Blog de Arinda

OBJETIVO :En este Blog vas a encontrar mis producciones en pintura y escultura. Además, material recopilado a través de mi trabajo como maestra, directora e inspectora, que puede ser de interés para docentes y estudiantes magisteriales .

sábado, 26 de abril de 2025

26 DE ABRIL DE 1798 NACE EUGENE DELACROIX

REPRESENTANTE MÁXIMO DEL

 ROMANTICISMO


Ferdinand-Victor-Eugène Delacroix nació en Charenton-Saint-Maurice, Francia, el 26 de abril de 1798. Fue un pintor francés, considerado como el continuador de Gericault y el máximo representante del Romanticismo, que coloca en primer plano el gusto por el color y las imágenes exóticas, fruto de sus viajes por África y del profundo conocimiento de la obra de Constable y Turner cuyas obras le sugieren el uso de barnices gracias a los cuales se obtienen nuevos tonos más vibrantes que aportan una magnífica luminosidad a las composiciones. Así el color será el centro de toda la obra de Delacroix.

Fue un hombre de compleja personalidad que rechazó desde el primer momento las normas de la Academia.

Eugene perteneció a una familia burguesa.
Su padre, Charles Delacroix, fue Ministro de Asuntos Exteriores en la época del Directorio (1795-1799) y ocupó el puesto de Ministro Plenipotenciario en los Países Bajos, en La Haya., y su madre, Victoire Oeben, fue la hija del ebanista de Luis XVI Charles Delacroix ocupó, a partir de 1800, la Prefectura de Marsella y en 1803 la de Burdeos.
Además de Eugene la pareja tuvo más hijos: Charles Henri (1779-1845) quien, alcanzó el grado de general, y que se retiraró a la vida privada tras la caída de Napoleón; Henri (1784-1807), que murió en la batalla de Friedland; y Henriette (1780-1818), que se casó con el embajador Raymond de VerninacBurdeos.

Eugène se crió en un ambiente selecto y cultivado, propio de su clase y de las amistades y familiares que le rodeaban. Uno de estos parientes era Henri-François Riesener, hermanastro de su madre, discípulo de David, quien se ocupó con afectuoso interés de la educación de Delacroix. Entre las personas que frecuentaban este entorno se encontraba el político y ministro Charles-Maurice, Príncipe de Talleyrand, a quien un rumor temprano atribuyó la paternidad real de Eugène, dada la imposibilidad de procrear por parte de Charles Delacroix en la época de la concepción del niño y ante el enorme interés mostrado por Talleyrand por Victoire Oeben y por la carrera artística de su hijo. En cualquier caso, Delacroix siempre prefirió ignorar esta persistente atribución. Junto a ellos, su infancia en Marsella transcurrió entre sus dos grandes aficiones: el dibujo y la música.

En 1806 murió su padre Charles y toda la familia debió trasladarse a París donde fueron acogidos por una de las hermanas de Eugéne, Henriette.
Ese mismo año de 1806 Eugène entró en el Liceo Imperial, en donde adquierió una sólida cultura clásica y obtuvo varios premios de dibujo.

Durante el verano de 1813 Delacroix se hospeda en la abadía de Valmont, junto a sus primos, los Bataille. La estancia marcó al joven Eugène; en ella adquiere el sentido de lo grandioso de la naturaleza y el amor por las ruinas, por lo misterioso. Desde allí visitó Rouen, ciudad que suscitará su admiración por la arquitectura gótica.

A los 17 años su vida cambia súbitamente  por la muerte de su madre a fines de 1814, la cual deja a la familia en una apurada situación económica. Por el momento Delacroix, quien ya se ha decidido a ganarse la vida con su pintura, permanece junto a los Verninac. 

Ese mismo año Eugene egresó del liceo Imperial y logró la admisión en el taller de Pierre Guérin, amigo de su tío Riesener. El estudio de Guérin era un hervidero de jóvenes románticos. Allí trabó amistad con un artista, siete años mayor que él, que habría de marcar los destinos de su pintura y de la pintura francesa de la primera mitad del siglo XIX: Géricault.

