EL PINTOR DE LA SOCIEDAD
RIOPLATENSE
“Yo no soy pintor, mi intención es fijar algunos recuerdos para el pintor que venga después”
Autorretrato
Pedro Figari nació el 29 de junio de 1861 en Montevideo.
Fue un pintor, abogado, político, escritor y periodista uruguayo. Una de las figuras más destacadas de la pintura latinoamericana, perteneciente a la escuela postimpresionista, caracterizado por su carácter polifacético y su voluntad americanista.
Su padre, Juan Figari de Lazaro, de Santa Margherita Ligure, emigraba a Buenos Aires, pero su barco naufragó frente a las costas uruguayas y él nadó hasta llegar a la costa de Montevideo.
Se radicó en esta ciudad y en base a su trabajo prosperó económicamente.
Conoció a Paula Solari, de su mismo origen, se casó y tuvo varios hijos, entre ellos Pedro
Durante la adolescencia de Pedro Figari pasaban mucho tiempo en una chacra donde ahora es la zona céntrica de Tres Cruces, que tenía costa sobre la bahía que después se rellenó y urbanizó. En esa zona semi rural Figari tuvo sus primeros contactos con grupos de la sociedad que luego fueron temas de sus cuadros: comunidades de negros, cuarteles, conventillos, etc.
Pedro Figari y María de Castro Caravia 1886
Obtuvo el título de Abogado en el año 1886, a la edad de 25 años, en la Facultad de Derecho de Montevideo. Ese mismo año, contrajo matrimonio con María de Castro Caravia.
La relación con su familia política lo vincula a un ambiente abierto a los estímulos del arte, donde conoce al maestro Goffredo Sommavilla, pintor italiano de formación académica con el que estudiará un tiempo.
Luego de contraer matrimonio viaja con su esposa a Europa, donde recorren varios países. En Venecia visita el taller del maestro pintor Ripari
En el año 1887 nace su primera hija, a la que seguirán otras cinco y dos varones.
Fue un pintor, abogado, político, escritor y periodista uruguayo. Una de las figuras más destacadas de la pintura latinoamericana, perteneciente a la escuela postimpresionista, caracterizado por su carácter polifacético y su voluntad americanista.
Su padre, Juan Figari de Lazaro, de Santa Margherita Ligure, emigraba a Buenos Aires, pero su barco naufragó frente a las costas uruguayas y él nadó hasta llegar a la costa de Montevideo.
Se radicó en esta ciudad y en base a su trabajo prosperó económicamente.
Conoció a Paula Solari, de su mismo origen, se casó y tuvo varios hijos, entre ellos Pedro
Durante la adolescencia de Pedro Figari pasaban mucho tiempo en una chacra donde ahora es la zona céntrica de Tres Cruces, que tenía costa sobre la bahía que después se rellenó y urbanizó. En esa zona semi rural Figari tuvo sus primeros contactos con grupos de la sociedad que luego fueron temas de sus cuadros: comunidades de negros, cuarteles, conventillos, etc.
Pedro Figari y María de Castro Caravia 1886
Obtuvo el título de Abogado en el año 1886, a la edad de 25 años, en la Facultad de Derecho de Montevideo. Ese mismo año, contrajo matrimonio con María de Castro Caravia.
La relación con su familia política lo vincula a un ambiente abierto a los estímulos del arte, donde conoce al maestro Goffredo Sommavilla, pintor italiano de formación académica con el que estudiará un tiempo.
Luego de contraer matrimonio viaja con su esposa a Europa, donde recorren varios países. En Venecia visita el taller del maestro pintor Ripari
En el año 1887 nace su primera hija, a la que seguirán otras cinco y dos varones.
Pedro Figari en Milán en 1887
Desde su regreso al Uruguay, funda el diario local El Deber. Participa activamente en el ámbito sociocultural; es elegido diputado por los departamentos de Rocha (1896) y de Minas (1899), y llega a ocupar la vicepresidencia de la Cámara de Representantes.
Se destaca su campaña para la abolición de la pena de muerte, y como Defensor de Oficio, su defensa del Alférez Almeida, erróneamente acusado de asesinato, actuación que le crea complicaciones financieras y de prestigio, por más que triunfa en las distintas etapas del juicio.
En el año 1900 el Dr. Pedro Figari organiza un concurso de afiches.
Concurso de afiches. Menciones. Vemos a los señores Morelli y Travieso que lograron primera y segunda mención, respectivamente.
Se destaca su campaña para la abolición de la pena de muerte, y como Defensor de Oficio, su defensa del Alférez Almeida, erróneamente acusado de asesinato, actuación que le crea complicaciones financieras y de prestigio, por más que triunfa en las distintas etapas del juicio.
