Blog de Arinda

OBJETIVO :En este Blog vas a encontrar mis producciones en pintura y escultura. Además, material recopilado a través de mi trabajo como maestra, directora e inspectora, que puede ser de interés para docentes y estudiantes magisteriales .

martes, 9 de enero de 2024

EL 9 DE ENERO DE 1875 NACÍA JULIO HERRERA Y REISSIG




UN AFANOSO BUSCADOR DE LA excelencia



Julio Herrera y Reissig nació en Montevideo, el 9 de enero de 1875.
Poeta uruguayo considerado una de las cumbres del modernismo y uno de "los cuatro delfines" y herederos de Rubén Darío, junto a Leopoldo Lugones, Amado Nervo y Ricardo Jaimes Freyre. El propio fundador del movimiento lo citaba como el modelo ideal del poeta, por su exotismo, su rechazo a las servidumbres de la vida cotidiana y su aislamiento, que culminó con las exclusivas tertulias de la "Torre de los Panoramas", un altillo céntrico con vistas marítimas, que entre 1902 y 1907 Herrera convirtió en eje y monumento del decadentismo rioplatense.
Perteneció a una familia patricia uruguaya, de situación económica desahogada y conexiones importantes en el ámbito social y cultural.
Contemporáneo de Florencio Sánchez, María Eugenia Vaz Ferreira y el español  Antonio Machado.

 
Dr. Manuel Herrera y Obes y Carlota Reissig


 El padre de Julio fue el Dr. Manuel Herrera y Obes y su tío ministro y más tarde presidente de la República fue el Dr. Julio Herrera y Obes.

Su madre fue Carlota Reissig, perteneciente a una familia de abolengo patricio.
En matrimonio tendría nueve hijos, Julio fue el sexto hijo.

Julio nació en una ciudad bien preparada para el Modernismo debido al relativamente alto nivel de alfabetización y desarrollo de la cultura escrita, la prensa, el comercio de ultramar, etc. Pese a ello Montevideo, ciudad dominada por un estricto positivismo modernizador, se abrió comparativamente tarde al Modernismo.


La familia vive en una de las tan características casas señoriales del Prado. En este soleado y apacible lugar transcurren los primeros siete años de su vida.
A los cinco años Julio tiene su primera crisis de una grave enfermedad congénita del corazón, quelo condenará por vida a sobrellevar una salud frágil, siempre necesitada de especiales cuidados.

En el año 1882, las deudas que su padre- Manuel Herrera y Obes- debe pagar a causa de la quiebra del Banco Herrera Eastman, obligan a la familia a vender la casa del Prado y mudarse al centro en  la calle Mercedes. Julio tenía siete años.
Logran mantener un buen pasar económico, ya que su padre es nombrado Director de las Clases Pasivas.
Este mismo año comienza la educación escolar de Julio. Concurre al Colegio Lavalleja y luego pasa a la institución salesiana, Colegio Parroquial del Cordón, en el Sagrado Corazón a que da origen el antedicho colegio, y finalmente asiste al Colegio San Francisco.
Recibe la educación común a la época, para los niños de las altas clases sociales: Castellano, Aritmética, latín, Geografía, Historia, Religión, Caligrafía, etc.
No es un alumno que descuelle, s bien a fin de año rinde sus exámenes sin di­ficultad.

En 1890 su tío, Julio Herrera y Obes, es electo Presidente de la República y Julio, con sus jóvenes 15 años disfruta de su brillante posición social.
Es joven, de buena presencia, ocurrente, conversador, de inteligencia ágil muy ingenioso e irónico.
Ingresa como funcionario de la Alcaidía de la Aduana, empleo conseguido por su tío Julio Herrera y Obes , allí trabajará por dos años.
Este mismo año muere su abuelo, Manuel Herrera y Obes.

En el año 1891 muere su hermano Rafael, “el renguito” de carácter dulce y tranquilo, cinco años mayor que él. Julio  se sumerge en una profunda pena . Este triste acontecimiento lo pone en el camino de la poesía donde, en versos desgarrados, aflora el sentir sincero del adolescente que sufre y se hace muchas pregunta.

