Inspiración  para  la Educación  Creativa  en  la Niñez
“Los cuentos sirven a las matemáticas, así como las matemáticas sirven a los cuentos. Sirven a la poesía, a la música, a la utopía, a la labor política: en definitiva, al hombre entero, y no sólo al que crea fantasías.
Sirven precisamente porque, en apariencia, no
sirven para nada: como la poesía y la música, como el teatro y el deporte (si
no se convierten en un negocio). Le sirven al hombre completo. Si una sociedad
basada en el mito de la productividad (y en la realidad del beneficio) tiene
necesidad de hombres a medias –fieles ejecutores, diligentes reproductores,
dóciles instrumentos sin voluntad–, quiere decir que está mal hecha y que hace
falta cambiarla. Para cambiarla, se requieren hombres creativos, que sepan usar
su imaginación.” 
Gianni Rodari nació el 23 de
octubre de 1920 en Omegna , un pequeño pueblo a orillas del lago Orta en la
provincia de Verbania-Cusio-Ossola (VB) en el norte de Italia.
Huérfano de padre desde los nueve años. Fue criado principalmente
por su madre tras la muerte temprana de su padre. El entorno familiar y la
influencia directa de su madre fueron relevantes para su infancia, en sus
primeros años. 
En 1931, dos años después de que Gianni Rodari fuera enviado a
vivir con su tía a Gavirate tras la muerte de su padre, su madre, Maddalena,
decidió que ingresara al seminario católico de San Pedro Mártir en Seveso, en
la provincia de Milán. Esta decisión reflejaba la intención de ofrecerle una
formación religiosa y académica tradicional. 
Sin embargo, poco tiempo después, Maddalena se dio cuenta de que
el seminario no era el lugar adecuado para Gianni debido a su personalidad y
aspiraciones, por lo que decidió retirarlo.
 En 1934 lo matriculó en el
Instituto Magistral, una institución dedicada a las humanidades, donde Gianni
pudo desarrollar su amor por la música y la literatura, tomando lecciones de
violín y participando en actividades musicales. En esta etapa comenzó a
cultivar su curiosidad intelectual leyendo autores filosóficos y políticos
importantes, lo que marcó su desarrollo personal y profesional posterior.
En el año 1937 obtuvo el título de Magisterio y sus comienzos profesionales iniciaron trabajando como tutor en casa de una familia de judíos alemanes exiliados de su país.
"Durante el invierno de 1937-38, recomendado por una maestra, esposa de un guardián municipal, fui contratado para enseñar italiano, en sus casas, a los hijos de algunos judíos alemanes que creían —lo creyeron por pocos meses— haber encontrado en Italia refugio contra las persecuciones raciales. Vivía con ellos en una chacra sobre las colinas que bordean el Lago Mayor.
Trabajaba con los niños desde las siete hasta las diez de la mañana. El resto
del día lo pasaba en los bosques, paseando y leyendo a Dostoievski." 
Aunque poco tiempo después se dedicó a ejercer como maestro en distintas escuelas.
Luego de la experiencia en el seminario, Gianni Rodari fue interno durante tres años en Varese, en un pensionado, donde asistió al Istituto Magistrale, una institución dedicada a la formación docente.
 Allí no solo
recibió una sólida educación humanística, sino que también tomó lecciones de
violín, una actividad que reflejaba su creciente interés por la música.
 Este período fue muy
importante en su formación integral, ya que le permitió desarrollar tanto su
vocación como maestro como su sensibilidad artística. Finalmente, en 1937, se
graduó como maestro, lo que marcó el inicio de su carrera profesional en la
enseñanza.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Gianni Rodari se encontraba en una situación delicada de salud que le permitió ser exento del servicio militar.
A pesar de su enfermedad, ganó una plaza de magisterio y fue destinado a la Lombardía, concretamente a la localidad de Uboldo, donde realizó suplencias como maestro.
Durante este tiempo, la guerra afectó profundamente su vida personal: su hermano Cesare fue internado en un campo de concentración nazi, y dos de sus mejores amigos murieron en la guerra.
Estos hechos marcaron a Rodari y le llevaron a involucrarse en la resistencia lombarda contra el fascismo y el nazismo.
En 1939, Gianni Rodari se matriculó en la Facultad de Lenguas de
la Universidad Católica del Sagrado Corazón de Milán. Sin embargo, no completó
sus estudios universitarios, abandonándolos tras rendir solamente unos pocos
exámenes. 
El estallido de la Segunda Guerra Mundial y sus circunstancias
personales influyeron en esta decisión. Durante ese tiempo, Rodari comenzó a
vincularse más activamente con la enseñanza primaria, dando clases en varias
escuelas, y su interés por la educación y la literatura infantil comenzó a
consolidarse. 
Esta etapa fue fundamental para su posterior compromiso político y
literario, especialmente cuando más tarde se unió al Partido Comunista Italiano
y comenzó su carrera como periodista y escritor de literatura infantil.
En el año 1944, se afilió al Partido Comunista Italiano, comprometiéndose activamente con la lucha política y social que caracterizó gran parte de su vida posterior.
