PIONERA DE LA GEOLOGÍA Y LA
PALEONTOLOGÍA
«El trabajo era
una alegría, y ahora miro a aquellos días en los que esperaba hacer un
descubrimiento tras cada esquina como la época más feliz de mi vida».
Maria Matilda Gordon (Monymusk, nació
el 30 de abril de 1864 en en Monymusk, Aberdeenshire, conocida también como May
Ogilvie Gordon.
Fue una eminente geóloga y
paleontóloga escocesa conocida por su trabajo en la formación de las Dolomitas,
un conjunto de montañas en los Alpes, que cuestionó la idea dominante de que se
habían formado a partir de restos de un atolón de coral de un mar antiguo. En
su lugar, sugirió que las montañas se habían formado a través de la torsión y
el plegamiento de la corteza terrestre, lo que habría elevado a cientos de
metros sobre el nivel del mar los estratos geológicos que una vez estuvieron a
cientos de metros debajo.
Fue la primera mujer en serle
otorgado el título de doctor de Ciencia de la Universidad de Londres y la
primera mujer en recibir un doctorado por la Universidad de Múnich.
Fue también partidaria y
defensora de los derechos e igualdad de niños y mujeres.
Era la hija mayor de Maria
Matilda Nichol y el reverendo Alexander Ogilvie, doctor en derecho y directorr
de Robert Gordons College.
Tenía cinco hermanos y dos
hermanas. Su hermano mayor, Francis Grant Ogilvie, fue también un científico y
director del Museo de Ciencia de Londres.
Sus padres siempre favorecieron
la educación de todos sus hijos y mantenían relación con varias instituciones
de enseñanza.
A los 9 años, Maria comenzó a
estudiar en la institución femenina Merchant Company Schools’ Ladies College,
en Edimburgo.
Ya entonces le fascinaba la
naturaleza a su alrededor. Durante las vacaciones estivales disfrutaba
explorando los paisajes de las Highlands escocesas junto con su hermano
Francis, que más adelante se convertiría en un afamado geólogo, dirigiría el
Museo de Ciencia de Londres y obtendría el título de Sir.
A la edad de 18 años estudió
piano en la Real Academia de Música de Londres y su vocación aún se debatía
entre las ciencias y las artes. Por eso en principio se decantó por la música,
y viajó a Londres para convertirse en pianista.
Al mismo tiempo empezó una
licenciatura en Ciencias en la Heriot-Universidad de Vatio.
Su interés por las ciencias pesó
más, y pasado su primer año cambió su orientación académica. Estudiando entre
Londres y Edimburgo.
En el año 1890 completó sus
estudios y se especializó en geología, botánica y zoología en la University
College London.
En 1891, realizó un viaje a
Alemania para continuar sus estudios en la Universidad de Berlín. No fue
admitida ya que en aquella época no se aceptaban en instituciones de educación
superior en Alemania a personas del sexo femenino, a pesar de los esfuerzos de
varios amigos influyentes y colegas, incluyendo el geólogo Ferdinand Freiherr
von Richthofen.
Ella se trasladó con Richthofen y
su mujer a Múnich donde estudió con Karl Alfred von Zittel y Richard Hertwig.
En esa época algunos profesores aún
se negaban a tener a mujeres en sus clases. Gordon no pudo matricularse
oficialmente en los estudios reglados que impartía la universidad: llevó a cabo
sus investigaciones a título privado y tuvo que asistir a muchas lecciones y
conferencias desde una habitación separada con las puertas abiertas para que
pudiese escuchar al profesor.
En julio de 1891, Richthofen la invitó a unirse a un viaje de cinco semanas a las cercanas montañas Dolomitas, visitando el valle de Gröden.
Desde el primer día, María Ogilvie quedó inmensamente impresionada por el paisaje y aprendió a escalar para explorar mejor las montañas.
Richthofen introdujo a Maria Ogilvie en la geología alpina y visitaron los pastos de Stuores en el valle de Gader.
