Cada 21 de julio se celebra el Día Mundial del Perro, el animal considerado el mejor amigo del hombre.
Este día encierra una historia rica, un mensaje importante y una oportunidad para reflexionar.
Aunque no existe un organismo
oficial que haya proclamado el 21 de julio como el Día Mundial del Perro, la
fecha ha sido acogida globalmente, desde su creación en 2004, por amantes de
los animales, asociaciones protectoras y medios de comunicación, como un
momento para rendir homenaje a estos compañeros fieles.
Existe es información
histórica y estudios regionales que citan cifras y alertas emitidas por la OMS
y la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Por ejemplo, la OMS estimó en
la década de 1990 que la población mundial de perros era de 500 millones y que
el 75% de ellos eran considerados “vagabundos” o sin hogar, lo que refleja la
magnitud del problema
La efeméride fue instaurada en 2004, impulsada tras los
informe de la Organización Mundial de la Salud que alertó sobre la enorme
cantidad de perros sin hogar y el problema del abandono, que se agrava
especialmente en época estival.
POR
QUÉ SE CONMEMORA EL DÌA MUNDIAL DEL PERRO
El Día Mundial del Perro se
celebra cada 21 de julio principalmente para rendir homenaje a uno de los
animales más cercanos y afectuosos con el ser humano, pero también para crear
conciencia sobre el abandono, el maltrato y la necesidad de promover una
tenencia responsable de mascotas.
El objetivo principal es
fomentar la adopción de los perros abandonados, sensibilizar sobre su bienestar
y educar acerca de las responsabilidades que implica tener uno, promoviendo así
una cultura de respeto y empatía hacia estos animales.
Aunque la fecha no ha sido oficializada por ningún organismo internacional, ha sido ampliamente adoptada por organizaciones protectoras de animales, instituciones públicas y comunidades en diversos países.
El Día Mundial del Perro es
una jornada de reflexión y acción, que busca transformar realidades y destacar
el papel fundamental que los perros desempeñan en la vida de las personas,
tanto como compañeros emocionales, protectores y miembros de la familia
ORIGEN Y DOMESTICACIÓN
Cuando pensamos en animales
domésticos, el perro es, sin duda, uno de los primeros que se nos viene a la
mente.
Pero ¿sabes cuando empezó la
domesticación del mejor amigo del hombre? Hace nada más muchos años.
De hecho, el perro fue el primer animal en ser
domesticado por el ser humano.
Hoy en día, la mayoría de
nuestras mascotas son perros de raza.
Sin embargo, estos perros solo
representan el 15% de todos los canes que existen en la actualidad, el 85%
restante son chuchos o perros callejeros.
Hace más de 30.000 años — Orígenes en el Paleolítico
Se cree que esta relación
comenzó en Eurasia, aunque aún hay debate sobre si hubo múltiples lugares de
domesticación.
El perro (Canis familiaris) es
el primer animal domesticado por el ser humano y su historia de convivencia con
nuestra especie se remonta a miles de años atrás.
Los orígenes del perro están
en los lobos salvajes, que comenzaron a acercarse a los asentamientos humanos
durante la última glaciación, probablemente en busca de alimento y protección.
Los lobos más dóciles y menos
temerosos de los humanos fueron seleccionados natural y artificialmente para
convivir con las comunidades humanas.
La domesticación propiamente
dicha ocurrió a través de un proceso de coevolución: los lobos que se mostraron
menos agresivos y más sociables fueron adoptados por los humanos, iniciando así
una relación simbiótica donde los primeros perros ofrecían protección y ayuda
en la caza, mientras los humanos les proporcionaban alimento y refugio.
Hace
~15.000 años — Primeros perros verdaderos
Esqueleto
incompleto de un perro de 14.000 años de antigüedad, excavado en la tumba de
Bonn-Oberkassel, en Alemania.
Imagen:
Pütz Martin, Jürgen Vogel, Ralf Schmitz (LVR-LandesMuseum Bonn)
Aparecen los primeros indicios de perros morfológicamente distintos de los lobos.
