He aquí una pequeña selección que puede servir para trabajar en el aula con un enfoque interdisciplinario.
La fotografía es un arte -
Esta fotografía de la Gran
Depresión se convirtió en una de las más famosas de la Gran Depresión. En ella
vemos once hombres sentados en una viga que está en lo alto de un rascacielos
en construcción.
Hoy solo queda un negativo roto y
una historia que nos fascina a todos.
La fotografía se publicó por
primera vez el 2 de octubre de 1932 en el New York Herald Tribune sin firma
alguna. Desde entonces ha llamado la atención a todo el mundo, y no solo por la
falta de seguridad de los obreros, suspendidos a 200 metros.
Se sabe que estaban en el piso 69
del edificio RCA del Rockefeller Center, pero se desconoce la identidad de cada
uno de los 11 obreros que parece que están en el parque descansando. Hoy se
considera anónima, pero siempre salen dos posibles autores a la palestra.
No se sabe con seguridad si son
acróbatas contratados para promocionar la construcción del complejo o unos
obreros que realmente estaban en el momento del almuerzo. El magnate John
Davison Rockefeller Jr que contrató al fotógrafo nunca lo dijo.
La duda está esencialmente entre
dos autores. En primer lugar, Lewis Hine. En aquellos años trabajó en el Empire
State Building, un edificio que se terminó en 1931. Muchos pensaron que siguió
trabajando en las alturas y le dieron la autoría.
Pero en el año 2003, los
descendientes del fotógrafo Charles Ebbets aseguraron que él era el autor de
tan importante icono cultural. Nunca se ha podido demostrar y en los últimos
años incluso se habla también como posibles autores de William Letwich o Thomas
Kelly.
Las espigadoras es un cuadro al
óleo de Jean-François Millet terminado en 1857.
Es una representación realista de
mujeres espigando. La pintura es famosa por mostrar de una manera muy humana la
realidad de la sociedad rural del siglo xix, lo que fue mal recibido por la
clase alta francesa.
La composición del cuadro es
simple y directa, con una figura central que llama la atención. Las tres
mujeres están en el campo, espigando trigo. La figura central, la mujer más
joven, está en primer plano, mientras que las otras dos están en segundo plano.
La composición es simétrica, con las tres mujeres formando un triángulo
equilibrado.
La luz en el cuadro es débil y
difusa, lo que da un sentido de tristeza y melancolía. La luz procede de la
izquierda, iluminando las caras de las mujeres y creando sombras profundas en
sus ropas y en el campo detrás de ellas. La sombra es profunda y oscura, lo que
crea un contraste entre la luz y la oscuridad.
La coloración del cuadro es suave
y naturalista, con tonos de marrón, verde y amarillo. Las ropas de las mujeres
están pintadas con colores suaves y naturales, mientras que el campo detrás de
ellas está pintado con tonos de verde y amarillo. La coloración es suave y no
llamativa, lo que se ajusta a la atmósfera melancólica del cuadro.
El cuadro es una representación
de la vida rural francesa durante el siglo XIX. Las mujeres están espigando trigo,
una tarea común en la vida rural en ese momento. El cuadro muestra la dureza
del trabajo y la pobreza de las mujeres, que están sentadas en el campo,
espigando trigo para sobrevivir. El cuadro también muestra la belleza natural
del campo, con el trigo creciendo detrás de las mujeres.
Las espigadoras ha tenido una
gran influencia en la historia del arte. El cuadro es considerado uno de los
más importantes de Millet y es una representación de la vida rural francesa durante
el siglo XIX. El cuadro también ha influido en otros artistas, como Vincent van
Gogh, que se inspiró en el cuadro para crear sus propias representaciones de la
vida rural.
Constantine Meunier es uno de los
mejores ejemplos de la escultura del estilo Realista europea que se dio a lo
largo de la segunda mitad del siglo XIX.