Julio se expresaba así:
"Caigo en lágrimas sobre mi tristeza,
tú te marchaste con ritual belleza.
¿Por cuáles soledades vas ahora
que te llama mi llanto a toda hora
y no responde tu palabra suave?"

En el año 1892 renuncia a su trabajo por considerarlo de escasa jerarquía y porque, en realidad, no tiene ningún apremio económico.

Se enferma ataca gravemente de tifoidea y cuando mejora, va a pasar la convalecencia a la estancia del Coronel José Villar, en Salto, donde disfruta plenamente la belleza del campo.

En 1895 es nombrado Secretario de la Inspección Nacional de Instrucción Primaria, cargo
al que renuncia también dos años después.
El Director, Doctor José P. Massera, es sustituido por el Sr. Abel J. Pérez, Julio Herrera, en gesto de delicadeza, presenta su renuncia, ya que el suyo era un cargo "de confianza".
Para gran sorpresa suya, la renuncia es aceptada. La posición de los Herrera cambió desde el punto de vista político, desde que el Presidente Cuestas es antiherrerista.
Julio Herrera, indignado, comienza a escribir Cosas de Aldea, sin publicarla, solamente para desahogar su rabia , como antes había expresado por escrito su dolor.
Sus escritos se dirigen a imaginarios lectores, estampa estos conceptos dictados por el orgullo y el desprecio.

Con el tiempo absolutamente libre, dedica largas horas a la lectura y el 10 de enero de 1898 publica por primera vez, en el periódico contrario a Cuesta, La Libertad, un soneto titulado La Dictadura.
El 14 de abril de este mismo año aparece en La Razón su poema Miraje, precedido de un
elogio del crítico Samuel Blixen.

Funda en el domicilio familiar, calle San José 119, El Cenáculo, antecedente de La Torre de los Panoramas
A través de Toribio Vidal Belo, conoce la poesía de Rubén Darío y Julián del Casal.

La enfermedad cardíaca de Julio, ya bien diagnosticada desde el punto de vista médico como una insuficiencia del ventrículo izquierdo, que intermitentemente empuja en las crisis de "asma", eufemismo familiar de las taquicardias, experimenta una crisis tan terrible que el poeta es desahuciado.
Años más tarde, él mismo describirá este ataque cardíaco y su inesperada mejoría, relacionando
estos hechos con la entrada definitiva al mundo poético:
-"¿Queréis saber de mi amistad primera?- Pues bien, fue con la muerte. Mi vocación por el arte se me reveló de golpe frente a esa enlutada. Y también, a qué ocultarlo, mi vocación por la Vida. Curé de un susto, debéis saberlo... " "Mi lecho bailaba el cake walk ... " "La ciencia dijo: no salva. no puede salvar.· Tiene un corazón absurdo, metafórico, que no es humano. Como lo oís, fatalmente
desarrollado el órgano del amor. .. me moría ... cosa inaudita ... "
Agrega luego que la muerte lo llama: "¡Oh ven -me dijo- abriéndose de lujuria la dama tétrica! Yo te esperaba: ¡Soy tuya!" "Pero al verla sin dientes, tan angulosa, me volví fumando un cigarrillo".
Su buen humor, capaz de bromear aun a expensas de una enfermedad que sigue amenazándolo,
insinúa que rechaza la muerte por su fealdad y le revela definitivamente su vocación por la belleza, por el arte que trasciende la muerte, en intemporal hermosura.
Para calmar las taquicardias, extremadamente frecuentes y dolorosas, usa, por indicación
médica, la morfina para aliviar su disnea.

Posteriormente, Julio Herrera, recordando esta publicación y los conceptos vertidos por
Blixen a su respecto, dirá en Razones Literarias: " ... me élancé (no hallo el término en español) publicando... una poesía cordilleresca, Miraje, la cual de golpe me hizo célebre.”
Se publica también el extenso y reiterativo Canto a Lamartine y los poemas A Castelar y A Guido Spano, poemas de tono romántico, engolado, nacidos de una admiración un poco ingenua; todos ellos muestran claramente que el poeta aún no ha encontrado su camino.