Sin abandonar este estudio, en el año 1816 ingresa en la Academia de Bellas Artes, junto a Charles Soulier, quien le enseñó  la técnica de la acuarela, y el británico Richard Parkes Bonington. Frecuentó las galerías del Louvre, en donde copió los lienzos de Rafael, Tiziano, Veronés y Rubens. Asimismo, se le otorgó la autorización para copiar numerosas estampas de la Biblioteca Real.   


"La Balsa de la Medusa" de Théodore Géricault

En 1817 conoció a Théodore Géricault y posó como uno de los náufragos de su espléndida obra “La Balsa de la Medusa”. Aquí comienzó la relación de admiración y respecto que tendrá el joven pintor por el ya famoso Géricault.


Recibió su primer encargo en 1819, “la Virgen de las mieses”, para la iglesia parroquial de Orcemont. Su ejecución revela aún una enorme influencia de Rafael y, en general, del Renacimiento italiano. Este influjo no se limita a la pintura: entre sus lecturas preferidas se encuentran Tasso, Dante y Virgilio, autores que nutrirán su imaginación temática a lo largo de su complejo camino artístico.
 

Dos años más tarde, en 1821, Géricault le pasó un encargo no muy de su agrado: la “Virgen del Sagrado Corazón”, rematada en un estilo bastante próximo al de su amigo y maestro. 

Este año viene marcado por dos sucesos desagradables: la ruptura con su hermana Henriette y la decisión definitiva de vivir en soledad, por un lado, y la manifestación de unas misteriosas fiebres, por otro, que anticipan la laringitis tuberculosa de la que habrá de fallecer. 

Las dificultades económicas le obligan a realizar diseños de maquinaria junto a su amigo Soulier para ganar algo de dinero. 

Dante y Virgilio en los infiernos
 
Esta penuria económica lo empuja a planear su  entrada en el mundo del arte.


En 1822 Delacroix expone por primera vez " Dante y Virgilio en los infiernos", una obra llena de fuerza, de una composición ambiciosa y colores muy trabajados; en ella la luz se desliza sobre las musculaturas hinchadas, un incendio consume una ciudad (en segundo plano), las capas ondean al viento. La fantasía, lo macabro y el erotismo se entremezclan. 

La matanza de Quíos
 
En el año 1824 pinta "La matanza de Quíos", una obra enérgica y con un colorido mucho más vivo. Ambos cuadros concretizan su ambivalencia interior que se debate entre el romanticismo y el clasicismo, entre diseño y color, polémica interna que le acompañará durante toda su vida.



Mujeres de Argel

Su viaje a Marruecos en 1832 marca el inicio de su segundo período estilístico, en el que abundan los temas marroquíes (Mujeres de Argel), en composiciones mucho más pausadas aunque también típicas del Romanticismo por su carácter exótico y por el uso del color, que adquiere un protagonismo constructivo y compositivo inhabitual hasta entonces.

Pintó la sección central de la galería de Apolo (1850-1851) en el Museo del Louvre.



Eugène Delacroix vivió en el apartamento y taller de la Place Fürstenberg en París, cerca del Louvre,  desde 1857 hasta su muerte en 1863.

Hoy ese lugar es el Museo Nacional Eugène Delacroix (Musée National Eugène Delacroix), dedicado a su vida y obra.

A pesar de su importancia artística, Delacroix había vivido sus últimos años algo aislado, en parte por su mala salud y también porque había quedado un poco marginado del mundo artístico oficial de París, que en ese momento empezaba a girar hacia otras corrientes.

Además, nunca se casó ni tuvo hijos, y mantenía un círculo muy reducido de amigos.

 Delacroix había ido debilitándose mucho: apenas podía comer, hablaba muy poco (su voz estaba muy afectada) y casi no recibía visitas, salvo de unos pocos amigos íntimos y su fiel sirvienta, Jenny Le Guillou, quien lo cuidó hasta el final.

