LA PRIMERA CORRESPONSAL DE GUERRA Y LA MÁS INTRÉPIDA DEL SIGLO XX
Oriana Fallaci nació el 29 de junio de 1929 en Florencia, Italia.
Fue una periodista destacada, mujer, corresponsal de guerra, mujer, polémica entrevistadora,
mujer, activista, pero ante todo, mujer. No tenía ni veinte años cuando se
abrió paso en el mundo del periodismo, para aquel entonces, dominado por
hombres que no paraban de decir que escribía como hombre. Ella escribió como
mujer, como una gran mujer periodista, llena de valentía, de fuerza, de
curiosidad, de verdad.
Oriana Fallaci con su madre Tosca Cantini y su padre Edoardo
Nació en el seno de una
familia muy humilde. Su padre era un albañil y su madre una ama de casa que
siempre quiso que Oriana tuviera un futuro mejor que el suyo.
Su padre Edoardo con sus hijas Oriana Paola y Neera
Fallaci fue la mayor de cuatro
hermanas, tres nacidas del matrimonio y una, Elisabetta, que fue adoptada.
Oriana recuerda -“Yo crecí en la guerra. Desde que era niña solo he visto la guerra, no he oído hablar más que de la guerra”.
Con apenas catorce años, Oriana Fallaci se
vio involucrada en la Segunda Guerra Mundial al unirse a la resistencia
italiana contra el nazi-fascismo. Apoyada y entrenada por su padre, Fallaci
transportaba volantes, periódicos, armas y hasta bombas con el fin de defender
a la resistencia
Su infancia transcurrió en la
Italia fascista de Mussolini. Durante la ocupación de Florencia por los
alemanes, su padre fue hecho prisionero y torturado. La Oriana adolescente fue
partisana durante la II Guerra Mundial.
Oriana de adolescente en el Liceo Classico Galileo Galilei
Después de haber realizado estudios medios en el liceo clásico Galileo, y becada varias veces, ingresó en la Facultad de Medicina: Cuenta Oriana de su vida -«Me matriculé en Medicina porque el tío Bruno decía que estudiar Medicina me ayudaría a ser escritora y en aquel tiempo la Universidad no era gratis: hacía falta costeársela.
Luego me quedé en
periodismo que me permitía escribir y, a la vez que realizaba los estudios
universitarios, escribía pequeños reportajes para un diario de Florencia».
Dejó la medicina para dedicarse al periodismo, animada por su tío Bruno Fallaci, que fue también periodista y director de algunos semanarios. Empezó a trabajar para el Mattino dell’Italia centrale, periódico de inspiración cristiana, donde se ocupó de distintos temas: sucesos, crónica judicial y costumbres.
Fue despedida del
periódico porque se negó a escribir un artículo a favor de Palmiro Togliatti,
como le había ordenado su director. Y así tras esto se marchó a Milán para trabajar
en el semanario Época de Mondadori, que entonces estaba dirigido por su tío
Bruno Fallaci, quien, para no ser acusado de favorecerla, le encomendaba los
peores trabajos («encargos infames»).
Fotografia de Oriana Fallaci tomada en los años 50
En 1951 fue publicado su primer artículo para L’Europeo, en el cual se ocupaba de asuntos de modernidad, mundanería y de sucesos. En la década de 1950 recorrió toda América.
En 1956 viajó por primera vez
a Nueva York para escribir sobre famosos y de mundanería (sociedad, corazón,
etc). De esta experiencia derivó su primer libro, Los siete pecados capitales
de Hollywood (I sette peccati di Hollywood), donde describe todos los
tejemanejes de Hollywood. El prólogo del libro fue escrito por Orson Welles.
En 1960, se instaló definitivamente en Nueva York, y en la Gran Manzana empezaron a llegar los trabajos importantes. El primero de ellos fue una serie de crónicas sobre la situación de los negros en el sur de Estados Unidos.
En 1961 realizó un reportaje
sobre la condición de la mujer en Oriente, trabajo que llegó a ser el primer
gran éxito de la escritora, titulado El sexo inútil – Viaje en torno a la mujer
(«Il sesso inutile – Viaggio intorno alla donna»).
En 1962 se publicó Penélope en la guerra («Penelope alla guerra»), su primera obra narrativa en la que cuenta la vida de Gió, una chica italiana que va a Nueva York para trabajar como argumentista, y allí se encontrará con personas de su pasado.
En los tiempos de la “carrera espacial”, entrevistó a técnicos y astronautas de la NASA.
