Tamara Łempicka (pronunciado
Uempitsca), nacida Tamara Rosalia Gurwik-Górska, también conocida como Tamara
de Lempicka y como Tamara Lempicka naciò en Varsovia, Polonia, el 16 de mayo de
1898, aunque
se piensa que podría haber nacido en Moscú. Esta afirmación se sustenta que
cambió su lugar de nacimiento porque, al ser su padre judío, tuvo la necesidad
de mentir sobre sus orígenes para poder salir de Europa en 1939. Incluso se
piensa que cambió su fecha de nacimiento.
Fue una pintora polaca que
alcanzó la fama en Europa, sobre todo en Francia y Estados Unidos, con sus
retratos y desnudos de estilo art déco.
Nació en el seno de una
familia acaudalada, siendo desde pequeña una niña autoritaria y con carácter.
Su madre era Malwina Dekler,
una mujer de sociedad judía. Su padre fue un abogado judío de origen ruso que
trabajaba para una comercializadora francesa, llamado Boris Gurwik-Górski.
Fue la segunda de tres hijos y asistió a un
internado en Lausana, Suiza.
En 1910, con tan solo 12 años,
pintó un retrato de su hermana que sería su primer trabajo. Esto fue a raíz de
que su madre pidiera a un famoso artista un retrato de cada uno de sus hijos,
pero Lempicka no quedó satisfecha con el resultado porque decía «que no era
ella en ese retrato».
Fue en este momento cuando
realizó su primera pintura. Asì lo cuenta Tamara.
“Mi madre decidió encargar
unos retratos a una mujer famosa que trabajaba con colores pastel. Me senté
quieta durante horas, fue una tortura. Más tarde, torturaría a otros que se
sentarían para mi. Cuando terminó, no me gustó el resultado, no era preciso.
Las líneas no estaban limpias. No era yo. Decidí que yo lo podía hacer mejor.
No conocía las técnicas. Nunca había pintado, pero esto no era importante. Mi
hermana tenía dos años. La obligué a sentarse y la pinté hasta que finalmente
tuve un resultado. Era imperfecto, pero se pareció más a mi hermana que el que
la famosa artista hizo de mí.”
Durante su infancia viajó,
tomó lecciones de arte y aprendió idiomas y buenos modales.
Pasó el invierno de 1911 con
su abuela en Italia, viaje en el que descubrió su pasión por el arte. Fueron a
ciudades como Roma, Florencia o Monte Carlo.
Las visitas a los museos de
Venecia, Florencia y Roma la llevaron a tener una gran pasión por el arte
renacentista italiano, que predomina en sus trabajos durante los años veinte y
treinta.
En 1912 sus padres se
divorciaron y Lempicka se mudó a San Petersburgo con su tía Stefa, una mujer
bien acomodada en la sociedad rusa.
Cuando su madre se casó por
segunda vez, Tamara decidió irse a vivir por su cuenta y pronto encontró al
hombre con el que se casaría: gracias a los contactos de su tío, conoció al
abogado polaco Tadeusz Łempicki (1888-1951).
La familia de Lempicka le
ofreció al abogado una gran dote para que se casara con ella y la boda tuvo
lugar en la capilla de los Caballeros de Malta en San Petersburgo en 1916.
La pareja se mudó a París,
donde continuó sus estudios de pintura.
Desde sus primeras obras
Lempicka buscó representar la figura humana. Al respecto comentó Germain Bazin:
«Un cuadro de Tamara se representa en general como un bajorrelieve de una sola
figura de volúmenes poderosos que llena todo el campo del lienzo, hasta el
punto en que, a menudo, la cima de la cabeza está cortada por el borde
superior».
La pareja llevó una vida
lujosa hasta que estalló la revolución de octubre de 1917.
Su marido fue encarcelado por
los bolcheviques y Lempicka tuvo que buscarlo en varias cárceles. Con la ayuda
del cónsul sueco logró sacarlo de prisión para trasladarse a Copenhague.
Posteriormente se mudaron a Londres y finalmente a París, donde también escapó
su familia.
Poco después de nacer su hija,
la familia pasó malos momentos económicos, por lo que su hermana Adrienne le
sugirió que estudiara pintura.
Por lo tanto, y en calidad de
refugiada, tomó clases de pintura con Maurice Denis en la Académie Ranson y con
André Lhote en la Académie de la Grande Chaumière. Ambos artistas influyeron su
trabajo, sobre todo este último.
