De Chacarero a Presidente: Un
Presidente en Tiempos de Crisis
Tomás Berreta Gandolfo nació el
22 de noviembre de 1875 en la quinta de su padre en el Peñarol Viejo,
Montevideo.
Fue un agricultor, policía,
funcionario y político uruguayo, perteneciente al Partido Colorado, que ejerció
como presidente de la República Oriental del Uruguay entre el 1 de marzo de
1947 hasta su fallecimiento el 2 de agosto de ese mismo año.
Era descendiente de italianos por
ambos lados. Su padre era Juan Berreta, quien había llegado a Uruguay a los
siete años desde el Piamonte, fue un partidario del liberalismo de Garibaldi.
Su madre, Rosa Gandolfo, era
argentina, pero sus progenitores eran genoveses que tuvieron que cruzar el Río
de la Plata por la tiranía de Juan Manuel de Rosas.
No realizó la educación primaria;
su madre fue quien le enseñó a leer y escribir. Completó su educación con un
maestro particular, Felipe Pagani.
Comenzó tempranamente a ayudar en
las tareas agrícolas de la chacra familiar.
Pero la crisis económica de 1890
golpea fuerte a su familia, por lo que opta por salir a trabajar fuera del
hogar para ayudar a la economía familiar.
Con sólo catorce años se hace
tropero, siendo diestro jinete, e incluso ganando algunos pesos cortando trigo
en las costas del arroyo Miguelete.
También se empleó en la quinta de
recreo de su vecino, un francés llamado Saturnino Ribes con una enorme
biblioteca repleta de varios volúmenes en la que un joven Berreta mataba el
tiempo.
En 1892 un hecho fortuito es
determinante para su futura vocación política.
Para denunciar un atropello que
había sufrido su familia por las autoridades, Berreta concurre al diario
"El Día", en donde lo atiende José Batlle y Ordóñez que defenderá la
causa de su familia.
Así conoce al que sería dos veces
presidente de la República, José Batlle y Ordóñez, quien le recomendó entrar en
la policía nacional.
Batlle se convertiría en su
maestro en la actividad partidaria y política en gran parte de su vida.
En 1896, unas semanas antes de
los comicios generales de noviembre, los blancos se levantan en armas
momentáneamente (un antecedente de la Revolución de 1897).
Consultando nuevamente a Batlle
este le recomienda que se incorpore al personal de una comisaría, para estar
cercano a la capital y pronto para cualquier eventualidad.
Así, a fines de 1897, Berreta, presentado por el veterano legislador Tulio Freire, ingresa como escribiente en la Comisaría de Colón dirigida por el coronel Primitivo Larrobla.
Tomás Berreta (izq.)
junto a José Batlle y Ordóñez (der.).
En marzo de 1897, los caudillos
blancos Aparicio Saravia y Diego Lamas se lanzan a la revolución (Revolución de
1897). Tomás Berreta, formando parte del Regimiento de Extramuros, integra la
División Canelones. No interviene en ningún encuentro.
En cambio, conoce plenamente la
campaña del departamento de Canelones y se adiestra en la vida de los
campamentos. La revolución dura de marzo a setiembre. Finalizada la contienda,
Berreta regresa a Colón.
En agosto de 1901, Berreta ya
como comisario es inspector de una patrulla es uno de los protagonistas en un
enfrentamiento entre fuerzas policiales y una huelga de trabajadores de La
Teja.
Pocos meses después renuncia a su
cargo en la policía y al poco tiempo ingresa a trabajar en la Dirección de
Abasto de Montevideo.
Al estallar en 1904 el conflicto
armado comandado por el caudillo Aparicio Saravia, Berreta le comunica a Batlle
su deseo de incorporarse al ejército del sur que comandaba el general Justino
Muniz, pero Batlle le pidió que por sus conocimientos de la zona formase parte
de la División Canelones.
El 28 de enero arribó a Fray
Marcos la brigada al mando del general Benigno Carámbula, unos mil ochocientos
hombres, en la cual iba a recibir su bautismo de fuego Tomás Berreta, con el
rango de Teniente.
En la madrugada del domingo 31
de enero, dio comienzo la batalla de Fray Marcos, donde las fuerzas del
gobierno que se habían puesto al mando del general Melitón Muñoz sufrirían una
estrepitosa derrota a manos del ejército de Saravia.
