Rita Angus: La Artista que Capturó la Esencia de
Nueva Zelanda a Través de su pincel Único
Izquierda, Rita
Angus: Autorretrato, 1936-7. Colección de la Galería de Arte Público de
Dunedin, adquirida en 1980. Reproducido por cortesía de Rita Angus Estate.
Derecha, Retrato de Rita Angus, 1969, fotografiado por Marti Friedlander,
Colección de Te Papa.
Rita Angus nació en Hastings, Nueva
Zelanda, el 12 de marzo de 1908.
Fue una destacada pintora neozelandesa,
conocida por su contribución al arte modernista en el siglo XX..
Junto con Colin McCahon y Toss
Woollaston, se considera una de las principales figuras del siglo xx. Destacan
sus retratos y paisajes al óleo y acuarela.
Sus padres fueron William
McKenzie Angus y Ethel Violeta Crabtree.
William McKenzie Angus nacido en
1883, era un carpintero de ascendencia escocesa e inglesa.
Su trabajo y su enfoque en la
educación fueron influyentes en la vida de sus hijos, incluyendo a Rita.
Ethel Violet Crabtree era de
origen inglés y se casó con William. Ethel desempeñó un papel importante en la
crianza de sus siete hijos, fomentando un ambiente familiar que valoraba el
arte y la educación.
Rita fue la mayor de siete hijos
que tuvo el matrimonio.
En su primera infancia asistió a
la Hastings High School.
En 1921, su familia se mudó a
Palmerston North, donde inicia su
educación secundaria en la Palmerston North Girls' High School desde 1922 hasta
1926.
Esta etapa de su vida fue crucial
para su desarrollo artístico, ya que fue en estas instituciones donde comenzó a
cultivar su interés por el arte antes de ingresar a la Canterbury College
School of Art.
La influencia de sus padres y su
entorno familiar contribuyó significativamente a su desarrollo artístico y
personal, sentando las bases para su futura carrera.
En 1927, Rita Angus comenzó sus
estudios en la Canterbury College School of Art, también conocida como la Ilam
School of Fine Arts, ubicada en Christchurch, Nueva Zelanda.
Este período de su vida fue
fundamental para su desarrollo artístico y su formación como pintora.
Rita se inscribió en un programa
de diploma en bellas artes que duraría cuatro años, aunque nunca completó
formalmente la titulación.
Sus estudios se extendieron hasta
1933, con algunas interrupciones.
Durante su tiempo en la escuela,
recibió formación tradicional en diversas disciplinas artísticas, incluyendo
dibujo de figura, naturaleza muerta y pintura de paisajes.
Entre sus tutores se encontraban
figuras destacadas como Leonard Booth, Cecil Kelly y Archibald Nicoll, quienes
influyeron significativamente en su técnica y estilo.
Las clases de historia del arte
despertaron en Angus un interés duradero por el arte renacentista y medieval.
También se sintió inspirada por las obras de artistas como Vermeer y Cézanne,
lo que impactó su comprensión sobre la composición.
Durante este tiempo, Christchurch
era un centro cultural vibrante, y exposiciones itinerantes como la Loan
Exhibition of Oriental Art (1934-1935) alimentaron su creciente interés por el
arte y la filosofía del Este Asiático.
La educación que recibió en la
Canterbury College School of Art fue crucial para el desarrollo de su estilo
distintivo y personal.
Aunque enfrentó desafíos
personales y profesionales a lo largo de su vida, las bases que estableció
durante sus años de estudio le permitieron convertirse en una de las figuras
más prominentes del arte neozelandés del siglo XX.
Su trabajo incluye paisajes
memorables, autorretratos y obras abstractas que reflejan su conexión con la
humanidad y su entorno.
Rita Angus se casó con el pintor
Alfred Cook el 13 de junio de 1930 en Christchurch, Nueva Zelanda. Ambos eran
artistas y compartían intereses creativos. Sin embargo, la relación fue breve y
complicada.
Tras el matrimonio, Rita comenzó
a firmar sus obras como Rita Cook, utilizando el apellido de su esposo.
