Entre la Tierra y la
Palabra: El Mundo de
Ricardo Güiraldes
Ricardo Güiraldes nació en Buenos
Aires, Argentina, el 13 de febrero de 1886 .
Fue un novelista y poeta
argentino. Güiraldes formó parte del movimiento de vanguardia que se gestó en
los años veinte, y eso se refleja en su colaboración en publicaciones como
Martín Fierro (revista) y Proa (revista). Sin embargo, es recordado por sus
novelas, en particular su última obra publicada en vida, Don Segundo Sombra
(1926), en gran parte inspiradas en su niñez en la rural ciudad de San Antonio
de Areco.
Su padre, Manuel Güiraldes, era
un hombre de gran cultura y educación que también fue intendente (alcalde) de
Buenos Aires. Tenía un gran interés por las artes, un rasgo que heredó Ricardo,
quien dibujaba escenas rurales y creaba pinturas al óleo.
Su madre, Dolores Goñi,
pertenecía a una de las ramas de la familia Ruiz de Arellano, fundadores de San
Antonio de Areco.
La familia tuvo dos hijos más, María
Antonia Josefina Güiraldes Goñi, nacida en 1882, y Manuel José Güiraldes Goñi,
nacido en 1884 mayores que Ricardo
Ricardo Güiraldes, creció en el
seno de una familia de la aristocracia argentina de fines del siglo XIX, de
alta posición social y grandes propiedades.
Esta última predilección fue
heredada por Ricardo, quien dibujaba escenas campestres y realizaba pinturas al
óleo. Su madre, Dolores Goñi, pertenecía a una de las ramas de la familia Ruiz
de Arellano, fundadora de San Antonio de Areco.
Su niñéz estuvo marcada por su
entorno familiar y cultural, así como por sus experiencias en la estancia
"La Porteña", propiedad de su familia.
A la edad de un año, sus padres
se mudaron a Francia, donde vivieron durante varios años ya que la familia
buscaba un ambiente que favoreciera el desarrollo intelectual y artístico de
sus hijos
Durante este tiempo, Güiraldes
aprendió a hablar francés, alemán y, finalmente, castellano.
A los 4 años regresó a Buenos
Aires, en 1890, donde su vida transcurría entre la ciudad y la estancia
familiar.
Desde pequeño, mostró una gran
pasión por los gauchos y sus costumbres. Pasaba mucho tiempo leyendo obras de
narradores clásicos y desarrolló un interés temprano por la literatura.
A pesar de que cursó estudios
primarios y secundarios en Buenos Aires, su rendimiento académico no fue
destacado. Intentó estudiar Arquitectura y Derecho, pero abandonó estas
carreras para dedicarse a viajar y explorar el mundo con amigos.
Güiraldes también tuvo una serie
de institutrices que lo apoyaron en su desarrollo literario, lo que influyó en
su futura carrera como escritor.
A lo largo de su infancia y
adolescencia, cultivó su amor por la escritura y la cultura gauchesca,
elementos que más tarde se convertirían en temas centrales de su obra literaria.
Desde su niñez su vida se repartió entre San Antonio de Areco
y Buenos Aires. Sin embargo, fue en San Antonio donde se puso en contacto con
la vida campestre de los gauchos y reunió las experiencias que habría de
utilizar, años más tarde, en Raucho y en Don Segundo Sombra. Fue allí donde
conoció a Segundo Ramírez, un gaucho de raza, en el que se inspiró para dar
forma al personaje de Don Segundo Sombra.
Ricardo Güiraldes realizó sus
estudios secundarios en el Colegio Nacional de Buenos Aires, una de las
instituciones educativas más prestigiosas de Argentina.
Este liceo es conocido por su
enfoque académico riguroso y su historia en la formación de destacados
intelectuales y líderes del país. Su tiempo en el colegio contribuyó a su
desarrollo literario y cultural, influyendo en su futura carrera como escritor.
Una vez que Ricardo Güiraldes
terminó el bachillerato en 1904, se inscribió en la Facultad de Arquitectura,
aunque posteriormente cambió a la de Derecho.
Sin embargo, no completó ninguno
de estos estudios y decidió abandonar la universidad.
