Blog de Arinda

OBJETIVO :En este Blog vas a encontrar mis producciones en pintura y escultura. Además, material recopilado a través de mi trabajo como maestra, directora e inspectora, que puede ser de interés para docentes y estudiantes magisteriales .

domingo, 26 de mayo de 2024

26 DE MAYO - HISTORIA DEL LIBRO PARTE I

El 26 de Mayo se celebra en el Uruguay el “Día del libro”, por ser el aniversario de la apertura pública de la Biblioteca Nacional ocurrida el 26 de mayo de 1816. Para saber más de este acontecimiento haz clic aquí: 26 DE MAYO - DIA DEL LIBRO EN URUGUAY
Por ese motivo me pareció interesante compartir este material sobre la historia del libro y la escritura.


LA HISTORIA DE LOS LIBROS 
 de M. Ilin
Comentado por el prof. Benedicto González Vargas

Capítulo I – El Libro Vivo:

 ¿Cómo era el primer libro? ¿Estaba impreso o escrito a mano? ¿Estaba hecho de papel o de cualquier otra materia? Si existe todavía, ¿en qué biblioteca se lo podría encontrar?
 Se dice que hubo una vez un hombre tan cándido que quiso buscar en todas las bibliotecas del mundo este primer libro. Pasaba días enteros hurgando entre montones y montones de libros carcomidos y amarillentos por los años. Sus ropas y sus zapatos estaban cubiertos por una espesa capa de polvo, como si acabase de realizar un largo viaje sobre una carretera polvorienta. Al fin encontró la muerte al caerse de una de esas grandes escaleras que se apoyan contra los estantes de una biblioteca.
Pero aún cuando hubiera vivido cien años más, sus búsquedas no hubiesen conducido a nada. El primer libro estaba ya podrido en la tierra, muchos millares de años antes de que él hubiese nacido.

 
En efecto, el primer libro fue un hombre, porque en esos lejanos tiempos cuando los hombres no sabían leer ni escribir, cuando no había libros, ni papel, ni tinta, ni lápices, las tradiciones y creencias de los antepasados, las leyes y costumbres, se transmitían gracias a la memoria de los hombres que pasaba de padres a hijos en la comunidad o tribu.
Hasta el día de hoy, en los más alejados rincones del mundo, hay todavía viejos y viejas que cuentan historias de las que no hay otra huella que su prodigiosa memoria.

Capítulo II – Los Ayuda memoria:
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  Entre los más conocidos están las “cartas nudos” que usaban los tártaros, los persas y los incas. Éstos últimos eran especialmente hábiles en este género de escritura y todavía hoy hay pastores en ese país que conocen el lenguaje de los nudos. Ellos se servían de una cuerda bastante gruesa a la cual ligaba como una franja de pequeños bramantes multicolores de extensión y grosor diferentes. Se hacían nudos en estos bramantes y cuanto más cerca estaba el nudo de la cuerda, más importante era el mensaje. Un nudo negro significaba la muerte, un nudo blanco el dinero y la paz, uno rojo la guerra, uno amarillo el oro, uno verde el pan. Los nudos sin color significaban cifras.
Leer una carta escrita de esa manera no es una cosa fácil y era preciso tener en cuenta el grosor de la cuerda, así como también la manera cómo los nudos estaban hechos y situados.
Los niños peruanos debían aprender el alfabeto de los nudos, o kwipa, así como nuestros niños aprenden el abecedario.(1).
Otros indios, los hurones y los iroqueses se servían de conchas de colores. No era fácil traducir el sentido de las conchas de colores. Los jefes de tribus tenían bolsas llenas. Los jóvenes de las tribus iroquesas se reunían dos veces por año en un lugar determinado del bosque para aprender de boca de los viejos el misterio de las pequeñas conchas.
Cuando una tribu india enviaba un mensaje a otra tribu, el mensajero llevaba con él sus sartas de colores que llamaban wampun.
-Escuchad mis palabras, jefe, y mirad estas conchas -decía mostrándoles las sartas que reflejaban los colores del arcoíris. Y a continuación pronunciaba un discurso designando una concha para cada palabra. Sin una explicación de viva voz era muy difícil comprender el wampun.
Supongamos cuatro conchas suspendidas de un bramante: una blanca, una amarilla, una roja y una negra. El mensaje podría significar:
“Haremos una alianza con vosotros, si nos pagáis un tributo, pero si no queréis pagarlo, os haremos la guerra y os masacraremos a todos”
Aunque también podría significar:
“Os pedimos hacer la paz y estamos dispuestos a daros oro. Nosotros moriremos si la guerra continúa”
Por lo tanto, para evitar los errores, cada indio debía leer el mensaje junto con entregar las cuentas. En este caso, el mensaje no reemplaza a la persona, solo sirve de ayuda memoria.

