Maestro del Paisajismo
Carlos de Haes nació en Bruselas,
el 27 de enero de 1826.
Fue un pintor y grabador
español de origen belga.
Se lo puede clasificar como
paisajista dentro de la tendencia general del realismo. Fue uno de los más
activos maestros de la Cátedra de Paisaje en la Escuela Superior de la Academia
de Bellas Artes de San Fernando de Madrid desde 1857. De entre la nutrida
generación de alumnos que formó cabe destacar a Jaime Morera, Aureliano de
Beruete, Agustín Riancho y Darío de Regoyos.
Sus padres fueron Arnoldus Cornelius de Haes y Theresia Joanna Carolina Nerinckx,
Pertenecían a una familia sin
ninguna vinculación artística y dedicada por completo a la vida comercial y
financiera.
Fue el primogénito de siete
hermanos en una familia de buen pasar económico.
Una crisis económica obligó a
la familia a trasladarse a España, estableciéndose en Málaga en 1835, donde Arnoldus,
su padre, habría de regentar un comercio textil, Carlos tenía 9 años.
Por imperativos económicos, su
familia se trasladó a España en 1835, instalándose en Málaga, ciudad en la que
Haes tomó sus primeras nociones de dibujo del pintor canario Luis de la Cruz y
Ríos (1776-1853).
Su segundo maestro fue,
coincidiendo con su regreso a Bélgica en 1850, Joseph Quinaux (1822-1895),
pintor belga que le guiaría durante los cinco años de estancia en su país de
origen.
En ese periodo Haes visita los
estados vecinos y pinta sus primeros paisajes —de espíritu tardorromántico— y
llega a participar en el Salón de Amberes de 1855.
En 1855 regresó a España,
donde hizo amistad con Juan Federico Muntadas, heredero, tras la
Desamortización del Monasterio de Piedra, recinto en el que ambos pasaron el
verano de 1856, donde entre los muchos apuntes y cartones que pintó puede
mencionarse la Vista tomada en las cercanías del Monasterio de Piedra, Aragón,
que llevado luego a lienzo fue premiado con una primera medalla en la
Exposición Nacional de 1858.
Cercanías
del Monasterio de Piedra (Aragón)-1856
Nuévalos
(Aragón) - 1856
Un paisaje. Recuerdos de
Andalucía, costa del Mediterráneo, junto a Torremolinos, 1860, ganador de la
Primera Medalla en los Premios de pintura en las Exposiciones Nacionales de
Bellas Artes de España.
En 1857, obtiene la cátedra de
paisaje de la Academia de San Fernando, en estos años obtiene la nacionalidad
española.
Gana los primeros premios de
las Exposiciones Nacionales en 1858-60-62.
En el año 1958 consiguió el
primer galardón en la Exposición Nacional Española.
Un
paisaje. Recuerdos de Andalucía, costa del Mediterráneo, junto a Torremolinos,
1860, ganador de la Primera Medalla en los Premios de pintura en las
Exposiciones Nacionales de Bellas Artes de España.
Culmina este buen periodo de
su vida en 1860, cuando fue elegido académico de número en San Fernando.
Su discurso de ingreso, titulado
"De la pintura de Paisaje Antigua y Moderna", constituye un excelente
autógrafo de su ideología pictórica.
En ese mismo año de 1860
publica 19 grabados al aguafuerte en la revista El Arte en España; los
recopilará en el tomo Ensayos de Grabado al agua-fuerte, publicado en 1862 y
del que se producirán otras dos ediciones ampliadas, en 1898 y en el periodo
1911-1932.
Entre 1871 y 1876, extendiendo el radio en el que Haes y sus alumnos hacen excursiones de pintura al aire libre, el maestro promovió campañas veraniegas en el Norte de España (Picos de Europa, País Vasco) que luego, rodeado de alumnado más selecto, se extendieron al País Vasco francés, Bretaña, Normandía y Frisia, al norte de Holanda.
Estas experiencias
plenairistas supondrían la formación en el ejercicio de la pintura del natural
de toda una generación de paisajistas que constituye la mayor antología de la
pintura española al aire libre.
