Fue un pintor y escultor italiano, perteneciente a la denominada Escuela de París.
Fue el cuarto hijo de Flaminio, nacido en Roma. El padre de Amedeo se dedicó a una profesión tradicional de los judíos europeos: el préstamo.
Su madre Eugenia Garsin, era una francesa nativa de Marsella una mujer culta y sensible que alentó al joven Modigliani a seguir su carrera de pintor.
El padre fue muy mal negociante, prestaba atendiendo más a las necesidades que a las garantías de sus clientes, y muy pronto perdió todo y debió recurrir él mismo a otros prestamistas.
A los 14 años, Amedeo ("Dedo", como lo llamaban en su familia) comenzó a tomar clases de pintura con Guglielmo Micheli, un discípulo de Fattori, uno de los pintores del movimiento florentino conocido como los macchiaioli, un nombre que eligieron a partir de los ataques de algunos críticos que decían que pintaban con manchas ("macchie").
En 1898, su hermano de 26 años, Emmanuele, es condenado a seis meses de prisión por ser militante del movimiento anarquista.
Amedeo se inscribe en la escuela libre del desnudo, Scuola libera di Nudo dirigida por Fattori Amedeo se inscribe en la escuela libre del desnudo, Scuola libera di Nudo dirigida por Fattori.
En 1903 se traslada a Venecia, donde conoce a Boccioni y Soffici se inscribe en el Instituto de las Artes de Venecia, ciudad en la que se mueve por los bajos fondos.
En 1906 decide trasladarse a París, donde frecuenta la Academia Colarossi; traba amistad con Utrillo y Severini; vive en los famosos estudios del Bateau-Lavoir en Montmartre; en estos primeros momentos su obra se deja influir por Picasso, Gauguin y Toulouse-Lautrec. Al año siguiente conoce al doctor Paul Alexandre, que se convertirá en su protector, y lo convence para que se inscriba en el Salón de los Independientes.
En 1908 pinta la Cabeza de joven mujer, uno de los pocos cuadros que han sobrevivido de su primera llegada a París, obra en la que es evidente su admiración por Touluse-Lautrec y que se encuentra cercana a los expresionistas alemanes por las líneas gruesas que perfilan la figura y los labios rojos muy marcados, aunque no puede darse esta cercanía por influencia, pues muy pocos expresionistas alemanes habían expuesto en París en esas fechas. Un año después realizó los retratos de la familia Alexandre, entre ellos, el del Doctor Paul Alexandre, que aparece retratado delante del cuadro titulado La Judía, también propiedad de la familia.
Óleo sobre lienzo. 65,8 x 53,4 cm
Colección privada
En verano y primavera de 1909 trabaja enfermizamente en varias esculturas; el exceso de trabajo, el alcohol y la escasa alimentación minan seriamente su salud y vuelve a Livorno. En El mendigo de Livorno expresa su simpatía por los oprimidos y marginados (aunque Modigliani provenía de una familia acomodada, en París vivió como un marginado); la obra es una interpretación de un cuadro antiguo que había en su casa familiar.
Pocos meses después vuelve a París y alquila un estudio al lado de Brancusi, con quien entabla amistad.
En 1911 visita Normandía con su tía Laura y presenta sus esculturas y dibujos de cariátides.
En 1913 comienzan sus problemas con el alcohol; pinta varios desnudos con modelos; conoce a Lipchitz y se hace muy amigo de Soutine.
En 1914 conoce, por medio de Max Jacob, a Paul Guillaume, quien empieza a comprarle casi toda su producción y le proporciona un estudio en la calle Ravignan. En ese mismo año conoce a Beatrice Hastings, poetisa y periodista, de quien hace numerosos retratos.
En 1915 participa, junto a Kisling, Matisse y Picasso, en la exposición organizada por Paul Guillaume en el número 6 de la calle Huyghens.
Conoce a un nuevo benefactor: el poeta polaco Léopold Zborowski. Su obra empieza a ser reconocida por poetas (Apollinaire, Salmon, Cocteau) y por coleccionistas (Descaves, Netter, Lavel).
De 1919 data uno de los retratos de Jeanne Hebuterne, uno de sus últimos cuadros (si no el último), en el que retrata a su esposa embarazada con ternura y comprensión.
Hay varios museos en el mundo
con obras de Modigliani. Algunos de ellos son:
Además, las obras de Modigliani se exhiben en muchos otros museos importantes de todo el mundo:
Museo de Arte Moderno de Nueva York
Museo de Orsay en París
LEGADO
La obra de Amedeo Modigliani no fue bien
recibida durante su vida pero que alcanzó gran reconocimiento póstumo.
El legado artístico de Amedeo Modigliani se
caracteriza por su estilo único y profundamente emotivo, que ha dejado una
huella perdurable en el arte moderno.
Su obra se distingue por las figuras y rostros
alargados, con un diseño lineal y una expresividad que trasciende la mera
representación física, capturando la esencia emocional y espiritual de sus
sujetos.
Modigliani rompió con las corrientes
vanguardistas de su época (cubismo, futurismo, dadaísmo) para crear un lenguaje
visual propio, que combina modernismo con una pureza arcaica y una sensibilidad
casi poética.
Sus retratos y desnudos no solo reflejan
belleza y sensualidad, sino también un profundo respeto por la individualidad y
la humanidad, haciendo que cada obra sea un testimonio íntimo y universal a la
vez.
Su legado también incluye la capacidad de
sintetizar influencias diversas —desde el arte africano hasta la escultura
clásica— en un estilo personal que ha influido en generaciones posteriores.
Además, su obra ha alcanzado un valor
excepcional en el mercado del arte, con récords de subastas que reflejan su
importancia y reconocimiento global.
Finalmente, Modigliani es recordado no solo por
su destreza técnica y estética, sino por el espíritu apasionado y trágico que
impregnó su arte, convirtiéndolo en un símbolo de la bohemia artística y la
búsqueda incesante de la belleza y la expresión auténtica.
Su obra sigue siendo un puente entre el pasado
y el presente, entre la tradición y la innovación, y un testimonio vivo del
poder duradero de la creatividad humana
Su legado artístico es
fundamental para el arte moderno, y aunque no tuvo éxito en vida, hoy sus obras
son altamente valoradas y forman parte de importantes colecciones internacionales
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