En ese momento, Maria
Ogilvie estaba estudiando los corales modernos para convertirse en zoóloga,
pero Richthofen, mostrándole los corales fósiles bellamente conservados que se
encuentran aquí en los sedimentos del Triásico, la convenció de convertirse en
geóloga.
Se caracterizan por amplios
valles cubiertos de bosques entre los que se alzan cortados verticales de
cientos de metros de altura, macizos de piedra de aspecto solitario formados
por roza caliza de origen marino.
Fue en los Dolomitss con
Richthofen que cuando empezó a enfocar su trabajo en la geología.
Gordon pensaba en aquella época
en convertirse en zoóloga, pero tras ver los corales fosilizados preciosamente
conservados en estas montañas, el profesor Richtofen y aquel viaje le hicieron
decantarse finalmente por la geología y la paleontología.
Maria Ogilvie Gordon
con el guía de montaña Josef Kostner en una excursión hacia 1910 (Archivo
Renata Pizzinini, Hotel Cappella).
Más allá de la iniciación en ese
campo, Richtofen, ya mayor, no podía ser de gran ayuda sobre el terreno. En sus
memorias, ella cuenta las dificultades de esa parte del trabajo, que a veces
realizaba sola y otras acompañada por un alpinista profesional.
Perfil de paisaje del macizo de Langkofel según un dibujo de Julius Pia y Maria Gordon.
Durante dos veranos trepó, escaló
y estudió varias áreas de las Dolomitas, y repartió cuidadosas instrucciones a
los recolectores de muestras para que registrasen y describiesen en detalle los
fósiles que encontraban.
Región de
Schluderbach donde May Ogilvie realizó su trabajo de campo
En 1893 publicó los resultados en un artículo, Contributions to the Geology of the Wengen and St. Cassian Strata in Southern Tyrol en el que incluyó varios dibujos a mano de las Dolomitas y hacía importantes contribuciones al registro estratográfico de estas montañas, por entonces aun poco conocidas.
También hacía un repaso a la
ecología de las especies de coral atrapadas en ellas hace millones de años:
ella sola describió 345 especies diferentes de corales y moluscos de los que
vivieron en la región (hoy se conocen más de 1.400).
Con ese artículo, extracto de su
tesis, Gordon consiguió por fin el reconocimiento y el respeto de la comunidad
científico.
Ese año de 1893 se le otorgó el
título de Doctor de Ciencia en Geología de la Universidad de Londres y fue la
primera mujer en recibir este grado en el Reino Unido.
De inmediato se volvió a las
Dolomitas, y al año siguiente,1894 publicó otro artículo Coral in the Dolomites
of South Tyrol, que supuso su segunda gran contribución a la geología de la
zona.
En ella, Gordon hacía especial
hincapié en que la clasificación de los corales debía hacerse tras un examen
minucioso al microscopio de sus características, y no simplemente por las
similitudes superficiales entre especies.
Él y los cuatro hijos que
tuvieron juntos acompañaban a menudo a la geóloga en sus excursiones por las
Dolomitas.
En el año 1900 volvió a la
Universidad de Múnich, donde fue la primera mujer en obtener un doctorado en
investigación.
Continuó sus estudios y siguió
publicando recibiendo una distinción en los campos de geología, paleontología y
zoología.
May Ogilvie Gordon trabajó en el
sur del Tirol en la primera década del siglo XX, en una zona de los Alpes
italianos cerca de la frontera con Austria. Esta área de los Alpes forma parte
del complejo geológico de los Dolomitas, caracterizada por picos altos, que se
cree se han formado a partir de los restos de atolones de coral de un mar
antiguo.
Estudió cómo se habían formado
las Dolomitas, un conjunto de montañas al sur del Tirol, en los Alpes.
Corales fósiles de los pastos de Stuores, lámina de LAUBE (1865)
Debido a la abundancia de fósiles
de coral en la zona, la creencia general en su época era que se habían formado
a partir de restos de un atolón de coral de un mar antiguo.
Gordon sugirió que las montañas
se habían formado por la torsión y el plegamiento de la corteza terrestre, que
habría elevado a cientos de metros sobre el nivel del mar los estratos
geológicos que una vez estuvieron a cientos de metros por debajo.
