PRODIGIO de las letras hispánicas
contemporáneas
“Me llamo juan Nepomuceno Carlos
Pérez Rulfo Vizcaíno, me apilaron todos los nombres de mis antepasados paternos
y maternos como si fuera el vástago de un racimo de plátanos y aunque siento preferencia
por el verbo arracimar me hubiera gustado un nombre más sencillo”.
Así se presentaba este
escritor, conocido como Juan Rulfo que nació el 16 de mayo de 1917. Él sostuvo
que esto ocurrió en la casa familiar de Acapulco, Jalisco, aunque fue
registrado en la ciudad de Sayula, donde se conserva su acta de nacimiento.
Fue un escritor, guionista y
fotógrafo mexicano, perteneciente a la generación del 52.
Es considerado uno de los
grandes escritores latinoamericanos del siglo xx que logró su consagración con sólo dos obras,
En sus obras se presenta una
combinación de realidad y fantasía cuya acción se desarrolla en escenarios
mexicanos. Sus personajes representan y reflejan el tipismo del lugar con sus
grandes problemáticas socio-culturales entretejidas con el mundo fantástico
Su padre fue Juan Nepomuceno
Pérez Rulfo, terrateniente y María Vizcaíno Arias.
Juan Rulfo, su hermano mayor
Severiano y María Vizcaíno, su madre, en 1919, fotografía perteneciente a la
Colección Virginio Villalvazo BlasFoto Arturo Campos Cedillo
En el mes de diciembre de 1914
nace Severiano, hermano mayor de Juan Rulfo.
En el año 1919 la familia de
Juan Rulfo se establece en San Gabriel y
nace Francisco, hermano menor
de Juan Rulfo.
En el año 1922 nace Eva,
hermana menor de Juan Rulfo.
En 1923 fallece asesinado, el
1 de junio, el padre de Juan Rulfo.
Juan Nepomuceno, padre de Juan Rulfo, con sus hijos Juan y Severiano y niño no identificado. Tomada de Noticias sobre Juan Rulfo.
En el año 1924 según algunos
autores, Juan ingresa a la escuela primaria.
En 1925 pasa a la escuela de las monjas josefinas.
Juan Rulfo en San Gabriel, 1923. Foto colección de Edmundo Villa de la Mora.
En el año 1926 el cura Irineo
Monroy traslada su biblioteca a la casa de su madre. Con sus 9 años este
contacto con los libros será recordado por Juan, ya que estas lecturas serán
esenciales en su formación literaria. Algunos acostumbran destacar su temprana
orfandad como determinante en su vocación artística, olvidando que su
conocimiento temprano de los libros mencionados tendría un peso mayor.
En el año 1927 Severiano y Juan Rulfo son enviados a un internado en Guadalajara para continuar sus estudios.
A finales de ese año muere
María, la madre de ambos.
En 1932 Juan abandona el internado e intenta ingresar a la Preparatoria (Secundaria) de la Universidad de Guadalajara.
Una huelga de la Universidad
de Guadalajara le impide inscribirse en ella y decide trasladarse a la ciudad
de México. La imposibilidad de revalidar los estudios hechos en Jalisco tampoco
le permite ingresar a la Universidad Nacional, pero asiste como oyente a los
cursos de historia del arte de la Facultad de Filosofía y Letras. Se convierte
así en un conocedor muy serio de la bibliografía histórica, antropológica y
geográfica de México, temas que un estudio minucioso de su obra literaria y
fotográfica permite rastrear en las mismas, además de los textos y la labor
editorial que les dedicó.
Efrén Hernández.
En el año 1936 inicia su
trabajo en la Secretaría de Gobernación. Allí conoce al escritor Efrén Hernández.
A partir de este momento se sabe de la actividad literaria de Rulfo, que es
seguida muy de cerca por Hernández.
En 1940 Efrén Hernández lleva a la revista Romance, dirigida por Juan Rejano, algunos fragmentos de la novela "El hijo del desaliento", de Juan Rulfo. No se publican entonces, y sólo sobrevive de esta obra el fragmento que lleva el título de "Un pedazo de noche".
Durante buena parte de las
décadas de 1930 y 1940 viaja extensamente por el país.
En el año 1941 se establece en Guadalajara.
En 1942 continúa en Guadalajara e inicia su colaboración en la revista América, de la ciudad de México, en compañía de Efrén Hernández.
En 1943 escribe el cuento "La vida no es muy seria en sus cosas".
En el año 1945 publica un cuento por primera vez -"La vida no es muy seria en sus cosas"-, en el número 40, del mes de junio, de la revista "América".