 

 Capítulo III – Los Objetos que Hablan:
 

Era preciso que hubiese hombres muy hábiles para comprender la significación de los nudos y de las conchas, pero había otros métodos mucho más simples para enviar mensajes. Si una tribu quería declarar la guerra a otra, le enviaba un venablo o una flecha. Si deseaba la paz, le enviaba tabaco y una pipa.
En el Asia meridional los escitas, una tribu procedente de Rusia, enviaron una vez a los persas una carta compuesta por un pájaro, un ratón, una rana y cinco flechas. Esta rara carta quería decir:
Persas, ¿sabéis volar como un pájaro, esconderos bajo la tierra como un ratón, saltar a través de los pantanos como una rana? Si no lo sabéis, nos nos hagáis la guerra, porque sucumbiréis bajo nuestras flechas”
¡Cuánto más comprensibles son nuestras cartas!


Capítulo IV – Una carta en imágenes: 
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Los hombres no aprendieron a escribir con alfabeto de un solo golpe. Al principio los hombres dibujaban para escribir. Por ejemplo, para nombrar un reno, lo dibujaban y si quería unirlo al verbo “cazar”, dibujaban cazadores. No nos olvidemos que los seres humanos aprendieron a dibujar desde las cavernas, así puede verse en muchos lugares donde vivieron los pre-históricos, como en las cavernas de Altamira en España.
Nunca nosotros nos hubiésemos enterado de cómo vivían y en qué creían nuestros lejanos antepasados, si no hubieran registrado sus dibujos en la dura roca.

 
 Capítulo V: La Escritura en Jeroglíficos:
 
Escriba egipcio

Muchos hombres sabios han pasado numerosos años tratando de descifrar el enigma de los dibujos misteriosos que cubrían los muros de los templos y de las pirámides del antiguo Egipto. Había algunos fáciles de comprender: eran los que representaban escenas de personajes ocupados en toda clase de trabajos diferentes. Se veían en ellos escribas con su rollo en la mano y su pluma detrás de la oreja, mercaderes que vendían collares, perfumes, pasteles y pescados. Había igualmente sopladores de vidrio, joyeros cincelando brazaletes y anillos de oro, guerreros con sus escudos recubiertos de cuero, corriendo en formación regular ante el carro del faraón.




Pero estos dibujos, comprensibles para todo el mundo y que representaban la vida de la gente que vivió hace millares de años, están rodeados de muchos otros cuya significación es oscura. Sobre estos monumentos egipcios se encontraban grabados serpientes, búhos, gansos, leones con cabeza de pájaro, flores de loto, manos, pies, hombres sentados sobre sus talones y otros con los brazos colocados detrás de sus cabezas, escarabajos y hojas de palmera. Todas estas imágenes están dibujadas con largos y finos trazos como las letras de un libro. Entre ellos se encuentran igualmente innumerables formas geométricas de todas clases.
Estos símbolos misteriosos o jeroglíficos traducen siglos de la historia egipcia e indican las costumbres y los hábitos de su pueblo.
Pero a pesar de los esfuerzos de los científicos no se lograba descubrir el significado de esta escritura. Los koptos, descendientes de los antiguos egipcios, no podían ayudar demasiado, porque ya habían olvidado la vieja escritura.


La Piedra de Rosetta es un fragmento de una antigua estela egipcia de granodiorita inscrita con un decreto publicado en Menfis en el año 196 a. C. en nombre del faraón Ptolomeo V. El decreto aparece en tres escrituras distintas: el texto superior en jeroglíficos egipcios, la parte intermedia en escritura demótica y la inferior en griego antiguo. Gracias a que presenta esencialmente el mismo contenido en las tres inscripciones, con diferencias menores entre ellas, esta piedra facilitó la clave para el entendimiento moderno de los jeroglíficos egipcios.

Profesor Jean François Champollion (1790-1832) -descifró la escritura de la piedra Rosseta

Sin embargo, se llegó a descubrir el secreto de los jeroglíficos. En 1799 soldados franceses desembarcaron en las costas de Egipto bajo las órdenes del general Napoleón Bonaparte. Mientras cavaban trincheras en los alrededores de la ciudad de Rosseta, descubrieron una enorme piedra lisa, que llevaba una inscripción en griego y en egipcio. ¡Qué alegría la de los sabios en presencia de aquel descubrimiento! ¡Qué larga búsqueda terminada! ¡Poseían al fin la clave de los jeroglíficos! Pero no fue tan fácil, transcurrieron 23 años antes de que Champollion lograra descifrar la clave exacta (2). 
 Rollo egipcio de papiro

Poco a poco algunas de esas imágenes fueron reemplazadas por sílabas y finalmente por letras. De esas letras deriva nuestro alfabeto, pero para ello pasaron millares de años. Pero ¿Por qué cambiaron las letras?
Porque la vida de los hombres cambia. Las tribus nómadas pasaron de la caza a la agricultura y la ganadería, los artesanos y comerciantes. Así fue como el ganadero perdió la habilidad de dibujar vacas y el comerciante sus mercancías. Cada uno de ellos fue marcando sus propiedades con signos especiales. Los signos reemplazaron cada vez más a los dibujos. Si la escritura egipcia era mayoritariamente dibujo, la de persas y babilonios no tiene ninguno. Ellos escribían sus trazos sobre ladrillos de arcilla con un bastón puntiagudo. Les resultaba una escritura extremadamente fina y en forma de cuña, por eso es conocida como cuneiforme.



