EL REY DEL show humorístico
del
uruguay
Ricardo Espalter Arrieta nació en Montevideo, el 14 de abril de 1924.
Fue un actor
y humorista uruguayo. Su carrera en la actuación le llevó a cruzar a ambos
lados del Río de la Plata, consagrándose con una vasta lista cinematográfica,
teatral y televisiva en Uruguay y Argentina.
Espalter se inició en el teatro
uruguayo a temprana edad, e incursionó en el arte de la pantomima, que en el
futuro le daría una inusitada capacidad histriónica con la expresividad de su
rostro.
Espalter era todo lo que uno no se imagina cuando piensa en un actor icónico de una época y de una manera de hacer reír. Reservado, taciturno, algo tímido, de pocos amigos pero incondicional a ellos, risa difícil y pésima memoria. Un hombre que, en su juventud, se creyó destinado a un trabajo público y descolorido en la Administración Nacional de Usinas y Trasmisiones Eléctricas (UTE).
Sin embargo, había dentro de él
un artista que no iba a quedarse de brazos cruzados y que afloró gracias a la
pantomima, cuando se alejó de su sueño primigenio de convertirse en cantante.
Porque antes de dialogar, con sus compañeros y con el público, Espalter subía a
los escenarios uruguayos con la cara pintada, a lo Marcel Marceau: “Llegué a
hacer dos obras que fueron muy buenas. Enseguida pasé a Club de Teatro; llegué
a actuar en Buenos Aires, en el Lola Membrives, como parte del Festival de
Teatro Independiente”. Faltaba mucho para el éxito, pero la argentinidad del
artista comenzaba a forjarse.
En 1961, en una de esas tantas
funciones del Club de Teatro fue “descubierto” por los hermanos Jorge y Daniel
Scheck, que buscaban gente nueva para un experimento televisivo todavía sin
nombre. “Me llevaron con la orden de no hablar. Tenía que estar detrás de un
mostrador, hacer cócteles y poner caras. Con el tiempo se dieron cuenta de que
no solo podía hablar, sino también cantar y bailar”. En el universo
Telecataplúm, todo era posible.
Telecataplúm
En 1962 debutó el ciclo de humor, que revolucionó a la televisión uruguaya. Por el ritmo de trabajo (el programa salía en vivo los viernes y se ensayaba durante el resto de la semana), el actor había decidido abandonar definitivamente el teatro y dedicarse exclusivamente a la televisión. Las sensaciones en la audiencia fueron unánimes, hasta el momento no se había visto nada similar en cuanto a humor de excelencia. El brillante primer año en pantalla de Telecataplúm tuvo en noviembre de ese año un corolario impensado para Espalter y el resto del grupo: la posibilidad de probar suerte en Buenos Aires.
Julio Frade, director musical,
actor y figura clave del elenco en sus diferentes formaciones, recuerda aquella
época, y a su compañero: “Todos trabajábamos juntos en la creación y cada uno
sabía muy bien cómo explotar las habilidades diferentes de cada personaje.
En su vida privada, Ricardo
también era muy serio, pero tenía un gran sentido del humor. Era
fundamentalmente un mimo con gran dominio de su cara y de sus gestos”.
A fines de 1962 se realizó en
Uruguay la entrega de los Premios Ariel, con una fiesta en la que también
estuvieron invitadas varias celebridades argentinas. Fueron parte de la velada
Paloma Efrom (“Blackie”), David Stivel, Juan Carlos Thorry y Pinky, entre otros
invitados.
El grupo de Telecataplúm actuó esa noche haciendo la parodia de un coro ruso, con la gestualidad de Espalter como gran protagonista.
Los aplausos llegaron acompañados de una certeza: el grupo
tenía que llegar a la televisión argentina. En marzo de 1963 ya estaban
haciendo la versión nacional de Telecataplúm en Canal 13, y dos años después se
mudaron a Canal 11.