En el año 1900 el Dr. Pedro Figari organiza un concurso de afiches.
Afiche humorístico con la caricatura del gran pintor anunciando dicha exposición
La primera exposición de afiches comerciales organizada por el Dr. Pedro Figari expuesta en el Ateneo en 1900. Arriba, los afiches premiados, abajo los autores, puede verse que el primer premio lo llevó Sáez, el segundo Blanes Viale y el tercero Gobi.
Concurso de afiches. Menciones. Vemos a los señores Morelli y Travieso que lograron primera y segunda mención, respectivamente.
Entre 1903 y 1909 ocupó la Presidencia del Ateneo de Montevideo, entidad privada integrada por destacadas personalidades intelectuales de la ciudad.
Durante la presidencia de Figari entre 1903 y 1909, el Ateneo de Montevideo recibió la visita de Giacomo Puccini. En la foto, Puccini, su esposa y Figari, en el Ateneo.
Figari Director de la Escuela Nacional de Artes y Oficios
Consideraba que arte y trabajo debían estar integrados. Esta labor fue una de sus grandes pasiones, ya que pudo poner en práctica muchas de sus ideas que eran muy innovadoras para la época.
Concibió una manera totalmente diferente de formar a los alumnos que pasaban por la Escuela. Pretendió formar obreros-artistas que fueran capaces de intervenir con creatividad durante todo el proceso de producción y no simplemente operarios que supieran utilizar herramientas o maquinaria.
Cambió el régimen de internado vigente por un régimen abierto, creó nuevos talleres como cerámica, vitral, talla en madera, etc. donde podían participar además, mujeres. Remodeló el edificio optimizando el uso de espacios y luz natural. Propuso utilizar materias primas de la región para la producción, esto va unido también a su idea de difundir una estética regionalista- americana adecuada y pensada desde el momento histórico en el que estaba.
Su actuación como director de la Escuela de Artes y Oficios, luego Escuela Industrial, es formidable, pero por la misma importancia que él consigue darle pasa a tener trascendencia política, por lo se genera una gran discusión
Debido a la resistencia que encuentran sus reformas, en 1917 desilusionado abandona las funciones en la escuela y se dedica exclusivamente a la pintura.
Concibió una manera totalmente diferente de formar a los alumnos que pasaban por la Escuela. Pretendió formar obreros-artistas que fueran capaces de intervenir con creatividad durante todo el proceso de producción y no simplemente operarios que supieran utilizar herramientas o maquinaria.
Cambió el régimen de internado vigente por un régimen abierto, creó nuevos talleres como cerámica, vitral, talla en madera, etc. donde podían participar además, mujeres. Remodeló el edificio optimizando el uso de espacios y luz natural. Propuso utilizar materias primas de la región para la producción, esto va unido también a su idea de difundir una estética regionalista- americana adecuada y pensada desde el momento histórico en el que estaba.
Su actuación como director de la Escuela de Artes y Oficios, luego Escuela Industrial, es formidable, pero por la misma importancia que él consigue darle pasa a tener trascendencia política, por lo se genera una gran discusión
Debido a la resistencia que encuentran sus reformas, en 1917 desilusionado abandona las funciones en la escuela y se dedica exclusivamente a la pintura.
Se concentra entonces en la pintura, pues hasta entonces había sido un "pintor de fin de semana" y contaba con una obra apenas conocida fuera del ámbito familiar.
De abogado ilustre, penalista de notoriedad, diplomático y figura presidencial del Poder Legislativo, Figari con 60 años de edad pasó a ser un artista provocador. En 1921 hace un envío de cuadros para una exposición en Buenos Aires. Tiene poco éxito comercial, vende un solo cuadro, pero es acogido con entusiasmo en el ambiente cultural.
Ese año se radica en Buenos Aires, como asesor letrado de la Legación de la República Oriental del Uruguay en la Argentina, y en ese mismo año expone en la Galería Müller de Buenos Aires.
Cuando Figari se instala en Buenos Aires –en el mismo año pinta la obra Candombe. Esta ciudad estaba sufriendo fuertes transformaciones sociales y culturales debido al aluvión inmigratorio que recibe. En este contexto, muchos de los artistas que se encontraban en Europa regresan e instalan un debate sobre los problemas referidos al nacionalismo, el cosmopolitismo y la vanguardia artística.
En esta ciudad entabla relación con el grupo de la revista Martín Fierro.
Martín Fierro fue una revista literaria argentina que se publicó entre febrero de 1924 y1927. Fue fundada por su director Evar Méndez y por José B. Cairola, Leónidas Campbell, H. Carambat, Luis L. Franco, Oliverio Girondo, Ernesto Palacio, Pablo Rojas Paz y Gastón O. Talamón. Llegó a tirar unos 20.000 ejemplares.