 Tablilla de piedra grabada con escritura pictográfica procedente de la ciudad mesopotámica de Kish (Irak), datada en el 3 500 adC. Dibujada a tamaño natural, aproximadamente. Probablemente es el vestigio más antiguo conocido de escritura; y consta de pictogramas que representan cabezas, pies, manos, números y trillos. Se conserva en el Departamento de Antigüedades del Ashmolean Museum, Oxford (Gran Bretaña).

 El primer documento conocido de la antigua lengua persa (que pertenece a la familia indoeuropea), en escritura cuneiforme, datado en el siglo V antes de nuestra era.
Fue hallado en Persépolis y se conserva en la Universidad de Chicago. (Foto © University of Chicago)

Babilónica


 Georg Friedrich Grotefend

Pasaron muchos años sin que se lograra descifrar la escritura cuneiforme, pero fue el profesor alemán  Georg Friedrich Grotefend quien logró la hazaña con paciencia y observación, ya que él no dispuso nunca de una escritura en dos idiomas como Champollion. Un día, observando inscripciones funerarias de los reyes persas, se percato que unos signos se repetían y supuso que allí decía “rey”. Contaba entonces con tres letras. Luego buscó una en que al vocablo rey lo siguieran siete letras que, él suponía, debían corresponder a Darivuch (Darío). Al localizarla, ya tenía siete letras.

 Cartucho en la escritura de la piedra de Rosetta

En otra inscripción reemplazo las letras conocidas y le quedó algo así como Chiarcha, quedando un solo signo libre al principio. Para un sabio como él no fue difícil saber que se trataba del fonema K y el nombre Kchiarcha, se correspondía con la forma antigua del rey Jerjes.
Ya tenía la hebra de la madeja y así siguió buscando letras hasta descifrar el alfabeto. En todo caso, tanto Champollion como Grotefend lograron aprender estos alfabetos olvidados a partir de descifrar los nombres de los reyes que la historia había conservado.


 Capítulo VI: La migración de las letras:
 
Sistema ideográfico chino

La escritura en imágenes cambió poco a poco en escritura con signos, pero los jeroglíficos subsisten aún, por ejemplo, en las señales de tránsito y en la escritura oficial de los pueblos orientales como China, Japón y Corea, cuya escritura ideográfica(3) es, en realidad, escritura jeroglífica.



 
Nuestro alfabeto proviene del griego. Éste, a su vez procede del fenicio, que se considera tradicionalmente la primera forma de escritura que da el salto de los silabarios a los alfabetos. Según la mitología, fue Cadmo, marido de Armonía y padre de Europa, quien llevó el alfabeto fenicio a Grecia. El alfabeto griego tiene veinticinco letras.

Nuestro alfabeto deriva, en todo caso, de imágenes. ¿Se acuerdan del abecedario en que aprendieron a leer? Al lado de la A, seguramente había un árbol y al lado de B, tal vez un burro y así, sucesivamente. Los hyksos hicieron lo mismo, así se originó el abecedario. Para representar A dibujaban la cabeza de un toro (aleph, en su lengua) y para B, una casa (bet) y así el resto. ¿Verdad que Aleph-Bet es como alfabeto?
Los hyksos conquistaron a los egipcios y así sus símbolos se integraron con los jeroglíficos, después pasó a los fenicios y de allí a todo el mediterráneo. Sus signos son los mismos que usamos nosotros hoy como letra, con algunas modificaciones.
De Fenicia pasó a Grecia y luego a Roma, Roma los llevó a todo el mundo antiguo y en tiempos de la Conquista y los grandes navegantes llegaron a América, África y el lejano Oriente. Terminaron imponiéndose como alfabeto universal.
Originalmente los egipcios escribían como los chinos de arriba hacia abajo y de derecha a izquierda, pero la tinta egipcia no era tan buena como la china (que seca rápido) y los escribas, a veces, borraban con el brazo lo escrito al avanzar hacia la izquierda, por eso empezaron a hacerlo como lo hacemos hoy, de izquierda a derecha. Digamos que escribir de izquierda a derecha y a lo ancho, en vez de a lo largo, es de un gusto muy occidental.

Notas:
(1) Indudablemente, Ilin se refiere a los niños del imperio Inca y al objeto que nosotros llamamos Kipu.
(2) Los jeroglíficos que estaban encerrados en un marco representaban nombres y cada imagen representaba un fonema. Champollion lo descubrió al encontrar inscripciones de Ptolomeo y Cleopatra.
(3) Representa ideas y no fonemas.


Para saber más haz clic aquí:   26 DE MAYO- HISTORIA DEL LIBRO - PARTE II

FUENTE:
 http://pedablogia.wordpress.com
http://es.wikipedia.org

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