UN AFANOSO BUSCADOR DE LA excelencia
Julio
Herrera y Reissig nació en Montevideo, el 9 de enero de 1875.
Poeta
uruguayo considerado una de las cumbres del modernismo y uno de "los
cuatro delfines" y herederos de Rubén Darío, junto a Leopoldo Lugones,
Amado Nervo y Ricardo Jaimes Freyre. El propio fundador del movimiento lo
citaba como el modelo ideal del poeta, por su exotismo, su rechazo a las
servidumbres de la vida cotidiana y su aislamiento, que culminó con las
exclusivas tertulias de la "Torre de los Panoramas", un altillo
céntrico con vistas marítimas, que entre 1902 y 1907 Herrera convirtió en eje y
monumento del decadentismo rioplatense.
Perteneció
a una familia patricia uruguaya, de situación económica desahogada y conexiones
importantes en el ámbito social y cultural.
Contemporáneo
de Florencio Sánchez, María Eugenia Vaz Ferreira y el español Antonio Machado.
Dr. Manuel Herrera y Obes y Carlota Reissig
El padre
de Julio fue el Dr. Manuel Herrera y Obes y su tío ministro y más tarde presidente de
la República fue el Dr. Julio
Herrera y Obes.
Su madre
fue Carlota Reissig, perteneciente a una familia de abolengo patricio.
En matrimonio
tendría nueve hijos, Julio
fue el sexto hijo.
Julio nació
en una ciudad bien preparada para el Modernismo debido al relativamente alto
nivel de alfabetización y desarrollo de la cultura escrita, la prensa, el
comercio de ultramar, etc. Pese a ello Montevideo, ciudad dominada por un
estricto positivismo modernizador, se abrió comparativamente tarde al
Modernismo.
La familia
vive en una de las tan características casas señoriales del Prado. En este
soleado y apacible lugar
transcurren los primeros siete años de su vida.
A los
cinco años Julio tiene su primera crisis de una grave enfermedad congénita del
corazón, quelo
condenará por vida a sobrellevar una salud frágil, siempre necesitada de
especiales cuidados.
En el año
1882, las deudas que su padre- Manuel Herrera y Obes- debe pagar a causa de la
quiebra del Banco Herrera Eastman, obligan a la familia a vender la casa del
Prado y mudarse al centro en la calle
Mercedes. Julio tenía siete años.
Logran
mantener un buen pasar económico, ya que su padre es nombrado Director de las
Clases Pasivas.
Este
mismo año comienza la educación escolar de Julio. Concurre al Colegio Lavalleja
y luego pasa a la institución salesiana, Colegio Parroquial del Cordón, en el Sagrado
Corazón a que da origen el antedicho colegio, y finalmente asiste al Colegio
San Francisco.
Recibe la
educación común a la época, para los niños de las altas clases sociales:
Castellano, Aritmética, latín, Geografía, Historia, Religión, Caligrafía, etc.
No es un
alumno que descuelle, s bien
a fin de año rinde sus exámenes sin dificultad.
En 1890
su tío, Julio Herrera y Obes, es electo Presidente de la República y Julio, con
sus jóvenes 15 años disfruta de su brillante posición social.
Es joven,
de buena presencia, ocurrente, conversador, de inteligencia ágil muy ingenioso
e irónico.
Ingresa
como funcionario de la Alcaidía de la Aduana, empleo conseguido por su tío
Julio Herrera y Obes , allí trabajará por dos años.
Este
mismo año muere su abuelo, Manuel Herrera y Obes.
En el año
1891 muere su hermano Rafael, “el renguito” de carácter dulce y tranquilo, cinco
años mayor que él. Julio se sumerge en
una profunda pena . Este triste acontecimiento lo pone en el camino de la
poesía donde, en versos desgarrados, aflora el sentir sincero del adolescente
que sufre y se hace muchas pregunta.
Julio se
expresaba así:
"Caigo
en lágrimas sobre mi tristeza,
tú te
marchaste con ritual belleza.
¿Por
cuáles soledades vas ahora
que te
llama mi llanto a toda hora
y no
responde tu palabra suave?"
