Blog de Arinda

OBJETIVO :En este Blog vas a encontrar mis producciones en pintura y escultura. Además, material recopilado a través de mi trabajo como maestra, directora e inspectora, que puede ser de interés para docentes y estudiantes magisteriales .

miércoles, 9 de julio de 2025

EL 9 DE JULIO DE 1926 NACIÓ CLAREL NEME

El Mundo Irónico de Clarel

 Neme: Crítica y Humor en el

 Arte

 





Clarel Neme fue un pintor uruguayo nacido en Rivera el 9 de julio de 1926.
Fue un pintor uruguayo de ascendencia libanesa.

Clarel Neme se ubica en la generación que surge en nuestro país en la década del 60, generación fermental e innovadora tanto en la figuración como en la abstracción.

La búsqueda de un lenguaje que reflejara la realidad nacional y latinoamericana no estuvo exenta de un expresionismo audaz. Clarel Neme se mantuvo independiente de estas tendencias, aunque coincidió en la exploración del humor del grotesco y de la sátira con Solari, con Jorge Páez Vilaró, con los jóvenes del llamado “Dibujazo”, que se nutrían del mundo de lo surreal y del monstruismo, ya entrados los años setenta.

Los padres de Clarel Neme fueron Isidro y María, inmigrantes de ascendencia libanesa que llegaron a Uruguay. 

Su padre, Isidro, provenía del Líbano y logró un éxito comercial que permitió a la familia disfrutar de una buena situación económica en Rivera, su ciudad natal.

Sin embargo, Clarel quedó huérfano de padre y madre cuando todavía era un niño, lo que lo llevó a vivir en Montevideo con dos de sus hermanos, Yamile y Eduardo


Los tres debieron entonces enfrentar una realidad muy distinta a la anterior en su Rivera natal habían disfrutado gracias al éxito comercial alcanzado por su padre.

Clarel Neme realizó sus estudios elementales y secundarios en Rivera, su ciudad natal.

Fue alumno de dibujo en 2º año del Liceo Departamental de Rivera, donde tuvo como profesor a Tell Ramis, un pintor y profesor de dibujo que vivía cerca de su casa y lo incentivó a desarrollar su talento artístico desde joven.


En 1943 se trasladó a Montevideo para continuar sus estudios, inicialmente con la intención de estudiar medicina, pero mantuvo su interés por la pintura. 

Fue viajante, vendedor de electrodomésticos, de repuestos de autos, de artículos de ferretería, de productos farmacéuticos y de muchas otras variadas mercaderías.

Recorrió el Uruguay de extremo a extremo, tal como lo había hecho en un principio su padre.

 Anduvo en incómodos ferrocarriles, durmió en hoteles que no se distinguían por su esplendor, fue un mercachifle incansable, “el turco vendedor” que continuaba despejando el camino para que una vez que terminara de recorrerlo llegara finalmente a dibujar la colorida línea de su horizonte, es decir, la pintura.

Clarel Neme

En Montevideo vivió en una pensión, abandonó rápidamente los estudios de medicina y conoció a Alicia Karlen Gugelmeier, quien en 1948 se convertiría en su esposa y muy probablemente en el gran amor de su vida. 

Ese casamiento provocó duros rechazos en tanto ella estaba divorciada, tenía dos hijos y era trece años mayor que él, todo lo cual en la década de los cuarenta del siglo pasado no se aceptaba pacíficamente.

El joven Neme, de apenas veintidós

años, mientras tanto seguía trabajando como agente viajero.

 Los esposos vivieron la amistad, por el amor a los animales –era vegetariano- y por la naturaleza, se las ingeniaba siempre para desparramar en las reuniones un contagioso sentido del humor.

 Era en aquellos momentos cuando se imponía una verdad indiscutible: para Neme vivir era necesario.

 Tampoco la literatura le fue ajena.

 Era un gran lector que consumía libros de los más variados géneros, entre ellos también los que trataban temas esotéricos –influencia de Alicia Karlen Gugelmeier- que se declaraba admirador de la obra de Juan Carlos Onetti y que se lamentaba por no haberlo conocido.

Es que casualmente Onetti había vivido en Colón, aunque en una época anterior a la llegada de Neme a ese barrio.

En cierto momento, incluso, la literatura se unió además a sus pinturas en tanto sus muñecas fueron relacionadas con personajes salidos de la obra de Felisberto Hernández.

