Alberto
Castillo: El
Cantor de los
Cien Barrios
Porteños
Alberto Salvador De Lucca,
conocido Como Alberto Castillo, nació el 7 de diciembre de 1914, en el porteño de Villa Luro, en la calle
Juan Bautista Alberdi al 4624, zona
oeste de la ciudad de barrio de Floresta Buenos Aires.
Fue un cantante de tango y
actor argentino. Médico ginecólogo de profesión, dejó de ejercerla para
dedicarse a su carrera artística.
Era el quinto hijo de un
matrimonio de inmigrantes italianos Salvatore (o Salvador) De Luca y Lucía Di
Paola.
Él era el quinto hijo del
matrimonio, que tenía al menos otra hija, Aida, y se dedicaba al comercio en
barrios porteños como Parque Avellaneda, Floresta o Villa Luro.
Nacido en el seno de una
familia acomodada del barrio porteño de Floresta,
Ya de pequeño demostró una
afición natural por la música; tomó lecciones de violín y cantaba en cualquier
lugar en que se diera la oportunidad.
A los 13 comenzó el bachillerato en el
Colegio Rivadavia y a los 17 ya tenía su
título.
Cierta noche cuando tenía 15
años, se encontraba cantando para un grupo de amigos, del que era el menor y el
más admirado, cuando pasó el guitarrista Armando Neira y le propuso incluirlo
en su conjunto.
Fue ése el debut profesional
de Alberto De Lucca, bajo el seudónimo de Alberto Dual, que alternó con el de
Carlos Duval.
En el año 1934 cantó luego con
las orquestas de Julio De Caro.
Luego, en 1935, con Augusto
Berto.
Más tarde en 1937 canto con Mariano Rodas.
Los seudónimos lo protegieron
de la disciplina paterna.
Cuando cantaba por Radio
París, con la Orquesta Rodas, don Salvador, su padre, comentó ante el receptor:
«Canta muy bien; tiene una voz parecida a la de Albertito».
En 1938, abandonó la orquesta
y se dedicó por completo a su carrera de medicina.
Pero el tango le seguía
tirando y un año antes de recibirse integró la Orquesta Típica Los Indios, que
dirigía el dentista-pianista Ricardo Tanturi.
El 8 de enero de 1941,
apareció el primer disco de Tanturi con su vocalista Alberto Castillo, acababa
de adoptar su seudónimo definitivo, propuesto por el hombre de radio Pablo
Osvaldo Valle
El vals “Recuerdo”, de Alfredo
Pelaia, fue todo un éxito de venta.
Ingresó a la UNLP (Universidad
Nacional de La Plata), Buenos Aires, Argentina.
En el año 1942, se recibió de
ginecólogo e instaló su consultorio en la casa paterna.
De modo que tarde a tarde, el
doctor Alberto Salvador De Lucca abandonaba su consultorio de señoras y corría
hacia la radio para convertirse en el cantor Alberto Castillo.
Todo se complicó cuando la
sala de espera de su consultorio ya no daba abasto para tantas mujeres, en su
mayoría, jóvenes.
Había una explicación: el
cantor atraía increíblemente al sexo débil y como corría la noticia de que era
ginecólogo, las que averiguaban donde quedaba su consultorio corrían a hacerse
atender por él. Castillo recordaba la anécdota que develaba la imparable
afluencia de damas a su consultorio: «¿Está lista, señora?», preguntó a una
paciente que se desvestía tras el biombo, y ella respondió en el colmo de la
desfachatez: «Yo sí, doctor. ¿Y usted?»
Castillo comentaba «Esas
insinuaciones no me gustaban demasiado», confesó, y terminó por abandonar la
profesión para dedicarse de lleno al canto.
El 6 de junio de 1945,
contrajo matrimonio con Ofelia Oneto, del cual nacieron del que nacerían tres
hijos.
Alberto Jorge (ginecólogo y
obstetra), Viviana Ofelia (veterinaria e ingeniera agrónoma) y Gustavo Alberto
(cirujano plástico).
Para entonces, Castillo era ya
un auténtico ídolo popular.
Alberto Castillo se hizo
popular en su manera de moverse en el escenario, su modo de tomar el micrófono
e inclinarlo hacia uno y otro lado, su derecha junto a la boca como un voceador
callejero, su pañuelo cayendo del bolsillo del saco, el cuello de su camisa
desabrochado y la corbata floja.
Todo era inusitado, todo
causaba sensación, hasta sus improvisadas contiendas de box cuando cantaba
«¡Qué saben los pitucos!» (del tango “Así se baila el tango”, de Elías Randal y
Marvil) y algún pituco se daba por aludido.
Eran sus inicios como solista,
tras desvincularse de Tanturi en algún momento de 1943.
Poco después, incorporó a su
repertorio el candombe, que matizó con bailarines negros en sus espectáculos.
El primero de ellos fue
“Charol” (de Osvaldo Sosa Cordero), que resultó todo un éxito, tanto en Buenos
Aires como en Montevideo, lo que lo decidió a seguir incluyendo páginas en ese
ritmo: “Siga el baile” (de Carlos Warren y Edgardo Donato), “Baile de los
morenos”, “El cachivachero” y, entre otras, “Candonga”, que le pertenece.
