El 25 de abril se celebra el
Día Mundial del Paludismo.
Este día fue proclamado por la
Asamblea Mundial de la Salud, que es el órgano decisorio de la Organización
Mundial de la Salud (OMS), el 23 de mayo de 2007.
Esta decisión buscaba ampliar
la conmemoración del Día de la Malaria en África a una escala global,
resaltando la necesidad de un compromiso sostenido y una inversión continua
para la prevención y control de la malaria en todo el mundo.
La fecha elegida para celebrar
este día es el 25 de abril, en reconocimiento a la Declaración de Abuja del 25
de abril de 2000, en la que los líderes africanos se comprometieron a reducir a
la mitad la incidencia de la malaria para 2010. La primera celebración global
del Día Mundial del Paludismo tuvo lugar en 2008.
OBJETIVOS
DE ESTA CONMEMORACIÓN
El Día Mundial del Paludismo
busca mantener la visibilidad de la enfermedad como un problema de salud
pública global, fortalecer la cooperación internacional y nacional, y acelerar la
implementación de estrategias integrales para lograr la eliminación definitiva
de la malaria
Concienciar sobre
la persistencia y gravedad de la malaria, especialmente en los países más
afectados, y recordar que sigue siendo una causa importante de enfermedad y
muerte, sobre todo en niños menores de cinco años y mujeres embarazadas.
Promover la inversión continua y
sostenida en la prevención, diagnóstico, tratamiento y control de la malaria,
asegurando recursos para mantener y ampliar los programas efectivos.
Fomentar el compromiso global y
nacional para acelerar los esfuerzos hacia la eliminación de la malaria, con
metas claras como reducir la incidencia y mortalidad en un 90% para 2030 y
eliminar la enfermedad en al menos 35 países.
Impulsar la innovación y el
uso eficaz de nuevas herramientas y métodos para combatir la malaria, adaptados
a los contextos locales y a los desafíos actuales como la resistencia a
medicamentos y desigualdades en el acceso a servicios.
Abordar las desigualdades y las
barreras que impiden el acceso a servicios de salud, especialmente en grupos
vulnerables como mujeres embarazadas, niños pequeños, refugiados y comunidades
indígenas, para avanzar hacia un mundo más equitativo y libre de malaria.
Involucrar a las comunidades en la
toma de decisiones y en la implementación de acciones de salud, acercando la
atención sanitaria a los lugares donde las personas viven y trabajan mediante
la atención primaria.
LEMA
2025
El lema del Día Mundial del
Paludismo 2025 es: "El fin de la malaria está con nosotros: Reinvertir,
Reimaginar, Reactivar". Este lema destaca la necesidad de un compromiso
renovado y la implementación de estrategias innovadoras para continuar la lucha
contra la malaria
Este lema puede analizarse en
tres componentes clave:
Reinvertir:
Hace énfasis en la necesidad
de mantener y aumentar las inversiones financieras y políticas en la lucha
contra la malaria.
A pesar de los avances
logrados en las últimas décadas, la reducción de casos y muertes se ha estancado,
por lo que es fundamental reinvertir recursos para sostener programas de
prevención, diagnóstico y tratamiento efectivos, así como para fortalecer los
sistemas de salud en las áreas más afectadas.
Reimaginar:
Implica innovar y replantear
las estrategias tradicionales de control y eliminación del paludismo.
Esto incluye adoptar nuevas tecnologías,
enfoques comunitarios y soluciones adaptadas a los contextos locales para
superar barreras como la resistencia a medicamentos y la desigualdad en el
acceso a servicios sanitarios.
Reimaginar también significa
involucrar más a las comunidades y reorientar esfuerzos hacia la equidad en
salud.
Reactivar:
Se refiere a revitalizar el
compromiso global y nacional para implementar las acciones necesarias con
urgencia.
La pandemia de COVID-19 ha
afectado los sistemas de salud y la continuidad de programas contra la malaria,
por lo que reactivar implica recuperar el ritmo y la intensidad de las
intervenciones, así como asegurar la coordinación entre gobiernos, organismos
internacionales y comunidades para alcanzar la meta de eliminar la malaria para
2030.
En conjunto, este lema subraya
que la eliminación del paludismo es una tarea colectiva y posible, pero
requiere un esfuerzo renovado y sostenido en inversión, innovación y acción
coordinada para superar los desafíos actuales y alcanzar un mundo libre de
malaria.
Qué es el Paludismo
Trofozoítos
(formas anulares) y gametocitos de Plasmodium falciparum en sangre humana.
El paludismo, también conocido
como malaria, es una enfermedad infecciosa causada por parásitos del género
Plasmodium y transmitida principalmente a los humanos por la picadura de
mosquitos hembra infectados del género Anopheles.
El paludismo es una enfermedad
parasitaria grave y potencialmente mortal, prevenible y tratable, pero que
sigue siendo un desafío importante para la salud pública mundial debido a su
alta incidencia en zonas tropicales y la complejidad de su control
Causas
y transmisión
La enfermedad es causada por varias especies de Plasmodium, siendo las más comunes en humanos Plasmodium falciparum, P. vivax, P. ovale, P. malariae y P. knowlesi.
