REPRESENTANTE DE LA POESIA NEGRA
"Mi patria es dulce por fuera,
y muy amarga por dentro;
mi patria es dulce por fuera,
con su verde primavera,
con su verde primavera,
y un sol de hiel en el centro".
Nicolás Guillén, El son entero
y muy amarga por dentro;
mi patria es dulce por fuera,
con su verde primavera,
con su verde primavera,
y un sol de hiel en el centro".
Nicolás Guillén, El son entero
Nicolás Guillén nace en Camagüey, el 10 de julio de 1902, el mismo año que se establece la República de Cuba, por lo que, puede decirse, que nace con su patria. Bautizado con el nombre de Nicolás Cristóbal Guillén Batista.Fue un poeta, periodista y activista político cubano al que se le considera un genuino representante de la poesía negra de su país.
Casa natal de Nocolás Guillén hoy Museo
Su padre fue Nicolás Guillén Urra, director del diario Las Dos Repúblicas y consejero provincial del Partido Nacional Liberal, y su madre fue Argelia Batista Arrieta. Ambos eran de origen mulato, mestizaje blanquinegro, síntesis de lo criollo y de la cubanidad, que el poeta utilizará en su poesía como materia prima para su canto.
Nicolás Guillén con su hermano menor, Francisco.
En el año 1906 tiene lugar el levantamiento del Partido Nacional Liberal contra la reelección del presidente Estrada Palma, que deriva en una nueva ocupación militar norteamericana, amparada en la Enmienda Platt de la Constitución de 1901, anexo que otorgaba a EE. UU. el control de la política exterior cubana y le confería el derecho de asentar bases e intervenir militarmente en la isla cuando lo considerara conveniente.
Nicolás Guillén Urra, padre de Nicolás Guillén.
Se celebran elecciones en Cuba en el año 1908. En ellas obtiene el triunfo el partido al que pertenece el padre del poeta, lo que lo convierte en senador por su provincia de 1909 a 1913. En dichos comicios el general José Miguel Gómez es elegido nuevo presidente de la República.
Argelia Batista Arrieta, madre de Nicolás Guillén.
La familia tenía un elevado nivel cultural y social.
La madre de Nicolás, era una mujer de carácter y valor, se encargó de la formación de sus hijos y del hogar.
Entre los años 1908-1912 el joven Nicolás Guillén asiste a las aulas del Instituto Provincial de Camagüey y aprende sus primeras letras. Recibe una educación profundamente influida por la religión católica.
El triunfo de los conservadores en las urnas en 1913, priva del cargo de senador al padre de Guillén, por lo que retoma su labor periodística, esta vez como director de La Libertad, periódico del partido en el que militaba. El general Mario García Menocal queda convertido en el nuevo presidente del país. En la imprenta de este diario aprenderá más tarde el joven Guillén el oficio de tipógrafo, que desempeñará durante su juventud.
El presidente Menocal es reelegido en 1916 por un nuevo período de cuatro años.
El joven Guillén asiste a la escuela secundaria y toma clases nocturnas de preceptiva literaria en las aulas del instituto de don Tomás Vélez, las cuales le permiten ahondar en el estudio de los autores del Siglo de Oro español —Quevedo, Góngora, Lope de Vega, Cervantes—, y de los neoclásicos y románticos, dotándolo, al mismo tiempo, de elementos de análisis y de un sentido del rigor formal que ya no lo abandonará.
La reelección impuesta del presidente García Menocal para un nuevo periodo en el año 1917, ocasiona el alzamiento de los liberales contra su régimen conservador que desemboca en la guerra civil conocida como «La Chambelona», en cuya contienda muere Nicolás Guillén Urra, padre del poeta.
El recuerdo del padre fue conservado siempre por el hijo, quien, muchos años después, en la década del cincuenta, lo evocaría intensamente en su "Elegía camagüeyana
En el año 1918 Nicolás Guillén trabaja como tipógrafo en el periódico El Nacional. Empieza a escribir y a publicar sus primeros versos en la revista local Camagüey Gráfico. Sus creaciones pronto trascienden el ámbito provinciano y son difundidas en la revista Orto, de Manzanillo, Oriente, y en seguida en Castalia, de La Habana, cuyas páginas acogían las producciones de la más joven promoción de poetas. Esta temprana actividad literaria lo llevará a ser incluido en la abigarrada compilación Poetas jóvenes de Cuba (1923), realizada por Paulino G. Báez, director de Castalia.
Un nuevo género musical, nace durante 1920 en las zonas rurales del oriente de Cuba y conocido como son, empieza a extenderse indeteniblemente por la isla y a contagiar su popularidad a todos los estratos sociales de la nación. Dos grandes grupos musicales —el sexteto Habanero y el trío Matamoros— contribuyen a difundir su melodía, nacional e internacionalmente, al grabarlo en los discos de la RCA Víctor, la mayor empresa discográfica norteamericana de la época.
Nicolás Guillén, que ha escuchado este ritmo desde su cuna en su Camagüey natal no sabe todavía que su música servirá de molde rítmico a su poesía, pero lo siente y vive el son entrañablemente.
En septiembre de aquel año obtiene el título de Bachiller y viaja a La Habana para cursar la carrera de Derecho, pero se ve obligado a abandonar sus estudios al poco tiempo por carecer de medios económicos que le permitan mantenerse en la capital. Comienza a colaborar con las revistas Orto y Castalia y con el periódico Las Dos Repúblicas, cuya página literaria dirige en compañía de Justo Menéndez Roque.
En 1921 Alfredo Zayas toma posesión de la presidencia del país. La brusca quiebra azucarera, originada por el descenso súbito del precio del edulcorante en el mercado internacional, luego de la danza de los millones y del máximo de casi 12 centavos la libra alcanzado en la posguerra, provoca el traspaso de la riqueza nacional a manos de bancos y consorcios norteamericanos y da lugar a profundos cambios dentro del orden social que terminan desembocando en protestas de los más diversos sectores del país.
Nicolás Guillén asiste a la tertulia iconoclasta del café Martí, donde los miembros de una juvenil pléyade de poetas, entre los que se encontraban Rubén Martínez Villena y Agustín Acosta, ayudaban a torcerle el cuello al agónico cisne rubendariano. Esta experiencia le permite entrar en contacto con las tendencias renovadoras del postmodernismo y adquirir una visión crítica diferente del quehacer poético.
