EL MAESTRO POETA

Infancia y Formación Temprana
Rubén Francisco Lena nace el 5 de
abril de 1925, en el barrio España de la
ciudad de Treinta y Tres, Uruguay.
Fue un escritor, compositor y
docente uruguayo.
Compuso una vasta obra musical
que fue interpretada por varios artistas de trayectoria; en particular, nutrió
el repertorio de Los Olimareños.
Su canción A don José fue
declarada «Himno popular uruguayo» y es cantada en las escuelas públicas en
homenaje a José Gervasio Artigas.
Los padres de Rubén Francisco
Lena fueron Francisco Lena y Haydée Bulgarelli.
Su padre era un sastre cuyos
servicios eran requeridos en una época en que la ropa de confección no era
común, lo que les permitía vivir con dignidad.
La familia vivía con modestos
medios económicos, pero según Rubén Lena, no sintió los aspectos desagradables
de la pobreza durante su infancia.
Rubén Lena fue el mayor de tres
hijos; sus hermanas eran Lila y Elita
El taller de su padre en el
barrio España de Treinta y Tres no solo era un lugar de trabajo, sino también
un espacio intelectual donde se reunían vecinos para discutir temas variados,
desde historia hasta literatura y música.
La sastrería de don Francisco fue
un espacio determinante en la formación del pequeño Rubén, ya que allí
recalaban vecinos con cierta avidez intelectual, lo que convertía al taller en
una especie de ateneo con charlas que iban desde historia a literatura, y, por
supuesto, no faltaba la música que comenzaba a expandirse a través de la
novedosa radiodifusión.
La música estaba en el aire, en su casa, en los cantos de
sus padres, en las audiciones que pescaba algún radioaficionado integrante del
“ateneo”. Más que como intérprete, Lena se formaba como escucha.
Por ello Rubén Lena comenzó a
tomar clases de guitarra en su infancia, aunque no fue una experiencia exitosa.
Según sus propias palabras, abandonó las clases al poco tiempo debido a
desavenencias con el profesor.
Entre la ciudad y las chacras de
sus abuelos, el mundo urbano y el de la campaña y su naturaleza siempre fue un ambiente que lo atrajo e influyó en la
formación temprana de Rubén Lena.
Educación y Carrera Docente
Realizó sus estudios de primaria
y secundaria en Treinta y Tres.
Viajó a Montevideo para estudiar preparatorios
en el IAVA con la intención de estudiar escribanía, pero descubrió que no era
su vocación y regresó a Treinta y Tres.
En el año 1947 Ingresó a estudiar
magisterio en los Institutos Normales de Treinta y Tres.
Entre los años 1949 a 1951 se
desempeñó como maestro y luego como director en la misma escuela.
En este lugar, no solo se
desempeñó como maestro, sino que también se internó en la ruralidad uruguaya,
lo que influyó profundamente en su obra musical.
Durante su estancia allí, conoció
al poeta Víctor Lima, quien lo motivó a comenzar a escribir canciones
inspiradas en los paisajes orientales.
1952: Compuso su primera canción,
"La Uñera", musicalizada por Rosendo Vega.
En el año 1952, Rubén Lena
compuso su primera canción, "La Uñera", que fue musicalizada por
Rosendo Vega.
Este año también marcó un breve
regreso de Lena a Montevideo, donde rindió sus últimos exámenes para obtener el
título de maestro. La composición de "La Uñera" fue un punto de
partida importante en la carrera musical de Lena, quien más tarde se
convertiría en uno de los principales compositores de la música popular
uruguaya.
"La Uñera" fue
interpretada posteriormente por el dúo Los Olimareños, quienes versionaron la
canción para su disco debut en 1963. Aunque la música de Lena no se limitó a
este estilo, su capacidad para crear canciones que resonaran con el público
uruguayo se hizo evidente desde sus primeros trabajos.
La composición de "La
Uñera" también refleja el interés de Lena en crear una identidad musical
uruguaya auténtica, alejándose del criollismo y explorando ritmos como la zamba
argentina para dar forma a la serranera y media-serranera.