También en la revista
"Pan", de Guadalajara, en este mismo año pero posteriormente, publica
los cuentos "Nos han dado la tierra" (número 2, julio) y
"Macario" (número 6, noviembre)
La primera de ellas significa
su confirmación como escritor, gracias al apoyo de su gran amigo Efrén
Hernández.
En el año 1946 se radica, desde mediados de año, en la ciudad de México, trabajando en las oficinas de la empresa Goodrich Euzkadi.
Publica "Macario"
(de nuevo) en la revista "América" (número 48, junio).
En marzo de 1947 presenta "Es que somos muy pobres" a un editor, quien lo rechaza porque "lo encontraron subido de color", como dice en una carta a su novia Clara Aparicio. En una carta a Clara del 1 de junio menciona, por primera vez, que está intentando escribir "algo" que se llamará "Una estrella junto a la luna", que se convertirá en la novela Pedro Páramo.
En estos mismos días escribe
en sus cartas a Clara sobre su actividad como fotógrafo. Se queja igualmente de
que gasta mucho comprando libros. Asiste a conciertos de la Orquesta Sinfónica
y funciones de ballet, así como al cine. Se publica "Es que somos muy
pobres" en la revista América (número 54, agosto).
Autorretrato de Juan Rulfo en el volcán
Juan Rulfo fue uno de los escritores más destacados del realismo mágico mexicano, así como un excelente fotógrafo. En este autorretrato Rulfo está sentado una saliente del Nevado de Toluca, uno de los volcanes más altos de México. 1940s.
Hace frecuentes excursiones a
los volcanes cercanos a la ciudad de México. Intenta trabajar en la industria
del cine.
Boda Juan Rulfo Clara Aparicio
Reyes
En enero de 1948 se transmiten
por radio algunos fragmentos de "La Cuesta de las Comadres", que
luego se publica en "América" (número 55, febrero).
En abril de ese año contrae
matrimonio con Clara Aparicio Reyes.
A finales de este año comienza
a viajar como vendedor de la Goodrich Euzkadi.
En el año 1949 menciona en una carta de julio la revista "Mapa", a la que se está acercando.
Publica por primera vez, en la
revista América, fotografías (11 imágenes) suyas (número 59, febrero).
Pero fue a finales de la
década de 1930 en que inició su actividad como escritor y fotógrafo, aunque
pocos sabían de esto.
El portal de la iglesia de Huejotzingo, “con finos escudos esculpidos en piedra”.
Una calle céntrica de Tapalpa, con una fuente en primer plano. Es la única imagen de la serie donde aparecen personas, a lo lejos.
Un close up a un capitel
decorado con una figura humana en Tonanzintla, “la iglesia barroca de tipo
indígena más extraordinaria de América”. Esta es la imagen que se publicó en
Los murmullos.
La fachada del Palacio de Mitla, con sus generosas grecas geométricas, “un ejemplo único en todo el México pre-hispánico”, “único y extraordinario ejemplo del arte mixteco en su versión arquitectónica”. Se trata de una imagen distinta de la ya conocida “Mitla, Palacio de las columnas” (1956), publicada en el libro Juan Rulfo. Oaxaca (Editorial rm, 2009). Por la composición de sombras y nubes parece que las dos imágenes fueron tomada a la misma hora en diferentes días.
El convento franciscano de Tepeaca, visto desde un flanco, para destacar las almenas y contrafuertes de la iglesia, “cuyo aspecto militar y de castillo feudal es el más vigoroso del país”. Por su perspectiva, esta es la mejor foto de la serie.
En noviembre de1950 menciona en una carta la preparación de un artículo, con fotografías suyas, sobre Castillo de Teayo, para su posible publicación (este artículo ilustrado aparecerá publicado en este año 2001).
Aparece la guía "Caminos
de México", ilustrada con algunas fotografías suyas.
Publica en "América"
los cuentos "Talpa" (número 62, enero) y "El Llano en
llamas" (número 64, diciembre).
En el año 1951 publica en "América" el cuento "Diles que no me maten" (número 66, agosto).
En 1952 aparece como director del número de enero de la revista "Mapa". En este número publica el artículo ilustrado (con sus fotografías) "Metztitlán", bajo el seudónimo de Juan de la Cosa.
Inicia su primer período como
becario (1952-53) del Centro Mexicano de Escritores.
Juan Rulfo con su hijo Juan
Francisco (c. 1953)
En 1953 publica "El Llano en llamas" en el Fondo de Cultura Económica, con 15 cuentos, a los que incorporará posteriormente "La herencia de Matilde Arcángel", aparecido en revista en 1955 y, con cambios, en el volumen de cuentos en 1970, así como "El día del derrumbe", aparecido en revista también en 1955 e incorporado al libro de cuentos en el mismo 1970.