Regresa a Camagüey en 1922 y abandona definitivamente sus estudios de derecho. Reúne los mejores poemas de su obra primigenia, marcada por la influencia todopoderosa de Rubén Darío, en un libro titulado "Cerebro y corazón", que nunca llega a publicar por pudor crítico ya que su experiencia habanera de 1921 y 1922 mostraba que se habían producido signos renovadores en la poesía cubana desde los inicios de la segunda década.
Revista Lis (Camagüey), número 1, 10 de enero de 1923
En el año 1923 el joven Guillén funda la revista Lis, de la que aparecen dieciocho números. Dirige el periódico El Camagüeyano y se dedica al periodismo y a la vida bohemia, que lo aleja de las letras y lo acerca a la vida sencilla de la provincia. Manos amigas lo rescatan de esta postración y le consiguen un trabajo que le permite establecerse nuevamente en La Habana.
El general Gerardo Machado asume la presidencia de la República en 1925 e instaura un régimen liberal que termina convirtiéndose en sangrienta tiranía. Surge el Partido Comunista de Cuba y la Confederación Nacional Obrera bajo el influjo de la revolución, como respuesta de las masas trabajadoras a la crisis económica en que se hallaba sumida la isla por la súbita caída del precio del azúcar, su principal producto de exportación.
En el año 1926 Nicolás Guillén regresa a La Habana y trabaja de mecanógrafo en la secretaría de la gobernación. La turbulencia de esos años propició un ambiente de protesta en toda la isla que, en el campo artístico y literario, se manifestó a través del grupo minorista formado por jóvenes intelectuales de izquierda que, sin olvidar los problemas sociales de Cuba y América, se pronunciaron desde los primeros momentos contra los falsos valores imperantes y por una radical y completa renovación, formal e ideológica, en las letras y en el arte. Guillén fue parte de ese grupo y, a través de sus colaboraciones periodísticas en el suplemento literario dominical de El Diario de la Marina dirigido por José A. Fernández de Castro, dio a conocer las nuevas formas de expresión procedentes de las diversas tendencias artísticas y literarias surgidas de las vanguardias europeas que en la isla apenas empezaban a cultivarse.
En el año 1927 Guillén rompe su silencio de un lustro y, tras cuatro años sin publicar un solo verso, da a conocer sus nuevas creaciones en la revista Orto de Manzanillo donde aparecen sus nuevos poemas de corte claramente vanguardista.
En 1929 publica en un semanario local sus "Versos de ayer y de hoy", suerte de antología de su obra anterior y de su transitoria fase vanguardista, con la que hace su entrada en los círculos literarios habaneros y recibe una buena acogida de la crítica.
En 1930 publica en el suplemento Ideales de una raza de El Diario de la marina, que dirigía el periodista Gustavo Urrutia, los ocho poemas que conforman su primer libro, Motivos de son, los cuales se constituyen pronto en un verdadero acontecimiento cultural en la isla y no podía ser de otro modo ya que con estos versos, enmarcados dentro del molde rítmico del son, se da inicio a una nueva etapa de la poesía cubana, en la que la palabra adquiere caracteres inconfundiblemente autóctonos y rasgos específicamente nacionales.
El pueblo negro, secularmente preterido, aparece retratado con su dicción y vocabulario peculiares dentro del molde rítmico folclórico del son formando una serie de magníficas estampas de la vida popular habanera, del solar o la casa de vecindad, que lo sitúa como protagonista fundamental e insoslayable de la cultura y el sentimiento de la isla.
En 1931 comienza a colaborar con el suplemento dominical del periódico El Mundo. Publica Sóngoro cosongo, libro que, desde la onomatopeya de su título, prosigue la búsqueda iniciada de sus raíces africanas, de su ritmo y sus costumbres, de sus voces y colores que se mezclan con los frutos típicos del trópico —«¡Ah, / qué pedazo de sol, / carne de mango! / Melones de agua, / Plátanos. / ¡Quencúyere, quencúyere, / quencuyeré!»—, haciendo que la esencia de lo afroantillano aflore al primer plano espiritual y cultural de la isla en un momento crucial de sus luchas y sus reivindicaciones sociales.
Guillén definió su Sóngoro cosongo como poemas mulatos para recalcar que estos versos se encontraban formados de la misma amalgama étnica que constituía la composición racial de la isla, y en el prólogo de los mismos señaló su propósito explícito con estas palabras: «éstos son unos versos mulatos. Participan acaso de los mismos elementos que entran en la composición étnica de Cuba, donde todos somos un poco níspero (…) Por lo pronto, el espíritu de Cuba es mestizo. Y del espíritu hacia la piel nos vendrá el color definitivo. Algún día se dirá: “color cubano”. Estos poemas quieren adelantar ese día».
Este libro, percutiente y sonoro, cargado de ritmo, color, imágenes, movimiento, y un vocabulario hasta entonces inédito, es el preludio de una poesía nacida de la necesidad de conducir a Cuba hacia su propia identidad, que se irá afianzando en los versos mulatos de Guillén como si el canto brotado de su espíritu se extendiera a lo largo de la isla para cubrir cada recodo de sus caminos y playas con el color definitivo de su herencia.
En 1933 una huelga general organizada por el partido comunista provoca la caída del dictador Machado e instaura en su lugar el régimen popular de Carlos Manuel de Céspedes, que apenas tiene tiempo de poner en marcha sus reformas cuando es derrocado por una sublevación militar encabezada por Fulgencio Batista, que traiciona los ideales revolucionarios y mantiene el statu quo de las inversiones norteamericanas en la isla, entronizando un nuevo régimen dictatorial y cuartelario. Se establece la llamada Pentarquía en la que Ramón Grau San Martín asume el cargo de presidente en Cuba mientras Batista se mantiene como hombre fuerte a la sombra del régimen.
Grau San Martín es alejado definitivamente de la presidencia por un golpe militar dirigido nuevamente por Fulgencio Batista en 1934. Carlos Mendieta es designado nuevo presidente para servir de fachada legal al despotismo de Batista.