El 15 de noviembre de 1875, Haes se casó con Inés Carrasco Montero.
Efímero matrimonio pues, en octubre de
1876, esposa e hija mueren de sobreparto.
La
canal de Mancorbo en los Picos de Europa, 1876, de Carlos de Haes ( Museo del
Prado ).
El viejo Beruete y el joven
Jaime Morera serán a partir de ese momento sus compañeros de viaje,
especialmente el catalán.
La
torre de la iglesia -
Un
barco naufragado- 1883
Viajes sentimentales y reales
que Haes realizaría entre 1877 y 1884, desentrañando el paisaje de Normandía
(Villerville), Frisia, País Vasco (Guetaria, San Juan de Luz, Eaux-Bonnes), y
Bretaña (Rouen, Douarnenez).
Carlos de Haes
Los últimos bosquejos
conocidos de Haes se fechan en 1897, durante una estancia en Algorta, al
cuidado de Morera y su esposa en la finca de "Jardigane".
Haes murió, en Madrid, el 17 de junio de 1898 víctima de una pulmonía, a los setenta y dos años de edad.
Su testamento autógrafo dejaba a Jaime Morera y a Luis Roig —como albaceas aún vivos— en libertad para el reparto de todos sus bienes y la recomendación de algunas preferencias.
HOMENAJES
Finalmente fue Morera el gran
gestor del legado, consiguiendo que se dispusiera una "Sala Haes" en
el recién creado Museo de Arte Moderno.
Las buenas intenciones de
Morera y el resto de alumnos fieles a Haes no pudieron evitar que el fabuloso
legado del maestro se dispersara en los años siguientes.
Lo mejor de su extensa obra
(cuatro mil cuadros y apuntes) se puede ver en el Museo de Málaga, en el Museo
de Arte Jaime Morera (legado Jaime Morera, 80 piezas) y en el Museo del Prado,
que recuperó 183 obras del conjunto originalmente donado al desaparecido Museo
de Arte Moderno.
Siguiendo el ideal académico, Haes consideraba que "el fin del arte es la verdad que se encuentra en la imitación de la naturaleza, fuente de toda belleza, por lo que el pintor debe imitar lo más fielmente posible la naturaleza, debe conocer la naturaleza y no dejarse llevar por la imaginación".
No se le ha considerado
plenairista a la francesa, pues era partidario de trabajar del natural solo los
bocetos preparatorios, mientras que el cuadro final debía, según él, ser
acabado con el trabajo clásico de taller.
Sin embargo, la mayoría de sus
alumnos practicaron dicho plenairismo sin entrar en convenciones teóricas o
dogmáticas, pintando del natural "al aire libre" («au plein-air») y
dejando —algunos de ellos— uno de los más ricos capítulos del impresionismo
español.
SU ESTILO
De "revolución sin
desafíos", en el género del paisaje, podría calificarse la trayectoria
docente del maestro Haes.
A su llegada a España, la pintura oficial estaba representada por Vicente Camarón y Fernando Ferrant. La revolución personal de Haes emanó directamente de su entusiasmo, de sus indudables dotes y de su atractiva personalidad social. Sus campañas —de vocación plenairista— y la propuesta de un contacto directo con la naturaleza (algo que en España solo habían practicado oficialmente Martín Rico y su malogrado amigo Vicente Cuadrado), resultaron un incentivo irresistible para las jóvenes generaciones de paisajistas y para otros pintores "vocacionales" o aficionados que, por su desahogada situación económica, no necesitaban someterse a los corsés y directrices estéticas tradicionales de la Academia, el mercado del arte y la crítica oficial.
Los
nuevos métodos de acercamiento casi lúdico a los escenarios naturales
coincidirían con los postulados de la ILE (enmarcados ya en un futuro próximo a
las correrías pictóricas de Haes).
Quizá el dato más significativo del secreto gusto plenairista de Haes fue el celo con que atesoró hasta su muerte su colección de pequeños estudios, pintados «in situ», simples ejercicios de reto personal ante el placer estético y la seducción de la naturaleza.
FUENTES
https://www.buscabiografias.com/
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