Entre los artistas que la revista esgrimió como referentes de la vanguardia local, apareció notoriamente el pintor uruguayo Pedro Figari.
Además, en concordancia con los postulados de Martín Fierro, el artista era reconocido por su capacidad de armonizar el espíritu vanguardista y el nativista, por lo que se aprecian sus temáticas locales y su independencia estética.
En el año 1924 participa como cofundador de la Asociación Amigos del Arte.
En el año 1925 hace un envío a París, y esta vez el resultado comercial es bueno, así que viaja, y se radica allí por nueve años. En Paris trabaja incansablemente hasta su regreso a Montevideo en 1934.
Esos años en Europa son muy importante en su formación artística ya que entra en contacto con los grandes artistas y grandes obras.
En París pinta en un taller que instaló en la Place Du Pantheon; hasta que en febrero de 1928, pasó a ocupar el cargo de Embajador uruguayo en Londres, que ejerció por algún tiempo. Vuelto a París, continuó su labor pictórica, hasta 1933 que retorna a Montevideo. Durante este período, realizó numerosas exposiciones en Bruselas, Londres, París y Buenos Aires.
Isabel, Pedro (h), Delia y Emma. Hijos de Pedro Figari. Circa 1920
De abogado ilustre, penalista de notoriedad, diplomático y figura presidencial del Poder Legislativo, Figari con 60 años de edad pasó a ser un artista provocador. En 1921 hace un envío de cuadros para una exposición en Buenos Aires. Tiene poco éxito comercial, vende un solo cuadro, pero es acogido con entusiasmo en el ambiente cultural.
Ese año se radica en Buenos Aires, como asesor letrado de la Legación de la República Oriental del Uruguay en la Argentina, y en ese mismo año expone en la Galería Müller de Buenos Aires.
Cuando Figari se instala en Buenos Aires –en el mismo año pinta la obra Candombe. Esta ciudad estaba sufriendo fuertes transformaciones sociales y culturales debido al aluvión inmigratorio que recibe. En este contexto, muchos de los artistas que se encontraban en Europa regresan e instalan un debate sobre los problemas referidos al nacionalismo, el cosmopolitismo y la vanguardia artística.
Martín Fierro fue una revista literaria argentina que se publicó entre febrero de 1924 y1927. Fue fundada por su director Evar Méndez y por José B. Cairola, Leónidas Campbell, H. Carambat, Luis L. Franco, Oliverio Girondo, Ernesto Palacio, Pablo Rojas Paz y Gastón O. Talamón. Llegó a tirar unos 20.000 ejemplares.
Entre los artistas que la revista esgrimió como referentes de la vanguardia local, apareció notoriamente el pintor uruguayo Pedro Figari.
Además, en concordancia con los postulados de Martín Fierro, el artista era reconocido por su capacidad de armonizar el espíritu vanguardista y el nativista, por lo que se aprecian sus temáticas locales y su independencia estética.
Pedro Figari en su estudio de París
En el año 1925 hace un envío a París, y esta vez el resultado comercial es bueno, así que viaja, y se radica allí por nueve años. En Paris trabaja incansablemente hasta su regreso a Montevideo en 1934.
Esos años en Europa son muy importante en su formación artística ya que entra en contacto con los grandes artistas y grandes obras.
En París pinta en un taller que instaló en la Place Du Pantheon; hasta que en febrero de 1928, pasó a ocupar el cargo de Embajador uruguayo en Londres, que ejerció por algún tiempo. Vuelto a París, continuó su labor pictórica, hasta 1933 que retorna a Montevideo. Durante este período, realizó numerosas exposiciones en Bruselas, Londres, París y Buenos Aires.
Figari con sus hijas Ema e Isabel, en París -1930
En 1930 obtuvo el Gran Premio de Pintura, en el Salón organizado en Montevideo con motivo del Centenario de la Jura de la Constitución, así como Medalla de Oro en la Exposición Iberoamericana de Sevilla.
Figari regresó a Montevideo en 1933, al haberse creado un cargo de Asesor Artístico del Ministerio de Instrucción Pública; en el cual se le designó por recomendación de un grupo de amigos.
En el año 1934, cuando Joaquín Torres García llegó a Uruguay, ya Figari no pintaba
En 1938, la Asociación Amigos del Arte organiza una exposición individual de su obra y, el 24 de junio de ese mismo año, Pedro Figari fallece en su ciudad natal y es sepultado en el Cementerio Central de Montevideo.
El día de los Difuntos y el del Patrimonio son las únicas dos jornadas en las que se retira el candado de la puerta del Panteón Nacional y los visitantes pueden caminar entre las urnas de: Pedro Figari que conserva una placa recordatoria también están las de Delmira Agustini, Florencio Sánchez, el cacique Vaimaca Perú, José Rondeau, el ex presidente Juan Idiarte Borda o Eugenio Garzón, etc.