Ricardo Güiraldes conoció a
Adelina del Carril en el año 1906, cuando él tenía 16 años. Este encuentro tuvo
lugar en la estancia "San Rodolfo" en San Miguel, propiedad de
Eleonora Pacheco de Quesada.
Adelina del Carril provenía de
una familia destacada de Buenos Aires. Su padre, Salvador María del Carril,
había sido un importante político argentino y vicegobernador.
En 1910, emprendió un viaje a
Europa y Oriente con un amigo, lo que marcó un punto de inflexión en su vida.
Durante este viaje, visitó varios países, Japón, Rusia, la India, Oriente
Próximo, España para instalarse finalmente en París con el escultor Alberto
Lagos.
En la capital francesa, decide en
serio convertirse en escritor. En París, comenzó a relacionarse con artistas y
escritores, lo que lo llevó a decidirse seriamente por la carrera de escritor.
Esa vida lo sumergió en un
ambiente vibrante y cosmopolita que fomentaba la vida social activa, lo que lo
llevó a participar en numerosas actividades sociales y culturales.
Esta ciudad, llena de arte y entretenimiento,
lo atrajo, y él mismo describió su experiencia en París como un
"vértigo" en el que era difícil encontrar momentos de concentración
para trabajar en sus proyectos literarios.
Güiraldes se relacionó con una
serie de artistas e intelectuales, lo que intensificó su vida social y distrajo
su atención de la escritura.
La combinación de su interés por
la cultura francesa y su deseo de disfrutar de la vida nocturna parisina
contribuyó a que descuidara sus proyectos literarios en esos años.
Además, su estilo de vida en
París contrastaba con sus raíces en la pampa argentina, lo que generó una tensión
entre su identidad literaria y las tentaciones del ambiente urbano.
Afortunadamente, revisando unos
papeles, en una reunión de amigos, encontró unos cuentos escritos en borrador.
Ricardo les leyó sus borradores a
sus amigos, quienes quedaron fascinados con su estilo y ellos lo animaron a
publicarlos.
Esta experiencia le permitió
darse cuenta de que había desarrollado un estilo muy particular, lo que lo
motivó a continuar su carrera como escritor y eventualmente a publicar obras
significativas como "Cuentos de muerte y de sangre".
Volvió a la Argentina en 1912
después de haber decidido, de una vez por todas, convertirse en escritor.
La relación entre Ricardo y
Adelina se desarrolló con el tiempo, y fue en el verano de 1913, durante una
fiesta en la estancia "Las Polvaredas", donde ambos se enamoraron.
Se comprometieron el 2 de junio
de ese mismo año y finalmente se casaron el 20 de octubre en la Iglesia del
Socorro en Buenos Aires.
Adelina se convirtió en una figura clave en la
vida de Güiraldes, inspirándolo y apoyándolo en su carrera literaria hasta su
muerte en 1927.
Ese año de 1913, aparecieron
varios de sus cuentos en la revista Caras y Caretas.
Estos y otros de 1914 irían a
formar parte de Cuentos de muerte y de sangre que, junto a El cencerro de
cristal, se publicarían en 1915 animado por su mujer y por Leopoldo Lugones.
Esta publicación no tuvo éxito lo
que le provocó gran dolor.
Güiraldes retiró los ejemplares
de la circulación y los tiró a un pozo. Su mujer recogería algunos; hoy, estos
libros manchados de humedad tienen gran valor bibliográfico.
En el año 1916, la vida de
Ricardo Güiraldes continuó su vida social activa en Buenos Aires, donde se
relacionó con otros artistas y escritores. A pesar de sus frustraciones
literarias previas, estaba en un proceso de búsqueda de su voz como autor.
A finales de 1916, el matrimonio,
junto a un grupo de amigos, emprendió un viaje a las Antillas. Este viaje
incluyó una visita a Cuba y concluyó en Jamaica. De esta experiencia surgieron
apuntes que más tarde se convertirían en el esbozo de su novela "Xaimaca".
Aunque no se publicaron obras
nuevas en 1916, el viaje y las experiencias vividas durante ese tiempo
influyeron en su escritura futura. La interacción con diferentes culturas y paisajes
enriqueció su perspectiva literaria.
