Blog de Arinda

OBJETIVO :En este Blog vas a encontrar mis producciones en pintura y escultura. Además, material recopilado a través de mi trabajo como maestra, directora e inspectora, que puede ser de interés para docentes y estudiantes magisteriales .

jueves, 20 de febrero de 2025

EL 20 DE ENERO DE 1952 NACÍA ELSA BORNEMMAN

 La Magia de las Palabras:



Elsa Isabel Bornemann nació el 20 de febrero de 1952  en Buenos Aires.

Fue una escritora argentina para niños, jóvenes y adultos,​ profesora de Letras y docente .

Era hija de Wilhelm Karl Henri Bornemann, un inmigrante alemán que llegó a Argentina para trabajar como relojero, y de Blanca Nieves Fernández, de ascendencia gallega y portuguesa.

Esta combinación cultural se reflejó en la vida y obra de Elsa, quien creció en un ambiente donde la lectura era fundamental.

Elsa fue la menor de tres hermanas, Hilda y Margarita, y desde pequeña mostró un gran interés por la escritura.

Su madre, Blanca, tenía una biblioteca que incluía libros prohibidos, lo que alimentó su curiosidad literaria.

La influencia de sus padres fue significativa en su desarrollo como escritora.

Wilhelm, conocido por su trabajo en relojería, representaba una figura paternal fuerte y amorosa, mientras que Blanca, con su nombre evocador, aportó un sentido de fantasía a la vida de Elsa.

Esta mezcla de realidades y cuentos se tradujo en su estilo literario, que a menudo combinaba elementos de la vida cotidiana con toques de magia y fantasía

Elsa Isabel Bornemann ingresó a la Escuela Normal Superior N° 11 Dr. Ricardo Levene a la edad de 6 años. Esta institución se convirtió en un lugar clave para su formación, donde desarrolló su pasión por la literatura y la escritura desde temprana edad.

Elsa completó su educación secundaria en la Escuela Normal Superior N° 11 Dr. Ricardo Levene, donde también había realizado su educación primaria. Posteriormente, continuó sus estudios en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA), donde se graduó como profesora en Letras.

En el año 1970 obtuvo el título de Maestra Normal Nacional en la Escuela Normal N° 11 Ricardo Levene.

En el año 1976 se recibió de Licenciada en Letras por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires,

En el año 1985 Elsa se doctoró en Letras y obtuvo varios diplomas de estudio en idioma inglés, alemán, italiano, latín, griego clásico y hebreo.

Algunas de sus obras como Socorro o Queridos monstruos vendieron más de cien mil ejemplares.​

Durante la última dictadura militar que gobernó Argentina, autodenominada Proceso de Reorganización Nacional, su libro Un elefante ocupa mucho espacio fue censurado y pasó a integrar la lista de autores prohibidos.

Ese libro integró la Lista de Honor de 1976 de la Organización Internacional para el Libro Juvenil (International Board on Books for Young People, IBBY).

 Más tarde, El último mago o Bilembambudín y Disparatario fueron seleccionados para integrar la lista The White Ravens, distinción que otorga la Internationale Jugendbibliothek de Múnich, Alemania.

Realizó numerosos cursos y talleres sobre literatura con el profesor Manuel Kedes tanto en Argentina como en América, Europa y Japón.

Escribió poesía, novela y cuento, explorando temas como el amor, el humor y el terror.​

Muchas de sus obras han sido reproducidas en libros de lectura para la escuela primaria, en manuales de Literatura para distintos niveles, y en antologías argentinas y del exterior.​

En 2004 la Fundación Konex entregó diplomas al Mérito a cien personalidades destacadas de la década entre 1994 y 2003 en las Letras Argentinas.​

En los últimos veinte años, las ediciones de sus libros editados en Alfaguara superan los dos millones de ejemplares.​

 Falleció el 24 de mayo de 2013 en Buenos Aires, Argentina

OBRAS



El espejo distraído (1971)

Un elefante ocupa mucho espacio (1975)

Cuadernos de un delfín (1976)

El libro de los chicos enamorados (1977)

Cuentos a salto de canguro (1977)

El último mago o Bilembambudín (1979)

El niño envuelto (1981)

Disparatario (1983)

¡Nada de tucanes! (1985)

Los grendelines (1985)

Lisa de los Paraguas (1986)

¡Socorro! (1988)

La edad del pavo (1990)

Sol de noche (1990)

Continuación de Sol de noche (1990)

Queridos monstruos (1991)

No somos irrompibles (1991)

Los desmaravilladores (1991)

Lobo Rojo y Caperucita Feroz (1991)

No hagan olas (1993)

Socorro Diez (1994)

A la luna en punto (2000)

Mini-antología de cuentos tradicionales (2001)

Amorcitos sub-14 (2003)

Poemas para todos los días (2004)

Corazonadas (2005)

Treinta y cuatro lauchitas (2009)

Una trenza tan larga… (2009)

Mil grullas (2011)

Puro ojos (2014)

Un día, una brújula (2015)


PREMIOS

Premio "San Francisco de Asís", otorgado por la Sociedad Misionera de Escritores, 1977

Premio «Alicia Moreau de Justo», 1985

Mención Especial en el Premio Nacional de Literatura Infantil, 1986

Premio Konex de Platino, 1994 y 2004

Faja de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE), 1972

Premio Edenor y Radio Clásica de Buenos Aires, , 2000

Premio Konex de Platino, 2004

 

 UN LIBRO DE ELSA BORNEMMAN









“Cuello duro” de Elsa Bornemann.
En Lisa de los Paraguas
© Elsa Bornemann
Ilustraciones: María de los Ángeles Torme
Diseño de tapa y colección: Plan Nacional de Lectura


Ministerio de Educación de la Nación
Secretaría de Educación
Plan Nacional de Lectura 2010
Pizzurno 935 (C1020ACA) Ciudad de Buenos Aires
Tel: (011) 4129-1075/1127
planlectura@me.gov.ar - www.planlectura.educ.ar
República Argentina, 2010





Cuello duro

Elsa Bornemann

 

–¡Aaay! ¡No puedo mover el cuello! –gritó de repente la jirafa Caledonia.

