Blog de Arinda

OBJETIVO :En este Blog vas a encontrar mis producciones en pintura y escultura. Además, material recopilado a través de mi trabajo como maestra, directora e inspectora, que puede ser de interés para docentes y estudiantes magisteriales .

sábado, 18 de mayo de 2024

18 DE MAYO DE 1811 BATALLA DE LAS PIEDRAS

 

1811 -18 DE MAYO BATALLA DE LAS PIEDRAS

Monumento homenaje a la Batalla de Las Piedras -JUAN MANUEL FERRARI (Ciudad de Las Piedras -Canelones)


ANTECEDENTES





España ocupaba los territorios de Amèrica que en este mapa se encuentran coloreados.  Lo que hoy es Uruguay era colonia española.



En el siglo XVIII, (1700) hubo grandes luchas de poder entre las naciones europeas.

Los conflictos fueron cada vez más globalizados porque se luchaba por territorios extranjeros.

La Revolución Francesa y las Guerras Napoleónicas ocurrieron a fines del siglo XVIII y principios del siglo XIX.

En 1805, se hizo cada vez más difícil para España atravesar el Atlántico, y en 1806 y 1807, Gran Bretaña intentó tomar el puerto de Buenos Aires de España y Montevideo.

Napoleón Bonaparte

Napoleón Bonaparte dictador de Francia, en 1807 ingresó con su ejército a la península española, para llegar a conquistar a Portugal.

Inicialmente, España era aliado de Francia y Napoleón buscó la cooperación de España en la invasión de Portugal que estaba aliado con el Reino Unido.

La monarquía española cooperó debido al bloqueo británico de Buenos Aires y Montevideo, y porque esperaba asegurar el sur de Portugal para sí misma.

Sin embargo, Napoleón traicionó a España y las tropas francesas se trasladaron al territorio español con intención invasora y no de paso hacia Portugal.

Carlos IV era el Rey de España y por el descontento popular por el “afrancesamiento” de la corte, abdicó su corona en favor de su hijo Fernando VII.

En mayo de 1808, la invasión francesa al territorio español, generó la imposición, por parte de Napoleón Bonaparte, de un reemplazante al rey español Fernando VII, a quien mantuvieron encarcelado en Francia. 

Napoleón puso en su lugar a José Bonaparte, conocido como "Pepe Botella".

 El dos de mayo de 1808 en Madrid, pintura de Francisco de Goya que ilustra uno de los episodios del levantamiento popular que desembocaría en la guerra.

 Los españoles resistieron a la imposición del nuevo rey y se levantaron en armas contra los franceses. A pesar de la represión emprendida, las fuerzas napoleónicas no consiguieron derrotar definitivamente a los españoles.

 

El juramento de las Cortes de Cádiz de 1810. Congreso de los Diputados de España. Obra de José Casado del Alisal. 1863

 

Además, el pueblo español formó Juntas de gobierno y luego El Consejo de Regencia esperando la restauración de la monarquía o sea la vuelta del rey.

Embarque de la Corte de Portugal en el puerto de Lisboa el 29 de noviembre de 1807.

Napoleòn ocupó sin dificultades a Portugal, pero la familia real portuguesa escapó a sus posesiones en América (Brasil) escoltada por navíos británicos.

Caricatura inglesa mostrando a un estereotipado gobernante español expulsando de una patada a José Bonaparte de vuelta a Francia.

Los franceses, sin embargo, no permanecieron mucho tiempo ni en  Portugal ni en España debido a los continuos ataques anglo-portugueses.

Otro hecho que influyó en el movimiento independentista del Río de la Pata fue la separación de las colonias inglesas del poder Real en América del Norte.

El 4 de julio de 1776, se daba la primera proclamación de independencia, un hecho motivador para el resto del continente.

Movimiento independentista en América.


Las noticias de España llegadas a América generó el movimiento del pueblo que formó Juntas de Gobierno, muchas buscando independizarse de España y otros para aguardar a que volviera a restaurarse la monarquía.

Los sucesos de Mayo de 1810 en Buenos Aires, habían iniciado el proceso revolucionario en el Río de la Plata, cuyo objetivo era la eliminación del dominio imperial español en esta parte de América.

Junta de Mayo

Cuando en Buenos Aires la Junta de Mayo declaró la independencia de España, la ciudad de Montevideo se mantuvo fiel al trono español; pero muchos criollos importantes no estuvieron de acuerdo.