Nicolás Guillén publica West Indies Ltd., libro que, desde su irónico título que evoca a las compañías trasnacionales americanas, quiere denunciar la explotación sufrida por el archipiélago antillano a manos del imperialismo estadounidense, que lo considera como una factoría más dentro de su proyecto crematístico de explotación continental. En estos versos el poeta se mantiene fiel a su hallazgo de lo poético cubano en lo que se refiere a la búsqueda de su origen y a la recreación de los ritmos y tradiciones mulatos del folclore criollo que se hace explícita en poemas como «La llegada», «Balada de los dos abuelos» y «Sensemayá», pero acentuando su incursión en el dominio de lo social, de tal manera que la protesta que apenas se esbozaba en Sóngoro cosongo termina por transformarse de la rebeldía sorda insinuada en «Nocturno en los muelles» y en «Canción de los hombres perdidos», a la desesperación que se advierte en el son caminando:
«Al que yo coja y lo apriete, /
caminando, /
ése la paga por todos, /
caminando; /
a ese le parto el pescuezo, /
caminando, /
y aunque me pida perdón, /
me lo como y me lo bebo /
me lo bebo y me lo como /
caminando, /
caminando, /
caminando»,
y en los sones de la charanga de Juan el Barbero, cuyo ritmo y cuya letra ya no invitan al baile sino a la lucha frontal y definitiva que acabe con la injusticia secular y trace un futuro mejor para la isla:
«Las cañas —largas— tiemblan /
de miedo ante la mocha. /
Quema el sol y el aire pesa. /
Gritos de mayorales /
restallan secos y duros como foetes. /
De entre la oscura /
masa de pordioseros que trabajan, /
surge una voz que canta, /
brota una voz que canta, /
sale una voz llena de rabia, /
se alza una voz antigua y de hoy, /
moderna y bárbara: /
—cortar cabezas como cañas, /
¡chas, chas, chas! /
Arder las cañas y cabezas, /
subir el humo hasta las nubes, /
¡cuando será, cuando será!».
En 1935 Guillén logra obtener un trabajo en el Departamento de Cultura del Municipio de La Habana. El presidente Carlos Mendieta renuncia ante las presiones sufridas por Batista y, en su lugar, se instala José A. Barnet como nuevo presidente. Guillén se vincula a la prensa del partido comunista como redactor del semanario Resumen.
En el año 1936 comienza a editarse la revista literaria Mediodía, órgano de expresión de los escritores de izquierda y de cuyo comité editor es miembro Guillén. El poeta pierde su trabajo en el Departamento de Cultura del Estado por su ideología de izquierda y por sus escritos y manifestaciones contra el gobierno vigente. Es arrestado por varios días y juzgado, junto al comité editor de la revista por su actividad política, proceso en el que resulta finalmente absuelto. Estalla la Guerra Civil española, cuyo eco de dolor y muerte será sentido de manera muy honda por el poeta. En mayo Miguel M. Gómez asume el cargo de presidente que sólo conservará hasta diciembre, fecha en la que será destituido por las maniobras de Batista en el Congreso y reemplazado en su cargo por Federico Laredo Brú.
En 1937 realiza su primer viaje al exterior. El 19 de enero parte en barco con destino a Veracruz con el fin de participar en el congreso de escritores y artistas convocado por la LEAR (Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios de México). En territorio azteca escribe España, poema en cuatro angustias y una esperanza y publica su libro Cantos para soldados y sones para turistas en la editorial Masas. En este libro, sin descuidar el lenguaje poético, apela a la conciencia de los trabajadores convertidos en soldados que defienden intereses ajenos para que vuelvan los ojos hacia su origen proletario y se solidaricen con los intereses de su pueblo y de su clase:
«Soldado, aprende a tirar: /
tú no me vayas a herir, /
que hay mucho que caminar. /
¡Desde abajo has de tirar, /
si no me quieres herir! /
Abajo estoy yo contigo, /
soldado amigo. /
Abajo, codo con codo, /
sobre el lodo. /
Para abajo, no, /
que allí estoy yo. /
Soldado, aprende a tirar (…)».
En este obra, sonora y combativa, Guillén acude a la silva, al soneto, a la balada, a la redondilla, en fin, a las formas de la tradición poética española, pero refrescadas con todas las ganancias de giros y metáforas de la poesía moderna y sin abandonar su base folclórica criolla, muestra cómo la poesía puede brindar testimonio de su momento histórico sin menoscabar el arte. La segunda parte del libro, «Sones para turistas», no es menos reveladora que la primera pues se hallaba destinada a mostrar la cara vil del turismo que se promocionaba como fuente de jolgorio y de divisas por el régimen: «Todos estos yanquis rojos / son hijos de un camarón, / y los parió una botella, / una botella de ron. / ¿Quién los llamó? / Ustedes viven, / me muero yo, / comen y beben, / pero yo no, / pero yo no, / pero yo no».
Es invitado a participar en el II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura en la República Española, viaja a España en compañía, entre otros intelectuales, de Octavio Paz y de Alejo Carpentier y participa en diversos actos en Valencia, Barcelona y Madrid.
En Valencia, Manuel Altolaguirre edita su libro España en cuatro angustias y una esperanza, en el que expresa la solidaridad del pueblo mulato de Cuba con la República Española amenazada:
«Yo, /
hijo de América, /
hijo de ti y de África, /
esclavo ayer de mayorales blancos dueños de látigos coléricos; /
hoy esclavo de rojos yanquis azucareros y voraces; /
yo chapoteando en la oscura sangre en que se mojan mis Antillas; /
ahogado en el humo agriverde de los cañaverales; /
sepultado en el fango de todas las cárceles; /
cercado día y noche por insaciables bayonetas; /
perdido en las florestas ululantes de las islas crucificadas del Trópico; /
yo hijo de América, /
corro hacia ti, muero por ti».
Tras la escala en Valencia parte toda la delegación hacia París, donde se reunirán con intelectuales franceses. En julio regresa a España y se hace miembro del Partido Comunista Español; desde Madrid publica numerosas crónicas sobre España que son reproducidas por la revista Mediodía en Cuba.
En 1938 en junio, y tras año y medio de ausencia, regresa a Cuba y es designado miembro del Comité Nacional de Unión Revolucionaria Comunista y elegido como candidato para alcalde de Camagüey en las elecciones de 1940.
