Blog de Arinda

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miércoles, 29 de noviembre de 2023

EL 29 DE NOVIEMBRE DE 1832 NACÍA LOUISA MAY ALCOTT

LA GRAN NOVELISTA  Y EDUCADORA





Louisa o Louise May Alcott nació en Germantown, el 29 de noviembre de 1832.

Fue una novelista y educadora estadounidense muy conocida por sus libros para adolescentes, especialmente por sus ya clásicas novelas Mujercitas (1868) y Hombrecitos (1871).



 La casa de Bronson Alcott y su familia, en Concordia.( grabado en madera 1875) 
© Photos.com/Jupiterimages

Padres de Louise Alcott



Amos Bronson Alcott era entre muchas cosas un pionero de la educación progresiva.


Hija del reformista, maestro y filósofo  A. Bronson Alcott  y su madre Abigail May.
Era la segunda de cuatro hijas: Anna Bronson Alcott era la mayor, mientras que Elizabeth Sewall Alcott y Abigail May Alcott eran las dos más jóvenes. 
Fueron educadas principalmente por su padre, y se criaron sobre el cristianismo práctico de su madre.

Su padre, Amos Bronson Alcott, de quien recibió una esmerada educación, creció en los círculos trascendentalistas de Boston y de Concord, Massachusetts, de los que su padre era simpatizante. 

Hombre poco práctico, Bronson Alcott fracasó en Fruitlands, una comunidad utópica que había fundado, y Louisa tuvo que impartir clases y trabajar como costurera y asistenta; también con sus textos intentaba contribuir al sustento de su madre y hermanas. 

Louisa pasó su infancia en Boston y Concord, Massachusetts, donde sus días se vieron iluminados por visitas a la biblioteca de Ralph Waldo Emerson, excursiones a la naturaleza con Henry David Thoreau y obras de teatro en el granero de "Hillside" (ahora "The Wayside"). 

Al igual que el personaje de "Jo March" en Mujercitas, la joven Louisa era una marimacho. "Ningún niño podría ser mi amigo hasta que yo lo hubiera vencido en una carrera", afirmó, "y ninguna niña si se negara a trepar árboles, saltar vallas...".

Para Louisa, escribir fue una pasión temprana. 

Tenía una rica imaginación y sus historias a menudo se convertían en la base de los melodramas que ella y sus hermanas representaban para sus amigos. 

Louisa prefería interpretar los papeles "escabrosos" de estas obras: "los villanos, los fantasmas, los bandidos y  las reinas desdeñosas", como ella decía.

A los 15 años, preocupada por la pobreza que azotaba a su familia, juró: "Poco a poco haré algo. 

No importa qué, enseñar, coser, actuar, escribir, cualquier cosa para ayudar a la familia; y seré rica". y famoso y feliz antes de morir, ¡a ver si no lo hago! 

Al enfrentarse a una sociedad que ofrecía pocas oportunidades a las mujeres que buscaban empleo, Louisa persistió: "... Haré de mi cabeza un ariete y me abriré camino a través de este mundo turbulento y agitado". 

Ya sea como maestra, costurera, institutriz o empleada doméstica, durante muchos años Louisa hizo cualquier trabajo que pudo encontrar.

Había escrito su primer libro, "Fábulas de flores", a los dieciséis años; deseaba ser actriz y compuso algunas comedias, una de las cuales fue aceptada por el Boston Theater, pero no llegó a ser representada. 
Sus expresivos cuentos, algunos de ellos escalofriantes y violentos, aparecieron con pseudónimo entre 1863 y 1869 en la publicación The Atlantic Monthly.


Louisa May Alcott. Hospital Sketches grabado de Leslies Weekly, Culver Pictures Nueva York

Era noviembre de 1862. Louisa May Alcott acababa de cumplir treinta años y había pasado gran parte de ese año enseñando a regañadientes en un jardín de infancia.

Su familia estaba en una situación financiera desesperada y ella no había logrado obtener ganancias de los pocos cuentos que había vendido ese año. Entonces tomó una decisión: iría a Washington a trabajar como enfermera.

Su ausencia significaría una boca menos para su familia que alimentar y, además, escribió en su diario, "se necesita ayuda... y debo liberar mi energía reprimida de alguna manera nueva".

Entonces, armada con una entusiasta recomendación de Hannah Stevenson, una respetada enfermera, y “llena de esperanza y tristeza, coraje y planes”, partió de su casa en Concord, MA, hacia Washington en diciembre de 1862.

Una vez en Washington, Louisa se dedicó de lleno a su trabajo en el hospital Union Hotel de Georgetown. Al igual que para muchas de sus compañeras enfermeras, sus días eran un torbellino agotador de vendar heridas, limpiar y coser vendajes, supervisar a asistentes de convalecientes, ir a buscar ropa de cama, agua y almohadas, ayudar durante procedimientos quirúrgicos, limpiar con esponjas cuerpos sucios y destrozados (una experiencia impactante).