José Gervasio Artigas- Òleo de Juan Manuel Blanes

 

Hasta este momento José Gervasio Artigas, era Capitán del principal cuerpo militar de la ciudad y del territorio uruguayo entonces conocido como la Banda Oriental.

Estaba destacado en la ciudad de Colonia como Capitán de una compañía de Blandengues

Fortaleza o Ciudadela de la Colonia del Sacramento (1731)- Ilustración de época de Diogo Soares; Museo Histórico de Colonia

 A fines de 1810, el capitán Artigas al servicio de Montevideo y Capitán del Cuerpo de Blandengues, marchò hacia el Arroyo de la China (actual Concepción del Uruguay) donde la historia lo ubica por la campaña de Entre Ríos siempre en protección de los desamparados.

Virrey del Rio de la Plata don Francisco Xavier de Elio

En enero de 1811 Elío llega a Montevideo desde España con el título de Virrey, y desde ese momento inicia los preparativos para declarar la guerra a Buenos Aires, lo que hará el 12 de febrero.

Apenas llegó separó de la Comandancia de la Colonia del Sacramento al benemérito coronel don Ramón del Pino, que con solo 14 malos milicianos se había sabido defender de más de 260 hombres de las tropas de Buenos Aires.

Este Oficial a quien se le achacaba falta de valor, solo puedo decir que tenía talento, instrucción y mucho conocimiento de la campaña y gente del país, pues no nos denunció uno como sospechoso, que después no se haya confirmado por un traidor.

Para reemplazar a Pino se nombró al brigadier don Vicente María de Muesas a quien no tenìa el don de mando.

Artigas volvió de su misión de vigilancia contra los bandoleros de la campaña, a la Colonia del Sacramento, el 15 de febrero de 1811.

Debido al destrato de Muesas pronto empezaron a desertar oficiales y soldados de la Colonia, por último, un día llamó al capitán de Blandengues don José de Artigas y lo interrogó sobre si algunos de sus soldados habían entrado en un huerto y comido alguna fruta, le dijo tantas y tantas cosas amenazándole con que le pondría preso, que lo sofocó y Artigas salió vomitando venganzas.


Artigas y lanceros- Federico Reilly

Artigas era el “coquito” de toda la Campaña, el niño mimado de los Jefes, porque para todo apuro lo llamaban y estaban seguros del buen éxito, porque tiene un extraordinario conocimiento de la campaña como nacido y criado en ella, en continuas comisiones contra ladrones, portugueses, etc., además está muy emparentado.

 


En suma, diciendo Artigas, en la campaña, todos tiemblan. Este hombre insultado y agraviado sale vomitando furias, desaparece y cada pueblo por donde pasaba lo va dejando en completa sublevación.

Llega a Buenos Aires y dice a la Junta, ustedes no han sabido hacer la guerra a Montevideo yo me atrevo con muy pocos auxilios a revolucionar a toda la Banda Oriental, cortar las carnes y trigos a Montevideo, a obligarle a que se entregue.




 Elío se entera del malestar de la campaña que se encuentran con el ánimo dispuesto a la rebelión, todos los pueblos se sublevan y por todas partes se reúnen grandes cuadrillas de gauchos, con buenas o males armas, con lazos y bolas, su primera operación se reduce a llevarse a Buenos Aires a los muchos europeos que había en la campaña y la segunda a llevarse todo el ganado vacuno y caballadas del Rey y de particulares, llegando hasta dos leguas de la Ciudad.

Las primeras noticias que se tuvieron del levantamiento de los pueblos del Uruguay fue desde la campaña.

Tantas eran las noticias que le llegaban al Virrey que toma la resolución de irse a la Colonia del Sacramento en la corbeta Mercurio.

Pensaba que iba a dar un golpe magistral, cuando a los ocho días regresó por tierra Montevideo.


General Vigodet

 El resultado de ese viaje  lo convenció de la necesidad de remover al brigadier Muesas sustituyéndolo por el general Vigodet".



 

El dia 26 de febrero ubicamos, de paso, por Nogoya, al capitán José Artigas junto al cura de la Colonia don José María Enrique de la Peria y al teniente don Rafael Hortiguera.

Luego de atravesar Entre Ríos y Santa Fe llegan a Buenos Aires.

