16 DE NOVIEMBRE DE 1922 NACIÓ JOSÉ SARAMAGO

José de Sousa Saramago nació en Azinhaga, Santarém, Portugal, el 16 de noviembre de 1922 en el seno de una familia de labradores y artesanos. Aunque en la década de 1940 publicó una primera novela con poca repercusión, no se dedicó plenamente a la actividad literaria hasta después de la restauración de la democracia en Portugal, en 1974. Durante ese tiempo se dedicó al periodismo y al activismo político Portugués. Había terminado en 1939 sus estudios medios y, por dificultades económicas, no pudo proseguir los universitarios. Posteriormente trabajó como traductor, asesor editorial, corrector y periodista y hoy es considerado uno de los novelistas más apreciados en el mundo entero. Desde principios de la década de 1990, Saramago, casado con la periodista española Pilar del Río, ha fijado su residencia en Lanzarote (Canarias, España), aunque pasa temporadas en Lisboa. José Saramago recibió el Premio Nobel de Literatura en 1998, y fue el primer portugués que lo recibió. Algunas de sus obras más importantes: "Manual de pintura y caligrafía" (1977): novela filosófica acerca de la figura del artista. "Alzado del suelo" (1980): centrada en la represión salazarista contra los campesinos y los sindicatos agrarios, muestra la emergencia de un gran escritor y su constante compromiso con los oprimidos. "Memorial del convento" (1982): una historia de amor alejada de convencionalismos, en el siglo XVIII, época de la Inquisición en Portugal. Dio lugar a una obra de teatro y a una ópera. "El año de la muerte de Ricardo Reis" (1984): durante los primeros años de la dictadura de Salazar, un hombre anda atormentado por la creencia de que es tan sólo un personaje de un poema del famoso poeta portugués Fernando Pessoa. "La balsa de piedra" (1986): a través de una fábula, pone en duda la Unión Europea y propone una vinculación de la Península Ibérica a su área natural de integración: Africa y América. "El evangelio según Jesucristo" (1991): obra que lo empujó a un exilio voluntario a raíz de la prohibición del gobierno de Portugal. "Ensayo sobre la ceguera" (1996): una epidemia de dimensiones bíblicas (toda una ciudad queda ciega) para poner al descubierto el horror del hombre convertido en animal. "Todos los nombres" (1998): una mirada sobre la búsqueda del otro y una historia de amor original cuando un empleado del registro civil se obsesiona con el legajo de una mujer madura y comienza a buscarla. "La caverna" (2000): Un análisis de la sociedad contemporánea a través del mito de Platón y una analogía entre los shopping y la caverna. "El hombre duplicado" (2002): centrada en la búsqueda de la identidad y la angustia del ser anónimo, perdido en una sociedad masificada. "Ensayo sobre la lucidez": (2004): novela que indaga en los límites de la democracia. "Poesía completa" (2005): antología que reúne sus poemarios "Los poemas posibles" (1966), "Probablemente alegría" (1970) y "El año de 1993" (1975). "Las intermitencias de la muerte" (2005): narra el caos que se crea en un país cuando la muerte decide dejar de matar en el último día del año, circunstancia que genera una situación incomprensible para los ciudadanos. "Las pequeñas memorias" (2006): narra su infancia en el pueblito de Azinhaga, cerca del río Tajo, marcada por privaciones materiales pero recuerdos felices. "El viaje del elefante" (2008), una novela histórica donde reflexiona sobre el ser humano y donde el humor y la ironía le sirven para analizar con compasión las flaquezas humanas Su última obra fue "Caín" (2009), y en ella aborda la Biblia y relata la vida del errante personaje bíblico. -José Saramago falleció en Tías, Las Palmas, España, el 18 de junio de 2010

Fragmento de la novela "Todos los nombres" de Saramago

" Desesperado, con los nervios deshechos, a punto de llorar, don José fue donde le mandaron. Durante los pocos minutos que había durado la difícil conversación con el Jefe, el trabajo se había acumulado en su mesa, como si los otros escribientes, sus colegas, aprovechándose de la deteriorada situación disciplinaria en que lo veían, quisieran, por propia cuenta, castigarlo también. Además, unas cuantas personas esperaban su turno para ser atendidas. Todas estaban frente a él, y no era por casualidad, o porque pensaran, cuando entraron en la Conservaduría General, que el funcionario ausente quizá fuese más simpático y acogedor que los que estaban a la vista a lo largo del mostrador, sino porque esos mismos indicaron que era allí adonde debían dirigirse. "