Blog de Arinda

OBJETIVO :En este Blog vas a encontrar mis producciones en pintura y escultura. Además, material recopilado a través de mi trabajo como maestra, directora e inspectora, que puede ser de interés para docentes y estudiantes magisteriales .

jueves, 12 de junio de 2025

12 DE JUNIO DE 1929 NACÍA ANA FRANK

 TESTIMONIO DE LA TRISTE Y HORRENDA BARBARIE NAZI




Millones de personas han leído su diario, que es uno de los documentos clave del horror del Holocausto declarado por la Unesco como Memoria del Mundo




Annelies Marie Frank Hollander, conocida en español como Ana Frank nació en Fráncfort del Meno, el 12 de junio de 1929.

Fue una niña judía alemana, mundialmente conocida gracias al Diario de Ana Frank, la edición en forma de libro de su diario íntimo, donde dejó constancia de los casi dos años y medio que pasó ocultándose, con su familia y cuatro personas más, de los nazis en Ámsterdam (Países Bajos) durante la Segunda Guerra Mundial. 

El 12 de mayo de 1925 se casan los padres de Ana

El 12 de junio de 1929 nace Ana Frank



Edith Holländer

Otto Frank
 
El padre de Ana, Otto Frank, trabajaba en el banco de la familia; la madre, Edith Holländer, era ama de casa.

Los Frank eran judíos alemanes. Los Frank y los Holländer eran familias judías que llevaban varios siglos residiendo en Alemania.

Margot Frank

Margot y su mamá 1928
Otto con sus hijas Ana y Margot 1931

Ana 1933

Ana Frank 6° Grado Escuela Montessori -Amsterdam 

Ana fue la segunda hija del matrimonio. Su hermana Margot tenía entonces tres años. 
Ana Frank, la segunda por la izquierda, es fotografiada en su décimo cumpleaños (1939) junto con sus amigas frente a la casa de los Frank en Ámsterdam.

 Para Margot y Ana fue una época feliz. En el barrio donde vivían había muchos niños para jugar. Sin embargo, sus padres estaban preocupados. Adolf Hitler y su partido culpaban a los judíos de los problemas sociales y económicos, convirtiéndolos en chivos expiatorios. El antisemitismo en Alemania aumenta.


 El bloque de apartamentos en la Merwedeplein donde la familia Frank vivió desde 1934 hasta 1942.

 Ana Frank y su amiga Sanne, en la plaza Merwedeplein.

La familia Frank escapó antes del inicio de la guerra y se refugió en Holanda, donde vivieron una etapa de tranquilidad, hasta que ese país cayó bajo la bota nazi.

Otto pudo montar una empresa en Ámsterdam; la familia encontró una vivienda en la plaza Merwedeplein. Las niñas iban a la escuela.

Otto trabajó duro en su fábrica y Edith se ocupó del hogar. Cuando la amenaza de la guerra en Europa aumentó, Otto intentó emigrar con su familia a Inglaterra o a los Estados Unidos, pero dichos intentos fracasaron. 

El 1 de septiembre de 1939, Alemania invadió Polonia. Este fue el comienzo de la Segunda Guerra Mundial.

Por poco tiempo pensaron que los Países Bajos no se verían comprometidos en la guerra; pero, el 10 de mayo de 1940, las tropas alemanas invadieron el país. Cinco días más tarde, los Países Bajos se rindieron y el país es ocupado por los alemanes. 



El 29 de abril de 1942 la familia Frank, al igual que el resto de los judíos en los Países Bajos, son obligados a utilizar la estrella amarilla.


Poco después, los ocupantes imponen medidas antijudías. Los judíos tienen prohibida la presencia en cada vez más sitios, Ana y Margot tienen que concurrir a una escuela exclusiva para judíos y Otto pierde su empresa.
 

Primera página del diario de Ana

El 12 de junio de 1942, Ana Frank cumplió trece años. Por su cumpleaños le regalaron un diario. Fue su mejor regalo. Comenzó a escribir en él enseguida: "Espero poder confiártelo todo (...) y espero que seas para mí un gran apoyo".

Ana anotó en su diario: “Los judíos deben llevar una estrella de David; deben entregar sus bicicletas; no les está permitido viajar en tranvía; no les está permitido viajar en coche"

Cuando fracasa un nuevo intento para emigrar a los Estados Unidos, Otto y Edith Frank deciden esconderse. En la «casa de atrás» del edificio donde funciona su fábrica, Otto prepara un recinto donde esconderse. Para ello, recibe la ayuda de Hermann van Pels – su empleado judío – y de sus empleados Johannes Kleiman y Víctor Kugler.


El 5 de julio de 1942 llega una citación por correo para Margot Frank: tiene que presentarse en un campo de trabajo en Alemania. Inmediatamente, al día siguiente, la familia Frank pasa a la clandestinidad. Una semana más tarde se agrega la familia Van Pels y, en noviembre de 1942, llega el octavo escondido: el dentista Fritz Pfeffer. Durante más de dos años permanecen escondidos en la Casa de Atrás.
El Escondite

Los escondidos no tienen que hacer ruido, sienten miedo con frecuencia y, bien o mal, tienen que pasar el tiempo juntos. Reciben ayuda de los empleados de oficina Johannes Kleiman, Víctor Kugler, Miep Gies en Bep Voskuijl, de Jan Gies, esposo de Miep, y de Johannes Voskuijl, jefe de almacén y padre de Bep. Estos ayudantes no solo proporcionan comida, ropa y libros a los escondidos, sino que también son su contacto con el mundo exterior.