En el año
1892 renuncia a su trabajo por considerarlo de escasa jerarquía y porque, en
realidad, no tiene ningún apremio económico.
Se
enferma ataca gravemente de tifoidea y cuando mejora, va a pasar la convalecencia
a la estancia del Coronel José Villar, en Salto, donde disfruta plenamente la
belleza del campo.
En 1895 es
nombrado Secretario de la Inspección Nacional de Instrucción Primaria, cargo
al que
renuncia también dos años después.
El
Director, Doctor José P. Massera, es sustituido por el Sr. Abel J. Pérez, Julio
Herrera, en gesto de delicadeza, presenta su renuncia, ya que el suyo era un
cargo "de confianza".
Para gran
sorpresa suya, la renuncia es aceptada. La posición de los Herrera cambió desde
el punto de vista político, desde que el Presidente Cuestas es antiherrerista.
Julio Herrera,
indignado, comienza a escribir Cosas de Aldea, sin publicarla,
solamente para desahogar su rabia , como antes había expresado por escrito su
dolor.
Sus
escritos se dirigen a imaginarios lectores, estampa estos conceptos dictados
por el orgullo y el desprecio.
Con el
tiempo absolutamente libre, dedica largas horas a la lectura y el 10 de enero
de 1898 publica por primera vez, en el periódico contrario a Cuesta, La
Libertad, un soneto titulado La Dictadura.
El 14 de
abril de este mismo año aparece en La Razón su poema Miraje, precedido de un
elogio
del crítico Samuel Blixen.
Funda en
el domicilio familiar, calle San José 119, El Cenáculo, antecedente de La Torre
de los Panoramas
A través
de Toribio Vidal Belo, conoce la poesía de Rubén Darío y Julián del Casal.
La
enfermedad cardíaca de Julio, ya bien diagnosticada desde el punto de vista
médico como una insuficiencia del ventrículo izquierdo, que intermitentemente
empuja en las crisis de "asma", eufemismo familiar de las
taquicardias, experimenta una crisis tan terrible que el poeta es desahuciado.
Años más
tarde, él mismo describirá este ataque cardíaco y su inesperada mejoría,
relacionando
estos
hechos con la entrada definitiva al mundo poético:
-"¿Queréis
saber de mi amistad primera?- Pues bien, fue con la muerte. Mi vocación por el
arte se me reveló de golpe frente a esa enlutada. Y también, a qué ocultarlo,
mi vocación por la Vida. Curé de un susto, debéis saberlo... " "Mi
lecho bailaba el cake walk ... " "La ciencia dijo: no salva. no puede
salvar.· Tiene un corazón absurdo, metafórico, que no es humano. Como lo oís,
fatalmente
desarrollado
el órgano del amor. .. me moría ... cosa inaudita ... "
Agrega
luego que la muerte lo llama: "¡Oh ven -me dijo- abriéndose de lujuria la
dama tétrica! Yo te esperaba: ¡Soy tuya!" "Pero al verla sin dientes,
tan angulosa, me volví fumando un cigarrillo".
Su buen
humor, capaz de bromear aun a expensas de una enfermedad que sigue
amenazándolo,
insinúa
que rechaza la muerte por su fealdad y le revela definitivamente su vocación
por la belleza, por el arte que trasciende la muerte, en intemporal hermosura.
Para
calmar las taquicardias, extremadamente frecuentes y dolorosas, usa, por
indicación
médica,
la morfina para aliviar su disnea.
Posteriormente,
Julio Herrera, recordando esta publicación y los conceptos vertidos por
Blixen a
su respecto, dirá en Razones Literarias: " ... me élancé (no hallo el
término en español)
publicando... una poesía cordilleresca, Miraje, la cual de golpe me hizo
célebre.”
Se
publica también el extenso y reiterativo Canto a Lamartine y los poemas A
Castelar y A Guido Spano, poemas de tono romántico, engolado, nacidos de
una admiración un poco ingenua; todos ellos muestran claramente que el poeta
aún no ha encontrado su camino.