Este año fue crucial para
Güiraldes, ya que sentó las bases para su desarrollo como escritor y lo llevó a
explorar nuevas temáticas que se reflejarían en sus obras posteriores.
En 1917 aparece su primera novela
Raucho.
En su comienzo, la obra está ambientada
en la Pampa argentina. Raucho acaba de perder a su madre. Allí pasa toda su
infancia y va evolucionando, creciendo en torno a las costumbres pampeanas.
Cuando deja el colegio, comienza
a leer y los libros le abren la mente hacia un mundo que no conocía: el mundo
de la bohemia, los vicios y los impulsos sexuales; le afectan hasta tal punto
que quiere vivir lo mismo que cuentan las obras que lee, así que empieza por
viajar a Buenos Aires, en busca de delirios nocturnos y prostíbulos, pero
pronto se le queda pequeño.
Poco después, tras un suceso que
destruye las tierras que trabaja a causa de una plaga de langostas, decide ir a
París, donde se verá envuelto en una espiral de juego, drogas y sexo y donde
conoce a Nina, una femme fatale con la que crea una relación basada en la
destrucción y que le lleva al tópico de descenso a los infiernos.
Cuando está sumido en lo más
hondo de la decadencia, su amigo Rodolfo va a buscarle a París y le lleva de
vuelta a la Pampa, lugar apacible en el que recuperará la calma y se alejará de
la mala vida, volviendo con su familia y casándose con Asunción, la mujer que
es capaz de proporcionarle la paz que él necesita.
En 1918, Ricardo Güiraldes
publicó la novela corta "Rosaura", que también fue conocida
bajo el título "Un idilio de estación". Esta obra apareció en
la revista "El cuento ilustrado" de Horacio Quiroga.
La novela corta Rosaura fue
escrita para complacer a las jóvenes de la familia Güiraldes, quienes
criticaban al autor por escribir temas que aún no les eran accesibles.
En 1919 viajó otra vez a Europa
con su mujer y se instalar en París.
Durante su estancia, Güiraldes
tuvo la oportunidad de establecer contactos con numerosos escritores franceses.
Este ambiente literario le permitió interactuar con figuras importantes de la
época y enriquecer su perspectiva sobre la literatura.
Frecuentaba tertulias literarias
y librerías, donde participaba activamente en discusiones sobre literatura y
arte. Estas reuniones eran esenciales para el intercambio de ideas y la
formación de una comunidad literaria.
Uno de los escritores que dejó una huella
profunda en Güiraldes fue Valery Larbaud, un autor, traductor y crítico
literario francés.
La amistad que desarrolló con
Larbaud fue crucial para su crecimiento como escritor, ya que este lo animó a
continuar su carrera literaria y le brindó apoyo en sus esfuerzos creativos.
A través de Larbaud, Güiraldes se
introdujo en los movimientos vanguardistas europeos, lo que influyó en su
estilo y temática literaria. Esta conexión le permitió explorar nuevas
corrientes y tendencias que estaban surgiendo en el ámbito literario.
Las experiencias vividas durante
este viaje y las interacciones con otros escritores inspiraron a Güiraldes a
continuar trabajando en sus proyectos literarios. En este contexto, se
encontraba finalizando su novela "Xaimaca", que sería
publicada más tarde.
Este viaje también representó una
búsqueda personal e intelectual para él. Mientras aprendía sobre la cultura
europea, también reflexionaba sobre su identidad como escritor argentino,
buscando un equilibrio entre sus raíces y las influencias externas.
Ricardo Güiraldes y su esposa,
Adelina del Carril, regresaron a Argentina en 1920.
Florencio Molina Campos conoció a
Ricardo Güiraldes. Ambos compartieron una amistad cercana y una conexión
artística significativa. Molina Campos era un visitante frecuente de San
Antonio de Areco, donde Güiraldes vivía, y se considera que fueron
"íntimos amigos" durante su vida.
Es probable que su conocimiento
mutuo haya surgido en la década de 1920, dado que ambos estaban activos en el
ámbito cultural argentino durante ese tiempo y se relacionaban con el mismo
círculo literario y artístico.
La obra pictórica de Molina
Campos y la literaria de Güiraldes presentan una relación interesante: aunque
ambos abordaron la vida gauchesca, lo hicieron desde perspectivas diferentes.
