Blog de Arinda

OBJETIVO :En este Blog vas a encontrar mis producciones en pintura y escultura. Además, material recopilado a través de mi trabajo como maestra, directora e inspectora, que puede ser de interés para docentes y estudiantes magisteriales .

miércoles, 12 de marzo de 2025

EL 12 DE MARZO DE 1908 NACIÓ RITA ANGUS

 

Rita Angus: La Artista que Capturó la Esencia de

 Nueva Zelanda a Través de su pincel Único


Izquierda, Rita Angus: Autorretrato, 1936-7. Colección de la Galería de Arte Público de Dunedin, adquirida en 1980. Reproducido por cortesía de Rita Angus Estate. Derecha, Retrato de Rita Angus, 1969, fotografiado por Marti Friedlander, Colección de Te Papa.



Rita Angus nació en Hastings, Nueva Zelanda, el 12 de marzo de 1908.

 Fue una destacada pintora neozelandesa, conocida por su contribución al arte modernista en el siglo XX..

Junto con Colin McCahon y Toss Woollaston, se considera una de las principales figuras del siglo xx. Destacan sus retratos y paisajes al óleo y acuarela.

Sus padres fueron William McKenzie Angus y Ethel Violeta Crabtree.

William McKenzie Angus nacido en 1883, era un carpintero de ascendencia escocesa e inglesa.

Su trabajo y su enfoque en la educación fueron influyentes en la vida de sus hijos, incluyendo a Rita.

Ethel Violet Crabtree era de origen inglés y se casó con William. Ethel desempeñó un papel importante en la crianza de sus siete hijos, fomentando un ambiente familiar que valoraba el arte y la educación.

Rita fue la mayor de siete hijos que tuvo el matrimonio.

En su primera infancia asistió a la Hastings High School.

En 1921, su familia se mudó a Palmerston North, donde inicia  su educación secundaria en la Palmerston North Girls' High School desde 1922 hasta 1926.

Esta etapa de su vida fue crucial para su desarrollo artístico, ya que fue en estas instituciones donde comenzó a cultivar su interés por el arte antes de ingresar a la Canterbury College School of Art.

La influencia de sus padres y su entorno familiar contribuyó significativamente a su desarrollo artístico y personal, sentando las bases para su futura carrera.

En 1927, Rita Angus comenzó sus estudios en la Canterbury College School of Art, también conocida como la Ilam School of Fine Arts, ubicada en Christchurch, Nueva Zelanda.

Este período de su vida fue fundamental para su desarrollo artístico y su formación como pintora.

Rita se inscribió en un programa de diploma en bellas artes que duraría cuatro años, aunque nunca completó formalmente la titulación.

Sus estudios se extendieron hasta 1933, con algunas interrupciones.

Durante su tiempo en la escuela, recibió formación tradicional en diversas disciplinas artísticas, incluyendo dibujo de figura, naturaleza muerta y pintura de paisajes.

Entre sus tutores se encontraban figuras destacadas como Leonard Booth, Cecil Kelly y Archibald Nicoll, quienes influyeron significativamente en su técnica y estilo.

Las clases de historia del arte despertaron en Angus un interés duradero por el arte renacentista y medieval. También se sintió inspirada por las obras de artistas como Vermeer y Cézanne, lo que impactó su comprensión sobre la composición.

Durante este tiempo, Christchurch era un centro cultural vibrante, y exposiciones itinerantes como la Loan Exhibition of Oriental Art (1934-1935) alimentaron su creciente interés por el arte y la filosofía del Este Asiático.

La educación que recibió en la Canterbury College School of Art fue crucial para el desarrollo de su estilo distintivo y personal.

Aunque enfrentó desafíos personales y profesionales a lo largo de su vida, las bases que estableció durante sus años de estudio le permitieron convertirse en una de las figuras más prominentes del arte neozelandés del siglo XX.

Su trabajo incluye paisajes memorables, autorretratos y obras abstractas que reflejan su conexión con la humanidad y su entorno.

Rita Angus se casó con el pintor Alfred Cook el 13 de junio de 1930 en Christchurch, Nueva Zelanda. Ambos eran artistas y compartían intereses creativos. Sin embargo, la relación fue breve y complicada.