En 1965 publicó el libro Si el Sol muere («Se il sole muore»), un diario de esa experiencia que la escritora dedicó a su padre. Para escribir ese libro encontró al jefe de proyecto de la misión, el científico alemán Wernher von Braun, que durante la Segunda Guerra Mundial proyectó para la Alemania nazi los misiles balísticos V2, que se lanzaron sobre Londres y otros objetivos europeos.
La relación de la experiencia del Apollo XI (1969) está recogida en el libro Aquel día en la Luna («Quel giorno sulla Luna»), publicado en 1970.
Charles Conrad
El comandante del Apolo 12, Charles Conrad, en vísperas del lanzamiento, fue a Nueva York para encontrar a Oriana Fallacci y pedirle un consejo sobre la frase a pronunciar en el momento de pisar la Luna. Ya que Neil Armstrong había dicho: «Un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la humanidad», la florentina aconsejó, dada la baja estatura de Conrad, la frase: «Para Neil sería un pequeño paso, pero para mí ha sido muy grande». El comandante, que llevó consigo a la Luna una foto de Oriana y su madre de cuando era niña, dijo exactamente esa frase cuando llegó al satélite.
Oriana Fallaci en Vietnan
En 1967, en calidad de
corresponsal de guerra y enviada especial del periódico L’Europeo, fue a
Vietnam. Volvió a ese país de Indochina doce veces en siete años, y describió
la guerra criticando tanto al Viet Cong (Frente Nacional de Liberación de
Vietnam o FNLV) y a los comunistas, como a los estadounidenses y a los
survietnamitas, documentando las mentiras y atrocidades, pero también el
heroísmo y la humanidad, de ese conflicto que fue para Fallaci una locura
sangrienta. Las experiencias de un año de guerra, que vivió en primera persona,
fueron recogidas en el libro Nada y así sea («Niente e così sia»), publicado en
1969.
Hacia mediados de 1968 la periodista abandonó provisionalmente el frente para volver a los Estados Unidos, para cubrir la muerte de Martin Luther King y de Robert Kennedy, y las revueltas estudiantiles de esos años. En un pasaje de Nada y así sea Oriana ridiculiza «el vandalismo de los estudiantes burgueses que osan invocar al Che Guevara, pero que viven en casas con aire acondicionado, van a la escuela con el todoterreno de papá y al night club con la camisa de seda».
Oriana Fallaci en México
El 2 de octubre de 1968, en vísperas de los Juegos Olímpicos de México 1968, durante la represión de una manifestación de protesta de los estudiantes mexicanos contra la ocupación militar del campus de la UNAM, que hoy en día se recuerda como la matanza de Tlatelolco, Fallaci resultó herida por una ráfaga de metralleta en la Plaza de las Tres Culturas de la Ciudad de México.
Allí murieron entre 68 y 325 jóvenes
(el número preciso se desconoce). La periodista fue herida y hasta considerada
muerta; fue trasladada al mortuorio de un hospital donde un cura se percató de
que estaba viva. Fallaci definió la matanza como «una masacre peor de las que
he visto durante la guerra».
Como corresponsal de guerra siguió también los conflictos entre la India y Pakistán, los de América del Sur y los de Oriente Medio.
Alexandros Panagoulis (Alekos), poeta y político independiente griego
El 21 de agosto de 1973 la
periodista florentina conoció a Alexandros Panagoulis, uno de los líderes de la
oposición griega a la Dictadura de los Coroneles, que fue perseguido, torturado
y encarcelado durante mucho tiempo. Se encontraron el día que salió de la
cárcel: Fallaci fue su pareja hasta la muerte de él, ocurrida en un misterioso
accidente de circulación el 1 de mayo de 1976.
En 1975 Fallaci y Panagoulis
colaboraron en las investigaciones sobre la muerte de Pier Paolo Pasolini,
amigo de la pareja. Oriana fue la primera en denunciar el móvil político del
homicidio del poeta.
El mismo año se publicó el libro Carta a un niño que nunca nació (Lettera a un bambino mai nato), dedicado a un hijo que Fallaci esperaba y que, sin embargo, perdió.
Para la escritora fue un gran
éxito editorial y vendió cuatro millones y medio de ejemplares en todo el
mundo. Fallaci describió la vida de Panagoulis en su novela Un hombre (Un
uomo), publicada en 1979, y también en una larga entrevista, que luego fue
recogida en Entrevista con la historia (Intervista con la Storia). Fallaci
siempre consideró el accidente de Panagoulis un verdadero homicidio político,
ordenado por políticos que habían hecho carrera con la junta militar. La muerte
de su amado marcó profundamente la vida de la escritora.
