Blog de Arinda

OBJETIVO :En este Blog vas a encontrar mis producciones en pintura y escultura. Además, material recopilado a través de mi trabajo como maestra, directora e inspectora, que puede ser de interés para docentes y estudiantes magisteriales .

miércoles, 5 de junio de 2024

5 DE JUNIO DE 1905 - NACE SERAFÍN J. GARCÍA

RECORDANDO LA OBRA DE SERAFÍN J. GARCÍA

 LA RATONERA


A poco más de cien metros de la estancia, marginado por grandes rocas entre las cuales engarfiaban sus raíces algunos talas y coronillas que debían de ser ya centenarios, a juzgar por su altura y el espesor de sus troncos, corría serpenteando un cañadón de límpidas aguas, al que a menudo iba a lavar ropas la negra Encarnación. Blanquita y yo solíamos acompañarla en tales ocasiones, felices de poder encaramarnos a las altas piedras o corretear por sus alrededores, que nos deparaban siempre alguna sorpresa grata.
Una soleada tarde de primavera, después de brincar a gusto entre los árboles y el roquedal, nos tendimos jadeantes a la sombra de un frondoso
coronilla.
Muy cerca de nosotros, acuclillada junto al cañadón y contrastando con la nívea espuma del jabón, que parecía acentuar el tinte renegrido de su piel, Encarnación azotaba rítmicamente con la palmeta un gran rimero de ropas. Y el eco, como complaciéndole en remedarla, repetía a lo lejos cada
golpe, favorecido por la espléndida acústica que las piedras y el agua le proporcionaban.
Blanquita, que tenía el rostro encendido como una brasa a causa de la fatiga, habíase quitado el saco, colgándolo de las ramas más bajas de un tala
próximo. De pronto advertimos que se acercaba a él una ratonera, simpática avecilla cuya figura pequeñita, vivaz y escurridiza, éranos muy familiar, pues a diario veíamos alguna de ellas “refistoleando” entre los escondrijos del galpón o entre los huecos de la pila de leña. 
Como en tácito acuerdo permanecimos inmóviles, observándola. Con su inquietud característica saltaba sin cesar de un sitio a otro, sin que sus ojillos
zahoríes dejaran de atisbarnos un instante. Tan cerca de nosotros estaba, que podíamos distinguir claramente su largo y agudo pico y los diversos matices de su plumaje, de un tono acafetado con reflejos verdosos en la cabeza, las alas y la cola, y de un gris desvaído en el pecho y el abdomen.
Alentada por nuestra inmovilidad, comenzó luego a introducirse en los bolsillos y las mangas del saco de Blanquita, buscando sitio adecuado para sus
propósitos. Y satisfecha sin duda de aquella inspección, púsose a llamar a su compañera que al punto acudió al reclamo. Dialogaron a su modo,
intercambiando chilliditos estridentes y breves, y una vez puestas de acuerdo abocáronse las dos a una tarea que nos llenó de asombro.
Habían resuelto anidar en uno de los bolsillos del saco, y hacia allí empezaron a transportar con el pico y las patas minúsculos palitos, hojas secas y hebras de la lana que las ovejas dejaran adherida en los alambrados.
Nosotros, estupefactos y a la vez enternecidos, seguíamos sin perder detalle la paciente faena de las ratoneritas. Tan contentas estaban ambas de
poder construir su nido en aquel sitio imprevisto, y por cierto adecuadísimo, que de tanto en tanto interrumpían la labor para cantar a dúo, hinchando
graciosamente la garganta y emitiendo ese gorjeo repicado y alegre que les es característico.
Cuando llegó la hora del retorno, ya estaba el casal dando los últimos toques a su vivienda. Blanquita no quería recoger el saco, prefiriendo que las
avecillas se quedaran con él. Pero Encarnación, más sensata, aunque con pena también, se opuso arguyendo que los padres de la niña se enojarían y
que la responsabilidad del hecho recaería sobre ella.
Entonces mi compañera, contrariando los naturales impulsos de su generoso y noble corazón, tuvo que interrumpir el trabajo de las ratoneritas.
Pero cuando lo hizo, no pudo evitar que algunas lágrimas le humedecieran los ojos.
 
Serafín J. García

Referencia bibliográfica:
García, Serafín J.: “De nuestra fauna. La ratonera”. En El Grillo. Montevideo,
Consejo Nacional de Enseñanza Primaria y Normal, 1956. P. 9. 

 ¿QUÉ SABEMOS DE LA RATONERA ?

Tamaño: 10 cm. Bastante menor que un Gorrión.

    Descripción: De color general marrón, más clara por debajo. Alas y cola cortas con líneas transversales oscuras. Macho y hembra son de colores similares.

    Comportamiento: Generalmente se la ve sola o en parejas. Confiada. Se suele acercar a las viviendas humanas. Se alimenta de insectos y otros invertebrados. Suele estar en permanente movimiento recorriendo árboles y arbustos en busca de alimento. Suele llevar la cola parada. Posee un canto agradable.

    Hábitat: Campos arbolados, chacras, parques y jardines, incluso en pueblos y ciudades.

    Distribución: Está presente en todo el territorio uruguayo. Además, se la encuentra en casi toda América, desde Canadá a Tierra del Fuego.

    Residente todo el año en el Uruguay, en donde nidifica. No migra.
 

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FUENTES
http://www.uruguayeduca.edu.uy
http://www.avesuruguay.org.uy/
 

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