Tras el matrimonio, Rita comenzó a firmar sus obras como Rita Cook, utilizando el apellido de su esposo.

Durante esta década de 1930 a 1940, Rita Angus experimentó un período crucial en su carrera artística, donde comenzó a exponer su trabajo y se destacó en la Canterbury Society of Arts y con The Group, una asociación de artistas modernistas en Nueva Zelanda. Este tiempo fue fundamental para definir su estilo personal y su enfoque hacia el arte.

Desde 1930, Angus participó activamente en esta sociedad, donde comenzó a exhibir sus obras.

 Su participación le permitió ganar visibilidad y reconocimiento en la comunidad artística de Christchurch.

En 1932, Rita se unió a The Group, que promovía un enfoque modernista y contemporáneo del arte. Esta asociación fue clave para su desarrollo artístico, ya que le ofreció un espacio para mostrar su trabajo junto a otros artistas innovadores de la época.

Durante este período, Angus produjo una serie notable de autorretratos y paisajes.

 Sus autorretratos son especialmente significativos, ya que reflejan no solo su técnica pictórica sino también su introspección personal.

En total, realizó alrededor de 55 autorretratos a lo largo de su vida, los cuales sirven como un diario visual que documenta su evolución personal y artística.

Las obras de Angus de esta época se caracterizan por el uso de colores vibrantes y formas simplificadas.

Su estilo es descrito como "regionalista", aunque ella no buscaba definir un estilo nacional neozelandés, sino más bien desarrollar una voz artística propia.

Sus paisajes a menudo capturan la esencia del entorno neozelandés, utilizando bordes duros y colores aplicados en secciones bien definidas.

Rita y su pareja se separaron en 1934, citando incompatibilidad como la razón principal.

Rita Angus, Cass, 1936, óleo sobre lienzo sobre tabla. © Reproducido por cortesía de la sucesión de Rita Angus. Cedido por la Galería de Arte de Christchurch Te Puna o Waiwhetū


Entre sus obras más reconocidas de este período se encuentra Cass (1936), que retrata el paisaje desolado de Canterbury con una estética que recuerda al arte del cartel.

Leo Bensemann -1938


Cleopatra- 1938


El divorcio de Rita se formalizó en 1939, lo que dejó a Rita en una situación financiera y emocional difícil.

 La presión de equilibrar su vida como esposa y artista resultó ser un desafío considerable para ella, especialmente dado su enfoque feminista y su deseo de independencia creativa.

El divorcio afectó no solo su vida personal, sino también su carrera artística. Durante la década de 1930 y 1940, Rita enfrentó dificultades económicas y trabajó en varios empleos temporales, incluyendo la enseñanza y la ilustración, para sostenerse.

 A pesar de estos desafíos, continuó exhibiendo su trabajo con la Canterbury Society of Arts y The Group, lo que le permitió establecerse como una figura prominente en el arte neozelandés.

Durante el período de 1940 a 1945, Rita Angus adoptó una postura pacifista en respuesta a la creciente amenaza de la Segunda Guerra Mundial.

Este tiempo fue crucial no solo para su vida personal, sino también para su desarrollo como artista comprometida con causas sociales.

A medida que la guerra se intensificaba, Angus se distanció de cualquier trabajo relacionado con el esfuerzo bélico.

Su enfoque pacifista se volvió un principio rector en su vida, y decidió no participar en actividades que contribuyeran a la guerra. Esto fue un acto de resistencia personal y profesional, ya que muchos artistas y ciudadanos se vieron obligados a involucrarse en la producción de materiales para la guerra.

Rita se unió a movimientos pacifistas y se comprometió con el activismo social. Su arte durante este tiempo reflejó su deseo de promover la paz y la humanidad.

A través de su trabajo, buscaba transmitir mensajes de esperanza y reconciliación, utilizando el arte como un medio para abogar por un mundo más pacífico.

Durante estos años, Angus dedicó gran parte de su tiempo a la pintura. Su obra continuó evolucionando, y aunque enfrentó dificultades personales y económicas, logró producir una serie de trabajos significativos.