Imagen de la famosa entrevista de-Oriana Fallaci al Ayatollah Khomeini
A su actividad como reportera
siguieron entrevistas a importantes personalidades de la política, análisis de
los principales hechos de crónica y de los temas contemporáneos más relevantes.
Entre los personajes entrevistados por Fallaci estuvieron el rey Husein I de Jordania, Vo Nguyen Giap, Pietro Nenni, Giulio Andreotti, Giorgio Amendola, el arzobispo Makarios, su amado Alexandros Panagoulis, Nguyen Cao Ky, Yasser Arafat, Mohammad Reza Pahlavi, Haile Selassie, Henry Kissinger, Walter Cronkite, Federico Fellini, Indira Gandhi, Golda Meir, Nguyen Van Thieu, Zulfikar Ali Bhutto, Deng Xiaoping, Willy Brandt, Sean Connery, Leopoldo Galtieri (a quien directamente llamó «torturador»), Muamar el Gadafi o el ayatolá Jomeini (durante la entrevista Fallaci lo increpó como «tirano» y se quitó el chador, que se le exigió para realizar la entrevista; Khomeini, irritado, hizo referencia a la periodista en un discurso posterior llamándola “aquella mujer” y afirmando que no debía ser un ejemplo a seguir).
Algunas de esas entrevistas fueron recogidas en el libro Intervista con la Storia, publicado en 1974. Tanto en sus libros como en sus artículos y crónicas, mostraba un estilo muy personal, provocativo que la situaba siempre en la más plena controversia.
En sus trabajos Oriana Fallaci, partía de la hipótesis de que lo importante de las entrevistas no son las preguntas sino las respuestas: Si una persona tiene talento, se le puede preguntar la cosa más trivial del mundo: siempre responderá de modo brillante y profundo. Si una persona es mediocre, se le puede plantear la pregunta más inteligente del mundo: responderá siempre de manera mediocre.
En 1976, Fallaci apoyó las
listas del Partido Radical, también para las campañas feministas.
El rector del Columbia College de Chicago le entregó la licenciatura honoris causa en literatura y dijo de ella que era “Una de las escritoras más leídas y amadas del mundo”.
Fallaci escribió también para importantes periódicos y revistas como el New Republic, el New York Times Magazine, Life, Le Nouvel Observateur, The Washington Post, Look, Stern, y el Corriere della sera.
Fallaci obtuvo el
permiso para acreditarse con el contingente italiano del ministro de defensa,
Giovanni Spadolini (1925-1994). El libro empieza con la descripción del primer
doble atentado suicida de los terroristas islámicos contra los cuarteles
americanos y franceses, que causó 299 muertos entre los militares.
En la Guerra del Golfo
En 1991 Fallaci fue enviada a la Guerra del Golfo, última vez que Fallaci trabajó como reportera de guerra. Luego la escritora se retiró a Nueva York, donde residió en un chalé de dos pisos del Upper East Side en Manhattan.
Ahí empezó a escribir una novela que le llevó todos los años noventa, solo interrumpida por los acontecimientos del 11 de septiembre de 2001. En ese tiempo Oriana descubrió que tenía cáncer de pulmón al que ella, más tarde, llamaría «el alienígena». La novela fue publicada póstumamente el 30 de julio de 2008.
El libro, titulado Un sombrero
lleno de cerezas (Un cappello pieno di ciliege), trata de una saga familiar
italiana que discurre desde 1773 hasta 1889.
Sus libros y los artículos sobre las temáticas del 11 de septiembre suscitaron tanto elogios como contestaciones en el mundo político y en la opinión pública. Mediante éstos la escritora denunció la decadencia de la civilización occidental, amenazada por el fundamentalismo islámico, considerándola incapaz de defenderse.
Fallaci opinaba que la creciente presión ejercida en los últimos años por la inmigración islámica hacia Europa, y en particular hacia Italia, unida a decisiones, a su parecer discutibles, y al aumento de actitudes de intolerancia recíproca, era la demostración de la veracidad de sus tesis. Según su opinión, lo que está ocurriendo es un planificado intento del mundo islámico de islamizar Occidente, basado en las estructuras del Corán y que estaría avalado por más de un milenio de conflictos y hostilidades entre musulmanes y cristianos; esta tentativa llevaría inevitablemente a un choque de civilizaciones.
Aunque seguía expresando su opiniones anticlericales, definiéndose “atea-cristiana” en su libro La fuerza de la razón (La forza della ragione), declaró públicamente su admiración por el papa Benedicto XVI, que el 27 de agosto de 2005 la recibió en Castel Gandolfo en audiencia privada. El encuentro tenía que ser secreto, pero la noticia se publicó tres días después, mientras que el contenido de la entrevista nunca se dio a conocer.
