Fue un destacado pintor, escultor y ceramista uruguayo. Su carrera artística abarcó más de cinco décadas, durante las cuales se convirtió en una figura influyente en el arte contemporáneo del país.
A los trece, catorce años de Dante, Gualberto Larrondo un compañero de liceo fue su primer impulsor al arte.
Un día hizo un dibujito y Larrondo se lo mostró a Dumas Oroño su profesor.
Larrondo
le dijo: “Mire, profesor, qué buen dibujo que hizo Nantes”. El profesor lo miró y dijo que
estaba muy bien.
Entonces Larrondo le preguntó si su amigo podría ir a al taller del Museo.
Hugo no sabía de qué hablaba su amigo y Larrondo le explicó que era un taller en donde te enseñaban a dibujar.
Hugo Nantes se anotó y allí comenzó su carrera.
También recibió cursos de grabado en la Escuela Nacional de Bellas Artes con el grabador Adolfo Pastor.
En el año 1983 viajó a Egipto, Grecia y nuevamente Europa.
sin que esto le impidiera realizar más de 300 exposiciones individuales y crear un sinnúmero de obras a lo largo de su vida.
“ABSTRACTO”
Técnica mixta sobre fibra -39 x 49 cm.
La década del 70 fue muy productiva en esculturas, creando una serie llamada Esperpentos en Galería del Notariado.
“ABSTRACTO”
Técnica mixta sobre fibra de vidrio 44 x 54 cm.
En 1978, crea Chatarras, que es ubicada en la Alianza Cultural Uruguay-Estados Unidos.
Participa en las bienales de San Pablo, Venecia, París.
(foto Presidencia de la República)
Lo primero que impresiona en el resultado que obtenía es su portentosa expresividad. Las figuras de Nantes se alzan, negras y desgarbadas como fantasmas, parientas de las tallas africanas pero también de las moles de Rodin, con un empuje vital paralizado por el golpe del artista en el punto exacto donde el gesto facial, la inclinación de la cabeza, el ademán del brazo o la actitud del cuerpo alcanzan una marca imperiosa de comunicatividad. Contemplando esas obras, cabía imaginar a un Nantes apremiado por la urgencia de atrapar ese gesto mientras sus manos impacientes modelaban, doblaban, ataban y torcían los materiales, en una búsqueda acelerada por el instinto infalible de los dedos.
Con toda seguridad, al comenzar a trabajar tenía una idea global del resultado, pero también se le podía cruzar lo imprevisible, a causa del rendimiento inesperado de un material, de la azarosa presión de las manos o del efecto de la luz sobre el objeto, hasta desembocar en cambios o transformaciones que explican en parte el asombroso vigor de sus siluetas humanas. Esas mujeres nocturnas de semblante erosionado, sobre el cual llueve una ocasional policromía (como si el descuido del color formara parte de los desgastes de la edad) o esos viejos de mejillas chupadas, cuencas hundidas y boca que parece abrirse para el clamor, integran el desfile que nos quiso legar Nantes: el que nos obliga a mirarnos en el menos favorable de los espejos, que también es el más veraz y más perforador.
La fealdad es allí una referencia y el espanto que deriva de ella es un reflejo de otros terrores, de la misma manera en que la mortificación de esos cuerpos atravesados por chapas, alambres y clavos no es sólo un tormento físico. En la anticipación cadavérica de sus criaturas, Nantes instalaba la visión personal de una realidad cuya descomposición se vuelve allí carnal. Por detrás de esas efigies desairadas, pinchadas por los estiletazos de un humor atroz y detrás de la capacidad provocativa que semejante lenguaje logra sobre el contemplador, yace cierta piedad, una suerte de solidaridad en negativo, la ferocidad de un amor al prójimo que se revela en lo deplorable para sobrecoger y de esa forma despabilar a quien mira, como podía hacerlo Goya un siglo y medio antes. Y como Nantes recurría a la deliberada falta de nobleza de materiales de desecho, esos restos y desperdicios eran también un comentario sarcástico, de doble fondo, un campo expresivo en el cual este escultor tuvo además la grandeza que puede acompañar a los solitarios."