La transmisión ocurre cuando
un mosquito hembra infectado pica a una persona sana, inoculando los parásitos
en el torrente sanguíneo.
Además de la transmisión
vectorial, existen formas menos comunes de contagio: transmisión congénita (de
madre a feto), transfusiones sanguíneas, trasplantes de órganos y uso
compartido de agujas.
Ciclo
y patogenia
El ciclo de incubación suele
ser de 10 a 15 días tras la picadura del mosquito.
Síntomas
Los síntomas iniciales suelen
ser fiebre, escalofríos, sudoración, dolor de cabeza, vómitos y malestar
general.
En casos graves, puede haber
fatiga extrema, confusión, convulsiones, dificultad respiratoria, coma, fallo
renal y muerte.
La malaria grave es más
comúnmente causada por P. falciparum y se caracteriza por anemia severa,
insuficiencia renal, edema pulmonar, convulsiones y coma.
Diagnóstico
Se realiza mediante la
observación directa del parásito en muestras de sangre al microscopio o
mediante pruebas rápidas de diagnóstico (RDTs), especialmente en áreas remotas.
Prevención
La prevención se basa en
evitar las picaduras de mosquitos mediante el uso de mosquiteros tratados con
insecticida, ropa protectora, repelentes y control de criaderos de mosquitos.
También existen medicamentos
profilácticos para personas en riesgo, como viajeros a zonas endémicas.
Tratamiento
El tratamiento del paludismo
es específico según el tipo de parásito y la gravedad, destacando la
politerapia combinada con artemisinina para P. falciparum y el uso de
cloroquina y primaquina para otras especies, con un manejo urgente en casos
graves para reducir la mortalidad y la transmisión.
Consideraciones adicionales
El diagnóstico debe
confirmarse mediante pruebas microscópicas o pruebas rápidas antes de iniciar
el tratamiento, salvo en casos donde no sea posible y el cuadro clínico sea
claro.
El tratamiento oportuno, idealmente dentro de las primeras 24 horas de fiebre, es crucial para evitar complicaciones y muerte.
La elección del medicamento también depende de la zona geográfica y los patrones locales de resistencia a antipalúdicos.
En viajeros o personas en riesgo, se puede usar quimioprofilaxis preventiva con medicamentos específicos.
Impacto
y distribución
La malaria es endémica en
regiones tropicales y subtropicales, especialmente en África, Asia y América
Latina.
Es una de las principales
causas de morbilidad y mortalidad en niños menores de cinco años y mujeres
embarazadas.
Cada año mueren más de 400,000
personas por malaria, siendo la mayoría niños.
Los científicos clave en el
descubrimiento y entendimiento de la malaria fueron varios, con aportes
fundamentales en diferentes etapas.
El descubrimiento de la
malaria y su transmisión fue un proceso colectivo que involucró a Laveran en la
identificación del parásito, a Ross y Grassi en la demostración del papel del mosquito
como vector, a los italianos en la caracterización de las especies de
Plasmodium, y a Tu Youyou en la innovación terapéutica.
Charles Louis Alphonse Laveran
(1880):
Médico francés que identificó
por primera vez el parásito causante de la malaria en la sangre de pacientes
infectados, demostrando que era un protozoo y no una enfermedad causada por
miasmas o bacterias. Este hallazgo fue el punto de partida para la comprensión
de la malaria como enfermedad parasitaria. Laveran recibió el Premio Nobel de
Medicina en 1907 por este descubrimiento.
Ettore Marchiafava, Angelo
Celli y Camillo Golgi (década de 1880-1890):
Científicos italianos que
estudiaron los ciclos de reproducción del parásito en la sangre humana y
clasificaron las diferentes especies de Plasmodium que causan la malaria,
incluyendo la identificación de P. vivax, P. malariae y P. falciparum. Golgi
describió además la sincronización de la división parasitaria con los episodios
de fiebre.
Sir Ronald Ross (1897-1898):
Cirujano militar británico que
demostró que la malaria era transmitida por mosquitos, específicamente al
encontrar parásitos en las glándulas salivales de mosquitos que se habían
alimentado de aves infectadas. Ross fue galardonado con el Premio Nobel de
Medicina en 1902 por demostrar el papel del mosquito como vector de la malaria.
Giovanni Battista Grassi,
Amico Bignami, Giuseppe Bastianelli y colaboradores (1898-1899):
Investigadores italianos que
confirmaron que la transmisión de la malaria humana se realizaba exclusivamente
por mosquitos del género Anopheles. Fueron los primeros en demostrar el ciclo
completo de transmisión del parásito entre el mosquito y el humano.
Tu Youyou (década de 1970):
Científica china que descubrió
la artemisinina, un compuesto derivado de la planta Artemisia annua, que
revolucionó el tratamiento de la malaria y ha salvado millones de vidas. Este
avance es fundamental para el tratamiento moderno de la enfermedad.
FUENTES
https://www.paho.org/es/temas/malaria
https://www.diainternacionalde.com/
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