Esta idea con su teoría de la
'corteza de torsión', la noción de que las montañas se habían formado por el
empuje, torsión y plegamiento de la corteza terrestre. A través de la
observación y la medición de las estructuras geológicas en los Dolomitas, se
pudo determinar que había dos fases de plegado y deformación estructural, lo
que llevó a una nueva interpretación de la estructura tectónica de los Alpes.
En 1913 estaba preparando un
importante trabajo sobre la geología y la geomorfología de las Dolomitas, que
sería publicado en alemán, pero el comienzo de la Primera Guerra Mundial hizo
que sus mapas y manuscritos se perdiesen en el caos general.
Finalizada la Primera Guerra
Mundial el 11 de noviembre de 1918 desempeñó un importante papel en las
negociaciones de posguerra en el Council for the Representation of Women in the
League of Nations.
En 1922 volvió a las Dolomitas,
donde se hizo amiga del joven paleontólogo Julius Pia, y entre ese año y 1925,
año en el que Maria cumplió 61 años, exploraron juntos varias áreas de las montañas.
Publicó libros sobre la evolución tectónica de las Dolomitas, así como otros
para los aficionados a la geología, en los que compartía su fascinación por
este terreno, que se consideran las primeras guías geológicas modernas de la
región.
Compaginó su trabajo científico
con una defensa activa de los derechos de las mujeres, teniendo una etapa muy activa en política como liberal.
La misoginia que experimentó a lo
largo de su carrera sin duda impulsó a Ogilvie-Gordon a dedicar gran parte de
su tiempo a tratar de mejorar la situación de las mujeres y los niños.
May tenía 74 años antes de que
todas las mujeres, mujeres como ella mayores de 21 años, tuvieran derecho a
votar en el Reino Unido.
El 8 de febrero de 1922 fue
designada como candidata parlamentaria al partido Liberal por el distrito
electoral de Canterbury, con el apoyo de Lloyd George. Se convocó una elección
general para noviembre de 1922, pero el 3 de noviembre se retiró.
Después de la reunión liberal entre Lloyd George y H. H.
Asquith, disputó las elecciones generales 1923 como candidata liberal al
unionista Hastings, empujando al candidato laborista al tercer lugar;
May Ogilvie Gordon escribió más
de 30 artículos sobre su investigación y los hallazgos en esta región, algunos
de ellos están considerados trabajos seminales.
Es considerada probablemente como
la mujer geóloga de campo más productiva de cualquier país a finales del siglo
XIX y principios del XX.
Como defensora de los derechos de
la mujer, ocupó el cargo de presidente honoraria de la Associated Women's
Friendly Society y de la Associated Women's Friendly Society, y también como
Presidente de la National Council of Women of Great Britain and Ireland.
De izquierda a
derecha: Dr. Hugh Dalton, Dame Maria Ogilvie Gordon, El Canciller Sr. Justice
Halse Rogers, el Conde de la Warr y Sir Josiah Stamp, foto, Queensland Times,
11 de febrero de 1938,Biblioteca Nacional de Australia.
May Ogilvie Gordon murió el 24 de
junio de 1939 en Regent's Park, Londres.
HOMENAJES
Para conmemorar su contribución a
la paleontología, en el año 2000 se dio nombre a un nuevo género fósil,
Gordonopteris Iorigae, dedicado a ella. Se descubrió en los sedimentos
triásicos de los Dolomitas.
HOMENAJES
Miembros del Consejo
Nacional Australiano de Mujeres con Dame Maria Ogilvie Gordon (centro, frente),
Melbourne, c. 1930
El recuerdo de María Ogilvie
Gordon se mantiene vivo tanto en la comunidad científica como en la sociedad en
general a través de premios, distinciones, lugares geográficos que llevan su
nombre (incluso en Marte), publicaciones, y la reivindicación continua de su
papel como pionera en la geología y defensora de los derechos de las mujeres.
Su vida y obra siguen inspirando
a nuevas generaciones de científicas y científicos.
