una pintora revolucionaria en la Francia del
siglo XVIII
Su padre, René
Delaville-Leroulx, fue durante un tiempo, funcionario real.
Desde pequeña,
Marie-Guillemine demostró un destacado talento para la pintura, algo que su
padre quiso potenciar.
En 1783, ella y su hermana
empezaron a tomar clases de arte de la mano de una de las artistas más
importantes del momento, Élisabeth Vigée-Lebrun, pintora de cámara de la reina
María Antonieta.
Años después, también recibió
clases de otro grande del momento, Jacques-Louis David.
-Óleo sobre lienzo (87 × 115 cm)
Colección privada
En 1791, presentó su primer cuadro en el Salón de París, donde presentó un cuadro de asunto mitológico, Psique despidiéndose de su familia.
En aquella misma época, pintó otra obra, en la que ya empezó a plasmar su personal visión del mundo.
De la misma época es La Inocencia entre el vicio y la virtud, también inspirado en la mitología, adaptando el tema de Hércules en la encrucijada y reflejando sus inquietudes feministas, pues en él aparece el vicio en forma de varón, papel tradicionalmente ligado a un personaje femenino.
En aquella época, Marie-Guillermine se había convertido en una pintora famosa.
En 1793 se casó con un abogado, Pierre-Vincent Benoist, con el que llegó a tener tres hijos.
Autorretrato 1796
Retrato de una dama por Marie-Guillemine Benoist, Museo de Arte de San Diego
Los primeros años de matrimonio, Marie-Guillermine compaginó su vida de casada
con su carrera profesional. Llegó incluso a colaborar con su marido en la edición
de obras literarias que ilustraba con su arte. De ellas, destaca la novela
Marie, de Mary Wollstonecraft.
Óleo sobre lienzo (65 × 81 cm)
Museo del Louvre
En 1800, presentó en el Salón parisino una obra poco convencional, Retrato de una negra. En ella Marie-Guillermine inmortalizó a una antigua esclava, criada de su cuñado.
El cuadro muestra a una joven negra sentada en un sillón.
Su cuerpo está orientado hacia la izquierda, pero se gira para mirar al espectador con una expresión sobria y dueña de sí misma.
El tratamiento de su rostro sugiere que se trata de una semejanza de un individuo en particular.
La mayor parte de su cabello está cubierto por un elaborado pañuelo blanco y viste una prenda blanca brillante que se desliza desde sus hombros para revelar la cálida piel oscura de su pecho derecho.
El fondo es un campo beige liso, pero los adornos de su silla sugieren que está sentada en un interior bien amueblado.
Los únicos colores brillantes en esta
obra en gran parte monocromática son el rojo de una cinta que sujeta la tela
blanca debajo de sus pechos y el azul de un chal que cubre el respaldo de su
silla.
La pintura de Benoist es consistente con las convenciones del retrato y la estética neoclásica que prevalecían en Francia en 1800.
El traje de la mujer recuerda la vestimenta de moda de la época, y su pose es similar a las que se ven en los retratos de Jacques-Louis David, como Madame Raymond de Verninac. El pecho desnudo subraya el contraste entre la piel y el tejido: en los retratos, una representación convincente de los tonos de la piel era crucial, y en la tradición europea, ya en el siglo XVI, la piel de los “etíopes” (como se llamaba comúnmente a los africanos) Se consideró especialmente difícil de pintar.
El trabajo de Benoist es una
sorprendente demostración de sus capacidades como retratista.
Con esta obra, visibilizaba a dos colectivos, las mujeres y los negros.
A pesar de que la Francia colonial había
abolido la esclavitud seis años antes, la condición social de los negros no
había mejorado sustancialmente.
La de las mujeres tampoco Es
muy probable que la pintora realizara esta obra con la intención de reivindicar
la dignidad de todas ellas.
Teresa Cabarrús, también
conocida como Madame Tallien, fue una dama española nacida en Carabanchel Alto,
Madrid. Fue una figura destacada durante la Revolución Francesa, conocida como
"Nuestra Señora de Termidor" en francés.
Se casó con Jean-Lambert
Tallien y posteriormente con François Joseph de Riquet, conde de Caraman y
luego príncipe de Chimay.
Fue una influyente salonnière y socialité, y
su vida estuvo marcada por su participación en la alta sociedad y su relación
con figuras prominentes de la época, como Napoleón y Josefina Bonaparte. Nacida
en una familia de nobleza y riqueza, su vida estuvo llena de eventos políticos
y sociales significativos durante su tiempo en Francia
En el año 1803 Napoléon Bonaparte, en aquél momento Primer Cónsul, le encargó su retrato con destino a la ciudad de Gante, recientemente entregada a Francia por el Tratado de Lunéville.
Marie-Guillemine Benoist - Retrato de una dama elegante con paisaje romántico en primer plano- 1805
Óleo sobre lienzo -146.5 × 113.5 cm
Musée National du château de Fontainbleau
Marie-Guillermine disfrutaba de su éxito como pintora de grandes personalidades.
Un éxito y una carrera prometedora que se truncó cuando su marido fue elevado a miembro del Consejo de Estado tras la Restauración Borbónica de 1814.
Que un alto cargo del estado tuviera una esposa tan famosa, que pudiera hacer sombra a su marido era inconcebible. Marie-Guillermine fue invitada sutilmente a abandonar su carrera.
Desde entonces y hasta el final de sus días, apenas pintó un puñado de cuadros. Marie-Guillemine Benoist falleció el 8 de octubre de 1826 en París.
Psique despidiéndose de su familia (1791).
La Inocencia entre el vicio y la virtud.
Retrato de una negra (1800, Museo del Louvre).
Retrato de Napoleón (1804, tribunal de Gante).
Retrato del mariscal Brune (1805, detruido, copia en el Palacio de Versalles).
Retrato de Paulina Borghèse (1807, Museo del Castillo de Versalles).
Retrato de Marie-Élise, gran duquesa de Toscana (Pinacoteca Nazionale, Lucca).
Retrato de la emperatriz Marie-Louise (Palacio de Fontainebleau).
La lectura de la Biblia, (1810, Museo Municipal, Louviers).
La consulta o La Diseuse de bonne-aventure, (Museo Municipal Saintes).
FUENTES
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