En marzo de 2005 el periódico
Libero tuvo la iniciativa de solicitar firmas para que el Presidente de la
República concediese a Fallaci el cargo de senadora vitalicia. Se recogieron
más de 75 000 firmas.
Fallaci murió en Florencia el 15 de septiembre de 2006 a los setenta y siete años de edad, después de un empeoramiento de sus condiciones de salud, a consecuencia del cáncer que padecía.
La Torre de Mannelli (en
italiano Torre dei Mannelli) es una torre medieval ubicada en la ciudad de
Florencia, en la región Toscana (Italia). Se trata de una pequeña torre ubicada
en la esquina sureste del Puente Vecchio que cruza el río Arno. Es la única
torre de las cuatro que existían en el puente y que defendían cada esquina del
mismo.
Manifestó su deseo de morir en su ciudad natal:- «Quiero morir en la torre de Mannelli
mirando el río Arno desde el Puente Vecchio. Era el cuartel general de los
partisanos que gobernaba mi padre, el grupo de “Justicia y Libertad”. Miembros
del Partito d’Azione, liberales y socialista. Cuando era niña iba allí, y mi
nombre de batalla era Emilia. Entregaba las bombas de mano a los adultos. Las
escondía dentro de las cesta de ensalada».
Sin embargo, dado lo inadecuado del sitio para una persona en precario estado de salud, fue imposible que se alojara en la Torre de Mannelli. La escritora fue ingresada en la clínica de Santa Chiara, donde falleció.
Sepulcro de Oriana Fallaci
Fue enterrada en el cementerio donde se encuentra el sepulcro de la periodista y escritora italiana Oriana Fallaci.
El sepulcro de Oriana Fallaci se encuentra en el cementerio evangélico Allori en Florencia, Italia.
El cementerio evangélico Allori se encuentra en la zona de Galluzzo, a unos kilómetros fuera del centro de Florencia, dirección Siena. Está ubicado en la vía Senese, entre las Due Strade y el Galluzzo, y fue inaugurado en 1860 para las comunidades no católicas de Florencia
HOMENAJES
En 2015 Cristina De Stefano publicó La corresponsal (Editorial Aguilar, 2015), primera biografía autorizada sobre la famosa periodista y escritora.
En 2016 salió una colección de 120 cartas recopiladas en el libro La paura è un peccato (El miedo es un pecado), de su sobrino y heredero, Edoardo Perazzi.En 2015 el director polaco Andrzej Wajda estrenó la película biográfica Walesa Czlowiek z nadziei (Walesa, el hombre de la esperanza) donde presenta una entrevista ficticia de Walesa por Oriana Fallaci.
En su homenaje, el parque
público Quadronno Crivelli en el centro de Milán cambió su nombre por Giardino
Oriana Fallaci (Jardín Oriana Fallaci).
¿Qué premios recibió Oriana Fallaci por su trabajo como periodista y escritora?
Oriana Fallaci recibió varios premios y reconocimientos a lo largo de su carrera como periodista y escritora. Entre los más destacados se encuentran el Premio Luca de Tena y la medalla de oro como "benefactor de la cultura"
En 2006 también fue candidata al Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades, junto con la BBC y National Geo.
¿Qué valones se destacan en la vida de Oriana Fallaci?
Oriana Fallaci fue una periodista
y escritora italiana que previó importantes hitos en su carrera. A
continuación, se presentan algunos de sus principales logros:
Fue la primera mujer italiana
corresponsal de guerra
Ganó un gran prestigio
internacional como periodista, especialmente por sus entrevistas a personajes
famosos.
Es autora de doce libros, que
vendieron veinte millones de ejemplares en todo el mundo
Entre sus obras destacan
"La rabia y el orgullo" y "La fuerza de la razón"
Su libro "La rabia y el
orgullo" objetó de que incitaba al odio contra los musulmanes
Fue una periodista valiente y
comprometida, que se caracterizó por mostrar, tanto en sus obras como en sus
artículos y crónicas, su amor a la verdad y su pasión por la libertad
Su influencia en Europa
La obra de Oriana Fallaci tuvo un gran impacto en la sociedad italiana y europea. A continuación, se presentan algunos de los aspectos más destacados:
Fallaci fue una periodista
valiente y comprometida, que se caracterizó por mostrar, tanto en sus obras
como en sus artículos y crónicas, su amor a la verdad y su pasión por la
libertad
Su trabajo como periodista y
escritora inspiró a muchas personas a luchar por la justicia y la libertad en
Italia y en todo el mundo.