Durante esta década de 1930 a
1940, Rita Angus experimentó un período crucial en su carrera artística, donde
comenzó a exponer su trabajo y se destacó en la Canterbury Society of Arts y
con The Group, una asociación de artistas modernistas en Nueva Zelanda. Este
tiempo fue fundamental para definir su estilo personal y su enfoque hacia el
arte.
Desde 1930, Angus participó
activamente en esta sociedad, donde comenzó a exhibir sus obras.
Su participación le permitió ganar visibilidad
y reconocimiento en la comunidad artística de Christchurch.
En 1932, Rita se unió a The
Group, que promovía un enfoque modernista y contemporáneo del arte. Esta
asociación fue clave para su desarrollo artístico, ya que le ofreció un espacio
para mostrar su trabajo junto a otros artistas innovadores de la época.
Durante este período, Angus
produjo una serie notable de autorretratos y paisajes.
Sus autorretratos son especialmente
significativos, ya que reflejan no solo su técnica pictórica sino también su
introspección personal.
En total, realizó alrededor de 55
autorretratos a lo largo de su vida, los cuales sirven como un diario visual
que documenta su evolución personal y artística.
Las obras de Angus de esta época
se caracterizan por el uso de colores vibrantes y formas simplificadas.
Su estilo es descrito como
"regionalista", aunque ella no buscaba definir un estilo nacional
neozelandés, sino más bien desarrollar una voz artística propia.
Sus paisajes a menudo capturan la
esencia del entorno neozelandés, utilizando bordes duros y colores aplicados en
secciones bien definidas.
Rita y su pareja se separaron en
1934, citando incompatibilidad como la razón principal.
Rita Angus, Cass, 1936, óleo sobre lienzo sobre tabla. © Reproducido por cortesía de la sucesión de Rita Angus. Cedido por la Galería de Arte de Christchurch Te Puna o Waiwhetū
Entre sus obras más reconocidas
de este período se encuentra Cass (1936), que retrata el paisaje desolado de
Canterbury con una estética que recuerda al arte del cartel.
Leo Bensemann -1938
Cleopatra- 1938
El divorcio de Rita se formalizó
en 1939, lo que dejó a Rita en una situación financiera y emocional difícil.
La presión de equilibrar su vida como esposa y
artista resultó ser un desafío considerable para ella, especialmente dado su
enfoque feminista y su deseo de independencia creativa.
El divorcio afectó no solo su
vida personal, sino también su carrera artística. Durante la década de 1930 y
1940, Rita enfrentó dificultades económicas y trabajó en varios empleos
temporales, incluyendo la enseñanza y la ilustración, para sostenerse.
A pesar de estos desafíos, continuó exhibiendo
su trabajo con la Canterbury Society of Arts y The Group, lo que le permitió
establecerse como una figura prominente en el arte neozelandés.
Durante el período de 1940 a
1945, Rita Angus adoptó una postura pacifista en respuesta a la creciente
amenaza de la Segunda Guerra Mundial.
Este tiempo fue crucial no solo
para su vida personal, sino también para su desarrollo como artista
comprometida con causas sociales.
A medida que la guerra se
intensificaba, Angus se distanció de cualquier trabajo relacionado con el
esfuerzo bélico.
Su enfoque pacifista se volvió un
principio rector en su vida, y decidió no participar en actividades que
contribuyeran a la guerra. Esto fue un acto de resistencia personal y
profesional, ya que muchos artistas y ciudadanos se vieron obligados a
involucrarse en la producción de materiales para la guerra.
Rita se unió a movimientos
pacifistas y se comprometió con el activismo social. Su arte durante este
tiempo reflejó su deseo de promover la paz y la humanidad.
A través de su trabajo, buscaba
transmitir mensajes de esperanza y reconciliación, utilizando el arte como un
medio para abogar por un mundo más pacífico.
Durante estos años, Angus dedicó
gran parte de su tiempo a la pintura. Su obra continuó evolucionando, y aunque
enfrentó dificultades personales y económicas, logró producir una serie de
trabajos significativos.
Se centró en paisajes y retratos
que capturaban no solo la belleza del entorno neozelandés, sino también sus
propias emociones y reflexiones sobre el conflicto.
