EL TROVADOR DE SU TIERRA
Osiris Rodríguez Castillos
nació en Montevideo, barrio Goes, Uruguay, el 21 de julio de 1925, en una
vivienda ubicada en la avenida General Flores a pocos metros de la calle
Vilardebó.
En España resulta finalista entre más de 800 participantes en el "VII premio Literario de Narraciones Breves Antonio Machado"; el cuento premiado es editado junto con los de otros autores en un volumen denominado "Tú, Guiomar y otros relatos".
FUENTES
http://www.ecured.cu
articulo.mercadolibre.com.a
http://vocesdelapatriagrande.blogspot.com
https://es.wikipedia.org
http://www.rivera.gub.uy
Fue un poeta, escritor,
investigador, compositor, cantante, instrumentista y luthier de Uruguay. Está
considerado como uno de los pilares del folclore de nuestro país.
Sus
padres fueron Genuino Rodríguez de la costa de Batoví, Tacuarembó y María Belén
Castillo de Queguay, Paysandú.
Osiris
fue el segundo de los cuatro hijos. Todos con nombre de dioses egipcios: Horus,
Osiris, Isis y Nazar.
Al
artista le gustaba contar que nació una madrugada tormentosa, en pleno invierno
montevideano, en una casa alquilada.
La familia de Osiris estaba especialmente
interesada por la cultura, la música en general y la educación de sus hijos en
particular, y con un interés primordial por la historia, la historia del arte,
la lingüística y la literatura. En este ambiente desde pequeño se interesó por
las raíces de la música autóctona.
Estudio guitarra desde muy
temprana edad. A los 6 años comienza a estudiar piano y a los 8 años compone
sus primeros poemas.
La familia se traslada a Sarandí
del Yi, departamento de Durazno donde Osiris vivió en medio de digna pobreza, como
cualquier niño del campo.
Se hizo "de a
caballo", conoció profundamente el interior uruguayo.
En Sarandí del Yí realizó sus estudios primarios.
Desde
la ventana de su clase escolar se veía el río Yi , que significa "agua
chica" en guaraní.
Esta
imagen le entregó los profundos secretos de sus montes y le formó el carácter
para los dilatados silencios pensativos.
Fue
un niño independiente e imaginativo, se lo veía más por el río que por el aula
escolar. Esta inclinación puede verse claramente en su poema autobiográfico
"CANCIÓN PARA MI RÍO".
Osiris decía -"De
este modo resulté mal discípulo... pero muy nadador".
Alrededor del año 1937 la
familia se traslada a Florida, donde cursa los primeros años de sus estudios
secundarios Curioso y ávido de experimentar la vida, durante su juventud llevó
una vida casi nómade recorriendo lugares y experimentando vivencias que fueron
la médula de su obra.
Más tarde continuaría en el
Liceo Francés de Montevideo, pero que nunca terminó.
Muy joven, casi adolescente
sale a trabajar.
Se casó en primeras nupcias
con Imasul Botello, con quien en 1948 tuvo su primer hijo, Federico. Compartió
casi diez años con Margot Dupuy, de quien poco se sabe excepto que le regaló su
primera máquina de escribir y que era algunos años mayor que él
Da a publicidad sus primeros
versos, en la década del 50 por radio rural en un programa que se llamaba un
poeta oriental dice sus versos.
Osiris decía en un reportaje realizado en la década de 1960. -“Trabajé en la ciudad y en el campo. He vagado por toda mi tierra y por la Argentina, y por Rio Grande do Sul. No sé cuántas veces atravesé con mi caballo sobre la frontera norte... ni cuántas veces crucé en canoa el Delta del Paraná... Mi principal oficio ha sido presenciar la vida... Me gusta el mundo, es algo que se está haciendo todos los días (...)”
Osiris decía en un reportaje realizado en la década de 1960. -“Trabajé en la ciudad y en el campo. He vagado por toda mi tierra y por la Argentina, y por Rio Grande do Sul. No sé cuántas veces atravesé con mi caballo sobre la frontera norte... ni cuántas veces crucé en canoa el Delta del Paraná... Mi principal oficio ha sido presenciar la vida... Me gusta el mundo, es algo que se está haciendo todos los días (...)”