Eugène Delacroix murió el 13 de agosto de 1863 en su apartamento de la Place Fürstenberg en París.

Tenía 65 años y sufría desde hacía tiempo de una enfermedad crónica, probablemente una combinación de laringitis crónica y complicaciones relacionadas con la tuberculosis o incluso un posible cáncer de garganta —los médicos de la época no lograban diagnosticarlo con precisión.

El funeral de Eugène Delacroix fue bastante discreto y poco concurrido, lo cual resulta sorprendente si se piensa en su fama como uno de los grandes pintores del Romanticismo.

Su funeral se celebró el 17 de agosto de 1863 en la Iglesia de Saint-Germain-des-Prés, no muy lejos de su casa. 

Asistieron algunos colegas y amigos íntimos —entre ellos, seguramente, pintores como Gustave Moreau, algunos antiguos alumnos, y representantes oficiales del Estado—, pero no fue una gran multitud.

Se dice que había más admiradores anónimos que personalidades famosas.

Después de la ceremonia, su cuerpo fue llevado al cementerio de Père-Lachaise, uno de los cementerios más célebres de la ciudad., donde fue enterrado.

En el entierro de Eugène Delacroix, el ambiente fue muy sobrio y melancólico. Algunos testigos de la época notaron que, a pesar de su importancia, muy poca gente acompañó el cortejo fúnebre hasta su tumba.

No hubo grandes discursos ni honores oficiales espectaculares, a pesar de que Delacroix había sido miembro del Instituto de Francia y uno de los pintores más influyentes de su tiempo.

Su tumba era sencilla y sobria, como él mismo había dispuesto, a diferencia del dramatismo que a veces caracteriza su pintura.

No hubo pompa ni grandes discursos, aunque con el tiempo su legado creció enormemente, y hoy es visto como una figura esencial en la historia del arte francés.

Una anécdota curiosa es que en su tumba original no había una gran escultura ni un monumento elaborado, solo una lápida modesta.

Se dice que Delacroix, muy consciente de la fugacidad de la fama y de la muerte, había pedido explícitamente un entierro sencillo, casi como si quisiera que su obra hablara por él, no su tumba.

 Durante mucho tiempo, su sepultura pasó casi desapercibida entre las más ornamentadas del Père-Lachaise.

No fue hasta bastantes años después de su muerte que se colocó una inscripción algo más digna para marcar su lugar. Incluso hoy, comparada con las tumbas grandiosas de otros artistas y escritores de la época, la de Delacroix es relativamente discreta.

Actualmente algunos admiradores suelen dejar pequeños pinceles o flores sobre su tumba como homenaje, un gesto sencillo y muy simbólico.


HOMENAJES

Después de la muerte de Eugène Delacroix (en 1863), se le rindieron varios homenajes importantes para reconocer su influencia en el arte, sobre todo como figura clave del Romanticismo. Algunos de los homenajes más destacados son:

 Exposiciones retrospectivas:

Poco después de su muerte, se organizaron exposiciones que mostraban su obra, tanto en el Salón de París como en otras galerías importantes. Estas exhibiciones ayudaron a consolidar su reputación.

 

Museo Nacional Eugène Delacroix:




En 1932, su apartamento y taller en la Place Fürstenberg en París fueron salvados de la demolición gracias a un grupo de artistas y admiradores.

Finalmente, en 1971, se convirtió en el Museo Delacroix, dedicado a su vida y obra.

 

 

Estatua en París:



Una estatua de Delacroix fue erigida en los Jardines de Luxemburgo (Jardin du Luxembourg) en París en 1890.

Es un reconocimiento simbólico de su importancia para la cultura francesa.

 

Billetes y sellos:








En Francia, Delacroix ha sido representado en sellos postales y hasta en billetes (como el billete de 100 francos en 1978), señal de su papel como ícono cultural nacional.