El estilo de De Lempicka se
identificaba como “cubismo suave”. Sus primeras pinturas fueron sobre la vida
de su hija Kizette y sus vecinos, así como varios retratos.
Vendió estas primeras obras a
través de la Galerie Colette-Weil, lo que le permitió exponer en el Salon des independientes,
el Salon d'automne y el Salon des moins de trente ans.
Kizette con su madre, Tamara De Lempicka (BoisDE Boogne, Parìs 1925)
Las
dos amigas de Tamara de Lempicka, 1923
Las cuatro mujeres - 1925
Las cuatro mujeres del lienzo
son puro Art Decó, pero también 100% Lempicka. Son evidentes los rasgos
andróginos, y la actitud de las cuatro parece de un éxtasis sensual, un orgasmo
que se transmite al espectador como placer estético.
También son reconocibles los
clásicos desnudos monumentales de la autora, unos cuerpos casi geométricos en
los que Tamara homenajea conscientemente al «Baño turco» de Ingres y a las
«Señoritas de Avignon» de Picasso.
Lempicka era bisexual
declarada. Nunca ocultó su gusto por hombres y mujeres, y en los años 20 pintó
varios cuadros de desnudos femeninos como este, en los que se aprecian esos
acentos sáficos.
La colega historiadora Laura
Claridge cuenta que Tamara conoció en París a una modelo lesbiana con la que
intimó. La mujer le presentó a sus amigas y con el tiempo, varias mujeres se
reunían en el apartamento de la modelo donde el sexo se desencadenaba. Cuenta
también que Lempicka ponía exquisita comida sobre el cuerpo desnudo de su amiga
para su cena.
Aquí no vemos comida, pero sí
ese frenesí lésbico, un ejemplo de que el sexo puede ser muy elegante si lo
mostramos correctamente
Su éxito total comenzó en 1925 con la Exposición Internacional de Artes Decorativas e Industriales Modernas, que más tarde dio su nombre al estilo art déco.
Expuso sus pinturas en dos de
los salones más importantes: el Salon des Tuileries y el Salon des femmes
peintres.
Sus cuadros fueron vistos por
periodistas estadounidenses del Harper's Bazaar y otras revistas de moda, y su
nombre se hizo conocido. En el mismo año tuvo su primera exposición importante
en Milán, Italia, organizada para ella por el conde Emmanuele Castelbarco.
Para esta exposición De
Lempicka pintó 28 nuevas obras en seis meses, un esfuerzo supremo considerando
que cada retrato le tomaba cerca de tres semanas de trabajo.
«La
bella Rafaela», 65 x 92 cm, 1927
«La
túnica rosa», 72,6 por 116,3 cm, 1927
Kizzette en el balcón - 1927
En 1927 De Lempicka gana su
primer premio importante; sería el primer premio de la Exposición Internacional
de Burdeos por su retrato Kizette en el balcón.
Autorrretrato
en un Bugatti verde, 35 x 27 cm, año
1929
El
músico, 1929
En 1929 otro retrato de su
hija Kizette en su primera comunión, ganó una medalla de bronce en la Exposición
internacional en Poznań, Polonia.
También en 1929 se divorcia de
Tadeusz. Ese mismo año conoce al barón húngaro Raoul Kuffner de Diószegh
(1886-1961), un coleccionista de su obra.
Él le encargó pintar a su
amante, la bailarina española Nana de Herrera. Lempicka terminó el retrato,
aunque no fue nada halagador, y tomó el lugar como la amante del barón.
Compró un apartamento en la
rue Méchain en París y lo hizo decorar por el arquitecto modernista Robert
Mallet-Stevens y su hermana Adrienne de Montaut, con mobiliario de Rene Herbst.
Su hogar adquirió cierta fama ya que los interiores austeros y funcionales
aparecieron en varias revistas de decoración.
Viajó a los Estados Unidos por
primera vez en 1929 para pintar un retrato de la prometida del petrolero
estadounidense Rufus T. Bush y para organizar una muestra de su trabajo en el
Instituto Carnegie en Pittsburgh.
La exposición fue un éxito,
pero el dinero que ganó se perdió cuando el banco en el que llevó a cabo la
operación económica quebró tras el colapso del mercado de valores de 1929, más
conocido como el crack del 29.
En 1929, Lempicka pinta una de
sus obras más conocidas, Autorretrato en Bugatti verde, para la portada de la
revista de moda alemana Die Dame.
El cuadro la mostraba al volante de un coche
Bugatti con un casco de cuero y guantes y envuelta en una bufanda gris, un
retrato de belleza fría, independencia, riqueza e inaccesibilidad.
