El autor de la "Revolución de
la Granja"
Eric Arthur Blair nació el 25
de junio de 1903 en el pueblo de Motihari (Bengala).
Conocido por su seudónimo de
George Orwell, fue un novelista, periodista, ensayista y crítico británico
nacido en la India, autor entre otras obras de las novelas distópicas Rebelión
en la granja (1945) y 1984 (1949).
Hijo de Richard Walmesley
Blair, funcionario responsable del comercio británico del opio, y de Ida Mabel
Limouzin, perteneciente a una familia de comerciantes franceses venidos a
menos.
En el año 1904 su madre se
traslada a Inglaterra, con Marjorie y Eric, mientras su padre continúa en la
India.
En el año 1907 nace Avril, su
hermana pequeña.
A los ocho años, (1911)
ingresó en un selecto internado de Sussex, donde destacó por sus buenas notas y
su evidente falta de medios económicos.
Sobre este centro educativo
que efectuó un duro alegato en su ensayo “Such, such were the joys”.
En el año 1917 Recibe una beca
para el colegio de Eton como “estudiante real” y desarrolla estudios durante
seis años.
En 1922, en vez de aceptar una
beca para ir a la universidad, decidió seguir la tradición familiar y hacerse
funcionario colonial.
Aprueba el examen de ingreso
en la Policía Imperial del Ministerio de la India. Obtiene destino en Birmania
entre 1922 y 1927.
Allí le son asignados diversos destinos. Parte de sus experiencias
se reflejarán en su novela Días de Birmania.
Tras cinco años como oficial,
abandonó el cuerpo de policía y volvió a Inglaterra en 1927 habiendo
desarrollado un odio hacia el imperialismo que muestra en su primera novela, Los
días de Birmania (Burmese Days), publicada en 1934, y en ensayos como
Un ahorcamiento (A Hanging, 1931) o Matar a un elefante ( Shooting
an Elephant, 1936).
Consiguió un trabajo como
maestro de escuela, pero pronto se vio forzado a abandonarlo por problemas de
salud y comenzó a trabajar en una tienda de libros de segunda mano en
Hampstead, una experiencia que rememora parcialmente en la novela corta Que
no muera la aspidistra (Keep the Aspidistra Flying, 1936).
En 1928 se trasladó a París,
donde vivía su tía Nellie, con la esperanza de forjar su carrera como hombre de
letras.
Tras algunos intentos
fallidos, Eric se vio obligado a trabajar de lavaplatos en el lujoso Hotel X,
tal como hace mención en su primer libro, Sin blanca en París y Londres
(1933).
A fines de 1929, regresó a la
casa de sus padres en Southwold, Suffolk, enfermo y sin dinero, y escribió Los
días de Birmania (1934).
Adoptó el seudónimo de George Orwell en 1933.
Mientras el autor escribía
para el New Adelphi, vivió en Hayes, Middlesex y trabajó como profesor de
escuela, adoptó el pseudónimo para no incomodar a sus padres con Sin
blanca en París y Londres.
Llegó a considerar otros
nombres literarios como «Kenneth Miles» o «H. Lewis Allways», antes de
decidirse por un nombre que deja traslucir el afecto que siempre había sentido
por la tradición y la campiña inglesa: Jorge es el santo patrón de Inglaterra (y
Jorge V era el soberano en ese entonces), mientras que el río Orwell, en
Suffolk, es uno de los lugares más emblemáticos para muchos ingleses. También
pensó que un apellido que empezara con la letra O le daría una mejor posición a
sus libros en los estantes de las librerías.
Como escritor, se sirvió de su
experiencia como profesor y de la vida en Southwold para la novela La
hija del clérigo (1935), escrita en 1934 en casa de sus padres tras la
enfermedad que lo abatía y lo obligaba a ganarse la vida impartiendo clases.
De 1934 a 1936 trabajó a media
jornada en Booklover’s Corner, una librería de segunda mano en Hampstead.
Tras llevar una vida solitaria, quiso rodearse de la compañía de jóvenes escritores. Hampstead era un pueblo intelectual que ofrecía establecimientos destinados al desarrollo de actividades culturales de diversa índole.
Estas experiencias se trasladaron a
la novela Que no muera la aspidistra (1936).
Orwell, en el centro, y su
mujer, Eileen, con un grupo de milicianos en Monflorite (Huesca) en el invierno
de 1937.— Cedida por Víctor Pardo
Al final de ese año fue a España para participar en la Guerra Civil.
Su mujer lo siguió más tarde. Estuvo
cuatro meses en el frente de Aragón con la milicia de POUM y resultó bastante
malherido, pero afortunadamente no tuvo secuelas graves.
Eileen murió en 1945, durante
una operación.
Durante la Segunda Guerra
Mundial formó parte de la Home Guard y actuó en la radio inglesa.
En 1943 entró en la redacción
del diario Tribune, y después colaboró de un modo regular en el Observer. En
este periodo escribió muchos de sus ensayos.
Eileen murió en 1945, durante
una operación.