A pesar de lo que se pueda creer, ni Ricardo ni el resto de sus compañeros eran un hito de audiencia. Tal vez la ausencia de un capocómico, tal vez el estilo de humor o el ritmo generaban cierta reticencia al principio. En una entrevista televisiva, Ricardo Espalter recordaba la explicación que en su momento les dio Pedro Simoncini, uno de los fundadores de la TV privada en la Argentina y, en la década del 60, conductor de los destinos del canal: “Nunca tuvimos un gran rating. El programa era visto en Barrio Norte y Belgrano R. Pero, como nos decía Simoncini: ‘El rating que tiene Telecataplúm es un rating que vende coches, y el que tiene fulano (un exitoso humorista local) es el que vende yerba’”. Lo revolucionario de la propuesta primero llamó la atención y después llevó al público a encariñarse cada vez más con este grupo de talentos.
Sin embargo, con un reconocimiento en ascenso en ambas orillas, explotó una bomba: la disolución del elenco original. Por presuntos discrepancias económicas, en 1968, Espalter, Enrique Almada, Eduardo D’angelo, Andrés Redondo, Berugo Carámbula, Raimundo Soto y Henny Trayles se abrieron del resto. Y aunque en ese momento no lo sabían, esta decisión marcaría sus destinos: “Todos nos quedamos sin trabajo y dijimos ‘¿qué hacemos?’, ‘¿cómo vivimos?’. Por primera vez en mi vida no sabía qué hacer, yo había renunciado a la UTE y tenía una mujer y un hijo.
Entonces decidimos hacer una obra para llevar a Punta del Este, no por el lugar en sí sino porque sabíamos que estaba lleno de argentinos. Hicimos Jaujarana, que era un espectáculo muy bien pensado. Siempre fui partidario de hacer las cosas raras, las que no hace nadie”.
La década del 70 en nuestro país continuó con Hupumorpo en Canal 13, Comicolor en ATC (dirigido por Carmelo Santiago y coincidente con la llegada de la televisión color) y Los rapicómicos en la temporada 1982-1983.
Con cada nuevo desafío, el grupo se asentaba y pulía un estilo que, sin perder de vista sus orígenes, se aggiornaba al gusto local.
Y que encontró su pináculo de popularidad en Hiperhumor a partir de 1984, cuando el grupo cedió a la tentación de Alejandro Romay y pasó a Canal 9: “Nosotros nos encontrábamos siempre en el aeropuerto con él, que era todo un personaje; “El zar de la televisión’. Siempre quiso tenernos. Nos veía y decía: ‘Ustedes tienen que estar conmigo’.
Cuando le devolvieron Canal 9, una de las primeras cosas que hizo fue contratarnos. ‘Se cumplió mi sueño, los tengo trabajando conmigo’, nos dijo. Era un gran admirador”.
En
Uruguay conoció el éxito de la mano de Telecataplum, el programa con el cual
abrieron el juego del humor en la televisión, teniendo un estilo único, fino y
original que los llevó a cruzar a la Argentina y consagrarse allí también junto
con la troupe denominada Los Uruguayos la cual integraban Eduardo D'Angelo,
Gabriela Acher, Enrique Almada, Julio Frade, Raimundo Soto, Henny Trailes, Andrés
Redondo, Alfredo de La Peña, Berugo Carámbula y el mismo Espalter.
Ricardo Espalter.
En la misma línea, fue
protagonista de los programas humorísticos tales como Telecataplum, Jaujarana,
Hupumorpo, Comicolor, Los Rapicómicos, Híperhumor, Decalegrón y la telecomedia
Son de diez (muchas de las cuales fueron emitidas por el Canal 10, y Canal 12
de Montevideo y retransmitidas por otras emisoras nacionales y extranjeras).
Espalter, D’Angelo,
Almada, Henny Trailes y Raymundo Soto en la tv argentina
En Buenos Aires también supo
ganarse su lugar y hacerse, por consiguiente, con una gran audiencia que lo
siguió tanto en teatro como en cine o televisión. Formó equipo, además, con los
grandes humoristas argentinos Alberto Olmedo, Niní Marshall, Alfredo Barbieri,
Luis Landriscina, Javier Portales, Tita Merello, Jorge Porcel, Luis Sandrini,
Lolita Torres y Nélida Lobato.