Las obras de Angus en este período
son reconocidas por su uso vibrante del color y su enfoque en la forma. Su
estilo modernista se consolidó aún más, y comenzó a explorar temas más
profundos relacionados con la identidad, la soledad y el anhelo de paz.
La Segunda Guerra Mundial tuvo un
impacto profundo en la sociedad neozelandesa y en el mundo en general. La
atmósfera de incertidumbre y miedo influyó en muchos artistas, incluidos
aquellos que, como Angus, decidieron utilizar su arte para abordar las
preocupaciones sociales.
Su decisión de ser pacifista
resonó con otros artistas contemporáneos que también buscaban formas de
expresar su oposición a la guerra.
La postura pacifista de Angus no
solo afectó su trabajo individual, sino que también contribuyó a un diálogo más
amplio sobre el papel del arte en tiempos de crisis.
Su compromiso con la paz y los
derechos humanos ha dejado un legado duradero que sigue inspirando a artistas y
activistas hoy en día.
En el año 1941, tras enterarse de
que Alfred Cook se había vuelto a casar, Rita cambió su apellido legalmente a
McKenzie, el apellido de su abuela paterna.
A partir de entonces, algunas de
sus obras fueron firmadas como R. McKenzie o R. Mackenzie, aunque la mayoría
continuaron llevando su nombre artístico original, Rita Angus.
A lo largo de su vida, Rita Angus
nunca volvió a casarse y vivió sola durante la mayor parte de su vida adulta.
Su experiencia personal y las
dificultades que enfrentó influyeron en su arte, que a menudo reflejaba temas
de identidad, soledad y la búsqueda de la paz interior.
La pintora deja de firmar como Rita Cook hasta 1946.
En 1947, Rita Angus compartió sus
reflexiones sobre el arte en el Anuario de las Artes de Nueva Zelanda, donde
delineó sus objetivos artísticos y su visión sobre el papel del arte en la
sociedad.
En este contexto, describió su
deseo de "mostrar al presente un camino pacífico" y de "sembrar
algunas semillas para una posible madurez en las generaciones posteriores"
a través de la devoción por las artes visuales.
Rita Angus creía que el arte
tenía el poder de contribuir al desarrollo cultural y espiritual de una nación.
A través de su trabajo, buscaba fomentar una
conciencia artística que trascendiera las preocupaciones inmediatas,
promoviendo valores como la paz y la humanidad.
En un período marcado por la inminente amenaza de la guerra y los conflictos sociales, su enfoque pacifista se convirtió en un elemento central de su práctica artística.
Ella se unió a la Unión de
Promesa de Paz de Nueva Zelanda, evitando deliberadamente participar en
trabajos relacionados con el esfuerzo bélico. En cambio, se dedicó a crear
obras que reflejaban una visión esperanzadora y humanista del mundo.
Durante esta época, Angus
continuó desarrollando su estilo distintivo, caracterizado por una combinación
de realismo y modernismo.
Sus obras abarcaban tanto
paisajes como retratos, y se centraban en la identidad cultural neozelandesa.
Sus autorretratos, en particular, sirvieron como un medio para explorar su
propia identidad y experiencias.
Las reflexiones de Angus en 1947
subrayan su compromiso con el arte como un vehículo para el cambio social y
cultural.
Su visión sigue siendo relevante
hoy en día, inspirando a artistas contemporáneos a utilizar su trabajo como una
forma de abordar temas complejos y promover valores positivos en la sociedad.
La dedicación de Rita Angus al arte no solo
contribuyó a su propia evolución como artista, sino que también dejó un legado
duradero que continúa influyendo en las generaciones futuras.
En el año 1949, Rita Angus
enfrentó un período muy difícil en su vida personal y emocional, marcado por
problemas de salud mental que surgieron tras sufrir un aborto espontáneo. Este
evento fue devastador para ella y tuvo un impacto significativo en su bienestar
psicológico.
El aborto espontáneo que sufrió
Rita fue un evento traumático que afectó profundamente su estado emocional.
Este tipo de pérdida puede
generar una serie de reacciones psicológicas, incluyendo depresión, ansiedad y
sentimientos de culpa o fracaso.
Para Angus, esta experiencia fue
especialmente dolorosa, ya que había estado buscando establecer una vida
familiar y su deseo de maternidad se vio frustrado.