En el año 1945 publica La Rebelión en la granja (1945) y 1984 (1949), ficciones en las cuales describió un nuevo tipo de sociedad controlada totalitariamente por métodos burocráticos y políticos.
George Orwell parodió el modelo del socialismo soviético: los personajes son animales de una granja que se rebelan contra sus dueños, los hombres, aunque luego crean una estructura social peor que la de sus antiguos dueños: Lenin, Stalin, Trotsky y otras figuras de la escena política son representados por dichos animales.
Como
literatura, esta obra reúne las cualidades de las fábulas tradicionales y la
influencia satírica de Jonathan Swift.
En general, toda su obra,
incluida esta primera etapa y las posteriores sátiras distópicas, reflejaron
sus posiciones políticas y morales, pues subrayaron la lucha del hombre contra
las reglas sociales establecidas por el poder político.
George Orwell logró
estabilidad económica tras la publicación y el éxito internacional de su novela
Rebelión en la granja (Animal Farm).
Antes de ese momento, Orwell
vivió durante años en condiciones precarias, alternando trabajos mal
remunerados y pasando incluso por etapas de indigencia, como narra en sus
primeros libros y en su novela Keep the Aspidistra Flying, que
denuncia precisamente los estragos de la falta de recursos económicos.
Rebelión en la granja fue
rechazada inicialmente por varios editores, pero una vez publicada en agosto de
1945, su éxito fue inmediato y le permitió a Orwell alcanzar finalmente una
situación de seguridad financiera.
Esta estabilidad se consolidó y amplió con la
publicación de su siguiente gran obra, 1984, en 1949, aunque para entonces su
salud ya estaba muy deteriorada.
Aparte de su trabajo de escribir, lo que más le interesaba a Orwell era la jardinería, especialmente de hortalizas.
Le gustaba la cocina inglesa y la cerveza inglesa, los vinos tintos franceses, los vinos blancos españoles, el té indio, el tabaco fuerte, los fuegos de carbón, las velas y las sillas cómodas.
No le gustaban las ciudades grandes, el ruido, los coches, la
radio, la comida enlatada, la calefacción central y el mobiliario ‘moderno’
La segunda novela lleva como
título el año en que se ubica la acción: 1984. En ella imaginó una ficción tan
pesadillesca como en la anterior: un mundo regido por grandes potencias,
Eurasia, Oceanía y Asia del Este.
El personaje protagónico,
Winston Smith, es un funcionario del "Ministerio de la Verdad",
entidad encargada de controlar la información; conoce a Julia y comienzan una
relación amorosa; luego tratan de luchar contra el poder de "El Gran
Hermano" (sucedáneo del Máximo Líder político), "jefe de la
Hermandad" (representante del Partido en la política real), y se ven
arrojados a las peripecias propias de un Estado totalitario moderno: la mirada
policial que lo penetra todo, incluso la intimidad.
Orwell también incluyó una lista de treinta y
ocho escritores y artistas que consideró en su momento con inclinaciones
procomunistas y que no tendrían intención en participar en dichas conferencias.
En la lista, que no fue
publicada hasta el 2003, se incluyeron numerosos periodistas —entre ellos el
editor del New Statesman, Kingsley Martin— y también a los actores Michael
Redgrave, Paul Robeson y Charlie Chaplin.
En octubre de 1949, poco antes de su muerte, se casó en segundas nupcias con Sonia Brownell.
El matrimonio de George Orwell
y Sonia Brownell en una habitación de hospital era un misterio para todos los
que los conocían. Un biógrafo de Orwell cree que la educación católica de la
novia ofrece una pista sobre su aceptación de la propuesta del escritor
moribundo.
En octubre de hace 75 años,
media docena de personas se reunieron en una habitación de hospital en Gower
Street, Londres WC1, para presenciar lo que podría considerarse una de las
bodas literarias más extrañas del siglo XX.
Incluían al novio, George
Orwell, ahora confinado en su cama por la tuberculosis que lo mataría tres meses
después.
El celebrante, capellán del University College Hospital, el reverendo WH Braine; y el padrino, el propietario de The Observer, David Astor.
Pero el centro de atención era la novia, una chica rubia, regordeta y de tez Renoir, actualmente empleada en la revista literaria Horizon, llamada Sonia Brownell.
Sonia Orwell (de soltera
Brownell) fue una entusiasta defensora de las artes y la literatura y fue una
figura importante en la escena literaria de Londres. Ella era una belleza
reconocida.
Sonia Orwell formó parte del círculo de Bacon desde la década de 1950 y, a lo largo de la década de 1960, solía reunir a artistas, escritores e intelectuales, como Bacon, Lucian Freud y Stephen Spender, para largas cenas en su casa de South Kensington.
Orwell tenía
conexiones con la escena artística parisina y fue a través de ella que Bacon
conoció a algunos de sus amigos franceses más cercanos, incluidos Michel Leiris
y su esposa Louise, una comerciante de arte.
Orwell murió en Londres a la edad de cuarenta y seis años, de tuberculosis, enfermedad que había contraído durante el periodo en que escribió en Sin blanca en París y Londres.
Pasó los últimos tres años de su vida entre hospitales. Poco antes de morir, pide ser enterrado de acuerdo al uso anglicano.