En 1939 ejerce como jefe de información del periódico Hoy, editado por el Partido Comunista de Cuba.
En 1940 se aprueba una nueva Constitución en cuya redacción participan todos los partidos políticos. Fulgencio Batista, luego de renunciar a la jefatura del Ejército, es elegido finalmente presidente e inicia un gobierno constitucional que se extiende hasta 1944. Durante este periodo, Guillén desarrolla una intensa actividad política y cultural: es redactor del diario Hoy, candidato a alcalde de su ciudad natal, miembro del comité nacional del Partido y del Frente Nacional Antifascista, organismo de ayuda y solidaridad con los combatientes de la URSS durante la Segunda Guerra Mundial —cuya representación lleva en una visita a Haití en 1942—, publica el libro Sóngoro cosongo y otros poemas, selección de su obra anterior con avances del libro inédito El son entero, y en 1944 es coeditor de la revista Gaceta del Caribe.
En 1941 en marzo el gobierno de Batista le niega el visado para viajar a Nueva York y asistir al IV encuentro de la Liga de Escritores Americanos para la Defensa de la Cultura.
El 14 de junio de 1942recibe un homenaje en el Club Atenas con motivo de la salida de su libro Sóngoro cosongo y otros poemas, publicado en la imprenta de La Verónica, de Manuel Altolaguirre. En septiembre llega a Haití, invitado por el poeta Jacques Roumain, director del Instituto de Etnología de ese país.
En 1944 comienza a editarse la revista Gaceta del Caribe, cuyos editores son Nicolás Guillén, Mirta Aguirre, J. A. Portuondo y Ángel Augier. Sólo se publicaron seis números de esta revista. En septiembre de ese año muere su amigo haitiano Jacques Roumain. El general Batista entrega la presidencia a Ramón Grau San Martín, quien había sido elegido en las urnas.
1945 El poeta parte en dirección a Venezuela, invitado por Miguel Otero Silva. Tras su llegada ofrece distintas conferencias y es designado miembro de la Asociación de Escritores Venezolanos.
En Venezuela visita Valencia, Maracaibo y Cumaná. Inicia una gira por varios países latinoamericanos que se prolongará por tres años y en la que habrá de recorrer el continente de norte a sur, empezando por Colombia y terminando en Argentina, luego de atravesar Perú, Chile, Brasil y Uruguay.
El 10 de enero de 1946 se celebra en el Teatro Municipal de Caracas un recital de Guillén y de otros poetas, entre los que se encuentran Miguel Otero Silva, Andrés Eloy Blanco, y Vicente Gerbasi. Realiza un viaje por el río Orinoco y visita la región petrolera de Barlovento. Tras este recorrido viaja a Colombia. Guillén dicta conferencias en Bogotá y realiza recitales de poesía, como el del Teatro de la Media Torta. Visita Cartagena de Indias, donde se encuentra con los poetas Luis Carlos López y Jorge Artel. En junio visita Barranquilla desde donde se embarca para realizar un recorrido por el río Magdalena que le llevará hasta Barrancabermeja. Fruto de este viaje es el poema Canción en el Magdalena. Visita Bucaramanga. En julio regresa a Bogotá y se le da una comida de despedida. Desde allí sale en dirección a Cali para continuar su viaje, por avión esta vez, hacia Lima. En Lima ofrecerá distintos recitales y conferencias. Tras esta escala marcha en dirección a Santiago de Chile, donde lo esperaba su anfitrión, el poeta Pablo Neruda. En esta ciudad participa en el festival conmemorativo del vigésimo noveno aniversario de la revolución rusa. Tras el evento recorrerá el país austral, visitando Antofagasta, los campos salitreros de Calama, Chuquicamata, Tocopilla, etcétera. Tras este recorrido regresa a la capital y parte hacia Argentina.
El 20 de enero de 1947 arriba a Buenos Aires. Una vez allí viaja hasta Montevideo, donde dicta una serie de conferencias. Aprovecha el viaje para visitar las ciudades de Salto y Paysandú. Regresa a Buenos Aires, dicta la conferencia «Presencia negra en la poesía cubana» en la Casa Teatro. Vuelve a Uruguay y allí visita San José, Minas, Durazno, etcétera. Tras este recorrido y el homenaje que recibe en el país, torna a Argentina y viaja por Rosario, Santa Fe, Córdoba, Paraná, Tucumán, etcétera, para seguir luego hacia Río de Janeiro y São Paulo donde recibe sendos homenajes de la Academia Brasileña de Letras y de la Sociedad Brasileña de Escritores. Durante este periplo aprovecha para publicar en la editorial Pleamar de Buenos Aires El son entero, libro que, desde su título, nos habla del son con todo su tamaño, con todas sus posibilidades como forma poética expresiva de la sensibilidad cubana. En estos poemas Guillén apela al molde rítmico del cancionero popular, que, en algunos casos, es sometido a combinaciones métricas inusitadas, y en el que su verso alcanza una depurada perfección artística sin perder sus elementos primarios, para expresar con genuino lirismo rasgos y reacciones del espíritu del hombre de la isla en sus más variadas manifestaciones. Este libro representa la máxima altura lírica alcanzada por el mestizaje poético de Guillén que, al ayuntar su poesía con el ritmo criollo del son, supo encontrar la melodía exacta para expresar la compleja vida emotiva del cubano, sus frustraciones y anhelos, y su relación con la naturaleza y con los objetos que le sirven para manifestar su sentimiento: la guitarra tendida en la madrugada con su voz de profunda madera, la palma que en el patio sueña sola, las maderas crecidas en el monte adentro como el ébano y la ácana que le sirven de bastón para el camino, de horcón para su casa y de morada última donde yacerán sus huesos.
El merodeo de la muerte, el rastro del amor o la evocación histórica de las iniquidades sufridas por el hombre negro bajo el sol de los trópicos tornan con percutiente ritmo y con profunda voz como si, asentada en su base mulata, la poesía de Guillén solo pudiera avanzar sobre sí misma en círculos concéntricos que cubren cada vez una superficie más amplia y calan de manera más honda en el dolor de su pueblo:
«Yoruba soy, lloro en yoruba /
lucumí. /
Como soy un yoruba de Cuba, /
quiero que hasta Cuba suba mi llanto en yoruba, /
que suba el alegre llanto yoruba /
que sale de mí»
y en el paradójico destino de su isla:
«Mi patria es dulce por fuera, /
y muy amarga por dentro; /
mi patria es dulce por fuera, con su verde primavera, /
y un sol de hiel en el centro».
