8 DE JUNIO DÍA MUNDIAL DE LOS
OCÉANOS
LEMA 2021 “El océano: vida y medio de
subsistencia”
El océano es el origen y el
motor de toda la vida en este planeta, y está bajo amenaza.
Una gran parte del problema:
la contaminación.
¿Cómo llega la basura al
océano? Es vertida, bombeada, derramada, filtrada e incluso lavada con nuestra
ropa. Cada año, exponemos las vías fluviales del mundo a una creciente variedad
de contaminantes: desechos plásticos, químicos, petróleo crudo y más.
Afortunadamente, no es
demasiado tarde para limpiar nuestras acciones. Comparte la verdad sobre la
contaminación del océano y ayuda a marcar la diferencia.
HISTORIA
La Asamblea General de las
Naciones
Unidas decidió que a partir de 2009, designar el 8 de junio Día Mundial de los
Océanos en virtud de su resolución 63/111 , de fecha 5 de diciembre de 2008.
El concepto de un «Día Mundial
de los Océanos» fue propuesto por primera vez en 1992 en la Cumbre de la Tierra
en Río de Janeiro como una manera de celebrar los océanos que comparten los
países de mundo y nuestra relación personal con el mar, así como para crear
conciencia sobre el papel crucial que los océanos desempeñan en nuestras vidas
y las distintas maneras en que las personas pueden ayudar a protegerlos.
La Comisión Oceanográfica
Intergubernamental (COI) de la Organización de las Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) patrocina la Red Océano Mundial,
que desde el 2002 desempeña un papel fundamental en la organización de eventos
para sensibilizar al público sobre la importancia del océano el 8 de junio.
Junto con la UNESCO, otras
agencias de la ONU trabajan en la protección de los ecosistemas costeros y
marítimos con el fin de reducir los impactos negativos sobre los mismos: el
Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), como agencia
especializada en asuntos medioambientales; la FAO, para fortalecer la
gobernanza global y las capacidades administrativas y técnicas de los miembros
y lidera la creación de consenso hacia una mejor conservación y utilización de
los recursos acuáticos; el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD), que gestiona proyectos de biodiversidad y desarrollo humano; y la
Organización Marítima Internacional, responsable de la seguridad del transporte
marítimo y la prevención de la contaminación marina y atmosférica por parte de
los buques.
DATOS QUE DEBEMOS SABER
Los océanos producen al menos 50% del oxígeno de nuestro Planeta
Los océanos absorben alrededor del 30% del dióxido de carbono producido por los humanos, amortiguando los impactos del calentamiento global.
Los océanos son clave en nuestra economía ya que se estima que 40 millones de personas trabajaran en industrias relacionadas con los mismos de cara a 2030.
Los océanos cubren las tres cuartas partes de la superficie de la Tierra, contienen el 97% del agua del planeta y representan el 99% de la superficie habitable del planeta en volumen.
Los espacios de mar abierto muestran que los niveles actuales de acidez han aumentado en un 26 por ciento desde el comienzo de la Revolución Industrial.
Las aguas costeras se están deteriorando debido a la contaminación y la eutrofización. Sin esfuerzos coordinados, se espera que la eutrofización costera aumente en 20 por ciento de los grandes ecosistemas marinos para el año 2050.Los
derrames de petróleo que acaparan titulares representan sólo el 12 por ciento
del petróleo en nuestros océanos. El triple de petróleo es llevado al mar a
través de los vertidos de nuestras carreteras, ríos y desagües.
Hay más plástico que peces. Ocho millones de toneladas métricas: es
la cantidad de plástico que arrojamos a los océanos cada año. Equivalente a
casi 57.000 ballenas azules, cada año. Para el 2050, habrá más plástico, que
peces en el océano.
Hay
tanta basura en el mar que formaron 5 islas, los escombros han formado parches de basura
gigantes. Hay cinco de ellos en todo el mundo, y el más grande - el Gran Parche
de Basura del Pacífico - incluye aproximadamente 1,8 billones de piezas de
basura y cubre un área dos veces el tamaño de Texas.
La basura del océano puede
romperse en pedazos más pequeños, conocido como microplástico, por la
exposición al sol y la acción de las olas, y después puede encontrar su camino
a la cadena alimenticia. Cuando finalmente se degrada (lo que lleva 400 años
para la mayoría de los plásticos), el proceso libera químicos que contaminan
aún más el mar.
Más plástico en el océano
viene de China e Indonesia que de cualquier otro lugar - juntos, representan un
tercio de la contaminación de plástico. De hecho, el 80 por ciento de la
contaminación plástica proviene de sólo 20 países, incluyendo los Estados
Unidos
Cada
vez que usas la lavadora de ropa, más de 700.000 microfibras sintéticas son
arrastradas a nuestras vías fluviales. A diferencia de los materiales naturales
como el algodón o la lana, estas fibras plastificadas no se descomponen. Un
estudio demostró que las microfibras sintéticas constituyen hasta el 85 por
ciento de toda la basura de la playa.
Por
muy desagradable que sea la contaminación del océano, lo que no podemos ver
puede ser peor: el 70 por ciento de la basura oceánica se hunde en el lecho
marino, lo que significa que es poco probable que podamos limpiarla.
Cuando
se arrojan al mar en grandes cantidades, los nutrientes agrícolas como el
nitrógeno pueden estimular un crecimiento explosivo de las algas. Cuando las
algas se descomponen, el oxígeno de las aguas circundantes se consume, creando
una vasta zona desoxigenada que puede resultar en la muerte masiva de peces y
otra vida marina.
En
2004, los científicos contaron 146 zonas hipóxicas (áreas con una concentración
de oxígeno tan baja que la vida animal se asfixia y muere) en los océanos del
mundo. En 2008, ese número se elevó a 405. En 2017, en el Golfo de México, los
oceanógrafos detectaron una zona muerta casi del tamaño de Nueva Jersey - la
mayor zona muerta jamás medida.
Uno
de los efectos de las emisiones de efecto invernadero es el aumento de la
acidificación de los océanos, que hace más difícil que especies como los
mejillones, las almejas y las ostras formen conchas, lo que disminuye sus
posibilidades de supervivencia, altera la cadena alimenticia y afecta a la
multimillonaria industria de los mariscos.
La
contaminación acústica generada por la navegación y la actividad militar puede
causar daños celulares a una clase de invertebrados que incluye medusas y
anémonas. Estos animales son una fuente de alimento vital para el atún, los
tiburones, las tortugas marinas y otras criaturas.
FUENTES
https://www.un.org/es/
https://www.quo.es/naturaleza
https://www.nationalgeographic.com.es/
https://www.conservation.org/
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