En esta obra, Tamara de
Lempicka recuerda la trágica muerte de la bailarina estadounidense Isadora
Duncan, que murió estrangulada en 1927, cuando su largo chal se enredó en una
de las ruedas posteriores de su Bugatti. Con este cuadro, De Lempicka quería
expresar dos cosas: el auge de las industrias mecanizadas y el coche como
símbolo de la emancipación de la mujer.
La carrera de Lempicka alcanzó
su punto álgido durante la década de 1930.
«La
durmiente», 1932
Retrato
de Marjorie Ferry, 1932
Adán y
Eva, 1932
En 1932 viajó a España y pintó
retratos del rey Alfonso XIII y la reina Isabel de Grecia. En esta época, los
museos comenzaron a coleccionar sus obras.
En 1933 viajó a Chicago, donde se mostraron sus cuadros junto a los de Georgia O'Keeffe, Santiago Martínez Delgado y Willem de Kooning.
Retrato de una joven 1933
A pesar de la Gran Depresión
continuó recibiendo encargos y mostró su trabajo en varias galerías de París.
La esposa del barón Kuffner
murió en 1933 y De Lempicka no tardó en casarse con él, el 3 de febrero de 1934
en Zúrich. Estaba alarmada por el ascenso de los nazis y convenció a su esposo
para que vendiera la mayor parte de sus propiedades en Hungría y trasladara su
patrimonio a Suiza.
En el invierno de 1939, tras
el estallido de la Segunda Guerra Mundial, Lempicka y el barón Kuffner se
mudaron a los Estados Unidos, estableciéndose primero en Los Ángeles.
La Galería Paul Reinhard
organizó una muestra de su trabajo, y poco después se mudaron a Beverly Hills,
California, instalándose en la antigua residencia del director de cine King
Vidor.
Se organizaron exposiciones de
su obra en la Galería Julian Levy en Nueva York, las Galerías Courvoisier en
San Francisco y el Instituto de Arte de Milwaukee, pero no tuvieron el éxito
que esperaba.
Bodegòn 1941
Su hija Kizette pudo escapar
de la Francia ocupada y se unió a ellos en Los Ángeles en 1941. Kizette se casó
con un geólogo de Texas, Harold Foxhall.
En 1943 el barón Kuffner y de
Lempicka se mudaron a la ciudad de Nueva York.
En los años de la posguerra
continuó una vida social frenética, pero tenía menos encargos para los retratos
de la sociedad.
Su estilo art deco parecía
anticuado en el período del modernismo de posguerra y el expresionismo
abstracto.
Extendió sus temas para
incluir bodegones y en 1960 comenzó a pintar obras abstractas y a usar una
espátula en lugar de su suave pincelada.
A veces reelaboraba piezas
anteriores en su nuevo estilo. Por ejemplo, la nítida y directa Amethyste
(1946) se convirtió en Chica rosa con guitarra (1963).
Tuvo una exposición en la
Galería Ror Volmar en París en mayo y junio de 1961, pero no revivió su éxito
anterior.
El barón Kuffner murió en
noviembre de 1961. Después de su muerte, Lempicka vendió muchas de sus
posesiones e hizo tres viajes alrededor del mundo en barco.
En 1963 se mudó a Houston,
Texas, para estar con Kizette y su familia y se retiró de su vida como artista
profesional.
Continuó repintando sus
trabajos anteriores.
Por ejemplo, repitió su
conocido Autorretrato en un Bugatti verde (1929) dos veces entre 1974 y 1979;
Autorretrato III fue vendido.
El interés por el art déco
volvió a surgir a finales de la década de los 1960, por lo que su trabajo se
expuso en la Galería Luxemburg en París en 1972 y tuvo buenas críticas.
Poco después de esto dejó la
vida social y en 1974 se trasladó a Cuernavaca, México.
En 1979 Kizette se mudó a este
mismo lugar para cuidar de su madre.
De Lempicka murió el 18 de
marzo de 1980 en Cuernavaca, México.
Siguiendo sus deseos, sus
cenizas fueron esparcidas sobre el volcán Popocatépetl.
La última obra que pintó fue la cuarta copia
de su pintura de San Antonio.
HOMENAJE
Busto
de Lempicka en Kielce , Polonia
FUENTES
https://es.wikipedia.org/wiki/Tamara_de_Lempicka
https://historia-arte.com/artistas/tamara-de-lempicka
https://www.copiamuseo.com/biografia-de-tamara-de-lempicka/
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