Ricardo Espalter obtuvo gran
popularidad por interpretar personajes como Toto Paniagua, Marieta Rivarola y
el candidato político Pinchinatti.
Era impresionante su expresividad
facial; en 1974, en una crónica del diario argentino.La Nación lo describían
así: "cara pálida y llena, con cierta expresión hondamente preocupada que
atrae las carcajadas por alguna razón misteriosa, como si esas cejas afligidas
(de pronto distendidas por una sonrisa inesperadamente atractiva que
transfigura ese rostro cómicamente hosco y confuso) alcanzaran alguna fuente de
risa asimismo confusa, indiscernible."
El Senado uruguayo le tributó un homenaje.
Teatro
Espalter en 1999.
Realizó varias temporadas
teatrales en Montevideo, Punta del Este, Buenos Aires y Mar del Plata junto con
Eduardo D'Angelo, Cacho de la Cruz, Berugo Carámbula, Henny Trayles, Julio
Frade, Raimundo Soto y Enrique Almada, con este último formó una dupla cómica
incomparable aún recordados hoy en ambos márgenes del Río de la Plata.
Las propuestas de los grandes
productores de teatro como Alejandro Romay no tardaban en llegar.
La última obra teatral en la cual
tuvo una participación fue en el año 2006 Humorum Uruguayensis en el Teatro
Stella D'Italia de Montevideo.
El Teatro Maipo de Buenos Aires
le abrió sus puertas y trabajo varias temporadas en dicha sala.
En 1981 ganó el Diploma al Mérito
otorgado por la Fundación Konex y en 1974 ganó el premio Martín Fierro.7
(1944 - 1946) Boys and Girls - Cine Libertad y Cine Biarritz. Montevideo
(1957) Cándida - Sala Verdi.
Montevideo
(1957) Celos del Aire - Teatro La
Máscara. Montevideo
(1957) El dios indiferente -
Teatro La Máscara - (Montevideo), y Festival de teatro rioplatense (Atlántida,
Canelones).
(1959 - 1960) Con o sin palabras
- Pantomima Teatro La Máscara, Montevideo
(1960) Silencio: gente en obra -
Pantomima Teatro La Máscara, Montevideo.
(1960) Santa Juana - Club de
teatro (Montevideo). Festival de teatro rioplatense en Buenos Aires Teatro Lola
Membrives y en el Fray Mocho.
(1960) Auto de la compadecida -
Club de teatro (Montevideo). Festival de teatro rioplatense en Buenos Aires
Teatro Lola Membrives y en el Fray Mocho.
(1962) A la hora de almorzar -
Club de Teatro, Montevideo.
(1968) Jau... Montevideo - Teatro
del Palacio Salvo, Montevideo.
(1968) Jaujarana - Teatro Nogaró,
Punta del Este.
(1970) Vamo, vamo, vamo - Buenos
Aires y Mar del Plata.
(1971) Jaujarana también - Teatro
Stella D'Italia, Montevideo.
(1976) El Toto - Confitería del
Jockey club, Mar del Plata.
(1978) El gran cambio - (Enrique
Almada, Berugo Carambula, Raimundo Soto y gran elenco. Dirección: Carlos A.
Petit. Teatro Lola Membrives, Buenos Aires.
(1989) Esposa para dos - Teatro
Stella D'Italia, Montevideo.
(1990) Sobretodo (con Graciela
Rodríguez y Cacho de la Cruz - Teatro Stella D'Italia, Montevideo.
(1991) Esta noche, es la noche -
Teatro Stella D'Italia, Montevideo.
(1993) Garúa - Teatro de la Candela,
Montevideo.
(1994) Amantes - Teatro del
Centro, Montevideo.
(1995) Desayuno en Manhattan (con
Beatriz Massons. Dirección: Omar Varela. - Teatro Alianza, Montevideo.