En el año 1956 Horus, el
hermano mayor de Osiris, que trabajaba en el Hospital de Minas de Corrales,
ejerciendo su profesión de laboratorista. Y que vivía en una pensión de la
calle 12 de octubre a tan solo media cuadra del centro hospitalario, recibía a
Osiris cada vez que éste lo visitaba en Corrales. Frente a dicha pensión vivía el
joven funcionario del Telégrafo corralense, Celiar Gutiérrez, de 19
años. Cierto día, en ocasión en que los hermanos Rodríguez Castillo conversaban
frente a la pensión, llegó Celiar montando una bicicleta. Asombrado Osiris
pregunta a Horus si llegó a Corrales el ciclismo: “No, es Celiar que compró una
bicicleta para poder visitar su novia en Tranqueras” contestó Horus.
Osiris, con sus 31 años,
siempre asombrado, pregunta a Celiar, qué distancia había de Corrales a
Tranqueras, a lo que contesta el joven novio: “… Dicen que son, once leguas;
nunca las pude contar!”. La novia tranquerense, Edelma Llusara Soto Barboza,
hoy con 76 años, se emociona como aquella breve respuesta de Celiar,
transformada en verso por Osiris, aún hoy, 2014, impregna la cultura popular y
renace cada día en la sensibilidad de todos.
En 1957 escribe “1904 Luna Roja” poema dramático en tres actos y epílogo, sobre la revolución saravista y muerte del caudillo Aparicio Saravia. Premio "Ministerio de Instrucción Pública".
En 1957 escribe “1904 Luna Roja” poema dramático en tres actos y epílogo, sobre la revolución saravista y muerte del caudillo Aparicio Saravia. Premio "Ministerio de Instrucción Pública".
En el año 1961 publica
“Entierro del carnaval”, “Los Durmientes” y “Cinco pesos de orgullo”, novelas y
cuentos en tres volúmenes.
Comisión de Televisión: Zavala Carvalho, Osiris Rodríguez Castillo,
Diego Errandonea, Francisco Espínola, Lauro Ayestarán, Hugo Balzo. 8 de
agosto de 1962. (foto reproducida en el libro: “Historias del SODRE, por
Eduardo Casanova Delfino, escritas por Miguel Ángel Campodónico).
En 1963 publica el libro de
poemas “Cantos del Norte y del Sur” y es nombrado miembro asesor de la Junta Continental de Investigación
del Habla Popular Latinoamericana. Edita también un disco doble (EP), Canción para mi río, con temas inéditos.
En 1969 graba, en los estudios Ion de la ciudad de Buenos Aires, su tercer disco larga duración, que es editado en Uruguay, con el título de tapa Osiris Rodríguez Castillos, vol. 3.
En 1964 viaja a Washington,
E.U.A., invitado a realizar recitales, estuvo como jurado y grabó para radio y
televisión. A su regreso participó en sus Charlas de fogón, en el canal 4 de
Montevideo.
En 1965 contrajo matrimonio
con Zulma Di Pólito, catorce años menor que él y con quien tuvo una hija,
Pilar.
En 1966 sale su segundo LP,
para el sello RCA Victor, titulado El Forastero. Realiza recitales en todo el
país y en parte de la Argentina, conferencias en museos, bibliotecas y
universidades, su nombre es reconocido en todo el Río de la Plata, en ámbitos
de corte cultural y universitario.
En 1969 graba, en los estudios Ion de la ciudad de Buenos Aires, su tercer disco larga duración, que es editado en Uruguay, con el título de tapa Osiris Rodríguez Castillos, vol. 3.
En 1970 Ariel Ramírez,
presidente del Directorio de SADAIC (Sociedad Argentina de Autores y
Compositores de Música), lo convoca a Buenos Aires para que ofrezca una serie
de conferencias sobre la "Identidad social del gaucho". Ese mismo año
se edita su cuarto LP, Cimarrones.
Desde el inicio de la
dictadura militar en el año 1973, en Uruguay, la cultura se vio afectada con
una violenta censura y persecución de periodistas y escritores. Osiris
Rodríguez Castillos había compuesto, en 1959, “Cielo de los tupamaros”, prohibida
en Argentina y Uruguay por vinculársela con el movimiento guerrillero MLN-T, a
pesar de que habla de la revolución de 1811 y el Grito de Asencio y fue
compuesta antes de la fundación de ese movimiento.
Por otra parte, en sus
canciones se trasluce un mensaje reivindicativo y de crítica a la situación
social y política de esos años; además de simpatizar con el recién fundado
Frente Amplio de las izquierdas uruguayas.
