Blog de Arinda

OBJETIVO :En este Blog vas a encontrar mis producciones en pintura y escultura. Además, material recopilado a través de mi trabajo como maestra, directora e inspectora, que puede ser de interés para docentes y estudiantes magisteriales .

lunes, 21 de julio de 2025

EL 21 DE JULIO DE 1925 NACÍA OSIRIS RODRIGUEZ CASTILLO

EL TROVADOR DE SU TIERRA



Osiris Rodríguez Castillos nació en Montevideo, barrio Goes, Uruguay, el 21 de julio de 1925, en una vivienda ubicada en la avenida General Flores a pocos metros de la calle Vilardebó. 
 
Fue un poeta, escritor, investigador, compositor, cantante, instrumentista y luthier de Uruguay. Está considerado como uno de los pilares del folclore de nuestro país.

Sus padres fueron Genuino Rodríguez de la costa de Batoví, Tacuarembó y María Belén Castillo de Queguay, Paysandú.

Osiris fue el segundo de los cuatro hijos. Todos con nombre de dioses egipcios: Horus, Osiris, Isis y Nazar.

Al artista le gustaba contar que nació una madrugada tormentosa, en pleno invierno montevideano, en una casa alquilada.

La familia de Osiris estaba especialmente interesada por la cultura, la música en general y la educación de sus hijos en particular, y con un interés primordial por la historia, la historia del arte, la lingüística y la literatura. 
En este ambiente desde pequeño se interesó por las raíces de la música autóctona.

Estudio guitarra desde muy temprana edad. A los 6 años comienza a estudiar piano y a los 8 años compone sus primeros poemas.

La familia se traslada a Sarandí del Yi, departamento de Durazno donde Osiris vivió en medio de digna pobreza, como cualquier niño del campo.
Se hizo "de a caballo", conoció profundamente el interior uruguayo.

En Sarandí del Yí  realizó sus estudios primarios.
Desde la ventana de su clase escolar se veía el río Yi , que significa "agua chica" en guaraní.
Esta imagen le entregó los profundos secretos de sus montes y le formó el carácter para los dilatados silencios pensativos.
Fue un niño independiente e imaginativo, se lo veía más por el río que por el aula escolar. 
Esta inclinación puede verse claramente en su poema autobiográfico "CANCIÓN PARA MI RÍO".
Osiris decía -"De este modo resulté mal discípulo... pero muy nadador".

Alrededor del año 1937 la familia se traslada a Florida, donde cursa los primeros años de sus estudios secundarios Curioso y ávido de experimentar la vida, durante su juventud llevó una vida casi nómade recorriendo lugares y experimentando vivencias que fueron la médula de su obra.
Más tarde continuaría en el Liceo Francés de Montevideo, pero que nunca terminó.

Muy joven, casi adolescente sale a trabajar. 

Su relación con Imasul se inició a principios de la década, en 1945, cuando ella era la menor de las hijas del receptor de aduanas Emilio Botello.

Se casaron y en 1948, la pareja tuvo a Federico, su primer hijo.


Da a publicidad sus primeros versos, en la década del 50 por radio rural en un programa que se llamaba un poeta oriental dice sus versos.

 Osiris decía en un reportaje realizado en la década de 1960. -“Trabajé en la ciudad y en el campo. He vagado por toda mi tierra y por la Argentina, y por Rio Grande do Sul. No sé cuántas veces atravesé con mi caballo sobre la frontera norte... ni cuántas veces crucé en canoa el Delta del Paraná... Mi principal oficio ha sido presenciar la vida... Me gusta el mundo, es algo que se está haciendo todos los días (...)”


En el año 1955 publicó  “Grillo Nochero”.

En el año 1956 Horus, el hermano mayor de Osiris, que trabajaba en el Hospital de Minas de Corrales, ejerciendo su profesión de laboratorista. 
Y que vivía en una pensión de la calle 12 de octubre a tan solo media cuadra del centro hospitalario, recibía a Osiris cada vez que éste lo visitaba en Corrales. 

Frente a dicha pensión vivía el joven funcionario del Telégrafo corralense, Celiar Gutiérrez, de 19 años. Cierto día, en ocasión en que los hermanos Rodríguez Castillo conversaban frente a la pensión, llegó Celiar montando una bicicleta. Asombrado Osiris pregunta a Horus si llegó a Corrales el ciclismo: “No, es Celiar que compró una bicicleta para poder visitar su novia en Tranqueras” contestó Horus.

Osiris, con sus 31 años, siempre asombrado, pregunta a Celiar, qué distancia había de Corrales a Tranqueras, a lo que contesta el joven novio: “… Dicen que son, once leguas; nunca las pude contar!”. 