Como corresponsal de guerra,
Fallaci cubrió algunos de los conflictos más importantes del siglo XX, lo que
le permitió dar a conocer la realidad de la guerra y sus consecuencias
Sus crónicas y reportajes
contribuyeron a sensibilizar a la opinión pública sobre los horrores de la
guerra y la necesidad de buscar soluciones pacíficas a los conflictos.
Las entrevistas que realizaron
a personajes famosos, como Henry Kissinger, Muammar Gaddafi o Indira Gandhi,
tuvieron un gran impacto en la sociedad italiana y europea
En estas entrevistas, Fallaci
no se limitó a hacer preguntas, sino que también expresó sus opiniones y
críticas, lo que le permitió abordar temas controvertidos y generar debate.
La obra de Fallaci también
tuvo un impacto en la sociedad italiana y europea por su compromiso político y
social. Fallaci fue una activista política y feminista convencida, que luchó
por la igualdad de derechos y la libertad de expresión
. Sus obras, como "La
rabia y el orgullo", generaron controversia y debate en Italia y en todo
el mundo
En resumen, la obra de Oriana
Fallaci tuvo un gran impacto en la sociedad italiana y europea, tanto por su
trabajo como periodista y corresponsal de guerra, como por sus entrevistas a
personajes famosos y su compromiso político y social. Su valentía y compromiso
con la verdad y la libertad inspiraron a muchas personas a luchar por un mundo
más justo y libre.
¿Cómo influyó la figura de
Oriana Fallaci en el feminismo italiano y europeo?
Oriana Fallaci fue una figura importante en el feminismo italiano y europeo.
Fallaci fue una activista
política y feminista convencida, que luchó por la igualdad de derechos y la
libertad de expresión
Su compromiso político y social
se reflejó en sus obras, como "La rabia y el orgullo", que generaron
controversia y debate en Italia y en todo el mundo
Como la primera mujer italiana
corresponsal de guerra, Fallaci abrió el camino para otras mujeres periodistas
y terminaron que las mujeres podrían desempeñar un papel importante en el
periodismo y en la cobertura de conflictos
La figura de Fallaci también
influyó en el feminismo italiano y europeo por su valentía y compromiso con la
verdad y la libertad. Fallaci se caracterizó por mostrar su amor a la verdad y
su pasión por la libertad en sus obras y en su trabajo como periodista y
corresponsal de guerra
En resumen, la figura de
Oriana Fallaci tuvo un gran impacto en el feminismo italiano y europeo, tanto
por su compromiso político y social, como por su trabajo como periodista y
corresponsal de guerra. Su valentía y compromiso con la verdad y la libertad
inspiraron a muchas mujeres a luchar por la igualdad de derechos y la libertad
de expresión.
¿Cuáles fueron las principales
ideas feministas de Oriana Fallaci?
Las ideas feministas de Oriana
Fallaci se pueden resumir en los siguientes puntos:
Fallaci fue una activista
política y feminista convencida, que luchó por la igualdad de derechos y la
libertad de expresión
Su compromiso político y
social se reflejó en sus obras, como "La rabia y el orgullo", que
generaron controversia y debate en Italia y en todo el mundo
Como la primera mujer italiana
corresponsal de guerra, Fallaci abrió el camino para otras mujeres periodistas
y terminaron que las mujeres podrían desempeñar un papel importante en el
periodismo y en la cobertura de conflictos
Aunque al principio Fallaci se
opuso a la idea de escribir sobre temas femeninos, más tarde se convirtió en
una defensora de los derechos de las mujeres
En sus entrevistas y obras,
Fallaci abordó temas como la discriminación de género, la violencia contra las
mujeres y la necesidad de una mayor participación de las mujeres en la vida
política y social
Fallaci también defendió la
libertad sexual de las mujeres y se opuso a la idea de que las mujeres deberían
ser castas y puras
En su obra "Un
hombre", Fallaci abordó el tema de la sexualidad femenina y defiende el
derecho de las mujeres a disfrutar de su sexualidad sin ser juzgadas o
estigmatizadas.
En resumen, las ideas
feministas de Oriana Fallaci se centraron en la lucha por la igualdad de
derechos y la libertad de expresión de las mujeres, así como en la defensa de
la libertad sexual de las mujeres. Su compromiso político y social inspiró a
muchas mujeres a luchar por un mundo más justo y libre.
FUENTES
https://es.wikipedia.org/
https://historia.nationalgeographic.com.es/
https://www.cndh.org.mx/
https://www.buscabiografias.com/
https://italian-traditions.com/
https://grandesescritoraslitun.wordpress.com/
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