Cuando estalló la guerra, Rodari se unió al Partido Comunista Italiano.
Gianni Rodari inició su profesión como periodista en 1947, tras
finalizar la Segunda Guerra Mundial y completar sus estudios de magisterio. 
Comenzó trabajando para periódicos de izquierda, entre ellos el
diario Cinque Punte, y creó en ese mismo año una sección infantil llamada El
domingo de los pequeños en el diario L’Unità de Milán. 
Publicó su primer libro de carácter pedagógico, Il manuale del
Pioniere en 1951.
El primer libro para niños de Gianni Rodari fue Il Libro delle
Filastrocche ("El libro de las retahílas" o "El libro de los
recortes"), publicado en 1950. Este libro marcó el inicio de su carrera
como escritor infantil y se caracteriza por incluir textos breves, humorísticos
y poéticos para niños, como coplas y retahílas basadas en la tradición oral
italiana.
Un mocoso que provoca el llanto en quien le tira del pelo y un príncipe ácido, malvado y no demasiado inteligente son los dos personajes principales de esta memorable novela de 1951. Lo que está en juego en el enfrentamiento entre Cebollino y Limón no es otra cosa que la libertad de todo un pueblo, compuesto por tomates, cerezas, judías verdes y topos viejos. Encantador como un cuento de hadas, tan extenso como una novela, tan divertido como unos dibujos animados, Las aventuras de Cebollino es un libro único, nacido en la atmósfera de entusiasmo y esperanza posterior a la Segunda Guerra Mundial. La trama es lineal: los buenos, oprimidos por el tirano y abrumados por reglas sin sentido, dirigidos por el joven Cebollino, podrán derrotar a los villanos mediante engaños, burlas y planes brillantes, sin recurrir a la violencia. Sin embargo, la intención de Gianni Rodari no es organizar una lucha entre el bien y el mal: es demostrar que una sociedad justa es posible, deseable e incluso divertida para todos.
Un día, el director del periódico decidió dedicar una página dominical a los niños.
En 1951, fue excomulgado por la Iglesia Católica tras la
publicación de su obra pedagógica y por sus ideas comunistas.
En 1953, Gianni Rodari se casó con María Teresa Ferretti, quien en ese momento era secretaria del Grupo Parlamentario del Frente Democrático Popular, una coalición política de izquierda italiana.
La boda tuvo lugar el 25 de abril, fecha simbólica que para Rodari representaba la libertad, ya que él mismo dijo que eligió esa fecha para sentirse libre de partir.
La unión fue duradera y sólida, Durante este período, Rodari combinó su vida familiar con una intensa actividad profesional como periodista, escritor y pedagogo, consolidando su obra y su compromiso político y social.
Cuatro años después, en 1957, María Teresa dio a luz a su hija Paola.
En 1957,
Rodari aprobó el examen para convertirse en periodista profesional.
La familia vivió en Roma, donde Rodari dirigió y colaboró en diversas publicaciones hasta los años 60, mientras criaba a su hija.
En el año 1960 publica Cuentos por teléfono
Reedita en 1962 Cuentos por teléfono
En 1963 publica Cuentos para jugar.
En el año 1964 publica El libro de los errores.
En 1964 publica La flecha azul.
Publica La tarta voladora en el año 1966.
En 1968 publica Cuentos escritos a máquina
 
En el año 1973 publica La hucha de oro": Este libro es una colección de
cuentos infantiles que combina humor y enseñanzas morales, típicas del estilo
de Rodari.
Continuó promoviendo su pedagogía creativa y participando en
actividades de divulgación cultural y educativa en Italia y en el extranjero.
En 1979, después de otro viaje a la
Unión Soviética, su salud, nunca muy robusta, decayó y su productividad
disminuyó
Rodari comenzó a sufrir de problemas de salud, debido a la obstrucción de una vena en su pierna izquierda, el 10 de abril de ese mismo año ingresó en el hospital para someterse a una cirugía
Falleció el día 14 debido a un paro cardíaco, a los 59 años de edad.
Desde este momento Rodari implementó su metodología partiendo de la lengua, es decir, de la cultura del niño, para ayudarlo a construir sobre esa lengua su expresión libre y completa, su búsqueda autónoma y comunicación social por medio de las historias y procedimientos fantásticos.
Otro aspecto relevante de la metodología y obra de Rodari, es la realidad social, por lo cual buscaba que los niños tuvieran conocimiento del mundo en que vivían. Gianni Rodari consideraba que los niños debían ser críticos, constructivos y transformadores, por lo tanto, debían participar activamente en la vida de la familia, la escuela o el barrio y no debían permanecer en un mundo aislado.
Rodari concebía a los niños como sujetos activos y promovía arduamente su aprendizaje por descubrimiento; también consideraba a la cultura como una pieza fundamental de la educación de los niños y por lo tanto hacía mucho hincapié en el aprendizaje de la música, una de sus pasiones.
Su metodología se sigue aplicando hoy en día en distintas partes del mundo para aumentar la imaginación de los niños y corregir de forma no traumática.
http://books.google.es/





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