Se han hallado restos en
yacimientos como Bonn-Oberkassel (Alemania), donde un perro fue enterrado junto
con humanos, lo que sugiere un vínculo emocional.
Con el tiempo, estas interacciones modificaron
tanto el comportamiento de los perros como el de los humanos, generando cambios
físicos y emocionales en ambas especies.
Las evidencias arqueológicas
más antiguas de la convivencia entre perros y humanos se encuentran en Europa,
con la célebre tumba de Bonn-Oberkassel, en Alemania, donde un hombre, una
mujer y dos perros fueron enterrados juntos hace aproximadamente 14.000 años.
El análisis de los restos de
uno de los perros, que sobrevivió a una grave infección gracias al cuidado
humano, sugiere que existían vínculos afectivos profundos, no solo utilitarios,
entre ambas especies.
Hace ~12.000
años – Los perros en América
En América, la relación
perro-humano también es antigua: los primeros entierros conjuntos datan de hace
16.000 años, aunque nuevos estudios refinan esta cronología a hace unos 12.000
años, mostrando una interacción profunda y temprana entre los pueblos indígenas
y los perros.
Esta relación fue tan intensa
que algunos investigadores especulan sobre la posibilidad de que los primeros
pobladores del continente americano llegaran acompañados de perros.
Hace
~10.000 años — Transición neolítica
Con el inicio de la
agricultura y asentamientos permanentes, los perros empiezan a cumplir roles
más definidos: pastoreo, guardia, caza.
Surgen variedades adaptadas a
distintas tareas y regiones.
Hace
~5.000 años — Civilizaciones antiguas
Perro
de guerra de Mesopotamia, aprox. año 600 AC
En Egipto, Mesopotamia, China
y América precolombina, los perros ya ocupaban lugares simbólicos, espirituales
y prácticos
Hay representaciones en
tumbas, cerámicas y arte, mostrando su importancia social.
Edad
Media — Funcionalidad y selección
Harold
Godwinson de cacería, Tapiz de Bayeux
Thincat
(Public Domain)
Se intensifica la selección de
razas por funciones específicas: sabuesos, mastines, perros ratoneros, de
compañía.
Los perros se integran en la
vida cortesana, militar y campesina.
Siglo XIX — Nacimiento de la
cinofilia moderna
Con el auge de la ciencia y la
biología, surgen clubes caninos, registros de pedigree y estándares de raza.
La cría selectiva se
formaliza, a veces priorizando la estética sobre la funcionalidad.
Siglo
XX en adelante — Compañeros familiares
Los perros se convierten en
parte integral del hogar, con roles emocionales y sociales fundamentales.
Se desarrollan nuevas
funciones terapéuticas, policiales, de asistencia, y más recientemente, incluso
detección médica.
El Rol del Perro en las Sociedades Humanas
A lo largo de la historia, el
perro ha desempeñado múltiples funciones en las sociedades humanas:
Caza y protección:
Desde los inicios, los perros
ayudaron en la caza, la guardia y la protección de los asentamientos,
facilitando la supervivencia y el desarrollo comunitario.
Razas de Perros de Caza y
Protección
Estas son las principales
razas de perros especializadas en dos grandes grupos: perros de caza y perros
de protección o guarda. Cada grupo engloba razas con características muy
particulares orientadas a su función específica.
Razas de Perros de Caza
Estas razas han sido
históricamente criadas y seleccionadas para la asistencia al ser humano en
actividades de caza, ya sea rastreando, cobrando presas, mostrando o
persiguiendo animales.
Pointer
Springer Spaniel
Labrador Retriever
Setter Inglés
Cocker Spaniel
Golden Retriever
Beagle
Braco Alemán
Galgo
Foxhound
Sabueso (Bloodhound)
Podenco Ibicenco
Perdiguero de Burgos
Vizsla húngaro (Braco Húngaro)
Alano español
Pachón navarro
Teckel
Terrier (como el Jack Russell)
Basset Hound
Grifón
Estas y otras razas pueden
dividirse en subcategorías según su especialidad: perros de rastro, muestra,
cobradores, de madriguera, galgos y podencos.
