HISTORIA DEL DÍA DE LOS TRABAJADORES
Los mártires de Chicago
Movimiento obrero de Chicago 1886
El Día Internacional de los Trabajadores o Primero de Mayo de cada año se dedica al recuerdo del movimiento obrero mundial.
En julio de 1889, la Segunda Internacional reunida en París resolvió que “Se organizará una gran manifestación en fecha fija, de tal manera que simultáneamente en todos los países y en todas las ciudades en el mismo día convenido, los trabajadores pedirán a las autoridades oficiales la reducción, mediante una ley, de la jornada de trabajo a 8 horas... En vista que una manifestación análoga ha sido aprobada para el 1º de Mayo de 1890 por la Federación Americana del Trabajo, en su Congreso celebrado en Saint Louis... se adopta esa fecha para la manifestación internacional”.
En la actualidad se reivindican los derechos de los trabajadores en sentido general, y se celebra en muchos países.
Llamativamente, en los Estados Unidos no se celebra esta conmemoración. En su lugar se celebra el Labor Day el primer lunes de septiembre desde 1882 en un desfile realizado en Nueva York y organizado por la Noble Orden de los Caballeros del Trabajo (Knights of Labor, en inglés). El presidente Grover Cleveland, auspició la celebración en septiembre por temor a que la fecha de mayo reforzase el movimiento socialista en los Estados Unidos.
Presidente Grover Cleveland
Grabado que muestra la explosión en la Revuelta de Haymarket
Revuelta de Haymarket.
Hacia finales del siglo XIX la clase obrera de Europa y Estados Unidos estaba en plena lucha por la reducción del horario de trabajo a 8 horas.
Hacia finales del siglo XIX la clase obrera de Europa y Estados Unidos estaba en plena lucha por la reducción del horario de trabajo a 8 horas.
Se vivía en esos años el proceso de consolidación del movimiento obrero a partir de los sindicatos y, también el desarrollo del movimiento socialista. Pese a la ruptura entre socialistas marxistas y anarquistas, ambas corrientes tuvieron un fuerte crecimiento en ese período.
A fines del siglo XIX - en los albores de la revolución industrial en los Estados Unidos - Chicago era la segunda ciudad en número de habitantes de EE.UU.
A fines del siglo XIX - en los albores de la revolución industrial en los Estados Unidos - Chicago era la segunda ciudad en número de habitantes de EE.UU.
Del oeste y del sudeste llegaban cada año por ferrocarril miles de ganaderos desocupados, creando las primeras villas humildes que albergarían a cientos de miles de trabajadores. Además, estos centros urbanos acogieron a emigrantes venidos de todo el mundo a lo largo del siglo XIX.
En Estados Unidos, se habían desarrollado varias asociaciones de trabajadores: la AFL (Federación Americana del Trabajo), de tendencia reformista, y los KL (Caballeros del Trabajo), más izquierdista. Paralelamente, surgió un Partido Obrero Socialista.
La reivindicación de las 8 horas tenía amplio apoyo en Chicago. Allí la jornada laboral se extendía desde las 4 de la mañana hasta las 8 de la noche. Aquellos que trabajaban 14 ó 15 horas se consideraban afortunados.
En Estados Unidos, se habían desarrollado varias asociaciones de trabajadores: la AFL (Federación Americana del Trabajo), de tendencia reformista, y los KL (Caballeros del Trabajo), más izquierdista. Paralelamente, surgió un Partido Obrero Socialista.
La reivindicación de las 8 horas tenía amplio apoyo en Chicago. Allí la jornada laboral se extendía desde las 4 de la mañana hasta las 8 de la noche. Aquellos que trabajaban 14 ó 15 horas se consideraban afortunados.
Una de las reivindicaciones básicas de los trabajadores era la jornada de 8 horas. El hacer valer la máxima: «ocho horas para el trabajo, ocho horas para el sueño y ocho horas para la casa».
En este contexto se produjeron varios movimientos, en 1829 se formó un movimiento para solicitar a la legislatura de Nueva York la jornada de ocho horas. Anteriormente existía una ley que prohibía trabajar más de 18 horas, salvo caso de necesidad. Si no había tal necesidad, cualquier funcionario de una compañía de ferrocarril que hubiese obligado a un maquinista o fogonero a trabajar jornadas de 18 horas diarias debía pagar una multa de 25 dólares.