Tumba en el Cementerio de Père-Lachaise (París):



Delacroix fue enterrado en este famoso cementerio, donde descansan muchos de los grandes nombres de Francia.

Su tumba sigue siendo visitada como un lugar de homenaje.

 LEGADO

El legado de Delacroix perdura hoy en la libertad creativa, el protagonismo del color y la emoción, la renovación de la narrativa pictórica y la inspiración que sigue brindando a artistas contemporáneos.

Su obra marcó el inicio de la modernidad en el arte y su espíritu innovador continúa vivo en la pintura actual.

 

Influencia en el color y la técnica

Delacroix revolucionó la pintura al liberar el uso del color y la técnica de las normas académicas tradicionales.

Fue pionero en el empleo de pinceladas sueltas y vibrantes, utilizando la colorimetría para evocar emociones y efectos ópticos, lo que abrió el camino para el impresionismo y el simbolismo.

Su estudio de los contrastes cromáticos y la luz, así como su rechazo a ocultar la textura de las pinceladas, anticipó la estética de los impresionistas, quienes reconocieron su deuda con él.

 

Expresividad y subjetividad

 

Delacroix valoró la imaginación y la subjetividad del artista, priorizando las emociones y sentimientos sobre los ideales racionales.

Esta visión influyó en la manera en que los artistas posteriores entendieron la pintura como un medio para expresar el mundo interior y las pasiones humanas, más allá de la mera representación realista.

 

Renovación de la pintura histórica y narrativa

Revitalizó la pintura histórica al dotarla de una energía y dramatismo sin precedentes, rompiendo con la solemnidad neoclásica y ampliando las posibilidades narrativas y visuales del género.

Sus composiciones dinámicas y temáticas exóticas o revolucionarias, como en "La Libertad guiando al pueblo", se convirtieron en símbolos universales y siguen siendo referentes culturales.

 

Inspiración para movimientos posteriores

Artistas como Cézanne, Matisse, Kandinsky, Manet y Renoir reconocieron explícitamente la influencia de Delacroix en sus obras.

Cézanne llegó a afirmar: "Todos pintamos como ya lo hizo Delacroix".

Su legado es fundamental en la transición hacia el arte moderno, siendo considerado un precursor del modernismo y fuente de inspiración para generaciones de artistas.

 

Reconocimiento y vigencia

Las obras de Delacroix continúan exhibiéndose en los museos más importantes del mundo y siguen siendo estudiadas y admiradas por su innovación y expresividad.

Su impacto se percibe no solo en la pintura de caballete, sino también en el muralismo y la decoración artística.

"El impacto de Delacroix en el mundo del arte es innegable. Su enfoque innovador del color y la emoción influyó en una generación de artistas, y su obra todavía se estudia y se admira en la actualidad."

 

Influencia en otros artistas:

Grandes pintores como Van Gogh, Cézanne, Renoir, Degas y Picasso lo consideraban un maestro. Aunque no es un "homenaje" formal, su influencia artística constante es una forma viva de reconocimiento.

FUENTES

https://historia-arte.com/artistas/eugene-delacroix

https://www.europapress.es/cultura/exposiciones-00131/noticia-national-gallery-indaga-influencia-delacroix-

https://historia.nationalgeographic.com.es/a/libertad-guiando-pueblo-delacroix-es-restaurada-vuelve-exponerse-louvre_

https://www.biografiasyvidas.com/biografia/d/delacroix.htm

https://www.buscabiografias.com/biografia/verDetalle/4226/Eugene%20Delacroix

https://www.artelista.com/@eugene-delacroix/biografia

https://www.milviatges.com/2022/tumbas-mas-famosas-pere-lachaise/

https://www.louvre.fr/es/el-louvre-en-francia-y-en-el-mundo/el-museo-nacional-eugene-delacroix

https://www.guiapracticaparis.com/museo-delacroix.php

https://en.wikipedia.org/wiki/Delacroix_Monument

https://www.pariste.net/es/jard%C3%ADn-de-luxemburgo-jard%C3%ADn-de-luxemburgo/


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