Thomas Cole nació en Bolton le Moors, Lancashire,
Inglaterra, el 1 de febrero de 1801.
Fue un pintor estadounidense
de origen británico, fundador de la Escuela del río Hudson. Empezó a pintar
paisajes de la zona del río Hudson, con el objetivo de lograr «un estilo
elevado de paisaje» en el que el mensaje moral fuese equivalente al de la
pintura de historia. Pintó también temas bíblicos.
Los padres de Thomas Cole fueron
James Cole y Mary Cole.
Su infancia se desarrolló en
una zona industrial inglesa en una familia de pocos recursos.
Comenzó su carrera artística como
xilógrafo en Bolton, siendo muy joven.
En 1819 emigró a Estados
Unidos con sus padres y continuó trabajando como grabador.
En el año 1823 comenzó a
estudiar en la Academia de Bellas Artes de Pensilvania en (Filadelfia) y a
pintar paisajes. También elaboraba retratos para ganarse la vida.
En el año 1825 se trasladó a Catskill,
en el estado de Nueva York, sobre el río Hudson.
Pronto adquirió fama por sus
paisajes de tono alegórico y romántico, que están considerados como las
primeras pinturas paisajísticas importantes de su país.
Se centró en los paisajes de
la ribera del río Hudson, así como en las montañas de Catskill y las Montañas
Blancas de New Hampshire.
Estas obras tuvieron un
notable éxito y se vendieron con rapidez en Nueva York, Baltimore y Hartford,
gracias también a la ayuda del prominente pintor de historia John Trumbull,
quien vio sus cuadros en un escaparate y los recomendó a sus amigos.
Cole tomaba apuntes al aire
libre y luego elaboraba sus obras en el taller. Concebía el paisaje como un
escenario de contenido simbólico, que expresaba ideas espirituales y
filosóficas, en consonancia con el paisajismo de corte romántico que se
practicaba por entonces en Europa.
Cataratas de Kaaterskill (1826), Wadsworth Atheneum,
Hartford
En su obra se percibe una
concepción trinitaria: arte, religión y naturaleza forman un conjunto
estructurado y armónico. Así, aunque algunos de sus paisajes son plenamente
naturalistas (como Cascadas de Kaaterskill, 1826), en otros sirven de escenario
para desplegar un mensaje de contenido simbólico, como en su serie El viaje de
la vida (1840), formado por cuatro lienzos que representan la infancia, la
juventud, la madurez y la vejez.
Expulsión. Luna y luz de fuego (1828), Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid
En el año 1829 con 28 años,
Cole tuvo la buena fortuna de atraer la atención de Luman Reed, el mecenas que
le sufragó un viaje a Europa entre los años 1829 y 1832 y 1841 y 1842 .
En Londres, Cole en Londres conoció
las obras de Constable y a Turner, que influyeron notablemente en su trabajo.
Su mayor estancia fue en
Florencia, donde se alojó con Horatio Greenough copiando y pintando paisajes y
escenas de la antigüedad, temas que le inspirarían durante el resto de su vida.
El
viaje de la vida: Vejez (1842), National Gallery of Art, Washington D.C.
Fue en este viaje donde
comenzó sus obras de sentido histórico o alegórico, como sus series El curso
del imperio (1836, New York Historical Society) y El viaje de la vida (1840,
Munson-William-Proctor Institute, Utica)
Debido a su fama, atrajo a un
grupo de paisajistas estadounidenses que luego llegarían a ser conocidos como
la Escuela del río Hudson: Asher Brown Durand, Albert Bierstadt, Frederic Edwin
Church, Jasper Francis Cropsey, etc.
Esta escuela se dedicó a la
exaltación del paisaje americano, al que identificaban como el nuevo Edén, con
predilección por una naturaleza salvaje y grandilocuente, a menudo con efectos
lumínicos y atmosféricos de carácter dramático.
Esta escuela fue la primera de
carácter nacional en Estados Unidos y, aunque en sus raíces hay alguna
influencia del paisajismo europeo, sus soluciones son modernas y originales, lo
que supuso el punto de arranque de la pintura estadounidense autóctona. Su obra influyó también en el llamado
luminismo americano.
Acueducto cerca de Roma (1832)
De regreso en Estados Unidos, en 1832 pinta su obra más
famosa, El curso del imperio (The Course of Empire), una serie compuesta
de cinco lienzos que plasman el mismo paisaje, primero en su estado primitivo,
sin seres humanos.
El segundo cuadro representa una situación edénica en la
que ya aparecen personajes pero sin que la naturaleza haya sufrido ningún
cambio o manipulación.
La
copa del gigante (1833), Museo Metropolitano de Arte, Nueva York
En el tercer cuadro, titulado La consumación imperial,
Cole presenta ese mismo paisaje ya urbanizado, con edificios magníficos, que en
el próximo lienzo aparecen en el transcurso de la destrucción física a manos de
un enemigo.
Y, por último, en el quinto cuadro, titulado Desolación,
hay solamente ruinas. En estas escenas de lujosos edificios se refleja la
influencia de la obra Embarque de santa Úrsula (1641), de Claude Lorraine, que
vio en la National Gallery.
Durante toda su vida Cole
compaginó la actividad pictórica con la poesía y la redacción de ensayos, como
su Essay on American Scenery, que fue publicado en 1835 y en el que
desarrollaba sus teorías artísticas.
The
Oxbow (La U) - (1836), Museo Metropolitano de Arte, Nueva York
El
curso del imperio: la consumación del imperio - 1836
En el año 1836 trasladó su
residencia a Catskill, que hasta entonces había sido su lugar de vacaciones.
El jardín del Edén 1838
En torno a 1840 se convirtió a
la iglesia episcopaliana, momento en el que su interés en el valor espiritual y
sublime del paisaje evolucionó hacia una interpretación religiosa.
En el año 1844 Edwin Frederic
Church se convirtió en discípulo suyo.
Il
Penseroso - 1845
Cruz
al atardecer (1848), Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid
Murió en Catskill, Nueva York,
el 11 de febrero de 1848.
FUENTES
https://www.buscabiografias.com/
https://www.mcnbiografias.com/
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