Pedro Figari recibió las primeras nociones sobre las técnicas de pintura del pintor italiano Godofredo Sommavilla, amigo de sus padres y también de origen italiano, al término de sus estudios de Derecho. Durante su estadía en Europa, viaje que en su época era considerado en cierto modo la culminación de la formación cultural ,se interesó en la corriente de la pintura impresionista, que estaba en auge.
Figari creó su propio estilo de dibujo, tal los armonistas de su época, aquellos impresionistas ya citados que fijaban resoluciones sorpresivas, solo atentos a sus ocurrencias. No tenía este dibujo, resabio alguno de la noción académica del acabado perfecto. Es un dibujo individualista en grado sumo, desformulado al extremo, pero el mas convincente para su propósito, el mas preciso para imprecisar formas y detalles a efectos recordatorios ,poética del pasado sin caer en las anacrónicas reconstrucciones, para poder fundir cualquier relato suyo en el plano de la leyenda que es la que hace cierta la relación de las cosas del pasado. De aquí asemejándose los cuadros de los últimos años por temas, armonías, señalización de horizontales o disposición de las figuras en friso, siempre se ha de notar en la interpretación pictórica de su mundo figurativo una nueva ocurrencia o metáfora de su pincel, que le quita o le anula la posibilidad de ser calco o repetición.
Durante años pinta acuarelas y óleos académicos, del natural, en base a fotos, copiando láminas para sus hijos. Es un excelente dibujante, y lo demuestran sus ilustraciones del desarrollo judicial del caso Almeida, caricaturas de quienes intervinieron y autorretratos muy expresivos de cada situación.
Posteriormente hay una etapa en que pinta óleos sobre tela, casi siempre paisajes, a menudo nocturnos, última etapa en que sus cuadros pueden no incluir, como posteriormente, un ser humano o: animales o piedras a que en la pintura o el título él atribuye actitudes o emociones humanas.
La excepción a esto último pueden ser las “Venecias”, serie extendida en que si aparece un gondolero, no es esencial.
Cerca de 1919 empieza su madurez pictórica, la casi totalidad son óleos sobre cartón (casi siempre visible entre pinceladas, con su color paja), y una selección de temas casi ilimitada. Se nota la ausencia de temas deportivos (hay bochadores, corridas de toros), y la de niños o adolescentes, excepto algún bebe en brazos de su madre negra. Están casi todas las actividades ciudadanas o campesinas, y numerosas evocaciones de hechos históricos.
El día de los Difuntos y el del Patrimonio son las únicas dos jornadas en las que se retira el candado de la puerta del Panteón Nacional y los visitantes pueden caminar entre las urnas de: Pedro Figari que conserva una placa recordatoria también están las de Delmira Agustini, Florencio Sánchez, el cacique Vaimaca Perú, José Rondeau, el ex presidente Juan Idiarte Borda o Eugenio Garzón, etc.
Panteón Nacional- Cementerio Central de Montevideo
FIGARI DIBUJANTE Y PINTOR
Al morir, en 1938, dejó casi 2.500 obras, casi todas pintadas sobre cartones, en buena parte continuando el posimpresionismo de Vuillard y Bonnard, plásticos franceses que conoció gracias al pintor Milo Beretta.Pedro Figari recibió las primeras nociones sobre las técnicas de pintura del pintor italiano Godofredo Sommavilla, amigo de sus padres y también de origen italiano, al término de sus estudios de Derecho. Durante su estadía en Europa, viaje que en su época era considerado en cierto modo la culminación de la formación cultural ,se interesó en la corriente de la pintura impresionista, que estaba en auge.
Figari creó su propio estilo de dibujo, tal los armonistas de su época, aquellos impresionistas ya citados que fijaban resoluciones sorpresivas, solo atentos a sus ocurrencias. No tenía este dibujo, resabio alguno de la noción académica del acabado perfecto. Es un dibujo individualista en grado sumo, desformulado al extremo, pero el mas convincente para su propósito, el mas preciso para imprecisar formas y detalles a efectos recordatorios ,poética del pasado sin caer en las anacrónicas reconstrucciones, para poder fundir cualquier relato suyo en el plano de la leyenda que es la que hace cierta la relación de las cosas del pasado. De aquí asemejándose los cuadros de los últimos años por temas, armonías, señalización de horizontales o disposición de las figuras en friso, siempre se ha de notar en la interpretación pictórica de su mundo figurativo una nueva ocurrencia o metáfora de su pincel, que le quita o le anula la posibilidad de ser calco o repetición.
