LA GRAN NOVELISTA Y EDUCADORA
Louisa o Louise May Alcott nació en Germantown, el 29 de noviembre de 1832.
Fue una novelista y educadora estadounidense muy conocida por sus libros para adolescentes, especialmente por sus ya clásicas novelas Mujercitas (1868) y Hombrecitos (1871).
La
casa de Bronson Alcott y su familia, en
Concordia.( grabado en madera 1875)
© Photos.com/Jupiterimages
Amos Bronson Alcott era entre
muchas cosas un pionero de la educación progresiva.
Hija del reformista, maestro y filósofo A. Bronson Alcott
y su madre Abigail May.
Era la segunda de cuatro hijas: Anna Bronson Alcott era la mayor, mientras que Elizabeth Sewall Alcott y Abigail May Alcott eran las dos más jóvenes.
Fueron educadas principalmente
por su padre, y se criaron sobre el
cristianismo práctico de su madre.
Su padre, Amos Bronson Alcott, de quien recibió una esmerada educación, creció en los círculos trascendentalistas de Boston y de Concord, Massachusetts, de los que su padre era simpatizante.
Hombre poco práctico, Bronson Alcott fracasó en Fruitlands, una comunidad utópica que había fundado, y Louisa tuvo que impartir clases y trabajar como costurera y asistenta; también con sus textos intentaba contribuir al sustento de su madre y hermanas.
Louisa pasó su infancia en
Boston y Concord, Massachusetts, donde sus días se vieron iluminados por
visitas a la biblioteca de Ralph Waldo Emerson, excursiones a la naturaleza con
Henry David Thoreau y obras de teatro en el granero de "Hillside"
(ahora "The Wayside").
Al igual que el personaje de "Jo
March" en Mujercitas, la joven Louisa era una marimacho. "Ningún niño
podría ser mi amigo hasta que yo lo hubiera vencido en una carrera",
afirmó, "y ninguna niña si se negara a trepar árboles, saltar
vallas...".
Para Louisa, escribir fue una
pasión temprana.
Tenía una rica imaginación y sus historias a menudo se
convertían en la base de los melodramas que ella y sus hermanas representaban
para sus amigos.
Louisa prefería interpretar los papeles "escabrosos"
de estas obras: "los villanos, los fantasmas, los bandidos y las reinas desdeñosas", como ella
decía.
A los 15 años, preocupada por
la pobreza que azotaba a su familia, juró: "Poco a poco haré algo.
No
importa qué, enseñar, coser, actuar, escribir, cualquier cosa para ayudar a la
familia; y seré rica". y famoso y feliz antes de morir, ¡a ver si no lo
hago!
Al enfrentarse a una sociedad que ofrecía pocas oportunidades a las
mujeres que buscaban empleo, Louisa persistió: "... Haré de mi cabeza un
ariete y me abriré camino a través de este mundo turbulento y agitado".
Ya
sea como maestra, costurera, institutriz o empleada doméstica, durante muchos
años Louisa hizo cualquier trabajo que pudo encontrar.
Había escrito su primer libro, "Fábulas de flores", a los dieciséis años; deseaba ser actriz y compuso algunas comedias, una de las cuales fue aceptada por el Boston Theater, pero no llegó a ser representada.
Sus expresivos cuentos, algunos de ellos escalofriantes y violentos, aparecieron con pseudónimo entre 1863 y 1869 en la publicación The Atlantic Monthly.
Louisa May Alcott. Hospital Sketches grabado de Leslies Weekly, Culver
Pictures Nueva York
Era noviembre de 1862. Louisa
May Alcott acababa de cumplir treinta años y había pasado gran parte de ese año
enseñando a regañadientes en un jardín de infancia.
Su familia estaba en una
situación financiera desesperada y ella no había logrado obtener ganancias de
los pocos cuentos que había vendido ese año. Entonces tomó una decisión: iría a
Washington a trabajar como enfermera.
Su ausencia significaría una
boca menos para su familia que alimentar y, además, escribió en su diario,
"se necesita ayuda... y debo liberar mi energía reprimida de alguna manera
nueva".
Entonces, armada con una
entusiasta recomendación de Hannah Stevenson, una respetada enfermera, y “llena
de esperanza y tristeza, coraje y planes”, partió de su casa en Concord, MA,
hacia Washington en diciembre de 1862.
Una vez en Washington, Louisa
se dedicó de lleno a su trabajo en el hospital Union Hotel de Georgetown. Al
igual que para muchas de sus compañeras enfermeras, sus días eran un torbellino
agotador de vendar heridas, limpiar y coser vendajes, supervisar a asistentes
de convalecientes, ir a buscar ropa de cama, agua y almohadas, ayudar durante
procedimientos quirúrgicos, limpiar con esponjas cuerpos sucios y destrozados
(una experiencia impactante).