Razas de Perros de Protección
o Guarda
Estas razas destacan por su
instinto de protección, lealtad y capacidad para vigilar propiedades, familias
o ganado. Requieren entrenamiento y socialización para ser equilibrados.
Pastor Alemán
Rottweiler
Doberman Pinscher
Bullmastiff
Mastín Español
Boxer
Dogo Argentino
Pastor Caucásico
Schnauzer Gigante
Rhodesian Ridgeback
Kuvasz
Gran Danés
Staffordshire Terrier
Cane Corso
Perro de Presa Canario
Komondor
Chow Chow
Fila Brasileiro
Pastor Belga Malinois
Perro de Montaña del Pirineo
San Bernardo
Estos perros han sido elegidos
tanto para proteger hogares como para tareas de defensa personal o resguardo de
ganado y suelen sobresalir por su tamaño, fuerza y valentía.
Notas Importantes
La elección de una raza debe considerar el entorno, nivel de actividad, experiencia con perros y necesidades específicas del dueño.
Muchas razas de caza también pueden ser excelentes compañeros familiares si reciben el ejercicio y la estimulación adecuados.
Los perros de protección
necesitan un adiestramiento y socialización responsables para garantizar su
equilibrio psicológico y su capacidad para convivir en familia.
Pastoreo y transporte:
En sociedades agrícolas, los
perros se especializaron en el manejo de rebaños y en el transporte de cargas.
Razas de perros de pastoreo
Los perros de pastoreo se
especializan en guiar, agrupar y controlar rebaños de ganado, especialmente
ovinos (ovejas), aunque algunas razas también trabajan con bovinos (vacas).
Según su función, se dividen en dos tipos principales:
Perros de conducción o carea:
Guían el ganado en movimiento, respondiendo a las órdenes del pastor.
Perros de guarda:
Defienden el
rebaño de depredadores, actuando de forma autónoma y disuasoria.
Principales razas de pastoreo
incluyen:
Border Collie:
Considerado el
mejor perro pastor de ovejas, destaca por su inteligencia, energía y capacidad
de obediencia extrema.
Pastor Alemán:
Versátil,
inteligente y equilibrado, apto tanto para guiar como para proteger rebaños.
Pastor Belga:
Incluye cuatro
variedades (Groenendael, Malinois, Laekenois, Tervuerense), todas muy hábiles
en el pastoreo de ovejas.
Pastor Australiano:
Muy
trabajador y leal, excelente para el manejo de ovinos y bovinos.
Pastor de los Pirineos:
Resistente y ágil, ideal para terrenos difíciles.
Pastor de los Cárpatos:
Robusto y protector, utilizado en regiones montañosas de Europa Central.
Corgi:
Aunque pequeño, es un
eficiente pastor de ganado.
Gos d’atura (Pastor Catalán):
Leal y ágil, tradicional en España.
Pastor Vasco (Txacurra):
Ágil
y con fuerte instinto de protección.
Otros pastores españoles:
Carea castellanomanchego,
Pastor garafiano,
Can de Chira,
Can de Palleiro,
Lobito herreño,
Ca de Bestiar (Pastor mallorquín).
Las razas de boyeros se centran en el manejo de ganado bovino, siendo generalmente más grandes y robustas, como el
Boyero de Flandes
o el Mastín español.
Razas de perros de transporte
El concepto de perros de transporte es menos común en la clasificación actual de razas caninas. Históricamente, algunos perros de tiro —como el
Husky siberiano,
el Malamute de Alaska,
el Samoyedo y
el Perro de Groenlandia—
han sido utilizados para arrastrar trineos y cargas en regiones árticas.
Sin embargo, en la mayoría de las regiones templadas y cálidas, no existen razas caninas específicamente seleccionadas para el transporte, salvo los perros de tiro nórdicos mencionados.