En Buenos Aires Artigas obtiene el auxilio de 150 soldados, 200 pesos y el despacho de teniente coronel.

 El 9 de marzo de 1811 parte de Buenos Aires

El 16  de marzo alcanza Santa Fé. Pasa luego a la Bajada (Paraná), a Nogoyá y al Arroyo de la China (Concepción del Uruguay) y de allí a Paysandú.

Figari- Grito de Asencio


HACIA LAS PIEDRAS

Movimientos del ejército revolucionario

 

Con el impulso de don José Artigas las partidas que ya se habían acercado a la Plaza de Montevideo recogiendo caballadas y ganado se agrupan en torno al Caudillo.

Benavides se dirige a poner sitio a Colonia que caerá una semana después del triunfo de Las Piedras, el 26 de mayo, luego de un sitio de nueve días.

Siempre siguiendo la figura de Artigas, eje central de todos estos sucesos y por lo tanto, nadie mejor que él para narrarlos:

Escribe Artigas a Buenos Aires:

"Las ocupaciones que me ha ofrecido el honroso cargo que usted tuvo a bien confiarme, no me han permitido, desde mi salida de esa capital, dar a usted una relación detallada de los movimientos practicados y el feliz suceso de las armas de la patria; pero he cuidado de avisarlos respectivamente al señor

José Rondeau

Belgrano y al coronel don José Rondeau, desde que fue nombrado jefe de este ejército, quienes creo lo harían a usted en iguales términos.

Aprovecho sin embargo estos momentos para elevar a su conocimiento todas las operaciones de la división de mi cargo.

Con ella llegué el 12 del corriente a Canelones, donde acampamos destacando partidas de observación cerca de los insurgentes que ocupaban las Piedras; punto el más interesante, así por su situación como por algunas fortificaciones que empezaban a formar y por la numerosa artillería con que lo defendían.

 En la misma noche se experimentó una copiosa lluvia, que continuó hasta las diez de la mañana del 16, en cuyo día destacaron los enemigos una gruesa columna a la estancia de mi padre, situada en el Sauce, a cuatro leguas de distancia de las Piedras, con objeto de batir la División de Voluntarios del mando de mi hermano don Manuel Francisco Artigas, que regresaba por orden mía de Maldonado, a incorporarse con mi División. Se hallaba acampado en Pando y luego que sus avanzadas avistaron al enemigo, me dio el correspondiente aviso pidiéndome 300 hombres de auxilio

Días previos a la batalla Elio trató de atraerse a Artigas a su causa por intermedio de su concuñado don Antonio Pereira. Llevaba la carta don Manuel Villagrán (cuñado y primo del mismo). Artigas respondió: SOLO ASPIRO AL BIEN DE MI PATRIA EN LA JUSTA CAUSA QUE SIGO.

 

PARTE DE LA BATALLA DE LAS PIEDRAS REDACTADO  POR JOSÉ ARTIGAS (documento)


Batalla de Las Piedras (boceto, óleo sobre tela)Diógenes Hecquet (1866 - 1902)


"Elio en cuya consecuencia y de acuerdo con los señores capitanes determiné marchar a cortar a los enemigos. Dispuesta así la División de mi cargo, marché en columna al ponerse el sol con dirección al Sauce: hice alto en las puntas del Canelón chico, donde cerró la noche.



El 17 amaneció lloviendo copiosamente y dispuse acamparme, así por dar algún descanso a la tropa, que en medio de su desnudez e insoportable frio, había sufrido tres días y medio de continua lluvia, como por el imprescindible interés de conservar las armas en buen uso.

En la tarde del mismo día se incorporó a mi División la del mando de mi hermano don Manuel, compuesta de 304 voluntarios, reunidos por él en la campaña, por la mayor parte bien armados.

La salida de los enemigos de su posición se verifico el 16: pero se redujo a saquear completamente la casa de mi padre y recoger sobre mil cabezas de ganado, que en la misma noche se introdujeron en la plaza".( En esa operación fue llevado prisionero a la plaza el hermano mayor de don José Artigas, José Nicolás Artigas Pascual).

"El 18 amaneció sereno: despaché algunas partidas de observación sobre el campo enemigo, que distaba menos de dos leguas del mío y a las nueve de la mariana se me avisó que hacían movimiento con dirección a nosotros. Se trabó el fuego con mis guerrillas y los contrarios, aumentando sucesivamente su fuerza, se reunieron en una loma distante una legua de mi campamento.