Estimulado
por estos éxitos, inicia la publicación de La Revista, un quincenario que,
dirigido
y
administrado por él, aparecerá desde agosto de 1899 hasta julio de 1900, a lo largo
de veintidós números. En ella publica alguna obras como, La Musa de la Playa, Holocausto,
Wagneriana,
etc., a lo que deben agregarse también publicaciones en prosa como Programando,
Conceptos
A partir de entonces se aproxima a los escritores modernistas,
apartándose del romanticismo.
En el Canto
a Lamartine, trabaja de acuerdo a las nuevas tendencias literarias y puede
observarse esta evolución en el poema Holocausto.
En el año de 1899, la familia Herrera se
traslada a la calle Cámaras 96, donde funda el Segundo Cenáculo, lugar de
reunión de los jóvenes poetas montevideanos.
Roberto de las Carreras
En el año
1900, el escritor uruguayo Roberto de las Carreras publica Sueño de Oriente, donde
se
vierten conceptos ofensivos para la mujer uruguaya. El libro, que provoca un
verdadero
escándalo,
le vale la admiración de Julio Herrera y Reissig. En La Revista, analiza el
texto
y ensalza
al autor colocándolo muy por encima de lo que llama "el rebaño burgués de
nuestros
literatos".
En cuanto
a las indignadas críticas que Sueño de Oriente levanta entre los montevideanos,
Julio opina que "Roberto de la Carreras ha armado su libro para que
millones de verdugos lo arrojen al fuego, como antiguamente en la India se enfloraban
las mujeres destinadas al sacrificio".
Roberto
de las Carreras se comunica con Julio
Herrera y entabla una estrecha amistad.
Conoce a
Leopoldo Lugones a través del Consistorio del Gay Saber que dirigía Horacio
Quiroga.
En el año
1901 publica Las Pascuas del Tiempo en el Almanaque Artístico del Siglo XX.
Sigue
escribiendo Los Maitines de la Noche como el poema Solo verde-amarillo para flauta
(Llave de u).
En
colaboración con Roberto de las Carreras da comienzo al proyecto inconcluso Los
nuevos charrúas o Parentesco del hombre con el suelo (o Tratado de la
imbecilidad del país según el sistema de H. Spencer). Parte de este
texto lo incluyó en el Epílogo wagneriano a la Política de fusión
de Carlos Oneto y Viana.
Casa de la calle Ituzaingó donde fundaría la Torre de los
Panoramas
En el año
1902 publica el Epílogo wagneriano a La política de fusión de Carlos Oneto y Viana
en la Revista Moderna.
Compone
los poemas de La Sortija Encantada y Ciles alucinada.
Nace su
hija natural Soledad Luna que reconocerá a los dos años.
La
familia se traslada a la calle Ituzaingó donde fundaría la Torre de los
Panoramas.
En el año
1903 en su casa de Ituzaingó 235, esquina Reconquista, funda la Torre de los Panoramas, lugar de sus «tertulias lunáticas» y lugar ensalzado
por el poeta y sus contertulios, que era en realidad un altillo de la azotea de
su casa.
Ese año publica
Ciles
alucinada y traducciones de autores franceses, Baudelaire, Samain,
Zola, en Almanaque Artístico del Siglo XX. También una docena de poemas que
luego formarán parte de Los parques abandonados así como Desolación
absurda en Vida Moderna.
Compone además
sus poemas largos, La Vida y El laurel rosa en su primera versión
dedicado a Alberto Nin Frías.
Julieta de la Fuente
Conoce a
Julieta de la Fuente que será su pareja hasta su muerte.
Julio Herrera y Eduardo Fabini
En el año
1904 viaja a Minas y su paisaje bucólico incide en los poemas de Los
Éxtasis de la Montaña que continúa escribiendo. También escribe Elogio
de Minas.
Permanece
cinco meses, desde septiembre, en Buenos Aires, como Jefe de Archivo en el
Censo Municipal. Por ello se cierra la Torre de los Panoramas aunque se
realizarán algunas reuniones en el año siguiente.
En el año
1905 de regreso en Montevideo, y para ayudar a la precaria situación familiar,
trabaja con sueltos y crónica social en varios periódicos, Uruguay, La Prensa,
La Democracia. También en El Diario Español de Buenos Aires.