Vuelve a la lucha en la nuevamente organizada
División Canelones hasta la victoria del bando gubernamental tras la muerte de
Saravia días después de la batalla de Masoller.
A fines de 1904 se instala
definitivamente en villa de Guadalupe, hoy en día ciudad de Canelones. Allí
ayudará a organizar clubes políticos y recorre el departamento.1
El 22 de enero de 1905 se
efectuaron elecciones de diputados, en las que Berreta no aceptó ser candidato
argumentando no estar preparado para esa responsabilidad. Ese mismo año, poco
después haber comenzado a ocupar el puesto administrativo de Inspector de
Impuestos Internos (designado por Batlle y manteniendo este cargo hasta 1912),
se casa con Juana María "Juanita" Etchemendy, con la que tiene cinco
hijos.
Blanca Anita, Rivera Tomás, María
Clerida, Sarandí Andrés y Tabaré Juan. Rivera Berreta sería posteriormente
también intendente de Canelones.
Batlle asume por segunda vez como
presidente en marzo de 1911.
En el mes de septiembre de 1912
Berreta es nombrado Administrador de Rentas y Jefe de Correos de Canelones,
manteniéndose en el cargo unos seis meses y medio ya que en 1913 es nombrado
como Jefe Político y de Policía de Canelones.
El Jefe Político y de Policía
era, según la constitución de 1830, un funcionario delegado del Poder Ejecutivo
para el mantenimiento del orden y la seguridad individual de los habitantes en
el departamento donde ejerciera su cometido, encargado de asuntos como la
reprensión de la delincuencia.
El fomento de las obras públicas
y la defensa de los agricultores son de sus objetivos fundamentales.
Apoya los deseos de los
vecindarios de distintas secciones cuando solicitan mejor servicio municipal,
caminos, alcantarillas, etc.
En el invierno de 1914 Batlle le
telegrafía que el célebre matrero Martín Aquino, luego de haber dado de muerte
al comisario floridense Juan Ignacio Cardozo, se había refugiado en los montes
del Santa Lucía. Por muy poco se le escapa en las cercanías de San Ramón.
El 13 de marzo de 1916, por
esfuerzos tanto de Berreta como de los legisladores del departamento, se cambia
el nombre de Villa de Guadalupe por el de ciudad de Canelones.
Catedral de Nuestra
Señora de Guadalupe, ubicada en la ciudad de Canelones.
Ocupa el cargo casi tres años y
en ellos reorganiza los servicios municipales, se preocupa por las escuelas y
carreteras, por los suministros de agua potable y se preocupa por los problemas
económicos o ambientales del departamento.
En marzo de 1917 se amplía el
alumbrado público de Pando, el 15 de abril comienzan a instalarse las aguas
corrientes en Tala, en agosto comienza a funcionar la luz eléctrica en
Canelones, el 28 de abril de 1918 Berreta presenta a la Junta Económica
Administrativa de Canelones el primer plan de Obras Públicas Municipales, entre
otras acciones.
Establecida la Constitución de
1919, es electo por primera vez por la ciudadanía.
Asume en enero de 1920 como
primer titular al Concejo Departamental de Canelones, órgano que actuaba como
Poder Ejecutivo del departamento de acuerdo a la nueva Constitución.
En 1921 renuncia al Concejo
Departamental y es electo en las elecciones de 1922 como diputado por Canelones
junto a César I. Rossi, Mateo Legnani y César Mayo Gutiérrez. Se mantuvo en el
cargo hasta 1928, siendo ratificado por la ciudadanía en las elecciones de 1925
y en las de 1928, desempañando ardua labor legislativa en asuntos
primordialmente relacionados al agro.
Su figura comienza a tomar
dimensión nacional por lo que es postulado como suplente al Consejo Nacional de
Administración en 1928 a pedido de Batlle.
En las elecciones de 1930 es candidato en
segundo lugar y es electo como candidato a titular en el Consejo Nacional de
Administración.
Ingresando ese mismo junto al
colorado Juan P. Fabini y el nacionalista Alfredo García Morales, ya sin la
influencia de Batlle quien había fallecido en 1929.