Perros de transporte (tiro): Husky siberiano, Malamute de Alaska, Samoyedo, Perro de Groenlandia (no son propiamente razas “de transporte” en la clasificación zoológica estándar, pero sí han sido históricamente utilizados para este fin).
No existen razas seleccionadas
para el transporte de carga en el sentido amplio fuera de los perros nórdicos
de tiro; las tareas de carga en climas cálidos y templados han sido siempre
realizadas por otros animales como caballos, mulas o bueyes.
Compañía y vínculo afectivo:
Con el tiempo, el perro pasó
de ser un aliado funcional a un miembro de la familia, generando lazos
emocionales profundos.
La oxitocina, hormona asociada
al apego, se libera tanto en humanos como en perros cuando interactúan,
fortaleciendo el vínculo social entre ambas especies.
Las razas de perros tradicionalmente consideradas de compañía y especialmente vinculadas al afecto humano son aquellas seleccionadas por su temperamento sociable, su deseo de proximidad y su capacidad para establecer lazos emocionales profundos con las personas.
No todas las razas grandes o “de trabajo” son ideales para este fin, pero sí muchas razas medianas, pequeñas y miniatura, así como algunas de tamaño grande pero de carácter equilibrado y cercano.
Razas destacadas de compañía y
vínculo afectivo
Entre las más cariñosas y
afectivas suelen aparecer:
Labrador Retriever:
Ampliamente reconocido por su carácter amigable, leal y equilibrado; es muy
sociable con niños, adultos y otras mascotas, y suele buscar el contacto y el
juego con su familia.
Golden Retriever:
Destaca por
su naturaleza gentil, empatía y capacidad para percibir y responder a las
emociones humanas; es frecuente como perro de terapia y compañía.
Cavalier King Charles Spaniel:
Conocido como “perro de velcro” por su deseo de estar siempre cerca de sus
dueños, es extremadamente afectuoso y busca el contacto físico constante.
Caniche:
Muy sensible, dulce y
cercano a su familia, se adapta bien a diferentes ambientes y es un compañero
cariñoso y empático.
Cocker Spaniel:
Alegre, lleno
de energía y muy apegado a sus dueños, disfruta de mimos y juegos, y es ideal
para familias activas.
Bichón:
Familia de razas
(maltés, frisé, havanés, boloñés, coton de Tuléar, Löwchen) especialmente
selectas para la compañía, reconocidas por su vínculo estrecho y comportamiento
juguetón.
Shih Tzu:
Pequeño, cariñoso y
juguetón, busca la compañía y el afecto humanos de manera constante.
Bulldog Francés:
Aunque de
aspecto robusto, es muy tierno, amigable y disfruta de la convivencia en
familia.
Pomerania, Yorkshire Terrier, Cockapoo:
Razas pequeñas, vivaces y muy cercanas a sus dueños, ideales para la
vida en departamento y la compañía constante.
Boxer:
A pesar de su tamaño y
energía, es muy leal, cariñoso y protector con su familia.
Setter Irlandés:
Juguetón,
cariñoso y muy sociable, busca el contacto y el juego con los humanos.
Collie:
Inteligente, leal y
protector, disfruta de la compañía familiar y es muy sensible a las emociones
humanas.
Bulldog Inglés, Bulldog Francés, Staffordshire Bull Terrier, Pitbull Terrier Americano:
Con buena
educación y socialización, pueden ser extremadamente cariñosos y leales.
Pug, Chihuahua, Bichón Frisé:
Perros miniatura muy apegados a sus dueños, ideales para la compañía en
espacios pequeños.
Características comunes
Búsqueda de contacto físico:
Muchas de estas razas disfrutan de mimos, abrazos y dormir cerca de sus dueños.
Empatía:
Detectan y responden
a las emociones humanas, ofreciendo consuelo y afecto.
Sociabilidad:
Son amigables
con extraños, niños y otras mascotas, facilitando la convivencia.
Adaptabilidad:
Se integran
bien en diferentes tipos de hogar, desde apartamentos hasta casas con jardín.