La mayoría de los obreros estaban afiliados a la Noble Orden de los Caballeros del Trabajo, pero tenía más preponderancia la American Federation of Labor (Federación Estadounidense del Trabajo), inicialmente socialista.
La mayoría de los obreros estaban afiliados a la Noble Orden de los Caballeros del Trabajo, pero tenía más preponderancia la American Federation of Labor (Federación Estadounidense del Trabajo), inicialmente socialista.
En su cuarto congreso, realizado el 17 de octubre de 1884, ésta había resuelto que desde el 1 de mayo de 1886 la duración legal de la jornada de trabajo debería ser de ocho horas, yéndose a la huelga si no se obtenía esta reivindicación y recomendándose a todas las uniones sindicales que tratasen de hacer promulgar leyes en ese sentido en sus jurisdicciones. Esta resolución despertó el interés de las organizaciones, que veían la posibilidad de obtener mayor cantidad de puestos de trabajo con la jornada de ocho horas, reduciendo el paro.
Presidente Andrew Johnson
En 1868, el presidente Andrew Johnson promulgó la llamada Ley Ingersoll, estableciendo la jornada de ocho horas. Al poco tiempo, diecinueve estados sancionaron leyes con jornadas máximas de ocho y diez horas (aunque siempre con cláusulas que permitían aumentarlas a entre 14 y 18 horas).
Aun así, debido a la falta de cumplimiento de la Ley Ingersoll, las organizaciones laborales y sindicales de EE.UU. se movilizaron.
La prensa calificaba el movimiento como «indignante e irrespetuoso», «delirio de lunáticos poco patriotas», y manifestando que era «lo mismo que pedir que se pague un salario sin cumplir ninguna hora de trabajo».
Aun así, debido a la falta de cumplimiento de la Ley Ingersoll, las organizaciones laborales y sindicales de EE.UU. se movilizaron.
La prensa calificaba el movimiento como «indignante e irrespetuoso», «delirio de lunáticos poco patriotas», y manifestando que era «lo mismo que pedir que se pague un salario sin cumplir ninguna hora de trabajo».
Imágenes de la huelga que se realizó el 1 de mayo en el estado de Chicago en los Estados Unidos en 1887.
El 1° de mayo de 1886, 200.000 trabajadores iniciaron la huelga mientras que otros 200.000 obtenían esa conquista con la simple amenaza de paro.
En Chicago donde las condiciones de los trabajadores eran mucho peor que en otras ciudades del país las movilizaciones siguieron los días 2 y 3 de mayo. La única fábrica que trabajaba era la fábrica de maquinaria agrícola McCormik que estaba en huelga desde el 16 de febrero porque querían descontar a los obreros una cantidad para la construcción de una iglesia. La producción se mantenía a base de esquiroles.
En Chicago donde las condiciones de los trabajadores eran mucho peor que en otras ciudades del país las movilizaciones siguieron los días 2 y 3 de mayo. La única fábrica que trabajaba era la fábrica de maquinaria agrícola McCormik que estaba en huelga desde el 16 de febrero porque querían descontar a los obreros una cantidad para la construcción de una iglesia. La producción se mantenía a base de esquiroles.
Concentración de trabajadores en Chicago (EEUU), el 1 de mayo de 1886. Exigen la reducción de la jornada laboral a 8 horas. | libcom.org - Agencia
El día 2 la policía había disuelto violentamente una manifestación de más de 50.000 personas
El lunes 3 de mayo de 1886 un hecho empezaría a torcer el curso de los acontecimientos. En una reunión de 6000 estibadores en huelga, mientras hablaba August Spies, un grupo de 200 trabajadores se separaron del acto con el objetivo de presionar a los rompehuelgas, que en ese momento salían hacia sus casas. Quince minutos después aparecieron más de 200 policías que iniciaron un combate en las calles que terminó con 4 obreros muertos y muchísimos heridos.
Chicago. 3 de mayo.- Concentración ante las puertas de la McCormick.
Spies y sus compañeros llamaron a una manifestación para el día siguiente en la plaza Haymarket, en el sur de Chicago. A la concentración fueron más de 3000 trabajadores y concurrió el alcalde de la ciudad, con la intención de garantizar la calma. El alcalde se retiró cuando hablaba el último orador, Fielden, e inmediatamente después la policía, comandada por el inspector John Blonfield (odiado por los obreros de la ciudad por su brutalidad represiva) irrumpió en la reunión con 180 policías.
