El bloque de apartamentos en la Merwedeplein donde la familia Frank vivió desde 1934 hasta 1942.
Ana Frank y su amiga Sanne, en la plaza Merwedeplein.
La familia Frank escapó antes del inicio de la guerra y se
refugió en Holanda, donde vivieron una etapa de tranquilidad, hasta que ese
país cayó bajo la bota nazi.
Otto pudo montar una empresa en Ámsterdam; la familia
encontró una vivienda en la plaza Merwedeplein. Las niñas iban a la escuela.
Otto trabajó duro en su fábrica y Edith se ocupó del hogar. Cuando
la amenaza de la guerra en Europa aumentó, Otto intentó emigrar con su familia
a Inglaterra o a los Estados Unidos, pero dichos intentos fracasaron.
El 1 de
septiembre de 1939, Alemania invadió Polonia. Este fue el comienzo de la Segunda
Guerra Mundial.
Por poco tiempo pensaron que los Países Bajos no se verían
comprometidos en la guerra; pero, el 10 de mayo de 1940, las tropas alemanas
invadieron el país. Cinco días más tarde, los Países Bajos se rindieron y el país es
ocupado por los alemanes.
El 29 de abril de 1942 la familia Frank, al igual que el
resto de los judíos en los Países Bajos, son obligados a utilizar la estrella
amarilla.
Poco después, los ocupantes imponen medidas
antijudías. Los judíos tienen prohibida la presencia en cada vez más sitios,
Ana y Margot tienen que concurrir a una escuela exclusiva para judíos y Otto
pierde su empresa.
Primera página del diario de Ana
El 12 de junio de 1942, Ana Frank
cumplió trece años. Por su cumpleaños le regalaron un diario. Fue su mejor regalo.
Comenzó a escribir en él enseguida: "Espero poder confiártelo todo (...)
y espero que seas para mí un gran apoyo".
Cuando fracasa un nuevo intento para emigrar a los Estados
Unidos, Otto y Edith Frank deciden esconderse. En la «casa de atrás» del
edificio donde funciona su fábrica, Otto prepara un recinto donde esconderse.
Para ello, recibe la ayuda de Hermann van Pels – su empleado judío – y de sus
empleados Johannes Kleiman y Víctor Kugler.
El 5 de julio de 1942 llega una citación por correo para
Margot Frank: tiene que presentarse en un campo de trabajo en Alemania.
Inmediatamente, al día siguiente, la familia Frank pasa a la clandestinidad.
Una semana más tarde se agrega la familia Van Pels y, en noviembre de 1942,
llega el octavo escondido: el dentista Fritz Pfeffer. Durante más de dos años
permanecen escondidos en la Casa de Atrás.
Los escondidos no tienen que hacer ruido, sienten miedo con
frecuencia y, bien o mal, tienen que pasar el tiempo juntos. Reciben ayuda de
los empleados de oficina Johannes Kleiman, Víctor Kugler, Miep Gies en Bep
Voskuijl, de Jan Gies, esposo de Miep, y de Johannes Voskuijl, jefe de almacén
y padre de Bep. Estos ayudantes no solo proporcionan comida, ropa y libros a
los escondidos, sino que también son su contacto con el mundo exterior.
En setiembre de 1943 Ana comenzó a sentirse deprimida, a
pesar de haber sido antes una persona vivaz y sonriente. El encierro le hizo
mal, deseaba tanto tener una vida normal que debió tomar valeriana
periódicamente para calmar la ansiedad. Su familia se dio cuenta y también
comenzaron a tratarla con medicamentos caseros.
A diferencia de la mayoría de los diarios, este estaba
escrito en forma de cartas para alguien llamado Kitty. Al día de hoy todavía no
se ha descubierto quien era Kitty. Algunos dicen que era su amiga Käthe
"Kitty" Egyedi y otros que lo tomó prestado de su libro preferido,
Joop ter Heul. Algunas de las primeras cartas están dirigidas también a otros
personajes: Conny, Marianne, Emmy y Pop. Egyedi sobrevivió en los campos de
concentración, y más tarde declaró que no le parecía que las cartas estuvieran
destinadas a ella.
Durante el periodo en que estuvo escondida, Ana escribe sobre lo que
ocurre en la Casa de Atrás y sobre sí misma. El diario es un gran apoyo para
Ana, quien también escribe en él cuentos cortos y colecciona citas de
escritores en su «Libro de Frases Bonitas»
Cuando el ministro de educación neerlandés hace un
llamamiento – a través de la radio inglesa – a conservar los diarios escritos
durante la guerra, Ana decide elaborar el texto de su diario para convertirlo
en una novela a la que llamará «La Casa de Atrás». Ana comienza con la
reescritura, pero, antes de terminar es descubierta junto con los demás
escondidos, y arrestada.
Producto de una delación, las SS encontraron el escondite y deportaron a Ana y
su familia a los infames campos de concentración.
