Blog de Arinda

OBJETIVO :En este Blog vas a encontrar mis producciones en pintura y escultura. Además, material recopilado a través de mi trabajo como maestra, directora e inspectora, que puede ser de interés para docentes y estudiantes magisteriales .

viernes, 9 de febrero de 2024

EL 9 DE FEBRERO DE 1920 NACIÓ JULIO CÉSAR DA ROSA

 

Entre la Pluma Criolla y la


 Política: El Legado de Julio


 C. Da Rosa



Julio César Da Rosa nació en Costas de Porongos, departamento de Treinta y Tres República Oriental del Uruguay el 9 de febrero de 1920.

Fue un escritor, periodista y político uruguayo. Su obra narrativa se compone de varios libros de cuento y dos novelas. También abordó el ensayo y además es autor de una Antología del Cuento Criollo, en colaboración con su hijo Juan Justino. Ha sido director de radio, periodista, diputado, Director  de Espectáculos Públicos de la Intendencia Municipal de Montevideo, miembro de la Academia Nacional de Letras y Premio Nacional de Literatura.

Su padre Cristino Juan da Rosa era un productor rural, un hombre de campo con intereses intelectuales.

Tenía gran afición a la lectura, y una biblioteca; según su hijo "era un lector infatigable", interesado en la historia, la literatura y la filosofía.

Su nacimiento se produjo en la Segunda Sección, Costas del Arroyo Porongos, en la estancia de sus abuelos paternos que a su vez había pertenecido a su bisabuelo Cristino da Rosa, hermano de Pulpicia, madre de Aparicio Saravia. Ese fue su vínculo sanguíneo con el caudillo blanco.

Nacido en plena campaña asistió a su madre su bisabuela paterna (brasileña) que  era comadrona.

Ella le había dicho a su madre: "eu voite a asistir", y su mamá le tenía un poco de desconfianza, porque era muy mayor.

Julio, Lila y Lydée Da Rosa

Su infancia y adolescencia transcurrieron entre la zona rural y la  de ciudad de Treinta y Tres.

Da Rosa aprendió en la estancia de su padre en Sierras del Yerbal los oficios del campo. Allí conoció el mundo de los animales y los hombres que lo acompañaría a lo largo de toda su obra como escritor.

"Mi escuelita era una construcción de piedra que quedaba bien en lo alto de un cerro y donde permanecíamos siete horas [...] Lo bueno era que tenía una linda biblioteca y yo me llevaba libros para casa que leía a la luz de las velas que nosotros mismos fabricábamos de manera muy rudimentaria"-Julio C. Da Rosa


Hasta los once años concurrió a la Escuela Rural Nº 10 de Yerbal Chico (ahora Julio C, Da Rosa), que contaba con una buena biblioteca donde pudo leer a Eduardo Acevedo Díaz y Javier de Viana y a escritores contemporáneos como Francisco Espínola, Montiel Ballesteros y Pedro Leandro Ipuche, a los que luego estaría vinculado.

En campaña había solamente hasta 3er. año allá se hacía el tres veces tercero.

Entonces su padre habló con Santos Pintos, su gran maestro, y le pidió a ver si podía prepararlo, para que pudiera ingresar en sexto año en la escuela de varones Nº 2 de la ciudad de Treinta y Tres.

Ingresó en la escuela dirigida por Salustiano Becerra, un maestro muy conocido con el propósito de ver si podía ingresar a sexto año.

El maestro Becerra al mes le dijo que no adelantaba en los estudios, entonces estudió y se preparó porque lo que había aprendido con Santos Pintos no fue suficiente para a nivelar sexto año.

Esa mudanza a la capital departamental fue su primer desarraigo, ahí empezó su segunda vida.

El encuentro con el mundo de la ciudad le resultó bastante traumático (comprendió lo distinto que era a los demás) y a la vez fascinante.

Julio se sentía como una planta, un verdadero pedazo de piedra de aquellos lares, de modo que llegó  muy crudo a Treinta y Tres, eran gente muy incomunicada, eran muy campesinos, muy rústicos de modo que el cambio les chocó mucho.

Sintió  mucho dolor por lo perdido y con dolor por el contraste y por la burla que les hacían, porque los “gurises” los perseguían por las calles. Cuando llegó a la escuela  de varones lo  recibieron con una carcajada que duró media hora.

Julio conoce por primera vez el cine y la radio, y las películas de Gardel lo entusiasman.

Pasada la primera impresión da Rosa comprende que Treinta y Tres es una aldea donde hay un lugar para él.

En joven Da Rosa se adaptó rápidamente a la vida del pueblo. También cursa su segunda educación sentimental.