¡Experiencia para una dama soltera!), escribir cartas en nombre de los enfermos y heridos, y alimentar a los que están demasiado débiles para alimentarse por sí mismos.

En esa época contrajo la fiebre tifoidea, que afectaría su salud por el resto de su vida. 

Las cartas en que refería sus experiencias como enfermera, publicadas con el título de Apuntes del hospital (1863), fueron la primera obra suya en hacerla famosa. Su primera novela, Estado de ánimo (Moods), apareció en 1864. 




 
En 1865 marchó a Europa, y dos años después asumió la dirección de una revista para niños, Merry's Museum.


Tras el éxito apoteósico de la novela autobiográfica Mujercitas (1868), logró por fin saldar sus deudas y dar tranquilidad económica a su familia. 

Mujercitas es un relato en parte autobiográfico inspirado en su niñez junto a sus hermanas en Concord, Massachusetts. Esta obra fue escrita por encargo de su editor, que quería un libro orientado a mujeres jóvenes.

Alcott se inspiró en su propia familia para crear el retrato de los March, algo que se puede ver especialmente en los personajes de las hermanas. 

Su guapa hermana casada Anna, fue el modelo para Meg (la escena de la boda describe, de hecho, la boda real de Anna); Lizzie, que murió a los 23 años, para Beth (ambas cogieron escarlartina mientras su madre ayudaba a una familia pobre), y May, una pintora que acabó viviendo en Europa, para Amy.
Además, al igual que los March, los Alcott también pasaron penurias económicas. 

En su caso, su padre no era un héroe de guerra, eso sí, sino un hombre de muchos principios al que le costaba encontrar trabajo ( llegó a crear una escuela, pero el hecho de ser socialista y no religioso no le ayudaba a atraer alumnos). 

Sobrevivían gracias a la ayuda de amigos y familiares, y Alcott trabajó desde muy joven para contribuir (ya fuera de institutriz, de costurera, de criada o escribiendo libros).
 



Una muchacha anticuada es la historia de Polly Milton, una muchacha de campo, de catorce años, que viene a la ciudad a pasar una temporada con su amiga Fanny Shaw.
Polly queda muy impresionada por la vida tan diferente a la suya que Fanny lleva. Siempre va a la moda y le gusta coquetear con los jóvenes.
Polly conoce a gente de su edad, asiste al teatro, y regresa a su casa convencida de que si bien la vida en la ciudad es agradable, no lo es todo. La historia continúa seis años después, cuando Polly regresa a la ciudad para alojarse en casa de la Sra. Mills y dar lecciones de música.

Para entonces, Tom, el hermano de Fanny está comprometido con una joven por demás antipática y ambiciosa.
Fanny gusta de Sydney que a la vez se siente atraído por Polly y ella gusta de Arthur Sydney .

La historia  nos muestra que el glamour, la moda, las habladurías o cosas de esa clase no importan, sino la verdad y un corazón inocente.




Hombrecitos relata la historia de un grupo de amigos que estudian en un internado dirigido por Friedrich y Josephine Bhaer; son ellos quienes recogerán a Nat, un niño que vagaba por las calles tocando el violín como medio para subsistir. Nat es un pequeño tímido y tranquilo a quien le costará adaptarse a sus nuevos amigos en el internado.
El internado al que llega Nat no es una escuela común, su método de enseñanza implica tener una mascota que te enseñará a gestionar de manera creativa los negocios e iniciativas que emprendas a lo largo de tu vida. Además, los niños son tratados como adultos que deben hacerse responsables de los aspectos básicos de su vida, siguen estrictas normas de conducta y un muy bien planificado calendario de actividades diarias. Pero todo este orden se verá revolucionado con la llegada de un nuevo alumno conocido como Dan y que no está dispuesto a acatar las reglas tan obedientemente como Nat.





Ocho primos cuenta la historia de Rosa que era una niña de 13 años muy diferente a las niñas de su edad, siempre se encontraba triste y enferma, y sus padres habían muerto. Luego de vivir en un internado de señoritas se mudó con sus tías Peace y Plenty a una casa antigua, enorme, llena de rincones extraños, lindas habitaciones y un precioso jardín. Sus tías trataban de agradarla pero Rosa no se interesaba por nada. Sin embargo traba amistad con Phoebe, una joven que trabajaba en la casa que tiene el don de imitar el sonido de las aves, viene de un asilo y nunca ha ido a la escuela. Rosa le cuenta que puede soportar a sus tías pero no a sus primos que están por llegar, porque los cree muy malos. Más tarde llega su tío Alec, un médico soltero que ha recorrido el mundo, y las cosas cambian. Al tío le rompe el alma ver a esta chiquilla enclenque y muy delicada de salud. Entonces le dice que de ahora en adelante ella estará a su cuidado y comienza el tratamiento: descarta los medicamentos que venía tomando, le hace usar fajas de seda en lugar de duros cinturones, consumir leche natural en lugar de café agrio, etc. Rosa mejora y descubre que se lleva muy bien con sus primos, y en su compañía, la del tío y Phoebe, empieza a cambiar y desarrollar una encantadora personalidad.