Este enfoque innovador lo
convirtió en un precursor de la música popular uruguaya moderna.
Con Justita en Cuba,
en un paseo por Sierra Maestra. Foto: archivo familiar. Banco de imagen, Museo
Agustín Araujo, Intendencia de Treinta y Tres
En 1953, Rubén Lena se casó con
la maestra Justa Lacuesta, a quien siempre llamó cariñosamente
"Justita".
Este matrimonio marcó el comienzo
de una nueva etapa en su vida personal y profesional.
La pareja comenzó a trabajar
juntos en la escuela N° 62 (aunque algunas fuentes mencionan la N° 42) de
Arrayanes de Corrales de Cebollatí, una zona arrocera conocida por su clima y
naturaleza hostil.
En Arrayanes, la pareja enfrentó
desafíos debido al clima y las condiciones geográficas extremas. Sin embargo,
esta experiencia también les permitió fortalecer su relación y comenzar a
formar su familia.
Sus dos primeros hijos, Eduardo y Fernán,
nacieron durante este período.
Durante su estancia en Arrayanes,
Lena continuó desarrollando su interés por la educación rural.
En el año 1955Lena fue elegido
como presidente de la Comisión Pro Superación de la Escuela Rural.
Esta Comisión formaba parte del
movimiento pedagógico ruralista en Uruguay. Este movimiento buscaba mejorar la
educación en el medio rural, adaptándola a las necesidades específicas de las
comunidades rurales y promoviendo la formación de maestros especializados en
educación rural.
Durante la década de 1950,
Uruguay experimentó un fuerte impulso en la educación rural, influenciado por
el Programa para Escuelas Rurales de 1949. Este programa, aprobado oficialmente
en octubre de 1949, se centró en desarrollar un currículo que contemplara las
condiciones y necesidades específicas del medio rural, buscando mejorar la
calidad de la educación en estas áreas.
La Comisión Pro Superación de la
Escuela Rural, de la que Rubén Lena fue parte, se enfocó en implementar y
mejorar las políticas educativas rurales, promoviendo la superación de los
maestros y la calidad educativa en las escuelas rurales.
En 1957, la familia se mudó a
Villa María Isabel (Isla Patrulla), donde Lena asumió el cargo de director en
la escuela N° 3. Allí, pudo aplicar las ideas educativas que había desarrollado
durante su tiempo en la Comisión Pro Superación de la Escuela Rural.
Rubén Lena, introdujo varias
innovaciones educativas que reflejaban su compromiso con la educación rural.
Apuntó a una enseñanza
contextualizada. Lena buscaba que la educación fuera relevante para el contexto
rural, lo que podría haber incluido la incorporación de temas relacionados con
la agricultura, la naturaleza y la cultura local en el currículo.
Impulsó a la participación
comunitaria fomentado la participación activa de la comunidad en la vida
escolar, incluyendo actividades culturales y proyectos que involucraran a los
padres y vecinos.
Promovió el desarrollo de
habilidades prácticas. Dado su interés en la educación rural, Lena enfatizó la
enseñanza de habilidades prácticas que fueran útiles para los estudiantes en su
entorno rural.
Promocionó la música y la cultura local. Como compositor y defensor de la música popular uruguaya, incorporó la música y la poesía local en las actividades escolares para enriquecer la experiencia educativa de los estudiantes.
Con Justita Lacuesta que fue no solo su compañera de vida, sino también una fuente de apoyo constante en su carrera docente y musical tuvieron dos hijos más, Rodrigo y Anaydée.
En el año 1959 Ruben Lena fue becado por la OEA para estudiar en el Centro Interamericano de Educación Rural en Venezuela, para realizar un curso sobre educación en el medio rural, que duró aproximadamente diez meses, aunque algunas fuentes mencionan que la experiencia duró un año.
Durante su estancia en Venezuela se
interesó por la música venezolana.