Mientras que Molina Campos pintaba con un humor melancólico y un estilo que
combina lo ingenuo con el expresionismo, Güiraldes retrataba a los gauchos con
una profunda melancolía en su narrativa.
Esta amistad y el intercambio
cultural entre ellos contribuyeron a enriquecer la representación del gaucho en
la cultura argentina.
En 1922 vuelve a Europa y, además
de establecerse en París, pasó una temporada en Puerto Pollensa, Mallorca,
donde había alquilado una casa.
A partir de ese año se produjo un
cambio intelectual y espiritual en el escritor. Se interesó cada vez más por la
teosofía y la filosofía oriental, en busca de la paz del espíritu. Su poesía es
fruto de esa crisis.
Sus ideas literarias empezaban a
tener aceptación en Buenos Aires, ciudad que se veía asaltada por los
movimientos vanguardistas. Güiraldes ofreció su apoyo a los nuevos escritores.
La edición definitiva de
"Rosaura" se publicó en Argentina en 1923 y fue bien recibida tanto
por el público como por la crítica, mostrando una notable influencia de
escritores franceses.
"Rosaura" narra un
idilio en un pueblo tranquilo de la pampa, explorando los sentimientos y
anhelos de una joven llamada Rosaura. La historia refleja la nostalgia por las
cosas sencillas y la desilusión ante las promesas de un futuro mejor.
La obra destaca por su prosa
poética y la descripción detallada de la vida en un pueblo de la pampa
argentina.
La historia de Rosaura es la de
una joven que vive en un pueblo tranquilo y sueña con un amor idealizado,
mostrando la evolución de sus sentimientos y su desilusión al enfrentarse a la
realidad
En 1924 fundó la revista Proa
junto con Brandán Caraffa, Jorge Luis Borges y Pablo Rojas Paz; la revista no
tuvo éxito en Argentina pero sí en otros países hispanoamericanos.
Tras el cierre de la revista, Güiraldes se dedicó a terminar Don Segundo Sombra, novela a la que pondría el punto final en marzo de 1926.
"Don Segundo Sombra",
su obra más destacada, se publicó en 1926. Esta novela es considerada un
clásico de la literatura argentina y una de las principales contribuciones a la
renovación de la literatura gauchesca. Inspirada en sus vivencias en San
Antonio de Areco y en su relación con un gaucho real llamado Segundo Ramírez,
la obra combina elementos autobiográficos con una profunda reflexión sobre la
vida rural y los valores tradicionales del campo argentino.
La novela narra, en primera
persona, el proceso de aprendizaje y maduración de Fabio Cáceres, un joven
huérfano que encuentra en Don Segundo Sombra, un gaucho sabio y solitario, una
figura paterna y un modelo de vida. A través de esta relación, Güiraldes
presenta una visión nostálgica y elegíaca del mundo rural que estaba
desapareciendo ante el avance de la modernidad.
Al escritor se lo incluyó entre
los integrantes del que se dio en denominar como Grupo Florida, grupo de
escritores que se reunían en editoriales y confiterías cercanas a dicha arteria
porteña como la Confitería Richmond, en contraposición dialéctica literaria con
el Grupo de Boedo que publicaba en la Editorial Claridad y se reunía en el Café
El Japonés.
Ricardo y Fabio
Cáceres , persona en quien se inspiró para su obra Don Segundo Sombra,
comparten un mate. Fotografía sin indicación de fecha ni autor. Se estima que
fue tomada durante la fiesta en homenaje al escritor, organizada por su padre
Manuel Güiraldes, en diciembre de ese año en la estancia La Porteña en 1926.
En 1927 hizo su último viaje a
Francia, a Arcachon, donde había estado recuperándose, pero debido a que su
estado de salud fue empeorando, fue trasladado a París.
Ricardo Güiraldes falleció el 8
de octubre de 1927, en París, a la edad de 41 años. Su muerte fue consecuencia
de la enfermedad de Hodgkin, un tipo de cáncer que afecta los ganglios
linfáticos.
Su fallecimiento ocurrió en la
casa de su amigo Alfredo González Garaño.
Tras su muerte, sus restos fueron
trasladados a Buenos Aires, donde fue sepultado en el cementerio de San Antonio
de Areco.