La novia tranquerense, Edelma Llusara Soto Barboza, hoy con 76 años, se emociona como aquella breve respuesta de Celiar, transformada en verso por Osiris, aún hoy, 2014, impregna la cultura popular y renace cada día en la sensibilidad de todos. 



En 1957 escribe “1904 Luna Roja” poema dramático en tres actos y epílogo, sobre la revolución saravista y muerte del caudillo Aparicio Saravia. Premio "Ministerio de Instrucción Pública".

En el año 1961 publica “Entierro del carnaval”, “Los Durmientes” y “Cinco pesos de orgullo”, novelas y cuentos en tres volúmenes.



Comisión de Televisión: Zavala Carvalho, Osiris Rodríguez Castillo, Diego Errandonea, Francisco Espínola, Lauro Ayestarán, Hugo Balzo. 8 de agosto de 1962. (foto reproducida en el libro: “Historias del SODRE, por Eduardo Casanova Delfino, escritas por Miguel Ángel Campodónico).



En 1963 publica el libro de poemas “Cantos del Norte y del Sur” y es nombrado miembro asesor de la Junta Continental de Investigación del Habla Popular Latinoamericana. Edita también un disco doble (EP), Canción para mi río, con temas inéditos.


En 1964 viaja a Washington, E.U.A., invitado a realizar recitales, estuvo como jurado y grabó para radio y televisión.

 A su regreso participó en sus Charlas de fogón, en el canal 4 de Montevideo.

En 1965, Osiris Rodríguez Castillos contrajo matrimonio con Zulma Di Pólito, quien era catorce años menor que él .

Osiris y Zulma tuvieron una hija llamada Pilar




En 1966 sale su segundo LP, para el sello RCA Victor, titulado El Forastero. Realiza recitales en todo el país y en parte de la Argentina, conferencias en museos, bibliotecas y universidades, su nombre es reconocido en todo el Río de la Plata, en ámbitos de corte cultural y universitario.
 

En 1969, el poeta, compositor y cantante uruguayo Osiris Rodríguez Castillos grabó en los Estudios Ion de Buenos Aires su tercer álbum de larga duración, titulado "Osiris Rodríguez Castillos, vol. 3", editado originalmente en Uruguay por Discos de la Planta (código KL-8307).

Esta producción se lanzó en formato vinilo, LP mono, y se caracteriza por su sólida impronta folklórica uruguaya.

El disco está estructurado literariamente en torno al tema de la soledad, explorando tanto la nostalgia y el arraigo rural como una visión más dialéctica y urbana. En las notas del álbum, el propio Osiris Rodríguez Castillos señala la importancia de integrar lo aprendido durante su vida entre el campo y la ciudad, y destaca el aporte de la expresión pura del folclore rural, así como la inserción de poemas formales para recitante y guitarra.

El repertorio incluye diez piezas, algunas de ellas versiones poético-musicales de obras de sus libros anteriores, como "Grillo Nochero" y "Cantos del Norte y del Sur".

Entre los temas principales del álbum destacan "Elogio de la Soledad", "Carta de Otoño", "El Montaráz" (canción gato), "El Grillo Nochero", "De Tiempo Adentro" (estilo), "De Corrales a Tranqueras" (milonga), "Compuesto para una pena Zaina", "Vidalita… como un jazmín", "Manos brutas" y "Como yo lo siento" (milonga).

El disco, grabado en Buenos Aires pero destinado al público uruguayo, confirma la trayectoria de Osiris Rodríguez Castillos como referencia fundamental del cancionero rioplatense y su capacidad para integrar poesía y música con profunda raigambre popular. Este trabajo forma parte de su discografía oficial y sigue siendo editado en plataformas digitales.





En 1970 Ariel Ramírez, presidente del Directorio de SADAIC (Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música), lo convoca a Buenos Aires para que ofrezca una serie de conferencias sobre la "Identidad social del gaucho". Ese mismo año se edita su cuarto LP, Cimarrones.

Desde el inicio de la dictadura militar en el año 1973, en Uruguay, la cultura se vio afectada con una violenta censura y persecución de periodistas y escritores. 

Osiris Rodríguez Castillos había compuesto, en 1959, “Cielo de los tupamaros”, prohibida en Argentina y Uruguay por vinculársela con el movimiento guerrillero MLN-T, a pesar de que habla de la revolución de 1811 y el Grito de Asencio y fue compuesta antes de la fundación de ese movimiento.

Por otra parte, en sus canciones se trasluce un mensaje reivindicativo y de crítica a la situación social y política de esos años; además de simpatizar con el recién fundado Frente Amplio de las izquierdas uruguayas.

Otra característica de Osiris es el de haber arrancado del olvido un género sencillo y elocuente: el cielito . Nadie había compuesto un cielito en Uruguay desde la época de Bartolomé Hidalgo, doscientos años antes del nacimiento del artista.