Otra característica de Osiris es el de haber arrancado del olvido un género sencillo y elocuente: el cielito . Nadie había compuesto un cielito en Uruguay desde la época de Bartolomé Hidalgo, doscientos años antes del nacimiento del artista.
Sobrevive dando clases de guitarra en su casa de Montevideo. Entre los años 1974 y 1977 queda relegado al ámbito privado. Para ocupar su espíritu creativo se dedicó a la investigación y al estudio de la guitarra en profundidad. Crea un nuevo "Método para guitarristas", de ejercitación de la mano derecha, e indaga en una posible reestructuración física del instrumento, buscando lograr el perfeccionamiento de la emisión del sonido. Lo registra bajo el nombre "Nueva Guitarra": construye "la Osiris", de la que, presumiblemente, sólo existen tres en todo el mundo.
Otra característica de Osiris es el de haber arrancado del olvido un género sencillo y elocuente: el cielito . Nadie había compuesto un cielito en Uruguay desde la época de Bartolomé Hidalgo, doscientos años antes del nacimiento del artista.
En 1974 edita el LP Pájaros de piedra, con
dos versiones diferentes, una en Montevideo y otra en Buenos Aires, esta última
dedicada especialmente al público argentino. Las grabaciones originales, así
como las del disco anterior, se realizan en los estudios Sondor de Montevideo.
Sobrevive dando clases de guitarra en su casa de Montevideo. Entre los años 1974 y 1977 queda relegado al ámbito privado. Para ocupar su espíritu creativo se dedicó a la investigación y al estudio de la guitarra en profundidad. Crea un nuevo "Método para guitarristas", de ejercitación de la mano derecha, e indaga en una posible reestructuración física del instrumento, buscando lograr el perfeccionamiento de la emisión del sonido. Lo registra bajo el nombre "Nueva Guitarra": construye "la Osiris", de la que, presumiblemente, sólo existen tres en todo el mundo.
A fines de 1978 realiza, con enormes dificultades de
producción y considerable riesgo personal, dos recitales: en el Teatro del
Notariado y en el Teatro del Centro, de Montevideo, que resultan ser llenos
abrumadores, prácticamente con la única difusión del boca a boca. Pero la
realidad es que continúa en la lista negra del gobierno de facto, y entonces
comienza a plantearse un posible exilio.
En enero de 1980 edita los
cuentos "Las nuevas aventuras del gaucho Alambre".
Se exiló voluntariamente a
Madrid, adonde vive durante catorce años, desde el 6 de enero de 1981. Allí, en
un piso de Arturo Soria, trabaja incansablemente en la construcción de su
guitarra, buscando el reencuentro "con ese sonido dulce parecido al del laúd..."
Osiris con Carlos Blanco Fadol.
En 1981, en Madrid, inició una relación con Consuelo Vázquez de Parga,
con quien compartió todos los años de su exilio, hasta la muerte de ella, en
1992.
En España resulta finalista entre más de 800 participantes en el "VII premio Literario de Narraciones Breves Antonio Machado"; el cuento premiado es editado junto con los de otros autores en un volumen denominado "Tú, Guiomar y otros relatos".
En el año 1983. Años después,
llegada la democracia a su país, vuelve a Uruguay invitado por el Movimiento 26
de Marzo. Forma parte de sus listas, y realiza un largo viaje por todo el
interior del país explicando las razones históricas y personales que le llevan
a su candidatura testimonial a diputado.
Regresa a Madrid, y basándose
en el discurso de la campaña, empieza a trabajar en un ensayo inédito sobre
historia política del Uruguay: "El libro del discurso".
En 1993 regresa a Uruguay
definitivamente y ese mismo año le es otorgada una "pensión
graciable", pequeña pensión que se otorga, por aprobación del Senado de la
República, a personalidades de gran significación cultural.
Se desempeña en tareas de
investigación en la hemeroteca de la Biblioteca Nacional y continúa trabajando
en su ensayo sobre historia política.
En los últimos años se dedicó
el poeta a realizar un estudio de la guitarra iniciándose en el clasicismo
guitarrístico con el maestro profesor Atilio Rapat. Es autor a la sazón de innumerables páginas de
literatura guitarrística y para canto y guitarra (sobre temas orientales)
En la madrugada del 5 de
octubre de 1996, a los 73 años, un aneurisma de aorta lo hiere de muerte. El 10
de octubre , sin salir de un coma profundo, muere en un hospital público de
Montevideo. Luego de un velatorio multitudinario fue incinerado y sus cenizas
fueron vertidas en el río Yí en una ceremonia familiar emotiva, sobria y
silenciosa.