En 1948 Carlos Prío Socarrás, sucede a Ramón Grau San Martín y asume la presidencia del país. Guillén prosigue su gira por Brasil, se dirige a Santos para dictar una conferencia, pero la policía se lo impide y cierra la sala donde se iba a efectuar el evento. Regresa entonces a Río de Janeiro, donde escribe sobre el carnaval.
Visita Belo Horizonte, Sabará, Ouro Preto y vuelve a Río, donde es despedido por los intelectuales del país. Viaja finalmente al puerto de Bahía, donde toma un avión hasta Camagüey y posteriormente a La Habana a donde regresa luego de dos años y medio de ausencia.
En 1949 colabora con el diario Hoy. La resonancia alcanzada por su obra, luego de la publicación de El son entero, convierte a Guillén en una de las principales voces de la poesía viva de su tiempo y su nombre adquiere cada vez mayor presencia en el ámbito de la cultura internacional.
Viaja en marzo a Nueva York, en compañía de Mirta Aguirre, de Juan Marinello y de Domingo Villamil, para asistir a la Conferencia Cultural y Científica por la Paz Mundial. Se desplaza luego a París para asistir al Congreso Mundial de Partidarios de la Paz y posteriormente a Praga, a donde llega invitado por el gobierno checo para asistir al IX Congreso del Partido Comunista Checoslovaco. Torna a París y, cuando prepara su regreso a Cuba, es invitado a visitar la URSS.
Luego de este viaje por el país de los sóviets retorna a París y, desde allí, parte con destino a Cuba, acompañado del poeta francés Paul Eluard y, luego de una corta estancia en La Habana, siguen a México, con el fin de participar en el Congreso Continental por la Paz.
En 1950 las sátiras políticas publicadas a manera de epigramas en el diario Hoy, que denunciaban con humor e ironía hechos y personajes concretos de la actualidad nacional e internacional, provocan que el poeta sea acusado de conspiración por el gobierno y llevado a un juicio grotesco en el que resulta absuelto. El gobierno de Prío Socarrás clausura el diario Hoy, en el que participaba el poeta. Durante la mayor parte de este año, Guillén trabaja en la Elegía a Jesús Menéndez.
En 1951 la Elegía a Jesús Menéndez es publicada. Comienza a trabajar en su elegía El apellido. Viaja a Berlín, vía París, para asistir al Festival de la Juventud. Tras este evento viaja a Bucarest y recorre otras ciudades del país. Su próximo destino es Bulgaria, donde visita Sofía, Plovdiv y Dimitrograv. Tras recorrer Bulgaria va a Hungría, donde también recorre el país. Se desplaza hasta Checoslovaquia para participar en una reunión del Consejo Mundial de la Paz. Visita Polonia y parte nuevamente en dirección a Berlín para iniciar desde allí su segundo viaje a la URSS.
Nicolás Guillén y su esposa Rosa Portillo
En 1952 la primera ciudad soviética que visita es Moscú. Desde allí parte a Omsk, lugar donde tomará el tren transiberiano hasta Pekín. Durante este viaje escribe las décimas El soldado Miguel Paz y el sargento José Inés. Realiza esta travesía acompañado por su esposa, Rosa Portillo, y por el escritor brasileño Jorge Amado.
Al arribar a China visitan numerosas ciudades. Desde allí se desplazan hasta Mongolia. Retornan a la URSS y desde allí siguen a Praga para ir posteriormente a París, lugar desde el que emprende el regreso a Cuba. Este largo periplo, por lo que entonces se denominaba URSS, permitió vislumbrar a Guillén la universalidad de su poesía y afianzarlo en su convicción revolucionaria y socialista pues, en todos los pueblos que pudo visitar, fue conducido por los dirigentes del partido a las diferentes universidades y factorías donde podía apreciarse el adelanto del proceso social, lugares en los que era recibido por un fervoroso público compuesto por admiradores y estudiosos de su obra que habían leído sus poemas en las numerosas traducciones que los diferentes estados socialistas realizaban a las distintas lenguas de la unión.
A su regreso a la isla se suceden numerosos homenajes: el semanario La Última Hora le dedica un número completo; en Santiago de Cuba, Holguín, Matanzas, Cienfuegos, y Camagüey se hacen actos en su honor. El gobierno de Carlos Prío Socarrás es depuesto por un nuevo golpe militar dirigido por Fulgencio Batista que anula las libertades ciudadanas e instaura una sangrienta dictadura. El poeta es detenido en dos ocasiones por el SIM (servicio de policía del estado), pero puesto nuevamente en libertad.
En 1953 viaja como delegado de Cuba a Santiago de Chile para participar en el Congreso Continental de la Cultura. Y se desplaza luego a Río de Janeiro y São Paulo. Parte de Brasil para París en momentos en que en Cuba es atacado el cuartel Moncada por los jóvenes de la Generación del Centenario y del Movimiento 20 de julio, encabezados por Fidel Castro. Este suceso lo condenará indirectamente a un largo destierro pues la dictadura de Batista, ansiosa de tomar represalias con todo el que fuera sospechoso de apoyar a los jóvenes revolucionarios, persigue y encarcela a los dirigentes del Partido Comunista Cubano, clausura la redacción del periódico Hoy y niega el visado a los colaboradores de este medio que estaban en el extranjero, entre los cuales se encontraba Guillén.
En 1954 inicia una larga peregrinación de exilado que lo lleva de París a Italia donde ofrece distintos recitales y conferencias en Roma, Nápoles, Venecia, Turín, Milán, Bolonia y Florencia. Regresa a París y se embarca rumbo a México desde donde inicia un recorrido por Guatemala y Centroamérica. Viaja a Estocolmo para participar en el Congreso de la Paz. Sigue a Varsovia y luego a Moscú, donde recibe el Premio Internacional Lenin de la Paz.