Nota importante
Aunque la raza es un buen indicador, el carácter individual, la educación y la socialización son fundamentales en la relación afectiva entre perro y humano. Incluso razas consideradas “de trabajo” pueden desarrollar un vínculo profundo si se crían en un ambiente familiar y afectuosos.
Estas razas son especialmente
recomendadas para quienes buscan un perro que ofrezca compañía y afecto
constante, adaptándose a diferentes estilos de vida y necesidades familiares.
Simbología cultural y religiosa
Perros en el folclore, mitología y religión de todo
el mundo
El perro ha ocupado un lugar
destacado en el folclore, la mitología y las religiones de todo el mundo,
especialmente en las culturas mesoamericanas.
El perro ha tenido una
presencia prominente en el folclore, la mitología y las religiones de diversas
culturas, especialmente en Mesoamérica, pero también en la antigua Grecia,
Egipto, Escandinavia y otras regiones.
Su papel es generalmente el de
guía de almas, protector y mediador entre los mundos humano y sobrenatural.
Perros mesoamericanos:
Xoloitzcuintle y la cosmovisión sagrada
En Mesoamérica, el perro ocupó
un lugar central en la cosmovisión religiosa, destacando el xoloitzcuintle,
raza ancestral sin pelo originaria de México, considerada sagrada y vinculada a
la muerte y al inframundo.
Xólotl (Xolotl):
En la mitología azteca y
tolteca, Xólotl era el dios del relámpago, el atardecer, la muerte y el
inframundo, representado como un hombre con cabeza de perro o como un perro
gigante.
Se le atribuía la misión de
guiar las almas de los difuntos en su travesía hacia el Mictlán, el reino de
los muertos.
Xoloitzcuintle:
En náhuatl, el término
significa “perro de los dioses” (“xolotl” + “itzcuintli”).
Era símbolo de pureza y se
creía que poseía poderes curativos y la capacidad de detectar espíritus
malignos.
Los arqueólogos han encontrado
representaciones de estos perros en tumbas y cerámicas, evidenciando su papel
como compañeros en la vida, la enfermedad y la muerte, incluso enterrados junto
a sus dueños para guiarles en el más allá.
Perros de Colima:
En la cultura de Colima (occidente de México),
se realizaban figuras de cerámica de perros, asociados también al auxilio de
las almas para cruzar un río peligroso en su camino al más allá.
Calendario y dualidad:
El décimo día del calendario
mesoamericano se llama “perro” (itzcuintli en náhuatl, tz’i’ en maya ki’che’),
lo que refleja su importancia simbólica.
En la cosmovisión maya, el
perro también estaba vinculado a la dualidad y a Venus, asociándose al amanecer
y al atardecer.
Función de “psicopompo”:
Cuando alguien moría, los
nahuas y los mayas sacrificaban un perro y lo enterraban con el difunto, pues
pensaban que cuando el espíritu del muerto llegara al gran río del inframundo
encontraría al del perro y montaría sobre su lomo para atravesar el caudal y
llegar al recinto del dios de la muerte. Un muerto acompañado de un
xoloitzcuintli llega hasta Mictlantecuhtli y ambos hacen una ofrenda de papel
al dios. Códice Laud, p. 26. Reprografía: Marco Antonio Pacheco / Raíces
Perros en otras culturas del mundo
Grecia antigua:
Cerbero, el perro de tres
cabezas, guardián del inframundo en la mitología griega.
Egipto:
Anubis, dios con cabeza de
chacal (animal relacionado con el perro en el simbolismo egipcio), conductor de
almas y protector de las tumbas.
Cultura celta y escandinava:
El perro aparece como símbolo
de lealtad, protección y, ocasionalmente, como guía o guardián entre mundos.
Cambios Físicos y Conductuales
La domesticación ha modificado significativamente la biología y el
comportamiento de los perros.
La selección artificial por parte de los humanos favoreció rasgos como
la docilidad, la capacidad de interpretar las emociones humanas y la
adaptabilidad a diversos entornos.
Los perros pueden distinguir entre expresiones faciales humanas
positivas y negativas, y reaccionar en consecuencia, una habilidad única entre
los animales domésticos.