El 31 de marzo de 1933 el presidente Gabriel Terra dio un golpe de Estado, y entonces Tomás Berreta fue detenido junto a otros dirigentes políticos opositores. Marcha al destierro, estando en Río de Janeiro y luego en Buenos Aires.
Retorna en 1934, pero su prédica
opositora contra el terrismo lo obliga a ir otra vez al exilio a fines del mismo
año, buscando asilo en la embajada paraguaya en Montevideo.
Tenía casi 60 años y sufría una
afección en la próstata.
Fue operado en Buenos Aires y
vivió en el sur de Brasil, como en Porto Alegre.
Retornó a Uruguay al ser
levantados los destierros a fines del año 1935. Participa en la reorganización
del batllismo, aunque este movimiento se abstendría de participar en las
elecciones de marzo de 1938.
Berreta fue orador en el
recordado "Mitín de julio" de ese año con la consigna "Por la
nueva Constitución y Leyes Democráticas".
Integró en 1940 la Comisión de
Reforma Constitucional convocada por el presidente Alfredo Baldomir y dos años
más tarde apoyó el quiebre institucional llevado a cabo por el presidente.
Berreta formó parte del Consejo de Estado de ese año que sustituyó a las cámaras legislativas y que tuvo a su cargo la redacción del nuevo texto que regiría la vida de los uruguayos.
De izquierda a
derecha: el escribano Bernardo Pérez Fourcade, el ministro de Obras Públicas
Tomás Berreta y el Intendente de Lavalleja Carlos de Medina en 1945.
En las elecciones de 1942 Berreta es electo como Intendente de Canelones y también como Senador, pero no ocupa ninguno de los dos cargos ya que acepta el ofrecimiento del novel presidente Juan José de Amézaga de ocupar la titularidad del Ministerio de Obras Públicas.
El ministro Berreta
en una reunión del CIAPEN.
Bajo el gobierno del presidente
Amézaga se desempeñó como Ministro de Obras Públicas y llevó a cabo el plan
quinquenal de obras públicas con una inversión inicial de 70 millones de pesos,
dinero que se obtuvo mediante el permiso de endeudamiento interno otorgado por
la Asamblea General mediante la Ley 10.589 en el año 1944.
El Plan de Obras Públicas por $
70.000.000 aprobado el 23 de diciembre de 1944 y elevado por ley de 20 de
diciembre de 1945 a $ 84.000.000 al incluir las obras de saneamiento.2
El plan tendría como resultado la construcción de carreteras, puentes y caminos, entre las que se destaca la hoy "Ruta 3 General General José Gervasio Artigas".
Caricatura sobre los candidatos
del batllismo en las elecciones de 1946. Martínez Trueba (izq.) a la
intendencia de Montevideo, Berreta (medio) a la presidencia y Batlle Berres
(der.) como vice.
Artículo principal:
Elecciones generales
de Uruguay de 1946
Acercándose las elecciones de
1946, el batllismo fue unido y eligió a Berreta como su candidato a la
presidencia. Tras varias negociaciones internas, su compañero de fórmula fue el
joven legislador y sobrino de José Batlle y Ordóñez, Luis Batlle Berres.
Dentro del Partido Colorado,
junto a la candidatura batllista de Berreta, también se presentó una
candidatura blancoacevedista encabezada por el exministro Rafael Schaffino y la
candidatura del expresidente Alfredo Baldomir.
La fórmula Berreta - Batlle Berres resultó ganadora, lo que significó la vuelta del batllismo como sector mayoritario dentro del Partido Colorado.
Sentados, de
izquierda a derecha: Harry S. Truman, presidente de los Estados Unidos, y Tomas
Berreta, presidente de Uruguay. Parados, de izquierda a derecha: Spruille
Braden, subsecretario de Estado y Juan Carlos Blanco, embajador uruguayo.
En calidad de presidente electo, Tomás Berreta fue invitado por el gobierno norteamericano a visitar Estados Unidos, práctica que desarrollará este país con los presidentes electos de América Latina, en una estrategia de asegurar alianzas e influencias.
El presidente electo
Tomás Berreta leyendo el periódico durante su visita a Estados Unidos en
febrero de 1947.
Esta visita se concretó en
febrero de 1947, siendo criticado por parte de la prensa nacionalista como
Carlos Quijano, quien escribió: “Don Tomás se va a Estados Unidos. Está bien.