Entre ellas se destacan el monumento ubicado en la Plaza Armenia de Montevideo y en una gran variedad de edificios públicos y privados, entre ellos la sede actual de la Presidencia de la República (Edificio Libertad), el Hospital Maciel, la recuperada empresa de neumáticos Funsa, el Panteón de la Caja Notarial, el Parque Deportivo Camunda Gil de su ciudad natal de San José.
Varios museos, entre ellos el Museo Nacional de Artes Visuales, el Museo Municipal de Bellas Artes, el Museo de San José y el de Maldonado ofrecen muestras permanentes de su amplia obra.
Homenaje. Nantes (al centro), en diciembre de 2007 en el Edificio Libertad, rodeado por Jorge Vázquez y Miguel Angel Toma.
Entre los más destacados recordamos.
1963- Gran Premio Medalla de Oro XXVII Salón Nacional
1965 -Primer Premio Medalla de Oro Vigésimo noveno Salón.
1998 - Recibió asimismo el Premio Figari del Banco Central.
HOMENAJES
Desde la muerte de Hugo Nantes se
han realizado varios homenajes en su honor, destacando su contribución al arte
en Uruguay.
Exposición en el Museo
Nacional de Artes Visuales:
En 2008, se llevó a cabo una
exposición individual titulada "Homenaje a Hugo Nantes", donde se
celebró su obra y legado artístico.
Recuerdos y Reflexiones:
Un año después de su
fallecimiento, se realizaron eventos que recordaron su influencia en el arte
contemporáneo y su amistad con otros artistas.
Estas actividades incluyeron la recreación de
sus famosas "Esculturas Negras".
Reconocimientos Continuos:
A lo largo de los años, su
trabajo ha sido objeto de estudio y admiración, manteniendo viva su memoria en
la comunidad artística uruguaya.
Hugo Nantes es recordado no solo
por su talento como pintor y escultor, sino también por su impacto en la
formación de nuevas generaciones de artistas.
LEGADO
El legado artístico de Hugo
Nantes es una amalgama de innovación técnica, crítica social y compromiso con
la identidad cultural uruguaya.
Su influencia perdura en las
nuevas generaciones de artistas y en la memoria colectiva del país.
El artista dejó un legado
profundo y multifacético en el arte uruguayo, caracterizado por su innovador
uso de materiales y su capacidad para reflejar la realidad social de su país.
Contribuciones
Artísticas
Uso de Materiales Reciclados:
Nantes es conocido como "el
rey de la chatarra" por su habilidad para transformar desechos y
materiales reciclados en esculturas emotivas y significativas.
Utilizaba clavos, alambres, chapa
y otros elementos, creando obras que no solo eran estéticamente impactantes,
sino que también llevaban un mensaje crítico sobre la sociedad.
Estilo Único y Crítico:
Su estilo se caracterizaba por
una estética que desafiaba las nociones tradicionales de belleza, utilizando
figuras grotescas y expresivas que reflejaban la condición humana.
Obras como sus
"Esperpentos" abordaban temas de marginalidad y sufrimiento social,
convirtiéndose en un espejo de la realidad uruguaya.
Impacto en la Escultura:
Nantes innovó en el campo de la
escultura contemporánea en Uruguay, integrando elementos del "feísmo"
y el realismo expresivo. Sus obras invitan a la reflexión sobre la identidad
nacional y los problemas sociales, consolidándolo como un referente en el arte
contemporáneo.
Influencia
Cultural
Educación y Formación:
A lo largo de su carrera, Nantes
no solo creó arte, sino que también se dedicó a la enseñanza, influyendo en
nuevas generaciones de artistas.
Su enfoque en el uso de
materiales no convencionales ha inspirado a muchos a explorar nuevas formas de
expresión artística.
Reconocimiento Internacional:
Participó en importantes
exposiciones y bienales, como la Bienal de San Pablo, lo que ayudó a posicionar
el arte uruguayo en el escenario internacional.
Su obra ha sido exhibida tanto en
museos locales como en colecciones internacionales.
Memoria Colectiva:
A través de su arte, Nantes
contribuyó a la construcción de una memoria colectiva sobre los traumas
sociales y políticos de Uruguay.
Sus obras invitan a una reflexión
crítica sobre el pasado reciente del país, convirtiéndose en un vehículo para
la educación y el diálogo social.
1 comentario:
Interesante nota. Gracias por compartir!
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