Lena se inspiró en la música
folclórica venezolana, especialmente en la obra de Juan Vicente Torrealba, lo
que influyó en su posterior trabajo compositivo
Además, su experiencia en
Venezuela, donde estudió en el Centro Interamericano de Educación Rural, le
permitió descubrir la música folclórica venezolana y reflexionar sobre la
necesidad de canciones que reflejaran la identidad uruguaya.
Al regresar de Venezuela en 1960,
Lena se trasladó a Treinta y Tres para ser el Maestro Director de la escuela N°
73.
Durante este tiempo, se centró en
aplicar las ideas educativas que había desarrollado durante su experiencia en
el Centro Interamericano de Educación Rural
En 1961, Rubén Lena escribió un
cancionero para sus alumnos en la escuela rural donde ejercía.
Este cancionero fue un proyecto
educativo que buscaba acercar a los niños a la música y la poesía uruguaya, y
de él surgieron algunos de los éxitos más destacados de su carrera, como
"A Don José" y "De cojinillo".
"A Don José", en
particular, fue compuesta en honor al prócer uruguayo José Artigas.
Lena buscaba crear una canción
que humanizara a Artigas, haciéndolo más cercano a la gente.
"De cojinillo" también
formó parte de este cancionero y se convirtió en otro éxito interpretado por
Los Olimareños.
Ambas canciones reflejan el
compromiso de Lena con la educación y su deseo de crear una música que fuera
accesible y significativa para todos, especialmente para los niños en las
escuelas rurales.
La creación de este cancionero no
solo fue un logro educativo, sino que también marcó el comienzo de una
colaboración prolífica entre Lena y Los Olimareños.
Junto con Víctor Lima, Lena se
convirtió en el principal proveedor de canciones para el dúo, lo que contribuyó
a su reconocimiento nacional e internacional.
Su obra musical ha sido interpretada por
artistas destacados como Alfredo Zitarrosa, Santiago Chalar, Larbanois &
Carrero y Los Hacheros, entre otrosReconocimiento y Legado
En 1962, Rubén Lena inauguró un
Curso de Alfabetización para Adultos en Treinta y Tres, Uruguay.
Este curso reflejó su compromiso
con la educación y su interés en mejorar las oportunidades educativas para la
población adulta en su comunidad.
La creación del curso de
alfabetización para adultos fue un paso importante en la promoción de la
educación de personas mayores en la región, y su liderazgo en este proyecto
reflejó su compromiso con la superación educativa y social de la comunidad.
Además de su labor educativa,
Lena también se involucró en el ámbito deportivo como Director Técnico del
cuadro de fútbol "25 de agosto".
Además, su rol en el fútbol local
contribuyó a fortalecer su conexión con la comunidad y a demostrar su capacidad
para involucrarse en diversas actividades fuera del ámbito educativo formal.
La inauguración del curso de
alfabetización y su participación en el fútbol local mostraron su capacidad
para combinar su dedicación a la educación con otras actividades comunitarias y
personales.
En su casa junto con
su esposa, padres y tres hijos varones. Foto: archivo familiar. Banco de
imagen, Museo Agustín Araujo, Intendencia de Treinta y Tres
Este año también fue
significativo en su vida personal, ya que en agosto de 1962 nació su tercer
hijo, Rodrigo.
En el año 1964 la canción "A
Don José", fue registrada en la
Biblioteca Nacional.
Durante este período, Lena
continuó aplicando sus ideas educativas y su compromiso con la formación de
maestros, especialmente en el contexto rural.
Su experiencia en la educación
rural y su liderazgo en la Comisión Pro Superación de la Escuela Rural lo
habían preparado bien para este cargo.
Durante su gestión en el
Instituto Normal, Lena se centró en mejorar los programas de formación docente,
enfatizando la educación rural y la preparación de maestros para trabajar en
contextos rurales.
Su liderazgo en este cargo
reflejó su compromiso con la educación y su deseo de fortalecer la formación de
los educadores en Uruguay.