En 1974 edita el LP Pájaros de piedra, con dos versiones diferentes, una en Montevideo y otra en Buenos Aires, esta última dedicada especialmente al público argentino. 

Las grabaciones originales, así como las del disco anterior, se realizan en los estudios Sondor de Montevideo.

Sobrevive dando clases de guitarra en su casa de Montevideo. 

Entre los años 1974 y 1977 queda relegado al ámbito privado. Para ocupar su espíritu creativo se dedicó a la investigación y al estudio de la guitarra en profundidad. 

Crea un nuevo "Método para guitarristas", de ejercitación de la mano derecha, e indaga en una posible reestructuración física del instrumento, buscando lograr el perfeccionamiento de la emisión del sonido. Lo registra bajo el nombre "Nueva Guitarra": construye "la Osiris", de la que, presumiblemente, sólo existen tres en todo el mundo.

A fines de 1978 realiza, con enormes dificultades de producción y considerable riesgo personal, dos recitales: en el Teatro del Notariado y en el Teatro del Centro, de Montevideo, que resultan ser llenos abrumadores, prácticamente con la única difusión del boca a boca. Pero la realidad es que continúa en la lista negra del gobierno de facto, y entonces comienza a plantearse un posible exilio.


En enero de 1980 edita los cuentos "Las nuevas aventuras del gaucho Alambre".

Se exiló voluntariamente a Madrid, adonde vive durante catorce años, desde el 6 de enero de 1981. Allí, en un piso de Arturo Soria, trabaja incansablemente en la construcción de su guitarra, buscando el reencuentro "con ese sonido dulce parecido al del laúd..."

Osiris con Carlos Blanco Fadol.

Osiris Rodríguez Castillos, el destacado poeta, compositor y cantor uruguayo, se exilió voluntariamente en Madrid en enero de 1981, alejándose de la represión política y cultural de la dictadura militar en Uruguay.

En la capital española, inició una relación sentimental con la española Consuelo Vázquez de Parga, quien se convirtió en su compañera durante todo el tiempo que vivió en España.

Durante sus años en Madrid, Osiris se dedicó intensamente a la escritura —cuentos, ensayos y novelas cortas— y también exploró la luthería, llegando a patentar su propio diseño de guitarra, la “Osiris”, en la que buscaba perfeccionar el sonido del instrumento.

Aunque su carrera musical como intérprete quedó en un segundo plano, su espíritu creativo siguió muy activo.

La relación con Consuelo fue, por tanto, central en la vida de Osiris durante su exilio madrileño, marcando tanto su cotidianidad como su proceso creativo en esa etapa de madurez.


  

En España resulta finalista entre más de 800 participantes en el "VII premio Literario de Narraciones Breves Antonio Machado"; el cuento premiado es editado junto con los de otros autores en un volumen denominado "Tú, Guiomar y otros relatos".

Consuelo Vázquez de Parga lo acompañó hasta su muerte en 1992.

En el año 1993 tras la muerte de Consuelo Osiris regresó a Uruguay  invitado por el Movimiento 26 de Marzo. 


Realiza un largo viaje por todo el interior del país explicando las razones históricas y personales que le llevan a su candidatura testimonial a diputado.

Ese mismo año le es otorgada una "pensión graciable", pequeña pensión que se otorga, por aprobación del Senado de la República, a personalidades de gran significación cultural.
Se desempeña en tareas de investigación en la hemeroteca de la Biblioteca Nacional y continúa trabajando en su ensayo sobre historia política.

En los últimos años se dedicó el poeta a realizar un estudio de la guitarra iniciándose en el clasicismo guitarrístico con el maestro profesor Atilio Rapat. 

Es  autor a la sazón de innumerables páginas de literatura guitarrística y para canto y guitarra (sobre temas orientales)

En la madrugada del 5 de octubre de 1996, a los 73 años, un aneurisma de aorta lo hiere de muerte. El 10 de octubre , sin salir de un coma profundo, muere en un hospital público de Montevideo. 
Luego de un velatorio multitudinario fue incinerado y sus cenizas fueron vertidas en el río Yí en una ceremonia familiar emotiva, sobria y silenciosa.

HOMENAJES

 

La figura de Osiris Rodríguez Castillos sigue siendo celebrada y honrada en Uruguay y la región, con homenajes que mantienen vivo su recuerdo y difunden su legado poético y musical. Entre las iniciativas más notorias destacan:

 

Homenajes institucionales y culturales:

En ocasión del centenario de su natalicio (nació el 21 de julio de 1925), Uruguay ha programado una serie de actividades durante 2025, como el homenaje musical y poético en La Pedrera (Rocha), donde artistas locales interpretarán su obra.