Y era cierto: no podía moverlo ni para un costado, ni para el otro: ni hacia adelante ni hacia atrás...

Su larguísimo cuello parecía almidonado.

Caledonia se puso a llorar.

Sus lágrimas cayeron sobre una flor.

Sobre la flor estaba sentada una abejita.

–¡Llueve! –exclamó la abejita.

Y miró hacia arriba.

Entonces vio a la jirafa.

–¿Qué te pasa? ¿Por qué estás llorando?

–¡Buaaa! ¡No puedo mover el cuello!

–Quedate tranquila. Iré a buscar a la doctora doña vaca.

–Y la abejita salió volando hacia el consultorio de la vaca.

Justo en ese momento, la vaca estaba durmiendo sobre la camilla.

Al llegar al consultorio, la abejita se le paró en la oreja y

–Bsss... Bsss... Bsss... –le contó lo que le pasaba a la jirafa.

–¡Por fin una que se enferma! –dijo la vaca, desperezándose–. Enseguida voy a curarla.

Entonces se puso su delantal y su gorrito blancos y se fue a la casa de la jirafa,

 


caminando como una sonámbula sobre sus tacos altos.

–Hay que darle masajes –aseguró más tarde,

cuando vio a la jirafa–.

Pero yo sola no puedo. Necesito ayuda.

Su cuello es muy largo.

Entonces bostezó:

–¡Muuuuuuuaaa! –y llamó al burrito.

Justo en ese momento, el burrito estaba lavándose los dientes.

Sin tragar el agua del buche debido al apuro,

Se subió en dos patas arriba de la vaca.

¡Pero todavía sobraba mucho cuello para masajear!

–Nosotros dos solos no podemos –dijo la vaca.

Entonces, el burrito hizo gárgaras y así llamó al cordero.

Justo en ese momento, el cordero estaba mascando un chicle de pastito. Casi ahogado por salir corriendo, se subió en dos patas arriba del burrito.

¡Pero todavía sobraba mucho cuello para masajear!

–Nosotros tres solos no podemos –dijo la vaca.

Entonces, el cordero tosió y así llamó al perro.

Justo en ese momento, el perro estaba saboreando su cuarta copa de sidra.


 

Bebiéndola rapidito, se subió en dos patas arriba del cordero.

¡Pero todavía sobraba mucho cuello para masajear!

–Nosotros cuatro solos no podemos –dijo la

vaca. Entonces, al perro le dio hipo y así llamó

a la gata. Justo en ese momento, la gata estaba

oliendo un perfume de pimienta.

Con la nariz llena de cosquillas, se subió en

dos patas arriba del perro.

¡Pero todavía sobraba mucho cuello para masajear!

–Nosotros cinco solos no podemos –dijo la vaca.

Entonces, la gata estornudó y así llamó a don conejo. Justo en ese momento, don conejo estaba jugando a los dados con su coneja y sus conejitos.

Por eso se apareció con la familia entera: su esposa y los veinticuatro hijitos en fila. Y todos ellos se treparon ligerito, saltando de la vaca al burrito, del burrito al cordero, del cordero al perro y del perro a la gata.

Después, don conejo se acomodó en dos patas arriba de la gata. Y sobre don conejo se acomodó su señora y más arriba -también uno encima del otro- los veinticuatro conejitos.

–¡Ahora sí los masajes! –gritó la vaca–. ¿Están listos, muchachos?


 

–¡Sí, doctora! –contestaron los treinta animalitos al mismo tiempo.

–¡A la una... a las dos... a las tres!

Y todos juntos comenzaron a masajear el cuello de la jirafa Caledonia al compás de una zamba, porque la vaca dijo que la música también era un buen remedio para calmar dolores.

Y así fue como -al rato- la jirafa pudo mover su larguísimo cuello otra vez.

–¡Gracias amigos! –les dijo contenta–.

Ya pueden bajarse todos.

Pero no, señor.

Ninguno se movió de su lugar. ¡Les gustaba mucho ser equilibristas!

Y entonces -tal como estaban, uno encima del otro- la vaca los fue llevando a cada uno para su casa.

Claro que los primeros que tuvieron que bajarse fueron los conejitos, para que los demás no  perdieran el equilibrio...

Después se bajó la gata; más adelante el perro; luego el cordero y por último el burro.

Y la doctora vaca volvió a su consultorio, caminando muy oronda sobre sus tacos altos. Pero ni bien llegó, se quitó los zapatos, el delantal y el gorrito blancos y se echó a dormir sobre la camilla.

¡Estaba cansadísima! 


,

.

 

 

 

 

 

 

ELSA BORNEMANN

Nació en Buenos Aires en 1952. Es narradora, guionista y traductora. Entre los numerosos e importantes premios que recibió por sus libros y por su trayectoria, se destacan la Faja de Honor de la SADE por El espejo distraído, y el Premio Nacional de Literatura Infantil.

Fue la primera escritora argentina que integró, en 1976, la Lista de Honor de IBBY por su libro

Un elefante ocupa mucho espacio.

 

¿Querés leer más de esta autora?

Tinke tinke; 

El cumpleaños de Lisandro;

Cuadernos de un delfín;

Bilembambudín; 

Disparatario;

La edad del pavo;

No somos irrompibles;

Socorro;

Lobo rojo y Caperucita;

El espejo distraído

FUENTES

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