¡Experiencia para una dama
soltera!), escribir cartas en nombre de los enfermos y heridos, y alimentar a
los que están demasiado débiles para alimentarse por sí mismos.
En esa época contrajo la fiebre tifoidea, que afectaría su salud por el resto de su vida.
Las cartas en que refería sus experiencias como enfermera, publicadas con el título de Apuntes del hospital (1863), fueron la primera obra suya en hacerla famosa. Su primera novela, Estado de ánimo (Moods), apareció en 1864.
En 1865 marchó a Europa, y dos años después asumió la dirección de una revista para niños, Merry's Museum.
Tras el éxito apoteósico de la novela autobiográfica Mujercitas (1868), logró por fin saldar sus deudas y dar tranquilidad económica a su familia.
Mujercitas es un relato en parte autobiográfico inspirado
en su niñez junto a sus hermanas en Concord, Massachusetts. Esta obra fue
escrita por encargo de su editor, que quería un libro orientado a mujeres
jóvenes.
Alcott se inspiró en su propia
familia para crear el retrato de los March, algo que se puede ver especialmente
en los personajes de las hermanas.
Su guapa hermana casada Anna, fue el modelo
para Meg (la escena de la boda describe, de hecho, la boda real de Anna);
Lizzie, que murió a los 23 años, para Beth (ambas cogieron escarlartina
mientras su madre ayudaba a una familia pobre), y May, una pintora que acabó
viviendo en Europa, para Amy.
Además, al igual que los
March, los Alcott también pasaron penurias económicas.
En su caso, su padre no
era un héroe de guerra, eso sí, sino un hombre de muchos principios al que le
costaba encontrar trabajo ( llegó a crear una escuela, pero el hecho de ser
socialista y no religioso no le ayudaba a atraer alumnos).
Sobrevivían gracias
a la ayuda de amigos y familiares, y Alcott trabajó desde muy joven para
contribuir (ya fuera de institutriz, de costurera, de criada o escribiendo
libros).
Una
muchacha anticuada es la historia de Polly Milton, una muchacha de campo, de catorce años, que
viene a la ciudad a pasar una temporada con su amiga Fanny Shaw.
Polly
queda muy impresionada por la vida tan diferente a la suya que Fanny lleva.
Siempre va a la moda y le gusta coquetear con los jóvenes.
Polly
conoce a gente de su edad, asiste al teatro, y regresa a su casa convencida de
que si bien la vida en la ciudad es agradable, no lo es todo. La historia
continúa seis años después, cuando Polly regresa a la ciudad para alojarse en
casa de la Sra. Mills y dar lecciones de música.
Para
entonces, Tom, el hermano de Fanny está comprometido con una joven por demás
antipática y ambiciosa.
Fanny
gusta de Sydney que a la vez se siente atraído por Polly y ella gusta de Arthur Sydney .
La historia
nos muestra que el glamour, la moda, las habladurías o cosas de esa clase no
importan, sino la verdad y un corazón inocente.
Hombrecitos relata la historia
de un grupo de amigos que estudian en un internado dirigido por Friedrich y
Josephine Bhaer; son ellos quienes recogerán a Nat, un niño que vagaba por las
calles tocando el violín como medio para subsistir. Nat es un pequeño tímido y
tranquilo a quien le costará adaptarse a sus nuevos amigos en el internado.
El internado al que llega Nat
no es una escuela común, su método de enseñanza implica tener una mascota que
te enseñará a gestionar de manera creativa los negocios e iniciativas que
emprendas a lo largo de tu vida. Además, los niños son tratados como adultos
que deben hacerse responsables de los aspectos básicos de su vida, siguen
estrictas normas de conducta y un muy bien planificado calendario de
actividades diarias. Pero todo este orden se verá revolucionado con la llegada de
un nuevo alumno conocido como Dan y que no está dispuesto a acatar las reglas
tan obedientemente como Nat.
Ocho primos cuenta la historia de Rosa que
era una niña de 13 años muy diferente a las niñas de su edad, siempre se
encontraba triste y enferma, y sus padres habían muerto. Luego de vivir en un
internado de señoritas se mudó con sus tías Peace y Plenty a una casa antigua,
enorme, llena de rincones extraños, lindas habitaciones y un precioso jardín.
Sus tías trataban de agradarla pero Rosa no se interesaba por nada. Sin embargo
traba amistad con Phoebe, una joven que trabajaba en la casa que tiene el don
de imitar el sonido de las aves, viene de un asilo y nunca ha ido a la escuela.