Cambios
físicos en los perros
A lo largo de miles de años,
los perros han experimentado profundos cambios físicos, principalmente por la
intervención humana mediante la cría selectiva y, más recientemente, por una
evolución adaptativa a la vida moderna. Algunos de estos cambios destacados
son:
Variación morfológica extrema:
Los perros domésticos muestran
una diversidad física sin precedentes en el reino animal, desde el chihuahua
hasta el san bernardo, en tamaño, forma del cráneo, longitud de las patas, tipo
de pelaje y estructura corporal.
Modificaciones craneofaciales:
Muchas razas presentan hocicos
más cortos, cráneos más redondeados y cambios en la posición de los ojos, lo
que, en casos como el bulldog o el carlino, ha provocado problemas
respiratorios y dificultades en el parto natural.
Alteraciones en extremidades:
Razas como el perro salchicha
o el basset hound tienen patas muy cortas debido a la selección artificial, lo
que en algunos casos afecta su movilidad y salud articular.
Cambios en el pelaje:
Razas como el collie barbudo o
el san bernardo han desarrollado pelajes más largos y espesos, lo que puede
causar problemas de temperatura y salud cutánea.
Orejas y cola:
Muchas razas modernas tienen
orejas caídas (no presentes en los lobos) y colas cortas o enrolladas,
resultado de la selección humana.
Problemas de salud asociados:
La insistencia en ciertos
rasgos estéticos ha llevado a problemas genéticos como displasia de cadera,
dificultades respiratorias, predisposición a enfermedades cardíacas y reducción
de la esperanza de vida en razas como bulldog, pastor alemán y boxer.
Cambios
conductuales en los perros
La domesticación y la
convivencia con humanos también han transformado el comportamiento de los
perros:
Mayor sociabilidad:
Los perros actuales son mucho
más sociables y tolerantes con humanos y otros animales que sus ancestros
lobos, mostrando una capacidad única para interpretar señales humanas y
cooperar.
Reducción de instintos
salvajes:
Han perdido parte de su instinto
de caza y territorialidad, adaptándose mejor a la vida en entornos urbanos y a
la rutina familiar.
Plasticidad conductual:
Los perros muestran una
notable capacidad para aprender y adaptarse a diferentes roles: guardia,
pastor, compañía, terapia, etc., reflejando una gran flexibilidad en su
comportamiento.
Evolución hacia la urbanidad:
Estudios recientes sugieren
que los perros están experimentando cambios genéticos y conductuales que los
hacen más adaptables a la vida urbana, mostrando menos agresividad y más
capacidad para convivir en espacios reducidos y con otros perros.
Comunicación con humanos:
Han desarrollado habilidades
comunicativas avanzadas, como el contacto visual prolongado y la interpretación
de gestos, que facilitan la interacción con las personas.
La Relación en la Actualidad
Hoy, el perro es considerado
mejor amigo del hombre en muchas culturas, especialmente en Occidente, donde
más del 48% de los hogares tienen un perro como mascota.
La relación ha evolucionado de
ser puramente utilitaria a ser principalmente afectiva, y los perros ocupan un
lugar central en la vida emocional y social de las personas. Sin embargo, la
percepción de los perros varía según la cultura y la región, y no siempre es
positiva.
Síntesis y Perspectiva Histórica
La historia del perro es, en
gran medida, la historia de una alianza única entre especies.
Desde la cooperación mutua
para la supervivencia hasta la profunda integración en la vida familiar y
emocional, la relación perro-humano ha sido clave en la evolución cultural y
social de la humanidad.
El proceso de domesticación ha
transformado tanto a los perros como a los humanos, moldeando comportamientos,
emociones y vidas en torno a una convivencia que perdura y se reinventa a lo
largo de los milenios.
https://www.expertoanimal.com/domesticacion-del-perro-origen-e-historia-26182.html
https://www.worldhistory.org/trans/es/2-1385/perros-y-collares-en-la-edad-media/
https://www.muyinteresante.com/naturaleza/64874.html
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