Por lo demás, varios escritores uruguayos entusiasmados por la elocuencia provocadora de sus figuras y por la sensibilidad que irradiaban decidieron utilizar algunos de sus cuadros para ilustrar la tapa de sus libros. 


En 1955, Clarel Neme ingresó a la Escuela Nacional de Bellas Artes de Montevideo, donde estudió dibujo y pintura bajo la tutela de Vicente Martín en las clases nocturnas.

Esta etapa formativa fue fundamental para consolidar su técnica y estilo, caracterizados por un realismo académico y una mirada crítica y sarcástica sobre la sociedad.

Durante esos años, Neme desarrolló una pintura con un aplomo técnico que no era un simple alarde, sino un medio para expresarse con comodidad y profundidad.

Su formación en la Escuela Nacional de Bellas Artes coincidió con una generación de artistas fermentales e innovadores en Uruguay, aunque Neme se mantuvo independiente de las corrientes predominantes como la abstracción, prefiriendo explorar el humor, el grotesco y la sátira.

 En 1960, Clarel Neme participó por primera vez en el Salón Nacional de Pintura en Montevideo, un evento clave para artistas plásticos en Uruguay que reúne lo más destacado de la producción nacional.

Esta participación marcó el inicio de su presencia constante en los salones nacionales y municipales desde esa década, consolidando su reconocimiento en el ámbito artístico local.

En 1962, Clarel Neme participó nuevamente en el Salón Nacional de Pintura en Montevideo, consolidando su presencia en este importante espacio de exhibición para artistas uruguayos.

 Esta participación se dio en un momento clave de su carrera, justo antes de obtener la beca Carlos María Herrera que le permitió viajar a Europa ese mismo año para ampliar sus estudios y su contacto con la pintura universal.

Su obra en el Salón Nacional de 1962 ya mostraba su estilo distintivo, caracterizado por un realismo técnico y una mirada irónica y crítica sobre la sociedad, con figuras humanas de tono caricaturesco y escenas que combinaban humor y sátira.

A pesar de que la plástica uruguaya de la época tendía hacia la abstracción, Neme mantuvo una postura independiente, desarrollando una iconografía propia que lo distinguió en los salones nacionales y municipales desde 1960 en adelante.


En 1962, Clarel Neme obtuvo por concurso la beca Carlos María Herrera, un importante reconocimiento que le permitió realizar un viaje de estudios a Europa.

 Este viaje fue fundamental para su desarrollo artístico, ya que le brindó la oportunidad de ampliar sus conocimientos y contemplar directamente la obra de grandes maestros de la pintura universal, como Van Gogh, Goya, Velázquez y Brueghel.

La experiencia europea enriqueció su técnica y su visión artística, consolidando su estilo propio caracterizado por un realismo maduro, una mirada crítica y un uso del humor y la sátira.

 Este período de formación y contacto con la tradición pictórica europea fue decisivo para que Neme pudiera reafirmar su vocación artística, que se mantuvo firme a pesar de las corrientes predominantes en Uruguay en ese momento, como la abstracción.

La beca y el viaje demostraron que su inclinación profunda hacia la pintura podía imponerse a los obstáculos y marcaron un punto de inflexión en su carrera, que luego fue reconocida con premios y exposiciones tanto en Uruguay como en el extranjero.


El camino que Neme recorrió desde aquel momento no hizo otra cosa que demostrar que la vocación, esa inclinación profunda a una actividad determinada difícilmente explicable, es capaz de imponerse a pesar de los escollos que parecen destinados a apagarla.

De regreso a Uruguay, comenzó muy pronto a realizar exposiciones individuales y a participar en diversos salones nacionales y municipales.

 Con una pintura muy imaginativa Neme crea grotescas y voluminosas encarnaciones de expresionismo rudo y despojado, con el que retrata la condición humana.  Evidencia una crítica social cruda al mismo tiempo que poética.

 Un extraño clima es logrado por el uso de un cromatismo irreal.  En su obra aparece el humor, el talento y la sensibilidad. Sus pinturas son poseedoras de una ironía inusual y una técnica apreciable.

Creador de mundos poblados de mujeres gordas y personajes burlescos, que generan diálogos con el espectador a través de la mirada. A partir de la pintura ironiza sobre aspectos de la sociedad, como las convenciones de la belleza, el consumo, el poder y la seducción. Sus personajes se muestran en su mundo interior y generalmente con una mirada despreocupada, con expresión apacible.