Además del trauma del aborto,
Rita enfrentaba otros desafíos personales, incluyendo la presión de ser una
artista en un entorno dominado por hombres y las expectativas sociales de la
época. Estas tensiones contribuyeron a su deterioro emocional y a la sensación
de aislamiento.
Debido a sus problemas de salud
mental, Rita fue internada en un sanatorio durante aproximadamente un año.
Este tipo de tratamiento era
común en esa época para personas que enfrentaban crisis emocionales severas. El
internamiento le proporcionó un espacio para recibir atención médica y
psicológica, aunque también reflejó la falta de comprensión sobre la salud
mental en ese tiempo.
La experiencia en el sanatorio
fue compleja. Por un lado, le permitió a Rita alejarse temporalmente de las
presiones externas y concentrarse en su recuperación. Sin embargo, también
enfrentó el estigma asociado con ser internada por problemas mentales, lo que
pudo haber exacerbado sus sentimientos de soledad y aislamiento.
Durante su tiempo en el
sanatorio, Angus continuó reflexionando sobre su arte y su propósito. La
experiencia del sufrimiento personal se convirtió en una fuente de inspiración
para su trabajo futuro.
A menudo, los artistas encuentran
formas de canalizar sus experiencias emocionales a través de su arte, y Rita no
fue la excepción.
Tras su internamiento, Angus
emergió con una nueva perspectiva sobre su vida y su arte. Aunque nunca se
recuperó completamente de los efectos emocionales del aborto espontáneo,
utilizó sus experiencias personales para enriquecer su trabajo artístico.
Esta etapa marcó un punto de
inflexión en su carrera, donde comenzó a explorar temas más profundos
relacionados con la identidad, la pérdida y la búsqueda de significado.
Rita Angus 1951
Boceto para Central
Otago -1953
Entre 1958 y 1959, Rita Angus
realizó su único viaje al extranjero, visitando Europa gracias a un subsidio
otorgado por las Sociedades de Arte de Nueva Zelanda.
Este viaje fue muy importante en
su carrera artística, ya que le permitió mostrar su talento en un contexto
internacional y experimentar la rica diversidad cultural de Europa.
La oportunidad de viajar a Europa
fue facilitada por un subsidio que buscaba apoyar a artistas neozelandeses en
su desarrollo profesional.
Este tipo de financiamiento era
crucial para artistas como Angus, que deseaban expandir sus horizontes y
obtener reconocimiento fuera de Nueva Zelanda.
Rita tenía un profundo deseo de
explorar las tradiciones artísticas europeas, así como de conectarse con otros
artistas y movimientos contemporáneos.
La posibilidad de ver obras
maestras en museos y galerías, así como participar en exposiciones, era una
parte esencial de su objetivo.
Durante su viaje, Angus visitó
varias ciudades importantes, incluyendo Londres, París y otras capitales
artísticas. Cada lugar ofrecía una nueva perspectiva sobre el arte y la
cultura, lo que enriqueció su visión artística.
En Europa, Rita tuvo la
oportunidad de exhibir algunas de sus obras, lo que le permitió recibir
críticas y comentarios de una audiencia más amplia.
Esta experiencia fue valiosa para
su crecimiento como artista, ya que le proporcionó una nueva apreciación por su
propio trabajo y el contexto en el que se desarrollaba.
El viaje a Europa tuvo un impacto
significativo en la obra de Angus. La exposición a diferentes estilos
artísticos y movimientos, así como la interacción con otros artistas, influyó
en su enfoque creativo. Comenzó a incorporar nuevas ideas y técnicas en sus
obras posteriores.
Aunque Rita Angus ya era
reconocida en Nueva Zelanda, su viaje ayudó a establecerla como una figura
relevante en el panorama artístico internacional. Su participación en
exposiciones y su interacción con otros artistas contribuyeron a aumentar su
visibilidad.
El viaje a Europa no solo fue un
momento culminante en la carrera artística de Rita Angus, sino que también
representó una oportunidad para reflexionar sobre su identidad como artista
neozelandesa.
Al regresar a casa, pudo integrar
las influencias europeas con su propio estilo distintivo, lo que enriqueció aún
más su legado artístico.