Haymarket momentos antes de la explosión
Fielden intentó detenerlos alegando que era una reunión pacífica. Estaba parlamentando con los jefes cuando alguien arrojó una bomba contra los policías, hiriendo a 66 (7 de los cuales murieron). La policía disparó contra la multitud matando a varias personas e hiriendo a 200. La zona se volvió un infierno, las farmacias se llenaban de gente herida. A este episodio se lo llamó la "masacre de Haymarket".
Nunca se aclaró quién arrojó la bomba. La hipótesis más fuerte es atribuirla a una provocación policial.
Nunca se aclaró quién arrojó la bomba. La hipótesis más fuerte es atribuirla a una provocación policial.
La patronal y la prensa a su servicio salieron a hacer una campaña contra los "anarquistas extranjeros que quieren destruir América". El grupo dirigente del Sindicato Obrero Central estuvo inmediatamente sentado en el banquillo de los acusados. August Spies, Michael Schwab, Adolph Fischer, George Engel, Louis Lingg, Albert Parsons, Samuel Fielden y Oscar Neebe fueron sometidos a juicio.
La elección de los acusados fue política. Dos de ellos ni siquiera estuvieron en la manifestación de Haymarket, otros se habían retirado antes de la refriega. Lo que estaba en juicio eran las ideas políticas de estos militantes, cosa que fue dicha explícitamente por la acusación en varios tramos del juicio, plagado de vicios legales, falta de garantías, testigos falsos y demás catálogo de violencias y trampas a que fueron sometidos los compañeros. La índole fraudulenta del juicio fue tan evidente que, aun en medio de una ensordecedora campaña nacionalista contra los "terroristas extranjeros", el jurado no se atrevió a condenar a muerte a todos los acusados, como era la intención primera de los organizadores políticos del juicio.
Grabado representando el ahorcamiento de los Mártires de Chicago
El 11 de noviembre de 1887 Spies, Engel, Fischer y Parsons fueron ahorcados. Unos días antes Louis Lingg se había quitado la vida en su celda. A partir de ese momento fueron conocidos como los "mártires de Chicago" y reivindicados como héroes de la clase trabajadora internacional durante muchos años. En su funeral desfilaron más de 25.000 trabajadores.
Sala donde se llevó a cabo el juicio en Haymarket
}Los otros compañeros (Fielden, Schwab y Neebe) pasaron largos años en prisión hasta que el peso de las mentiras acumuladas obligó a una revisión del proceso que concluyó con la libertad de los tres sobrevivientes.
El impacto internacional que tuvo el juicio a los "mártires de Chicago" duró muchos años. Hacia 1889, en la Reunión Obrera Internacional convocada en París (en la que confluyeron socialistas y anarquistas de varios países) se resolvió organizar "una gran manifestación en fecha fija, de tal manera que simultáneamente en todos los países y en todas las ciudades en el mismo día convenido, los trabajadores pedirán a las autoridades oficiales la reducción, mediante una ley, de la jornada de trabajo a 8 horas y que se lleven a efecto las demás resoluciones del Congreso de París". La fecha escogida fue el 1º de mayo de 1890 para coincidir con el día en que los sindicatos norteamericanos habían resuelto retomar la lucha por las 8 horas y que conmemoraba el inicio de la huelga que terminó con la condena y asesinato de Spies y sus compañeros.
El impacto internacional que tuvo el juicio a los "mártires de Chicago" duró muchos años. Hacia 1889, en la Reunión Obrera Internacional convocada en París (en la que confluyeron socialistas y anarquistas de varios países) se resolvió organizar "una gran manifestación en fecha fija, de tal manera que simultáneamente en todos los países y en todas las ciudades en el mismo día convenido, los trabajadores pedirán a las autoridades oficiales la reducción, mediante una ley, de la jornada de trabajo a 8 horas y que se lleven a efecto las demás resoluciones del Congreso de París". La fecha escogida fue el 1º de mayo de 1890 para coincidir con el día en que los sindicatos norteamericanos habían resuelto retomar la lucha por las 8 horas y que conmemoraba el inicio de la huelga que terminó con la condena y asesinato de Spies y sus compañeros.
Placa conmemorativa del Gobierno a los Mártires de Chicago.En marcador escribieron Primero tomaron vuestras vidas, ahora explotan vuestra memoria
Puedes leer más sobre el tema en : 1º DE MAYO- DÍA DE LOS TRABAJADORES
FUENTE:
http://www.taringa.net/
http://www.rel-uita.org
http://es.wikipedia.org
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