabré donde vives
con quién
ni si te acuerdas.
No me abrazarás nunca
como esa noche
nunca.
No volveré a tocarte.
No te veré morir.
"Juan Carlos Onetti. Ensayo Iconográfico "
ya no
no viviremos juntos
no criaré a tu hijo
no coseré tu ropa
no te tendré de noche
no te besaré al irme
nunca sabrás quién fui
por qué me amaron otros.
No llegaré a saber
por qué ni cómo nunca
ni si era verdad
lo que dijiste que era
ni quién fuiste
ni qué fui para ti
ni cómo hubiera sido
vivir juntos
querernos
esperarnos
estar.
Ya no soy más que yo
para siempre y tú
ya
no serás para mí
más que tú. Ya no estás
en un día futuro
no sabré donde vives
con quién
ni si te acuerdas.
No me abrazarás nunca
como esa noche
nunca.
No volveré a tocarte.
No te veré morir.
"Juan Carlos Onetti. Ensayo Iconográfico "
"Juan Carlos Onetti. Ensayo Iconográfico "
Se trata de una obra del Centro de Editores, de Madrid, elaborada en su mayoría con el archivo personal del escritor, en manos de su viuda Dolly, quien además ha escrito el texto de introducción. Más 324 fotografías en blanco y negro y en color. En ellas se puede observar como era Onetti con su familia y sus amigos, jugando con su perra o entre sus nietos. Se encuentran en él, además, fotografías de sus padres y hermanos, junto a documentos como su partida de nacimiento.
A este caudal se suman manuscritos, textos mecanografiados, con sus primera ediciones, y traducciones de su obra; artículos publicados en periódicos y revistas, dedicatorias de libros realizadas por él o para él por otros escritores, además de objetos personales que le acompañaron durante años.
El libro tiene una tirada de 100 ejemplares numerados, con una fotografía original que su viuda Dolly Onetti le tomó, numerada en consonancia con cada volumen y firmada por ella, con un marcapágina especial, y un estuche entelado y estampado con la firma de Onetti.
Esta obra ha sido presentada en el Centro de Arte Moderno, de Madrid, por Claudio F. Pérez Miguez y Raúl Manrique Girón, encargados de recopilar el legado del escritor uruguayo.
Se trata de una obra del Centro de Editores, de Madrid, elaborada en su mayoría con el archivo personal del escritor, en manos de su viuda Dolly, quien además ha escrito el texto de introducción. Más 324 fotografías en blanco y negro y en color. En ellas se puede observar como era Onetti con su familia y sus amigos, jugando con su perra o entre sus nietos. Se encuentran en él, además, fotografías de sus padres y hermanos, junto a documentos como su partida de nacimiento.
A este caudal se suman manuscritos, textos mecanografiados, con sus primera ediciones, y traducciones de su obra; artículos publicados en periódicos y revistas, dedicatorias de libros realizadas por él o para él por otros escritores, además de objetos personales que le acompañaron durante años.
El libro tiene una tirada de 100 ejemplares numerados, con una fotografía original que su viuda Dolly Onetti le tomó, numerada en consonancia con cada volumen y firmada por ella, con un marcapágina especial, y un estuche entelado y estampado con la firma de Onetti.
Esta obra ha sido presentada en el Centro de Arte Moderno, de Madrid, por Claudio F. Pérez Miguez y Raúl Manrique Girón, encargados de recopilar el legado del escritor uruguayo.