Durante la década de 1960 a 1970,
Rita continúa con su enfoque en retratos y paisajes, donde su estilo, descrito
como regionalista, también reflejaba influencias del arte europeo.
Angus se destacó en la creación
de retratos que capturaban no solo la apariencia física de sus sujetos, sino
también su esencia y personalidad. Su habilidad para ir más allá de una mera
representación superficial le permitió explorar temas de identidad y conexión
humana.
Entre sus obras más notables se encuentran
"Cabeza de un niño maorí" (1938) y "Retrato (Betty Curnow)"
(1942), donde su técnica y sensibilidad se combinan para ofrecer vislumbres
profundos en la vida de sus modelos.
A medida que se estableció en
Wellington en 1955, Angus comenzó a centrar su atención en los paisajes de esta
región y de la Bahía de Hawke.
Sus obras de paisaje, como
"Barcos, Island Bay", reflejan la belleza natural de Nueva Zelanda
con un estilo claro y definido. Utilizaba colores vibrantes y formas
simplificadas, lo que le permitía expresar tanto el entorno físico como su
propio sentido emocional del lugar.
Aunque su trabajo se clasifica
como regionalista, Rita Angus no buscaba definir un estilo nacional específico.
En cambio, su objetivo era desarrollar una voz artística única que reflejara su
experiencia personal y conexión con el paisaje neozelandés. Sus pinturas son
conocidas por sus bordes duros y colores aplicados en secciones claramente
definidas, lo que proporciona una sensación de estructura y claridad.
Durante este período, las
influencias del arte europeo comenzaron a integrarse más en su trabajo.
Después de su viaje a Europa entre
1958 y 1959, donde estudió arte moderno y tradicional, Angus incorporó
elementos que resonaban con las tendencias contemporáneas europeas. Esta
combinación de influencias locales e internacionales enriqueció su estilo y le
permitió explorar nuevas direcciones en su arte.
En noviembre de 1969, Rita Angus
fue diagnosticada con cáncer de ovario. A lo largo de diciembre, su estado se
deterioró rápidamente, lo que llevó a su hospitalización.
Esta enfermedad marcó el final de
una vida dedicada al arte y a la exploración creativa, que había sido rica y
variada.
La salud de Angus había sido
frágil durante años, pero su enfermedad en este período fue particularmente
devastadora.
A pesar de sus problemas de salud
mental previos y las dificultades personales que había enfrentado, continuó
comprometida con su arte hasta donde le fue posible. Su última obra
significativa, "Flight" (1968-1969), es un testimonio de su capacidad
para canalizar sus experiencias personales en su trabajo.
Su salud continuó deteriorándose
desde diciembre de 1969, cuando fue ingresada en el hospital tras un rápido
empeoramiento de su condición.
El 25 de enero de 1970, Rita
Angus falleció en el Hospital de Wellington a la edad de 61 años, debido a
complicaciones derivadas de un cáncer de ovario.
HOMENAJES
Rita Angus ha recibido varios
homenajes y reconocimientos a lo largo de los años que han mantenido vivo su recuerdo
y su influencia en el arte neozelandés.
Estos homenajes reflejan no solo
el reconocimiento del talento artístico de Rita Angus, sino también su
importancia como pionera en la representación de la identidad cultural
neozelandesa. Su legado continúa inspirando tanto a artistas como a admiradores
del arte en todo el mundo.
1. Exposiciones
retrospectivas
Te Papa Tongarewa 2008
En 2008 para conmemorar el
centenario de su nacimiento, el Museum of New Zealand Te Papa Tongarewa
organizó una exposición retrospectiva titulada “Rita Angus: Life & Vision”.
Esta muestra abarcó una amplia selección de sus obras, incluyendo retratos,
paisajes y autorretratos, y exploró su impacto en el arte neozelandés.
Exposición "Rita Angus:
New Zealand Modernist":
Del 18 de diciembre de 2021 al 25
de abril de 2022, Te Papa presentó esta exposición que celebró 40 años de su
trabajo, destacando su visión distintiva de un Nueva Zelanda moderna. La
exposición fue desarrollada en colaboración con la Royal Academy of Arts en
Londres, lo que permitió llevar su legado más allá de las fronteras
neozelandesas2.
