Blog de Arinda

OBJETIVO :En este Blog vas a encontrar mis producciones en pintura y escultura. Además, material recopilado a través de mi trabajo como maestra, directora e inspectora, que puede ser de interés para docentes y estudiantes magisteriales .

jueves, 14 de noviembre de 2024

14 DE NOVIEMBRE DE 1878 NACE CARLOS FEDERICO SÁEZ

 

Breve vida,, duradero legado 

en la pintura uruguaya

 

Retrato del Sr. J. C. M., c.1899. Óleo sobre tela, 50 x 61 cm. Museo Nacional de Artes Visuales, Montevideo, Uruguay.

Carlos Federico Sáez nace en Mercedes, Soriano, el 14 de noviembre de 1878, en el seno de una familia de alta condición social.

Dibuja y pinta como autodidacta desde la niñez dando muestras de una inusual precocidad. 

A los trece años se traslada a Montevideo concurriendo a las clases de pintura del profesor Juan Franzi, en la misma época presenta sus trabajos a la exigente mirada del artista Juan Manuel Blanes quien aconseja que el joven Sáez consolide su formación en Italia. 

El gobierno uruguayo otorga una beca de estudios al artista de sólo 14 años de edad.

 Se inicia de esta forma un periplo de siete años de estadía europea quedando bajo la tutela de Daniel Muñoz, Ministro uruguayo en Roma.

En; 1890 el Art Nouveau retoma el tema de las flores y los vegetales, que el romanticismo pictórico inglés había desarrollado con anterioridad. 

Pintura, diseño y decoración exhiben el motivo como otra de las características de la elegante vitalidad del modernismo en la Belle Epoque. 

Sáez concretó un álbum de acuarelas y dibujos de lirios y azucenas que luego obsequió a la Reina de Italia.

     Las; flores tuvieron por la época connotaciones eróticas: imagen lánguida y sensual de la mujer refinada e imagen restallante y carnal toda color a la manera española, adornando a la mujer con un fuerte acento popular. Ambas se encuentran en Sáez.

     Sin; duda la figura humana, y más concretamente el retrato, concentran la atención del artista, quien consagra la casi totalidad de su obra a representar personajes que dejaron una visión acertada de la sociedad europea y de la montevideana en la última década del siglo pasado.

Autorretrato, 1893. Carlos Federico Sáez (1878-1901). Tinta sobre papel. 11 x 9 cm. Nº inv. 1892.Museo Nacional de Artes Visuales


 Carlos realizó dos viajes a Europa. El primero entre 1893 y mediados de 1896.

Estudio, 1899. Óleo sobre tela, 65 x 54 cm. Museo Nacional de Artes Visuales, Montevideo, Uruguay.


El segundo, entre 1897 y 1900, con una beca del gobierno y la designación de Oficial honorario de la legación de Uruguay en Italia. 

En esta segunda Sáez concurre un tiempo a la Academia de Bellas Artes en Roma, pero pronto se enrola en las nuevas corrientes de la pintura italiana finisecular de clara postura antiacadémica. 

En Italia se daban, por entonces dos grandes corrientes estéticas: la aún superviviente academicista en Florencia, donde había cursado sus estudios Juan Manuel Blanes y la de Roma, donde habían hecho irrupción los "macchiaioli", para quienes la obra de arte es el desarrollo de la primera impresión recibida y plasmada en mancha de color, como valoración y relación, en el entendido de que el motivo debe ser tomado de la realidad "il vero", puesto que para el arte todo en la naturaleza es bello. 

Esta corriente se adapta a la sensibilidad de Sáez marcando su obra con una impronta indeleble.




Tal vez con espíritu de humor, tal vez como una especulación estética, durante su estadía en Italia el artista utiliza como fondo para sus retratos un biombo de papel pintado por él mismo, de características particulares: se trata de pintura abstracta. 

Esta experiencia lo convierte en el primer artista uruguayo en desarrollar semejantes imágenes, que no fueron legitimadas sino hasta 1910, con la primera acuarela abstracta de Kandinsky.

Cabeza de viejo, 1899. Óleo sobre tela, 60 x 52,50 cm. Museo Nacional de Artes Visuales, Montevideo, Uruguay.

Frecuenta el taller de varios pintores, instala en 1896 el suyo en la Via Margutta y participa de varias exposiciones. Prolonga su estadía europea renovando su beca estatal. 

Sus envíos de pensionado lo van delatando como uno de los más originales exponentes pictóricos de fin de siglo. 

A propósito de esta postura el crítico Angel Kalenberg nos dice: "Por intermedio de la macchia, técnica que suponía un cierto dinamismo en el trazo, logró superarse la operática y la parálisis a las que había sucumbido la Academia. 

El procedimiento fue empleado, casi exclusivamente, para pintar paisajes, escenas de género y retratos; a éstos Sáez les dedicó ardorosa, infatigablemente, su vida" (Angel Kalenberg, "Seis maestros de la pintura uruguaya" Mosca Hnos. S. A., Montevideo, 1987). 

Sáez pinta rostros eligiendo a sus modelos sin trabajar por encargo; a veces modelos profesionales, en la mayoría de los casos personajes con los que tiene fuertes vínculos: su familia, sus amigas, sus amigos. 

No pinta grupos, retrata individuos en soledad. A excepción de sus dibujos, no pinta desnudos. 

Dibuja con el pincel y la mancha gobierna el contorno. 

Su pincelada rápida da a sus figuras la sensación de ser captadas en un instante. 

Los fondos ostentan una generosidad matérica que generan un contrapunto de atención con la figura generalmente organizada en forma piramidal.