SELLO POSTAL
Detalles Técnicos:
Fecha de emisión: 5/8/2003
Código: 2003-26-C
Valor: 14 (pesos uruguayos)
Dibujante: Menck Freire
Tirada: 15000
“Academia de Filatelia del Uruguay” El sello emitido se debe al reconocimiento que ha tenido la Administración Nacional de Correos del Uruguay, con nuestra Academia, al igual que la hojita filatélica emitida el 8 de marzo de 1996, conmemorativa de los 10 años de “El Sello de Hoy”. En ésta oportunidad la Academia cuenta con la declaración del Gobierno, de que su programa antes mencionado, ha sido Declarado de Interés Nacional. Figura como es lógico, el logotipo de la Academia fundada el 8 de noviembre de 1981 y también el de la Academia Hispánica de Filatelia fundada el 13 de mayo de 1978, que ha cumplido sus bodas de plata. El de esta última figura, dado que nuestro Presidente, Don Elías Casal Gari, es miembro fundador de la misma, y además es el único sudamericano que actualmente la integra, ocupando el sillón Nº 4. Se quiso en esta ocación por parte de nuestra Academia, hacer un homenaje al que nosotros consideramos el mejor escritor del pasado siglo en nuestro Uruguay: Juan Carlos Onetti, nacido en Montevideo el 1º de julio de 1909. Trabajó en diferentes oficios, portero, camarero, hasta que llegó a su meta final, escritor, que le valió en 1980 obtener en España, el Premio Cervantes. Como otros grandes escritores uruguayos, Horacio Quiroga, Florencio Sánchez, vivió en Buenos Aires por lo que sus primeros cuentos se publicaran en diarios bonaerenses. En 1939 apareció en nuestra Capital “El pozo”. Luego en 1950 “La vida breve”. La mayor parte de sus novelas son escritas a partir de 1955, cuando se desempeñaba como periodista en el diario “Acción” y era director de la Biblioteca Municipal de Montevideo. De ahí tenemos “Los adioses”; “Para una tumba sin nombre” y algunos cuentos notables como “ El infierno tan temido”, “Bienvenido Bob” y “Ebsjerg en la costa”, “El astillero” (dedicada a Luis Batlle Berres) y “Junta cadáveres”. Radicado en España a principios de 1975, nunca quiso regresar a su patria, y allí obtuvo el merecido reconocimiento por su extraordinario trabajo de escritor. Falleció el 30 de mayo de 1994, y sus restos fueron cremados en el cementerio de la Almudena de Madrid y por disposición de su hijo Jorge, no serán traídos a nuestro país.
Fecha de emisión: 5/8/2003
Código: 2003-26-C
Valor: 14 (pesos uruguayos)
Dibujante: Menck Freire
Tirada: 15000
“Academia de Filatelia del Uruguay” El sello emitido se debe al reconocimiento que ha tenido la Administración Nacional de Correos del Uruguay, con nuestra Academia, al igual que la hojita filatélica emitida el 8 de marzo de 1996, conmemorativa de los 10 años de “El Sello de Hoy”. En ésta oportunidad la Academia cuenta con la declaración del Gobierno, de que su programa antes mencionado, ha sido Declarado de Interés Nacional. Figura como es lógico, el logotipo de la Academia fundada el 8 de noviembre de 1981 y también el de la Academia Hispánica de Filatelia fundada el 13 de mayo de 1978, que ha cumplido sus bodas de plata. El de esta última figura, dado que nuestro Presidente, Don Elías Casal Gari, es miembro fundador de la misma, y además es el único sudamericano que actualmente la integra, ocupando el sillón Nº 4. Se quiso en esta ocación por parte de nuestra Academia, hacer un homenaje al que nosotros consideramos el mejor escritor del pasado siglo en nuestro Uruguay: Juan Carlos Onetti, nacido en Montevideo el 1º de julio de 1909. Trabajó en diferentes oficios, portero, camarero, hasta que llegó a su meta final, escritor, que le valió en 1980 obtener en España, el Premio Cervantes. Como otros grandes escritores uruguayos, Horacio Quiroga, Florencio Sánchez, vivió en Buenos Aires por lo que sus primeros cuentos se publicaran en diarios bonaerenses. En 1939 apareció en nuestra Capital “El pozo”. Luego en 1950 “La vida breve”. La mayor parte de sus novelas son escritas a partir de 1955, cuando se desempeñaba como periodista en el diario “Acción” y era director de la Biblioteca Municipal de Montevideo. De ahí tenemos “Los adioses”; “Para una tumba sin nombre” y algunos cuentos notables como “ El infierno tan temido”, “Bienvenido Bob” y “Ebsjerg en la costa”, “El astillero” (dedicada a Luis Batlle Berres) y “Junta cadáveres”. Radicado en España a principios de 1975, nunca quiso regresar a su patria, y allí obtuvo el merecido reconocimiento por su extraordinario trabajo de escritor. Falleció el 30 de mayo de 1994, y sus restos fueron cremados en el cementerio de la Almudena de Madrid y por disposición de su hijo Jorge, no serán traídos a nuestro país.