También se realizará un evento central el 21 de julio de 2025 en la Sala Camacuá de Montevideo —fecha exacta de su efeméride—, con participación de Jorge Esteves Ramos y la comunidad cultural.

En Durazno, donde vivió su infancia, la Intendencia ha organizado encuentros que reúnen “textos, poesías, música y canciones” en su honor, revalorizando su profunda conexión con el interior uruguayo.

 

Eventos en el extranjero:

El 28 de octubre de 2024, la Academia Nacional del Folklore de Argentina realizó un homenaje en Chivilcoy, Provincia de Buenos Aires, con la presencia de artistas, personalidades del folklore uruguayo y argentino, y la entrega de una de las pocas guitarras “Osiris” —diseño patentado por él— tras su restauración.

Este tipo de actos trasciende fronteras y fortalece su figura como referente del folclore rioplatense.

 

Reediciones y medios:

En 2025 se anunció la reedición de su biografía, lo que contribuye a mantener vigente su pensamiento y obra entre nuevas generaciones.

Su música y poesía también siguen presentes en emisoras, documentales y recopilaciones digitales, subrayando su condición de “forjador del cancionero popular uruguayo”.

 Aunque en años anteriores el reconocimiento mediático a su legado fue menos visible, el centenario ha servido para reactivar la memoria colectiva sobre Osiris Rodríguez Castillos y para consolidar su lugar como uno de los pilares de la cultura popular uruguaya y rioplatens.


LEGADO

 

Osiris Rodríguez Castillos dejó un legado duradero y multifacético en la cultura uruguaya, que sigue vigente más allá de su fallecimiento en 1996.

Su influencia abarca la música, la poesía, la investigación folklórica y la identidad nacional, consolidándose como uno de los pilares del folclore del país.

 

Principales Aspectos de su Legado

 

Creador de un cancionero popular uruguayo:

Osiris compuso clásicos del folclore local como “La galponera”, “Gurí pescador”, “Camino de los quileros”, “De Corrales a Tranqueras” y “Cielo de los Tupamaros”, temas que han trascendido generaciones y se interpretan regularmente hasta hoy.

Sus obras musicales narraron la vida rural, las fronteras, los paisajes y las costumbres del Uruguay profundo, reflejando una mirada genuina y personal de la identidad nacional.

 

Revitalizador del género gauchesco:

Retomó el cielito, un género casi olvidado desde la época de Bartolomé Hidalgo, y lo integró al repertorio contemporáneo, contribuyendo a la renovación del folclore uruguayo frente a la influencia argentina y otros países latinoamericanos.

 

Poeta y escritor:

Además de la música, su poesía y sus libros cultivaron las formas del género gauchesco, combinando rigor literario con sensibilidad popular.

Su obra literaria y musical fue reconocida por su calidad y autenticidad, destacando la vida del campo, la historia y los valores criollos.

 

Investigador y luthier:

Investigó las raíces de la música autóctona y, en su madurez, diseñó un modelo propio de guitarra (la “Osiris”), patentando un instrumento que buscaba perfeccionar el sonido tradicional.

 

Influencia internacional:

Su obra fue interpretada por destacados artistas de Uruguay, Argentina y Brasil, lo que demuestra su trascendencia regional. Figuras como Mercedes Sosa, Joan Manuel Serrat, Eduardo Falú, Jorge Cafrune y otros han incluido sus canciones en su repertorio.

 

Reconocimiento y vigencia:

En 2025, al cumplirse su centenario, se multiplicaron los homenajes: recitales, reediciones de su biografía, documentales y encuentros que reúnen textos, poesías, música y canciones en diversas ciudades del país.

Estos actos refuerzan su condición de símbolo del acervo popular y criollo uruguayo.

 Vigencia Actual

El legado de Osiris Rodríguez Castillos sigue vivo en la memoria colectiva uruguaya.

Sus canciones integran el repertorio de nuevas generaciones de intérpretes, su pensamiento es objeto de estudio y su vida es ejemplo de coherencia con las raíces culturales.

Fue un poeta que supo narrar la esencia de la tierra y la gente del Uruguay, y su obra permanece como testimonio de una identidad nacional construida desde la tradición y la innovación.

 Osiris Rodríguez Castillos no solo creó un cancionero popular imperecedero, sino que también forjó un puente entre la tradición y la modernidad, consolidándose como una figura clave para entender la cultura uruguaya y su música


FUENTES
http://www.ecured.cu
articulo.mercadolibre.com.a
http://vocesdelapatriagrande.blogspot.com 
https://es.wikipedia.org
http://www.rivera.gub.uy


1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy interesante. Tengo su guitarra (Osiris) con la que daba recitales. Me llamo José y vivo en Madrid.