Además del toque grotesco, satírico y crítico, se nota una iconografía propia del artista, diferenciable y única.  O sea, hay una creación dentro de la creación, lo cual es una circunstancia muy afortunada.

Pocos son los artistas con elementos propios que hacen identificable su obra casi con sólo mirarla. Los escasos biógrafos de Neme han apuntado su carácter propio de la gente de perfil bajo. Pero al mismo tiempo destacan su alta valoración de la amistad y la actividad que desarrollaba en su casona de Colón (Montevideo, Uruguay).






En 1966, Clarel Neme realizó su primera exposición individual en la Galería Moretti de Montevideo, dirigida por Julieta Moretti.

La muestra estuvo integrada por 25 óleos que abarcaban variados temas, marcando el inicio de una modalidad expositiva que se repetiría a lo largo de su carrera.

Esta exposición fue un momento clave para Neme, ya que le permitió presentar de manera concentrada su obra, caracterizada por un realismo académico con un toque sarcástico y crítico hacia la sociedad.

La muestra en Galería Moretti destacó por la calidad técnica y la originalidad de su pintura, que combina un aplomo académico con un humor incisivo y una mirada burlona sobre la condición humana y la realidad uruguaya. Este sello personal, alejado de modas y tendencias pasajeras, fue una constante en su trayectoria.

En 1966, Clarel Neme participó en el XXX Salón Nacional de Pintura en Montevideo, donde fue reconocido con la medalla de bronce, un importante premio que destacó su obra dentro de la escena artística nacional.

Esta participación formó parte de una serie de apariciones en los salones nacionales desde 1960, que le permitieron consolidar su presencia y reputación en el ámbito plástico uruguayo.

En ese mismo año, además de participar en el Salón Nacional, Neme expuso en el Salón del Retrato del Museo Nacional de Bellas Artes, lo que evidencia la diversidad y el reconocimiento de su trabajo en diferentes espacios oficiales. Su pintura en esta época ya mostraba su sello característico: un realismo académico con una mirada irónica y sarcástica sobre la sociedad, poblada de figuras caricaturescas que expresaban críticas sociales y humanas con humor y profundidad.

 La medalla de bronce obtenida en el XXX Salón Nacional de 1966 fue un reconocimiento a su maestría técnica y a la originalidad de su propuesta, que se mantuvo independiente de las corrientes predominantes como la abstracción, consolidándolo como un artista singular dentro de la plástica uruguaya.

En el año 1967 participa en el Salón Municipal de Montevideo, Uruguay.

También en 1967, Clarel Neme participó en una exposición organizada por la Comisión Nacional de Bellas Artes en Paysandú, junto a otros artistas como Cristiani, Solari y Suárez.

Esta muestra formó parte de su activa participación en salones y exposiciones oficiales durante la década de 1960, que contribuyeron a consolidar su presencia en la escena artística uruguaya.

La participación en esta comisión reflejó su integración en los circuitos institucionales del arte nacional, donde su obra destacaba por un realismo académico con una mirada crítica y sarcástica sobre la sociedad.

En ese contexto, Neme se mantuvo independiente de las corrientes predominantes como la abstracción, explorando en cambio el humor, el grotesco y la sátira, en sintonía con otros artistas de su generación.

Esta experiencia en Paysandú fue parte de un proceso que incluyó también su participación en salones nacionales, municipales y otras exposiciones colectivas, consolidando su trayectoria y reconocimiento que luego se reflejaría en premios y muestras individuales.

Clarel Neme | 19 años sin Clarel Neme. #natalicio #recordaresvivir Clarel  Neme (Rivera, Uruguay), 9 de julio de 1926 - Montevideo, 14 de febrero  de... | Instagram

En el año 1968 realiza una exposición individual en Galería Portón de San Pedro (Montevideo, Uruguay).

También en el año 1968, Clarel Neme participó en una exposición colectiva organizada por el First National City Bank en Montevideo, junto a otros artistas destacados como Capozzoli, Ramos, Sartore, Solari y Tejera. Esta muestra formó parte de una serie de exhibiciones colectivas dentro y fuera del país en las que Neme estuvo presente, consolidando su trayectoria y visibilidad en el circuito artístico uruguayo.

 La participación en el First National City Bank fue un reflejo de la consolidación de Neme como un artista que, manteniendo un realismo técnico y académico, se apartaba de las modas predominantes para desarrollar un lenguaje propio, lleno de humor, crítica social y una mirada profunda sobre la condición humana.