Bibliografía: (sobre J.C Onetti) Ruben loza Aguerrebere. (Correo Uruguayo)
LA ARAUCARIA
Juan Carlos Onetti
Cuento
Cuento
No lo precedía un monaguillo con una campanilla, nadie agitaba una vinagrera, nadie rezaba, salvo él durante cada descanso. La pequeña casa pintada de un sucio blanco estaba emparedada por otras dos, casi iguales y las tres se abrían al camino de tierra dura por puertas hostiles y estrechas.
Le abrió un hombre de años indiscernibles, con alpargatas y bombachones blancos.
Se persignó y dijo: -Por aquí, padre.
Larsen sintió la frescura de la pieza encalada y casi olvidó el sol agresivo de las calles mal hechas.
Ahora estaba en una habitación pobre de muebles en una cama matrimonial una mujer se retorcía y variaba del llanto a la risa desafiante. Después llegaron palabras, frases incomprensibles que atravesaban el silencio, la momentánea quietud del sol, buscando llegar a las sombras que se habían aproximado.
Un silencio, un mal olor persistente, y de pronto la mujer agonizante trató de levantar la cabeza; lloraba y reía. Se aquietó y dijo: –Quiero saber si usted es cura.
Le abrió un hombre de años indiscernibles, con alpargatas y bombachones blancos.
Se persignó y dijo: -Por aquí, padre.
Larsen sintió la frescura de la pieza encalada y casi olvidó el sol agresivo de las calles mal hechas.
Ahora estaba en una habitación pobre de muebles en una cama matrimonial una mujer se retorcía y variaba del llanto a la risa desafiante. Después llegaron palabras, frases incomprensibles que atravesaban el silencio, la momentánea quietud del sol, buscando llegar a las sombras que se habían aproximado.
Un silencio, un mal olor persistente, y de pronto la mujer agonizante trató de levantar la cabeza; lloraba y reía. Se aquietó y dijo: –Quiero saber si usted es cura.
Y de pronto la mujer gritó el principio de la confesión salvadora. El padre Larsen la recuerda así:
–Con mi hermano desde mis trece años, él era mayor, jodíamos toda la tarde de primavera y verano al lado de la acequia debajo de la araucaria y sólo Dios sabe quién empezó o si nos vino la inspiración en conjunto. Y jodíamos y jodíamos porque, aunque tenga cara de santo, termina y vuelve y no se cansa nunca y dígame qué más quería yo.
El hermano se apartó de la pared, dijo no con la cabeza y adelantó una mano hacia la boca de su hermana, pero el cura lo detuvo y susurró: –Déjala mentir, deja que se alivie. Dios escucha y juzga.
Aquellas palabras habían agregado muy poco a su colección. Tenía ya varios incestos, inevitables en el poblacho despojado de hombres que se llevó la guerra o la miseria; pero tal vez ninguno tan tenaz y reiterado, casi matrimonial. Quería saber más y murmuró convincente: "es la vida, el mundo, la carne, hija mía".
Ahora ella volvía a dilatar los ojos perdiéndose en la pausa protectora de la pared encalada. Volvió a reír y a llorar sin lágrimas como si llanto y risa fueran sonidos de palabras y graves confidencias. Larsen supo que no estaba moribunda ni se burlaba. Estaba loca y el hermano, si era el hermano, vigilaba su locura con una rígida cara de madera.
Equivocándose, ordenó padrenuestros y avemarías y, como en el pasado, vaciló con el viejo asco mientras se inclinaba para bendecir la cabeza de pelo húmedo y entreverado; no pudo ni quiso besarle la frente.Oyó mientras salía guiado por el impasible hermano: –Cuando otra vez me vaya a morir, lo llamo y le cuento lo del caballo y la sillita de ordeñar. Él me ayudó, pero nada.
En la calle, bajo la blancura empecinada del sol, la mula restregaba el hocico en las piedras buscando, en vano, mordiscar. Al regreso, de retorno al corral, la bestia trotó dócil y apresurada mientras el padre Larsen, sin abrir el quitasol rojo, hacía balance de lo obtenido y aguardaba, esperanzado, a que llegara la segunda agonía de la mujer.
El padre Larsen buscó sin encontrar ninguna araucaria.
libro “Cuentos completos- Onetti”, Edit. Alfaguara, 1994
FUENTES
Wikipedia
Biografías
http://www.sololiteratura.comWikipedia
Biografías
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