PARA CANTAR EN EL AULA
GURÍ PESCADOR
Hay un reino bajo el agua,
un sauce me lo contó,
dónde el pejerrey escucha,
y canta el bagre cantor.
En las taipas de un asube,
yo vi un gurí pescador,
que confundiendo a las piabas,
le cantaba esta canción:
Tararira, tararira,
qué arisca y sabia que estás.
Anzuelo que cae al agua,
mojarra que te llevas.
Pica, pica, tararira,
plata viva del juncal,
mientras no se corta el hilo,
junto al agua me hallarás.
Y yo que crecí en silencio,
bajo los sauces del Yi,
cobrizo de soles largos,
comprendo bien al gurí.
Siempre la suerte fue esquiva,
con los peces para mí,
pero él me enseñó estas coplas,
que alumbran como un candil:
Tararira, tararira,
qué arisca y sabia que estás.
Anzuelo que cae al agua,
mojarra que te llevas.
Pica, pica, tararira,
plata viva del juncal,
mientras no se corta el hilo,
junto al agua me hallarás.
Hay un reino bajo el agua,
un sauce me lo contó,
dónde el pejerrey escucha,
y canta el bagre cantor.
Romance para el Gral. Lavalleja
Nació para andar de bronce
Por la gloria y por la vida.
Los cerros le modelaron
Cuarteador de rebeldías,
Y él se trajo a la "sidera"
Toda la rabia mestiza
Que el sol encendió en los valles
Y las quebradas de Minas.
Mano de alzarse en visera
Para medir lejanías,
Halló grata la cintura
De la fama, en la medida
Del puño de un sable corvo
Con hoja de luna niña.
Desprendido de las cumbres
En rauda piedra que grita
La palabra con que el trueno
Rebota en las serranías,
Se proyectó historia adentro
Sobre las cruces ariscas
Que silban largas "clineras"
En el viento de las cifras...
Retumbaron los bordones
De las vihuelas patricias
Al pasar sus tacuarales
Por madrugadas rosillas,
Cuando el Tiempo andaba lejos
De la Patria todavía...
Prisionera de los godos
Estaba su novia india!
En un cinturón de piedras
El coraje de Castilla
Rugiendo por huecos bronces
Desvelados, la tenía;
Pero el león teme al trueno
Y el trueno siempre crecía
Reventando en las murallas
Con bermellones de lidia!
Latido de tierra y potros!
Polvareda sostenida
Con tiempo y sol a la espalda,
Y un mar de lunas oblicuas
Guadañando cerrazones
De leyendas enemigas!
Es fama que, por las noches,
Cuando las sombras crecían,
Lagrimeaban los fogones
La pena de la cautiva...
Tierra estrellada del Sitio...
Lugar donde se tendían
Los patriotas cimarrones
A lamerse las heridas...
Entonces, junto a los muros,
Una guitarra suicida
Despertaba los "Alerta!...
Por las troneras altísimas
Para crecer una urdimbre
Musical, desconocida,
Que se aferraba a las grietas
Como una hiedra de ira!
Y brotaban las mortales
Rosas de las carabinas!
Y los súbitos colores
De la pólvora, teñían
La silueta de un centauro
De nueva cepa bravía
Que guitarreaba un trabuco
De coplas enrojecidas!
Era el campeón que los cerros
Enviaban a la cautiva!
La promesa de una raza
Corajuda, repetida
Por la punta de las cargas;
Por los filos de las brisas;
Y era el canto a flor de labios;
Y era el grito a flor de risas;
Y era el sombrero en la nuca,
Y el orgullo con que brillan
Las pinchudas nazarenas
En trazos de acometida!
Se llamaba Juan Antonio;
Juan Antonio es todavía!
Juan Antonio de los potros,
De las lanzas, de las vinchas,
Del color de los arroyos,
De los pastos que tiritan,
De los llanos mugidores,
Del trigal en las colinas!
Juan Antonio Lavalleja!
Rumbo de la gauchería,
Jefe de los tupamaros,
Dueño de la luna niña,
Flor de mi raza estrellera!
Metal heroico de Minas!