En el año 1969 realiza una exposición individual en Alianza Cultural Uruguay-USA (Montevideo, Uruguay).

Boda, 1966. Clarel Neme (1926-2004). Óleo sobre tela.  56 x 42 cm. Nº inv. 2237.

Boda, 1966. Clarel Neme (1926-2004). Óleo sobre tela. 56 x 42 cm. Nº inv. 2237.

 

En el año 1970, Clarel Neme realizó una exposición individual en la Galería Karlen Gugelmeier de Montevideo, un espacio que se convertiría en un lugar clave para su crrera artística durante más de una década, ya que mantuvo una relación estrecha y continua con esta galería hasta 1983.

Esta muestra fue significativa porque presentó una producción que abarcaba aproximadamente los diez años anteriores, desde 1960 hasta 1970, reflejando la evolución de su estilo y su consolidación como un pintor con un lenguaje propio.

La exposición evidenció su característico realismo académico, con figuras humanas de tono caricaturesco y una mirada crítica y sarcástica sobre la sociedad. Su obra combinaba una técnica pulcra y sólida con un humor irónico, explorando temas como la glotonería, la simulación, la falsa idealización de la belleza femenina y la ridiculez de ciertas apariencias, todo ello con una transparencia real y un aplomo que solo la maestría permite.

La crítica valoró especialmente la capacidad de Neme para dotar al expresionismo figurativo de un contenido nuevo, con una imaginería que rozaba el sarcasmo y la miniaturización de detalles que sintetizaban efectos emocionales profundos.

La alianza profesional y personal con Alicia Karlen, directora de la galería, fue fundamental para la difusión y reconocimiento de su obra en este período.  

Clarel Neme | Clarel Neme. Nació en Rivera el 9 de julio de 1926. Inició en  1955 su estudios de dibujo y pintura en la Escuela Nacional de Bellas  Artes,... | Instagram

En el año 1982 realiza una exposición individual en Galería Portón de San Pedro (Montevideo, Uruguay).

En 1983, Clarel Neme realizó una exposición individual en la Galería Karlen Gugelmeier de Montevideo, que recibió amplia cobertura en la prensa local.

En esta muestra se exhibieron sus célebres temas recurrentes, como las “gordas”, las “muñecas” y personajes solitarios, figuras características de su obra que combinan un realismo técnico con una carga crítica y poética.

La crítica destacó en esta exposición la “orquesta de muecas” que Neme desplegaba, resaltando el lirismo y la poesía presentes en sus pinturas, aspectos que alejaban su obra de posturas corrosivas o lacerantes. Esta muestra reafirmó la continuidad y madurez de su estilo, que se mantuvo firme y personal a lo largo de los años, al margen de las modas y tendencias vanguardistas.

 Esta exposición de 1983 se inscribe en esa etapa fructífera, que contribuyó a consolidar su lugar en la plástica uruguaya.


En el año 1992 realizó una exposición individual en el Museo de Arte Americano (Maldonado, Uruguay).

 En el año 1994, Clarel Neme realizó una exposición individual en la Galería Swiss Bank Corp. en Montevideo, organizada por la Galería Aramayo.

La exposición en Swiss Bank Corp. reafirmó su estilo característico: una pintura resuelta con un aplomo académico, que no busca el alarde sino la expresión cómoda y profunda, combinando una mirada crítica, irónica y a la vez poética sobre la sociedad y la condición humana.

Su obra, cargada de humor y sátira, seguía explorando temas como la glotonería, la simulación, la falsa idealización de la belleza y la ridiculez de ciertas apariencias, consolidando su legado dentro del arte nacional.

En 1995, Clarel Neme fue uno de los artistas reconocidos con el Premio Figari, otorgado por el Banco Central del Uruguay en la primera edición de este galardón que busca distinguir la trayectoria de artistas visuales nacionales.

Aunque el primer premio de esa edición fue para Jorge Damiani, Neme fue uno de los cinco artistas destacados junto a Amalia Nieto, Juan Storm y Américo Spósito.

 

El Premio Figari fue instituido ese mismo año como un reconocimiento a la carrera y aporte artístico de figuras consagradas en la plástica uruguaya, y lleva el nombre de Pedro Figari, un referente fundamental del arte nacional.

Este galardón representa una consagración para los artistas en actividad y es otorgado por un comité y jurado especializados designados por el Banco Central del Uruguay.