C. M., óleo sobre tela, 129 x 139 cm, c. 1899 MNAV


Al decir del crítico José P. Argul, Sáez es un "espectador genial del 1900. (...) conserva intacta la frescura del "vero" (...) este pintor que agrega con sus modelos más próximos de familiares y amigos una excepcional nota de mundanismo elegante, incluso de dandysmo" (José Pedro Argul "Sáez")

Regresa a Montevideo en 1900. Ya enfermo, interviene en el concurso de afiches para el carnaval montevideano organizado por el Ateneo de Montevideo; lo gana.

Recibe el Primer Premio, una medalla de oro, que regala a su madre, por un concurso de Afiches para una exposición de arte del Ateneo bajo la dirección de Pedro Figari.


Muere a los 22 años, el 4 de enero de 1901.

LEGADO

Ciociaro. Pastel tiza sobre papel, 42 x 60 cm. Museo Eusebio Giménez, Mercedes. Soriano, Uruguay.


La romana. Pastel tiza sobre papel, 50 x 74 cm. Museo Eusebio Giménez, Mercedes. Soriano, Uruguay.


«Paisaje de campo europeo con vacas y campesina»
Óleo sobre tabla Al dorso presenta etiqueta correspondiente, clasificado como propiedad de Raúl Montero Bustamante en la categoría «Obras de la primera época del artista».

El chal rojo, c.1898. Óleo sobre tela, 56 x 46 cm. Museo Nacional de Artes Visuales, Montevideo, Uruguay.

Carlos Federico Sáez (1887-1969) fue uno de los más importantes pintores de Uruguay, y su legado es muy significativo tanto en el contexto artístico nacional como en el internacional. Sáez fue una figura clave en la renovación del arte uruguayo durante la primera mitad del siglo XX, y su obra abarca varios aspectos destacados que perduran en la historia del arte. 

Pueden verse obras suyas en el Museo Nacional de Artes Visuales, Museo Juan M. Blanes y en el Museo Eusebio Giménez de su ciudad natal.

 

1. Innovación y Modernización del Arte en Uruguay

Sáez fue uno de los principales responsables de la modernización de la pintura uruguaya. En sus primeras etapas, adoptó influencias del impresionismo, pero con el tiempo fue evolucionando hacia una estética más moderna, vinculada con el arte contemporáneo. Fue uno de los pioneros en la incorporación de técnicas y estilos internacionales, como el cubismo, el fauvismo y el expresionismo, adaptándolos a la realidad local.

 2. Pintura de Paisajes y Temática Nacional

Carlos Federico Sáez dedicó gran parte de su obra a representar el paisaje uruguayo, especialmente el entorno natural del campo y los cielos del interior del país.

Sus paisajes se caracterizan por una mirada moderna y emotiva hacia el campo, algo que lo conectó de manera profunda con la identidad nacional uruguaya. Su habilidad para capturar la luz y el color en sus paisajes se convirtió en una de las características distintivas de su estilo.

 3. Maestro y Formador de Nuevas Generaciones

Sáez también tuvo un importante rol como docente en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Uruguay.

Fue un maestro influyente, que dejó una huella perdurable en generaciones de artistas jóvenes.

Su enfoque pedagógico ayudó a consolidar un cambio en la enseñanza artística de la época, promoviendo una mayor libertad creativa y experimentación con nuevas tendencias artísticas.

 4. Estilo Personal y Uso del Color

Una de las grandes características de su obra fue su dominio del color.

Su paleta rica y vibrante, con una particular intensidad en el uso de los azules, amarillos y naranjas, ayudó a desarrollar un estilo único, lleno de luminosidad y dinamismo.

Sáez logró una gran síntesis entre la expresividad emocional y la técnica depurada, lo que le permitió ser reconocido tanto en Uruguay como en el exterior.

5. Reconocimientos y Exhibiciones Internacionales

Carlos Federico Sáez también gozó de una destacada proyección internacional. Participó en diversas exposiciones en Europa y América, lo que contribuyó a posicionar a la pintura uruguaya en el circuito internacional de arte.

Recibió premios y distinciones, lo que consolidó su reputación como uno de los artistas más relevantes de su época en América Latina.

 6. Vinculación con Movimientos Artísticos de la Época

Sáez fue un artista que, si bien mantuvo una voz personal, estuvo muy vinculado con los movimientos artísticos más importantes de su tiempo.

A través de su contacto con artistas europeos y latinoamericanos, tuvo la oportunidad de experimentar con las vanguardias artísticas, especialmente el cubismo y el fauvismo.

Esta relación con las tendencias internacionales le permitió darle un aire de vanguardia a su obra, sin perder su identidad local.

 7. Legado Institucional

Además de su aporte artístico y pedagógico, el legado de Sáez se ve reflejado en instituciones y colecciones que mantienen su obra.

Su trabajo sigue siendo estudiado y admirado tanto en Uruguay como en otros países, y su influencia continúa vigente en generaciones de artistas que lo consideran un referente en la historia del arte latinoamericano.

En resumen, el legado de Carlos Federico Sáez está marcado por su contribución a la modernización del arte uruguayo, su talento para capturar la esencia del paisaje nacional con una mirada innovadora, su influencia como maestro y su proyección internacional.

Su obra sigue siendo un referente de la pintura latinoamericana y un hito en la evolución del arte en Uruguay.


FUENTES

https://www.artsy.net/

https://www.mutualart.com/

https://my.meural.netgear.com/

https://en.wikipedia.org/

https://mnav.gub.uy/

https://revistadossier.com.uy/

http://www.academiadeletras.gub.uy/

https://liliamuniz.com/

https://web.archive.org/

https://museos.gub.uy/

 

 

 

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