“Está claro que no podemos mirar por la ventana ni salir fuera. También está 
 prohibido hacer ruido, porque abajo no nos deben oír”, anotó Ana en su  diario, el sábado 11 de julio de 1942.


En setiembre de 1943 Ana comenzó a sentirse deprimida, a pesar de haber sido antes una persona vivaz y sonriente. El encierro le hizo mal, deseaba tanto tener una vida normal que debió tomar valeriana periódicamente para calmar la ansiedad. Su familia se dio cuenta y también comenzaron a tratarla con medicamentos caseros.

A diferencia de la mayoría de los diarios, este estaba escrito en forma de cartas para alguien llamado Kitty. Al día de hoy todavía no se ha descubierto quien era Kitty. Algunos dicen que era su amiga Käthe "Kitty" Egyedi y otros que lo tomó prestado de su libro preferido, Joop ter Heul. Algunas de las primeras cartas están dirigidas también a otros personajes: Conny, Marianne, Emmy y Pop. Egyedi sobrevivió en los campos de concentración, y más tarde declaró que no le parecía que las cartas estuvieran destinadas a ella.
 


Durante el periodo en que estuvo escondida, Ana escribe sobre lo que ocurre en la Casa de Atrás y sobre sí misma. El diario es un gran apoyo para Ana, quien también escribe en él cuentos cortos y colecciona citas de escritores en su «Libro de Frases Bonitas»

Cuando el ministro de educación neerlandés hace un llamamiento – a través de la radio inglesa – a conservar los diarios escritos durante la guerra, Ana decide elaborar el texto de su diario para convertirlo en una novela a la que llamará «La Casa de Atrás». Ana comienza con la reescritura, pero, antes de terminar es descubierta junto con los demás escondidos, y arrestada.

Producto de una delación, las SS encontraron el escondite y deportaron a Ana y su familia a los infames campos de concentración.


.“Mientras la humanidad entera, sin excepción, no sufra una gran metamorfosis, la guerra seguirá haciendo estragos y todo cuanto se ha construido, cultivado y desarrollado volverá a ser cortado de raíz y aniquilado para volver a empezar a continuación.” Escribiría Ana el 3 de mayo de 1944


El 4 de agosto de 1944, los escondidos son arrestados, junto con los ayudantes Johannes Kleiman y Victor Kugler. 

Pasando por oficina central del Servicio de Seguridad alemán, la prisión y el campo transitorio de Westerbork [provincia de Drenthe, Países Bajos], los escondidos son deportados a Auschwitz. 

Los dos ayudantes antedichos son enviados al campo de Amersfoort [Países Bajos]. Johannes Kleiman es liberado poco después de su detención, Víctor Kugler consigue escapar del campo unos seis meses después de haber sido internado en él. 

Inmediatamente después de la detención, Miep Gies y Bep Voskuijl rescatan las hojas del diario de Ana, que han quedado en la Casa de Atrás. Pese a profundas investigaciones, hasta ahora no ha quedado claro cómo fue descubierto el escondite.

El único sobreviviente de los ocho escondidos fue Otto Frank, su padre. 
 
Tumba de Ana y Margot Frank en Bergen Belsen

Luego de permanecer en un campo de tránsito –Westerbork– Ana pasó a Auschwitz el 2 de septiembre de 1944 y de allí a Bergen Belsen. Allí Ana y su hermana Margot murieron, víctimas de las pésimas condiciones de vida y del tifus, que hizo estragos entre los detenidos de Belsen.

Para cuando Ana murió, en 1945, su madre ya había muerto de hambre y su hermana de tifus. Sobre su padre no habían tenido noticia, pero creían que estaba muerto.  Algunas semanas después de ese hecho, los británicos liberaron el campo de concentración Bergen Belsen, donde se encontraba.


En 1947, apenas dos años después de terminada la guerra, Otto publicó el diario bajo el título La casa de atrás (en neerlandés, Het Achterhuis).

Otto Frank

Otto Frank es el único de los ocho escondidos que sobrevive a la guerra. 

Durante su largo viaje de regreso a los Países Bajos es informado de que Edith, su esposa, ha muerto. Aún no sabe nada sobre sus hijas, y abriga esperanzas de poderlas volver a ver con vida. A principios de junio llega a Ámsterdam. Se dirige directamente a la casa de Jan y Miep Gies, con quienes vivirá durante siete años. 

Otto Frank intenta dar con sus hijas, pero, en el mes de julio, recibe la noticia de que ambas han muerto en el campo de concentración de Bergen-Belsen, a causa de enfermedades y penurias. 

Miep Gies le entrega entonces las hojas del diario de Ana. Otto lee el diario y encuentra en él a una Ana muy distinta de la que conocía. Está muy impresionado.