Se centró en paisajes y retratos que capturaban no solo la belleza del entorno neozelandés, sino también sus propias emociones y reflexiones sobre el conflicto.

Las obras de Angus en este período son reconocidas por su uso vibrante del color y su enfoque en la forma. Su estilo modernista se consolidó aún más, y comenzó a explorar temas más profundos relacionados con la identidad, la soledad y el anhelo de paz.

La Segunda Guerra Mundial tuvo un impacto profundo en la sociedad neozelandesa y en el mundo en general. La atmósfera de incertidumbre y miedo influyó en muchos artistas, incluidos aquellos que, como Angus, decidieron utilizar su arte para abordar las preocupaciones sociales.

Su decisión de ser pacifista resonó con otros artistas contemporáneos que también buscaban formas de expresar su oposición a la guerra.

La postura pacifista de Angus no solo afectó su trabajo individual, sino que también contribuyó a un diálogo más amplio sobre el papel del arte en tiempos de crisis.

Su compromiso con la paz y los derechos humanos ha dejado un legado duradero que sigue inspirando a artistas y activistas hoy en día.

En el año 1941, tras enterarse de que Alfred Cook se había vuelto a casar, Rita cambió su apellido legalmente a McKenzie, el apellido de su abuela paterna.

A partir de entonces, algunas de sus obras fueron firmadas como R. McKenzie o R. Mackenzie, aunque la mayoría continuaron llevando su nombre artístico original, Rita Angus.

A lo largo de su vida, Rita Angus nunca volvió a casarse y vivió sola durante la mayor parte de su vida adulta.

Su experiencia personal y las dificultades que enfrentó influyeron en su arte, que a menudo reflejaba temas de identidad, soledad y la búsqueda de la paz interior.

La pintora deja de  firmar como Rita Cook hasta 1946.

En 1947, Rita Angus compartió sus reflexiones sobre el arte en el Anuario de las Artes de Nueva Zelanda, donde delineó sus objetivos artísticos y su visión sobre el papel del arte en la sociedad.

En este contexto, describió su deseo de "mostrar al presente un camino pacífico" y de "sembrar algunas semillas para una posible madurez en las generaciones posteriores" a través de la devoción por las artes visuales.

Rita Angus creía que el arte tenía el poder de contribuir al desarrollo cultural y espiritual de una nación.

 A través de su trabajo, buscaba fomentar una conciencia artística que trascendiera las preocupaciones inmediatas, promoviendo valores como la paz y la humanidad.

En un período marcado por la inminente amenaza de la guerra y los conflictos sociales, su enfoque pacifista se convirtió en un elemento central de su práctica artística.

Ella se unió a la Unión de Promesa de Paz de Nueva Zelanda, evitando deliberadamente participar en trabajos relacionados con el esfuerzo bélico. En cambio, se dedicó a crear obras que reflejaban una visión esperanzadora y humanista del mundo.

Durante esta época, Angus continuó desarrollando su estilo distintivo, caracterizado por una combinación de realismo y modernismo.

Sus obras abarcaban tanto paisajes como retratos, y se centraban en la identidad cultural neozelandesa. Sus autorretratos, en particular, sirvieron como un medio para explorar su propia identidad y experiencias.

Las reflexiones de Angus en 1947 subrayan su compromiso con el arte como un vehículo para el cambio social y cultural.

Su visión sigue siendo relevante hoy en día, inspirando a artistas contemporáneos a utilizar su trabajo como una forma de abordar temas complejos y promover valores positivos en la sociedad.

 La dedicación de Rita Angus al arte no solo contribuyó a su propia evolución como artista, sino que también dejó un legado duradero que continúa influyendo en las generaciones futuras.

En el año 1949, Rita Angus enfrentó un período muy difícil en su vida personal y emocional, marcado por problemas de salud mental que surgieron tras sufrir un aborto espontáneo. Este evento fue devastador para ella y tuvo un impacto significativo en su bienestar psicológico.

El aborto espontáneo que sufrió Rita fue un evento traumático que afectó profundamente su estado emocional.

Este tipo de pérdida puede generar una serie de reacciones psicológicas, incluyendo depresión, ansiedad y sentimientos de culpa o fracaso.