Exhorté a las tropas recordándoles los gloriosos triunfos que había inmortalizando la memoria de nuestras armas y el honor con que debían distinguirse los soldados de la patria y todos unánimes exclamaron con entusiasmo, que estaban resueltos a morir en obsequio de ella. Emprendí entonces la marcha. Los insurgentes hicieron una retirada aparente acompañada de algún fuego de cañón.

Montó nuevamente la infantería y cargo sobre ellos: es inexplicable, Señor Excelentísimo el ardor y entusiasmo con que mi tropa se empeñó entonces en mezclarse con los enemigos, en términos que fue necesario todo el esfuerzo de los oficiales y mío, para contenerlos y evitar el desorden. Los contrarios nos esperaban situados en la loma indicada arriba, guardando formación de batalla con 4 piezas de artillería, 2 obuses de a 32 colocados en el centro de su línea y un canon en cada extremo de a 4. En igual forma dispuse mi infantería, con las 2 piezas de a 2 y se trabó el fuego más activo.

La situación ventajosa de los enemigos, la superioridad de su artillería así en el número como en el calibre y dotación de 16 artilleros en cada una y el exceso de su infantería sobre la nuestra, hacían la victoria muy difícil; pero mis tropas enardecidas se empeñaban más y más y sus rostros serenos pronosticaban las glorias de la Patria.

El tesón y orden de nuestros fuegos, el arrojo de los soldados, obligué a los insurgentes a salir de su posición, abandonando un cañón que en el momento cayó en nuestro poder con una carreta de municiones.




Ellos se replegaron con el mejor orden sobre las Piedras, sostenidos del incesante fuego de su artillería y como era verosímil que en aquel punto hubiesen dejado alguna fuerza cuya reunión nos era perjudicial, ordene que cargaran sobre ellos las columnas de caballería de los flancos y la encargada de cortarles su retirada: de esta operación resulto, que los enemigos quedasen encerrados en un círculo bastante estrecho: aquí empezó la acci’on con la mayor viveza de ambas partes, pero después de una rigurosa resistencia se rindieron los contrarios, quedando el campo de batalla en poder nuestro.

Figura 1. Dibujo del combate de Las Piedras, de autor anónimo, perteneciente a la Colección Assuncao. Recuperado del sitio de Internet del Museo Municipal y Archivo Histórico Cabildo y Reales Cárceles de Montevideo


La tropa enardecida pronto hubiera descargado su furor sobre las vidas de todos ellos, para vengar la inocente sangre de nuestros hermanos, acabada de verter para sostener la tiranía; pero ellos al fin participando de la generosidad que distingue a la gente americana, cedieron a los impulsos de nuestros oficiales empeñados en salvar a los rendido.


Batalla de Las Piedras de Manuel Rosé. EL cuadro se encuentra en el Salón de Fiestas del Palacio Legislativo en la ciudad de Montevideo

 

La acción tuvo principio a las 11 del día y terminó al ponerse el sol; la fuerza enemiga ascendía en el todo, según los informes menos dudosos que he podido adquirir, a 1230 individuos.

El hecho mismo demuestra bastantemente la gloria de nuestras armas en esta brillante empresa; la superioridad en el todo de la fuerza de los enemigos, sus posiciones ventajosas, su fuerte artillería y particularmente el estado de nuestra caballería, por la mayor parte armada de palos con cuchillos enastados, hacer ver indudablemente, que las verdaderas ventajas que llevaban nuestros soldados sobre ros esclavos de los tiranos estarán siempre selladas en sus corazones inflamados del fuego que produce el amor a la patria".

También han llenado su obligación los Voluntarios de caballería y sus dignos jefes; siendo admirable, Excelentísimo Señor, la fuerza con que el patriotismo mas decidido ha electrizado a los habitantes todos de esta campaña, que después de sacrificar sus haciendas gustosamente en beneficio del ejercito, brindan todos con sus personas, en términos que podría decirse, que son tantos los soldados con que puede contar la patria, cuántos son los americanos que la habitan en esta parte de ella"

En la noche del 18 acampe en las inmediaciones de las Piedras hacia Montevideo, en la situación más ventajosa y cómoda, para oponerme a alguna tentativa del enemigo, que se esperaba según las noticias adquiridas, pero él no hizo movimiento".