En 1955 regresa a París, procedente de Moscú, y se establece en la capital francesa donde permanecerá algunos meses.Allí asiste al lanzamiento de una antología bilingüe de su obra, cuya presentación está a cargo de Louis Aragon. Viaja a Helsinki, y nuevamente a Moscú —donde se publica una antología de sus versos en ruso con una tirada de 150.000 ejemplares—, Zurich, Sofía, Budapest y Varsovia son las nuevas escalas de su dilatado viaje.
Nicolás Guillén en París -1956
En 1956 escribe la Elegía a Emmett Till. Se desplaza a Berlín para asistir al Congreso de la Paz. Regresa a París y continúa su vida itinerante: Bucarest, Polonia, Hungría, Checoslovaquia, Bélgica, Varsovia, Estocolmo, y nuevamente la URSS. En Cuba los revolucionarios del Movimiento 20 de julio, bajo el mando de Fidel Castro, desembarcan en la isla a bordo del barco Granma e inician la lucha revolucionaria en la Sierra Maestra contra el régimen de Batista.
En el año 1957 prosigue su errancia de poeta consagrado y emprende un nuevo periplo que, partiendo de las capitales europeas de Bruselas y Nápoles, lo va llevar a la India, donde visita las populosas ciudades de Bombay y Ceilán.
Regresa a París en 1958 y remite los libros Elegías y La paloma de vuelo popular a Buenos Aires para su publicación en la prestigiosa editorial Losada. Su pasaporte caduca y el consulado cubano en París se niega a renovárselo, el poeta es detenido e interrogado por la inmigración francesa, instigada, posiblemente, por el gobierno de Batista. Es llevado a juicio y absuelto pero se le exige abandonar el país. Rafael Alberti acude en su auxilio y consigue que el gobierno argentino le otorgue el visado del país austral. Viaja a Argentina y ofrece recitales y conferencias en Buenos Aires y en otras localidades, como Santa Fe, Corrientes y Rosario. En diciembre sale de las prensas la primera edición de su Paloma de vuelo popular y empieza a agitar las alas de su protesta contra la injusticia.
Nicolás Guillén en Cienfuegos en 1959, el año de la revolución.
En 1959 los revolucionarios de Sierra Maestra descienden a La Habana y toman el poder en Cuba. El dictador Fulgencio Batista huye a EE. UU. y, en su lugar, se establece en la isla el nuevo gobierno revolucionario liderado por Fidel Castro.
Nicolás Guillén se suma a los actos públicos realizados en Buenos Aires para saludar el advenimiento del nuevo régimen en Cuba y, con el fin de conmemorar el momento histórico, publica en el semanario Propósitos el soneto Che Guevara, dedicado a la figura del joven revolucionario argentino que empieza a erigirse como nuevo héroe romántico de Latinoamérica.
«Se alza el foete mayoral. /
Espaldas hiere y desgarra. /
Ve y con tu guitarra /
dile al rosal. /
Dile también del fulgor /
con que un nuevo sol parece: /
en el aire que la mece /
que aplauda y grite la flor».
Desde el romance al son, desde el verso libre a la prosa poética, todo sirve a Guillén para expresar su solidaridad con todos los oprimidos de la tierra y en el batir de alas de su Paloma de vuelo popular, recoge las impresiones de su condición errante de exilado que lo ha llevado a presenciar las injusticias del colonialismo en sitios tan disímiles como Chile y Paraguay, Guatemala y Puerto Rico, hasta la lejana China, pasando por el África de sus ancestros donde los combatientes de Kenya luchaban contra la opresión británica. Y para cortar con el destino inicuo de explotación secular llama al pueblo blanquinegro de Cuba y Latinoamérica a formar una muralla contra el alacrán y el ciempiés del colonialismo y la explotación:
«Para hacer esta muralla, /
tráiganme todas las manos: /
los negros, sus manos negras, /
los blancos, sus blancas manos. /
Ay, /
una muralla que vaya /
desde la playa hasta el monte, /
desde el monte hasta la playa, bien, /
allá sobre el horizonte (…)».
Nicolás Guillén y Fidel Castro, en 1960.
Entre los años 1960-1989 desarrolla una intensa actividad como intelectual comprometido, en la que asiste a numerosos encuentros y recibe diversas condecoraciones, como el Premio Nacional del Literatura en Cuba, siete años antes de su fallecimiento.
Viaja a la URSS en 1960, donde preside la delegación cubana enviada con motivo de la celebración del primer aniversario de la revolución.
En el año 1961 ofrece numerosas conferencias y recitales en México. En abril se produce la invasión frustrada de los exilados cubanos apoyados por mercenarios norteamericanos en Playa Girón, que son detenidos por los milicianos de Cuba. Se viven momentos de euforia revolucionaria en toda la isla. Se crea la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y Guillén es designado presidente de la misma.
En 1963 viaja a Brasil para participar en el Congreso Continental de Solidaridad con Cuba, que finalmente se celebra en Niteroi y no en Río de Janeiro, como estaba previsto, por la prohibición de las autoridades locales. Viaja a Praga y asiste al Congreso de la Unión de la Juventud de Checoslovaquia.
Viaja a la URSS en 1960, donde preside la delegación cubana enviada con motivo de la celebración del primer aniversario de la revolución.
En el año 1961 ofrece numerosas conferencias y recitales en México. En abril se produce la invasión frustrada de los exilados cubanos apoyados por mercenarios norteamericanos en Playa Girón, que son detenidos por los milicianos de Cuba. Se viven momentos de euforia revolucionaria en toda la isla. Se crea la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y Guillén es designado presidente de la misma.
En 1963 viaja a Brasil para participar en el Congreso Continental de Solidaridad con Cuba, que finalmente se celebra en Niteroi y no en Río de Janeiro, como estaba previsto, por la prohibición de las autoridades locales. Viaja a Praga y asiste al Congreso de la Unión de la Juventud de Checoslovaquia.
Nicolás Guillén con Pablo Neruda, en la Universidad de La Habana.
Acude en Santiago de Chile a la Asamblea Nacional de Amigos de Cuba, con motivo del décimo aniversario de la toma del cuartel Moncada. En la Universidad de Concepción ofrece un recital al que acuden más de dos mil personas. Tras este recital ofrece otro en Valparaíso antes de partir del país austral.