Llegaron a sus manos a través de Miep Gies, una alemana que escondía a los Frank. Cuando los soldados se llevaron a la familia, ella guardó los papeles con la intención de devolverlos a Ana. Solo pudo dárselos a Otto ,quien los publicó sabiendo que el sueño de Ana era ser escritora.

La mujer nunca leyó los escritos mientras estuvieron en sus manos, pero dijo que si hubiera sabido su contenido los habría destruido porque tenían demasiada información como para incriminar a algunas personas, incluida ella misma por ocultarlos.

Ana escribió en su diario que, más tarde, quería ser escritora o periodista, y que quería editar su diario en forma de novela. Amigos de Otto convencen a este de la gran elocuencia del diario. El 25 de junio se edita el diario bajo el título de «La Casa de Atrás», en una tirada de 3.000 ejemplares. Le seguirían muchas reimpresiones, traducciones, una pieza teatral y una película.


 HOMENAJES

 MUSEO



Museo

Habitación que perteneció a Ana


Personas de todo el mundo toman conocimiento de la historia de Ana Frank. Durante los años siguientes, Otto Frank contesta miles de cartas enviadas por gente que ha leído el diario de su hija. En 1960, la Casa de Ana Frank se convierte en museo. Otto Frank permaneció vinculado a la Fundación Ana Frank y bregó por los derechos humanos y el respeto entre las personas hasta su muerte, en 1980.

SELLO




MONUMENTOS



 "Ana Frank", obra del uruguayo Rubens Fernández Tuduri.La escultura está emplazada en el Parque de la Amistad (Av. Rivera 3275)

 

 Monumento a Ana Frank en Ámsterdam


Monumento a Ana Frank, Gràcia, Barcelona, 2008


El monumento de Ana Frank se encuentra frente al Museo Caraffa y de espaldas a la Plaza España, en la ciudad de Córdoba, y fue emplazada en 1995 



En la Plaza Reina de Holanda, ubicada en el dique 3 de Puerto Madero, frente al Puente de la Mujer, un monumento a Ana Frank realizado por la artista holandesa Jet Schepp, una escultura réplica de una similar instalado frente a la exvivienda de la joven víctima del Holocausto en la ciudad de Ámsterdam.

LEGADO

El legado de vida que Ana Frank ha dejado y que permanece hoy es profundo y multifacético, abarcando la memoria histórica, la educación en derechos humanos, la literatura y la inspiración para la lucha contra la intolerancia.

Ana Frank dejó un legado de memoria, esperanza, educación y humanidad, vigente hoy como símbolo universal de resistencia frente a la intolerancia y la injusticia.

Testimonio del Holocausto y Humanización de la Historia

El diario de Ana Frank, escrito durante los dos años que pasó escondida de la persecución nazi, se ha convertido en uno de los testimonios más leídos y conmovedores del Holocausto. Su relato ofrece una visión íntima y personal de la vida bajo la opresión, permitiendo a millones de lectores comprender la tragedia humana detrás de los genocidios y las guerras, más allá de las cifras y los datos históricos. Ana, a través de sus palabras, humanizó el sufrimiento de millones de víctimas, dándole rostro y voz a quienes fueron perseguidos y asesinados.

 

Símbolo de Esperanza y Resiliencia

A pesar de las circunstancias extremas, Ana mantuvo la esperanza y la fe en la bondad humana. Su diario no solo documenta el miedo y la angustia, sino también sus sueños, aspiraciones y reflexiones sobre la vida, el amor y la justicia. Esta dualidad —la crudeza de la persecución y la esperanza juvenil— ha hecho que su historia trascienda generaciones y fronteras, convirtiéndose en un símbolo universal de resistencia y optimismo ante la adversidad.

 

Herramienta Educativa y Lucha contra la Intolerancia

El diario de Ana Frank es lectura obligatoria en muchas escuelas y ha sido fundamental para educar sobre el Holocausto, el antisemitismo y los peligros del odio y la discriminación. Su historia invita a la reflexión sobre los derechos humanos y la importancia de la tolerancia y el respeto hacia todas las personas. Además, la Casa de Ana Frank en Ámsterdam y diversas fundaciones asociadas en todo el mundo promueven actividades educativas y proyectos para combatir el racismo y fomentar la memoria histórica.

 

Inspiración Cultural y Literaria

El impacto de Ana Frank va más allá de su diario: su vida ha inspirado obras de teatro, películas, adaptaciones literarias y museos, manteniendo vigente su mensaje y acercándolo a nuevas generaciones. Su diario ha sido traducido a más de 70 idiomas y ha vendido millones de copias, consolidándose como un referente literario y cultural global.

 

Recordatorio Permanente

El legado de Ana Frank es un recordatorio constante del poder de la voz individual y de la importancia de no olvidar los horrores del pasado para evitar que se repitan. Su historia sigue siendo invocada como advertencia sobre la inhumanidad y como llamado a la empatía, la memoria activa y la defensa de la dignidad humana.

 


FUENTES
 http://www.annefrank.org
https://historia.nationalgeographic.com.es/

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