Una muchacha anticuada (1870), Hombrecitos (1871), Ocho primos (1875), Rosa en flor (1876) y Los muchachos de Jo (1886) se inspiraron también en sus experiencias como educadora. 



Rosa en Flor (o la Juventud de los Ocho Primos)
La novela comienza cuando Rosa, el tío Alec y Phebe vuelven de un larguísimo viaje. Los reciben los primos, y surgen los romances. Phebe y Archie, el mayor de los primos, se enamoran casi de inmediato, pero su romance no resulta bien porque la familia se opone, no claramente, pero dan a entender que la unión entre la criadita sin familia y el joven potentado no le hará bien a ninguno de ellos. Así que Phebe, que es orgullosa, talentosa y libre, se marcha para labrarse un lugar en el mundo de la música (ya que es una gran cantante que solo necesita fama y dinero) y se da el gusto de verse a escondidas con Archie.
Phebe deja su carrera para casarse, Rosa nunca tuvo carrera, y aunque son adoradas por sus amores, siguen siendo paradigma de la mujer de su tiempo: sometida al marido (aunque sea por elección). Quizás esa sea la idea: si quieres someterte, que sea tu elección y no la de tus familiares.






Los Muchachos de Jo es la continuación y desenlace de Mujercitas, Aquellas Mujercitas y Hombrecitos. En esta historia se cuenta como han crecido esos niños y niñas que Jo Bhaer, antes Jo March, y su marido educaron en su pequeña escuela. Sus amores, lo que buscan de la vida, sus errores,... Tierna y a la vez un poco amarga, pero imprescindible para ver la madurez de estos personajes.





En 1887 publica por primera vez Un moderno Mefistófeles,  bajo seudónimo, cuya historia gira alrededor de un poeta que realiza un pacto fáustico

Un moderno Mefistófeles refleja las constantes de la obra de Louisa May Alcott: amor al trabajo, la honradez y la honestidad; deseo de una vida sencilla y en la que las potencias del alma estén en equilibrio; desprecio de cualquier tipo de conducta dañina; defensa a ultranza de la libertad —al servicio del corazón—; fe en un orden y una justicia morales inmanentes; respeto por los secretos inviolables de la naturaleza humana; y entrega a la Providencia. En resumen, las premisas del Trascendentalismo. Esta obra es, en definitiva, más que una novela rosa, una novela perfumada de ideas.

En 1987 volvió a publicarse su novela gótica A Modern Mephistopheles .


Louisa May Alcott, grabado de Harper’s Weekly..

Louisa May Alcott pasó los últimos años de su vida en Boston. Fue una mujer de sorprendente personalidad, dotada de gran seducción, animada por impulsos humanitarios y protectora de muchas buenas causas. Pese a centrarse más en la enseñanza moral que en fines artísticos o de puro entretenimiento, sus novelas tienen una gran frescura, y todavía hoy agradan a los jóvenes.

Falleció en Boston, el 6 de marzo del año1888 a los 55 años, víctima de un accidente cerebrovascular causado por envenenamiento de mercurio. Según su biografía, su intoxicación se produjo prestando servicio como enfermera en los hospitales militares.


Louisa May Alcott está enterrada en el Cementerio Sleepy Hollow en Concord, Massachusetts, junto a su familia.



HOMENAJE

Fotograma de Mujercitas (1949), basada en la novela de Alcott

La obra ha sido reiteradamente llevada a la gran pantalla: una de las mejores versiones es la rodada en 1933 por George Cukor, con Katharine Hepburn en el reparto; en 1949 Mervyn LeRoy dirigió otra adaptación con Elizabeth Taylor como protagonista.

"Mujercitas" de Greta Gerwig es la versión más reciente de la novela de Louisa May Alcott llevada al cine.

Al igual que la última versión de "Mujercitas" de la actriz y directora de cine estadounidense Greta Gerwig estrenada recientemente, la novela original escrita por la estadounidense Louisa May Alcott hace  155 años, fue un éxito rotundo.




 Sellos conmemorativos

FUENTES:
https://en.wikipedia.org/

https://louisamayalcott.org/

https://www.britannica.com/

https://gcn.ie/

https://www.civilwarmed.org/

https://www.biografiasyvidas.com/

https://www.bbc.com/

https://www.mujeresenlahistoria.com/

https://www.biography.com/

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