Osiris Rodríguez Castillos
Hay un reino bajo el agua,
un sauce me lo contó,
dónde el pejerrey escucha,
y canta el bagre cantor.
En las taipas de un asube,
yo vi un gurí pescador,
que confundiendo a las piabas,
le cantaba esta canción:
Tararira, tararira,
qué arisca y sabia que estás.
Anzuelo que cae al agua,
mojarra que te llevas.
Pica, pica, tararira,
plata viva del juncal,
mientras no se corta el hilo,
junto al agua me hallarás.
Y yo que crecí en silencio,
bajo los sauces del Yi,
cobrizo de soles largos,
comprendo bien al gurí.
Siempre la suerte fue esquiva,
con los peces para mí,
pero él me enseñó estas coplas,
que alumbran como un candil:
Tararira, tararira,
qué arisca y sabia que estás.
Anzuelo que cae al agua,
mojarra que te llevas.
Pica, pica, tararira,
plata viva del juncal,
mientras no se corta el hilo,
junto al agua me hallarás.
Hay un reino bajo el agua,
un sauce me lo contó,
dónde el pejerrey escucha,
y canta el bagre cantor.
Romance para el Gral. Lavalleja
Nació para andar de bronce
Por la gloria y por la vida.
Los cerros le modelaron
Cuarteador de rebeldías,
Y él se trajo a la "sidera"
Toda la rabia mestiza
Que el sol encendió en los valles
Y las quebradas de Minas.
Mano de alzarse en visera
Para medir lejanías,
Halló grata la cintura
De la fama, en la medida
Del puño de un sable corvo
Con hoja de luna niña.
Desprendido de las cumbres
En rauda piedra que grita
La palabra con que el trueno
Rebota en las serranías,
Se proyectó historia adentro
Sobre las cruces ariscas
Que silban largas "clineras"
En el viento de las cifras...
Retumbaron los bordones
De las vihuelas patricias
Al pasar sus tacuarales
Por madrugadas rosillas,
Cuando el Tiempo andaba lejos
De la Patria todavía...
Prisionera de los godos
Estaba su novia india!
En un cinturón de piedras
El coraje de Castilla
Rugiendo por huecos bronces
Desvelados, la tenía;
Pero el león teme al trueno
Y el trueno siempre crecía
Reventando en las murallas
Con bermellones de lidia!
Latido de tierra y potros!
Polvareda sostenida
Con tiempo y sol a la espalda,
Y un mar de lunas oblicuas
Guadañando cerrazones
De leyendas enemigas!
Es fama que, por las noches,
Cuando las sombras crecían,
Lagrimeaban los fogones
La pena de la cautiva...
Tierra estrellada del Sitio...
Lugar donde se tendían
Los patriotas cimarrones
A lamerse las heridas...
Entonces, junto a los muros,
Una guitarra suicida
Despertaba los "Alerta!...
Por las troneras altísimas
Para crecer una urdimbre
Musical, desconocida,
Que se aferraba a las grietas
Como una hiedra de ira!
Y brotaban las mortales
Rosas de las carabinas!
Y los súbitos colores
De la pólvora, teñían
La silueta de un centauro
De nueva cepa bravía
Que guitarreaba un trabuco
De coplas enrojecidas!
Era el campeón que los cerros
Enviaban a la cautiva!
La promesa de una raza
Corajuda, repetida
Por la punta de las cargas;
Por los filos de las brisas;
Y era el canto a flor de labios;
Y era el grito a flor de risas;
Y era el sombrero en la nuca,
Y el orgullo con que brillan
Las pinchudas nazarenas
En trazos de acometida!
Se llamaba Juan Antonio;
Juan Antonio es todavía!
Juan Antonio de los potros,
De las lanzas, de las vinchas,
Del color de los arroyos,
De los pastos que tiritan,
De los llanos mugidores,
Del trigal en las colinas!
Juan Antonio Lavalleja!
Rumbo de la gauchería,
Jefe de los tupamaros,
Dueño de la luna niña,
Flor de mi raza estrellera!
Metal heroico de Minas!
Osiris Rodríguez Castillos
FUENTES
http://www.ecured.cu
articulo.mercadolibre.com.a
http://vocesdelapatriagrande.blogspot.com
https://es.wikipedia.org
http://www.rivera.gub.uy
1 comentario:
Muy interesante. Tengo su guitarra (Osiris) con la que daba recitales. Me llamo José y vivo en Madrid.
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