Adelina del Carril viajó a la
India sola en 1937, después de la muerte de Ricardo Güiraldes, que ocurrió en
1927. Aunque inicialmente habían planeado viajar juntos para buscar la
espiritualidad, la muerte de Ricardo impidió que ese viaje se concretara en
vida.
Una década después de su
fallecimiento, Adelina emprendió el viaje sola, buscando las fuentes de la
espiritualidad que su esposo había anhelado.
Durante su estancia en India, se
integró al ashram de Ramakrishna y dedicó su tiempo a traducciones y estudios
espirituales.
Adelina del Carril adoptó a
Ramachandra Gowda en la embajada argentina en India. Este proceso de adopción
ocurrió cuando Ramachandra tenía aproximadamente tres años. Más tarde, Adelina
lo trajo a Argentina cuando él tenía alrededor de 13 o 14 años.
La adopción se formalizó a través
de gestiones en la embajada, aunque hay matices en la historia, ya que
Ramachandra tenía padres biológicos vivos en India, y su relación con Adelina
fue más compleja que una adopción convencional.
Obras
El cencerro de cristal (1915)
Cuentos de muerte y de sangre
(1915)
Aventuras grotescas
Trilogía cristiana
Raucho (1917)
Rosaura (1922)
Un idilio de estación
Rosaura y siete cuentos
Xaimaca (1923)
Don Segundo Sombra (1926)
Poemas místicos (1928)
Poemas solitarios (1928)
Seis relatos
El sendero (1932)
El libro bravo
Pampa(1934)
El pájaro blanco
HOMENAJES
A lo largo de los años, su legado ha sido celebrado en
eventos culturales y literarios tanto en Argentina como en el extranjero. Su obra
ha sido traducida a varios idiomas, asegurando que su mensaje trascienda
fronteras.
Ricardo Güiraldes ha recibido
numerosos homenajes desde su muerte en 1927, que han ayudado a mantener vivo su
recuerdo y legado literario.
Museo Ricardo Güiraldes:
Inaugurado en 1938 en San Antonio
de Areco, este museo está dedicado a su vida y obra. Alberga una colección de
manuscritos, objetos personales y documentos que reflejan su conexión con la
cultura gauchesca y su impacto en la literatura argentina.
Publicaciones Póstumas:
Ricardo Güiraldes nunca llegó a publicar
"Xaimaca" en vida. Aunque trabajó en ella y la consideró una de sus
obras más logradas, la novela quedó inconclusa y fue publicada póstumamente por
Ediciones Emecé en 1971, junto con otros textos del autor. Los apuntes
iniciales para "Xaimaca" surgieron de un viaje a las Antillas que
realizó con su esposa y amigos a fines de 1916.
Varias obras de Güiraldes fueron
publicadas póstumamente, como "Poemas solitarios" (1928) y "El
sendero" (1932). Estas publicaciones contribuyeron a su reconocimiento
continuo como uno de los escritores más importantes de Argentina.
Reconocimientos Literarios:
Su novela "Don Segundo
Sombra" ha sido traducida a aproximadamente 60 idiomas y es parte del
currículo escolar en muchos colegios argentinos, lo que garantiza que nuevas
generaciones sigan conociendo su obra.
Conmemoraciones Anuales:
Se realizan actos conmemorativos
cada año en el aniversario de su muerte. Por ejemplo, en el 94° aniversario de
su fallecimiento, se llevó a cabo una ceremonia en un monolito erigido en su
honor.
Eventos Culturales y
Educativos:
Se organizan viajes escolares a
San Antonio de Areco para seguir los pasos de Güiraldes, promoviendo así la
educación sobre su vida y obra entre los estudiantes.
Homenajes en Publicaciones:
Diversos artistas y críticos han escrito
sobre Güiraldes y han realizado homenajes en revistas literarias, destacando su
influencia en la literatura argentina.
Retrato de Don Segundo Sombra:
Un dibujo de Don Segundo Sombra
realizado por Florencio Molina Campos fue publicado en el periódico La Razón el
19 de agosto de 1930.
Este dibujo representa al
personaje de la novela de Ricardo Güiraldes, que se inspira en un gaucho real
llamado Segundo Ramírez, y es parte de la rica tradición cultural que ambos
artistas compartieron en la representación del gaucho argentino.