Durante años pinta acuarelas y óleos académicos, del natural, en base a fotos, copiando láminas para sus hijos. Es un excelente dibujante, y lo demuestran sus ilustraciones del desarrollo judicial del caso Almeida, caricaturas de quienes intervinieron y autorretratos muy expresivos de cada situación.
Caricatura "Caso Almeida"
Autocaricatura, Buenos Aires c. 1923. Dibujo a lápiz / papel , 14.5 x 13.5 cm.
Trío de Elegantes, París -1933 - Dibujo a lápiz sobre papel, 26 x 17,5 cm.
Carretón nocturno- Oleo sobre tela- 64 x 97 cm.
LA CARRETA -nocturno- óleo s/cartón - 34.5x48.5cm
Pericón entre Ombúes. - 1925-27 - 70 x 100 cm. - Museo M. de Bellas Artes Juan Manuel Blanes - Uruguay.
PETISO NOCTURNO- (óleo s/tela) - 30x34cm
Venecia (nocturno) (óleo s/cartón) - 35x50cm
En Venecia. -Óleo sobre cartón, 34,5 x 50 cm.
Duelo criollo - óleo sobre cartón - 69x100cm
Diligencia, óleo sobre cartón, 69X 99 cm.
El amo - óleo sobre cartón - 35x50cm
Criollos - óleo sobre cartón - 35x50
“...Nuestras chinas de campo, apenas divisan una visita a lo lejos, rebosan de contento, y van a mudarse las chancletas y a ponerse una moña en la cabeza, aturdidas por tan feliz acontecimiento largamente esperado, las más de las veces en vano, en el tardo, monótono andar de los días semejantes entre sí. Ufanas, con la idea de lucir sus trenzas, si bien vienen todavía lejos las visitas, a un tranco penoso, están impacientes por ir a la puerta a esperarlas, con las manos puestas como pantallas sobre los ojos, y de tal modo ávidas de ver y reconocer, que, desde una gran distancia, se han dado cuenta no sólo de quiénes son, sino de los detalles que atañen a las indumentarias y a las cabalgaduras. ... " Fragmento tomado de: “Una visita en campaña”, de su libro Cuentos, ilustrado por el mismo Figari
Los títulos merecen un comentario: casi siempre incluyen humor o ironía, hasta en los cuadros de tema fúnebre, como entierros, velorios o funerales, o en temas religiosos, como ceremonias o escenas de sacristía, y conservando siempre el respeto debido.
Este respeto parece indicar una evolución desde su juventud atea y anticlerical, al pintar luego crucifijos, altares o ceremonias religiosas. Evolución luego insinuada en sus escritos, como al final de “El Arquitecto” (1928), cuando refiriéndose a su difunto hijo dice: “... han de encontrarse de nuevo nuestras células en el camino eterno; y se reconocerán, espero”.
Evoca: juventud, costumbres, historia, pero con una intemporalidad que acerca los hechos, los hace parecer cotidianos, como en sus campos sus horizontes tampoco parecen lejanos, aparecen en el mismo plano que los protagonistas, como la luz que casi siempre se ve a través de puertas y ventanas en un telón que deja de ser de fondo. Quizá por eso se le catalogado a su pintura como intimista.
Y los personajes casi nunca arrojan sombras, por lo que se ha dicho que no son seres sino espíritus, a menos que la sombra sea un protagonista en sí misma, debido a una luz especial de lámpara, farol o vela que le dé origen.
Las ilustraciones de sus escritos podrían considerarse imaginación pura,pero seguramente evocarán algún recuerdo, de hechos o personajes.
Sin duda fue autodidacta en alguna medida, pero ciertamente no “empezó a pintar a los 60 años”. Más bien se preparó durante 58 años. Algún pintor terminó su carrera escribiendo un tratado relativo a su arte. Figari dominó la teoría primero, y culminó con su obra. No en balde, cuando Barradas dibuja caricaturas de varias personalidades en 1911, titula la de Figari “Dr. Pedro Figari, crítico de arte”; y recién se dedicó a la pintura varios años después.
Parte de su formación fueron también las frecuentes tertulias: en su propia casa, en casa de Blanes Viale, en lo de Moretti-Catelli, con Milo Beretta, cuya colección europea incluía una “Diligencia” de van Gogh. Por casa de Figari en Montevideo, en Buenos Aires y en París pasaron pintores, escultores, músicos, filósofos y escritores uruguayos y extrajeros, y varios argentinos que fueron sus fieles y calificados mecenas a lo largo de toda su carrera.
Los seis hijos que lo sobrevivieron heredaron unas 2.400 obras. Si se tiene en cuenta que en vida, durante unos 20 años vendió y la regaló a parientes y amistades, parece prudente estimar el total en 4.000 óleos.