El 24 fueron ignominiosamente arrojadas de la plaza por su tiránico gobierno varias familias, vecinos y eclesiásticos, sobre cuyo violento accidente hable a usted en otro papel.

Estos han sido los movimientos de la División que he tenido el honor de mandar y estos, Excelentísimo Señor, son los momentos en que me considero elevado por la fortuna al grado de felicidad más alta, si las armas de mi mando han podido contribuir a perfeccionar la grande obra de libertad de mi amada patria y dar a usted, que la representa, un día tan glorioso como aciago y terrible para los indignos mandones que desde su humillada situación intentan en vano oprimirla.

Dios guarde a usted muchos años. Campamento del Cerrito de Montevideo, 30 de mayo de 1811.


 La acción de Las Piedras | Autor: Juan Luis Blanes con intervenciones de Juan Manuel Blanes |



La actitud de Artigas al finalizar el combate fue tolerante y compasiva: 

En primer lugar envió al padre Valentín Gómez, capellán voluntario del ejército revolucionario, a recoger el sable perteneciente al Capitán de Fragata Don José Posadas quién actuó al mando de las fuerzas realistas durante la contienda de Las Piedras y que el militar había clavado en el piso como señal de rendición.

En segundo lugar  pide que den auxilio a los heridos.

Ha quedado para la historia la frase

“CLEMENCIA PARA LOS VENCIDOS, CURAD A LOS HERIDOS”


Consecuencias


La victoria influyó en el estado de ánimo de los revolucionarios, renovó sus fuerzas y los dotó de confianza en sí mismos. A su vez, Artigas fue nombrado coronel por la Junta y otros oficiales que lucharon a su lado también fueron ascendidos, según explica el portal citado.

Unos días después, tras haber exigido la rendición de Montevideo y esta haber sido rechazada, Artigas y los revolucionarios procedieron a sitiar Montevideo.

La batalla de Las Piedras fue el primer gran triunfo militar del Río de la Plata y como tal tonificó el espíritu de otros pueblos americanos.

La fuerza militar española en el Río de la Plata quedó prácticamente eliminada, lo que motivó al Virrey Elío, sitiado en Montevideo, a recurrir a la ayuda del gobierno de Portugal iniciándose un largo período de sucesivas intervenciones portuguesas que pautó el desarrollo de nuestra historia hasta la Independencia.

Con este triunfo se consolidó el prestigio de Artigas como

 militar. La Junta de Buenos Aires lo reconoció, otorgándole el

 grado de Coronel y enviándole una espada de honor.


EL SITIO DE LA MEMORIA

 


Desde 1911, La Comisión Nacional encargada de los festejos del Centenario de la Batalla, fue la que delimitó el campo de batalla, el cual comprendía los campos de Hernández, Sosa, Díaz y Vega, siendo el epicentro del mismo “la loma de Hernández”, lugar del simbólico Obelisco con la Victoria.

Desde 1911, La Comisión Nacional encargada de los festejos del Centenario de la Batalla, fue la que delimitó el campo de batalla, el cual comprendía los campos de Hernández, Sosa, Díaz y Vega, siendo el epicentro del mismo “la loma de Hernández”, lugar del simbólico Obelisco con la Victoria

El 25 de mayo de 1911 se inauguró este monumento en homenaje al centenario de la batalla de Las Piedras. La obra fue realizada por el escultor Juan Manuel Ferrari. Una imagen de la Victoria en bronce luce en la parte superior del monumento. En el entorno del monumento se encuentra el Parque Artigas, ubicado en el lugar donde habría sucedido la emblemática batalla.

Ubicación: Las Piedras

Dirección: Bulevar del Bicentenario



En la ciudad de Las Piedras, ingresando al Boulevard del Centenario, podremos visitar el Museo a cielo abierto “Batalla de la Piedras” situado en el histórico Campo de Batalla. El espacio cuenta con un centro de interpretación ubicado en el auditorio del “Pabellón del Bicentenario”. El relato histórico- cultural se centra en el ideario Artiguista , el proceso de emancipación del pueblo Oriental y el desarrollo de la Batalla de Las Piedras. Muy cerca podemos recorrer el Parque Artigas (Monumento Histórico Nacional) y el Anfiteatro «A don José» diseñado en base al sistema constructivo del Ing. Eladio Dieste

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