La obra de Molina Campos
complementa y visualiza la narrativa de Güiraldes, ayudando a mantener vivo el
legado del personaje y su significado en la literatura argentina.
Estos homenajes reflejan no solo
el reconocimiento de su contribución a la literatura, sino también un esfuerzo
colectivo por preservar su memoria y legado cultural en Argentina.
Adaptación de sus obras al
cine
La novela corta Rosaura también
fue adaptada al cine en 1978 bajo el título "Un idilio de estación",
dirigida por Aníbal Uset.
"Don Segundo Sombra"
fue llevado al cine en una adaptación realizada en 1969. La película fue
escrita y dirigida por Manuel Antín y protagonizada por Adolfo Güiraldes,
sobrino del autor de la novela. El filme fue estrenado en Buenos Aires el 14 de
agosto de 1969 y recibió el Cóndor de Plata como Mejor Película en 1970, además
de ser nominada a la Palma de Oro en el Festival de Cannes.
La adaptación cinematográfica es
notable no solo por su fidelidad al espíritu de la novela original, sino
también por su contribución a la representación del gaucho en el cine
argentino. La figura de Don Segundo, inspirada en un peón real llamado Segundo
Ramírez, se convierte en un símbolo de los valores tradicionales del campo
argentino.
Esta película ha sido fundamental
para mantener vivo el legado de Ricardo Güiraldes y su obra, permitiendo que
nuevas generaciones conozcan la historia a través del cine.
LEGADO
El legado literario de Ricardo
Güiraldes se caracteriza por su profunda conexión con la cultura argentina, su
estilo poético y su capacidad para abordar temas universales que siguen
resonando en lectores contemporáneos. Su influencia perdura en la literatura
argentina actual y continúa inspirando a nuevas generaciones de escritores y
lectores.
1. Obras Clave
"Don Segundo Sombra":
Publicada en 1926, esta novela es considerada un hito en la literatura
argentina. La obra ha sido fundamental para la construcción de un imaginario
colectivo sobre la cultura gauchesca y sigue siendo estudiada en escuelas y
universidades.
"Rosaura": Esta novela
corta, publicada en 1922, aborda temas como el amor y la búsqueda de la
identidad. Su estilo poético y su narrativa envolvente han dejado una huella en
la literatura argentina.
2. Estilo Literario
Güiraldes es conocido por su
prosa poética y su atención al detalle. Utiliza descripciones vívidas que
transportan al lector a los paisajes argentinos, creando una conexión profunda
con el entorno. Su habilidad para capturar emociones complejas y explorar temas
universales como el amor, la muerte y la búsqueda de sentido ha hecho que su
obra resuene con lectores de diversas generaciones.
3. Influencia Cultural
Su enfoque en el folklore
argentino y la figura del gaucho ha sido crucial para la construcción de una
narrativa literaria que celebra la diversidad cultural del país. La obra de
Güiraldes ha inspirado a generaciones de escritores, quienes han continuado
explorando temas relacionados con la identidad nacional y la vida rural.
4. Compromiso con el Arte
Güiraldes no solo fue un
escritor, sino también un ferviente defensor de la cultura y el arte en
Argentina. Participó en iniciativas culturales y apoyó a jóvenes escritores,
convirtiéndose en una figura influyente en el ámbito cultural del país.
FUENTES
https://es.wikipedia.org/wiki/Don_Segundo_Sombra
https://es.wikipedia.org/wiki/Ricardo_G%C3%BCiraldes
https://vidaiconica.com/biografia-de-ricardo-guiraldes/
https://escaramuza.com.uy/nota/un-escritor-un-gaucho-y-un-paraiso-perdido/787
https://arecotradicion.com/noticias/ricardo-guiraldes-la-pluma-dorada-de-los-gauchos/
https://arecotradicion.com/noticias/ricardo-guiraldes-la-pluma-dorada-de-los-gauchos/
http://servicios.abc.gov.ar/docentes/efemerides/10denoviembre/site_10denoviembre/segundosombra.html
https://www.buscabiografias.com/biografia/verDetalle/1113/Ricardo%20Guiraldes
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