Falleció el 21 de enero de
1950. Sus restos reposan en el cementerio de Sutton Courtenay, Oxfordshire.
HOMENAJES
A George Orwell se le han rendido numerosos homenajes post mortem para resaltar su recuerdo y legado intelectual en todo el mundo.
Esculturas y monumentos:
Una
escultura recuerda desde hoy al novelista en el Parque Miguel Servet. - Heraldo
En 2024, la ciudad de Huesca (España) inauguró un bajorrelieve en bronce en el Parque Miguel Servet, promovido por la Orwell Society y el Colectivo Ciudadano de Huesca, que recuerda la célebre frase de Orwell sobre tomarse un café en Huesca, mencionada en su obra Homenaje a Cataluña.
El monumento fue inaugurado
por su hijo, Richard Blair, y financiado mediante una campaña internacional de
recaudación de fondos.
Estatua en la BBC, Londres:
En la sede de la BBC en Londres, donde Orwell trabajó durante la Segunda Guerra Mundial, se erigió una estatua en su honor.
La escultura lo representa con su
característico cigarrillo en la mano y está acompañada por su famosa frase: “Si
la libertad significa algo, es el derecho a decirle a la gente lo que no quiere
oír”.
Reconocimientos culturales y académicos:
Su legado sigue vivo a través de nuevas ediciones, adaptaciones y homenajes literarios, como la reciente novela Julia.
Una nueva versión de 1984, que reinterpreta su obra desde otra perspectiva y ha sido aprobada por su patrimonio.
Rutas y museos:
En Aragón, España, existen rutas y museos dedicados a su memoria y a su experiencia en la Guerra Civil española, especialmente en los Monegros y Huesca, donde participó en el frente republicano.
La plaza de George Orwell
La plaza de George Orwell (oficialmente en catalán: plaça de George Orwell) está ubicada en el barrio Gótico de Barcelona (España).
Placa en el vestíbulo de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona (RACAB)
Barcelona homenajea a George
Orwell con una placa en la Real Academia de las Ciencias y Artes
En su honor, el Ayuntamiento
de Barcelona, ha colocado una placa en el vestíbulo de la Real Academia de
Ciencias y Artes de Barcelona (RACAB) dedicada a su figura. En el acto de
descubrimiento han participado el hijo de Orwell, Richard Blair, el presidente
de la RACAB, Jordi Isern, y el profesor de la Universidad Pompeu Fabra, Miquel
Berga.
Monumento en Hampstead, Londres, Inglaterra
Monumento al escritor George
Orwell en el sitio de una librería donde trabajó durante la década de 1930,
Hampstead, Londres, Inglaterra
Presencia en el lenguaje y cultura popular:
El término “orwelliano” se ha incorporado al vocabulario internacional para describir situaciones de vigilancia y control totalitario, lo que evidencia la vigencia de su pensamiento.
Estos homenajes reflejan el profundo impacto de Orwell en la cultura, la política y la literatura contemporáneas, y su figura sigue siendo un símbolo de la lucha por la libertad de pensamiento y la denuncia de los abusos de poder.
LEGADO
El legado literario de George Orwell es profundo y multifacético, destacándose principalmente por su compromiso político y social, así como por su influencia en la literatura contemporánea y el lenguaje político.
Crítica al totalitarismo y la opresión:
Sus novelas 1984 y Rebelión en la granja son emblemáticas por su denuncia de
los regímenes totalitarios y la corrupción del poder. 1984 presenta una
sociedad vigilada y controlada por un Estado omnipresente, introduciendo
conceptos como el "Gran Hermano", el "doblepensar" y la
"neolengua", que se han incorporado al léxico político actual.
Influencia en la literatura distópica:
Orwell sentó las bases para el género distópico moderno, inspirando a autores que exploran la vigilancia, la manipulación de la verdad y la resistencia a la opresión en sus obras.
Su visión sombría de sociedades
opresivas sigue siendo un referente para la literatura contemporánea.
Lenguaje político y cultural:
El término "orwelliano" se utiliza para describir situaciones de
control autoritario y manipulación informativa, mostrando la profunda huella de
su obra en el pensamiento político y social.
Estilo literario claro y comprometido:
Orwell es reconocido por un estilo directo y accesible,
influenciado por escritores como Somerset Maugham y Jack London, que busca
expresar con honestidad las realidades sociales y políticas.
Legado periodístico y ensayístico:
Además de sus novelas, sus ensayos y artículos abordan temas como
la desigualdad, la censura y la propaganda, aportando una reflexión crítica
sobre la sociedad y la política que sigue vigente.
George Orwell dejó un legado literario que combina la denuncia política con una prosa clara y poderosa, influyendo no solo en la literatura sino también en la comprensión contemporánea de la libertad, la vigilancia y el poder. Su obra sigue siendo fundamental para entender los peligros del autoritarismo y la importancia de la resistencia intelectual.
FUENTES
https://es.wikipedia.org/
https://www.buscabiografias.com/
https://www.biografiasyvidas.com/
https://youth.europa.eu/
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