Para Angus, esta experiencia fue especialmente dolorosa, ya que había estado buscando establecer una vida familiar y su deseo de maternidad se vio frustrado.

Además del trauma del aborto, Rita enfrentaba otros desafíos personales, incluyendo la presión de ser una artista en un entorno dominado por hombres y las expectativas sociales de la época. Estas tensiones contribuyeron a su deterioro emocional y a la sensación de aislamiento.

Debido a sus problemas de salud mental, Rita fue internada en un sanatorio durante aproximadamente un año.

Este tipo de tratamiento era común en esa época para personas que enfrentaban crisis emocionales severas. El internamiento le proporcionó un espacio para recibir atención médica y psicológica, aunque también reflejó la falta de comprensión sobre la salud mental en ese tiempo.

La experiencia en el sanatorio fue compleja. Por un lado, le permitió a Rita alejarse temporalmente de las presiones externas y concentrarse en su recuperación. Sin embargo, también enfrentó el estigma asociado con ser internada por problemas mentales, lo que pudo haber exacerbado sus sentimientos de soledad y aislamiento.

Durante su tiempo en el sanatorio, Angus continuó reflexionando sobre su arte y su propósito. La experiencia del sufrimiento personal se convirtió en una fuente de inspiración para su trabajo futuro.

A menudo, los artistas encuentran formas de canalizar sus experiencias emocionales a través de su arte, y Rita no fue la excepción.

Tras su internamiento, Angus emergió con una nueva perspectiva sobre su vida y su arte. Aunque nunca se recuperó completamente de los efectos emocionales del aborto espontáneo, utilizó sus experiencias personales para enriquecer su trabajo artístico.

Esta etapa marcó un punto de inflexión en su carrera, donde comenzó a explorar temas más profundos relacionados con la identidad, la pérdida y la búsqueda de significado.

Rita Angus 1951


Boceto para Central Otago -1953


Entre 1958 y 1959, Rita Angus realizó su único viaje al extranjero, visitando Europa gracias a un subsidio otorgado por las Sociedades de Arte de Nueva Zelanda.

Este viaje fue muy importante en su carrera artística, ya que le permitió mostrar su talento en un contexto internacional y experimentar la rica diversidad cultural de Europa.

La oportunidad de viajar a Europa fue facilitada por un subsidio que buscaba apoyar a artistas neozelandeses en su desarrollo profesional.

Este tipo de financiamiento era crucial para artistas como Angus, que deseaban expandir sus horizontes y obtener reconocimiento fuera de Nueva Zelanda.

Rita tenía un profundo deseo de explorar las tradiciones artísticas europeas, así como de conectarse con otros artistas y movimientos contemporáneos.

La posibilidad de ver obras maestras en museos y galerías, así como participar en exposiciones, era una parte esencial de su objetivo.

Durante su viaje, Angus visitó varias ciudades importantes, incluyendo Londres, París y otras capitales artísticas. Cada lugar ofrecía una nueva perspectiva sobre el arte y la cultura, lo que enriqueció su visión artística.

En Europa, Rita tuvo la oportunidad de exhibir algunas de sus obras, lo que le permitió recibir críticas y comentarios de una audiencia más amplia.

Esta experiencia fue valiosa para su crecimiento como artista, ya que le proporcionó una nueva apreciación por su propio trabajo y el contexto en el que se desarrollaba.

El viaje a Europa tuvo un impacto significativo en la obra de Angus. La exposición a diferentes estilos artísticos y movimientos, así como la interacción con otros artistas, influyó en su enfoque creativo. Comenzó a incorporar nuevas ideas y técnicas en sus obras posteriores.

Aunque Rita Angus ya era reconocida en Nueva Zelanda, su viaje ayudó a establecerla como una figura relevante en el panorama artístico internacional. Su participación en exposiciones y su interacción con otros artistas contribuyeron a aumentar su visibilidad.

El viaje a Europa no solo fue un momento culminante en la carrera artística de Rita Angus, sino que también representó una oportunidad para reflexionar sobre su identidad como artista neozelandesa.