El 4 de agosto de 1944, los escondidos son arrestados, junto
con los ayudantes Johannes Kleiman y Victor Kugler. Pasando por oficina central
del Servicio de Seguridad alemán, la prisión y el campo transitorio de Westerbork
[provincia de Drenthe, Países Bajos], los escondidos son deportados a
Auschwitz. Los dos ayudantes antedichos son enviados al campo de Amersfoort
[Países Bajos]. Johannes Kleiman es liberado poco después de su detención,
Víctor Kugler consigue escapar del campo unos seis meses después de haber sido
internado en él. Inmediatamente después de la detención, Miep Gies y Bep
Voskuijl rescatan las hojas del diario de Ana, que han quedado en la Casa de
Atrás. Pese a profundas investigaciones, hasta ahora no ha quedado claro cómo
fue descubierto el escondite.
El único sobreviviente de los ocho escondidos fue Otto Frank,
su padre.
Tumba de Ana y Margot Frank en Bergen Belsen
Luego de permanecer en un campo de tránsito –Westerbork– Ana
pasó a Auschwitz el 2 de
septiembre de 1944 y de allí a Bergen Belsen. Allí Ana y su hermana Margot
murieron, víctimas de las pésimas condiciones de vida y del tifus, que hizo
estragos entre los detenidos de Belsen.
Para cuando Ana murió, en 1945, su madre ya había muerto de hambre y
su hermana de tifus. Sobre su padre no habían tenido noticia, pero creían que
estaba muerto. Algunas
semanas después de ese hecho, los británicos liberaron el campo de
concentración Bergen Belsen, donde se encontraba.
En 1947, apenas dos años después de terminada la guerra, Otto
publicó el diario bajo el título La casa de atrás (en neerlandés, Het
Achterhuis).
Otto Frank es el único de los ocho escondidos que sobrevive a
la guerra. Durante su largo viaje de regreso a los Países Bajos es informado de
que Edith, su esposa, ha muerto. Aún no sabe nada sobre sus hijas, y abriga
esperanzas de poderlas volver a ver con vida. A principios de junio llega a
Ámsterdam. Se dirige directamente a la casa de Jan y Miep Gies, con quienes
vivirá durante siete años. Otto Frank intenta dar con sus hijas, pero, en el
mes de julio, recibe la noticia de que ambas han muerto en el campo de
concentración de Bergen-Belsen, a causa de enfermedades y penurias. Miep Gies
le entrega entonces las hojas del diario de Ana. Otto lee el diario y encuentra
en él a una Ana muy distinta de la que conocía. Está muy impresionado.
Llegaron a sus manos a través de Miep Gies, una alemana que
escondía a los Frank. Cuando los soldados se llevaron a la familia, ella guardó
los papeles con la intención de devolverlos a Ana. Solo pudo dárselos a Otto
,quien los publicó sabiendo que el sueño de Ana era ser escritora.
La mujer nunca leyó los escritos mientras estuvieron en sus
manos, pero dijo que si hubiera sabido su contenido los habría destruido porque
tenían demasiada información como para incriminar a algunas personas, incluida
ella misma por ocultarlos.
Ana escribió en su diario que, más tarde, quería ser
escritora o periodista, y que quería editar su diario en forma de novela.
Amigos de Otto convencen a este de la gran elocuencia del diario. El 25 de
junio se edita el diario bajo el título de «La Casa de Atrás», en una tirada de
3.000 ejemplares. Le seguirían muchas reimpresiones, traducciones, una pieza
teatral y una película.
HOMENAJES
MUSEO
Museo
Habitación que perteneció a Ana
Personas de todo el mundo toman conocimiento de la historia
de Ana Frank. Durante los años siguientes, Otto Frank contesta miles de cartas
enviadas por gente que ha leído el diario de su hija. En 1960, la Casa de Ana
Frank se convierte en museo. Otto Frank permaneció vinculado a la Fundación Ana
Frank y bregó por los derechos humanos y el respeto entre las personas hasta su
muerte, en 1980.
SELLO
MONUMENTOS
"Ana Frank", obra del uruguayo Rubens Fernández Tuduri.La escultura está emplazada en el Parque de la Amistad (Av. Rivera 3275)
Monumento a Ana Frank en Ámsterdam
Monumento a Ana Frank, Gràcia, Barcelona, 2008
El monumento de Ana Frank se encuentra frente al Museo Caraffa y de
espaldas a la Plaza España, en la ciudad de Córdoba, y fue emplazada en 1995
En la Plaza Reina de Holanda, ubicada en el dique 3 de Puerto Madero,
frente al Puente de la Mujer, un monumento a Ana Frank realizado por la
artista holandesa Jet Schepp, una escultura réplica de una similar
instalado frente a la exvivienda de la joven víctima del Holocausto en
la ciudad de Ámsterdam.