2. Reconocimientos
y premios
Rita Angus es considerada una
figura icónica en la historia del arte neozelandés, inspirando a generaciones
de artistas y admiradores. Su estilo innovador y su enfoque en temas culturales
han sido reconocidos en diversas plataformas artísticas y académicas.
2006 -La pintura Cass (1936), fue votada como la más querida de Nueva
Zelanda en una encuesta televisiva en 2006.
3. Conservación de
obras
Las obras de Rita Angus se
conservan en importantes colecciones estatales y galerías, como la Auckland Art
Gallery Toi o Tāmaki, el Museum of New Zealand Te Papa Tongarewa, la
Christchurch Public Art Gallery, y la Dunedin Public Art Gallery. Estas
instituciones no solo preservan su legado, sino que también facilitan el acceso
a su trabajo para futuras generaciones.
4. Actividades
educativas y comunitarias
En exposiciones recientes, como
la mencionada "Rita Angus: New Zealand Modernist", se han llevado a
cabo actividades educativas que invitan a los visitantes a interactuar con su
obra. Estas actividades incluyen talleres creativos inspirados en sus técnicas
artísticas, lo que ayuda a mantener viva su influencia entre nuevas audiencias.
5. Proyectos
multimedia
Se han desarrollado proyectos
multimedia que exploran la vida y obra de Rita Angus, incluyendo documentales y
presentaciones interactivas que permiten a las personas sumergirse en su
proceso creativo y contexto cultural.
LEGADO
Rita Angus es recordada no solo
por su talento artístico sino también por su dedicación a expresar la identidad
cultural neozelandesa a través de su obra. Su legado sigue vivo en las
colecciones permanentes de importantes museos y galerías en Nueva Zelanda.
El legado artístico de Rita Angus
perdura a través de su innovación estilística, su contribución a la identidad
cultural neozelandesa, el reconocimiento continuo de su obra y los temas
universales que exploró en su arte. Su influencia sigue viva hoy en día,
inspirando tanto a artistas como a admiradores del arte en todo el mundo.
1. Innovación en
el estilo artístico
Modernismo y regionalismo:
Rita Angus es considerada una
pionera del modernismo en Nueva Zelanda. Su estilo se caracteriza por el uso de
contornos fuertes y colores planos, alejándose de las tradiciones artísticas
europeas dominantes en su tiempo.
Esta innovación ayudó a definir una identidad
artística neozelandesa única, fusionando influencias locales con elementos del
arte europeo.
Retratos y paisajes:
A través de más de 70 retratos
vívidos y paisajes, Angus exploró la conexión entre el individuo y su entorno.
Sus retratos, como Portrait (Betty Curnow), son reconocidos por su profundidad
emocional y simbolismo, mientras que sus paisajes capturan la belleza natural
de Nueva Zelanda con un enfoque distintivo.
2. Contribución a
la identidad cultural
Reflejo de la sociedad
neozelandesa:
La obra de Angus no solo representa su visión
personal, sino que también refleja la cultura y la identidad de Nueva Zelanda
en un momento crucial de su historia. Su arte se convirtió en un vehículo para
explorar temas de identidad nacional y feminidad, resonando con el contexto
social de su tiempo.
Influencia en otras artistas:
Rita Angus ha sido comparada con
figuras contemporáneas como Frida Kahlo y Alice Neel, lo que subraya su papel
como una mujer artista influyente. Su vida y obra han inspirado a generaciones
de artistas neozelandeses, especialmente mujeres, a seguir sus pasos en la
búsqueda de una voz propia en el arte.
3. Reconocimiento
post mortem
Legado educativo:
Las instituciones artísticas han
utilizado su vida y obra como material educativo para enseñar sobre el arte
moderno y la historia cultural de Nueva Zelanda. Esto ayuda a mantener vivo su
legado entre nuevas audiencias.
4. Temas universales
en su obra
Exploración emocional:
A través de sus autorretratos y
retratos, Rita Angus abordó temas universales como la identidad, la soledad y
la búsqueda de significado. Su serie de 55 autorretratos actúa como un diario
visual que documenta no solo su evolución artística, sino también sus
experiencias personales.
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