Durante 1964 la Universidad Central de las Villas publica su libro Tengo, texto en que, desde su título, brinda testimonio de su apoyo a la revolución, pero no para cantar como antaño sus promesas sino para festejar sus logros:
«Tengo, vamos a ver, /
tengo el gusto de andar por mi país, /
dueño de cuanto hay en él, /
mirando bien de cerca lo que antes /
no tuve ni podía tener. /
Zafra puedo decir, /
monte puedo decir, /
ciudad puedo decir, /
ejército decir, /
ya míos para siempre y tuyos, nuestros, /
y un ancho resplandor /
de rayo, estrella, flor».
Ediciones La Tertulia recoge en el número 6 de sus cuadernos de poesía una antología de sus poemas de amor. Continúa viajando, esta vez a Paraguay, Bucarest, Hungría y la URSS.
En 1965 aparece su Antología mayor en la colección Bolsilibros de la UNEAC. Es invitado a dictar conferencias en las universidades de Oxford, Cambridge y Londres, pero declina la invitación por compromisos previamente contraídos con universidades francesas. En Francia dicta conferencias en las universidades de Toulouse, Montpellier, Grenoble, Lyon, París, Poitiers y Burdeos. Regresa a Cuba.
Se conmemora el décimo segundo aniversario del asalto al cuartel Moncada.
Durante el año 1966 participa en la Jornada Victoria de Playa Girón, de trabajo voluntario, en los campos de caña de Matanzas. Preside el Segundo Encuentro de Escritores en Matanzas. Pronuncia un discurso de solidaridad con Vietnam organizado por la UNEAC.
Nicolás Guillén con su hija Raquel, en 1967
En el año 1967 participa en el Encuentro de Escritores organizado por la Casa de las Américas con motivo del centenario de Rubén Darío. Se desplaza a Ciudad de México para asistir al II Congreso de Escritores Latinoamericanos, pero no llega a leer la conferencia que tenía preparada sobre Rubén Darío porque la delegación cubana se retira del congreso al no estar de acuerdo con la orientación ideológica del mismo. Viaja a Chile para asistir al encuentro organizado por el Comité Chileno de Solidaridad con Cuba.
Asiste al Congreso Internacional del Pen Club en Costa de Marfil. El 9 de octubre muere Ernesto Che Guevara en las selvas de Bolivia mientras trataba de formar un movimiento guerrillero que expandiera la revolución socialista al sur del continente, el acontecimiento marca profundamente al poeta que escribe el poema Che Comandante para conmemorar el suceso:
«No porque hayas caído /
tu luz es menos alta. /
Un caballo de fuego /
sostiene tu escultura guerrillera / e
ntre el viento y las nubes de la Sierra».
En el año 1968 participa en los actos conmemorativos del centenario de Máximo Gorki celebrados en la URSS. Recibe un homenaje en la Casa de la Amistad con los Pueblos en Moscú y se desplaza luego a Helsinki y Bucarest. Regresa a Cuba y publica El gran zoo, libro en que el poeta parece estar de vuelta de todos los artificios y aventuras de su tiempo pues, con un estilo desnudo y directo, nos muestra la riquísima gama de seres maravillosos que pueblan la geografía latinoamericana —el Aconcagua, el ciclón, el mar Caribe—, como si se trataran de animales de un extraño e imaginario jardín zoológico. El carácter escueto y sencillo de estos versos no los priva, sin embargo, del ritmo, el criollismo y la ironía que constituyen los rasgos principales de la obra de Guillén.
En 1969 aparece la segunda edición de su Antología mayor. El Consejo Nacional de Cultura edita Cuatro canciones para el Che. Viaja a Armenia, Moscú, Bulgaria, Mongolia y Corea del Norte.
Pronuncia el discurso inaugural de la jornada conmemorativa del centenario de Lenin organizada por la UNEAC en 1970.
Viaja a Berlín —con motivo del aniversario de la Academia de Letras de Alemania— y luego se desplaza a Budapest —por invitación de la Unión de Escritores Húngaros—, sigue a Moscú —invitado por la Unión de Escritores Soviéticos con motivo del centenario de Lenin— y luego se desplaza a Mongolia y a Vietnam. A su regreso a Cuba participa en las jornadas conmemorativas a la muerte del Che Guevara y posteriormente asiste en Santiago de Chile a la toma de posesión de la presidencia de Salvador Allende.
En el año 1971 tuvo problemas de salud consistentes en trastornos cardiovasculares que lo llevan al hospital y lo obligan a guardar reposo. Una vez recuperado, asiste al V Congreso de Escritores Soviéticos en Moscú, con Ángel Augier. Se publica la segunda edición de El gran zoo. Estalla en Cuba el llamado caso Padilla, primer incidente serio de oposición que enfrenta a un grupo de intelectuales con el régimen de Castro, suceso que terminará distanciando a buena parte de los intelectuales latinoamericanos del mundo de la revolución cubana.
La rueda dentada
En 1972 la UNEAC publica su libro de poesía La rueda dentada y el misceláneo volumen el Diario que a diario. Aparece el primer tomo de sus Obras completas. En Roma se le otorga el Premio Viareggio y en Cuba se celebra su setenta aniversario.
En el año 1975 publica el segundo volumen de su Prosa de prisa, libro que reúne una selección de sus artículos, ensayos y conferencias, y el libro El corazón con que vivo. Tiene lugar en Cuba el primer Congreso del Partido Comunista en el que se advierten los primeros síntomas de cambio y de apertura en la política cultural del estado.
En 1976 publica Por el mar de las Antillas anda un barco de papel: poemas para niños mayores de edad. Se crea el Ministerio de Cultura, dirigido por Armando Hart. Muere en la Habana José Lezama Lima.
Desde la izquierda: Ángel Augier y Nicolás Guillén, presidiendo
la sesión del 2° Congreso de la UNEAC (La Habana-octubre 1977)
Es nombrado doctor honoris causa por la Universidad de Burdeos en el año 1978.
Una Nueva Antología Mayor
Coplas de Juan Descalzo.
En el año 1979 aparece su Nueva antología mayor. Publica Música de cámara y las Coplas de Juan Descalzo.
En el año 1980 se produce la primera salida masiva de emigrantes cubanos desde el Puerto de Mariel con destino a Ausa. Publica, en dos volúmenes, la compilación de su Obra poética completa y Páginas vueltas. Memorias.