Rosa le cuenta que puede soportar a sus tías pero no a sus primos que están por
llegar, porque los cree muy malos. Más tarde llega su tío Alec, un médico
soltero que ha recorrido el mundo, y las cosas cambian. Al tío le rompe el alma
ver a esta chiquilla enclenque y muy delicada de salud. Entonces le dice que de
ahora en adelante ella estará a su cuidado y comienza el tratamiento: descarta
los medicamentos que venía tomando, le hace usar fajas de seda en lugar de
duros cinturones, consumir leche natural en lugar de café agrio, etc. Rosa
mejora y descubre que se lleva muy bien con sus primos, y en su compañía, la
del tío y Phoebe, empieza a cambiar y desarrollar una encantadora personalidad.
Una muchacha anticuada (1870), Hombrecitos (1871), Ocho primos (1875), Rosa en flor (1876) y Los muchachos de Jo (1886) se inspiraron también en sus experiencias como educadora.
Rosa en Flor (o la Juventud de los Ocho Primos)
La
novela comienza cuando Rosa, el tío Alec y Phebe vuelven de un larguísimo
viaje. Los reciben los primos, y surgen los romances. Phebe y Archie, el mayor
de los primos, se enamoran casi de inmediato, pero su romance no resulta bien
porque la familia se opone, no claramente, pero dan a entender que la unión
entre la criadita sin familia y el joven potentado no le hará bien a ninguno de
ellos. Así que Phebe, que es orgullosa, talentosa y libre, se marcha para
labrarse un lugar en el mundo de la música (ya que es una gran cantante que
solo necesita fama y dinero) y se da el gusto de verse a escondidas con Archie.
Phebe
deja su carrera para casarse, Rosa nunca tuvo carrera, y aunque son adoradas
por sus amores, siguen siendo paradigma de la mujer de su tiempo: sometida al
marido (aunque sea por elección). Quizás esa sea la idea: si quieres someterte,
que sea tu elección y no la de tus familiares.
Los Muchachos de Jo es la continuación y desenlace de Mujercitas,
Aquellas Mujercitas y Hombrecitos. En esta historia se cuenta como han crecido
esos niños y niñas que Jo Bhaer, antes Jo March, y su marido educaron en su
pequeña escuela. Sus amores, lo que buscan de la vida, sus errores,... Tierna y
a la vez un poco amarga, pero imprescindible para ver la madurez de estos
personajes.
En
1887 publica por primera vez Un moderno Mefistófeles, bajo seudónimo, cuya historia gira
alrededor de un poeta que realiza un pacto fáustico
Un moderno Mefistófeles refleja las constantes
de la obra de Louisa May Alcott: amor al trabajo, la honradez y la honestidad;
deseo de una vida sencilla y en la que las potencias del alma estén en
equilibrio; desprecio de cualquier tipo de conducta dañina; defensa a ultranza
de la libertad —al servicio del corazón—; fe en un orden y una justicia morales
inmanentes; respeto por los secretos inviolables de la naturaleza humana; y
entrega a la Providencia. En resumen, las premisas del Trascendentalismo. Esta
obra es, en definitiva, más que una novela rosa, una novela perfumada de ideas.
En 1987 volvió a publicarse su novela gótica A Modern Mephistopheles .
Louisa May Alcott, grabado
de Harper’s Weekly..
Louisa May Alcott pasó los últimos años de su vida en Boston. Fue una mujer de sorprendente personalidad, dotada de gran seducción, animada por impulsos humanitarios y protectora de muchas buenas causas. Pese a centrarse más en la enseñanza moral que en fines artísticos o de puro entretenimiento, sus novelas tienen una gran frescura, y todavía hoy agradan a los jóvenes.Falleció en Boston, el 6 de marzo del año1888 a
los 55 años, víctima de un accidente cerebrovascular causado por envenenamiento
de mercurio. Según su biografía, su intoxicación se produjo prestando servicio
como enfermera en los hospitales militares.
Louisa
May Alcott está enterrada en el Cementerio Sleepy Hollow en Concord,
Massachusetts, junto a su familia.
HOMENAJE
Fotograma
de Mujercitas (1949), basada
en la novela de Alcott
La obra ha sido reiteradamente
llevada a la gran pantalla: una de las mejores versiones es la rodada en 1933
por George Cukor, con Katharine Hepburn en el reparto; en 1949 Mervyn LeRoy
dirigió otra adaptación con Elizabeth Taylor como protagonista.
"Mujercitas"
de Greta Gerwig es la versión más reciente de la novela de Louisa May Alcott
llevada al cine.
Al igual que la última versión
de "Mujercitas" de la actriz y directora de cine estadounidense Greta
Gerwig estrenada recientemente, la novela original escrita por la
estadounidense Louisa May Alcott hace 155 años, fue un éxito rotundo.
Sellos conmemorativos
FUENTES:
https://en.wikipedia.org/
https://louisamayalcott.org/
https://www.britannica.com/
https://gcn.ie/
https://www.civilwarmed.org/
https://www.biografiasyvidas.com/
https://www.bbc.com/
https://www.mujeresenlahistoria.com/
https://www.biography.com/
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