Castillo también era letrista;
escribió, además, los tangos “Yo soy de la vieja ola”, “Muchachos escuchen”,
“Cucusita”, “Así canta Buenos Aires”, “Un regalo del cielo”, “A Chirolita”,
“Dónde me quieren llevar”, “Castañuelas” y “Cada día canta más”; y las marchas
“La perinola” y “Año nuevo”.
Alberto Castillo durante una grabación, circa 1945.
Alberto Castillo on cover of Radiolandia 1949. Photograph
by Annemarie Heinrich
Entre noviembre de 1951 y
febrero de 1952, el popular cantante ofició fortuitamente como médico de la
delegación profesional del Club Atlético Vélez Sarsfield al insolarse algunos
jugadores en la ciudad de Pernambuco, en la gira que realizaba en Brasil.
Posteriormente el cantor, reconocido hincha de Vélez, ajustó algunas de sus
presentaciones para acompañar al equipo el resto de la gira.
El último éxito de Castillo fue en 1993, cuando grabó “Siga el baile” con Los Auténticos Decadentes y consiguió ganarse a la juventud de fin de siglo, tal como lo había hecho con la de los '40.
Su voz continúa siendo una de
las más identificadas con la canción ciudadana y, seguramente, lo será para
siempre.
Falleció en Buenos Aires a
causa de una neumonía, mientras estaba interno en el Sanatorio Bazterrica. Sus
restos fueron velados en el Salón Dorado de la Legislatura porteña y sepultados
en el Cementerio de la Chacarita.
Su nieto el joven pianista
Juan Pablo De Lucca está orgulloso de su abuelo, pero sigue un camino musical
diferente. También en la música brinda recitales dentro y fuera del país.
HOMENAJES
Plazas y Placas Conmemorativas
Alberto Castillo cuenta con una plazoleta en su honor en el barrio de Villa Luro, Buenos Aires, ubicada en Avenida Emilio Castro y Escalada-Leopardi, dedicada para preservar su legado como cantor de tango.
Placa en homenaje a Alberto
Castillo, ícono del barrio de Villa Luro, embellecida con una parte del tango
Los Cien Barrios Porteños: “Yo soy parte de mi pueblo y le debo lo que soy.
Hablo con su mismo verbo y canto con su misma voz”.
El jueves 11 de diciembre de 2014, a las 16,00 hs se descubrió una plaqueta en la fachada del Café Histórico de Av. Colón 602. Fue promovida por el escritor y gestor cultural José Valle, presidente del Centro de Estudios y Difusión de la Cultura Popular Argentina y el Instituto Cultural de Bahía Blanca. Es una plaqueta fileteada realizada por el afamado pintor Pedro Araya, con la imagen del cantor de los cien barrios porteños, Alberto Castillo, en el centenario de su nacimiento.
Alberto Castillo dejó un legado perdurable en el tango por su estilo arrabalero, sentido rítmico y fraseo ideal para bailarines, consolidado en su etapa con Ricardo Tanturi (1939-1943), donde grabó éxitos como "Cien barrios porteños", "Recuerdos" y "Así se baila el tango", que definieron su apodo "Cantor de los cien barrios porteños".
Introdujo influencias de
candombe afro-rioplatense y milonga en el género, con temas como
"Charol", "Siga el baile" y "Candonga" (de su
autoridad), expandiendo el repertorio tanguero hasta ritmos más populares y
urbanos.
Composiciones Propias
Como letrista y compositor creó tangos icónicos como "Yo soy de la vieja ola", "Muchachos escuchen", "Cucusita", "Así canta Buenos Aires" y marchas como "La perinola" y "Año nuevo", que siguen integrando el cancionero tradicional del tango.
Su voz, elogiada por Aníbal
Troilo como "la que nunca desafinó", aportó autenticidad barrial y
fresca, influenciando en generaciones posteriores de interpretes.
Presencia Actual
Hasta hoy, su música perdura en plataformas digitales con compilados como "Mis 30 Mejores Tangos" (2007), listas de reproducción en Spotify, Apple Music y YouTube (millones de reproducciones), y eventos como el hogar de 2024 en Ingeniero White.
Documentales como "Los capos del tango" (2002) y biografías en sitios
especializados mantienen su influencia en la difusión del tango auténtico y
rico.
Documentales y Programas
Especiales
En 2002 se emitió un capítulo de la serie "Los capítulos del tango" dedicado a su vida y carrera, repasando sus inicios, éxitos y actuaciones hasta días antes de su fracaso.
Programas radiales y televisivos conmemorativos, como podcasts en 2022 por los
20 años de su muerte, mantienen viva su memoria entre fans del tango.
Eventos y Publicaciones
Recientes
En noviembre de 2024, Ingeniero White organizó un homenaje conjunto a Castillo y Fidel Pintos en el ciclo "Historia y Tango" en el cine local.
Grabaciones físicas incluyen compilados como "Mis 30 Mejores Tangos" (2007) y reediciones en plataformas como Spotify y Apple Music, junto a listas de reproducción en YouTube con sus éxitos.
Biografías en sitios como TodoTango y Fundación Konex
destacan su impacto cultural.
FUENTES
https://es.wikipedia.org/wiki/Alberto_Castillo_(cantante)
https://velez.com.ar/cultura/notas/2013/10/20/220954_


No hay comentarios:
Publicar un comentario