En el año 1967, al finalizar su
interinato como Director del Instituto Normal, Lena regresó a la Escuela N° 73
del barrio 25 de Agosto en Treinta y Tres.
En esta ocasión, la escuela fue
designada como escuela de práctica para futuros maestros, lo que permitió a
Lena retomar su labor docente y continuar su trabajo en la formación de
educadores.
Entre los años 1973 y 1985, Rubén
Lena enfrentó un período de significativos cambios y desafíos en su vida
profesional y personal.
En 1973, tras el golpe de Estado
que instauró la dictadura militar en Uruguay, Lena fue destituido de su cargo
como Inspector de Enseñanza Primaria.
Este evento marcó un punto de
inflexión en su carrera docente, ya que su compromiso con la educación y su
perfil político no eran compatibles con el régimen autoritario que había
asumido el poder.
Durante la dictadura, Lena y su
esposa, Justa Lacuesta, enfrentaron represalias adicionales.
En 1977, ambos fueron destituidos
de sus cargos docentes, lo que significó una pérdida significativa de
estabilidad económica y profesional para la familia.
A pesar de estos obstáculos, Lena continuó
siendo un referente cultural y musical en Uruguay, aunque su obra fue menos
visible durante este período debido a las restricciones impuestas por el
régimen.
La pérdida de sus empleos como
maestros significó una reducción sustancial de sus ingresos, lo que les
complicó mantener su nivel de vida.
Aunque no hay detalles
específicos sobre cómo se sostuvieron económicamente durante este tiempo, es
probable que hayan recurrido a diversas estrategias para complementar sus
ingresos.
En el contexto de la época, muchas
familias uruguayas afectadas por la represión política tuvieron que buscar
alternativas para sobrevivir, como el apoyo de la comunidad, el trabajo
informal o el auxilio de familiares y amigos.
En 1985, tras el retorno de la
democracia en Uruguay, Rubén Lena fue restituido en su labor docente.
Este año también fue
significativo porque recibió el premio "La Guitarra Olimareña" en el
Festival del Reencuentro Democrático, un evento celebrado en Treinta y Tres.
Este festival contó con la
presencia del entonces presidente de la República, Julio María Sanguinetti, y
otros líderes políticos, así como con la participación activa de la comunidad
local.
El premio "La Guitarra
Olimareña" fue instituido en ese momento y se convirtió en un
reconocimiento anual a la trayectoria y contribución a la música popular
uruguaya.
Este homenaje reflejó el aprecio
de la comunidad por el legado musical y educativo de Lena, quien había sido destituido de su cargo de Enseñanza Primaria en 1976,
durante la dictadura militar.
La restitución de Lena en su
labor docente simbolizó la revalorización de su trabajo y su compromiso con la
educación y la cultura uruguaya.
Su participación en el Festival del Reencuentro Democrático fue un
momento de celebración no solo de su carrera, sino también del retorno a la
democracia en Uruguay, marcando un nuevo capítulo en la historia del país.
Con Santiago Chalar. Banco de imagen, Museo Agustín Araujo, Intendencia de Treinta y Tres
Con Pepe Guerra y su
hija Anaidée. Foto: archivo familiar. Banco de imagen, Museo Agustín Araujo,
Intendencia de Treinta y Tres
Fallecimiento
Rubén Lena falleció el 28 de
octubre de 1995 en Treinta y Tres, Uruguay, aunque algunas fuentes mencionan el
30 de octubre como la fecha de su fallecimiento.
La mayoría de las fuentes
confirman que el 28 de octubre es la fecha correcta.
A los 70 años de edad, Lena dejó
un legado musical y educativo que sigue siendo relevante en Uruguay. Su cuerpo
fue trasladado a Treinta y Tres, donde fue homenajeado por la comunidad.
Su muerte marcó el final de una
vida dedicada a la educación y la música, dejando tras de sí una vasta obra.
.