Publica
sonetos como El despertar, El regreso, El almuerzo hasta un
total de once que luego integrarán Los Éxtasis de la Montaña (El Diario
Español de Buenos Aires).
También
publica El Círculo de la Muerte.
En el año
1906 se produce la ruptura amistosa con Roberto de las Carreras por la propiedad
de una metáfora aparecida en el poema La Vida («el relámpago luz perla /
que decora su sonrisa»). Este hecho lleva a un mutuo y duro ataque en la
prensa.
Julio
publica La vida (Democracia de Montevideo) y El collar de Salambó en
El Diario Español de Buenos Aires.
Además publica
el cuento Mademoiselle Jacquelin.
En el año
1907 funda la revista La Nueva Atlántida apareciendo solo dos números.
Ha
publicado hasta esta fecha de modo disperso los poemas de Los Parques Abandonados,
primera y segunda serie, Los Éxtasis de la Montaña, primera y
segunda serie.
Publica Psicología
literaria en El Diario Español.
Solicita
un puesto de Cónsul al Ministro de Relaciones Exteriores, Antonio Bachini, el
cual le es denegado y a lo que responde con ironía y orgullo.
Julio Herrera y Reissig inyectándose morfina (1907)
Fuente: Historia de la Literatura Hispanoamericana, vol.
II, ed. Luis Íñigo-Madrigal, Madrid, Cátedra, 1987, p. 503
J. J.
Soiza Reilly publica «Los martirios de un poeta aristócrata» (Caras y caretas)
en el que hace gala del uso de la morfina y aparece en dos fotos inyectándose.
Ello contribuye a su leyenda de morfinómano.
El joven Herrera y Reissig tenía una barba rubia que lo
asemejaba a una difundida cabeza de Cristo, muy conocida, hecha por un pintor
alemán, famoso en aquel tiempo. Era alegre y ágil, un hombre fino, afectuoso,
incapaz de descomponer el ademán acogedor con una descortesía o de
extralimitarse con frases inconvenientes.
Sencillo, casi infantil. Con su sonrisa de niño enfermo y
sus ojos soñadores. Era prolijo para vestirse, a pesar de su pobreza. Cuidadoso
de los detalles. No usaba chalina, ni sombrero aludo, común en la época.
Nacido en un hogar burgués, usaba bastón, galera y un buen par de guantes
grises, característicos de su clase social en aquel tiempo.
En el año
1908 intenta llevar a cabo con su amigo César Miranda, un negocio de vinos que
fracasa rotundamente.
En julio
se casa con Julieta de la Torre. Muere su madre unos días después y su hermano
Alfredo enloquece. Se agudizan sus crisis cardiacas y su enfermedad.
Compone
los Sonetos
Vascos.
Amplía El
laurel rosa y se lo dedica a Sully-Prudhomme.
Se presenta
al Concurso del Conservatorio Labarden con la obra teatral La Sombra, cuyos
originales aparentemente los perdió José E. Rodó que formaba parte del jurado
Desde el
año 1909 su enfermedad, que se ha agravado y le aqueja ahora continuamente
inmovilizándolo
en cama.
Su
familia se ha dispersado poco a poco de la casa familiar, por la muerte y el
establecimiento de nuevos hogares.
Sufre
serios problemas económicos.
Julio Herrera y Reissig y su esposa Julieta de la Fuente
(1910)
Fuente: Roberto Bula Píriz, Herrera y Reissig (1875-1910).
Vida y obra. Bibliografía. Antología, New York, Hispanic Institute in the
United States, 1952, p. 67
El 10 de
febrero de 1910 parece abrirse una ligera esperanza al ser designado, para el
cargo de
Subarchivero-bibliotecario del Departamento Nacional de Ingenieros.
Ya está
muy enfermo y no puede concurrir a trabajar.
Sigue sin
embargo trabajando en su obra poética, Berceuse Blanca que ocupa su tiempo
hasta muy pocos
días antes de la muerte ocurrida a los treinta y cinco años de edad, el 18 de marzo de
1910.