Para Clarel Neme, recibir este premio significó un reconocimiento oficial y público a su obra, que se caracteriza por un realismo técnico con una mirada irónica y sarcástica sobre la sociedad, plasmada en personajes caricaturescos y escenas cargadas de humor y crítica social.

 El premio reafirmó su lugar entre los grandes artistas uruguayos del siglo XX y contribuyó a mantener vivo su legado artístico

Falleció en Montevideo el 14 de febrero de 2004.

HOMENAJES

 

Se han realizado diversos homenajes póstumos a Clarel Neme para mantener vivo su recuerdo y el de su obra, destacándose:

 Exposiciones antológicas

El Museo Nacional de Artes Visuales (MNAV) de Montevideo realizó en 2013 la exposición "Clarel Neme – Una poesía sarcástica en la pintura", considerada una muestra antológica que permitió apreciar por primera vez el conjunto de su trabajo. Esta exposición contó con la colaboración de su hermana Yamile Neme, coleccionistas privados que cedieron temporalmente sus obras, y el apoyo de galerías de arte.

 Publicaciones

Se han publicado libros sobre su vida y obra, como la biografía escrita por Miguel Ángel Campodónico. Estas publicaciones buscan rescatar y difundir el legado de Neme, combatiendo la "capacidad de olvido" y la "indiferencia" que a veces experimenta el público uruguayo hacia sus artistas. La vigencia de Neme a casi cinco años de su muerte fue evidenciada por la publicación de un libro sobre sus pinturas.

 

Reconocimientos y distinciones

En 1995, antes de su fallecimiento en 2004, Neme fue convocado para la primera edición del Premio Pedro Figari, un reconocimiento a su trayectoria, inscribiéndolo entre los artistas consagrados de la plástica uruguaya.

 

Presencia en redes sociales

Existe una cuenta en Instagram dedicada a Clarel Neme, que comparte información sobre el artista y conmemora fechas importantes como su nacimiento.

 

Análisis y difusión en medios

Su obra ha sido objeto de análisis en diversas publicaciones y artículos, destacando la singularidad de su estilo y su aporte a la plástica uruguaya.

Estos esfuerzos buscan asegurar que su estilo "directo, claro, conciso e inteligente", así como su humor e inventiva, trasciendan el tiempo y sigan siendo reconocidos. 

 

LEGADO

 

Clarel Neme dejó un legado artístico que combina la sabiduría infantil de Rousseau con la captación psicológica de Rafael, creando un arte que es a la vez técnico, ético, crítico y profundamente humano, con un estilo inconfundible que desafía la moda y se mantiene vigente por su originalidad y profundidad.


El legado en el arte dejado por Clarel Neme se caracteriza por una pintura profundamente realista, cargada de una mirada sarcástica y crítica sobre la condición humana, especialmente en su contexto local uruguayo. Su obra destaca por:

 

Un realismo maduro y técnico, que se mantuvo firme durante la época en que predominaba la abstracción en Uruguay, mostrando una maestría académica que no era un simple alarde, sino un medio para expresar con comodidad y profundidad sus ideas.

 Una narrativa visual que desmitifica y crea mundos invisibles, con personajes que reflejan vidas interiores y pensamientos complejos, a menudo con gestos, miradas y actitudes que desafían al espectador y al artista mismo.

 

Un uso del humor, la sátira y el sarcasmo, que se manifiesta en obras que combinan lo grotesco con lo poético, y que exploran temas sociales y humanos con una mirada crítica pero también lúdica y ética.


Una paleta y técnica que enfatizan la transparencia y la sutileza, donde la luz, el color y la pincelada trabajan para subrayar significados más allá del mero claroscuro, creando un microcosmos único en la pintura nacional de su tiempo.

 Una influencia europea y un contacto con grandes maestros, que enriquecieron su visión y técnica, sin dejarse arrastrar por modas o tendencias, sino desarrollando un estilo propio y reconocible.

 Un aporte también en la formación cultural y artística en Uruguay, no solo a través de su obra sino también como docente y figura relevante en la escena artística local.

 FUENTES

FUENTES

https://mnav.gub.uy/cms.php?a=321

https://www.facebook.com/ClarelNeme

https://es.wikipedia.org/wiki/Clarel_Neme

https://autores.uy/autor/429

https://www.museofigari.gub.uy/innovaportal/v/10891/20/mecweb/premio-figari-1995-2010?parentid=6220

https://museos.uy/arteactivo/artistas/item/neme-clarel.html

 


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