Incluso se podría decir que las
obras de Constantine Meunier (1831 – 1904) todavía muestran más a las claras un
contenido social y reivindicativo, propio de la ideología política del autor,
ya que es muy habitual que represente a trabajadores, como en este caso un
estibador, u otra obra en la que nos presenta al picador de una mina.
Es decir, oficios duros y físicos
donde los haya, y él no duda en plasmar esa dureza en los cuerpos que esculpe.
Y además, es capaz de representar a esos personajes de los estratos sociales
más bajos con unas formas que recuerdan a las de los atletas y los dioses de la
escultura clásica.
Sirve de ejemplo este bronce
titulado El estibador, que nos lo muestra vestido con la ropa de faena de ese
colectivo, pero su postura y hasta su actitud nos recuerda a la de un héroe
griego. Y como en la escultura clásica, no trata de hacernos el retrato de un
estibador concreto, busca presentarnos un arquetipo de estos trabajadores, con
un tono realista y sin idealización alguna. Con ello le da a sus esculturas
cierto tono épico, y las convierte en todo un género.
Es una obra típica del autor donde retrata a un personaje ordinario en la intimidad de sus tareas cotidianas. Le gustaba observar los objetos cotidianos que lo rodeaban y pintar combinaciones diferentes de ellos.
Vermeer muestra
a sus figuras, recogidas en un momento íntimo, aisladas en un mundo ajeno al
del espectador, envueltas en un resplandor claro y apacible, en silencio.
En este caso, se trata de una joven dedicada al encaje, encorvada sobre su trabajo. Su mirada se concentra en la labor y en el movimiento de las manos, que manipulan hábilmente bobinas, alfileres e hilo.
El tema de la encajera es frecuente en la literatura y la pintura neerlandesas, como representación de las virtudes femeninas domésticas
Esta representación de la virtud se refuerza en la obra a través del pequeño
libro cubierto por tapicería sobre la mesa. Aunque el libro no tiene rasgos que
lo identifiquen, casi con seguridad es un libro de oraciones o una pequeña
Biblia.
Van Gogh- El sembrador
Van Gogh tuvo un interés especial en los sembradores a lo largo de su carrera artística. En total, realizó más de 30 dibujos y pinturas sobre este tema.
Pintó este sembrador en el otoño de
1888. En ese momento, Van Gogh trabajaba junto con Paul Gauguin (1848-1903).
Gauguin creía que en su trabajo Van Gogh debería basarse menos en la realidad y
más en su imaginación.
Aquí, Van Gogh usó colores
destinados a expresar emoción y pasión. Asignó los papeles protagónicos al
amarillo verdoso del cielo y al violeta del campo. El sol amarillo brillante
parece un halo, convirtiendo al sembrador en un santo.
Las Lecheras y las vacas
La obra "Lechera con sus vacas" de Julien Dupré es un ejemplo destacado de la pintura realista y rural francesa del siglo XIX. Esta obra, realizada por el artista francés Julien Dupré, es una representación de la vida rural francesa, específicamente de la labor de las lecheras y su relación con las vacas.
La composición de la pintura es cuidada, con la lechera en un campo verde, con sus vacas. La lechera está pintada con detalles precisos, desde su ropa hasta su expresión facial, lo que muestra la habilidad de Dupré para capturar la vida cotidiana.
La pintura también destaca por su coloración suave y naturalista, con tonos de verde, marrón y blanco que reflejan la vida rural en el campo. La luz en la pintura es débil y difusa, lo que da un sentido de tranquilidad y paz.
Además, la obra es una representación de la vida rural francesa, sobre todo de las labores agrícolas y la relación entre los campesinos y sus animales.
Portinari es uno de los grandes
pintores de Brasil y un verdadero referente del modernismo de ese país, el
movimiento que propone (a partir de los años 20) la búsqueda de una cultura
popular moderna, recuperando la verdadera identidad brasileña.