Es la reproducción en el tiempo del viaje a Canosa. ¿Cómo se puede gobernar en
estos tiempos caóticos sin recoger el espaldarazo de Washington?".
La comitiva uruguaya visitó las
ciudades de Miami, Philadelphia y Nueva York; luego se entrevistó en Washington
D. C. con el presidente estadounidense Harry S. Truman.
Elecciones 1946
Allí compró equipos mecánicos
para fomentar el agro y gran cantidad de alambre para subdividir las grandes
extensiones rurales, aportes previstos para el desarrollo de las
agroindustrias.
Además, Berreta tenía interés en
asegurarse el apoyo de Estados Unidos ante las tensiones crecientes con el país
vecino de Argentina.
Caricatura de la
sucesión presidencial y las diferencias entre ambos mandatarios. Amézaga,
jurista y bien letrado, representado con Platón; mientras que Berreta,
campechano y llano, leyendo el Martín Fierro.
Tomás Berreta asumió el 1 de
marzo de 1947 como presidente de la República Oriental de Uruguay, con 71 años
de edad. Recibiendo de parte del presidente saliente, Juan José de Amézaga, la
banda presidencial.
Un fragmento de su
discurso es el siguiente:
"[…] Tenemos que ir
perfeccionando nuestros Institutos sociales, de modo que cada hombre pueda
gozar de un nivel de vida suficiente en lo físico y espiritual.
Estas conquistas, para ser
efectivas y duraderas, tienen que estar basadas en una economía próspera.
Hay que asegurar una cada día
mayor justicia distributiva pero, si no se crean riquezas, la equidad de la
distribución no será más que ilusoria.
Para hacerla real superar las
dificultades propias de un período universal de escasez y abrir cauces nuevos
al progreso en todos los órdenes de la vida, se impone la necesidad de
incrementar la producción. […]
Tras la Segunda Guerra Mundial
distintos países europeos habían contraído deudas con el Estado uruguayo.
El presidente Berreta envió al
Reino Unido una misión diplomática encabezada por el doctor Gustavo Gallinal
con el propósito de renegociar la deuda que mantenía el Reino Unido con
Uruguay.
El 15 de julio de 1947 Uruguay y Reino Unido suscriben un convenio de pagos en el cual se establece que la deuda es de £ 17.000.000 a la cual se le aplica una quita del 10% y el saldo restante queda disponible para la compra de empresas del Reino Unido existentes en Uruguay, en especial, empresas de transporte y de servicios públicos.
Caricatura sobre el
reparto de entes autónomos del gobierno.
La deuda británica fue pagada con
la venta al Estado uruguayo de los ferrocarriles, los tranvías y el servicio de
agua potable, hecho que se completaría durante la presidencia de Batlle Berres.
Poco tiempo después de asumir, se
creó el Liceo Militar “Gral. Artigas”. Fue creado el 13 de marzo de 1947,
mediante el Decreto Nº 9.010 del Poder Ejecutivo, con la denominación de
"Liceo Militar".
En el 22 de mayo el presidente
Berreta llega a la ciudad de Artigas en tren.
Luego se traslada a un puente
provisional que se había tendido sobre el río Cuareim para dar la bienvenida al
presidente del Brasil, Gral. Gaspar Dutra.
Horas más tarde ambos mandatarios
firmaron un convenio para la construcción de un puente internacional que uniría
las ciudades de Artigas (Uruguay) y Quaraí (Brasil).
Recién en 1967 comenzarían los
trabajos para realizarlo y el 3 de abril de 1968, con la presencia de los
presidentes Jorge Pacheco Areco de Uruguay y Artur da Costa e Silva de Brasil,
se inauguraría como el "Puente Internacional de la Concordia".
Además, fue impulsor de la
creación del Instituto Nacional de Colonización, que se creó póstumamente con
la Ley N.º 11.029, sancionada el 12 de enero de 1948.
Organismo encargado adoptar un
conjunto de medidas para promover una racional subdivisión de la tierra y su
adecuada explotación, en procura del aumento y la mejora de la producción
agropecuaria y la radicación y bienestar del trabajador rural.
Caricatura política
sobre las reformas proyectadas por el gobierno en el ámbito sindical.
El breve gobierno de Berreta
estuvo marcado por la conflictividad sindical y por una serie de iniciativas
gubernamentales que intentaron reglamentar el ámbito sindical.