Al regresar a casa, pudo integrar las influencias europeas con su propio estilo distintivo, lo que enriqueció aún más su legado artístico.

Durante la década de 1960 a 1970, Rita continúa con su enfoque en retratos y paisajes, donde su estilo, descrito como regionalista, también reflejaba influencias del arte europeo.

Angus se destacó en la creación de retratos que capturaban no solo la apariencia física de sus sujetos, sino también su esencia y personalidad. Su habilidad para ir más allá de una mera representación superficial le permitió explorar temas de identidad y conexión humana.

 Entre sus obras más notables se encuentran "Cabeza de un niño maorí" (1938) y "Retrato (Betty Curnow)" (1942), donde su técnica y sensibilidad se combinan para ofrecer vislumbres profundos en la vida de sus modelos.

A medida que se estableció en Wellington en 1955, Angus comenzó a centrar su atención en los paisajes de esta región y de la Bahía de Hawke.

Sus obras de paisaje, como "Barcos, Island Bay", reflejan la belleza natural de Nueva Zelanda con un estilo claro y definido. Utilizaba colores vibrantes y formas simplificadas, lo que le permitía expresar tanto el entorno físico como su propio sentido emocional del lugar.

Aunque su trabajo se clasifica como regionalista, Rita Angus no buscaba definir un estilo nacional específico. En cambio, su objetivo era desarrollar una voz artística única que reflejara su experiencia personal y conexión con el paisaje neozelandés. Sus pinturas son conocidas por sus bordes duros y colores aplicados en secciones claramente definidas, lo que proporciona una sensación de estructura y claridad.

Durante este período, las influencias del arte europeo comenzaron a integrarse más en su trabajo.

Después de su viaje a Europa entre 1958 y 1959, donde estudió arte moderno y tradicional, Angus incorporó elementos que resonaban con las tendencias contemporáneas europeas. Esta combinación de influencias locales e internacionales enriqueció su estilo y le permitió explorar nuevas direcciones en su arte.

En noviembre de 1969, Rita Angus fue diagnosticada con cáncer de ovario. A lo largo de diciembre, su estado se deterioró rápidamente, lo que llevó a su hospitalización.

Esta enfermedad marcó el final de una vida dedicada al arte y a la exploración creativa, que había sido rica y variada.

La salud de Angus había sido frágil durante años, pero su enfermedad en este período fue particularmente devastadora.

A pesar de sus problemas de salud mental previos y las dificultades personales que había enfrentado, continuó comprometida con su arte hasta donde le fue posible. Su última obra significativa, "Flight" (1968-1969), es un testimonio de su capacidad para canalizar sus experiencias personales en su trabajo.

Su salud continuó deteriorándose desde diciembre de 1969, cuando fue ingresada en el hospital tras un rápido empeoramiento de su condición.

El 25 de enero de 1970, Rita Angus falleció en el Hospital de Wellington a la edad de 61 años, debido a complicaciones derivadas de un cáncer de ovario.

 

 

HOMENAJES

Rita Angus ha recibido varios homenajes y reconocimientos a lo largo de los años que han mantenido vivo su recuerdo y su influencia en el arte neozelandés.

Estos homenajes reflejan no solo el reconocimiento del talento artístico de Rita Angus, sino también su importancia como pionera en la representación de la identidad cultural neozelandesa. Su legado continúa inspirando tanto a artistas como a admiradores del arte en todo el mundo.

 

1. Exposiciones retrospectivas

Te Papa Tongarewa 2008

En 2008 para conmemorar el centenario de su nacimiento, el Museum of New Zealand Te Papa Tongarewa organizó una exposición retrospectiva titulada “Rita Angus: Life & Vision”. Esta muestra abarcó una amplia selección de sus obras, incluyendo retratos, paisajes y autorretratos, y exploró su impacto en el arte neozelandés.

Exposición "Rita Angus: New Zealand Modernist":

Del 18 de diciembre de 2021 al 25 de abril de 2022, Te Papa presentó esta exposición que celebró 40 años de su trabajo, destacando su visión distintiva de un Nueva Zelanda moderna. La exposición fue desarrollada en colaboración con la Royal Academy of Arts en Londres, lo que permitió llevar su legado más allá de las fronteras neozelandesas2.