Estudió con Dominga Sánchez y con Honoribaldo Piedra que fueron sus maestros preparadores de ingreso y con catorce años entró al liceo.

Julio Da Rosa con 15 años

Cursó completo sus estudios secundarios en la ciudad de Treinta y Tres.

Este fue otro cambio que le produjo un gran dolor, una gran desazón porque se sentía rechazado y extrañaba a su madre, a sus seres queridos.

De a poco se fue  aclimatando, hizo el liceo, hizo grandes amigos, tuvo aventuras de estudiante, andanzas, asistió al crecimiento de la aldea treintaitresina porque era una verdadera  aldea.

Julio Da Rosa con 18 años

Se incorporó a las costumbres, a las serenatas, a las retretas en la plaza los domingos y experimentó los primeros amores.

Ya estaba bastante aclimatado, pero cada vez que  podía se iba a casa. Eran sesenta kilómetros rumbo a Melo por la ruta ocho hasta la mitad, donde hay un desvío y ahí estaba su casa. Ese viaje lo hacia a caballo en una noche, así fuera para estar veinticuatro horas.

En su época liceal se inicia otra de las facetas de la vida de Da Rosa, la militancia política en la lucha contra la Dictadura de Terra en las filas del batllismo.

Y cuando quiso aclimatarse  en Treinta y Tres, porque ya había sufrido un gran desarraigo con la pérdida del solar nativo, donde se había hecho niño y tenía sus mejores recuerdos y que de la noche a la mañana tuvo que trasplantarse de nuevo.

 El Director del Liceo don Héctor Cutinella fue su profesor de gramática, de idioma español y su conductor.

Da Rosa lo recuerda con un gran reconocimiento.

El se consideraba un mal principiante. No encajaba en la dinámica del liceo pero tenía un gran bagaje de su casa, donde se leía mucho. Su padre en el campo había cursado hasta segundo año de escuela rural , que era lo que había en ese momento.

Pero  era un hombre que siempre  andaba con libros en la maleta. En casa siempre había gran cantidad de libros, y la biblioteca de la escuelita rural No 10, donde se educó, tenía un centenar de  libros que le sirvieron extraordinariamente. Allí leyó no solamente literatura vernácula sino también universal. Allí conoció una versión -por supuesto que sintetizada- de "La Ilíada" "Don Quijote" .

Comenzó a hacer, sus primeros escritos. El Director Cutinella empezó a estimularlo y  a darle muchos más libros, a hacerle leer, y en esa forma muy incipiente empezó todo. Según recuerda Da Rosa, unos versos amorosos horrorosos; unos cuentos malísimos que de a poquito fue quemando. Empezó a escribir según su gusto recién después de leer a Morosoli, con  los veintitantos años.

En el liceo estuvo cinco porque perdió un año por enfermedad. Tuvo una difteria horrible que terminó en una parálisis que le llevó unos cuatro o cinco meses de recuperación.

Y cuando quiso aclimatarse  en Treinta y Tres, porque ya había sufrido un gran desarraigo con la pérdida del solar nativo, donde se había hecho niño y tenía sus mejores recuerdos  de la noche a la mañana tuvo que trasplantarse de nuevo.

Se radicó en Montevideo, con 19 años, trayendo consigo ese mundo del desarraigo

 El choque del joven rural, medio pulido en una ciudad como Treinta y Tres , fue un cambio muy traumático para él.

Salir de una aldea, porque no estaba asfaltada  ni la calle principal se le hizo dificil.

Cuando llegó a Treinta y Tres recién estaban haciendo los trabajos de aguas corrientes, no había saneamiento en el centro y de la periferia ni qué hablar. 

La luz eléctrica era  muy precaria, no había radio todavía. Julio tenía un año de residente cuando empezaron a llegar las primeras radios. 

Cerca de una escuela, -donde vivía Ema Da Rosa, la maestra, de la escuela del altillo, del Barrio Tanco, había una radio que había donado la Comisión de Fomento para que los niños escucharan, y la gente se juntaba a escuchar. También había otra en la casa de un médico , eran muy pocas según recuerda Da Rosa.

 En Montevideo cursa preparatorios orientación abogacía, en el IAVA.

Después ingresa a Facultad con tropiezos, perdió un par de años, salió, dejó de estudiar, después se empleó y reenganchó. Sintió la necesidad de seguir estudiando y llegó a segundo año de abogacía, pero ahí ya estaba demasiado tomado por la ciudad, por el trabajo, y  ya andaba con miras de casarse y la literatura lo había apresado y la política también.

Publica sus primeros cuentos Por orden superior, en octubre del año 1942 en la revista Mundo Uruguayo.

Picnic del Club "Treinta y Tres". Setiembre 9 de 1945.


Publica cuentos en "El Maestro" en el año 1946. 

En esos años se produce un acontecimiento decisivo para su carrera como escritor: la lectura de "Los albañiles de los Tapes" de Juan José Morosoli. 

Dice Da Rosa "Tomé todo lo que había hecho y lo rompí. Me di cuenta que eso era la apertura de un camino, que yo quería escribir como Morosoli [...] siempre digo que si no hubiera existido Morosoli yo no hubiera llegado a nada como escritor". Da Rosa encontró en Morosoli lo concreto, la economía del lenguaje, y sobre todo, la posibilidad de darle intervención al lector, de dejarlo pensando por largo tiempo lo leído.



Cuando conoce a Esther Saravia

 

En 1946 da Rosa conoce a Esther Saravia oriunda de Santa Clara de Olimar, 

En el año 1948 se casan .

Casamiento


Con ella tienen dos hijos entre 1953 y 1954, Juan Justino y Mariela. 

Comienza a trabajar en la radio, otra de las actividades que lo acompañarán a lo largo de muchos años.

En 1948 fue designado Gerente de la ANDEBU, cargo que mantendría hasta 1962.

En el año 1949 comienza a trabajar en CX 32 Radio Montevideo y luego Radio Sur. 

Juan José Morosoli


Da Rosa inicia en 1949 una correspondencia con Morosoli, quien lo vincula con el grupo de la revista Asir, desde cuyas páginas da Rosa nace como escritor. 

Da Rosa se toma muy en serio su vocación literaria y recuerda "llegaba a mi casa después de la Universidad o después de haber pasado ocho horas escribiendo cartitas comme il fault, me encerraba, bajaba la cortina a todo el mundo extraño a mi ser, me sentaba en el escritorio y me internaba noche adentro a luchar, es decir a escribir como yo quería". 

El grupo de Asir lo ayuda a formarse como escritor. Conoció a la gente del grupo Asir, a Bordoli, Guido Castillo, Arturo S. Visca, de a ratos a Eliseo Salvador Porta, a Dionisio Trillo Pays y  al inolvidable poeta Liber Falco  

En casa de Bordoli, en la calle Coquimbo, hicieron una especie de academia informal, con mate, caña, cigarro, tango y guitarra. Esa 'escuela' le sirvio mucho, porque con ellos aprendió mucho. 

Casi toda la noche se hablaba de literatura". 

Julio Da Rosa década del 50



En 1952 la editorial de Asir publica su primer libro de cuentos "Cuesta arriba" con un prólogo de Domingo Bordoli. En dicho prólogo Bordoli señalaba: "no creo que da Rosa sea un hombre de temperamento tímido, pero su actitud ante la Literatura ha sido presentarse 'con el sombrero en la mano como los antiguos peones de estancia'. 

No ha de verse en esto sólo una deferencia especial con respecto a las letras sino una modalidad permanente en el carácter de Da Rosa. De qué manera esta delicadeza puede convivir con la fe, el fracaso y la alegría, y mantenerse inalterable, es uno de los más hermosos secretos de la vida del campo".

En 1956 le sigue la publicación de De sol a sol.



En el año 1959 publica Camino adentro. Estos tres primeros libros iniciales incluyen algunos de los mejores cuentos de da Rosa, como "Hombre flauta"Jaulero" y "La Vieja Isabel"  Estos tres libros lo colocan entre los cuentistas más reconocidos de su generación.





 En 1961 publica una selección de crónicas de su adolescencia en la ciudad Treinta y Tres, "Recuerdos de Treinta y Tres".  Da Rosa volverá a la crónica en "Ratos de Padre" (1968) y "Lejano Pago" (1970).

En el año 1961 Da Rosa publica otra de sus obras mayores, la novela corta "Juan de los Desamparados": en este relato presentará la figura de un personaje de una bondad cósmica, inspirado en los relatos que sobre un paciente le hizo el Dr. Alfredo Cáceres. Juan de los desamparados se unirá a Ansín y el loco Baldán en la galería de los seres humanos que da Rosa fijó y transfiguró en su literatura. 



También pertenecen al género de la novela corta los libros "Rancho Amargo" (1969) y "Tiempos negros" (1977).

Cincuentenario de Charqueada. 19 Abril de 1964.

Cámara de Diputados en 1964.


 Entre 1963 y 1965 da Rosa es diputado por el Departamento de Treinta y Tres por la Lista 99 y abandona la literatura.