Estimulado por estos éxitos, inicia la publicación de La Revista, un quincenario que, dirigido
y administrado por él, aparecerá desde agosto de 1899 hasta julio de 1900, a lo largo de veintidós números. En ella publica alguna obras como, La Musa de la Playa, Holocausto, Wagneriana, etc., a lo que deben agregarse también publicaciones en prosa como Programando, Conceptos A partir de entonces se aproxima a los escritores modernistas, apartándose del romanticismo.
En el Canto a Lamartine, trabaja de acuerdo a las nuevas tendencias literarias y puede observarse esta evolución en el poema Holocausto.

 En el año de 1899, la familia Herrera se traslada a la calle Cámaras 96, donde funda el Segundo Cenáculo, lugar de reunión de los jóvenes poetas montevideanos.

Roberto de las Carreras 

En el año 1900, el escritor uruguayo Roberto de las Carreras publica Sueño de Oriente, donde
se vierten conceptos ofensivos para la mujer uruguaya. El libro, que provoca un verdadero
escándalo, le vale la admiración de Julio Herrera y Reissig. En La Revista, analiza el texto
y ensalza al autor colocándolo muy por encima de lo que llama "el rebaño burgués de nuestros
literatos".
En cuanto a las indignadas críticas que Sueño de Oriente levanta entre los montevideanos, Julio opina que "Roberto de la Carreras ha armado su libro para que millones de verdugos lo arrojen al fuego, como antiguamente en la India se enfloraban las mujeres destinadas al sacrificio".
Roberto de las Carreras  se comunica con Julio Herrera y entabla una estrecha amistad.
Conoce a Leopoldo Lugones a través del Consistorio del Gay Saber que dirigía Horacio Quiroga.

En el año 1901 publica Las Pascuas del Tiempo en el Almanaque Artístico del Siglo XX.
Sigue escribiendo Los Maitines de la Noche como el poema Solo verde-amarillo para flauta (Llave de u).
En colaboración con Roberto de las Carreras da comienzo al proyecto inconcluso Los nuevos charrúas o Parentesco del hombre con el suelo (o Tratado de la imbecilidad del país según el sistema de H. Spencer). Parte de este texto lo incluyó en el Epílogo wagneriano a la Política de fusión de Carlos Oneto y Viana.


Casa de la calle Ituzaingó donde fundaría la Torre de los Panoramas

 

En el año 1902 publica el Epílogo wagneriano a La política de fusión de Carlos Oneto y Viana en la Revista Moderna.
Compone los poemas de La Sortija Encantada y Ciles alucinada.
Nace su hija natural Soledad Luna que reconocerá a los dos años.
La familia se traslada a la calle Ituzaingó donde fundaría la Torre de los Panoramas.

En el año 1903 en su casa de Ituzaingó 235, esquina Reconquista, funda  la Torre de los Panoramas, lugar de sus «tertulias lunáticas» y lugar ensalzado por el poeta y sus contertulios, que era en realidad un altillo de la azotea de su casa.
Ese año publica Ciles alucinada y traducciones de autores franceses, Baudelaire, Samain, Zola, en Almanaque Artístico del Siglo XX. También una docena de poemas que luego formarán parte de Los parques abandonados así como Desolación absurda en Vida Moderna.


Publica los cuentos modernistas El traje lila y Aguas del Aqueronte.
Compone además sus poemas largos, La Vida y El laurel rosa en su primera versión dedicado a Alberto Nin Frías.

 
 Julieta de la Fuente


Conoce a Julieta de la Fuente que será su pareja hasta su muerte.

 
Julio Herrera y Eduardo Fabini


En el año 1904 viaja a Minas y su paisaje bucólico incide en los poemas de Los Éxtasis de la Montaña que continúa escribiendo. También escribe Elogio de Minas.
Permanece cinco meses, desde septiembre, en Buenos Aires, como Jefe de Archivo en el Censo Municipal. Por ello se cierra la Torre de los Panoramas aunque se realizarán algunas reuniones en el año siguiente.

Julio 1905

En el año 1905 de regreso en Montevideo, y para ayudar a la precaria situación familiar, trabaja con sueltos y crónica social en varios periódicos, Uruguay, La Prensa, La Democracia. También en El Diario Español de Buenos Aires.
Publica sonetos como El despertar, El regreso, El almuerzo hasta un total de once que luego integrarán Los Éxtasis de la Montaña (El Diario Español de Buenos Aires).
También publica El Círculo de la Muerte.

En el año 1906 se produce la ruptura amistosa con Roberto de las Carreras por la propiedad de una metáfora aparecida en el poema La Vida («el relámpago luz perla / que decora su sonrisa»). Este hecho lleva a un mutuo y duro ataque en la prensa.
Julio publica La vida (Democracia de Montevideo) y El collar de Salambó en El Diario Español de Buenos Aires.
Además publica el cuento Mademoiselle Jacquelin.




En el año 1907 funda la revista La Nueva Atlántida apareciendo solo dos números.
Ha publicado hasta esta fecha de modo disperso los poemas de Los Parques Abandonados, primera y segunda serie, Los Éxtasis de la Montaña, primera y segunda serie.
Publica Psicología literaria en El Diario Español.
Solicita un puesto de Cónsul al Ministro de Relaciones Exteriores, Antonio Bachini, el cual le es denegado y a lo que responde con ironía y orgullo.
 

Julio Herrera y Reissig inyectándose morfina (1907)
Fuente: Historia de la Literatura Hispanoamericana, vol. II, ed. Luis Íñigo-Madrigal, Madrid, Cátedra, 1987, p. 503

J. J. Soiza Reilly publica «Los martirios de un poeta aristócrata» (Caras y caretas) en el que hace gala del uso de la morfina y aparece en dos fotos inyectándose. Ello contribuye a su leyenda de morfinómano.


El joven Herrera y Reissig tenía una barba rubia que lo asemejaba a una difundida cabeza de Cristo, muy conocida, hecha por un pintor alemán, famoso en aquel tiempo. Era alegre y ágil, un hombre fino, afectuoso, incapaz de descomponer el ademán acogedor con una descortesía o de extralimitarse con frases inconvenientes.
Sencillo, casi infantil. Con su sonrisa de niño enfermo y sus ojos soñadores. Era prolijo para vestirse, a pesar de su pobreza. Cuidadoso de los detalles. No usaba chalina, ni sombrero aludo, común en la época.
Nacido en un hogar burgués, usaba bastón, galera y un buen par de guantes grises, característicos de su clase social en aquel tiempo.

En el año 1908 intenta llevar a cabo con su amigo César Miranda, un negocio de vinos que fracasa rotundamente.
En julio se casa con Julieta de la Torre. Muere su madre unos días después y su hermano Alfredo enloquece. Se agudizan sus crisis cardiacas y su enfermedad.
Compone los Sonetos Vascos.
Amplía El laurel rosa y se lo dedica a Sully-Prudhomme.
Se presenta al Concurso del Conservatorio Labarden con la obra teatral La Sombra, cuyos originales aparentemente los perdió José E. Rodó que formaba parte del jurado

Desde el año 1909 su enfermedad, que se ha agravado y le aqueja ahora continuamente
inmovilizándolo en cama.
Su familia se ha dispersado poco a poco de la casa familiar, por la muerte y el establecimiento de nuevos hogares.
Sufre serios problemas económicos.


Julio Herrera y Reissig y su esposa Julieta de la Fuente (1910)
Fuente: Roberto Bula Píriz, Herrera y Reissig (1875-1910). Vida y obra. Bibliografía. Antología, New York, Hispanic Institute in the United States, 1952, p. 67

El 10 de febrero de 1910 parece abrirse una ligera esperanza al ser designado, para el cargo de Subarchivero-bibliotecario del Departamento Nacional de Ingenieros.
Ya está muy enfermo y no puede concurrir a trabajar.
Sigue sin embargo trabajando en su obra poética, Berceuse Blanca que ocupa su tiempo hasta muy pocos días antes de la muerte ocurrida a los treinta y cinco años de edad, el 18 de marzo de 1910.

HOMENAJES






 
Casa de Julio Herrera y Reissig -Academia Nacional de Letras

 La Academia Nacional de Letras es una institución pública sin fines de lucro con personería jurídica que goza de total autonomía para cumplir sus fines fundamentales: velar por la conservación y el enriquecimiento de la lengua española en el Uruguay, así como contribuir, en lo pertinente, al desarrollo y a la difusión de la cultura nacional. Fue creada por Decreto-Ley N° 10.360, del 10 de febrero de 1943, siendo Presidente de la República D. Alfredo Baldomir y Ministro de Instrucción Pública D. Cyro Giambruno.

La Academia Nacional de Letras fue instalada en el Palacio Taranco, sede en ese entonces del Ministerio de Instrucción Pública.

En julio de 1997 se dispuso que todas las dependencias del Palacio Taranco fueran destinadas a Museo de Artes Decorativas y, por Resolución Ministerial del 12 de noviembre de 1997, se destinó la Casa de Julio Herrera y Reissig, “Torre de los Panoramas”, para sede de la academia.

La “Torre de los Panoramas” estaba ubicada en la azotea, de la casa de don Manuel Herrera y Obes. En ella había un altillo, al que llevaba la escalera del piso ocupado por la familia, en el edificio de dos plantas de la calle Juan Carlos Gómez.
Desde la azotea se podía observar todo el paisaje montevideano,  al Sur, el río color sangre, color turquesa o color estaño, al Norte, la edificación urbana, al Este, la línea quebrada de la costa con sus magníficos rompientes, y más lejos el Cementerio, Ramírez y el semicírculo de la Estanzuela, hasta el mojón blanco de la farola de Punta Carreta; al Oeste, más pasaje fluvial, el puerto sembrado de "steamers", y sobre todo, el Cerro, con su cono color pizarra y sus casitas frágiles de cal o terracota.
Por ser un mirador perfecto, en un Montevideo todavía de casa bajas, se le llamó "La Torre de los Panoramas".

El altillo era un cuartito de tres metros de largo por dos de ancho.
La pequeña habitación contaba con una mesa vetusta y dos sillas desvencijadas.
Las paredes estaban cubiertas con grabados de Gustavo Doré y retratos de escritores admirados, figuras, recortadas de revistas en su gran mayoría y colgando en un sitio visible, había un gorro turco y dos floretes oxidados.
Al subir a la "Torre", sorprendía al visitante la siguiente inscripción: "Está prohibida la entrada a los uruguayos". Tal advertencia desconcertaba en un principio. Pero luego era fácil explicársela. Con ella quería sugerirse el odio a la vulgar normalidad, a lo que la gente considera la norma, Julio Herrera y Reissig y sus amigos tenían su mirada puesta en Francia, en  París cuyo "fermento literario" buscó Rubén Darío para iniciar la evolución de la lírica hispanoamericana. "La poesía era para el cenáculo de la "Torre" -dice Alberto Zum Felde, estudiando la primera época de Herrera y Reissig- una alquimia exótica que nada tenía que ver con la vida".
En la azotea, a veces, había encuentros esgrimísticos, utilizando los dos floretes oxidados.

César Miranda  dice “La Torre de los Panoramas", la famosa torre que la imaginación de unos cuantos soñadores erigiera poéticamente, es una bella impostura. Pero no por eso dejó de ser realidad para todos". Se refiere a los que la frecuentaban.
Frecuentaban la "Torre de los Panoramas" muchos jóvenes escritores, como Florencio Sánchez. Pero los asiduos eran muy pocos: César Miranda ("Pablo de Grecia"), Pablo Minelli González, Raúl Lerena Joanicó, que fue luego un reconocido arquitecto, Roberto de las Carreras, Illa Moreno, Francisco Aratta, etc





Sello



 Calle Av. Julio Herrera y Reissig 




 
"Tertulia lunática" fue un homenaje realizado a Julio Herrera y Reissig, organizado por el MEC en Marzo del 2010, participaron de la lectura  Roberto Appratto, Tatiana Oroño, Gabriel Richieri, Mariella Nigro, Roberto Echavarren, Laura Alonso, Luis Bravo, Horacio Cavallo, Sabela de Tezanos y Héctor Bardanca

FUENTES

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