En los últimos de su vida deja de pintar aunque sigue organizando exposiciones, como una en Buenos Aires pocas horas antes de su muerte en Montevideo ocurrida el 24 de julio de 1938.
Este respeto parece indicar una evolución desde su juventud atea y anticlerical, al pintar luego crucifijos, altares o ceremonias religiosas. Evolución luego insinuada en sus escritos, como al final de “El Arquitecto” (1928), cuando refiriéndose a su difunto hijo dice: “... han de encontrarse de nuevo nuestras células en el camino eterno; y se reconocerán, espero”.
Evoca: juventud, costumbres, historia, pero con una intemporalidad que acerca los hechos, los hace parecer cotidianos, como en sus campos sus horizontes tampoco parecen lejanos, aparecen en el mismo plano que los protagonistas, como la luz que casi siempre se ve a través de puertas y ventanas en un telón que deja de ser de fondo. Quizá por eso se le catalogado a su pintura como intimista.
Y los personajes casi nunca arrojan sombras, por lo que se ha dicho que no son seres sino espíritus, a menos que la sombra sea un protagonista en sí misma, debido a una luz especial de lámpara, farol o vela que le dé origen.
Las ilustraciones de sus escritos podrían considerarse imaginación pura,pero seguramente evocarán algún recuerdo, de hechos o personajes.
Sin duda fue autodidacta en alguna medida, pero ciertamente no “empezó a pintar a los 60 años”. Más bien se preparó durante 58 años. Algún pintor terminó su carrera escribiendo un tratado relativo a su arte. Figari dominó la teoría primero, y culminó con su obra. No en balde, cuando Barradas dibuja caricaturas de varias personalidades en 1911, titula la de Figari “Dr. Pedro Figari, crítico de arte”; y recién se dedicó a la pintura varios años después.
Parte de su formación fueron también las frecuentes tertulias: en su propia casa, en casa de Blanes Viale, en lo de Moretti-Catelli, con Milo Beretta, cuya colección europea incluía una “Diligencia” de van Gogh. Por casa de Figari en Montevideo, en Buenos Aires y en París pasaron pintores, escultores, músicos, filósofos y escritores uruguayos y extrajeros, y varios argentinos que fueron sus fieles y calificados mecenas a lo largo de toda su carrera.
Los seis hijos que lo sobrevivieron heredaron unas 2.400 obras. Si se tiene en cuenta que en vida, durante unos 20 años vendió y la regaló a parientes y amistades, parece prudente estimar el total en 4.000 óleos.
En los últimos de su vida deja de pintar aunque sigue organizando exposiciones, como una en Buenos Aires pocas horas antes de su muerte en Montevideo ocurrida el 24 de julio de 1938.
FIGARI ESCRITOR
Publicó distintos ensayos, relativos a sus ideas sobre lo judicial, los momentos políticos, el lugar del arte, la industria y la educación.
Escribió cuentos y artículos, a veces bajo seudónimo. En muchos de ellos aparece el mundo rural, la problemática de la violencia y el lugar de la mujer desprotegida.
Tras la muerte de su hijo Juan Carlos (su gran compañero en la Escuela de Artes y Oficios y en la pintura) escribió "El Arquitecto, Ensayo poético con acotaciones gráficas", dedicándoselo.
Escribió cuentos y artículos, a veces bajo seudónimo. En muchos de ellos aparece el mundo rural, la problemática de la violencia y el lugar de la mujer desprotegida.
Tras la muerte de su hijo Juan Carlos (su gran compañero en la Escuela de Artes y Oficios y en la pintura) escribió "El Arquitecto, Ensayo poético con acotaciones gráficas", dedicándoselo.
Publicó artículos periodísticos y de opinión, siendo fundador del diario colorado “El Deber”. Utilizó la prensa escrita para difundir sus ideas respecto a distintos debates sociales. Buscó generar una opinión favorable al injustamente acusado alférez Almeida. También promovió la abolición de la pena de muerte.
Además difundió la necesidad de desarrollar una industria nacional fundada en un arte propio, basado en las raíces nacionales, tendientes a fortalecer la identidad desde lo regional.
Desde joven se interesó por la filosofía, apoyando su pensamiento en la ciencia y la lógica para lograr progreso y desarrollo.
Escribió el tratado "Arte, Estética, Ideal" en el año 1912. Este libro no fue muy reconocido en nuestro país, pero sí en círculos intelectuales de Argentina y Francia.
Además difundió la necesidad de desarrollar una industria nacional fundada en un arte propio, basado en las raíces nacionales, tendientes a fortalecer la identidad desde lo regional.
Desde joven se interesó por la filosofía, apoyando su pensamiento en la ciencia y la lógica para lograr progreso y desarrollo.
Escribió el tratado "Arte, Estética, Ideal" en el año 1912. Este libro no fue muy reconocido en nuestro país, pero sí en círculos intelectuales de Argentina y Francia.