En el año 1981 recibe en Cuba la Orden José Martí.
En el año 1982 publica "Sol de domingo" y "El libro de los sones". Con ocasión de su octogésimo aniversario recibe múltiples homenajes.
En el año 1983 recibe en Cuba el Premio Nacional de Literatura.
En el año 1984 publica Cronista en tres épocas.
Muere el16 de julio de 1989 en La Habana, Cuba, después de una larga enfermedad.
En el año1993 se publica su libro póstumo Todas las flores de abril.
POEMAS PARA NIÑOS
SON PARA LOS NIÑOS ANTILLANOS
Por el Mar de las Antillas
anda un barco de papel:
anda y anda el barco barco,
sin timonel.
De La Habana a Portobelo,
de Jamaica a Trinidad,
anda y anda el barco barco
sin capitán.
Una negra va en la popa,
va en la proa un español:
anda y anda el barco barco,
con ellos dos.
Pasan islas, islas, islas,
muchas islas, siempre más;
anda y anda el barco barco,
sin descansar.
Un cañón de chocolate
contra el barco disparó,
y un cañón de azúcar, azúcar,
le contestó.
¡Ay, mi barco marinero,
con su casco de papel!
¡Ay, mi barco negro y blanco
sin timonel!
Allá va la negra negra,
junto junto al español;
anda y anda el barco barco
con ellos dos.
Nicolás Guilllén
SAPITO Y SAPÓN
Sapito y Sapón
son dos muchachitos
de buen corazón.
El uno, bonito,
el otro, feón;
el uno, callado,
el otro, gritón;
y están con nosotros
en esta ocasión
comiendo malanga,
casabe y lechón.
¿Qué tienes, Sapito,
que estás tan tristón?
Madrina, me duele
la boca, un pulmón,
la frente, un zapato
y hasta el pantalón,
por lo que me gusta
su prima Asunción.
(¡Niño!)
¿Y a ti, qué te pasa?
¿Qué tienes, Sapón?
Madrina, me duele
todo el esternón,
la quinta costilla
y hasta mi bastón,
pues sé que a Sapito
le sobra razón.
(¡Pero niño!)
Sapito y Sapón
son dos muchachitos
de buen corazón
SAPITO Y SAPÓN
Sapito y Sapón
son dos muchachitos
de buen corazón.
El uno, bonito,
el otro, feón;
el uno, callado,
el otro, gritón;
y están con nosotros
en esta ocasión
comiendo malanga,
casabe y lechón.
¿Qué tienes, Sapito,
que estás tan tristón?
Madrina, me duele
la boca, un pulmón,
la frente, un zapato
y hasta el pantalón,
por lo que me gusta
su prima Asunción.
(¡Niño!)
¿Y a ti, qué te pasa?
¿Qué tienes, Sapón?
Madrina, me duele
todo el esternón,
la quinta costilla
y hasta mi bastón,
pues sé que a Sapito
le sobra razón.
(¡Pero niño!)
Sapito y Sapón
son dos muchachitos
de buen corazón
Nicolás Guillén
QUE TE CORTA CORTA
¡Qué cola tan larga
tiene este ratón!
Corta, corta, corta...
¿Quién se la cortó?
¡Qué pico tan grande
tiene este tucán!
Corta, corta, corta...
¿Quién lo cortará?
¡Qué rabo tan gordo
tiene este león!
Corta, corta, corta...
¿Quién se lo cortó?
¡Qué carne tan dura
tiene este caimán!
Corta, corta, corta...
¿Quién lo cortará?
A la corta, corta,
y a la corta va,
corta que te corta,
que te cortará..
tiene este ratón!
Corta, corta, corta...
¿Quién se la cortó?
¡Qué pico tan grande
tiene este tucán!
Corta, corta, corta...
¿Quién lo cortará?
¡Qué rabo tan gordo
tiene este león!
Corta, corta, corta...
¿Quién se lo cortó?
¡Qué carne tan dura
tiene este caimán!
Corta, corta, corta...
¿Quién lo cortará?
A la corta, corta,
y a la corta va,
corta que te corta,
que te cortará..
Nikcolás Guillén
VIAJE DE SAPITO Y SAPÓN
Sapito y Sapón,
con cuatro maracas
y un solo bongó,
van desde Quimbumbia
hasta el Quimbombó
en un avioncito
de medio motor.
Altura: dos metros.
El clima: calor.
Pilotos: Sapito,
Sapito y Sapón.
En el alto cielo
brillando está el sol.
(Un plato de vidrio
que en el comedor
la tía Rosario
dejó por error.)
Después la sopera
de Doña Margot
lanzando columnas
de ardiente vapor,
lago en cuyas ondas
Luzbel se bañó;
y en el derrocadero
del Gran Tenedor,
y el pico Cuchillo
(que hoy dicen Maslov
por el sabio ruso
que lo retrató),
y la cucharona
vulgo cucharón,
y diez cucharitas
y un tirabuzón...
¡Cuántos animales
de aspecto feroz,
cubiertos de salsa,
de salsa y arroz!
De pronto se oye:
"¡Aquí, Quimbombó!"
y el pajaro lindo
que tanto voló,
ya llega, ya llega,
ya llega... ¡Llegó!
Al siguiente día
y en un carretón
a pasear nos fuimos
por la población.
¡Qué calles más rectas
las de Quimbombó!
Muy bien empedradas
con cuescos de anón
sujetos con pasta
de blanco almidón.
¡Qué limpias las casas,
hechas de algodón,
todas de dos pisos,
todas con balcón,
y qué mar bravío
de tabaco y ron
con olas unidas
en una canción!
¡Qué gentes más finas
las de Quimbombó!
Nos dieron boniato,
nos dieron frijol,
platanos manzanos,
naranja y limón
y (acaso por miedo
de una indigestión)
un solo confite
y un solo bombón.
Cuando de partir
la hora llegó,
ya en el areopuerto
(¡con aquel calor!)
nos acompañaron
hasta nuestro avión,
el mismo avioncito
de medio motor,
que nos trajo un día
hasta Quimbombó.
Nicolás Guillén
FUENTES
http://www.los-poetas.com/
http://www.imaginaria.com.ar
http://cvc.cervantes.es
http://cuentosinfantiles.biz/
http://www.ecured.cu/
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