Da Rosa venía de una familia colorada y desde la adolesencia adhirió al Batllismo: hacia comienzos de la década del 40 adhiere a la Lista 14, luego pasa a la 99, por la cuál es electo diputado: en 1967 rompe con la 99 y se une a un sector del batllismo dirigido por Renán Rodríguez, que apoya la candidatura de Jorge Batlle en las elecciones de 1971, en las que da Rosa figura en la lista a cantidatos a la Cámara de Diputados por Montevideo. 

Desde 1985 hasta su muerte integró el Foro Batllista, sector liderado por Julio María Sanguinetti. 

En 1968 publica libro de ensayo que quiere ser una respuesta intelectual a la crisis que está viviendo el país: "Civilización y terrofobia". En él expone una idea que ya está en el Génesis: las ciudades son una fuente de corrupción. El libro intenta también ser un respuesta al ensayo de Mario Benedetti "El país de la cola de paja", un libro que había sacudido la conciencia nacional allá por inicios de los 60. 

La batalla ideológica en torno a las figuras del campo y ciudad esta en la base misma de las alternativas políticas que vivó el Río de la Plata desde el nacimiento a la vida independiente: para pensadores como Sarmiento la ciudad era el origen de la cutura y la democracia, en tanto que el campo sólo podía dar barbarie y caudillos cuya única ley era la violencia armada. Para los federales y tradicionalistas la valoración era la opuesta: el verdadero país estaba en el campo y en las costumbres criollas y las ciudades eran fuente de parasitismo y vector de la acción disolvente del exterior. 

A pesar de haber sido siempre un declarado batllista da Rosa optó por la posición de aquellos que identificaban la verdadera naturaleza de este país en su interior rural, una opción también vinculada profundamente a su biografía. "Tal vez se me fue un poco la mano" va a declarar algunos años después con respecto al libro. Sea lo que fuese el ensayo es un testigo de la crisis y declinación del Uruguay liberal en los 60s.

En 1968 asume la dirección de Radio Sur de Montevideo, cargo que mantuvo hasta 1972. Por la radio se vincula a Humberto Nazzari con quien estrena una obra de teatro "Más allá de las Sierras". 

Comienza a trabajar el Colegio José Pedro Varela.




 En 1975 Da Rosa publica una larga novela "Mundo chico" que debía formar una trilogía con "Rumbo sur" (1980) y "Punto final" aún no publicada. Se trata de un ciclo novelístico que narra la vida de Osvaldo, un emigrante del campo a la ciudad, desde su infancia a su vejez. 

En 1979 publica una antología de cuentos criollos del Uruguay, en colaboración con su hijo Juan Justino.



Da Rosa venía publicando cuentos cortos infaniles en el suplemento infatil del diario El Día, bajo diferentes seudóminos: estos cuentos solían estar agrupados en series. De una de estas series, llamada "Buscavestruces" nace el libro "Buscabichos" (1970). Con este libro Da Rosa gana su segundo lugar en el cuadro de la historia de la literatura uruguaya: al cuentista se agrega el autor de libros para niños y adolescentes. 

A Buscabichos seguirán "Gurises y pájaros" (1973) y "Yunta brava" (1990). Dedicamos un capítulo de esta exposición a Julio C. da Rosa como autor de libros para niños y adolescentes, en los que publicamos uno de los cuentos de "Bucavestruces".

En 1970 es elegido miembro de la Academia Nacional de Letras, cuya presidencia ocupará entre 1995 y 1996.

A partir de mediados de la década del 70 se acumulan los Premios Literarios: 

recibe el Premio Nacional de Literatura en 1977-78, 



En el año 1980 recibe el Premio Nacional de Literatura .

el Premio Municial en 1983,

 el Bartolomé Hidalgo en 1991 

y el Gran Premio a la Labor Intelectual, junto con Mario Benedetti, en 1999.



En 1988 Heber Raviolo declara en el prólogo a una antología de cuentos de Da Rosa que tanto su obra como el ciclo de la literatura criollista pueden darse como completos.

Da Rosa a los 60 años

En los 90s la producción de da Rosa declina, declara que su literatura está pasada de moda, aunque sus libros infantiles resisten incólumes el paso del tiempo y tienen nuevas ediciones. 







Sin embargo en esta década publica dos obras mayores, "Yunta Brava" en 1990 y "Tata viejo" en 1999, dos años antes de morir. 

En 1996 el primer tomo de la "Historia de la literatura uruguaya contemporánea" obra dirigida por Pablo Rocca y Heber Raviolo dedica un capítulo completo a da Rosa, escrito por Raviolo.

Julio César da Rosa fallece el 9 de noviembre de 2001 en Montevideo.

FUENTES

https://pmb.parlamento.gub.uy/p

http://www.academiadeletras.gub.uy/

http://exposiciones.bibna.gub.uy/

https://www.gub.uy/

https://es.wikipedia.org/

 


 

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