HOMENAJES
Niños y Adultos cantan el "Candombe a Figari" de Ruben Rada
Grandes personalidades literarias de la época realizaron un homenaje a Pedro Figari.
"Don Pedro Figari murió el mismo día que Carlos Reyles. Ambos fueron mis grandes, mis amigos ilustres. Los quise y los admiro, con orgullo de amistades tan encumbradas."
“Alto, barbado y noble”... Don Pedro Figari pasea ahora por entre los laureles de “El Bosque Perfecto”, “bichando” los campos de su tierra y el resplandor que envuelve su nombre. Me parece que bajo las cejas espesas le veo chispear los ojos pequeños y agudos, tras las gafas redondas."
Poema De Juana de Juana De Ibarbourou A Figari
(en “El Pueblo”, julio 13 de 1964)
Barbado amigo que en la gloria pura,
Donde los bosques son laurel y mirto,
y han de cebarte tu criollo amargo,
arcángeles retintos:
(¡Oh, qué sonrisa!)
Barbado amigo que te fuiste un día,
ya bien seguro de quedarte siempre,
entre los hombres que te dieron himnos,
finos puñales y terribles mieles;
(¡Oh, qué sonrisa!)
Aquí tenemos tu pasión y sueños
en los colores y la intensa vida,
que trasplantaste de tus propias venas,
al mundo inmóvil que por ti respira.
La muchedumbre que creaste anda,
Entre nosostros, con el mismo fuego,
Con que latiera por tu pulso joven
y tras el pecho de encrespados duelos.
Tus criaturas nos donaste hechas,
ya para un mundo que no tiene muerte,
y las forjaste como tú, sin hieles,
de frentes claras y de puños fuertes.
Aparta un poco los ramajes sacros,
En esos bosques de laurel y mirto,
e inclina el rostro de agrisadas barbas,
hacia tu oscura multitud de hijos.
Verás, poeta que pintando hablaste,
El resplandor que de tu sangre queda.
Eres de aquéllos que al marcharse dejan
Para siempre encendida su lucerna.
Barbado amigo que en la gloria pura,
Donde los bosques son laurel y mirto,
y han de cebarte tu criollo amargo,
arcángeles retintos:
(¡Oh, qué sonrisa!)
Barbado amigo que te fuiste un día,
ya bien seguro de quedarte siempre,
entre los hombres que te dieron himnos,
finos puñales y terribles mieles;
(¡Oh, qué sonrisa!)
Aquí tenemos tu pasión y sueños
en los colores y la intensa vida,
que trasplantaste de tus propias venas,
al mundo inmóvil que por ti respira.
La muchedumbre que creaste anda,
Entre nosostros, con el mismo fuego,
Con que latiera por tu pulso joven
y tras el pecho de encrespados duelos.
Tus criaturas nos donaste hechas,
ya para un mundo que no tiene muerte,
y las forjaste como tú, sin hieles,
de frentes claras y de puños fuertes.
Aparta un poco los ramajes sacros,
En esos bosques de laurel y mirto,
e inclina el rostro de agrisadas barbas,
hacia tu oscura multitud de hijos.
Verás, poeta que pintando hablaste,
El resplandor que de tu sangre queda.
Eres de aquéllos que al marcharse dejan
Para siempre encendida su lucerna.
Enrique Amorín escribe este poema.
Romance a Don Pedro Figari
(La Mañana, octubre 13, 1938)
Siga tranquilo, don Pedro
al paso, por su leyenda
de rosados caseríos
con aljibes y con negras
Siga tranquilo don Pedro,
resucitando taperas,
entre el polvo remolón
de sus últimas carretas,
que con ventaja de un día
ya corre en la diligencia.
Salpicada de lechuzas,
y entre látigos y alertas
la noticia dolorosa
para la gente campera
Don Pedro Figari ha entrado
esta anoche en su leyenda
Un negro retinto agarra
su caballo por la rienda
mientras desmontan mil gauchos
y el doble exacto de espuelas.
Los ranchos duermen su barro,
y baja de la cumbreras
silencio en filo de paja
que entre los yuyos se enreda.
En ombúes centenarios
la luna se balancea,
sin asustar a los potros,
sin hacer temblar las hierbas,
sin que las hojas del árbol
ateridas se desprendan.
Y al ver que la noche afloja
su negro nudo de cerda,
la leyenda de don Pedro
para siempre se presenta.
Dejó habitado su mundo:
- el camino y su carreta,
- el paisano con su china,
- el potro zaino y su yegua,
- sus nubes sobre los campos,
- el perro flaco y su perra.
¡Por qué fue un hombre completo
para el color y la siembra!...