Portinari pinta de “manera
expresionista” las clases trabajadoras y más postergadas, pinta su visión de la
realidad social.
En ese sentido, podemos tomarlo
como un claro ejemplo de la pintura donde se representan pies y manos del
obrero o la gente de campo en tamaño desproporcionado (algo que se suele
utilizar mucho en Latinoamérica -pensemos en los muralistas mexicanos), con la
idea de expresar su rusticidad pero al mismo tiempo su fuerza, su “poder”.
Siendo pequeño, a Portinari le
han impresionado los pies de los labradores, de los que ha dicho: “pies
deformes, que pueden contar una historia, semejantes a los mapas con montes,
valles, ríos y caminos”.
Otro detalle interesante para
apreciar su obra, es que él comenta que su mayor influencia, la obra que más lo
ha impactado, es el Guernica de Picasso (a la que podemos calificar como “obra
emblemática de denuncia”).
Una vez que su arte se carga de
compromiso social, ya no cambia el rumbo hasta el final de su carrera.
La obra "La clase de
niños" de 1889 es un cuadro al óleo del artista francés Jean Geoffroy.
Esta pintura es una representación de la vida cotidiana en una escuela francesa del siglo XIX, donde se muestra a niños sentados en un aula, rodeados de materiales escolares y con un profesor en el fondo.
La composición del cuadro es
cuidada, con los niños sentados en hilera, rodeados de materiales
escolares y con el profesor en el fondo. La pintura destaca por su coloración suave
y naturalista, con tonos de marrón, azul y blanco que reflejan la vida escolar
en el siglo XIX.
Además, la obra es una
representación de la vida escolar francesa, sobre todo de la educación en el
siglo XIX. Geoffroy contribuyó a la representación de la vida escolar francesa,
junto con otros artistas que también pintaron escenas de la vida escolar.
El Ventorrillo de la Buena Vista
es un monumento histórico nacional ubicado en Villa Serrana, Uruguay construido
por Vilamajó.
Este lugar es un icono del
turismo uruguayo, donde se fusionan las colinas, la arquitectura y la historia.
El Ventorrillo de la Buena Vista
es un lugar emblemático que atrae a turistas y visitantes por su arquitectura y
su historia.
Además, el Ventorrillo de la
Buena Vista es un ejemplo de la arquitectura uruguaya y su importancia en la
historia del país.
La obra del arquitecto uruguayo Julio
Vilamajó recientemente es destacada en el centro histórico de la ciudad de
Colonia, Uruguay
El trabajo (Parque Batlle y
Ordóñez) es un monumento ubicado en el departamento de Montevideo, Uruguay.
Este grupo escultórico en mármol
blanco es obra del artista uruguayo Ángel Ferrari Rocca (1886-1973) y fue
inaugurado en 1930.
Este monumento es un
reconocimiento a la labor y el esfuerzo humano, y se encuentra en el Parque
Batlle y Ordóñez, un lugar emblemático en la ciudad de Montevideo
Esta obra muestra la terrible
epidemia de fiebre amarilla en Buenos Aires que Blanes plasmó en esta tela de
gran formato que es una de las piezas emblemáticas del Museo Nacional de Artes
Visuales de Montevideo.
Gracias al parte policial del
Comisario Lisandro Suárez, se sabe que la mujer en el piso era italiana, se
llamaba Ana Brisitiani y vivió en un conventillo de la calle Balcarce hasta
encontrar su trágico fin el 17 de marzo de 1871.
El abogado Dr. Roque Pérez y el
médico Dr Manuel Argerich, poco tiempo después de ser pintados por Blanes,
serían también víctimas de la enfermedad que combatían.
En esta obra se ve reflejado todo
el dramatismo de la escena, un pequeño niño junto a su madre caída sin vida en
el suelo de la habitación, los médicos asombrados y conmovidos en la puerta
dirigen la mirada a la mujer y su hijo sin percatarse aún que tras la puerta en
la semipenumbra de la habitación el padre de la criatura también yace muerto.
La luz que se filtra desde la
calle se derrama en el punto focal del cuadro que es una obra cúlmine de este
autor. Juan Manuel Blanes fue a su modo un reportero de su tiempo.
Fernando Botero - "Los
Músicos":
La obra "Los Músicos"
es considerada uno de los mayores logros de Botero en pintura al óleo.
Representa una escena costumbrista
colombiana, en la que se observa a nueve músicos animando una fiesta con
diferentes instrumentos musicales.
Tres de los músicos tocan
instrumentos de viento, cinco utilizan instrumentos de cuerda, y el último toca
el piano.
Sobre el grupo de músicos se ha
situado una hilera de luces brillantes, que le dan un ambiente alegre y
luminoso a la escena.
En el suelo se han colocado
diversas frutas anaranjadas, y detrás del músico central hay un cuervo negro.
Las figuras de los músicos
presentan las características volumétricas y deformadas típicas del estilo de
Botero, quien buscaba crear una mayor sensualidad a través de esta técnica.
Botero evita el uso de sombras
prominentes, dejando que los colores y la luz sean los elementos más destacados
de la representación.
La obra se considera uno de los
mayores logros de Botero en pintura al óleo, junto con otras obras maestras
como "Dancing in Colombia" y "Tablao flamenco".
Camille Pisarro La
carnicera
Camille Pissarro pintó hacía 1881
escenas de mercado como la de La carnicera .
La obra "La Carnicera"
de Camille Pissarro es un ejemplo destacado de la pintura realista y romántica
del siglo XIX.
Esta obra, realizada en 1883, es
parte de una serie de escenas de mercado que Pissarro pintó desde 1881,
caracterizadas por su composición cuidada y la equiparación cromática en tonos
blancos y rojos.
La composición de "La
Carnicera" está pensada para crear un ambiente dinámico y vivaz, con la
figura de la vendedora de carne en el centro, rodeada de una variedad de
productos frescos. La pintura destaca por su capacidad para capturar la energía
y la actividad de un mercado, donde la gente se reúne para comprar y vender
productos frescos.
La obra también refleja la
influencia de Pissarro en el movimiento impresionista, ya que su estilo
pictórico se caracteriza por la búsqueda de la armonía visual y la liberación
de las jerarquías tradicionales.
La técnica de pincelada y los
recursos compositivos de Pissarro rara vez siguen un patrón estable, y cada
trabajo muestra varias técnicas yuxtapuestas y distintas, desde superficies
manchadas en primer plano hasta pinceladas estrechas y agitadas en contraste
con otras más amplias.
Además, "La Carnicera"
es una representación de la vida rural francesa, sobre todo de los paisajes y
las escenas en las que aparecen campesinos trabajando, pero también de escenas
urbanas en Montmartre.
La obra fue pintada por Diego
Rivera en 1942, poco después de que rompiera su amistad con León Trotsky y su
esposa Frida Kahlo, aunque luego volvieron a casarse.
En el cuadro, Rivera retrata a
una humilde vendedora de flores mexicana, reflejando su interés por temas
históricos y políticos relacionados con la Revolución Mexicana de 1910.
La pintura muestra la influencia
del muralismo mexicano y el cubismo en el estilo de Rivera, combinando un
enfoque robusto y un genuino estilo nacional.
A pesar de la complejidad de la
vida personal y política de Rivera en ese momento, la obra "La Vendedora
de Flores" se considera una representación íntima y solitaria de una
humilde trabajadora mexicana.
La obra forma parte de la
colección del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en Madrid y está
dirigida a un público a partir de los 14 años.
En resumen, "La Vendedora de
Flores" es una obra icónica de Diego Rivera que refleja su interés por
temas sociales y políticos a través de la representación de una humilde
trabajadora mexicana, en un estilo que combina el muralismo y el cubismo.
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