Ante la huelga de los
trabajadores ferroviarios, iniciada a pocos semanas de asumir Tomás Berreta la
presidencia, se elaboraron tres proyectos de ley: una ley de ilicitud de la
huelga en los servicios públicos, otra de reglamentación de los sindicatos y una
tercera que creaba tribunales de conciliación y arbitraje.
De estas, solo la tercera fue aprobada, pero
no llegó a ser aplicada.
Los sindicatos percibieron estas
medidas como un intento de perseguir el objetivo principal de reglamentar la
actividad sindical y reformular la ley de Consejos de Salarios lograda durante
la presidencia de Amézaga.
En consecuencia, se efectivizó un
paro general el 30 de junio de 1947.
Contó con el apoyo de la UGT
(Unión General de Trabajadores), de diversos sindicatos «autónomos» y logró que
quedaran sin efecto los proyectos del presidente.
Berreta fallece el 2 de agosto, de
1947 en pleno mandato a 5 meses de haber asumido la presidencia, a causa de un
cáncer de próstata y luego de ser intervenido quirúrgicamente en el Hospital
Italiano de Montevideo.
Fue sucedido por su vicepresidente, Luis Batlle Berres, hasta completar el período de gobierno, que concluía en marzo de 1951.
Homenajes
Varios sitios en Uruguay llevan su nombre; en el departamento de Canelones:
El Liceo Departamental N.° 1 de
la ciudad de Canelones
La plaza principal de la ciudad
de Santa Lucía llevan su nombre como homenaje.
La casa del Partido Colorado en
la ciudad de Canelones lleva el nombre "Don Tomás Berreta".
La plaza de la ciudad canaria de
Migues se llama "Plaza Tomás Berreta"
En Montevideo, llevan su nombre un tramo de la Rambla montevideana en el barrio de Carrasco y la escuela N.º 179 del barrio Punta de Rieles.
La Costanera Sur de Salto se
llama "Tomás Berreta".
La Ruta 103, se llama Presidente
Tomás Berreta.
En el departamento de Río Negro,
cerca del Balneario Las Cañas, antiguamente la Estancia La Pileta propiedad del
Frigorífico Anglo, el Instituto de Colonización repartió entre 100 colonos
aproximadamente tierras con el nombre "Colonia Presidente Tomás
Berreta".
En el departamento de Colonia, un
puente sobre el arroyo Rosario, conocido por «Puente de Mugglin» pasó a
llamarse "Tomás Berreta".15
Libros
1975, Vida de Don Tomás Berreta
de Carlos Walter Cigliuti.
1956, Tomás Berreta de Juan
Vidart.
Don Tomás Berreta - El hombre que
se forjó a sí mismo -, escrito por Dr. Alberto Brause Berreta.
Tomás Berreta: Apología de la
Acción de Daniel D. Vidart.
LEGADO
El legado de Tomás Berreta se
manifiesta en varias dimensiones:
Inspiración para el Batllismo:
Su compromiso con los ideales
batllistas lo convierte en una figura emblemática dentro del Partido Colorado.
Su visión de un Estado que promueve el
bienestar social sigue influyendo en las políticas uruguayas contemporáneas.
Su figura es recordada como un
símbolo de esperanza y promesa para muchos uruguayos.
Memoria Histórica:
Se han establecido espacios
públicos y documentales que honran su memoria, subrayando su impacto en la
historia uruguaya.
En resumen,
Tomás Berreta dejó un legado
marcado por su dedicación al desarrollo rural, su lucha por la justicia social
y su papel fundamental dentro del batllismo.
Su influencia perdura en la
memoria colectiva del país y en las políticas que buscan continuar sus ideales.
https://es.wikipedia.org/wiki/Tom%C3%A1s_Berreta#/media/Archivo:Peloduro-tapa-N_76._16-7-1947.png
https://partidocolorado.uy/tomas-berreta-responsabilidad-en-el-gobierno-y-el-retorno-del-batllismo/
https://www.sociedaduruguaya.org/2022/11/homenaje-al-ex-presidente-tomas-berreta.html
https://hoycanelones.com.uy/2017/08/02/el-recuerdo-de-tomas-berreta-al-cumplirse-hoy-setenta-anos-de
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