HOMENAJES
Casa de Julio Herrera y Reissig -Academia Nacional de Letras
La
Academia Nacional de Letras es una institución pública sin fines de lucro con
personería jurídica que goza de total autonomía para cumplir sus fines
fundamentales: velar por la conservación y el enriquecimiento de la lengua
española en el Uruguay, así como contribuir, en lo pertinente, al desarrollo y
a la difusión de la cultura nacional. Fue creada por Decreto-Ley N° 10.360, del 10 de
febrero de 1943, siendo Presidente de la República D. Alfredo Baldomir y
Ministro de Instrucción Pública D. Cyro Giambruno.
La
Academia Nacional de Letras fue instalada en el Palacio Taranco, sede en ese
entonces del Ministerio de Instrucción Pública.
En
julio de 1997 se dispuso que todas las dependencias del Palacio Taranco fueran
destinadas a Museo de Artes Decorativas y, por Resolución Ministerial del 12 de
noviembre de 1997, se destinó la Casa de Julio Herrera y Reissig, “Torre de los
Panoramas”, para sede de la academia.
La
“Torre de los Panoramas” estaba ubicada en la azotea, de la casa de don Manuel
Herrera y Obes. En ella había un altillo, al que llevaba la escalera del piso
ocupado por la familia, en el edificio de dos plantas de la calle Juan Carlos
Gómez.
Desde
la azotea se podía observar todo el paisaje montevideano, al Sur, el río color sangre, color turquesa o
color estaño, al Norte, la edificación urbana, al Este, la línea quebrada de la
costa con sus magníficos rompientes, y más lejos el Cementerio, Ramírez y el
semicírculo de la Estanzuela, hasta el mojón blanco de la farola de Punta
Carreta; al Oeste, más pasaje fluvial, el puerto sembrado de
"steamers", y sobre todo, el Cerro, con su cono color pizarra y sus
casitas frágiles de cal o terracota.
Por
ser un mirador perfecto, en un Montevideo todavía de casa bajas, se le llamó
"La Torre de los Panoramas".
El
altillo era un cuartito de tres metros de largo por dos de ancho.
La
pequeña habitación contaba con una mesa vetusta y dos sillas desvencijadas.
Las
paredes estaban cubiertas con grabados de Gustavo Doré y retratos de escritores
admirados, figuras, recortadas de revistas en su gran mayoría y colgando en un
sitio visible, había un gorro turco y dos floretes oxidados.
Al
subir a la "Torre", sorprendía al visitante la siguiente inscripción:
"Está prohibida la entrada a los uruguayos". Tal advertencia
desconcertaba en un principio. Pero luego era fácil explicársela. Con ella
quería sugerirse el odio a la vulgar normalidad, a lo que la gente considera la
norma, Julio Herrera y Reissig y sus amigos tenían su mirada puesta en Francia,
en París cuyo "fermento
literario" buscó Rubén Darío para iniciar la evolución de la lírica
hispanoamericana. "La poesía era para el cenáculo de la "Torre"
-dice Alberto Zum Felde, estudiando la primera época de Herrera y Reissig- una
alquimia exótica que nada tenía que ver con la vida".
En
la azotea, a veces, había encuentros esgrimísticos, utilizando los dos floretes
oxidados.
César
Miranda dice “La Torre de los
Panoramas", la famosa torre que la imaginación de unos cuantos soñadores
erigiera poéticamente, es una bella impostura. Pero no por eso dejó de ser
realidad para todos". Se refiere a los que la frecuentaban.
Frecuentaban
la "Torre de los Panoramas" muchos jóvenes escritores, como Florencio
Sánchez. Pero los asiduos eran muy pocos: César Miranda ("Pablo de
Grecia"), Pablo Minelli González, Raúl Lerena Joanicó, que fue luego un
reconocido arquitecto, Roberto de las Carreras, Illa Moreno, Francisco Aratta,
etc
Sello
Calle Av. Julio Herrera y Reissig
"Tertulia lunática" fue un homenaje realizado a Julio Herrera y Reissig, organizado por el MEC en Marzo del 2010, participaron de la lectura Roberto Appratto, Tatiana Oroño, Gabriel Richieri, Mariella Nigro, Roberto Echavarren, Laura Alonso, Luis Bravo, Horacio Cavallo, Sabela de Tezanos y Héctor Bardanca
FUENTES
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