HOMENAJES
Después de su muerte, Rubén Lena
ha sido objeto de varios homenajes y reconocimientos que buscan recordar y
valorar su legado como maestro, compositor y figura cultural uruguaya.
Estos homenajes reflejan el
aprecio y el reconocimiento que la sociedad uruguaya tiene por su contribución
a la música, la educación y la cultura popular del país.
En 1985, Lena recibió el premio
"La Guitarra Olimareña" en este festival, que celebró su contribución
a la música uruguaya.
En el marco del Festival del
Reencuentro, realizado en Treinta y Tres, se le rindió homenaje a Rubén Lena.
Este evento incluyó
participaciones de murgas locales y otros artistas, celebrando su contribución
a la música y la educación.
Y quedó instituido el premio “ La
guitarra Olimareña”
Homenaje en el Parlamento Uruguayo (2020 y 2025):
El Parlamento uruguayo ha
organizado homenajes a Rubén Lena en el marco del natalicio del General José
Artigas.
Estos eventos incluyen la
participación de artistas nacionales que interpretan sus canciones, como
"A Don José", y reconocen su aporte cultural y educativo.
Puente "Maestro Rubén
Lena":
En Treinta y Tres, el puente
sobre el río Olimar lleva su nombre en su honor.
En Treinta y Tres, el puente que
cruza el río Olimar sobre la ruta 8 lleva su nombre en su honor, destacando su
legado en la región.
Publicaciones y Documentales:
Existen varias publicaciones y
documentales que narran su vida y obra, como el libro "Rubén Lena. Maestro
de la canción" de Guillermo Pellegrino, lo que ayuda a mantener viva su
memoria y a difundir su legado cultural.
Canciones Emblemáticas:
Su canción "A Don José"
fue declarada Himno Cultural y Popular uruguayo en 2003, y es ampliamente
reconocida como un símbolo de la identidad nacional.
"A Don José”, se convirtió
en un himno cultural y popular uruguayo en 2003. Fue popularizada por el dúo
Los Olimareños, quienes la interpretaron y la llevaron a un público más amplio.
Fue declarada "Himno
Cultural y Popular uruguayo" por ley 17.698.
Legado
El legado de Rubén Lena combina
su dedicación a la educación rural con su contribución significativa a la
música popular uruguaya, dejando una huella duradera en la cultura y la
sociedad del país y que sigue siendo relevante hoy en día..
Legado en la Educación
Educación Rural:
Lena fue un pionero en la
educación rural, trabajando en escuelas aisladas y promoviendo la superación
educativa en zonas rurales.
Su compromiso con la educación
rural lo llevó a ser presidente de la Comisión Pro Superación de la Escuela
Rural en 1955.
Introdujo innovaciones educativas
en las escuelas donde trabajó, adaptando el currículo a las necesidades locales
y fomentando la participación comunitaria.
Formación de Maestros:
Su experiencia como director del
Instituto Normal de Formación de Maestros en Treinta y Tres contribuyó a la
formación de educadores especializados en educación rural.
Legado en el Arte
Música Popular Uruguaya:
Lena es considerado uno de los iniciadores de
la música popular uruguaya moderna.
Compuso más de 180 canciones,
muchas de las cuales fueron interpretadas por artistas como Los Olimareños,
Alfredo Zitarrosa y Larbanois & Carrero.
Influencia en la Cultura:
Su obra musical ha trascendido
generaciones, siendo interpretada y reversionada por diversos géneros musicales,
lo que refleja su capacidad para conectar con el público y su legado cultural
perdurable.
FUENTES
https://es.wikipedia.org/wiki/Rub%C3%A9n_Lena
https://ladiaria.com.uy/cultura/articulo/2025/4/un-idolo-sin-escenario-cien-anos-de-ruben-lena/
https://www.ecured.cu/Rub%C3%A9n_Lena
https://pdfcoffee.com/biografia-oficial-de-ruben-lena-pdf-free.html
https://pmb.parlamento.gub.uy/pmb/opac_css/index.php?lvl=cmspage&pageid=4&id_article=158
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