 

2. Reconocimientos y premios

 

Rita Angus es considerada una figura icónica en la historia del arte neozelandés, inspirando a generaciones de artistas y admiradores. Su estilo innovador y su enfoque en temas culturales han sido reconocidos en diversas plataformas artísticas y académicas.

2006 -La pintura Cass (1936),  fue votada como la más querida de Nueva Zelanda en una encuesta televisiva en 2006.

3. Conservación de obras

Las obras de Rita Angus se conservan en importantes colecciones estatales y galerías, como la Auckland Art Gallery Toi o Tāmaki, el Museum of New Zealand Te Papa Tongarewa, la Christchurch Public Art Gallery, y la Dunedin Public Art Gallery. Estas instituciones no solo preservan su legado, sino que también facilitan el acceso a su trabajo para futuras generaciones.

 

4. Actividades educativas y comunitarias

En exposiciones recientes, como la mencionada "Rita Angus: New Zealand Modernist", se han llevado a cabo actividades educativas que invitan a los visitantes a interactuar con su obra. Estas actividades incluyen talleres creativos inspirados en sus técnicas artísticas, lo que ayuda a mantener viva su influencia entre nuevas audiencias.

 

5. Proyectos multimedia

Se han desarrollado proyectos multimedia que exploran la vida y obra de Rita Angus, incluyendo documentales y presentaciones interactivas que permiten a las personas sumergirse en su proceso creativo y contexto cultural.

 

 

LEGADO

Rita Angus es recordada no solo por su talento artístico sino también por su dedicación a expresar la identidad cultural neozelandesa a través de su obra. Su legado sigue vivo en las colecciones permanentes de importantes museos y galerías en Nueva Zelanda.

El legado artístico de Rita Angus perdura a través de su innovación estilística, su contribución a la identidad cultural neozelandesa, el reconocimiento continuo de su obra y los temas universales que exploró en su arte. Su influencia sigue viva hoy en día, inspirando tanto a artistas como a admiradores del arte en todo el mundo.

1. Innovación en el estilo artístico

Modernismo y regionalismo:

Rita Angus es considerada una pionera del modernismo en Nueva Zelanda. Su estilo se caracteriza por el uso de contornos fuertes y colores planos, alejándose de las tradiciones artísticas europeas dominantes en su tiempo.

 Esta innovación ayudó a definir una identidad artística neozelandesa única, fusionando influencias locales con elementos del arte europeo.

 

Retratos y paisajes:

A través de más de 70 retratos vívidos y paisajes, Angus exploró la conexión entre el individuo y su entorno. Sus retratos, como Portrait (Betty Curnow), son reconocidos por su profundidad emocional y simbolismo, mientras que sus paisajes capturan la belleza natural de Nueva Zelanda con un enfoque distintivo.

 

2. Contribución a la identidad cultural

 

Reflejo de la sociedad neozelandesa:

 La obra de Angus no solo representa su visión personal, sino que también refleja la cultura y la identidad de Nueva Zelanda en un momento crucial de su historia. Su arte se convirtió en un vehículo para explorar temas de identidad nacional y feminidad, resonando con el contexto social de su tiempo.

 

Influencia en otras artistas:

Rita Angus ha sido comparada con figuras contemporáneas como Frida Kahlo y Alice Neel, lo que subraya su papel como una mujer artista influyente. Su vida y obra han inspirado a generaciones de artistas neozelandeses, especialmente mujeres, a seguir sus pasos en la búsqueda de una voz propia en el arte.

 

3. Reconocimiento post mortem

 

 

Legado educativo:

Las instituciones artísticas han utilizado su vida y obra como material educativo para enseñar sobre el arte moderno y la historia cultural de Nueva Zelanda. Esto ayuda a mantener vivo su legado entre nuevas audiencias.

 

4. Temas universales en su obra

 

Exploración emocional:

A través de sus autorretratos y retratos, Rita Angus abordó temas universales como la identidad, la soledad y la búsqueda de significado. Su serie de 55 autorretratos actúa como un diario visual que documenta no solo su evolución artística, sino también sus experiencias personales.


No hay comentarios: