JAVIER VILLAFAÑE
LA VUELTA AL MUNDo
Una
vez un chico que se LLAMABA SANTIAGO SALIÓ de su casa en un triciclo para dar
la vuelta alrededor del mundo.
Iba PEDALEANDO
POR la vereda y en el camino se ENCONTRÓ CON un perro y un gato y le
preguntaron:
- ¿A
dónde vas, Santiago?
Y
Santiago respondió:
-Voy
a dar la vuelta alrededor del mundo.
-¿Podemos
ir los dos?
-Sí,
vengan.
Y el
perro y el gato se pusiero detrás del triciclo
SANTIAGO
SIGUIÓ PEDALEANDO Y SE ENCONTRÓ CON UN GALLO, UN CONEJO Y UN CARACOL Y LE
PREGUNTARON:
–¿A
DÓNDE VAS, SANTIAGO?
Y
SANTIAGO RESPONDIÓ:
–ESTOY
DANDO LA VUELTA ALREDEDOR DEL MUNDO.
–¿Podemos
ir los tres?
–Sí,
vengan.
Y el
gallo, el conejo y el caracol se pusieron detrás del perro y el gato que iban
detrás del triciclo.
Santiago
pedaleaba y el triciclo iba a toda velocidad. En el camino
se
encontró con una hormiga, una vaca, un grillo y una paloma y le preguntaron:
–¿A
dónde vas, Santiago?
Y Santiago
respondió:
–Estoy
dando la vuelta alrededor del mundo.
–¿Podemos
ir los cuatro?
–Sí,
vengan.
Y la
hormiga, la vaca, el grillo y la paloma se pusieron detrás del gallo, el conejo
y el caracol que iban detrás del perro y el gato.
Santiago
pedaleaba y el triciclo iba a toda velocidad. En una curva se encontró con un
camello, una tortuga, un caballo, un elefante y un pingüino
y le
preguntaron:
–¿A
dónde vas, Santiago?
Y
Santiago respondió:
–Estoy
dando la vuelta alrededor del mundo.
–¿Podemos
ir los cinco?
–Sí,
vengan.
Y el
camello, la tortuga, el caballo, el elefante y el pingüino se pusieron
detrás
de la hormiga, la vaca, el grillo, la paloma, el gallo, el conejo y el caracol
que iban detrás del perro y el gato.
Santiago
siguió pedaleando y de pronto frenó el triciclo. Se detuvo para ver
un
charco que había hecho la lluvia y dijo:
–Es
un río que está buscando barcos.
Y el
perro, el gato, el gallo, el conejo, el caracol, la hormiga, la vaca, el
grillo,
la paloma,
el camello, la tortuga, el caballo, el elefante y el pingüino se detuvieron y
miraron el río que había hecho la lluvia.
Santiago
puso el triciclo en marcha y se encontró con una jirafa, un loro, un cordero,
un león, un mono y una cigüeña y le preguntaron:
–¿A
dónde vas, Santiago?
Y
Santiago respondió:
–Estoy
dando la vuelta alrededor del mundo.
–¿Podemos
ir los seis?
–Sí,
vengan.
Y la
jirafa, el loro, el cordero, el león, el mono y la cigüeña se pusieron detrás del
camello, la tortuga, el caballo, el elefante, el pingüino, la hormiga, la vaca,
el grillo, la paloma, el gallo, el conejo y el caracol que iban detrás del perro
y el gato.
Santiago
siguió pedaleando y frenó el triciclo para ver un molino. Todos miraron el
molino.
–Está
quieto –dijo el caballo–. No mueve las aspas.
–No
mueve las aspas porque no hay viento –dijo el gallo.
–Es
inútil –se lamentó la hormiga–. Por más que me ponga en puntas
de
pie jamás podré ver un molino. Está muy alto.
Y la
jirafa le dijo a la hormiga:
–Lo
verás subiéndote sobre mi cabeza.
La
jirafa inclinó el cuello y apoyó la cabeza a un lado del triciclo:
la
hormiga avanzó unos pasos y subió por la frente de la jirafa. Entonces la
jirafa levantó el cuello y desde lo alto exclamó la hormiga:
–¡Qué
hermoso es un molino! Nunca había visto un molino.
La
jirafa encogió el cuello, bajó la cabeza a ras del suelo y la hormiga volvió a
pisar la tierra.
Y cuando la hormiga se puso en fila, detrás de
la vaca, Santiago siguió pedaleando y al llegar a la puerta de su casa frenó el
triciclo y dijo:
–Hemos
dado la vuelta alrededor del mundo.
Y
allí se despidieron. Unos se fueron caminando; otros, volando.
Santiago
entró en su casa. Había dado la vuelta alrededor de la manzana.
FIN
No hay comentarios:
Publicar un comentario