Imaginero criollo
baquiano de las tranqueras,
curandero de colores,
viejo pintor y poeta,
“Don Pedro Figari ha entrado
esta noche en su leyenda”.
ENRIQUE AMORIM
Siga tranquilo, don Pedro
al paso, por su leyenda
de rosados caseríos
con aljibes y con negras
Siga tranquilo don Pedro,
resucitando taperas,
entre el polvo remolón
de sus últimas carretas,
que con ventaja de un día
ya corre en la diligencia.
Salpicada de lechuzas,
y entre látigos y alertas
la noticia dolorosa
para la gente campera
Don Pedro Figari ha entrado
esta anoche en su leyenda
Un negro retinto agarra
su caballo por la rienda
mientras desmontan mil gauchos
y el doble exacto de espuelas.
Los ranchos duermen su barro,
y baja de la cumbreras
silencio en filo de paja
que entre los yuyos se enreda.
En ombúes centenarios
la luna se balancea,
sin asustar a los potros,
sin hacer temblar las hierbas,
sin que las hojas del árbol
ateridas se desprendan.
Y al ver que la noche afloja
su negro nudo de cerda,
la leyenda de don Pedro
para siempre se presenta.
Dejó habitado su mundo:
- el camino y su carreta,
- el paisano con su china,
- el potro zaino y su yegua,
- sus nubes sobre los campos,
- el perro flaco y su perra.
¡Por qué fue un hombre completo
para el color y la siembra!...
Imaginero criollo
baquiano de las tranqueras,
curandero de colores,
viejo pintor y poeta,
“Don Pedro Figari ha entrado
esta noche en su leyenda”.
ENRIQUE AMORIM
Caricaturas
Pedro Figari, 1997, grafito vegetal, 26 x 36 caricaturas de Rodolfo Arotxarena (Arotxa)
PUBLICACIÓN EN EL TIMES- 19 DE ABRIL DE 1943
PUBLICACIÓN EN EL TIMES- 19 DE ABRIL DE 1943
Monedas y Billetes
La Numismática Americana recibe con agrado y satisfacción la concreción de la acuñación de la medalla, y las emisiones de los billetes que se realizaron en homenaje a Pedro Figari, distinguido artista rioplatense.
Pieza 1. Anverso
En el centro del campo figura de la cabeza del pintor en tres cuarto perfil derecho, con anteojos, se observa de su vestimenta solo la solapa de su saco , donde se lee la firma del escultor:/ JOSE FIORAVANTI /.Leyenda semicircular superior : / PEDRO FIGARI / e inferior / 1861 1938 /.Borde liso.
Reverso:
En un campo liso leyendas en nueve líneas :/ HOMENAJE / A / PEDRO FIGARI / EN EL / CENTENARIO / 1861 – 29 JUNIO – 1961 / BUENOS AIRES / REPUBLICA / ARGENTINA /. Dos leyendas semicirculares rematan el contenido del reverso, la primera superior: / MINISTERIO DE EDUCACION Y JUSTICIA / e inferior, / DIRECCION GENERAL DE CULTURA /.Borde levemente resaltado.-
Bajo estos conceptos la entidad monetaria dispone la emisión de la Serie Armónica de homenaje a distintas personalidades del país , en esta serie dispone del homenaje al Dr. Pedro Figari en el valor N$ 200.000.
Este billete y los demás de los denominados de la “Serie Armónica“, poseen las mismas características: marca de agua con la efigie del Gral. Artigas, registro perfecto, óvalo con iniciales “BCU” y efigie de Artigas, identificación para no videntes en la esquina superior izquierda, microimpresión, numeración asimétrica, etc.
En el anverso, está presente la efigie del pintor Pedro Figari y, en el reverso, reproducción de una de sus obras “Baile Antiguo”.
SELLO POSTAL
Edición especial en homenaje al 150 aniversario del nacimiento de Pedro Figari
Detalles Técnicos:
Fecha de emisión: 29/6/2011
Código: 2011-23-mp
Diseño Gráfico: Gabriel Casas
Categoría: Matasello Primer Día de Emisión
Detalles Técnicos:
Fecha de emisión: 29/6/2011
Código: 2011-23-mp
Diseño Gráfico: Gabriel Casas
Categoría: Matasello Primer Día de Emisión
Para saber más sobre la obra de Figari hacer clic aquí
29 DE JUNIO DE 1861 PEDRO FIGARI - ANALISIS DE OBRAS
29 DE JUNIO DE 1861 PEDRO FIGARI - ANALISIS DE OBRAS
FUENTE
http://www.pedrofigari.com
http://www.escueladigital.com.uy
http://www.elpais.com.uy/
http://www.museofigari.gub.uy
Wikipedia
http://www.numismaticodigital.com
http://www.carmenes.org
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