Nominación de colección de mapas
Mapa geológico de los Dolomitas de Cortina d'Ampezzo y Cadore, por Maria Ogilvie Gordon (1934)
Esta colección de mapas lleva el
nombre de Maria Ogilvie-Gordon, quien se convirtió en la primera mujer de la
LMU en recibir un doctorado, en 1900. Es conocida por sus contribuciones a la
geología y la paleontología de los Dolomitas (Tirol meridional).
1.
Nominación de un paso en Marte
En 2021, más de 80 años después
de su fallecimiento, el equipo científico de la misión Mars Curiosity Rover de
la NASA nombró un paso en el lado oeste del Monte Sharp (cráter Gale, Marte)
como el “Gordon Pass” en su honor, reconociendo su estatus pionero en la
geología alpina.
2.
Reconocimiento académico y género
Como primera mujer en obtener dos
doctorados científicos y en recibir la Medalla Lyell, su trayectoria sigue siendo
un caso de estudio en investigaciones sobre género y ciencia.
En 2000, se honró su legado
nombrando el género fósil Gordonopteris Iorigae en su honor
3.
Publicaciones de Libros y guías
Sus libros y guías de campo sobre
la geología de las Dolomitas, publicados en alemán e inglés en 1928, siguen
considerándose obras de referencia y las primeras guías geológicas modernas de
la región.
Su nombre y figura se destacan en
artículos, libros y sitios web dedicados a la historia de la ciencia y a la
reivindicación del papel de las mujeres en la geología y la paleontología.
4.
Difusión de su historia y ejemplo
Diversos portales de divulgación
científica, como “Mujeres con Ciencia” y “Sal&Roca”, han publicado
semblanzas y artículos sobre su vida y obra, asegurando que nuevas generaciones
conozcan su legado.
Su biografía y contribuciones son
citadas en conferencias, exposiciones y materiales educativos sobre geología y
la historia de las mujeres en la ciencia.
LEGADO
El legado de María Ogilvie Gordon
en la ciencia es perdurable por dos motivos sustanciales.
Su enfoque interdisciplinario
(geología, paleontología y activismo) y su rigor metodológico la consolidan
como una figura cuya obra sigue influyendo en estudios alpinos, tectónica
global y políticas de inclusión científica.
1. Teoría sobre la formación
de las Dolomitas
Revolucionó la comprensión
geológica de los Alpes al desafiar la hipótesis del origen coralino de las
Dolomitas.
Propuso que su formación se debió
a torsión y plegamiento de la corteza terrestre, un concepto precursor en la
interpretación tectónica alpina.
Su trabajo sentó bases para
estudios posteriores sobre la deformación cortical en cadenas montañosas.
Sus detallados registros
estratigráficos de las capas de Wengen y St. Cassian (Tirol) siguen siendo
referentes.
Documentó 345 especies de corales
y moluscos fósiles, sentando bases taxonómicas para investigaciones posteriores
(hoy se reconocen más de 1.400 especies en la zona).
Sus más de 30 artículos
científicos y guías de campo, especialmente los trabajos sobre la evolución
tectónica de las Dolomitas (1928), se consideran las primeras guías geológicas
modernas de la región. Estos textos combinaban rigor académico con accesibilidad
para aficionados.
Introdujo el uso sistemático del
microscopio para clasificar corales fósiles, desplazando métodos basados en
observaciones macroscópicas.
Este enfoque marcó un precedente
en paleontología metodológica.
5. Reconocimiento institucional
Como primera mujer en obtener dos
doctorados científicos (Londres, 1893; Múnich, 1900) y en recibir la Medalla
Lyell (1932), allanó el camino para la inclusión femenina en sociedades
geológicas.
Su figura sigue citándose en
estudios sobre género y ciencia.
Es referenciada como modelo en
proyectos de divulgación científica y en la reivindicación del papel de las
mujeres en geología.
Su cita sobre la "alegría
del descubrimiento" permanece como lema motivacional en ámbitos académicos
FUENTES
http://historyofgeology.fieldofscience.com/
https://lenathehyena.wordpress.com/
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