Inicia su segundo período como
becario (1953-54) del Centro Mexicano de Escritores.
Rulfo en su estudio (c. 1954)
En el año 1954 entrega al Centro Mexicano de Escritores, hacia julio-agosto, una copia mecanográfica, con unas pocas correcciones a mano, de la novela que en este momento lleva el título de Los murmullos. Entrega al Fondo de Cultura Económica, a finales de septiembre, el original mecanográfico de la novela que ahora lleva el título de Pedro Páramo, con correcciones a mano más abundantes que las efectuadas en la copia entregada previamente al Centro.
En este mismo año, en tres
revistas diferentes ("Letras Patrias", enero-marzo; "Revista de
la Universidad", junio; y "Dintel", septiembre), publica
diversos pasajes, en orden sucesivo (inicial, uno intermedio, y final), de la
novela.
En 1955 publica "Pedro Páramo" en el Fondo de Cultura Económica. Comienza a trabajar en la Comisión del Papaloapan.
Una locomotora de vapor
atraviesa una glorieta en dirección al patio de Santiago Tlatelolco (México
DF).
Una locomotora de vapor
aproximándose a un cambio de vía en el patio de Nonoalco (México DF).
En el año 1957 recibe el Premio Xavier Villaurrutia por Pedro Páramo. Es la primera vez que se entrega este galardón.
En 1958 se traduce “Pedro Páramo” al alemán, por Mariana Frenk. A partir de esta versión se suceden sin interrupción las traducciones de la obra de Juan Rulfo a los idiomas más diversos.
Inicia, con otros, la serie
"Voz Viva de México", para la UNAM.
En el año 1959 realiza, con Antonio Reynoso, el cortometraje "El despojo", filmado en el estado de Hidalgo.
En 1960 la familia Rulfo se traslada a Guadalajara.
Juan Rulfo trabaja en una
empresa de televisión y prepara un libro sobre la historia de la conquista de
Jalisco, como parte de una serie que esta empresa proyectaba publicar.
En el año 1962 la familia se establece nuevamente en la ciudad de México. Juan Rulfo comienza a trabajar para el Instituto Nacional Indigenista.
En 1963 aparece el disco de "Voz Viva de México" de la UNAM con la voz de Juan Rulfo grabada en 1958.
Se filma La fórmula secreta,
dirigida por Rubén Gámez con un texto de Juan Rulfo.
En 1970 recibe el Premio Nacional de Literatura.
En el año 1980 se realiza un
homenaje Nacional dedicado a Juan Rulfo. Se realiza un acto en la Sala
Principal del Palacio de Bellas Artes; se inaugura una exposición con su obra fotográfica
y se presenta el libro-catálogo de la misma: Homenaje Nacional.
Se publica "El gallo de
oro".
En 1981 se publica el libro de fotografías "Inframundo", con una selección muy parecida a la del libro-catálogo anterior.
En el año 1983 recibe el Premio Príncipe de Asturias.
En 1986 Juan Rulfo fallece en su casa de la ciudad de México el 7 de enero.
La obra literaria de Juan
Rulfo no cesa de editarse en español y un número creciente de idiomas, que se
acercan al medio centenar actualmente. De algunas lenguas se han realizado ya
varias versiones.
En el año 1986 Rulfo fallece en Ciudad de México.
EL LEGADO DE JUAN RULFO
Cuando se lee a Juan Rulfo se
percibe la melodía del habla del campo mexicano. Usa en toda su obra el estilo
coloquial, repeticiones con intención semántica y fonética sumado a imágenes
poéticas del llano y frases terribles y conmovedoras.
En lo coloquial está la
importancia de la poética de Rulfo. Una de las características principales de
su obra es la musicalidad. Música de lo coloquial, música de las palabras de
ese hablar oral creado por su oído y su cosmovisión del campo mexicano.
En la obra de Juan Rulfo hay que
estar atento para escuchar la palabra.
El origen de esta poética
podría venir del interés de Juan Rulfo por leer libros de historia del siglo 16
y 17 donde en sus palabras buscaba las raíces de lo mexicano. Le obsesionaban
los arcaísmos en desuso que el pueblo aún usa con la finalidad de construir un registro
que poco a poco se elimina de su historia.
FUENTES
http://juan-rulfo.com/fundacion.htm
http://www.letraslibres.com
Publicado por Arinda en
9:48
Etiquetas: BIOGRAFIAS, FECHAS
A RECORDAR, GRANDES ESCRITORES, LITERATURA
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