(1996) El Corrupto - Teatro
Alianza, Montevideo.
(1996) La Asesina y su amante - Teatro
Stella D'Italia, Montevideo.
(2006) Humorum Uruguayensis (con
Cacho de la Cruz, Julio Frade, Eduardo D'Angelo, Laura Sánchez y Adriana
Restano. Dirección: Jorge Denevi) - Teatro Stella D'Italia, Montevideo.
Filmografía
Parte del elenco del
programa "Telecataplum", de izquierda a derecha: Enrique Almada,
Eduardo D'Angelo, Raimundo Soto, Ricardo Espalter y Emilio Vidal.
La raya amarilla (corto) (1962)
La industria del matrimonio
(1964)
Cómo seducir a una mujer (1967)
¡Quiero besarlo, señor! (1973)
Los irrompibles (1975)
La película (1975)
La noche del hurto (1976)
La fiesta de todos (1978)
Toto Paniagua, el rey de la
chatarra (1980)
El telo y la tele (1985)
Los taxistas del humor (1987)
La pandilla aventurera (1990)
Más loco que un crucero (1990)
El dirigible (1994)
Gardel: ecos del silencio (1997,
dir. Pablo Rodríguez)
Maldita cocaína (2001)8
Televisión
Telecataplum (Teledoce, 1962)
Jaujarana (Canal 11 de Buenos
Aires, 1969-1971)
Hupumorpo (Canal 13 de Buenos
Aires, 1974-1977)
Decalegrón (Canal 10 de
Montevideo, 1977-2002)
Sábados Gigantes (Canal 13 de
Chile, 1978-1993)
Comicolor (ATC, 1979-1981)
Los Rapicómicos (ATC, 1982-1983)
Híperhumor (Canal 9 de Buenos
Aires, 1984-1987 y 1989-1990)
Shopping Center (Canal 9 de
Buenos Aires, 1988)
Zapping (Canal 9 de Buenos Aires,
1988)
El gordo y el flaco (Telefe,
1991-1992)
Son de diez (Canal 13 de Buenos
Aires, 1992-1995)
Gastos comunes (Canal 10 de
Montevideo, 1998, dir. Álvaro Ahunchain, con Luis Orpi)
Falleció el 10 de marzo de 2007,
a los 82 años, en el sanatorio Mautone de la ciudad de Maldonado, como
consecuencia de un fallo renal.
Sus restos descansan en el
Cementerio del Norte de Montevideo.
Ricardo Espalter no solo logró ser profeta en su tierra, sino también en Argentina. Con sus sucesivas visitas y gracias a un despliegue único de talento y comicidad, la colonia artística comenzó a acercarse a ellos, a respetar cada uno de sus trabajos.
Este infrecuente fenómeno de comunión, que unió las dos costas del Río de la Plata, permitió unos cuantos cruces impensados.
Espalter recordaba en particular aquel en el que unos universitarios argentinos se acercaron a pedirles por favor si podían actuar en Telecataplúm: “Un día, nosotros estábamos ensayando en el Hotel Richmond y caen dos muchachos que eran de un conjunto que se llamaba I Musicisti, pero que luego pasaría a ser Les Luthiers.
Querían ver qué posibilidades tenían de hacer un número en el programa nuestro. Vinieron a la semana siguiente, nos lo mostraron y gustó. Pero Daniel Schek les dijo: ‘Hay un pequeño problema: ustedes no pueden aparecer en la mitad de Telecataplúm, cinco o seis caras que no conoce nadie. Les vamos a hacer una presentación’.
Así nació “Noches cultas” -reconvertido más adelante en “Veladas
paquetas”-, que era lo que hacía Raimundo Soto con nosotros. Después ellos
tomaron esa idea y en sus espectáculos las empezó a hacer Marcos Mundstock. Ese
‘profesor’ que presentaba y hablaba con autoridad era el mismo personaje que hacía
Soto. A los Les Luthiers después los conoció y trató.
FUENTES
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